Un grupo de alto nivel de seis expertos forestales invitados a asesorar a la FAO sobre sus programas y prioridades en el sector forestal se refirió en especial a la forma en que la FAO puede apoyar los esfuerzos para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) de las Naciones Unidas, particularmente los objetivos de sostenibilidad medioambiental y reducción de la pobreza extrema y el hambre. Al orientar la atención hacia estas contribuciones, subrayaron los vínculos entre la ordenación forestal sostenible y el desarrollo sostenible, como se reconocieron en la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible en 2002.
El grupo, que se reunió el 10 y el 11 de enero de 2005, concretó varias formas en que la FAO puede contribuir a los esfuerzos de los países para alcanzar los ODM. Recomendó que la FAO ayude a los países a realizar análisis de los vínculos entre bosques y pobreza en su contexto nacional, a aumentar la presencia del sector forestal en sus documentos de estrategia de reducción de la pobreza y otros planes de desarrollo sostenible, y a dar el debido realce a la reducción de la pobreza y a la seguridad alimentaria en sus programas forestales nacionales. El grupo reconoció el papel fundamental que la FAO puede desempeñar en la promoción de los ODM y sus vínculos con los bosques y el fomento de la cooperación regional y subregional en este sector.
El grupo de expertos recomendó además que, al promover los ODM, la FAO siga apoyando los esfuerzos de los países por alentar procesos participativos en el sector forestal y por estimular la responsabilidad social colectiva en el sector forestal privado.
El asesoramiento del grupo llegó en un momento en que la atención internacional y los esfuerzos nacionales se orientan hacia el logro de esos objetivos. La FAO realiza actualmente una revisión general de sus actividades con objeto de prestar el máximo apoyo a los ODM. La Reunión Ministerial sobre los Bosques y el 17o período de sesiones del Comité de Montes de la FAO, ambos celebrados en Roma en marzo, contribuyeron a acentuar la atención internacional respecto al papel de los bosques en el desarrollo sostenible y su contribución potencial a la realización de los ODM. Jefes de Estado y otros altos funcionarios se reunirán en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York en septiembre de 2005 con ocasión de la Asamblea General para considerar los progresos en la aplicación de la Declaración del Milenio de las Naciones Unidas y de los ODM.
El grupo recomendó asimismo que una manera de subrayar la importancia de los bosques fuera declarar un Año Internacional de los Bosques en todo el sistema de las Naciones Unidas. Se propuso el año 2009, coincidiendo con el próximo Congreso Forestal Mundial.
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El establecimiento de una terminología común para hablar de los bosques es esencial para los procesos internacionales de política forestal. Unas definiciones forestales convenidas mutuamente facilitarán los informes, reducirán los costos correspondientes a acuerdos internacionales, facilitarán la comunicación y la negociación entre partes interesadas y serán útiles para las relaciones con los medios de información y el público en general.
Teniendo esto en cuenta, la FAO convocó la tercera Reunión de Expertos sobre Definiciones Relativas a los Bosques en Roma del 17 al 19 de enero de 2005. Más de 60 expertos forestales de 30 países y muchas organizaciones internacionales participaron en la reunión, que fue organizada en conjunción con el Centro de Investigación Forestal Internacional (CIFOR), el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), la Organización Internacional de las Maderas Tropicales (OIMT), la Unión Internacional de Organizaciones de Investigación Forestal (IUFRO) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) en el marco general de la Asociación de Colaboración en materia de Bosques (ACB).
Como continuación de un proceso iniciado con dos reuniones de expertos anteriores en 2002, la consulta se propuso recapitular el desarrollo de los procesos de información forestal desde la segunda reunión y armonizar, en la medida de lo posible, las definiciones relativas a recursos forestales e intervenciones humanas encaminadas a la ordenación de bosques con diversos fines. Los términos básicos considerados fueron bosques naturales, bosques plantados, plantaciones forestales, árboles fuera de los bosques y bosques ordenados y no ordenados. La reunión se basó en la premisa de que armonización no es normalización, es decir que el propósito no es necesariamente llegar a definiciones comunes sino mejorar la congruencia, la compatibilidad y la comparabilidad.
La reunión llegó a un acuerdo general, aunque no unánime, sobre las definiciones prácticas de bosque natural, bosque plantado y plantación forestal, que es una modalidad del bosque plantado. Alcanzó también un acuerdo general sobre la definición práctica de ordenación forestal. Los expertos reconocieron, no obstante, que el concepto de bosque ordenado y no ordenado adoptado en las negociaciones sobre el cambio climático es más amplio que el usado tradicionalmente en medios forestales.
Además de considerar los términos básicos mencionados, varios subgrupos estudiaron las definiciones de términos forestales desde un punto de vista plurilingüe; identificaron problemas típicos e insistieron en la necesidad de seguir trabajando. El subgrupo que consideró el término «árboles fuera de los bosques» propuso ampliar los esfuerzos de armonización, haciendo participar a expertos agrícolas y de otros sectores relevantes.
