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5. Conclusiones


China es el mayor productor en todo el mundo de pescado cultivado. Independientemente de su magnitud territorial y de su población, este logro obedece principalmente a las políticas pro-activas del gobierno en relación a la pesca en general, y a la acuacultura en particular. Estas parecen tanto eficientes como adecuadas.

La acuacultura en China se desarrolló a lo largo de dos regímenes políticos: el modelo igualitario bajo la planificación centralizada estatal de 1949 a 1978, y el regimen de economia de mercado abierto que se inicia a partir de 1978 y continua hasta la actualidad.

El modelo igualitario bajo la planificación centralizada estatal fue en esencia, el responsable del progreso logrado en asegurar la autosuficiencia del consumo de pescado en China. Bajo este modelo, la principal prioridad del Gobierno fue la de movilizar y organizar todos los recursos nacionales disponibles a su alcance para producir mas alimentos y materia prima para alimentar y vestir a la población. Con el beneficio de esta visión y aprovechando la experiencia del exterior del país, la pujante política en materia de acuacultura y su orientación es considerada como políticamente astuta y correcta. Estas políticas, que involucraban a la totalidad de las poblaciones rurales que en aquellos días constituían casi el 80 por ciento de la población total, fueron sumamente efectivas en lograr lo que la acuacultura en China es hoy en DIA: el mayor productor mundial. Adicionalmente, esas políticas permitieron la creación y acumulación de activos fijos y riqueza a los niveles individual y local. Los ingresos rurales y los niveles de vida también mejoraron significativamente. La política de plena participación de las comunidades rurales en la acuacultura también permitió capacitar a los hábiles trabajadores acuicolas requeridos para apoyar el eficiente desarrollo y expansión de la industria en China.

Con el transcurso del tiempo, el país se fue modernizando, liberalizando y diversificando su economía. Inicialmente al nivel nacional y después gradualmente al nivel local, las fuerzas del libre mercado han permitido determinar la asignación y transformación de recursos productivos disponibles para los gobiernos locales y posteriormente para los individuos. Este gradual proceso de sostenidas reformas se empezó a acelerar hacia finales de los años 1970, particularmente hacia 1978 cuando la economía china se empezó a abrir al exterior.

Las reformas económicas y políticas dieron como resultado un modelo de desarrollo de políticas de libre mercado. Estas fueron los primeros factores que contribuyeron al rápido desarrollo de la acuicultura en China. El reconocimiento de la acuicultura como una prioridad del desarrollo dentro del sector pesquero, la utilización integral de superficies de aguas aptas para el cultivo, zonas de inundación y zonas intermareales, el establecimiento de una red de extensionismo acuícola con cobertura nacional desde la base de la producción, la promoción de la acuicultura como instrumento para abatir la pobreza, para brindar seguridad alimentaria y empleo entre las provincias más marginadas del país a trabes de la provisión de fondos y asistencia derivados de políticas preferenciales, la constante mejoría del marco legal y del sistema regulatorio que prevé salvaguardas para el desarrollo sustentable del sector, fueron particularmente correctas y oportunas para el sector pesquero. Estos impulsaron su crecimiento; pero principalmente la política de autosuficiencia alimentaria continuo siendo la piedra angular y el pilar del desarrollo de la acuicultura en China.

Paralelamente a las políticas nacionales de producción de mayores volúmenes de alimento para la población y dentro del modelo de desarrollo de la acuicultura en una economía de mercado, el Gobierno también se embarco en una activa política de exportaciones para generar las tan necesitadas divisas para la adquisición de bienes de capital que permitiesen reconstruir la economía. Esta política orientada a la exportación fue considerada de interés nacional. El Gobierno poseía eslabones benéficos bien definidos con efectos multiplicadores tanto para la economía del país, como para los niveles inferiores locales. A partir de la demanda de las exportaciones, se derivaron diversas actividades empresariales. La acuicultura china, entre otros sectores, se vio beneficiados de tales políticas fundamentales.

Considerando el futuro de la pesca, la acuicultura es el único sector que brinda el mayor potencial y expectativas de satisfacer la diferencia entre oferta y demanda así como de producir mayores cantidades de alimento para alimentar a la creciente población. Mediante las políticas proactivas del Gobierno, los procesos avanzados de planificación, las tecnologías de producción científicamente diseñadas y estrategias adecuadas de administración, es probable que la acuicultura en China sea productivamente estable, sustentable, justa y rentable. Contrariamente a las recientes experiencias negativas y a las crecientes dudas, la intensificación de la acuicultura responsable sigue siendo factible, sustentable y rentable, al menos en el corto plazo. Esto es así dado que existen cada vez menos recursos de agua y suelo para la expansión del sector acuícola; además de la creciente urgencia de proteger y preservar el ambiente natural. Esta intensificación de la producción se deberá llevar al cabo en forma responsable y la administración de la acuicultura deberá estar basada en los principios del enfoque precautorio.

La demanda de productos acuícolas permanecerá estable tanto interna como internacionalmente. En el mercado doméstico los estándares del nivel de vida han continuado mejorando; los gustos de los consumidores continúan modificándose hacia el consumo de productos acuáticos; los productos pesqueros de alto valor están presentes con mayor frecuencia en la dieta a expensas de las especies populares de menor precio tales como las carpas. Internacionalmente se espera que la entrada de China a la Organización Mundial del Comercio tenga un impacto positivo en la cuota mundial en el mercado de los productos acuícolas.

Las políticas gubernamentales del desarrollo y administración de la acuicultura deberán seguir siendo reformadas para facilitar la reestructuración de la industria, logrando un sistema de producción de semilla de mejor calidad y una estrategia de la prevención y manejo eficiente de enfermedades. Las reformas sugeridas incluirían la promulgación de medidas para asignar fondos adicionales para el desarrollo de la acuicultura, especialmente para apoyar proyectos en áreas y localidades adecuadas. La mayoría de estos fondos se asignarían prioritariamente para programas de desarrollo. También se buscaría brindar soporte técnico y desarrollo de recursos humanos. Estas nuevas políticas se pondrían en práctica en las regiones centro-occidentales de China. Para desarrollar aún más la acuicultura sustentable también es importante reforzar la estructura legal para la regulación del sector; para lo cual se haría énfasis en establecer buenas prácticas de producción, protección ambiental y seguridad de alimentos.

El modelo y las experiencias del desarrollo de la acuicultura China constituyen una valiosa lección para otros países en desarrollo en sus esfuerzos para promover y desarrollar la acuicultura:


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