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Sección V. La importancia de la certificación y de los programas de calidad en el sector hortofrutícola

GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LA SECCIÓN V

Información general

OBJETIVOS

TIEMPO

8 horas

METODOLOGÍA

Exposición del facilitador, trabajo en grupo, discusión en grupo, aportes de otros conferencistas invitados.

PLAN

El facilitador inicia la sesión con una corta exposición sobre los atributos de la calidad que son exigidos, en mayor o menor medida, por los principales mercados importadores de frutas y hortalizas frescas, tales como los atributos de producto (por ejemplo: la inocuidad) y los atributos de proceso (por ejemplo: las consideraciones sobre protección al medio ambiente y los beneficios sociales), y que, gradualmente, están siendo incorporados como componentes de las certificaciones públicas y/o privadas.

Seguidamente el facilitador hace una exposición clara de los documentos normativos, que son la base para estas certificaciones, y explica sus componentes, estructura y los aspectos relacionados con su elaboración y aplicación (Presentación 5.1, diapositivas 1 a 33). Luego, los participantes, organizados en grupos, analizan los componentes de varios códigos de prácticas/protocolos que se entregan como ejemplo (Véase Actividad 1).

A continuación, el facilitador explica la importancia de la aplicación de programas de aseguramiento de la calidad e inocuidad en el sector hortofrutícola con la ayuda de la Presentación 5.1, diapositivas 34 a 52, y la presentación dos estudios de caso Presentación 5.2 y Presentación 5.3 que ilustran la manera como los países exportadores (principalmente los países en desarrollo) han respondido a las exigencias de los mercados, mediante la ejecución de programas para el aseguramiento de la calidad e inocuidad. En cada estudio de caso, el conferencista invitado y/o el facilitador explican la experiencia documentando los siguientes aspectos: antecedentes (cómo surgió la iniciativa), objetivos, documentos normativos, proceso de auditoría, los obstáculos y ventajas que ha tenido la aplicación de los mismos, etc. Al final de la presentación de los estudios de caso, se abre un espacio para preguntas y discusión por parte de los participantes (Actividad 2).

Luego, el facilitador explica los alcances de las certificaciones exigidas por algunos mercados importadores (Presentación 5.1. diapositivas 54 a 57) y propone una discusión en grupo sobre las oportunidades para la aplicación de programas nacionales, con análisis de los aspectos relativos a la calidad e inocuidad que se deberían considerar, para responder a los requerimientos de los mercados exportadores, así como para atender las prioridades del mercado interno (Actividad 3).

Para el desarrollo de la sección, el facilitador se apoyará en la lectura de referencia (Material 5.1) y en los textos e información suministrada en las referencias bibliográficas y vínculos con Internet.

Finalmente, los participantes se reúnen en grupos/país y elaboran un plan de acción de las actividades a llevar a cabo en cada país, según orientaciones que se presentan en la Actividad 4.

RESULTADOS ESPERADOS

Es de esperarse que al final de la sección, los participantes:

MATERIALES DE CAPACITACIÓN

Material 5.1

Lectura. La importancia de la certificación para el sector hortofrutícola en América Latina.

Material 5.2

Documentos de trabajo. Códigos de Prácticas.

Material 5.3

Hojas de trabajo. Matriz FODA.

Material 5.4

Hojas de trabajo. Plan de acción.

PRESENTACIONES

Presentación 5.1

La importancia de la certificación y de los programas de calidad en el sector hortofrutícola.

Presentación 5.2

Estudio de caso. Programa de BPA-FDF Chile.

Presentación 5.3

Estudio de caso. Programa PIPAA, Guatemala.

Actividad 1. Componentes de la certificación

INDICACIONES PARA EL FACILITADOR

Los participantes se organizan en grupos de trabajo, el facilitador entrega a cada grupo de trabajo copia de un documento normativo y/o protocolo de una certificación privada exigida por los mercados importadores de frutas y hortalizas frescas (Material 5.2. Protocolo EUREPGAP y Marco para la Armonización de Códigos de práctica COLEACP). Luego hace una breve descripción de la estructura y componentes de cada código/documento normativo y solicita a cada grupo de trabajo que analice las dificultades u obstáculos que se presentarían, en forma general a nivel de los productores, para dar cumplimiento a cada uno de los requerimientos incluidos en los documentos normativos. Teniendo en cuenta la cantidad de los ítem incluidos en cada código/documento normativo, los grupos analizan componentes independientes de los códigos de acuerdo a la estructura del mismo, por ejemplo, en el código armonizado COLEACP, unos grupos analizan aquellos ítem relacionados con la inocuidad, otro grupo los ítem relacionados con la protección de cultivos y el medio ambiente y otros aquellos relacionados con los aspectos sociales. En el caso de EUREPGAP la estructura está basada en las etapas del proceso, el facilitador solicita a cada grupo que analice diferentes etapas del proceso, teniendo cuidado de que al final se analicen la totalidad de los ítem comprendidos en el código.

Los participantes presentan, en sesión plenaria, los resultados del análisis, el facilitador por su parte, elabora una recopilación de las dificultades y obstáculos enunciados por cada uno de los grupos y propone unas conclusiones sobre la importancia de definir estrategias conjuntas entre el sector público y privado para abordar las dificultades indicadas. Seguidamente hace una breve introducción a los estudios de caso que se presentan en la Actividad 2.

RESULTADO ESPERADO

Al finalizar la actividad se espera que los participantes:

Actividad 2. Aplicación de las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) en los países exportadores de frutas y hortalizas frescas

INDICACIONES PARA EL FACILITADOR

La sesión se inicia con la presentación de dos estudios de caso sobre programas nacionales que han surgido como respuesta a las exigencias en materia de calidad e inocuidad de los mercados importadores. Cada estudio de caso ilustra:

Luego de que cada conferencista y/o facilitador presentan los estudios de caso, se da paso a una discusión en sesión plenaria, mediante la cual los participantes aclaran dudas y conceptos. Al final de la sesión plenaria, el facilitador presenta unas conclusiones de la misma, subrayando los aspectos fundamentales para el éxito de estos programas, y que deben considerarse en cada uno de los países al abordar el desarrollo y la aplicación de los programas nacionales en materia de calidad e inocuidad.

RESULTADO ESPERADO

Se espera que los participantes identifiquen los aspectos más importantes a tener en cuenta en la aplicación exitosa de programas de aseguramiento de la calidad e inocuidad (para atender mercados de exportación, así como para el mercado interno) de las frutas y hortalizas frescas en cada país.

Actividad 3. Análisis FODA de los países para abordar las BPA como una prioridad nacional

INDICACIONES PARA EL FACILITADOR

Los participantes se organizan en grupos de trabajo por país. El facilitador entrega a cada grupo de trabajo copia del cuestionario previo al taller, Sección C "Hechos Positivos y Dificultades" para la implementación de programas de aseguramiento de la calidad y la inocuidad en el sector hortofrutícola (Véase Sección II). Luego solicita a cada grupo de trabajo que analice las dificultades enunciadas inicialmente, y las complementen, cambien o ajusten teniendo en cuenta los conceptos y temas discutidos en las diferentes secciones del taller.

Cada grupo de trabajo determina un conjunto de dificultades y oportunidades, así como de fortalezas y amenazas que enfrenta el sector hortofrutícola del país para acceder a los requerimientos de certificación exigidos por los países importadores. A su vez, determinan las dificultades/limitaciones para el desarrollo y fortalecimiento de las iniciativas actualmente emprendidas en el tema del aseguramiento de la inocuidad a nivel nacional.

Seguidamente, los grupos de trabajo se centran en el análisis de las dificultades que han identificado, y definen un conjunto de estrategias que ayudarían a convertir tales debilidades en fortalezas o que contribuirían a superarlas. Finalmente los grupos de trabajo presentan las conclusiones en sesión plenaria (Material 5.3).

RESULTADO ESPERADO

Como resultado de la sesión los participantes determinan el conjunto de dificultades y obstáculos para la aplicación de programas de aseguramiento de la calidad e inocuidad (aplicación de las BPA) en sus países, ilustrando algunas de las estrategias que podrían emprenderse para superarlas.

Actividad 4. Elaboración del plan de acción

INDICACIONES PARA EL FACILITADOR

Los participantes organizados en grupos de trabajo por país, dan respuesta a las siguientes preguntas:

1. ¿Desde su papel institucional, cuáles de los aspectos y estrategias identificadas en la actividad 3, creen que se podrían abordar para apoyar el desarrollo y aplicación de programas de BPA en el ámbito del mercado interno y de los mercados de exportación en cada país?.

2. ¿Qué actividades se deberían realizar de manera prioritaria para lograrlo?. El facilitador solicita a los grupos de trabajo/país que establezcan objetivos, actividades, tiempos y responsables para cada una de las estrategias que han priorizado.

3. Finalmente el facilitador solicita a los grupos de trabajo por país que definan el plan de multiplicación del taller, indicando:

RESULTADO ESPERADO

Como resultado final del taller se espera que los participantes elaboren un plan de acción, con definición de actividades específicas a realizar en cada uno de sus países.

MATERIAL 5.1 LECTURA DE REFERENCIA PARA EL FACILITADOR

IMPORTANCIA DE LA CERTIFICACIÓN PARA EL SECTOR HORTOFRUTÍCOLA EN AMÉRICA LATINA

Como se ha mencionado en las secciones precedentes, es claro que los cambios en los patrones de consumo y el incremento del ingreso de los consumidores, particularmente en los países desarrollados, han contribuido en gran manera a dinamizar los flujos de comercio de productos frescos en el último decenio. Los consumidores desean productos frescos, naturales, de buen sabor, inocuos, saludables, con beneficios nutricionales, pero también sus exigencias están cada vez más relacionadas con la calidad referida a los atributos de proceso de un producto. Es decir la manera como éste es producido, dentro de un marco sostenible, con el mínimo impacto sobre el medio ambiente, y bajo condiciones de beneficio social y bienestar para los trabajadores implicados.

Como respuesta a estas exigencias del consumidor, una serie de iniciativas, públicas y privadas, están siendo aplicadas por los países. Desde el punto de vista de las iniciativas públicas se incluye un amplio rango de opciones, por ejemplo, la reorganización del marco normativo y regulatorio, así como la aplicación de reglamentaciones para los productos producidos localmente y para los productos importados. El Decreto Ley de 1990 para el aseguramiento de la inocuidad de los productos alimenticios en el Reino Unido, es un ejemplo de las iniciativas públicas emprendidas en el tema de la calidad. En este Decreto Ley, todos los importadores del Reino Unido tienen la responsabilidad legal de tomar todas las precauciones necesarias y aplicar "La Debida Diligencia" para evitar fallas durante los procesos de desarrollo, elaboración, distribución y/o venta del producto al consumidor. La ley implica la adopción del Sistema APPCC y de sistemas para el manejo de la calidad. Igualmente, en el caso de los Estados Unidos, por ejemplo, el sistema APPCC es de obligatoria aplicabilidad en el sector de la pesca, la carne, el procesamiento de jugos, etc.

Asimismo, el marco normativo para la asegurar la calidad e inocuidad de los alimentos, bajo las iniciativas de la Comisión del Codex Alimentarius, se centra en el desarrollo y adopción de normas, códigos de prácticas recomendadas, orientaciones generales, etc., relativas a todos los aspectos de la calidad e inocuidad alimentaria (Véase Sección IV). Las normas y documentos normativos del Codex son puntos de referencia para el desarrollo y la armonización de códigos y normas nacionales. En términos de inocuidad alimentaria, los documentos Codex direccionan las Buenas Prácticas Agrícolas en los siguientes temas fundamentales:

Los códigos recomendados de higiene de los alimentos y, específicamente el código recomendado de higiene para las frutas y hortalizas frescas (Véase la Sección IV del manual), direccionan las BPA, BPM y BPH con el objetivo de prevenir y controlar los peligros de contaminación de los alimentos, haciendo hincapié en los peligros de tipo microbiológico.

Conjuntamente con el marco normativo establecido por el Codex, la FAO lleva a cabo una serie de esfuerzos para construir capacidades en los países en el tema de la aplicación de las Buenas Prácticas Agrícolas, por ejemplo el proyecto PFL 861 (Véase Sección I), así como iniciativas con cierta especificidad en la aplicación de BPA para la prevención de los peligros químicos (Véase Proyecto TCP/IRA/0067 Manejo y Control de Plaguicidas, Medicamentos Veterinarios y Residuos Químicos en los Alimentos).

En términos de las iniciativas privadas orientadas a asegurar la calidad e inocuidad de las frutas y hortalizas frescas, éstas varían ampliamente, incluyendo, por ejemplo, la aplicación de programas como el APPCC (La Certificación del British Retail Consortium para empacadoras mecanizadas se fundamenta en la aplicación de APPCC), o autoregulaciones como es el caso del establecimiento de códigos de prácticas, cuyos requisitos son certificados posteriormente por una tercera parte.

En ese contexto, los importadores y distribuidores de frutas y hortalizas frescas aplican el concepto de BPA, desde la perspectiva de lograr la satisfacción del consumidor y lograr la rentabilidad en el proceso de producción y comercialización de productos de calidad. Además incorporan, cada vez más, el criterio de sostenibilidad, como una manera de responder a la preocupación creciente de los consumidores acerca de los métodos de producción y de su impacto sobre los productores, los trabajadores implicados y sobre el medio ambiente. Un ejemplo de estas iniciativas privadas es la iniciativa emprendida por la Unión Europea relativa a la armonización de los Máximos Niveles de Residuos de Plaguicidas dirigida principalmente para los países de África, el Caribe, y el Pacífico (ACP) (www.coleacp.org/en/pesticides/index.html). Igualmente, en términos de los aspectos relacionados con las condiciones apropiadas para los trabajadores y de protección del medio ambiente, algunas iniciativas específicas han surgido y se enmarcan dentro de lo que se ha denominado "Comercio Ético".

¿Qué es el Comercio Ético?

El comercio ético se relaciona con la adopción de estrategias responsables desde el punto de vista social y medioambiental a través de la cadena de valor y el seguimiento y verificación del cumplimiento de estas estrategias por parte de los diferentes actores de la cadena. Es un término genérico aplicable a diferentes iniciativas que consideran un conjunto de valores sociales y medioambientales durante la producción y el mercadeo de los productos. Estos valores pueden involucrar: derechos humanos, bienestar de los trabajadores, métodos de producción sostenibles, bienestar de los animales, biodiversidad, etc. (www.nri.org/NRET).

Existe una amplia diversidad de políticas e iniciativas orientadas a direccionar algunos de los impactos sociales y ambientales vinculados a las actividades productivas, tales como:

Todas estas iniciativas tienen en común que son VOLUNTARIAS, generalmente se sustentan en el poder de los consumidores o de los inversionistas de elegir productos que beneficien a los productores en los países en desarrollo, son iniciativas muy recientes, y que han surgido de compañías individuales, industrias, ONG, gobiernos y lo más importante de subrayar, desde alianzas de diferentes sectores. La Iniciativa del Comercio Ético, es un ejemplo de alianza entre diferentes actores, fue establecida por el Reino Unido en 1998 como un foro de participación de ONG, compañías y uniones de comercializadores, con el fin de mejorar las condiciones de los trabajadores en los países en desarrollo, principalmente a través de efectivo seguimiento y verificación a la cadena de valor en lo relacionado con el bienestar de los trabajadores y los derechos humanos (www.ethicaltrade.org).

El caso de las certificaciones por terceras partes

Como una manera de otorgar garantía sobre los atributos de la calidad del producto relacionados con la inocuidad y los atributos de proceso, se ha dado paso a los procesos de certificación de productores, exportadores, asociaciones de comercializadores, etc. Estos procesos de certificación se hacen en base a documentos normativos y de referencia tales como: códigos de prácticas, listas de chequeo, estándares, etc. Dentro de estás iniciativas privadas para el aseguramiento de la calidad e inocuidad de las frutas y hortalizas frescas, se incluyen: la norma del British Retail Consortium (www.brc.org.uk) para empacadoras mecanizadas, la lista de chequeo para huertos y empacadoras de la United Fresh Fruit and Vegetable Association (www.uffva.org), el protocolo de la Natural’s Choice (www.tesco.com), el Código Genérico de Prácticas Eurepgap (www.eurep.org).

La iniciativa Eurepgap es llevada a cabo por un grupo de empresas del sector detallista de frutas y hortalizas frescas en Europa, denominado EUREP. Este código recoge las inquietudes relacionadas con la preocupación de los consumidores por la inocuidad de los alimentos, las consideraciones éticas y del medio ambiente. La iniciativa surgió en 1997, el protocolo fue presentado en Barcelona en el año 2000, y se inició el proceso de certificación de productores hacia el año 2001. Los propósitos y alcances de la normativa Eurepgap, se centran en:

Para lograr estos propósitos los productores deben poder demostrar: el mantenimiento de la confianza del consumidor en la inocuidad de los alimentos, la reducción en el uso de agroquímicos, el aumento de la eficiencia del uso de los recursos naturales, el mínimo impacto ambiental, el aseguramiento de una actitud responsable hacia la salud y seguridad de sus colaboradores y dar cumplimiento con las leyes laborales nacionales e internacionales. Para mayor información sobre el protocolo se recomienda ver www.eurep.org. El proceso de certificación a través de la iniciativa Eurepgap se extiende a productores individuales, organizaciones de productores/exportadores y la homologación de programas nacionales. El mismo se realiza a través de empresas certificadoras, que han vendido muy bien sus servicios en ambos lados, tanto a nivel de los supermercados importadores, como a nivel de los productores. Los costos de la certificación son asumidos por los productores, siendo mayores los costos durante las primeras etapas de aplicación del programa de certificación (Véase estudios de caso Presentaciones 5.2 y 5.3). Si bien al momento el número de supermercados que están exigiendo la certificación es relativamente bajo, su número es cada vez más creciente.

La respuesta de los países importadores a las exigencias de los mercados

Como respuesta a las exigencias de los mercados, los países exportadores han emprendido iniciativas para el desarrollo de programas nacionales orientados a dar cumplimiento a los requisitos exigidos. Estos programas incluyen, en muchos casos, la elaboración de códigos de prácticas/protocolos nacionales, guías de BPA, etc., que direccionen los principales requisitos de los mercados importadores. Para el caso de los países del África-Caribe-Pacífico (ACP), el surgimiento de multitud de códigos de práctica por parte de estos países exportadores dio origen a la iniciativa propuesta por COLEACP con el fin de armonizar estos códigos de prácticas en un sólo protocolo, que recogiera los elementos esenciales relacionados con las exigencias de los mercados importadores en Europa.

Este marco general para la armonización de códigos nacionales, hace hincapié en los aspectos de seguridad y protección a los trabajadores y del medio ambiente. (www.coleacp.org/en/cadre/index.html),

En el caso de América Latina se pueden mencionar los programas de BPA para el sector exportador de productos hortofrutícolas frescos de Chile (www.fdf.cl) y Guatemala (www.pipaa.com), cuyos documentos normativos o de referencia, se fundamentan principalmente en dar cumplimiento a los requisitos de los mercados objetivos. Por ejemplo, las exigencias de los supermercados de América del Norte hacen mayor énfasis en los aspectos de inocuidad, mientras para el caso de los mercados Europeos el hincapié está en los aspectos de protección del medio ambiente y el bienestar de los trabajadores. En el caso de Chile el protocolo elaborado recoge los requerimientos de ambos mercados, y en concordancia con la legislación nacional.

El desarrollo de estos códigos de prácticas o documentos normativos requiere, no solamente, la definición de objetivos, principios y criterios a cumplir, sino también, la definición de indicadores y medios de verificación para constatar el cumplimiento de los criterios (requerimientos). Además, se requiere el compromiso de los diferentes actores, la voluntad política para que el tema sea considerado de interés nacional, capacitación y asesoría permanente a los diferentes actores, el desarrollo de un sistema de auditoría y de formación de auditores, así como la definición de los criterios de quién falla, quién pasa y bajo qué condiciones, es decir, quién puede ser certificado. Finalmente, el proceso involucra la revisión y ajuste permanente del código de acuerdo a los desarrollos tecnológicos y cambios en los mercados. Para mayor información sobre lineamientos para el desarrollo de códigos de prácticas nacionales se recomienda leer la serie de documentos producidos por el Instituto de Recursos Naturales del Reino Unido NRI (www.nri.org/NRET), elementos que se recogen en la Presentación 5.1.

Algunos otros ejemplos de las iniciativas emprendidas en el desarrollo de documentos normativos o de referencia, guías, etc., son: la elaboración de Guías de BPA para productos específicos (melón, mango, hortalizas, etc.), que son validados con pequeños, medianos y grandes productores, como en el caso de Brasil a través de EMPRABA con el apoyo de la FAO, y el caso del SENA en Colombia.

En Uruguay se lleva a cabo una iniciativa liderada por el Ministerio de Agricultura para promover la aplicación de programas de BPA en el sector hortofrutícola de exportación, así como en la producción que atiende el mercado doméstico.

Estas son algunas de las iniciativas emprendidas por los países de América Latina para abordar el tema de las Buenas Prácticas Agrícolas, en un contexto del aseguramiento de la calidad e inocuidad y con el menor impacto sobre el medio ambiente.

Paralelamente a estas iniciativas, los gobiernos, las agencias de cooperación internacional, ONG, etc., promueven el desarrollo de métodos como el manejo integrado de plagas (MIP) y manejo integrado de cultivos (MIC), con el objetivo de reducir los riesgos sociales y medio ambientales de las prácticas agrícolas convencionales, como por ejemplo, la propuesta para promover los sistemas de producción integrada liderada por la FAO (http://www.fao.org/prods/) y el caso del Programa de Producción Integrada de Frutas (PIF) en Brasil (Véase http://www.agricultura.gov.br/sarc/profruta/doc/marco_legal.pdf).

Ventajas del desarrollo de programas nacionales

Dentro de las ventajas de la aplicación de programas nacionales mediante el desarrollo de códigos de prácticas o documentos normativos producidos localmente, se pueden mencionar:

Los retos

Los principales mercados importadores de frutas y hortalizas frescas (tanto tropicales como templadas) para los países de América Latina son los Estados Unidos y la Unión Europea, mercados muy centralizados/concentrados y con una tendencia por parte de las cadenas de supermercados a fijar sus propias normas de calidad. Aunque las exigencias en materia de certificación son pocas, la tendencia por parte de los supermercados a exigirlas es creciente. Es claro, que desde un país se exportan productos a varios destinos, implicando diferentes exigencias de calidad, de allí que una de las principales dificultades en el desarrollo de los programas nacionales sea definir qué requerimientos o exigencias incluir dentro de los protocolos nacionales.

En la ejecución de programas nacionales los principales retos que enfrentan los países están relacionados con: la necesidad de que los códigos/documentos normativos sean aceptados por los mercados importadores; organización y compromiso de los actores; incluir recomendaciones que cubran las necesidades de los pequeños, medianos y grandes productores; inversiones importantes durante su desarrollo y aplicación, implementación, y acreditación; y lograr el compromiso de las autoridades para que el tema sea considerado de interés nacional.

Las reflexiones[8]

La realidad de hoy, es que hay diversidad de normas en los diferentes países productores e importadores, hay diversidad de normas para vender a diferentes compradores. Algunos productores están obligados a invertir en mejoramientos para cumplir con los requisitos impuestos por los mercados importadores, mientras que sus competidores no. El punto esencial es que la implementación de programas orientados a asegurar la calidad e inocuidad de las frutas y hortalizas frescas, mediante aplicación de sistemas de producción sostenibles con menor impacto ambiental y beneficio social, requieren que los países definan prioridades en el corto, mediano y largo plazo. El número creciente de iniciativas para abordar el tema de las Buenas Prácticas Agrícolas puede crear confusión a nivel de los gobiernos y nivel de los productores, exportadores y empresarios con una multitud de códigos de prácticas, que podrían generar incertidumbre en los consumidores acerca de sus requerimientos en términos de los sistemas de producción.

La necesidad de armonización es evidente, antes de que estas iniciativas sean vistas como una amenaza más que como una contribución a la sostenibilidad del sector hortofrutícola y del medio ambiente. Por lo tanto, un marco general, ampliamente aceptado sobre los principios de las Buenas Prácticas Agrícolas, así como de indicadores y medios de verificación apropiados para tales prácticas podría proveer el punto de referencia para guiar el debate sobre las políticas nacionales y acciones tendientes a asegurar que todos los actores de la cadena (productores, comercializadores, consumidores, etc.), se benefician de la aplicación de BPA en la producción agrícola y sistemas de poscosecha. Esto podría apoyar el desarrollo y adopción de un conjunto amplio de métodos de producción sostenibles para un agroecosistema dado y condiciones específicas socioe-conómicas y ambientales, y sería probablemente más aplicable a diferentes grupos de beneficiarios. Tal marco general podría promover la transparencia entre todos los actores de la cadena, y asegurar la armonización de enfoques y sus indicadores de logro.

Una de las iniciativas emprendidas con el objetivo de unificar un marco general de producción agrícola integrada es el código elaborado por algunos países Europeos denominado "Iniciativa Europea para el Desarrollo Sostenible en Agricultura EISA", que puede ser consultado en www.fao.org/prods/PP17501/EISA.htm. Por su parte la FAO ha puesto en marcha un proceso de discusión y consulta para determinar las posibles funciones y beneficios de las Buenas Prácticas Agrícolas para los gobiernos y las partes interesadas, tratar de entender y ponerse de acuerdo en los principios de las mismas, y preparar una estrategia para avanzar hacia la elaboración de directrices para los sistemas de producción, con identificación clara del papel de los gobiernos y beneficiarios.

El objetivo fundamental de la iniciativa es lograr una comprensión y acuerdo sobre los principios e indicadores para las prácticas agrícolas, y preparar una estrategia para avanzar hacia el desarrollo de Guías de Buenas Prácticas Agrícolas para los sistemas de producción, dentro de un marco reglamentario, de iniciativas públicas y privadas.

En el contexto de objetivos internacionales acordados para reducir el hambre y promover la seguridad alimentaria, cuatro principios de Buenas Prácticas aplican a todas las escalas de la producción:

La FAO está desarrollando una aproximación de las Buenas Prácticas para la aplicación de los aspectos de la inocuidad a través de toda la cadena alimentaria, incluyendo indicadores de sostenibilidad ambiental y social (Véase Documento Comité de Agricultura, 17° Período de Sesiones. Roma, 31 de marzo-4 de abril de 2003)

Ello implica:

Al respecto, la FAO con el apoyo de otras instituciones, está desarrollando un conjunto de indicadores genéricos para las prácticas de BPA. Estos indicadores incluyen aspectos relacionados con el suelo, el agua, los cultivos, la protección de cultivos, la producción animal, la cosecha y las actividades de procesamiento y el almacenaje dentro de la finca, el manejo de los residuos, el bienestar humano, la salud y la inocuidad, la fauna silvestre y el paisaje.

Es de esperarse que estos indicadores sean la base para analizar los peligros asociados a la inocuidad alimentaria y del ambiente en los principales sistemas productivos, y elaborar códigos de prácticas para cultivos específicos dentro de agroecosistemas específicos.

Mientras los consumidores están demandando prácticas de producción sostenibles, la aplicación de BPA puede traer consigo mayores costos de producción, responsabilidad que debe ser compartida con los consumidores. Paralelamente al desarrollo de las BPA, están actualmente en discusión nuevos códigos de conducta para la agricultura, en las áreas de la biotecnología y la bioseguridad, por lo que su papel y relación con las BPA deberá también tenerse en cuenta.

Conclusiones

Las Buenas Prácticas cuando se aplican dentro de un contexto de métodos de producción integrada y como parte del enfoque de cadena alimentaria para asegurar la calidad e inocuidad de las frutas y hortalizas frescas, se espera contribuyan a: incrementar la producción de alimentos, la seguridad alimentaria, la protección del consumidor, la conservación de los recursos naturales, y la viabilidad social y económica de los sistemas productivos.

De allí la importancia de ejecutar proyectos de cooperación técnica orientados a la aplicación de las BPA dentro de un enfoque integrado y multidisciplinario para la producción agrícola y animal (integración vertical y horizontal de los mercados, la protección del medio ambiente, la atención a los aspectos sociales, la calidad y la inocuidad, la sanidad vegetal y animal, etc.).

Es claro que hoy más que nunca, la tendencia es hacia una agricultura sostenible que permita atender mercados diferenciados y dinámicos. La integración de esfuerzos públicos y privados, a nivel mundial y en cada país, es fundamental para brindar oportunidades a los productores y exportadores de permanecer y ser competitivos en dichos mercados, así como para proteger al consumidor en los mercados menos desarrollados.

BIBLIOGRAFÍA

Araya. E. (2002). Los procesos de certificación de productores, a través de EUREP-GAP: ¿Una oportunidad para la innovación en los sistemas de proveeduría de frutas y hortalizas?: el Caso de Chile. Memorias IV Simposio Internacional de Competitividad en Frutas y Hortalizas. Programa Nacional de Poscosecha, SENA. Bogotá, 2002.

Blowfield, M. Keith, J. (2002). Ethical Trade and Agricultural Standards-Getting People to Talk. Natural Resources and Ethical Trade Programme. Natural Resources Institute, NRI. Chatam Maritime, UK. 2002.

EISA (2002). European Initiative for Sustainable Development in Agriculture: A Common Codex For Integrated Farming.
www.fao.org/prods/PP17501/EISA.htm

ETI. Ethical Trade Initiative. www.ethicaltrade.org.

FAO (2003) Programme: Development on Codes of Good Farming Practice.
http://www.fao.org/prods/index.asp

FAO-EMBRAPA (2002). Guidelines for Good Agricultural Practices. Food Agriculture Organization of the United Nations-FAO- Brazilian Agricultural Research Corporation, EMBRAPA. Brasilia, DF, Brazil, 2002.

FAO (2003). 17° Período de Sesiones del Comité de Agricultura (COAG)- Item 6: Desarrollo de un Marco para las Buenas Prácticas Agrícolas. Roma, 31 de marzo-4 de abril, 2003. FAO, Roma.
www.fao.org/unfao/bodies/coag/coag17/coag17-e.htm

FDF (2002). Manual del Programa de Buenas Prácticas Agrícolas para el Sector Hortofrutícola. Fundación para el Desarrollo Frutícola de Chile. 2da Edición. Santiago de Chile, Noviembre de 2002.
http://www.fdf.cl

NRET (2001). Facing the Challenge. Applying codes of practice in the smallholder sector?. Report of the workshop organized by the Natural Resources and Ethical Trade Programme. London. 2001. Natural Resources Institute.
www.nri.org/NRET

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NRET (2002). Developing Good Agricultural Practice for African Horticulture: Practical Issues in Building and Implementing Standards of Social and Environmental Responsibility. Summary of Workshop. Natural Resources Institute, NRI. Chatam Maritime, UK. 2001.
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Santizo. E. (2002). Los procesos de certificación de productores, a través de EUREP-GAP: ¿Una oportunidad para la innovación en los sistemas de proveeduría de frutas y hortalizas?, El Caso de Guatemala. Memorias IV Simposio Internacional de Competitividad en Frutas y Hortalizas. Programa Nacional de Poscosecha, SENA. Bogotá, 2002.


[8] Documento de referencia para elaborar las reflexiones: Borrador del documento "Desarrollo de un Marco para las Buenas Prácticas Agrícolas" presentado en el 17° Período de Sesiones, Comité de Agricultura-Borrador del 26-02-2003. FAO. www.fao.org/unfao/bodies/coag/coag17/coag17-e.htm

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