FAO/SMIA - Perspectivas alimentarias No.5 - diciembre 2002 p.4

Paginë anteriorIndicePaginë siguiente


Perspectivas actuales sobre la producción y las cosechas

Situación por regiones

Asia

Lejano Oriente: La recolección de las cosechas de verano de 2002 ya ha terminado o está terminando. Los resultados de las cosechas se vieron afectados por las características desiguales que presentó el monzón en 2002 y por otros fenómenos atmosféricos irregulares, que se tradujeron en unas producciones de cereales inferiores a la media y en la consiguiente escasez de alimentos en algunos países, y en cosechas abundantes en otros. Las perspectivas iniciales son en general favorables para los cereales de invierno de 2002/03, cuya siembra ha terminado en los países septentrionales de la región, mientras que en las partes meridionales sigue todavía en curso.

La producción de trigo de China se estima ahora en 89,3 millones de toneladas, volumen inferior en un 5 por ciento al de 2001 y en un 17 por ciento a la media de los últimos cinco años. El trigo de invierno de 2002/03 se sembró en septiembre y octubre en condiciones favorables, salvo en la importante región productora de cereales de Shandong. Esta provincia, que en 2002 absorbió el 17 por ciento de la producción nacional de trigo, se vio castigada en agosto y septiembre de 2002 por un tiempo anormalmente seco, que dejó un nivel bajo de humedad del suelo para el período de siembra. La estimación más reciente de la superficie nacional sembrada con trigo de invierno es de 20,4 millones de hectáreas, 5,1 por ciento menos que el año anterior. Además, también es probable que se vean perjudicados los rendimientos por el comienzo anterior a lo normal de la fase de la latencia. Todo lo cual hace prever un descenso de la producción de trigo en 2003 por cuarto año consecutivo. Tanto en la India como en Pakistán, la producción de trigo de 2002 fue superior a la media de los últimos cinco años, situándose en 71,5 millones de toneladas y 19,2 millones de toneladas, respectivamente. En la India, la siembra del trigo de invierno (rabi) de 2002/03, que comenzó en octubre y continúa hasta diciembre, se ha visto favorecida por unas condiciones buenas de humedad del suelo gracias a las lluvias superiores a la media caídas en octubre. También se comenzó a sembrar en el Pakistán, donde el objetivo fijado para la cosecha de trigo de abril y mayo de 2003 es de 19,2 millones de toneladas, gracias a una disponibilidad suficiente de agua para riego.

En conjunto, se estima que los resultados de la cosecha de cereales secundarios de 2002 son mayores que los del año pasado y que la media de los últimos cinco años. La estimación provisional de la cosecha de maíz de China en 2002 es de 125,2 millones de toneladas, alrededor de un 10 por ciento más que el año anterior. Los efectos de la racha seca registrada durante agosto y septiembre en la importante región productora de Shandong se vieron compensados por el tiempo favorable imperante en otras partes. Tomando en cuenta las cosechas verosímilmente abundantes que se obtendrán en las provincias de Jilin y Heilongjiang, es posible que la producción final sea aún mayor de la indicada. La producción de otros cereales secundarios se estima ahora en 11,8 millones de toneladas, volumen ligeramente superior a lo previsto y cercano al de 2001. En la India, debido al fracaso del monzón en los principales estados productores de cereales secundarios, la producción nacional de maíz y de otros cereales secundarios se estima en 28,4 millones de toneladas, un 18 por ciento menos que el año anterior. En el resto de los países de la región se obtuvieron cosechas de cereales secundarios semejantes a las de 2001, o aún mayores.

En la India, la cosecha principal de arroz (Kharif) está a punto de terminar, lo que permite una evaluación mejor de los efectos de la irregularidad de las lluvias monzónicas recibidas en la campaña de 2002. En noviembre, los informes oficiales preveían una contracción del 16 por ciento de la producción Kharif. Sin embargo, dados el ritmo de las compras de arroz efectuadas hasta ahora en los estados de Punjab y Haryana afectados por el monzón y, especialmente, el potencial de expansión de la superficie sembrada con la cosecha secundaria (rabi), la contracción de la producción arrocera total de 2002 en el país podría ser mucho menos pronunciada. El pronóstico de la FAO relativo a la producción total se cifra ahora en 125 millones de toneladas, 2,5 millones de toneladas menos que en el informe anterior y 12 millones de toneladas menos que el año anterior.

En China (continental) se ha comenzado a recoger la tercera y última cosecha de arroz (“cosecha tardía”). El pronóstico oficial para la producción arrocera total en 2002 se ha rebajado a 175,7 millones de toneladas, casi 2 millones de toneladas menos que el año pasado. De cumplirse este pronóstico, sería la producción arrocera más escasa desde 1988. La última revisión a la baja se debe a los rendimientos obtenidos de la cosecha intermedia recogida últimamente, que han sido menores de lo previsto debido al mal tiempo. En los últimos cinco años el sector arrocero ha ido experimentando una contracción constante, debido a unas condiciones atmosféricas malas así como a la reducción de la ayuda del Gobierno en 2000, cuando se abolió el plan de precios proteccionistas para el arroz indica temprano. Más recientemente se rebajaron los precios proteccionistas aplicados a la cosecha intermedia, mientras que para la cosecha tardía de este año ninguna de las provincias logró establecer un nivel de sustentación, salvo la de Jianxi. En cuanto a la Provincia de Taiwán, el pronóstico relativo a la producción arrocera en 2002 se ha revisado al alza a 1,8 millones de toneladas, volumen ligeramente superior al del año anterior. El tiempo favorable para la segunda cosecha de arroz es la principal causa responsable del mejoramiento de las perspectivas.

El pronóstico oficial relativo a la producción arrocera de 2002 en Bangladesh se ha rebajado a 38,5 millones de toneladas, pero aun así se trataría de un volumen sin precedentes. La última revisión se debe a un ajuste a la baja de los pronósticos relativos tanto a la superficie como a los rendimientos de la cosecha mayor del país, la de ‘Boro’ de regadío, que se sembrará a partir de diciembre.

El pronóstico de la producción arrocera de Pakistán se mantiene inalterado con respecto al informe anterior en 5,9 millones de toneladas, 300 000 toneladas más que en 2001. Un segundo año consecutivo de escasez de agua para riego continúa afectando a las perspectivas para la producción, que siguen estando muy por debajo del potencial con que cuenta el país en condiciones atmosféricas normales. La decisión tomada por el Gobierno ante la emergencia, que consistió en promover las siembras del arroz basmati de bajo rendimiento pero de gran valor, a expensas de la producción indica de alto rendimiento pero de poco valor, también ha contribuido a la escasa producción prevista para este año.

Las perspectivas para la producción arrocera global de Myanmar han empeorado algo desde el último informe debido a las pérdidas provocadas por las inundaciones de agosto a la cosecha principal, cuya recolección debería de terminar en diciembre. La producción se pronostica ahora en 21,8 millones de toneladas, volumen semejante al obtenido en 2001, de un nivel sin precedentes.

Las perspectivas para la producción de arroz de 2002 en Camboya continúan empeorando debido a los problemas atmosféricos experimentados al comienzo de la campaña. Al final de octubre, cuando suele comenzar la siembra de la cosecha secundaria tras la recolección de la cosecha principal (húmeda), las fuentes oficiales estimaban que la superficie total sembrada con arroz había descendido en un 7 por ciento con respecto a 2001. En consecuencia, el pronóstico de la FAO relativo a la producción de 2002 se ha rebajado a 3,8 millones de toneladas. En Viet Nam, la campaña arrocera de 2002 está llegando a su término, habiéndose ya recogido el grueso de la tercera y última cosecha del país (del décimo mes). No obstante las condiciones atmosféricas perturbadoras reinantes hace unos meses, ahora el Gobierno prevé una producción arrocera récord de 33,6 millones de toneladas, alrededor de 1,6 millones de toneladas más que en 2001. El mejoramiento de las perspectivas para la producción arrocera del país se atribuye principalmente al aumento del 4 por ciento de la superficie de arroz, determinado por el nivel relativamente alto de los precios internos.

En el Japón se ha comenzado a recoger la cosecha del arroz, y las estimaciones oficiales sobre la superficie sembrada apuntan a una cosecha de 2002 mayor de lo previsto, pese a los efectos del tifón que azotó las partes septentrionales a principios de octubre.

En Indonesia, se está recogiendo la tercera y última cosecha de arroz de 2002, y en algunas partes del archipiélago ya han empezado los preparativos para la campaña arrocera de 2003. La Oficina Central de Estadísticas pronostica la producción arrocera de este año en 50,8 millones de toneladas, 300 000 toneladas más que el año anterior, pero todavía 1 millón de toneladas menos que la excelente cosecha obtenida en 2000. Desde entonces, según se informa, el nivel bajo de los precios ha ido induciendo a los agricultores a pasar a otros cultivos y desalentando el empleo de insumos apropiados. Las perspectivas para la producción arrocera en Filipinas han mejorado desde el último informe. El pronóstico oficial relativo a la producción de 2002 se ha aumentado a 13,1 millones de toneladas que, de cumplirse, se equipararía al volumen récord alcanzado en 2001. A pesar de una prolongada racha seca imperante en el tercer trimestre, las perspectivas del país han mejorado gracias a unas condiciones atmosféricas mejoradas registradas a partir de octubre y a la aplicación de un plan de “rotaciones rápidas” para las siembras de arroz.

Producción mundial de cereales

  Trigo Cereales
secundarios
Arroz (cáscara) Total
  2001 2002
pronóst.
2001 2002
pronóst.
2001 2002
pronóst.
2001 2002
pronóst.
  (...................................................millones de toneladas...............................................)
Asia 241,8 246,5 207,7 214,3 543,2 530,8 992,8 991,6
África 17,9 16,1 82,7 79,4 17,2 17,6 117,8 113,1
América Central 3,3 3,2 30,0 29,8 2,3 2,1 35,6 35,1
América del Sur 21,0 19,8 72,0 64,7 20,0 19,5 113,1 104,0
América del Norte 73,8 59,5 285,1 265,4 9,7 9,6 368,5 334,5
Europa 200,3 207,0 222,0 218,3 3,2 3,3 425,5 428,6
Oceanía 24,2 10,4 12,4 7,7 1,8 1,3 38,4 19,4
TOTAL MUNDIAL 582,4 562,4 911,9 879,7 597,3 584,2 2 091,6 2 026,3
          (399)1/ (390)1/ (1 894)2/ (1 833)2/
Países en desarrollo 258,8 259,4 379,4 373,9 571,0 558,4 1209,2 1191,7
Países desarrollados 323,6 303,0 532,5 505,8 26,3 25,8 882,4 834,6

Fuente : FAO 1/ Arroz elaborado. 2/ Incluye el arroz elaborado. Nota : Los totales se han calculado a partir de datos no redondeados.

En Tailandia, se ha empezado a recoger la cosecha principal de arroz en las regiones centrales y septentrionales. Los problemas causados por las últimas inundaciones han inducido al Gobierno a rebajar el pronóstico relativo a dicha cosecha a 20 millones de toneladas, un 4 por ciento menos que la de 2001. Las pérdidas previstas podrían verse compensadas por el aumento de la superficie dedicada a la cosecha secundaria que todavía no se ha sembrado. En conjunto, el pronóstico de la FAO relativo a la producción total de la presente campaña se ha rebajado a 25,8 millones de toneladas, alrededor de un 3 por ciento menos que el nivel de 2001.

En la República de Corea está prácticamente terminada la cosecha de arroz de 2002. Desde las estimaciones de octubre, el pronóstico relativo a la producción arrocera se ha rebajado en 400 000 toneladas a 6,8 millones de toneladas, lo que supone un descenso del 9 por ciento respecto al volumen del año pasado. La revisión se debe en parte a una disminución de los rendimientos causada por las condiciones atmosféricas desfavorables (en particular el tifón “Rusa” que atravesó la península coreana en agosto) y a la falta de luz solar durante la maduración de los cultivos. La contracción respecto del año anterior se debe también a las políticas de reducción de la superficie sembrada que tienen por objeto la disminución del enorme inventario de arroz que posee el país. Una reciente misión FAO/PMA enviada a la República Popular Democrática de Corea informó que la superficie total cultivada con arroz en 2002 experimentó una expansión del 2 por ciento, que se explica en parte por el abandono de otros cultivos cerealeros. En consecuencia, el pronóstico de la FAO para la producción arrocera se ha revisado al alza a 2,2 millones de toneladas, alrededor de 100 000 toneladas más que el año anterior.

Cercano Oriente: Unas condiciones atmosféricas favorables imperantes en la mayor parte de los países ha impulsado la producción interna de alimentos de 2002. En el Afganistán, la producción de trigo se ha recuperado mucho, a alrededor de 2,7 millones de toneladas, lo que representa un aumento del 68 por ciento respecto al año pasado. En el Iraq, la cosecha de cereales de 2002, estimada en alrededor de 1,4 millones de toneladas, supera en un 16 por ciento a la del año pasado. La estimación más reciente de la producción de trigo de 2002 en la República Islámica del Irán es de 11,8 millones de toneladas, un 24 por ciento más que el año anterior y un volumen cercano al de la excelente producción de 12 millones de toneladas obtenida en 1998. Se ha terminado de sembrar el trigo de invierno que se recogerá en junio y julio de 2003. Gracias a las precipitaciones recibidas últimamente y a los niveles suficientes de los embalses de riego, la superficie sembrada debería de ser mayor que la del año pasado. Análogamente, en Jordania y Siria la producción fue muy superior a la media debido a unas condiciones atmosféricas favorables. En Turquía, la producción de cereales, estimada en alrededor de 27,7 millones de toneladas, supera en un 10 por ciento a la del año anterior. En Arabia Saudita, la producción de cereales se estima en 2,1 millones de toneladas, semejante a la del año pasado.

Ya ha terminado la recolección de las cosechas de arroz de 2002 en el Cercano Oriente. Los informes provisionales reflejan una recuperación de las disponibilidades de agua en toda la región, de suerte que en varios países se espera una recuperación de la producción respecto de los niveles afectados por la sequía de los dos últimos años. Por ejemplo, en la República Islámica del Irán podría alcanzar los 2,2 millones de toneladas, 200 000 toneladas más que la cifra revisada de 2001.

La CEI en Asia: La producción total de trigo de 2002 en los países asiáticos de la CEI se estima en aproximadamente 23 millones de toneladas, alrededor de 1,2 millones de toneladas más que el año pasado. En Kazajstán, el mayor productor de la región, la producción de trigo se estima en 11,6 millones de toneladas; en Uzbekistán, 4,9 millones de toneladas; en Azerbaiyán, 1,9 millones de toneladas; en Turkmenistán, 2,2 millones de toneladas; y 1,3 millones de toneladas en la República de Kirguistán. El aumento de las superficies sembradas con trigo y el mejoramiento de las precipitaciones recibidas en la región han sido los factores que han contribuido a la recuperación de la producción. La producción total de cereales secundarios de 2002 se estima en 4,6 millones de toneladas, contra los 4,9 millones de toneladas del año pasado. En este total se incluyen aproximadamente 2,7 millones de toneladas de cebada y 1,4 millones de toneladas de maíz.

En Kazajstán, teniendo en cuenta las estimaciones oficiales relativas a su producción total de cereales, la estimación de la producción de arroz se ha aumentado en un 10 por ciento con respecto al último informe, situándose ahora en 220 000 toneladas, volumen ligeramente superior al de 2001. En Uzbekistán, sin embargo, no se ha concretizado el aumento de la superficie que se había previsto al incrementarse los abastecimientos de agua. La producción arrocera se estima ahora oficialmente en casi 120 000 toneladas, 50 000 toneladas más que el año pasado, pero alrededor de 80 000 toneladas menos que el pronóstico anterior.

África

África septentrional : En la mayoría de las zonas de la subregión se han comenzado a sembrar las cosechas de invierno de 2003 que se recogerán en la próxima primavera. Para la subregión tomada en su conjunto la producción de trigo en 2002 se estima en 11,7 millones de toneladas, alrededor de un 9 por ciento menos que la de 2001, pero semejante a la producción media de los últimos cinco años. La merma se debió principalmente a una apreciable disminución de las producciones de Argelia y Túnez, como consecuencia de la llegada tardía de las lluvias estacionales y del tiempo seco imperante durante el período vegetativo. El aumento de la producción de trigo en Egipto y Marruecos, principalmente en el primer país, no compensó la mengua general.

La producción de cereales secundarios de 2002 en la subregión se estima en 10,1 millones de toneladas, volumen cercano al de 2001 y superior en aproximadamente un 5 por ciento al de la media quinquenal. El incremento se debe principalmente a una cosecha de cebada muy superior a la media obtenida en Marruecos, que compensó con creces la merma de las producciones de Argelia y Túnez. En Egipto, donde el maíz es el cereal secundario principal, la producción de este cereal disminuyó en aproximadamente 240 000 toneladas con respecto a 2001, pero aun así fue ligeramente superior a la media.

La recolección de la cosecha de arroz en Egipto, el mayor productor de la región, está casi terminada. El pronóstico oficial relativo a la producción actual del país se ha rebajado en alrededor de 100 000 toneladas a 6,0 millones de toneladas, debido a una revisión a la baja de la superficie sembrada con arroz. No obstante la revisión, la producción superaría todavía en un 15 por ciento a la del año pasado, constituyendo un récord para el país.

África occidental: Ya ha comenzado la recolección de los cereales secundarios. En el Sahel, una serie de misiones conjuntas FAO/CILSS de evaluación de cosechas fueron enviadas en octubre a los 9 países miembros del CILSS para examinar los resultados de la campaña agrícola de 2002. Dichas misiones estimaron la producción total de cereales de los 9 países miembros en 11,3 millones de toneladas, un 3 por ciento menos que en 2001 pero un 11 por ciento más que la media de los últimos cinco años. Se prevén cosechas inferiores a la media en Cabo Verde, Guinea-Bissau y Mauritania. En el Chad, Gambia, Malí y el Senegal se prevé una producción cercana a la media, mientras que en Burkina Faso y el Níger la producción debería de ser superior a la media. En los países costeros del Golfo de Guinea las perspectivas para las cosechas son en general buenas en Benin, Nigeria y el Togo, pero menos favorables en Ghana, debido a unas lluvias inferiores a lo normal recibidas en septiembre y octubre.

La mayor parte de los países de la subregión está recogiendo o a punto de recoger sus cosechas principales de arroz . Las perspectivas son variadas, debido a unas condiciones climáticas desfavorables, principalmente en el oeste del Sahel, sin contar los disturbios civiles que continúan perturbando las actividades agrícolas en algunos países. Se supone que aumentará la producción arrocera en Sierra Leona, pero disminuirá en Liberia a raíz de la reanudación de los disturbios civiles. En Côte d'Ivoire, la producción de arroz se pronostica ahora en 800 000 toneladas, volumen inferior en 200 000 toneladas al previsto anteriormente y al del año anterior, como consecuencia del tiempo desfavorable y de los conflictos que obligaron a muchos agricultores a abandonar sus tierras y trastornaron las actividades de mercadeo. En cambio, el resultado de la cosecha obtenida en Nigeria, el mayor productor de la subregión, se considera bueno gracias a unas condiciones de crecimiento en general favorables. En espera de ulteriores informaciones, la estimación de la FAO para la producción arrocera del país se cifra en 3,5 millones de toneladas, volumen ligeramente superior al del año pasado.

África central: La recolección de los cereales secun-darios ha comenzado en el Camerún con perspectivas favorables. En la República centroafricana, las pers-pectivas para la cosecha son inciertas debido a unas lluvias irregulares e inferiores a la media que afectaron al desarrollo de los cultivos en algunas regiones.

África oriental: Una misión conjunta de evaluación de los cultivos y el suministro de alimentos del PMA y la FAO enviada últimamente a Etiopía observó que la cam-paña agrícola de cereales de 2002 era mala debido a la llegada tardía e irregularidad de las lluvias y a una sen-sible disminución del uso de fertilizantes. Los resultados provisionales de la misión indican que la producción de trigo debería de ser inferior a la de 2001. En Kenya, donde la recogida de la cosecha está casi terminada, se supone que la producción será inferior a la media debido a la irregularidad de las precipitaciones recibidas. El Sudán obtuvo hace unos meses una producción de 247 000 toneladas, volumen inferior en alrededor de un 20 por ciento a la producción media de los últimos cinco años, debido a una reducción de la superficie sembrada y a unas temperaturas excesivamente elevadas.

Los pronósticos provisionales apuntan a una producción inferior a la media de la cosecha total de cereales secundarios de la subregión en 2002, debido principalmente a la sequía y a los desplazamientos de la población. En Eritrea, la cosecha de 2002 fue extremadamente escasa por efectos de una grave sequía. Por el desplazamiento de los agricultores de importantes regiones agrícolas a raíz de la guerra fronteriza con la vecina Etiopía en 1998-2002 también han quedado grandes extensiones de tierras fértiles sin cultivar. En Etiopía, las perspectivas para la temporada principal de cereales secundarios son muy malas, debido incluso a las lluvias tardías e irregulares. Los resultados provisionales de la misión indican que la producción total de cereales secundarios será apreciablemente inferior a la de 2001. En Kenya, las estimaciones oficiales cifran la cosecha de maíz de “lluvias largas” de 2002 en 1 890 000 toneladas, contra los 2 320 000 toneladas de 2001. En Somalia, unas buenas lluvias recibidas en la última parte de octubre han alentado los trabajos de preparación de la tierra y la siembra temprana de los cultivos de la temporada secundaria “Deyr” de 2002/03. La cosecha de cereales de la temporada principal “gu”, recogida últimamente en el sur de Somalia, se estima en alrededor de 260 000 toneladas (100 000 toneladas de sorgo y 160 000 toneladas de maíz), más del doble de la mala cosecha gu de 2001. En el Sudán, las lluvias irregulares y el desplazamiento de la población debido a la escalada del conflicto perjudicaron la producción de los cereales secundarios. Los resultados provisionales de la misión conjunta de evaluación de los cultivos y el suministro de alimentos del PMA y la FAO, que terminó últimamente en el Sudán, indican una merma significativa de la producción de cereales secundarios en comparación con la cosecha de 5 millones de toneladas del año pasado. En Tanzanía, gracias a unas precipitaciones distribuidas de una manera relativamente mejor durante las estaciones tanto de lluvias cortas como de lluvias largas, se estima que la producción total de cereales secundarios de 2002 (3,7 millones de toneladas) supera en alrededor de un 12 por ciento a la del año pasado.

En Burundi y Rwanda, las perspectivas para las cosechas de la primera campaña de 2003, que se recogerá hacia el final del año, son desfavorables debido al retraso de la estación de las lluvias. En Uganda, las cosechas de cereales secundarios de la campaña principal recogidas últimamente se vieron afectadas por la irregularidad de las lluvias y los desplazamientos de la población, de suerte que se pronostica una producción total inferior a la del año pasado. Las perspectivas para las cosechas de la campaña secundaria que han comenzado a recogerse en noviembre son inciertas.

África austral: La recolección de la cosecha de trigo de 2002 está muy avanzada. El pronóstico más reciente de la FAO cifra la producción total de la subregión en 2,6 millones de toneladas, volumen inferior en un 9 por ciento al de la buena cosecha del año pasado pero situada en torno a la producción media de los últimos cinco años. Lo cual se debe a una merma del 9 por ciento de la producción de Sudáfrica, el mayor productor, donde se supone que la producción ha descendido a 2,3 millones de toneladas, como consecuencia principal-mente de una disminución de los rendimientos debida a las temperaturas demasiado elevadas registradas en oc-tubre en las zonas productoras del norte. En Zimbabwe, los pronósticos oficiales apuntan a una cosecha de 213 000 toneladas, una de las más bajas del último decenio como consecuencia de una mengua de los rendimientos debida a las actividades relacionadas con la reforma agraria.

Se han comenzado a sembrar los cereales secundarios , principalmente maíz. A las precipitaciones en general abundantes caídas en la segunda quincena de octubre y a principios de noviembre, que permitieron realizar los preparativos de la tierra y las operaciones de siembra, han seguido lluvias inferiores a lo normal recibidas en varias zonas en la segunda década de noviembre. Se necesitan urgentemente más lluvias para evitar que se reduzca la superficie sembrada, particularmente en las principales zonas productores de Sudáfrica, donde durante dos décadas consecutivas ha predominado un tiempo en general seco. Los principales sistemas de vigilancia confirman los pronósticos que anuncian la presencia del fenómeno de El Niño hacia finales de este año, y coinciden en que tanto el fenómeno como los efectos climáticos conexos serán más débiles que en 1997. Pero puede que se produzcan diferencias regionales imprevisibles, con algunos efectos graves pero localizados, de suerte que será preciso vigilar de cerca la evolución de la estación de las lluvias.

La estimación de la producción de cereales secundarios de 2002 se cifra en 14,8 millones de toneladas, volumen algo superior a la menguada producción de 2001. Las fuertes disminuciones registradas por segundo año consecutivo en la mayoría de los países de la subregión se vieron compensadas con creces por el aumento del 22 por ciento, a 9,1 millones de toneladas, registrado en Sudáfrica, el productor principal que no sufrió las consecuencias del tiempo seco durante la campaña. Salvo Botswana, un productor de importancia menor, todos los otros países de la subregión obtuvieron una producción de escasas dimensiones. La producción de maíz descendió en un 67 por ciento a 481 000 toneladas en Zimbabwe, en un 24 por ciento en Zambia, y en un 10 en Malawi, debido principalmente a unas rachas secas prolongadas que redujeron los rendimientos.

La siembra de la cosecha de arroz de la campaña principal de 2003 está casi terminada en Madagascar y Mozambique. En cuanto a la campaña de 2002, no se han publicado informaciones oficiales en el primer país, pero la FAO todavía pronostica su producción en 2,4 millones de toneladas, mientras que en Mozambique se confirma oficialmente una producción de alrededor de 170 000 toneladas. Últimamente, el Gobierno de Mozambique ha fijado en 200 000 toneladas el objetivo de producción arrocera para 2003.

América Central y el Caribe

Los temporales de las últimas semanas han contribuido a restablecer la humedad del suelo y reponer los em-balses de agua en las zonas de regadío del noroeste de México, donde ha comenzado recientemente la siembra de la cosecha de trigo de 2003. Las intenciones de siembra indican que la superficie sembrada debería de estar cercana al nivel medio de los últimos cinco años.

En los países centroamericanos se han empezado a recoger las cosechas de cereales secundarios y frijoles de la segunda campaña de 2002. En El Salvador, Guatemala y Honduras se prevén producciones medias de maíz, el cereal principal, mientras que en Nicaragua la cosecha debería de ser superior a la media, de resultas principalmente del aumento de la superficie sembrada y de unos rendimientos mejorados. En Costa Rica, en cambio, se pronostica una producción inferior a la media, mientras que en Panamá la producción de maíz para todo el año debería estar en torno a la media. En el Caribe, las cosechas de la primera y segunda campaña en Haití se han visto afectadas por el mal tiempo registrado en los departamentos meridionales, en los que se está prestando asistencia alimentaria a las familias campesinas afectadas por las pérdidas sufridas. En Cuba, pese a los efectos sufridos por el paso de los huracanes “Isidore” y “Lili”, la producción de maíz de 2002 debería de ser de un nivel medio. En la República Dominicana, las perspectivas para las cosechas de la segunda campaña son buenas, previéndose una producción de maíz superior a la media.

En la mayor parte de América Central y el Caribe se ha comenzado a recoger la cosecha de arroz de este año. Desde el último informe la producción total para la región se ha revisado a la baja, en un 5 por ciento, a 2,1 millones de toneladas, lo que supone una merma de 200 000 toneladas respecto a la producción de 2001. Una gran parte de la región sufrió una racha seca prolongada al principio de la campaña, que causó retrasos en la siembra del arroz o el abandono parcial de su cultivo. Según se prevé, México ha sufrido una contracción del 17 por ciento de su producción arrocera de 2002, pronosticada ahora en 200 000 toneladas. Análogamente, el pronóstico relativo a la producción de Costa Rica se ha ajustado a la baja a 260 000 toneladas, lo que lleva a pensar que la producción podría descender en más del 14 por ciento con respecto al año anterior. Prácticamente ningún país de la región debería de registrar una expansión de la producción arrocera en la presente campaña.

América del Sur

En las zonas meridionales de la subregión se ha empezado a recoger la cosecha de trigo de 2002. En la Argentina, se pronostica provisionalmente una producción inferior a la media de aproximadamente 14 millones de toneladas. Lo cual se debe principalmente a una reducción de la superficie sembrada y a la previsión de unos rendimientos inferiores a lo normal, a causa de una utilización menor de fertilizantes relacionada con las restricciones financieras que gravan sobre los productores como consecuencia de la crisis económica que sigue afectando al país. En Brasil, el mal tiempo ha causado daños considerables en los principales estados productores de Paraná y Rio Grande do Sul, que absorben más del 90 por ciento de la producción interna de trigo. La producción de trigo se pronostica oficialmente en 3,1 millones de toneladas, todavía superior a la media, pero muy inferior a las previsiones anteriores. En Chile, la recolección comenzará a partir de diciembre. Según informes oficiales, la superficie sembrada con trigo acusará una pequeña disminución con respecto a la superficie superior a la media del año pasado. En Uruguay, están en curso las actividades de la recolección de la cosecha, cuya producción aumentará apreciablemente, según se prevé, con respecto al año pasado, cuando los cultivos se vieron afectados por enfermedades, pero aun así resultará algo inferior a la media de los últimos cinco años.

En las zonas australes de la subregión se continúan sembrando las cosechas de cereales secundarios de 2003. En la Argentina, las siembras se reanudaron en noviembre tras los trastornos causados por las fuertes lluvias caídas en octubre. La superficie prevista para la siembra se pronostica oficialmente en alrededor de 3 millones de hectáreas, aproximadamente un 4 por ciento menos que la superficie total sembrada el año pasado, pese a que los precios vigentes en los últimos meses eran más atractivos para los productores. Ello se debe a las restricciones crediticias que gravan sobre los agricultores y al alza de los costos de los insumos, combinadas con la incertidumbre económica por la que está atravesando todavía el país. En Brasil, las intenciones de siembra para la primera cosecha de maíz son inciertas, siendo posible que los productores reduzcan la superficie sembrada a favor de cultivos exportables más rentables. Pero si ése fuera el caso, compensarían con un aumento de la superficie sembrada con maíz en la segunda campaña, que se siembra a partir de marzo. En Chile, la siembra de la cosecha de maíz de 2003 está muy avanzada, y según pronósticos provisionales la superficie sembrada aumentará en aproximadamente un 8 por ciento con respecto al año anterior. En los países andinos, unas lluvias entre normales y copiosas recibidas en Colombia están favoreciendo la siembra y el desarrollo de los cultivos de la segunda campaña de 2002 en todo el país. La recolección comenzará en enero y se pronostica provisionalmente que la producción total de maíz será superior a la media en 2002. En el Ecuador, apenas había comenzado la recolección de la cosecha de maíz, principalmente amarillo, de la segunda campaña. La producción total en 2002 se pronostica en un volumen superior a la media de 566 000 toneladas, debido principalmente al excelente resultado de las cosechas de la primera campaña y pese a algunos daños causados a los cultivos por las cenizas arrojadas por las erupciones volcánicas sobre algunas zonas productoras. En el Perú, se estima provisionalmente para 2002 una producción de maíz (blanco y amarillo) superior a la media de 1,5 millones de toneladas. En Venezuela, una estimación provisional apunta a una producción maicera de 2002 situada en torno a la media de aproximadamente 1,4 millones de toneladas.

Como las cosechas de arroz de 2002 ya han sido recogidas en la mayor parte de la región, algunos Gobiernos han revisado las estimaciones de la producción de la campaña. En Colombia, debido a un aumento de la superficie sembrada, la estimación oficial de la producción arrocera se ha revisado al alza en 400 000 toneladas a 2,4 millones de toneladas, lo que constituye un volumen ligeramente superior a la estimación del año pasado. En cambio, no obstante los rendimientos máximos obtenidos en el Perú, la contracción de la superficie sembrada con arroz hizo descender la producción de 2002 a 1,7 millones de toneladas, lo que representa una merma de 300 000 toneladas respecto al año pasado. Sin embargo, la producción pronosticada para la región en su conjunto se mantiene inalterada respecto al último informe en 19,5 millones de toneladas, casi un 2 por ciento menos que en 2001.

Casi todos los países de América del Sur han terminado o están a punto de terminar la siembra de los cultivos de arroz de 2003. Las fuertes precipitaciones caídas en octubre retrasaron algo los trabajos de campo para los preparativos de la nueva campaña en toda la región, pero los trastornos financieros que existen en muchos de los principales países productores hacen difícil formular con seguridad las perspectivas para la producción arrocera regional en 2003. No obstante estas incertidumbres, en varios países en los que se efectuaron encuestas para evaluar las intenciones de siembra las perspectivas resultaron prometedoras. Por ejemplo, una expansión de la superficie dedicada al arroz en la próxima campaña de la Argentina podría llevar la producción a 750 000 toneladas, casi 50 000 toneladas más que en 2002. En forma análoga, en Brasil la Corporación nacional de suministro de alimentos ha previsto una expansión de la superficie sembrada, que podría llevar la producción de 2003 a 11,2 millones de toneladas, alrededor de un 5 por ciento más que en 2002.

América del Norte

La estimación oficial de la cosecha de trigo de 2002 en los Estados Unidos se cifra ahora en 44 millones de toneladas, un 17 por ciento menos que la cosecha ya menguada de 2001 y alrededor de un 30 por ciento menos que la producción media de los últimos cinco años. Las perspectivas para la nueva cosecha de trigo de invierno son en general favorables. Para el 18 de noviembre la siembra estaba prácticamente terminada y ya había despuntado el 89 por ciento de los cultivos, lo que es casi normal para ese período de la campaña. Las indicaciones iniciales apuntan a un incremento de la superficie sembrada tras el bajo nivel del año pasado, y se señala que la situación global de los nuevos cultivos es mejor que el año pasado, gracias a una mayor disponibilidad de humedad. En Canadá, la producción de trigo ha descendido de forma pronunciada en 2002 a 15,5 millones de toneladas (2001: 20,6 millones de toneladas), tras una de las peores sequías registradas hasta ahora en las regiones centrales y septentrionales de Saskatchewan y Alberta. Según se señala, la siembra de la cosecha relativamente pequeña de trigo de invierno ha ido bien este año en el este del país, y la superficie se estima en un nivel sin precedentes de alrededor de 1 millón de hectáreas, frente a las 600 000 hectáreas de hace un año.

A medida de que la cosecha de cereales secundarios va llegando a su término en los principales estados productores de los Estados Unidos, las estimaciones más recientes apuntan a una producción para este año mayor de lo previsto. El pronóstico presentado en noviembre por el USDA cifraba la producción total de cereales secundarios en alrededor de 246 millones de toneladas, más de lo que se había previsto en el otoño, pero todavía unos 17 millones de toneladas menos que el año pasado. De este total, ahora se prevé que al maíz corresponderán alrededor de 229 millones de toneladas, contra los 241 millones de toneladas en 2001. Según los informes, hasta el 18 de noviembre se había recogido el 94 por ciento de la cosecha de maíz, lo que representa un ritmo ligeramente más lento que el del año pasado pero situado en torno al nivel medio correspondiente a esta época del año. En Canadá, también la producción de cebada, el principal cereal secundario pequeño, se vio afectada gravemente por la sequía, como la del trigo, habiendo descendido alrededor de 3 millones de toneladas a 7,7 millones de toneladas. El maíz, que se produce predominantemente en la parte oriental del Canadá, se benefició de unas condiciones atmosféricas favorables, lo que se tradujo en un ligero aumento de los rendimientos que dio lugar a una producción estimada en torno a los 8,5 millones de toneladas. La recolección de la cosecha de arroz de 2002 en los Estados Unidos está prácticamente terminada. Gracias a unos rendimientos mejores de lo previsto, la estimación de la cosecha de 2002 se ha aumentado en 250 000 toneladas desde el último informe a 9,6 millones de toneladas, volumen ligeramente inferior a los resultados sin precedentes obtenidos en la campaña anterior. Según estimaciones oficiales, la producción del arroz de grano medio y de grano corto ha aumentado en un 12 por ciento como respuesta a los precios relativamente altos vigentes durante el período anterior a la campaña, y la del arroz de grano largo ha descendido en un 5 por ciento.

Europa

Las estimaciones más recientes cifran la cosecha de trigo de 2002 en los Estados Unidos en 103,6 millones de toneladas, un 13 por ciento más que el año pasado, mientras que la estimación de la producción total de cereales secundarios se mantiene en alrededor de 105 millones de toneladas, un 3 por ciento menos que el año pasado. La producción de cebada aumentó marginalmente este año, pero descendió la de los cereales secundarios pequeños (principalmente centeno y avena). La producción de maíz se estima en alrededor de 39 millones de toneladas, un 2 por ciento menos que en 2001. En toda la UE las condiciones atmosféricas otoñales han sido en general satisfactorias para la siembra de las cosechas de los cereales de invierno que se recogerán en 2003. Las precipitaciones caídas en el norte de Europa a finales de octubre obstaculizaron los trabajos de campo, pero la humedad resultante benefició a los cultivos en fase de germinación. Todo hace pensar que la superficie sembrada con trigo de invierno es semejante a la superficie superior al nivel medio del año pasado. Tras algunos retrasos relacionados con las condiciones meteorológicas, la recolección de la cosecha de arroz de 2002 está llegando a su término. La producción total de la UE se estima en 2,6 millones de toneladas, casi 50 000 toneladas más que el año pasado. El incremento obedece a un aumento moderado de las cosechas de Italia y Grecia, donde las condiciones de crecimiento han sido en general favorables, que compensa con creces la contracción registrada en España a causa de los factores meteorológicos.

En Europa central y oriental, un otoño en general húmedo perturbó la recolección de las cosechas de verano y retrasó en muchas partes la siembra de los cereales de otoño. En la República Checa, la estimación oficial cifra la producción total de cereales de 2002 en 6,7 millones de toneladas, lo que constituye una merma de alrededor del 9 por ciento respecto al año anterior. De este total, unos 4 millones de toneladas corresponderían al trigo, contra los casi 4,5 millones de toneladas del año pasado. Las perspectivas para la campaña de siembra de cereales de invierno son inciertas. Además de los retrasos de la siembra relacionados directamente con unas condiciones atmosféricas malas, se supone que muchos agricultores dispondrán de pocos fondos tras los efectos devastadores provocados por las inundaciones del verano en los ingresos obtenidos de la cosecha de 2002. La producción de cereales de Hungría descendió de forma pronunciada en 2002, a causa principalmente de la sequía registrada en la primavera y principios del verano. Las estimaciones más recientes cifran la producción total de cereales en alrededor de 11,6 millones de toneladas, de los cuales el trigo absorbería 3,9 millones de toneladas, frente a más de 5 millones de toneladas del año pasado. La cosecha de maíz se estima provisionalmente en 6 millones de toneladas. Las intenciones relativas a la siembra del trigo de invierno para la cosecha de 2003 apuntan a una superficie inalterada de alrededor de 1 millón de hectáreas. Pero, debido al comienzo lento de los trabajos de siembra a causa de las lluvias excesivas recibidas en octubre podría reducirse la superficie sembrada efectivamente. En Polonia, las estimaciones oficiales más recientes cifran la producción total de cereales de 2002 en alrededor de 26,9 millones de toneladas (2001: 27 millones de toneladas). Mientras la producción de trigo se mantuvo prácticamente sin modificaciones en alrededor de 9,3 millones de toneladas, la de centeno descendió de forma pronunciada a 4 millones de toneladas (1 millón de toneladas menos). La producción de cebada y triticale aumentó, y también se prevé un incremento de la cosecha del maíz de verano, aunque el resultado final todavía es incierto. El mes de septiembre fue en general más seco que en otras partes de la región y la siembra de los cereales de invierno terminó antes de lo normal. Pero el arraigo de los cultivos se vio obstaculizado por las precipitaciones caídas en octubre, lo que suscitó preocupación por la situación de los cultivos durante la fase de latencia que comenzó en noviembre. Todo parece indicar un posible decrecimiento, por segundo año consecutivo, de la superficie sembrada con trigo, así como una recuperación de la superficie dedicada al centeno con respecto al nivel excepcionalmente bajo del año pasado. En la República Eslovaca, la producción total de cereales de 2002 se estima en aproximadamente 3,3 millones de toneladas, volumen semejante al del año anterior y situado en torno a la media. Según los informes, hasta principios de noviembre se había sembrado aproximadamente el 50 por ciento de los cultivos de cereales de invierno, lo que constituye un ritmo mucho más lento que en el mismo período del año pasado. Igual que en otras partes de la región, las precipitaciones otoñales excesivas han afectado algo a los trabajos de campo, particularmente en octubre.

En los países balcánicos, Bulgaria ha sufrido las consecuencias de las lluvias fuertes y prolongadas caídas durante el verano y el otoño, que influyeron negativamente en la cosecha de cereales de 2002 y en la siembra de los cereales de otoño. La producción de trigo de 2002 se estima ahora en alrededor de 3,5 millones de toneladas, un 11 por ciento más que en 2001, pero la calidad es mucho menor. Por lo que se refiere al maíz, las precipitaciones caídas al principio del verano habían sido beneficiosas para los rendimientos, pero las recibidas al final del verano y en otoño cuando los cultivos deberían haber estado madurando empeoraron las perspectivas. Hasta finales de noviembre había una proporción importante de la cosecha que todavía no se había recogido, y quedaría probablemente en el campo hasta la primavera. Las informaciones más recientes cifran la superficie final sembrada con trigo de invierno en aproximadamente 800 000 hectáreas, lo que se compara con un nivel medio de más de 1 millón de hectáreas. Además, una gran cantidad de cultivos se sembró mucho después de la fecha más conveniente, y se supone que su situación al comenzar la fase de la latencia distaba mucho de ser la mejor. La cosecha de trigo de la República Federativa de Yugoslavia (Serbia y Montenegro) en 2002 se estima en 2,1 millones de toneladas, volumen inferior en unas 400 000 toneladas al del año pasado, mientras que la de Croacia, situada este año en 850 000 toneladas, es inferior en alrededor de 90 000 toneladas a la del año pasado. La cosecha de maíz de 2002 se estima en 5,6 millones de toneladas en la República Federativa de Yugoslavia y en 1,9 millones de toneladas en Croacia, semejantes a las cosechas de 2001. En la ex República Yugoslava de Macedonia, el nivel de las siembras de trigo de invierno es incierto a raíz de otra cosecha menguada obtenida en 2002, que perjudicó los ingresos de los agricultores y limitó sus fondos para comprar los insumos necesarios para la nueva campaña. En Rumania, la producción de trigo descendió de forma pronunciada en 2002, a sólo 4,4 millones de toneladas, a causa de la sequía imperante en el invierno y la primavera. Además, las copiosas precipitaciones caídas en un período posterior de la campaña fueron demasiado tardías para mejorar los rendimientos, perjudicaron a los cultivos cercanos a la fase de maduración y perturbaron las actividades de recolección, causando una disminución general de la calidad de la cosecha. La recolección de la cosecha del maíz de verano terminó al final de octubre, y las informaciones más recientes cifran su producción en un nivel bastante bueno de 8 millones de toneladas, 500 000 toneladas más que el año pasado. Muchos de los cultivos de maíz se beneficiaron de las buenas precipitaciones caídas en el verano, pero en algunas partes fueron excesivas, particularmente en el norte, donde provocaron problemas de calidad. Según los informes, la siembra del trigo de invierno de 2002/03 ha terminado y abarca una superficie de casi 2 millones de hectáreas, alrededor de un 8 por ciento menos que el año anterior. La superficie sembrada con cebada de invierno se estima en aproximadamente 250 000 hectáreas, un 20 por ciento menos de lo normal.

La cosecha de trigo de este año en los países bálticos se estima en 1,3 millones de toneladas, volumen semejante al de la producción del año pasado, mientras que la de cereales secundarios, situada en 2002 en alrededor de 2,6 millones de toneladas, es ligeramente inferior al nivel del año pasado. La mengua de la rentabilidad de la producción cerealera continúa perjudicando a la producción de la región.

La CEI en Europa: En los países europeos de la CEI la producción total de trigo de 2002 ascendió a unos 70,6 millones de toneladas, lo que representa una cifra ligeramente superior a la de la excelente cosecha del año anterior. En 2002, la Federación de Rusia produjo aproximadamente 47,5 millones de toneladas de trigo, contra los 46,9 millones de toneladas obtenidos en 2001. Ucrania, el segundo productor mayor de trigo de la región después de la Federación de Rusia, produjo en 2002 unos 21 millones de toneladas, volumen ligeramente inferior a la cosecha abundante del año anterior. La producción de cereales secundarios en 2002 se estima en alrededor de 57,4 millones de toneladas, volumen semejante al de la cosecha del año pasado, en el que se incluyen aproximadamente 31,5 millones de toneladas de cebada y 5,8 millones de toneladas de maíz. La producción de cebada de la Federación de Rusia se estima en 16,5 millones de toneladas, la de Ucrania en 8,8 millones de toneladas, y la de Belarús en 1,8 millones de toneladas. La cosecha de maíz de la Federación de Rusia se estima ahora en alrededor de 1,3 millones de toneladas, la de Ucrania en 2,5 millones de toneladas, y la de Moldova en 1,2 millones de toneladas. Unas condiciones atmosféricas favorables y un acceso relativamente mejorado a los insumos son los factores principales que contribuyeron a la obtención de cosechas muy recuperadas durante dos años consecutivos. Los cultivos de cereales de invierno que se recogerán en 2003 ya están arraigados en una gran parte de la región y, según se señala, las perspectivas iniciales son favorables, gracias al tiempo en general bueno imperante durante la siembra y a la abundancia de la humedad del suelo. Si se tienen en cuenta las indicaciones actuales, hay bastantes posibilidades de que en 2003 las cosechas sean tan abundantes como las de este año.

Oceanía

La producción de cereales de invierno de Australia en 2002 se vio gravemente menguada por la sequía. En un informe especial publicado por ABARE a finales de octubre se pronosticaba la cosecha de trigo de 2002 en 10,1 millones de toneladas, volumen inferior en más de 3 millones de toneladas al pronóstico del mes anterior e inferior en alrededor de un 58 por ciento al de la cosecha casi sin precedentes del año anterior. También se ha rebajado desde el informe anterior el pronóstico relativo a la producción de cebada, situándose ahora en alrededor de 3,4 millones de toneladas, lo que constituiría un volumen inferior en un 55 por ciento al de 2001. Las precipitaciones recibidas a principios de octubre fueron en general demasiado esporádicas y ligeras como para aportar beneficios significativos a los cultivos que ya estaban llegando a la fase de maduración, antes de lo normal a causa de la sequía. Para finales de octubre ya se había empezado a recoger la cosecha en algunas partes, y se considera que ya es demasiado tarde para que las precipitaciones que pudieran recibirse en adelante mejoren significativamente los rendimientos de los cultivos. Habiéndose ya agotado totalmente las reservas de humedad, las perspectivas para las cosechas de verano, que normalmente se siembran entre noviembre y enero en el norte de Nueva Gales del Sur y el sur de Queensland, dependerán decisivamente de que se reciban algunas buenas precipitaciones para la siembra y de que a lo largo del período vegetativo caigan algunos chaparrones en momentos oportunos. Se ha terminado en el país la siembra de la cosecha de arroz de la campaña de 2003. La sequía persistente que asoló sin tregua el principal estado productor de Nueva Gales del Sur ha determinado, según informes oficiales, una contracción del 69 por ciento de la superficie sembrada con arroz, lo que supondría una mengua de la producción arrocera de 2003 a 380 000 toneladas, en comparación con el volumen de 1,3 millones de toneladas en 2002 y con el nivel máximo de 1,8 millones de toneladas alcanzado en 2001.


Paginë anteriorIndicePaginë siguiente