Por la primera vez, las Perspectivas Agrícolas han sido preparadas conjuntamente por la OCDE y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), y se basan por consiguiente en los conocimientos especializados en productos básicos, políticas y países del personal técnico de ambas organizaciones. Esta publicación anual analiza las tendencias del mercado mundial de productos básicos y las perspectivas a largo plazo para los principales productos agrícolas. En ella se muestra cómo influyen sobre dichos mercados los acontecimientos económicos y las políticas gubernamentales, y en cada edición se ponen de manifiesto algunos de los riesgos e incertidumbres que pueden influir en las perspectivas agrícolas. En la presente se han ampliado las proyecciones para abarcar a un número mayor de países en desarrollo, incluidas por primera vez la India y Sudáfrica, además de Argentina, Brasil, China y Rusia, y muchas regiones más.
Las evaluaciones ofrecidas en esta undécima edición de Perspectivas Agrícolas se basan en las proyecciones de plazo medio hasta 2014 sobre la producción, el consumo, el comercio y los precios de los productos básicos incluidos. Las proyecciones presentadas se basan sobre determinadas hipótesis relativas a las condiciones macroeconómicas, las políticas agrícolas y comerciales, y a unas condiciones meteorológicas medias, de suerte que constituyen un escenario representativo para los mercados agrícolas durante el decenio venidero.
Según las proyecciones, la producción agrícola mundial continuará creciendo hasta 2014, pero a un ritmo más lento que en el último decenio. El amplio crecimiento económico registrado en las economías tanto de la OCDE como de los países no miembros, y el moderado crecimiento demográfico darán lugar a un aumento de los ingresos per cápita y a un incremento del consumo en todo el mundo, pero sobre todo en los países en desarrollo. El aumento de la demanda sentará las bases para un incremento del comercio agrícola durante el período de proyección. Se prevé, sin embargo, una intensificación de la competencia en los mercados mundiales de productos básicos al aumentar la producción en muchos países.
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