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Prefacio


El transporte es una actividad fundamental para el desarrollo de las actividades humanas y en especial para aquellas relacionadas con la producción y el comercio. Los productos agropecuarios están comprendidos dentro de estas generalidades y las características especiales de los alimentos de ese origen que son más o menos perecederos hacen que las condiciones higiénicas y la celeridad de los medios de transporte tengan una incidencia directa sobre la disponibilidad de alimentos. Esto afecta además los aspectos sanitarios, la seguridad alimentaria y la economía en general, especialmente la estructura de costos de las cadenas de abastecimiento y el precio final de los productos.

Todos los países enfrentan problemas logísticos importantes según sus condiciones climáticas y la conformación de sus territorios y para trasportar las mercaderías se utilizan los medios más dispares disponibles, desde el transporte en las espaldas de los hombres, a lomo de mula, en vehículos de tracción humana, animal o motorizados de todos los tipos y tamaños, por carretera, ferrocarril, avión o naves, a fin de llegar a los consumidores en tiempo y forma adecuados. Sin embargo, hay regiones en que viven millones de personas, por lo general las de más bajos ingresos, donde las dificultades son mayores y, por lo tanto, grandes áreas que por lo general viven en el aislamiento están sometidas a escasas posibilidades de desarrollo, sin posibilidades de mejoramiento. Muchas veces estas dificultades de transporte son la causa de la existencia de grupos aislados en los que encuentran los más altos niveles de pobreza y de innúmeras personas que no pueden satisfacer sus necesidades alimentarias, educativas y sanitarias más elementales.

Más aún, no son importantes solo los elementos directamente involucrados en el transporte sino que involucran también una serie de actividades estrechamente relacionadas con el mismo como el almacenamiento, el procesamiento, la industrialización y la distribución de los productos alimentarios, todo lo cual genera un gran volumen de actividades y requisitos de infraestructura, dando lugar así a fuentes de trabajo en zonas muchas veces marginadas y con altos niveles de desocupación.

En este documento se presentan casos estudiados en 17 países de la región de América Latina y el Caribe, los que con los debidos ajustes y adaptaciones pueden ser también útiles para interpretar estos problemas en otras regiones del mundo. El estudio abarca la región de América Central y Panamá (Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá), los países del MERCOSUR Ampliado (Argentina. Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay) y los países del Pacto Andino (Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela) y estudia detalladamente uno de los países de cada región.

El Servicio de Tecnologías de Ingeniería Agrícola y Alimentaria (AGST) de la Dirección de Sistemas de Apoyo a la Agricultura de la FAO considera que la búsqueda de soluciones a estos problemas merece una debida consideración y apoyo dado el impacto que tiene esta compleja trama productiva en la eficiencia económica y en último grado en la conformación del PIB de los distintos países. Es imperativo sin duda para la FAO el ofrecer información y oportunidades de asistencia técnica a sus países miembros en estas disciplinas fundamentales para el desarrollo social y económico de su población.


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