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Capítulo 5
Recomendaciones generales


Es posible propiciar el desarrollo de vínculos de agronegocios a partir del vínculo nodal que usualmente corresponde a la relación productores- organización asociativa. Este vínculo debería ser objeto de programas explícitos de desarrollo de agronegocios.

El abastecimiento de nuevos mercados, con requisitos de empaques, entrega oportuna y calidades, obligan a aplicar más conocimientos, información y tecnología y abren paso a procesos más complejos. Ello se podría inducir mediante la asociación de procesos artesanales o basados en el uso de mano de obra junto con procesos industriales. Los procesos industriales podrían inducir un cambio más rápido de los procesos artesanales y permitirían que los productores pequeños generen más valor. El mejoramiento de los procesos artesanales y el desarrollo de mercados culturales contribuyen a la generación de mayor valor. A su vez, es factible promover un eslabón de materia prima procesada para uso industrial. Estas asociaciones de productos y de procesos requieren su expresión en organizaciones de carácter simbiótico, es decir, que vinculen a productores pequeños con empresarios en un marco de participación y equidad.

El desarrollo de vínculos de agronegocios puede ser favorecido mediante el fomento de las habilidades de gestión y empresariales. Este fomento debería ocurrir tanto a nivel del productor como de la organización asociativa. Implica: a) La coordinación para la planificación de la producción, de sus calidades y de manera acorde con los requerimientos del mercado, en cuanto a precio, calidad y oportunidad. La planificación demanda el uso de herramientas de información de manera conjunta, entre organización y productor; b) El desarrollo comercial a nivel de la organización asociativa. Este desarrollo comercial involucra la búsqueda, negociación y diversificación de los mercados. Estas habilidades de negociación corresponden, además de los mercados de los productos finales, a los mercados de insumos y factores productivos. c) El diseño y uso de herramientas para hacer frente al riesgo comercial, principalmente. Estas herramientas podrían considerar la diversificación de la producción primaria, de los productos procesados o comercializados por la organización asociativa y de los mercados. También podría considerar el uso de instrumentos de estabilización, como fondos de estabilización de precios, de compensación o de ahorro e inversión. d) La diversificación y gestión en los mismos vínculos de agronegocios, según una política de prioridades y según criterios claros de costos y de beneficios.

Es necesaria una mayor interacción entre agentes empresariales, el gobierno, las organizaciones asociativas y los productores de materias primas. Ello supone no una intervención ante la deficiencia de alguno de estos protagonistas, sino la acción concertada mutua. Esta capacidad es un resultado recíproco, de avance normativo y de lealtad de los productores ante el interés del conjunto, junto con diseños organizativos que incorporan, además de las normas, incentivos y sanciones para promover dichos comportamientos. De parte de la organización, demanda la aplicación de las habilidades empresariales que proyectan a futuro, planifican, establecen mecanismos para cobertura de riesgos y además gestionan ante organizaciones públicas y privadas los apoyos necesarios para que los procesos productivos sean exitosos. Eventualmente, el liderazgo de una persona honrada, carismática y filantrópica puede suplir a una organización en la gestión empresarial efectiva. Sin embargo se corre el riesgo que sea una experiencia efímera, que termina en cuanto la persona se retira o falta, o que su radio de influencia sea demasiado limitado.

El apoyo debe ser focalizado por tipo de vínculos, en particular aquellos de carácter matricial o de mayor impacto; también por el apoyo focalizado a toda estrategia que contribuya a estabilizar los vínculos más prometedores, como la educación básica y la calificación técnica.

Debe haber avances en la sistematización y conocimiento de las experiencias de vínculos de agronegocios, en particular susceptibles de réplica, de tal manera que permita evaluar a las organizaciones asociativas para efectos de negociación, la prioridad de los vínculos de agronegocios, la pertinencia para establecer dichos vínculos de manera endógena o exógena; formas más adecuadas en concordancia con el tipo de vínculo y sus protagonistas: gobierno, privados.

Las condiciones del mercado interno y externo inciden directamente en la viabilidad y sostenibilidad de los vínculos de agronegocios en proceso de desarrollo. El mercado externo aumenta la exposición y vulnerabilidad, tanto de productores como de la organización. Puesto que es imposible eliminar este riesgo, una recomendación sería el diseñar nuevos vínculos que permitan cubrir el riesgo de mercados externos, a las estructuras organizativas y a sus beneficiarios (por ejemplo, con fondos de estabilización de mercados). Estos mecanismos podrían ser la diversificación de los productos y de los mercados, fondos de contingencia y fondos de compensación como los que operan para algunos productos comerciales en experiencias conocidas (hay experiencias interesantes al respecto con los fondos de comercialización del azúcar y de la palma en Colombia).

Por el contrario, los rubros más dinámicos del mercado interno y externo, como son los lácteos, frutas y hortalizas, materias primas elaboradas o semielaboradas o de nichos especiales de mercado, como los productos orgánicos, crean condiciones propicias para el desarrollo de vínculos de agronegocios que incorporan a los pequeños y medianos productores. Se recomienda una política explícita al respecto en aquellos tipos de consumo más prometedores en el consumo interno.

Es necesario explorar nuevas alternativas que se esbozan actualmente como de gran potencial, como ocurre con los productos orgánicos y ambientalmente amigables. Requiere del desarrollo de nuevos vínculos de agronegocios, no onerosos como la relación con entidades certificadoras de calidad y con empresas distribuidoras en los mercados internacionales.

Con relación a la necesidad de fijar las mejores características del vínculo de agronegocios, es necesario insistir en el mejoramiento educativo y de calificación. El aspecto problemático en este caso es como inducir un proceso de aprendizaje coherente con los procesos productivos. La capacitación per se no es suficiente si no hay una demanda efectiva de aplicación de los nuevas habilidades adquiridas. Los casos ilustrativos al respecto, en la gama que ha sido seleccionada, permiten sugerir que una mayor exigencia, tanto de los mercados internos como los mercados externos, y la remuneración rentable para una oferta más selecta, son condiciones básicas para que se generen innovaciones y aprendizajes. En general estos requisitos se asocian con mayores niveles de ingresos y de educación de la población donde transcurren los vínculos de agronegocios. Los mejores niveles educativos inciden directamente en la posibilidad de avanzar en el desarrollo de vínculos de agronegocios de orden técnico y de gestión empresarial, como lo ilustra claramente Chile. En caso contrario, estos vínculos pierden toda capacidad para hacer frente a situaciones novedosas o profundamente cambiantes del entorno, y en el mejor de los casos, como ocurre en el Ecuador con las queserías de Salinas, se está ante un proyecto de gran impacto por su intervención de carácter redistributivo.

A nivel metodológico, es importante un diseño para uso instrumental de las organizaciones asociativas, que haga explícito el tipo de vínculo, su costo y beneficio para la organización y los productores. La investigación muestra que parte de los costos y de los beneficios de los vínculos de agronegocios están ocultos o no son explícitos, lo cual no permite evaluar realmente su efectividad.


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