L. Hall
Lorna Hall es consultora y está establecida en St Ives, Cambridgeshire, Reino Unido.
La información de acceso directo sobre financiación de actividades forestales sostenibles es más escasa de lo que cabría esperar, pero una nueva base de datos debería hacer más accesible esta ayuda a mayor número de interesados.
Como parte de la Colección de fuentes de la Asociación de Colaboración en materia de Bosques (ACB) sobre financiación de la gestión forestal sostenible (véase el artículo anterior), la FAO ha establecido una base de datos de consulta directa de fuentes de financiación para actividades forestales. Se limita a organismos que tienen sitios Web con indicación de directrices claras y procedimientos de solicitud. La base de datos contiene información sobre cada fuente y vínculos a las correspondientes páginas Web.
La base de datos incluye fuentes de financiación (por ejemplo, subvenciones, préstamos e inversiones en acciones) no sólo para proyectos forestales tradicionales, sino también para otras varias actividades que podrían contribuir a la gestión forestal sostenible como investigación, estudios en el extranjero y formación. Comprende tanto fuentes de financiación que apuntan directamente a la gestión forestal sostenible como las que la incluyen en una referencia más amplia como conservación de la biodiversidad, desarrollo o medio ambiente. Las fuentes de financiación van desde las que ayudan a individuos y pequeñas organizaciones no gubernamentales (ONG) hasta las que ponen fondos a la disposición de instituciones mucho mayores, gobiernos y empresas forestales. Se incluyen fuentes que financian actividades en todo el mundo, aunque se ha prestado más atención a las que disponen de fondos destinados a países en desarrollo o accesibles a nacionales de países en desarrollo.
La información actualmente almacenada en la base de datos se recopiló mediante búsquedas en la Web, enlaces presentados a la FAO y enlaces de otros sitios Web que difunden información sobre fuentes de financiación, como los de Both Ends (www.bothends.org), la Red europea de investigación sobre bosques tropicales (www.etfrn.org) y Tropenbos (www.tropenbos.nl). Como la mayoría de esta información se recopiló utilizando palabras clave en inglés, la base de datos puede contener solo algunas de las fuentes de financiación promovidas en Internet en otros idiomas. Gran número de las fuentes son estadounidenses, tal vez a causa de esa orientación impuesta por la lengua, y también por el mayor uso de Internet en ese país.
En lo posible, la información presentada en los sitios Web de las fuentes de financiación se ha transferido a la base de datos sin editar ni modificar el contenido. Se han asignado a cada fuente palabras clave referentes a áreas, grupos y temas potencialmente beneficiarios, según la información presentada en sus sitios Web. Cuando se conocen, se indican también los niveles mínimos y máximos de financiación por cada fuente, aunque muchas organizaciones no facilitan esta información.
Todas las palabras clave y el texto general que describe la base de datos están disponibles en inglés, español y francés, pero las descripciones detalladas de cada una de las fuentes de financiación se deja en el idioma original de la fuente (casi siempre inglés). Para quienes no tienen acceso a la tecnología digital, la FAO tiene la posibilidad de imprimir los extractos de la base de datos que se le pidan para cualquier país del mundo.
Se está procediendo ahora a actualizar la base de datos añadiendo nuevas fuentes en respuesta a los comentarios y observaciones recibidos por la FAO. Se prevé que el contenido total de la base se revisará cada año o cada dos años.
La base de datos puede consultarse en www.fao.org/forestry/finance-sources y en el sitio Web de la Colección de fuentes de la ACB, www.fao.org/forestry/cpf-sourcebook-database. Quienes deseen una copia en papel pueden pedirla al Servicio de Economía Forestal, FAO, Roma.
En diciembre de 2002, la base de datos contaba con un total de 348 fondos de 221 fuentes diferentes. En las Figuras 1 a 3 se indican algunas características de las agencias de financiación incluidas en la base de datos.
Más del 80 por ciento de los organismos financiadores tenían su sede en el mundo desarrollado, la mayoría en los Estados Unidos (Figura 1). De los organismos restantes, un poco menos del 20 por ciento eran financiados y/o administrados por organismos internacionales, aunque algunos de ellos tienen oficinas en países en desarrollo. Sólo nueve organismos de financiación estaban realmente situados en países en desarrollo y recibían de éstos un apoyo considerable. Cuatro de éstos estaban en la India y financiaban exclusivamente actividades en ese país, y otros cuatro eran de Sudáfrica y Brasil. Estos países tienen tecnologías y estructuras para cuidar de la conservación bastante desarrolladas en comparación con otros países de sus respectivas regiones. Aunque puede haber muchas otras fuentes de financiación en los países en desarrollo, el uso de Internet para difundir información sobre solicitudes no parece frecuente, tal vez porque pocos solicitantes tienen acceso a Internet.
Los fondos limitados a actividades en el sector forestal o a regiones geográficas específicas son muy pocos, lo que significa que los solicitantes que aspiren a obtener ayuda para actividades forestales deben competir a menudo con solicitantes de otros sectores u otras regiones. Además, más de la mitad de las fuentes de financiación identificadas en la base de datos no aceptan solicitudes procedentes de nacionales de países en desarrollo, aunque sus fondos puedan utilizarse en apoyo de actividades en países en desarrollo. Sin embargo, en algunos casos, pueden aceptarse solicitudes de socios en países en desarrollo si son avaladas o presentadas por un socio del país donante o si hay en el país de que se trate una agencia de pagos del país donante.
La base de datos de la FAO ofrece información sobre criterios de selección y enlaces directos a información sobre solicitudes. Los solicitantes potenciales tendrán que consultar después el sitio Web del organismo financiador antes de presentar su solicitud. Muchos de estos organismos tienen sitios Web complejos, y en algunos de ellos puede ser difícil encontrar información para tomar contacto.
Muy pocas de las fuentes de financiación incluidas en la base de datos proporcionan formularios breves de solicitud que puedan cumplimentarse directamente. La mayoría tienen formularios detallados para rellenar los cuales se requiere tiempo y que deben ir acompañados a menudo de documentación de apoyo. Puede ser difícil presentar solicitudes por vía electrónica desde regiones con escasos o poco fiables servidores de Internet.
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Nota: La suma de los porcentajes es superior a 100 porque hay zonas de superposición entre las regiones y muchos organismos aceptan solicitudes de más de una región geográfica. |
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Nota: La suma de los porcentajes es superior a 100 porque la mayoría de los organismos aceptan |
Por parte de los donantes se tiene a veces la impresión de que la financiación de actividades en apoyo de la gestión forestal sostenible está fácilmente al alcance de quienes saben dónde y cómo pedirla. Internet puede ser un instrumento poderoso para localizar a esos financiadores, pero el proceso de formación de la base de datos sobre fuentes de financiación ha mostrado que la información en ese medio sobre la manera de obtener fondos (en particular de algunos de los mayores donantes) es escasa y difícil de encontrar.
Es de esperar que la base de datos sobre fuentes de financiación contribuya a la mayor accesibilidad del apoyo para el mayor número de interesados. Sin embargo, se reconoce que la base de datos representa actualmente solo una fracción de los fondos potencialmente disponibles y que encontrar en Internet financiación adecuada puede ser más difícil en los países en desarrollo, tanto por las limitaciones de las solicitudes como por el acceso a la información.
La responsabilidad de mejorar esta situación incumbe al menos en parte a los organismos de financiación, que podrían presentar su información de manera más práctica y accesible para usuarios y solicitantes. La simplificación de los sitios y páginas Web, con enlaces claros a la información y con un mínimo de gráficos para reducir el tiempo de recepción, mejoraría notablemente la accesibilidad. También sería útil cuidar de que sea posible obtener formularios de solicitud en línea utilizando un software más antiguo. No obstante, tal vez el mayor adelanto sería que algunos de los mayores donantes presentaran más información en línea sobre la manera de trabajar con ellos. La base de datos sobre fuentes de financiación y la Colección de fuentes de la ACB son un primer paso en esa dirección.
