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6.3 COMERCIO JUSTO


Debido a que las iniciativas de comercio justo empezaron teniendo una perspectiva clara de desarrollo, además de los beneficios obtenidos a través del acceso al mercado y a los precios con primas, muchos grupos de productores también han recibido asistencia técnica.

En el cuadro 6 se ofrece un resumen de los estudios de casos revisados. Algunas de las cooperativas de productores de café que se incluyen en este capítulo también son orgánicas certificadas.

BANANO DEL COMERCIO JUSTO DE VOLTA RIVER ESTATES LTD., GHANA

Basado en los informes de Blowfield y Gallat, sin fecha, y Budu, en la FAO, 2001.

Historia y organización

El grupo de productores Volta River Estates Limited (VREL) fue fundado en 1988 y fue el primer productor de banano orgánico de Ghana. La operación fracasó en 1990 como resultado de la infestación con la enfermedad de la Sigatoka Negra. En 1993 se volvieron a iniciar actividades en 140 hectáreas y con 23 trabajadores. VREL comenzó a exportar nuevamente en 1994 con su propio sello Ghanapack, y sólo entonces descubrieron que tenían que pagar los derechos de acceso al mercado de la Unión Europea. Esto, junto con una antigua disputa por problemas laborales y limítrofes en sus dos plantas iniciales, puso a VREL al borde de la bancarrota. En 1996 estableció contacto con la ONG holandesa Solidaridad y la fundación Max Havelaar. En ese tiempo estas organizaciones estaban promoviendo el sello Oké para banano orgánico en los Países Bajos, pero no pudieron obtener licencias de importación para el banano de América Latina. VREL fue aceptado como proveedor registrado en comercio justo. En 1997 VREL exportó 3 700 toneladas de banano, y hacia el fin de año tenía 280 hectáreas cultivadas, había resuelto sus problemas laborales y daba empleo a 3 900 personas. Los bananos se venden a Agrofair, un importador autorizado de productos del comercio justo de los Países Bajos. El 50 por ciento de Agrofair es propiedad de los productores que venden en comercio justo incluyendo a VREL. El otro 50 por ciento es propiedad de Solidaridad y una compañía de maduración de bananos. Agrofair vende los bananos en los Países Bajos.

Inversiones

VREL tiene dificultades para establecerse en el comercio justo de Suiza debido a problemas de calidad, que fueron a su vez el resultado de problemas relacionados con los embarques. Esto ocasionó que vendiera un 20 por ciento de los bananos en el mercado local, donde sólo se obtiene el 30 por ciento del precio de exportación. Hasta enero de 2003, existían diferentes sellos en los diversos países del mercado de bananos, y VREL tuvo problemas para encontrar el sello adecuado para sus productos. Puesto que no se usan herbicidas, VREL mantiene una proporción alta de trabajadores por hectárea (3:1 en comparación con 1:1 en muchas plantaciones). Tampoco se usan bolsas impregnadas de plaguicidas. El Sindicato de Trabajadores Agrícolas de Ghana que representa a los trabajadores de VREL (de acuerdo con las leyes de Ghana todos los trabajadores de las plantaciones deben afiliarse a este sindicato), aprobó un acuerdo de negociación colectiva a principios de 1998, el cual incluía un plan de seis años para el pago de incrementos a los salarios, así como un procedimiento de quejas. VREL proporciona capacitación informal. En 1999, las posiciones claves en la empresa aún estaban en manos de directivos expatriados (desde antes del registro con FLO), pero hay un número creciente de ghaneses en cargos de responsabilidad. Los trabajadores conocen el comercio justo y VREL está publicando folletos en la lengua local para explicarlo con más detalle.

Cuadro 6 - Resumen de datos financieros de los estudios de casos de organizaciones de productores registradas en el comercio justo

Caso

Número de agricultores

Costo de producción

Rendimiento

Precio con Prima

Ganancia neta

Observaciones

FRUTAS Y HORTALIZAS

1. Ghana, Banano de VREL

900 trabajadores

Más altos

?

Mucho más alta (en el mercado local 30 por ciento del precio de exportación)

?

Sin comercio justo no tiene acceso al mercado de la UE.

CACAO

2. Ghana, Kuapa Kokoo

30 000

A nivel del productor: sin cambios.
En la cooperativa: costos fijos menores

Sin cambio

+8% en 1998
+100% en 2000.
Prima recibida por un 2-5 % de las ventas totales


Efecto principal a través del desarrollo de una compañía exportadora de agricultores viable.

CAFÉ

3. Bolivia, comercio justo y/u orgánico


? costos más altos de mano de obra, especialmente para orgánicos

? similar

+136% (comercio justo orgánico, 14% de las ventas)
+113% (comercio justo, 7% de las ventas)
+44% (orgánico, 40% de las ventas)
(cifras para 2000)

Más alta

Problemas de organización. No todas las cooperativas acceden a los mercados de nicho

4. Costa Rica, COOCAFÉ (incluye a 9 cooperativas)

Cada una tiene de 140 a 530 miembros

A nivel del productor: ?
Cooperativas: más altos

Similar

Precio al productor en la cooperativa Sarapiquí:
+25% a +60%
Cooperativas retienen el 30% de la prima

A nivel del productor: más alta; En cooperativa: más alta

Los productores también se beneficiaron de los mejores servicios de sus cooperativas.

5. México, UCIRI también orgánico

4 800

Más altos

+100% en promedio

Primas orgánicas y de comercio justo

?


6. México, Café Mam, también orgánico

1 300

+47% (incluye costos por cosecha más altos debido a mayores rendimientos)

+30-50%

45% en 2000 y 65% en 2001.

Ingreso familiar
+30% incremento en promedio

ISMAM calcula una prima promedio para sus ventas de comercio justo, orgánico y convencional.

7. Tanzania, 4 cooperativas

Unión Kagera:
40 000

Los mismos

El mismo

Prima de comercio justo sobre el 5 al 10% de las ventas totales; usada para proyectos

Similar

Beneficios a nivel de cooperativa: competir con comerciantes privados

Economía de la granja

La producción y las exportaciones han sido variables. Las exportaciones aumentaron en 1998 a casi 5 000 toneladas pero en 1999 cayeron a 3 290 y en 2001 ascendieron a 5 000. VREL inició una nueva plantación de banano orgánico en 2002. Agrofair informó que los niveles de producción habían bajado en 2003 debido a la conversión de toda el área a orgánicos (Agrofair, 2003). Agrofair puede financiar los pedidos con préstamos que obtiene de un banco holandés de desarrollo. VREL también necesita prefinanciar las licencias de importación a la Unión Europea, que pueden alcanzar un monto de un millón de dólares EE.UU. al año, o un valor aproximado al 50 por ciento del precio CIF. Las primas del comercio justo han sido absorbidas en un gran porcentaje por las licencias, con el resultado de que no pudieron ser usadas para mejoras sociales y ambientales.

El precio mínimo de comercio justo para bananos es establecido por FLO a partir del cálculo de los costos de producción. Para Ghana éstos fueron de 8,5 dólares EE.UU./caja, lo cual es 1,25 dólares EE.UU. más alto que para los productores latinoamericanos del comercio justo. En determinadas épocas del año hubo exceso de oferta de bananos de comercio justo y Agrofair vendió parte de la producción al mercado convencional o en Europa del Este, en ocasiones a precios por debajo de los costos de producción. Como parte del movimiento de comercio justo, VREL ha tenido acceso a créditos blandos para expansión, con tasas de interés bajas, como el 2 por ciento, mientras que las tasas de interés comerciales en Ghana eran de casi un 50 por ciento

Beneficios para los trabajadores

VREL ha creado alrededor de 900 empleos permanentes, dando preferencia a la población local. Sin embargo, las dos primeras explotaciones agrícolas fueron establecidas en tierras que anteriormente habían sido usadas por pequeños productores. Aunque en un principio dichos productores tuvieron preferencia en ser integrados a la fuerza laboral, hoy día la mayoría de trabajadores vienen de otras comunidades. Debido a que parte de la tierra no había estado en producción, puede asumirse que las oportunidades de subsistencia se han incrementado en la región. Blowfield y Gallat (sin fecha) informaron que los salarios eran superiores al mínimo nacional, pero no significativamente diferentes al salario diario prevalente en la región. Budu (en FAO, 2001) informó que el ingreso familiar de los trabajadores de VREL era significativamente más alto que los ingresos familiares en otras partes de Ghana.

Un Fondo de Solidaridad benefició a los trabajadores con alimentos básicos a precios reducidos y créditos sin tasas de interés. Las horas extras de trabajo se pagaron a precios aprobados por la OIT. VREL proporcionó botas y ropa de protección, e instaló un centro de salud en cada localidad. A los trabajadores también se les reembolsan los gastos de tratamientos hospitalarios. Una cuarta parte del valor de VREL pasó a manos de los trabajadores y es administrada por el Fondo de Solidaridad. No obstante, los trabajadores no se beneficiaron realmente de esta participación debido a que la compañía aún no tenía ganancias en 1997. Los trabajadores entrevistados dijeron que preferían el empleo en VREL que depender de los pequeños agricultores o del trabajo zafral.

CACAO ‘DIVINE’ DE KUAPA KOKOO, GHANA

Basado en los informes de Bayley, Mavrotas y Nyanteng, 2000; Mayoux, 2000; y Tiffen, 2002.

Historia y organización

En el momento en que el mercado de cacao de Ghana estaba siendo liberalizado, los precios del mercado mundial cayeron a nuevos niveles inferiores. Teniendo en cuanta las nuevas circunstancias, a los agricultores les pareció conveniente organizar sus propias cooperativas de compradores y exportar directamente. La compañía de sociedad anónima Kuapa Kokoo (que significa productor de buen cacao) - KKL - se formó en 1993 como una empresa de propiedad de los productores. Su base está constituida por sociedades primarias de pueblos o comunidades, cuyos miembros están representados en los niveles directivos. TWIN (del Reino Unido) ofreció asesoría operativa y financiera y un crédito para la puesta en marcha. La Organización de los Países Bajos para el desarrollo, SNV (Países Bajos) proporcionó capacitación en las propias comunidades de productores para los comités y el personal de contabilidad. En un lapso de tres años, la compañía había crecido de 2 000 a 8 500 productores, y en 2000 KKL tenía alrededor de 30 000 miembros organizados en 462 sociedades aldeanas. KKL ganó prestigio por su honestidad (respetando la balanza de pesos) y confiabilidad (los cheques no son devueltos). Desde 1996 no hay personal extranjero en los grupos de gestión o en las estructuras formales. Sin embargo, TWIN y SNV fueron cruciales en la fase de arranque, facilitando el conocimiento de la mercadotecnia internacional del cacao de alta calidad y dando credibilidad a KKL.

Inversiones

KKL también formó por separado una compañía fiduciaria de agricultores, operada por productores elegidos y asesores ghaneses seleccionados, y financiada con donativos, utilidades y primas sociales del comercio justo. En 1968 TWIN, el sindicato Kuapa Kokoo y Body Shop se agruparon para crear una compañía de riesgo compartido llamada Day Chocolate Company (DCC), para lanzar al mercado la barra de chocolate Divine, en los supermercados del Reino Unido. A pesar de que el mercado de chocolate en el Reino Unido es muy competitivo, puesto que los tres mayores productores de chocolate disfrutan de los beneficios de sus marcas comerciales establecidas desde hace mucho tiempo y de grandes presupuestos para la promoción, el chocolate Divine ha tenido bastante éxito. Bayley, Mavrotas y Nyanteng calculan que la compañía recibe un precio con prima de comercio justo al menudeo del 44 por ciento por barra.

Del mismo modo, en 1998 se establecieron dos programas crediticios: uno de crédito rotativo para las mujeres de Kuapa Kokoo, financiado por donaciones de diversos contribuyentes, y otro de ahorro y crédito para los productores de Kuapa Kokoo, el cual opera mediante contribuciones individuales en efectivo o en especie, y que es administrado por contribuyentes elegidos y ejecutivos de la asociación.

Economía de la granja

El impacto del comercio justo en Ghana coincidió con la liberalización general del mercado del cacao. La compañía Produce Buying Company, antigua compradora monopolista, perdió presencia en el mercado a favor de las LBC (Licensed Buying Companies), las nuevas compañías compradoras autorizadas por licencia de las cuales Kuapa Kokoo es una integrante. El mercado aún está regulado por un precio mínimo al productor, que tiene en cuenta los costos de producción. Las LBC continúan vendiéndole al Cocobod (consejo ghanés de cacao). Las LBC obtienen un margen de ganancia estimado en un 15 por ciento por encima del precio al productor y a los costos previstos. La política gubernamental ha sido la de incrementar gradualmente el precio al productor (mediante la reducción de impuestos gubernamentales) y entre 1993 y 1998 subieron los precios reales al productor convencional, a pesar de que caían los precios internacionales.

Cocobod ha instituido un arreglo especial para el mercado del comercio justo. Todo el cacao proveniente de la KKL está identificado, y cuando un importador de comercio justo hace un pedido, Cocobod se asegura de que se le suministre con cacao de KKL. Entonces Cocobod recibe el importe de la venta a precios del mercado, mientras que la prima de comercio justo se paga a la compañía fiduciaria de productores de Kuapa Kokoo. Inicialmente, las ventas de comercio justo alcanzaban el 15 por ciento de las ventas totales de KKL, pero debido al incremento del volumen global, éstas decayeron hasta el 2 por ciento. La pregunta es si la empresa KKL hubiera podido ser tan exitosa sin el mercado del comercio justo.

No obstante, KKL es la única compañía compradora de propiedad de los productores. Las LBC tienen agentes compradores, mientras que KKL se vale de los comités ejecutivos de las sociedades comunitarias para acopiar el cacao, lo que resulta en bajos costos fijos. Los miembros de los comités ejecutivos de las sociedades primarias reciben capacitación y se benefician de una pequeña comisión por bulto vendido. Los bajos costos fijos permiten el pago de una prima modesta del 1 por ciento por encima del precio de garantía del gobierno, un bono anual que depende de las utilidades, y una aportación de 400 cedis (moneda ghanesa) por bulto a la sociedad comunitaria para el desarrollo de las cooperativas. La prima del comercio justo se usa para financiar proyectos comunitarios a través del consorcio de agricultores.

Otros beneficios

El consorcio de agricultores ha patrocinado programas de salud, becas escolares y la construcción de escuelas y pozos de agua de uso doméstico. Esto significa que los beneficios se extienden más allá de los miembros de la organización Kuapa Kokoo, quienes constituyen entre un 7 y un 10 por ciento de las poblaciones de tamaño mediano. Debe decirse que otras LBC han desarrollado proyectos similares. Complementando el programa de crédito a las mujeres, KKL aspira a reforzar su participación a través de acciones afirmativas ya que el cacao es visto en general como un cultivo masculino a causa de la estructura de propiedad de la tierra. Tanto el personal directivo como los miembros de la junta se benefician del fomento de la capacitación y de la publicidad en los mercados internacionales a través de nexos con la empresa DCC.

CAFÉ DEL COMERCIO JUSTO EN BOLIVIA

Basado en el informe de Eberhart y Chauveau, 2002.

Historia y organización

Bolivia perdió sus mercados internacionales del café a pesar de su potencial para producir café arábica de alta calidad en grandes alturas. El comercio del café estaba dominado por intermediarios que pagaban un precio uniforme al productor que no brindaba incentivos para mejorar la calidad. Como resultado, el café ha estado sujeto a una penalización de entre el 20 y el 30 por ciento del precio de referencia en la bolsa de productos de Nueva York. En 1991, con la ayuda del CICDA (Centro Internacional de Cooperación para el Desarrollo Agrícola de Francia), diez cooperativas fundaron la Federación de Cafetaleros Exportadores de Bolivia (FECAFEB). Las primeras misiones de la Fundación Max Havelaar habían prometido ayudarlos en la comercialización. FECAFEB tuvo que representar a los productores organizados de café y dar asistencia técnica y facilitar crédito.

Debido a que la organización era aún débil, la fundación Max Havelaar decidió no registrar a la FECAFEB y en su lugar registró a tres de las cooperativas más estables: CORACA Irupana, CENCOOP y COAINE. CORACA ha sido apoyada por la ONG boliviana Qhana, y ha desarrollado una relación de largo plazo con la ATO Oxfam Bélgica, su único destino de exportación. COAINE pareció ser la única organización con capacidad emprendedora de negociar con importadores privados, pasando a ser la proveedora de la mayor parte del café del comercio justo. Entre 1992 y 1998, COAINE experimentó un crecimiento acelerado. Con ayuda de las ONG se organizó y se registró a nuevos y más pequeños grupos que canalizaron su café a través de COAINE.

La mayor parte del café se entrega en consignación; la cooperativa misma no compra el café sino que funciona sólo como un canal para la exportación y a los agricultores se les paga posteriormente. Por ello la mayoría de los productores venden parte de su café a comerciantes que pagan de inmediato, ajustando los precios diariamente. Si los precios del mercado son altos, ello puede provocar que la cooperativa no tenga las existencias necesarias y deje de cumplir con los contratos de compra. En 1998, surgió un conflicto en COAINE involucrando al gerente. En el mismo año, en el control de FLO, se observó falta de transparencia y la venta de café de grupos no registrados ostentando el sello de comercio justo de FLO. Acto seguido FLO suspendió el registro de COAINE, pero lo volvió a registrar una vez que el gerente fuera reemplazado.

Inversiones

Las inversiones fueron principalmente en estructuras organizativas y mejoras de la calidad. Adicionalmente, un proyecto del DED (servicio alemán de cooperación) y cooperativas de la FECAFEB promovió la certificación orgánica, y en 2002 fueron certificados casi 1 300 agricultores de 18 cooperativas. Las mejoras en la calidad se han integrado ahora a los métodos orgánicos. Las inversiones para la conversión a la certificación orgánica fueron para la preparación de compost (especialmente en los viveros) y la instalación de barreras contra la erosión.

Economía de la granja

En 2000, el comercio justo y el orgánico alcanzaron el 61 por ciento de las ventas totales de las cooperativas (orgánicos el 40 por ciento; comercio justo el 7 por ciento; orgánicos del comercio justo el 14 por ciento). No obstante, de las 16 organizaciones registradas, 6 no exportaron en comercio justo. En las épocas de precios altos en el mercado (1994 y 1995), el precio de comercio justo fue similar o ligeramente superior a los precios convencionales del mercado boliviano, pero en 2000 y 2001 el precio del mercado mundial fue muy bajo y las primas muy altas. Comparadas con los precios convencionales recibidos por las mismas cooperativas, las primas en el año 2000 estuvieron entre el 21 y el 97 por ciento para orgánicos; el 106 y el 123 por ciento para el comercio justo y entre el 109 y el 195 por ciento para orgánicos de comercio justo. En el año 2001 las primas fueron aun superiores. Estas primas tan altas fueron incentivos para compensar el precio mínimo establecido por FLO. Ciertos importadores pidieron a las cooperativas venderles varios contenedores de café no etiquetado por debajo del precio del mercado, a cambio de un contenedor de comercio justo. Para FLO es casi imposible evitar esta práctica en la que se paga el precio mínimo de comercio justo por el contenedor etiquetado, pero donde no tiene autoridad para controlar los contenedores no etiquetados. Por supuesto, las ATO no se valen de tales prácticas pues no comercializan café convencional.

La Asamblea General de las cooperativas decide cómo usar el dinero adicional recibido por las primas del comercio justo, que casi siempre se distribuye entre los productores. Sin embargo, son las comunidades las que generalmente deciden realizar inversiones comunitarias con las aportaciones que entrega cada familia. El efecto más importante del comercio justo ha sido la mejora de la calidad del producto. El producto de más alta calidad también se vende actualmente en los mercados convencionales de buena calidad, librándose de la penalización por baja calidad impuesta sobre Bolivia. Sólo tres de los importadores privados han otorgado financiamiento anticipado, aunque puede ser que éste no haya sido solicitado. Una de las ATO lo propuso pero las cooperativas optaron por no aceptarlo. No existen contratos de largo plazo para el café convencional de baja calidad. En contraste, las ATO y los importadores privados más pequeños de «café de origen» sí establecen relaciones duraderas con los productores.

Resultados organizativos

La FECAFEB ha tenido un éxito relativo canalizando un 40 por ciento del café de las cooperativas, ello gracias al hecho de que la gerente de COAINE también lo era de FECAFEB. Después de los conflictos en COAINE, ella comenzó a operar como agente privado y muchos de los compradores, incluyendo a aquellos de café etiquetado como comercio justo, siguieron negociando con ella. Como resultado FECAFEB entró en una crisis que no se resolvió hasta que se llegara a un acuerdo con el antiguo gerente en 2001. A pesar de que FLO estuvo promoviendo la compra directa a las cooperativas, los importadores privados de productos etiquetados del comercio justo prefirieron continuar comprando a través de intermediarios.

En Bolivia no se ha observado un gran impacto sobre la transparencia en el ámbito de las organizaciones de productores. Esto puede atribuirse en parte al bajo nivel de educación de los productores y también a que el sistema ha sido demasiado flexible. Sólo en el caso de una disfunción seria como la que se menciona arriba la organización involucrada fue eliminada de la lista de agremiados. El resultado parece ser mejor cuando las ATO compran el café, debido a que ellas visitan a los productores regularmente. Al final, el sello orgánico con su identificación individual más estricta ha contribuido a una nueva institucionalización de las organizaciones, con derechos y obligaciones más estrictos.

En los grupos más pequeños, el gerente elegido ha tenido que abandonar (parcialmente) sus propias actividades productivas sin compensación. Esto necesariamente conduce a una alta rotación de gestores en el año, quienes adolecen casi siempre de inexperiencia en el manejo de grandes sumas de dinero, que alcanzan los 200 000 dólares EE.UU./año. Con frecuencia se toman las decisiones más importantes por consenso, con la desventaja de que puede tomar varios días para acordar una reunión, lo cual no se adapta a las expectativas de los importadores de obtener respuestas rápidas.

CAFÉ DEL COMERCIO JUSTO DE COOCAFÉ, COSTA RICA

Basado en el informe de Ronchi, 2002.

Historia y organización

En 1996 los agricultores en pequeña escala dominaban la producción de café en Costa Rica, donde el 92 por ciento de productores tiene fincas de menos de 5 ha. Hasta mediados de los años noventa, la mayoría de las cooperativas eran miembros de la Federación de Cooperativas de Caficultores RL (FEDECOOP). En 1988 seis cooperativas habían fundado una asociación de exportadores llamada Consorcio de Cooperativas de Caficultores de Guanacaste y Montes de Oro RL (Coocafé). Uno de sus miembros, la cooperativa Cerro Azul de muy pequeño tamaño, mantenía una relación de trabajo con la ATO S.O.S Wereldhandel (hoy Fair Trade Organisatie). En 1989 Coocafé empezó a exportar café del comercio justo. La mayoría de las cooperativas se asociaron y en el momento de recibir información para este documento, Coocafé contaba con nueve miembros. A partir de 1992 Coocafé también comenzó a exportar su primera marca comercial de café tostado y actualmente vende tres marcas: Café Paz (a los Estados Unidos y a los mercados del comercio justo del Japón), Café Forestal y Café Auténtico. Todas las exportaciones se hicieron a través de FEDECOOP hasta que en 1997 se estableció la propia filial exportadora de Coocafé. En el mismo año FLO estableció y formuló las normas del café y los mecanismos para fijar su precio.

Economía de la granja

El estudio no analizó ni costos ni rendimientos. No obstante, menciona la plantación de árboles de sombra (costo adicional) y un uso menor de plaguicidas y herbicidas (ahorros). De 1993 a 1998, en promedio, el 52 por ciento de los volúmenes exportados llegó a los mercados de comercio justo. Coocafé paga a los productores sobre la base del precio diferencial normal de Nueva York. De las utilidades adicionales derivadas de las ventas del comercio justo (ya sea por un nivel más alto en el precio mínimo del comercio justo o por la prima) el 70 por ciento se divide entre los productores primarios. Como resultado, los agricultores de la cooperativa Sarapiquí recibieron durante el período de 1989 a 1995 un precio de liquidación superior de entre un 25 y un 60 por ciento, y un promedio de ingresos, por ventas de café, más altos en un 39 por ciento en comparación con otros caficultores de la región.

El otro 30 por ciento de utilidad adicional obtenida por el comercio justo es para el Fondo de capital social y el Fondo de desarrollo, destinados a otorgar créditos a los productores y a hacer inversiones en infraestructura para la producción de fertilizantes orgánicos y otras mejoras ambientales. En 1995 el gobierno de Costa Rica decidió que todas las plantas de elaboración de café adoptaran el uso de «tecnología limpia». Los costos de conversión de las cooperativas de Coocafé fueron de entre 38 000 y 70 000 dólares EE.UU., y los financiamientos provinieron del Fondo de capital social. Adicionalmente, Coocafé paga el 13 por ciento de interés a las acciones de las cooperativas del Fondo, y éstas pueden obtener financiamientos pagando el 3 por ciento de comisión a Coocafé. Las utilidades por ventas de las tres marcas de café tostado contribuyen al Fondo de extensión educativa y a la Fundación Café Forestal, que van a financiar proyectos ambientales.

Ronchi (2002) observó que mientras una cuarta parte de las cooperativas de Costa Rica había terminado operaciones en la década anterior, todas las cooperativas de Coocafé tenían proyectos de adquisición de tierras para miembros con parcelas pequeñas, así como para los hijos de los miembros. Ello sugiere que la rentabilidad del mercado de comercio justo induce a un incremento de la oferta.

Desarrollo organizativo

El comercio justo genera un beneficio indirecto para las cooperativas que consiste en que Coocafé las representa en algunos organismos nacionales importantes. Sin embargo, el intercambio de información con FLO podría mejorar. El único contacto que las cooperativas miembros pueden tener con FLO son solicitudes sobre información de naturaleza confidencial, mientras que sufren por la falta de reciprocidad en el intercambio de información. Ahora bien, dado que el informe que se discute aquí se generó en 1999, puede que mediante la reestructuración de FLO se haya mejorado la transparencia. Muchos productores tienen conocimientos limitados sobre el comercio justo. Al ser entrevistados hablaron de obtener mejores precios y de los servicios de sus cooperativas, pero sin una idea clara del papel que el comercio justo tiene en todo esto.

CAFÉ DE PEQUEÑOS PRODUCTORES DE UCIRI, MÉXICO

Basado en los informes de Pretty, Morison y Hine, 2003, y SAFE, 2001.

La Unión de Comunidades Indígenas de la Región del Istmo, UCIRI, fue organizada para reducir la dependencia del crédito en el cultivo y la comercialización de café orgánico. El cultivo del café orgánico exige mayor cantidad de mano de obra, principalmente para el control de la erosión, tales como terrazas media-luna para cada cafeto. Antiguamente la pulpa del café se tiraba en arroyos o ríos, ocasionando una alta contaminación de las aguas. Actualmente los productores devuelven la pulpa a los campos después de convertirla en compost, junto con estiércol de ganado, cal y material verde de plantación. Esto ha mejorado los rendimientos en de un 30 a 50 por ciento para una producción de entre 600 a 1 200 kg/ha. La prima del comercio justo se emplea en particular para mejoras en las escuelas. La UCIRI opera también algunas unidades de transporte público y sistemas de seguro médico, además de ser propietaria de varias tiendas.

CAFÉ MAM DE GRAN ALTURA, ISMAM, MÉXICO

Basado en los informes de Damiani, 2001b y Mendoza Zazueta, [2001].

Historia y organización

La organización ISMAM, Indígenas de la Sierra Madre de Motozintla San Isidro Labrador (ISMAM), Chiapas, se conformó inicialmente de 200 agricultores indígenas en pequeña escala, orientada al trabajo colectivo y a la comercialización. El café orgánico despertó el interés de compradores europeos, e ISMAM entró en contacto con la UCIRI (véase el anterior caso) y con agencias de certificación. En 1993 ISMAM vendió la primera cosecha orgánica a través de la UCIRI, y un año más tarde comenzó a exportar en forma directa. En el año 2001, ISMAM tenía 1 300 miembros, con una superficie total certificada de 5 000 hectáreas, es decir, un promedio de 3,8 ha/productor.

Para realizar la inspección interna y elaborar la documentación, ISMAM creó un departamento de certificación. Convirtió a los «grupos de trabajo colectivo» creados por la iglesia en comités locales con una representación formal en ISMAM y con participación en el sistema de supervisión. Luego pidió a cada comité local elegir a uno de sus miembros para que fuera capacitado y certificado como promotor. El integrante elegido debía organizar reuniones y visitar a cada miembro al menos una vez por mes y recopilar información como parte del sistema de supervisión.

En 2001 las exportaciones llegaron casi a 2 900 toneladas. La organización contaba con el reconocimiento de su marca registrada como gourmet «Café Mam», café de gran altura. ISMAM adquirió una planta de tostado y empacado con capacidad de 2 toneladas/hora. Mendoza enfatiza el hecho de que la planta había estado operando muy por debajo de su capacidad, y que había tenido que competir con empresas transnacionales.

Inversiones

La iglesia jugó un papel determinante en el desarrollo de ISMAM. Uno de los sacerdotes se convirtió en el asesor oficial de la organización. El programa gubernamental «Alianza para el Campo» proporcionó subsidios de un 25 a un 50 por ciento a las inversiones de los productores individuales. A partir de 1992 ISMAM recibió también recursos del Fondo Nacional de Empresas de Solidaridad (FONAES), los cuales se usaron inicialmente para el equipamiento de la planta de almacenaje y elaboración. Entre 1998 y 2001, FONAES financió la modernización de las instalaciones y proporcionó crédito a los miembros de ISMAM. Adicionalmente, el Banco de Crédito Rural ha financiado las operaciones de ISMAM por un período prolongado, incluyendo un crédito para la ampliación de las plantas de elaboración, una línea de crédito rotatorio a tres años para la compra de café a sus miembros y para créditos personales para los productores de ISMAM. En cuanto a los créditos, ISMAM nunca ha tenido un caso de incumplimiento, en tanto que los créditos personales a miembros individuales han tenido una tasa muy baja de incumplimientos, de sólo el 2 por ciento a finales de 2001.

Economía de la granja

Los métodos tradicionales usados en la producción de café de sombra eran muy similares a los métodos orgánicos. Los cambios más importantes son la aplicación de medidas de conservación de suelos y la introducción de nuevas especies de árboles, lo que exige ante todo mano de obra para la construcción de las terrazas. Los costos de producción por hectárea se incrementaron considerablemente; alrededor de un 47 por ciento más que en la producción convencional de bajos insumos, aunque el 46 por ciento de estos costos más altos se debió a la mayor productividad obtenida (del 30 al 50 por ciento), con costos más altos de cosecha, elaboración y transporte. Si se comparan con los costos de producción de agricultores en mayor escala que utilizan métodos convencionales de altos insumos, los costos de producción de café orgánico fueron inferiores en un 11 por ciento para el mismo rendimiento.

Entre 1993 y 2001 ISMAM obtuvo primas del mercado orgánico de entre el 30 y el 87 por ciento, y ha vendido alrededor del 30 por ciento en comercio justo desde mediados de 1990, obteniendo así precios aún mejores. Esto le permitió a ISMAM pagar a sus miembros un precio con prima del 45 por ciento en promedio en 2000 y del 65 por ciento en 2001. Los productores pueden escoger si quieren recibir el pago a la entrega o posteriormente (al remate) con la ventaja de que se recibe un precio más alto. Las personas entrevistadas por Mendoza dijeron que la mayoría elegía la mitad de cada opción porque necesitaban efectivo para cubrir pagos de mano de obra contratada para la cosecha. Mendoza estimó asimismo que a través de ISMAM la media de los ingresos familiares se había incrementado en un 30 por ciento. La habilitación de un organismo local de certificación en la segunda mitad de los 90 (Certimex) contribuyó a disminuir los costos de certificación para los agricultores orgánicos en México en general.

CAFÉ DE LAS COOPERATIVAS DE TANZANIA

Basado en el informe de Jones et al., 2000.

Antecedentes históricos

La intervención del gobierno en las cooperativas a finales de los años setenta y a principios de los años ochenta derivó en una estructura de cooperativas altamente politizada. El fracaso de este enfoque llevó en 1991 a la reintroducción de cooperativas que tuvieron una sólida base en sus miembros. Esto coincidió con la adopción de políticas de liberalización del mercado de café y la entrada de los comerciantes privados. La participación en el mercado de café de los comerciantes privados se incrementó, de menos de un 10 por ciento en 1993/1994 a más del 70 por ciento en 1998/99. Había entonces alrededor de 20 comerciantes privados, muchos de ellos filiales o agentes de compañías multinacionales. El nuevo sistema de concesión de licencias requirió que los comerciantes pagaran la totalidad del importe de sus compras contra la entrega de los productos. Esto obligó también a las cooperativas a incrementar los montos de los anticipos y a abolir los créditos para insumos, porque no tenían la seguridad de recibir el pago, puesto que los agricultores podrían escoger a otros compradores. Como la mayoría de los productores han sido considerados como no fiables para obtener crédito por los bancos, la falta de servicios financieros es un problema muy importante. La liberalización conlleva a más competencia, y la proporción de los precios al remate transferidos a los productores creció del 50 por ciento en 1990/91 al 70 por ciento en 1998/99. Esto, aunado a niveles de precios más altos en el mercado mundial en 1995-1997, tuvo como resultado precios más altos al productor, pero que en el período 1999/2000 cayeron en un 50 por ciento.

Historia y organización

La Unión Cooperativa Kagera fue la primera cooperativa que vendió a través de los canales del comercio justo (1990). Esta organización compró café robusta a cerca de 40 000 agricultores del distrito de Kagera y vendió entre un 6 y un 10 por ciento como comercio justo. Al principio la cooperativa también compró arábica de la KNCU (unión de cooperativas nativas de Kilimanjaro) y lo vendió a los mercados del comercio justo. La operación no logró satisfacer a todos. En 1993 la unión KNCU se registró y empezó a adquirir gradualmente el mercado de exportación del comercio justo. KNCU contaba originalmente con 96 sociedades primarias. Los agricultores habían estado vendiendo en forma creciente a los compradores privados y sólo la mitad de su café a la KNCU. De ello, entre el 10 y el 15 por ciento al comercio justo. La tercera cooperativa que vendió utilizando los canales del comercio justo fue la Unión de cooperativas del distrito de Karagwe, pero en 1997 varios miembros directivos fueron acusados de corrupción y la cooperativa fue suspendida del registro de FLO. Después del nombramiento de un nuevo comité de gestión, la cooperativa fue readmitida en 1998. Pero en esta ocasión sólo se compró una pequeña cantidad del café del distrito. La Cooperativa Kagera introdujo la Unión de cooperativas Arusha a la Fundación Max Havelaar. En 1996 se exportó un contenedor a los mercados del comercio justo, pero fueron incapaces de obtener créditos para una financiación anticipada y sólo pudieron comprar cantidades limitadas de café. En 2000 nuevamente fueron considerados como fiables para la obtención de crédito y esperan reiniciar las exportaciones y ventas al comercio justo.

Economía de la granja

Debido a que la mayoría de las organizaciones e importadores del comercio justo negocian directamente con las cooperativas, los agricultores individuales están vagamente enterados del significado del comercio justo. Dado que sólo una pequeña parte se vende como comercio justo, el precio con prima difícilmente altera el precio promedio recibido por los agricultores individuales, además de que, en muchos casos, las primas no se pagan directamente sino que se destinan a proyectos. Por ejemplo, la KNCU ha elegido un «comité de primas» que pide sugerencias a las sociedades primarias para el uso de las primas. En tres años de operación, la prima se ha usado para la publicación de un libro sobre ganado de calidad, un viaje de investigación para 50 miembros a Kenya e intercambios de extensión entre los productores. Si los precios del mercado mundial suben, el café arábica de Tanzania sube aún más, debido a las primas por calidad, y las organizaciones del comercio justo tienen que esforzarse aún más para lograr comprar algo. A pesar del efecto directo, casi insignificante sobre los ingresos, se informa que el precio mínimo del comercio justo ha incrementado a su vez los precios del café convencional en un 3 por ciento en el momento en que las uniones vuelven a comprar el café de sus miembros en el remate para satisfacer los pedidos del comercio justo.

Desarrollo organizativo

Se informó que los beneficios más importantes del comercio justo eran el financiamiento anticipado, el fomento de la capacidad y la simplificación del comercio. El financiamiento anticipado es importante debido a que la incapacidad de igualar los pagos por adelantado que otorgan los comerciantes privados, ha hecho que la mayoría de las cooperativas pierda su participación en los mercados. No obstante, el financiamiento anticipado recibido de los canales del comercio justo es sólo una pequeña parte del financiamiento total que requieren las cooperativas para comprar el café de sus miembros. El comercio justo ha sido un factor significativo para el establecimiento en las cooperativas de departamentos de exportación, que también han sido usados de manera limitada para exportar directamente a los mercados convencionales, reduciendo la dependencia de los remates y aportando conocimientos más amplios del mercado internacional del café.


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