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El árbol del tulipán en las Islas Fiji - Bruce A. Auld y Mereseini Nagatalevu-Seniloni


INTRODUCCIÓN

Las especies ornamentales constituyen la mayoría de las plantas recientemente naturalizadas en los países desarrollados, incluso en Australia y Japón. En la actualidad, las especies ornamentales constituyen una creciente amenaza para la agricultura de los países en desarrollo y los ecosistemas naturales. Esto se aplica especialmente a plantas acuáticas, enredaderas, lianas, arbustos y árboles. Además, algunas especies introducidas con un objetivo específico, tales como especies forestales, pueden invadir otros hábitats y convertirse en malezas. Más que en cualquier otro tipo de plantas, los árboles exóticos tienen el potencial para cambiar el aspecto del panorama en todo el mundo. El árbol del tulipán es una de estas especies.

LA PLANTA

El árbol del tulipán, Spathodea campanulata Beauv. es nativo de África ecuatorial y pertenece a la familia Bignonaceae, la cual comprende otras especies leñosas ornamentales tales como el jacarandá y la bignonia roja. También es conocido como árbol de la fuente, cedro de la India o caoba de Santo Domingo. Es un árbol alto que en algunos ambientes llega a 30 m de altura. Tiene un atractivo color verde oscuro, hojas compuestas y espectaculares flores de color rojo anaranjado en forma de trompeta que se encuentran en racimos terminales. Ha sido introducido en las regiones tropicales y subtropicales de todo el mundo como una especie ornamental doméstica y para el ornato de las calles. En las áreas subtropicales por lo general es caduco y es considerada una especie benigna pero en algunas áreas tropicales como las islas del Pacífico prospera y se difunde con facilidad.

EL PROBLEMA

El árbol del tulipán ha escapado al cultivo y ha invadido las tierras agrícolas, las plantaciones forestales y los ecosistemas naturales en las islas Cook, Fiji, Guam, Hawaii, Samoa y Vanuatú. En las islas Fiji es una especie particularmente dañina. Fue introducido en la década de 1930 como una especie ornamental doméstica y para el ornato de las calles pero en los últimos 12 años se ha convertido en un problema creciente. Más aún, en los últimos cinco años el problema se ha intensificado.

El archipiélago de las islas Fiji comprende más de 300 islas situadas entre la línea ecuatorial y el trópico de Capricornio. Tienen una superficie terrestre de 18 300 km2 si bien sus límites territorales abarcan 1 300 000 km2. Más del 90 por ciento de sus 800 000 habitantes se encuentran en las islas mayores de Viti Levu y Vanua Levu. La agricultura es el sector económico más importante y los cultivos incluyen caña de azúcar, cocotero, gengibre, arroz, vainilla y varias frutas y hortalizas mientras que la actividad ganadera está dirigida a la producción de carne y leche. Si embargo, solo cerca del 16 por ciento de la tierra de Fiji es apta para la agricultura lo cual pone una presión importante sobre la misma, dando lugar así a la apertura de nuevas tierras inadecuadas para los cultivos. La agricultura migratoria tradicional aún es practicada en el sureste de Viti Levu donde la tierra es particularmente susceptible a la invasión de malezas, especialmente del árbol del tulipán.

El rebrote secundario de los bosques previamente talados para hacer lugar a la agricultura constituye más del 20 por ciento de la cobertura forestal de Fiji. La especie predominante en la actualidad en esos bosques es el árbol del tulipán. Además, esta especie también constituye una maleza en los cultivos intensivos. Es una especie difícil de eliminar de las tierras que invade ya que rebrota a partir de trozos de raíces y ramas rotas y por la reinfestación de plántulas. En una reciente encuesta llevada a cabo en tres provincias, el árbol del tulipán se encontró en el 98 por ciento de las fincas visitadas, en muchas de las cuales ocupaba más del 25 por ciento de la tierra.

Además del impacto que causa sobre la agricultura y la explotación forestal, el árbol del tulipán es una amenaza para la biodiversidad de las islas Fiji. El árbol está naturalizado tanto en las vertientes occidentales más secas como en las vertientes orientales húmedas de las islas principales. Los bosques pluviales en las tierras bajas y en las laderas así como los bosques en zonas secas son susceptibles a la invasión de este árbol. Su alta capacidad de producción de semillas y el hecho de que estas sean fácilmente transportadas por el viento constituyen un medio favorable para colonizar tierras trabajadas, con ventajas sobre las especies nativas. Estas áreas disturbadas pueden ser creadas sin la intervención del hombre a causa de ciclones o tormentas. Una vez que la especie se establece en un área, el árbol presenta un crecimiento vegetativo vigoroso y puede alcanzar o exceder la altura de la flora nativa y sombrearla. La especie dominante en los bosques pluviales de altura de las islas Fiji es Palaquium hornei que crece hasta 20-25 m de altura en las tierras bajas; los árboles más altos, Palaquium stehlinii, Myristica castaniifolia, Calophyllum vitiense y Garcinia myrtifolia llegan a cerca de 25 m de altura. El reemplazo de las especies nativas por el árbol del tulipán podría tener un fuerte efecto sobre la biodiversidad de los bosques ya que numerosas especies nativas epífitas y enredaderas tienen una fuerte dependencia de esas especies forestales.

¿CÓMO EL ÁRBOL DEL TULIPÁN SE HA CONVERTIDO EN UN PROBLEMA?

En las Islas Fiji el árbol del tulipán florece y fructifica durante varios meses. Cada árbol produce centenares de cápsulas o vainas fructíferas de aproximadamente 22 x 5 cm, cada una de las cuales contiene varios centenares de semillas. Las semillas son elípticas con una amplia ala de cerca 2,5 x 1,5 cm, muy livianas y fácilmente transportadas por el viento. Esas vainas se abren a gran altura del suelo y las semillas llevadas por el viento tienen una difusión muy vasta, especialmente durante las épocas ventosas. Las vainas también flotan en el agua lo que facilita su invasión en las orillas de los cursos de agua.

El árbol forma fácilmente rebrotes de sus raíces y se regenera a partir de trozos de las mismas; la madera del árbol es blanda y se rompe fácilmente durante las tormentas. En los ambientes tropicales húmedos de las Islas Fiji puede además emitir rebrotes de las ramas rotas que llegan al suelo. Es una especie tolerante a la sombra por lo que una vez que se ha establecido en una cierta área su control es difícil.

Esta especie ha sido plantada en las ciudades e incluso en las aldeas más apartadas durante muchos años. Además, los brotes leñosos del árbol del tulipán han sido utilizados como setos vivos alrededor de las fincas. Estos setos frecuentemente llegan a ser árboles produciendo nuevamente semillas.

Por estas razones, existe una gran fuente de semillas y propágulos vegetativos en todas las islas que continúan a invadir tierras agrícolas, plantaciones forestales y ecosistemas naturales. Más aún, esta especie no parece tener enemigos naturales en esta región.

MANEJO DEL PROBLEMA

Tanto los agricultores que practican la agricultura migratoria como los que usan otros sistemas más intensivos de producción tienen problemas causados por este árbol. En base a recientes investigaciones del Ministerio de Agricultura, Pesca y Bosques (MAFF) de las Islas Fiji se han propuesto recomendaciones para el control químico con 2,4-D+Dicamba para aplicación en anillos en la corteza o en las cepas de los árboles cortados y asperjar un tratamiento similar a las plantas jóvenes. Sin embargo, el control químico por si solo es insuficiente o inadecuado para un problema tan complejo y difuso y se debería considerar un enfoque multifacético.

Primeramente, es necesario un programa de concienciación de la comunidad que abarque a los agricultores y a la comunidad en toda su extensión, a fin de poner en su conocimiento la peligrosidad de esta especie y desaconsejar su uso como especie ornamental y como seto vivo. Esto debería incluir instrucciones para eliminar los árboles jóvenes antes de que florezcan, incluyendo ayudas gráficas mostrando las plántulas a fin de reconocerlas en sus etapas iniciales y favorecer su remoción manual.

A diferencia de las plantas adultas, las plántulas no tienen hojas compuestas. Los cotiledones tienen una característica forma arriñonada y las hojas siguientes son simples, en pares opuestos y alternados en ángulos rectos. Después de los primeros seis pares de hojas simples se comienzan a formar las hojas compuestas.

Cualquier trabajo futuro sobre el control integrado de la especie debería requerir más conocimientos sobre su ecología, incluyendo:

En base a esta información podrían ser preparados programas específicos para el control del árbol del tulipán en las explotaciones agrícolas y forestales.

Los árboles grandes en áreas inaccesibles continuarán siendo una fuente de reinfestación, salvo si son controlados. El control biológico clásico es una opción posible. Los organismos que atacan las flores o las semillas podrían reducir el impacto de esta especie. Investigaciones preliminares llevadas a cabo en África encontraron un ácaro eriófido que ataca las hojas de esta especie causando agallas y eventualmente la muerte de los tallos.

El control de esta especie genera la posibilidad de que aparezca un conflicto de intereses dentro de la comunidad. Muchos árboles maduros del árbol del tulipán son parte de la flora de los parques y jardines de la capital Suva y de otras ciudades en todas las islas. Muchos ciudadanos pueden desaprobar que las espectaculares flores y hojas de esos árboles sean desfiguradas. Ciertamente, es necesario buscar el consenso entre toda la comunidad antes de tomar cualquier medida irreversible para control el árbol del tulipán.


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