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Incorporación del género en un dominio masculino: el enfoque de un proyecto forestal en Nepal1

J.D. Gurung y K. Lama

Jeannette Denholm Gurung y Kanchan Lama trabajan para la organización mundial «Las mujeres se organizan para modificar la agricultura y la gestión de los recursos naturales». Tienen su residencia en Vientiane (República Democrática Popular Lao), y en Katmandú (Nepal), respectivamente.

Una estrategia para modificar las actitudes y el comportamiento con el fin de integrar los conceptos de igualdad de género en la cultura institucional de las organizaciones forestales.

Reunión de un grupo en el Proyecto de fomento forestal y forrajero
en régimen de arriendo conducida por una promotora

K. Lama

Tradicionalmente, la actividad forestal ha sido una profesión predominantemente masculina en la mayoría de los países. Actualmente, en casi todos los proyectos de desarrollo que cuentan con el apoyo de organismos donantes internacionales existe un componente de género, pero en muy pocos se incluye como objetivo la modificación de las actitudes y el comportamiento de las organizaciones de ejecución para que fomenten la igualdad de género. En el Proyecto de fomento forestal y forrajero en régimen de arriendo en zonas montañosas en Nepal se ha puesto en práctica una estrategia satisfactoria para modificar las actitudes de la población rural y, lo que es más significativo, de los profesionales forestales.

El Proyecto de fomento forestal, ejecutado por la FAO, lo iniciaron en 1993 el Gobierno de Nepal y el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) con el fin de aumentar los ingresos de las familias que viven por debajo del umbral de pobreza y mejorar las condiciones ecológicas. El proyecto comportó el arrendamiento de zonas de tierras forestales degradadas a grupos de familias pobres, a quienes se prestaría asistencia para regenerar la tierra. El proyecto recibió financiación del Organismo de Asistencia de los Países Bajos para el Desarrollo para incluir un componente de incorporación de la perspectiva de género para promover la participación de la mujer.

Al igual que en la mayor parte de los departamentos forestales del mundo entero, en el Departamento de Bosques de Nepal predominaban los valores jerárquicos y masculinos, que reflejan también los valores de la sociedad nepalí. En Nepal, la formación social, la falta de control sobre los recursos productivos y el bajo nivel de alfabetización de las mujeres determinan que su relación con el mundo profesional y el proceso de desarrollo se realice en gran medida a través de los hombres. Para potenciar la participación y la capacidad de acción de las mujeres del mundo rural carentes de instrucción se necesitaba un cambio de actitud en relación con la mujer y sus capacidades.

Capacitación de mujeres locales para las funciones de dirección

En el marco del Proyecto de fomento forestal, se contrató a un conjunto de mujeres promotoras de grupos locales procedentes de todo el país y se les impartió formación para movilizar la participación de la mujer. Su función consistía en visitar a grupos de arrendatarios, organizar reuniones mensuales y supervisar las actividades y las finanzas de los grupos, ayudándoles a asumir con el tiempo todas esas tareas. Se desempeñaron también como personas de contacto entre los organismos del servicio del distrito y los grupos de arrendatarios, facilitándoles el acceso los recursos para la educación, la salud, la industria doméstica, el riego, etc.

Las promotoras de grupos -la mayoría de las cuales carecían de instrucción formal y procedían de castas o grupos étnicos discriminados- fueron instruidas por un equipo de mujeres encargadas de las cuestiones de género que proporcionaron capacitación y apoyo permanente sobre el terreno respecto de las cuestiones relacionadas con el género y el liderazgo organizando con ellas reuniones mensuales en las aldeas y aconsejando a sus esposos y otros miembros de la familia.
Los juegos, la narración de historias, la elaboración de dibujos, el canto, la danza y, especialmente, la dramatización y la oratoria figuraron entre los métodos utilizados para impartir la capacitación.

El equipo encargado de las cuestiones de género también presentó a las promotoras de grupos en todos los organismos técnicos importantes a nivel de distrito y les impartió formación práctica sobre la forma de tratar con los oficiales forestales y ganaderos de distrito y con los banqueros. Las integrantes del equipo eran mujeres muy experimentadas procedentes de diversas ONG. Siempre incluían a personal masculino, especialmente funcionarios públicos y agentes de extensión, en su equipo de trabajo como especialistas, como modelo y como coordinadores de las cuestiones de género en el distrito.

Modificación de las actitudes en el plano local

La formación impartida a las promotoras de grupos contribuyó a fomentar su confianza y su capacidad de dirección; así desarrollaron una idea clara de su misión y la voluntad de asumir riesgos y hablar con libertad.

Las promotoras impulsaron el cambio de actitud y comportamiento de los hombres y mujeres de los grupos de arrendatarios, comenzando por los miembros de sus propias familias para organizar, a continuación, sesiones de sensibilización sobre cuestiones de género con los miembros de sus grupos (hombres y mujeres). Gracias a todo ello, en algunos grupos se designó a mujeres para ocupar la presidencia y comenzó a ser habitual que las mujeres tomaran la iniciativa, junto con los hombres, en las reuniones y las tareas de planificación forestal de los grupos. En 2001, la participación de mujeres en las actividades de capacitación y los viajes de estudio organizados en el marco del proyecto había aumentado un 50 por ciento. Los grupos de arrendatarios integrados totalmente por mujeres (224 de un total de 1 652, es decir, el 13,6 por ciento, en 2001) figuraban entre los más activos.

Mediante la publicación de narraciones y poesías sobre los arrendamientos forestales, la importancia de la participación de las mujeres, las experiencias satisfactorias y los problemas, las promotoras de grupos también difundían su mensaje en los distintos distritos y a nivel nacional, contribuyendo a modificar las actitudes de muchos funcionarios públicos. La confianza que habían adquirido les ayudó a conseguir una posición respetable en sus propias comunidades y entre los funcionarios. Consiguieron que se prestaran servicios como la organización de clases de alfabetización incluso por parte de organismos que no participaban directamente en el proyecto.

Concienciación sobre las cuestiones de género en el Departamento de Bosques

Inicialmente, una parte del personal del Departamento de Bosques opuso una cierta resistencia a lo que consideraban una iniciativa intrascendente impulsada por los donantes del proyecto. Muchos de los integrantes del Departamento consideraban que las mujeres no tenían ni conocimientos ni aptitudes que pudieran ser de utilidad para el proyecto y ponían en tela de juicio la capacidad de las mujeres para desplazarse por terrenos difíciles, para trabajar después de haberse esposado y haber dado a luz y para ser interlocutoras válidas con el personal gubernamental.

El equipo encargado de las cuestiones de género capacitó al personal de instrucción del Departamento de Bosques y otros organismos técnicos -en su mayoría técnicos forestales, agrícolas y ganaderos masculinos de nivel medio- para que actuaran como coordinadores sobre las cuestiones de género. Recibieron capacitación sobre la manera de integrar a las mujeres en las actividades de formación del Departamento e incluir una sesión sobre análisis de género en todas las actividades de capacitación que llevaban a cabo regularmente. Los coordinadores también promovieron el respeto mutuo entre el personal masculino y femenino de sus oficinas. En conjunto se impartió capacitación a 32 hombres y cuatro mujeres -incluidos 10 directores de bancos y dos funcionarios del Consejo Nacional de Investigación Agrícola- para que actuaran como coordinadores y agentes de cambio en sus propias organizaciones.

Mientras que anteriormente los oficiales forestales de distrito habían excluido a las promotoras de grupos de las reuniones ordinarias del personal sobre asuntos relacionados con el Proyecto de fomento forestal, tras las intervenciones en materia de género las promotoras se convirtieron en un elemento importante en todas las reuniones relacionadas con esos asuntos y comenzaron a influir en la planificación y programación del proyecto a nivel de distrito. Esta aceptación de unas mujeres del medio rural, apenas instruidas, en las reuniones gubernamentales de planificación celebradas en los distritos era un acontecimiento que no tenía precedentes.

Continuidad del cambio

El mantenimiento de los logros que se han conseguido dependerá de la adopción de políticas y compromisos orgánicos duraderos y a largo plazo para integrar las cuestiones de género. Se han de establecer en las instituciones forestales conceptos de liderazgo y estructuras para fomentar la igualdad de género, a fin de que las mujeres del mundo rural y sus representantes puedan realizar labores de promoción. Es preciso también modificar las actitudes para impulsar otros cambios institucionales como la igualdad de la mujer en lo que respecta a los derechos de herencia de las propiedades de los padres.

Las iniciativas en materia de género no deben ser consideradas como cuestiones de interés exclusivo de los donantes. Si los proyectos pueden demostrar que la potenciación de la mujer puede tener efectos positivos sobre los bosques y la pobreza, será posible inducir a los organismos gubernamentales a que hagan suyas esas iniciativas, de manera que la preocupación por potenciar la capacidad de acción de las mujeres no sea sólo una preocupación sobre el terreno sino también a nivel central. El ejemplo de Nepal puede ser ilustrativo: aunque los avances que han hecho los grupos de arrendatarios no se pueden atribuir únicamente al componente de género, lo cierto es que allí donde han estado presentes las promotoras de grupos el sentido de responsabilidad y sostenibilidad ha sido muy notable.

Cabe señalar que si las mujeres (o los hombres) carecen de instrucción les resultará difícil potenciar su función en la profesión forestal. La educación de la mujer es un elemento esencial para establecer su participación en pie de igualdad con el hombre.

Las mujeres participan en actividades del proyecto como la venta de leña recogida
de forma sostenible para respaldar proyectos de mejora de la comunidad

FAO/22743/G. Diana

1 El presente artículo es una adaptación de la comunicación «Incorporación del género en un dominio masculino: ¿una estrategia para los forestales?», que se presentó en el XII Congreso Forestal Mundial (Quebec, Canadá, 21 a 28 de septiembre de 2003) y se publicó en las actas del congreso.

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