La FAO y la comunidad forestal internacional han perdido recientemente a uno de sus representantes más ejemplares. Jean Clément falleció en su hogar en Antananarivo, Madagascar, el 3 de julio de 2003 a los 64 años de edad. Los efectos de la grave enfermedad que se manifestó hace varios años y a la que él hizo frente con serenidad y determinación, finalmente vencieron su resistencia.
Después de sobresalientes estudios secundarios en su Francia nativa, Clément fue admitido en el Institut national agronomique de París in 1960, y en 1962 en la École nationale des eaux et forêts de Nancy. Decidió dedicarse a la cooperación para el desarrollo, e inició su carrera dirigiendo un proyecto de inventario, en Côte d´Ivoire, para el Centre technique forestier tropical (CTFT), que en 1984 se convirtió en Departamento Forestal del Centro de Cooperación Internacional en Investigación Agrícola para el Desarrollo (CIRAD) en Côte d’Ivoire, país que padecía entonces una fuerte deforestación a consecuencia de la expansión agrícola, agravada por el rápido desarrollo de una red de carreteras para la explotación forestal.
Hasta 1983 desempeñó varias funciones para el CTFT, como investigador y director de proyectos, tanto en África tropical como en la sede del instituto en París. Fue jefe de la División de investigación forestal para la zona de sabana en Côte d’Ivoire; dirigió la División de inventarios forestales de la Société de Développement des Forêts (SODEFOR), también en Côte d’Ivoire; fue director de la División de inventario y gestión del CTFT y director adjunto de la División de servicios de asesoramiento, y finalmente fue consejero técnico del director del proyecto de desarrollo forestal en Níger patrocinado por la Agencia Francesa de Cooperación y el Banco Mundial.
Esta larga y enriquecedora experiencia en asistencia técnica llevó al Ministerio francés de Cooperación a confiarle en 1984 la responsabilidad de su Oficina de Bosques y Medio Ambiente. Clément pasó a ser la persona clave para la asistencia bilateral en materia forestal en una época de cooperación internacional particularmente fecunda en este campo. Fue uno de los organizadores de la conferencia euroafricana «Silva» reunida en París en 1986, en la que por vez primera (mucho antes de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, celebrada en 1992) jefes de Estado y de gobierno examinaran los problemas de la supervivencia de los bosques del mundo. Intervino en la creación del Réseau International Arbres Tropicaux, red de árboles tropicales que todavía apoya a muchas redes nacionales africanas, así como en la creación de la organización no gubernamental Silva, que asumió la coordinación de la red, entre otras tareas. Clément organizó el considerable apoyo prestado por Francia a la aplicación del Programa de acción forestal tropical (PAFT) y la coordinación internacional de planes nacionales en varios países africanos.
Era pues natural que la FAO lo escogiera en 1993 para dirigir la Dependencia de Apoyo a los Programas de acción forestal nacionales (PAFN). Con el dinamismo, inteligencia y creatividad que demostró durante toda su carrera, y en el trabajo en equipo con sus colegas, dio impulso a todo el proyecto del PAFN y lo condujo con éxito a la descentralización. En 1998 fue puesto al frente de la Dirección de Recursos Forestales de la FAO. Durante su permanencia en la FAO, Jean Clément dejó también su huella en Unasylva, presidiendo brevemente su Junta Consultiva sobre Política de Edición.
Su gran deseo era sin embargo servir en el campo, y a petición propia regresó al principio de 2000 a África como Representante de la FAO para Madagascar, Mauricio, las Comoras y las Seychelles. Retirado de la FAO a mediados de 2001, decidió permanecer en Antananarivo y, a pesar de su enfermedad, dedicó su actividad a prestar ayuda al desarrollo, y en particular a suministrar alimentos para los programas de comidas escolares en su localidad.
La ausencia de Jean Clément se notará mucho. En las semanas siguientes a su fallecimiento, los homenajes de amigos y colegas se han repetido en el mundo forestal celebrando sus muchas cualidades personales: su convicción; su ánimo para adoptar posiciones impopulares; su capacidad para admitir sus errores; su dinamismo; su capacidad de trabajo y su voluntad de servir; su cordialidad, generosidad y humanismo; y por encima de todo su optimismo, su talante positivo y su joie de vivre.
Nuestra muy sincera condolencia a su madre, su esposa y sus dos hijos, así como a todos los miembros de su familia.
Jean-Paul Lanly
En marzo de 2003, la FAO publicó el número conmemorativo de los diez años de Non-wood News, el boletín informativo anual sobre productos forestales no madereros (PFNM). Non-wood News fue el primer medio auténticamente internacional que promovió los PFNM, es decir los artículos, aparte de la madera, proporcionados por los bosques, otras tierras arboladas y los árboles fuera de los bosques, como alimentos, plantas medicinales, especias, resinas, gomas, látex, bambú y rotén. El objetivo del boletín es ofrecer a los lectores información útil sobre el potencial de los PFNM y sobre los problemas que se plantean respecto a su desarrollo sostenible. Abarca cuanto se refiere a conservación, cultivo, desarrollo, administración, recolección, elaboración y comercialización de PFNM. Incluye también regularmente artículos sobre importantes servicios relacionados con los bosques como caza, pastoreo, ecoturismo y bioprospección.
Desde 1994, Non-wood News ha tratado de recoger la voz de cuantos trabajan en el campo de los PFNM. Las contribuciones de los lectores son bienvenidas, proceden de todas las partes del mundo y las hay de estudiantes, profesores, funcionarios forestales y representantes de grupos indígenas, servicios nacionales forestales y organizaciones no gubernamentales.
Durante sus diez años de vida, el boletín ha duplicado su extensión (de 48 a más de 100 páginas) y su tirada (de 2 000 a 4 000 ejemplares) y llega ahora a un público más extenso en todo el mundo. La publicación ha contribuido a difundir el mensaje de que en los bosques se puede recolectar algo más que árboles; ha señalado a la atención de las autoridades y los profesionales la importancia de los PFNM, su contribución a la mitigación de la pobreza y a la seguridad alimentaria de las poblaciones que viven del bosque, y a la necesidad de normas y políticas relativas a los PFNM. A esta popular publicación se debe, al menos en parte, la importancia que el sector de los PFNM ha adquirido hoy.
Los vínculos entre comercio de productos forestales y ordenación forestal sostenible son complejos y controvertidos. Sin duda el comercio tiene efectos, tanto positivos como negativos, sobre la sostenibilidad y la ordenación y el uso de los recursos forestales. La influencia de diversas políticas comerciales no es tan clara. Sin embargo, se siguen proponiendo políticas comerciales como medio para superar incompatibilidades entre comercio y sostenibilidad del medio ambiente y los recursos.
Para investigar en qué medida la actual evolución de la política comercial y el desarrollo de mercados han de influir sobre la sostenibilidad de la ordenación forestal y hasta qué punto los esfuerzos de ordenación forestal sostenible están modificando las prácticas comerciales y el reparto de los mercados, tuvo lugar en la sede de la FAO en Roma del 3 al 5 de febrero de 2003 la Consulta de Expertos sobre Comercio y Ordenación Forestal Sostenible: Impactos e Interacciones. Asistieron a la reunión 73 participantes de 26 países, que representaban a gobiernos, organizaciones internacionales, organizaciones no gubernamentales (ONG) y al sector privado.
Las principales cuestiones debatidas fueron medidas y políticas comerciales; comercio, finanzas y estructura industrial; gestión administrativa y comercio; e influencias extrasectoriales y medio ambiente. Aunque hubo opiniones divergentes sobre muchas cuestiones, los participantes pudieron avanzar, acotando temas para debates ulteriores y formulando recomendaciones.
Los debates sobre medidas y políticas comerciales trataron sobre acuerdos internacionales, inversión en ordenación forestal sostenible, estrategias nacionales para la reducción de la pobreza y el sustento sostenible, ordenación del uso de la tierra y políticas que eleven el valor de los bosques mediante la apreciación de servicios medioambientales y las adquisiciones públicas. Se debatió considerablemente en torno a los efectos directos e indirectos del comercio sobre la ordenación forestal sostenible, y en torno a las dependencias e interacciones entre ordenación forestal sostenible y crecimiento del producto interior bruto (PIB), libre comercio, demanda, mercados y oferta. Se convino en que los acuerdos comerciales e instrumentos conexos siguen teniendo capacidad potencial para promover la ordenación forestal sostenible.
En los debates sobre comercio, finanzas y estructura industrial en el contexto de los bosques, los participantes recalcaron las siguientes necesidades: sistemas de seguros de larga duración para dar confianza a la industria; tecnología y formación mejores; mejor cooperación con elementos interesados importantes, en particular las ONG; asistencia de los gobiernos u otras instituciones públicas para cubrir los costos ambientales asociados a la ordenación forestal sostenible; y mejoramiento de la imagen pública de la industria, promoviendo para ello la madera como recurso renovable en comparación con sustitutivos competidores no renovables.
Al considerar las relaciones entre gestión administrativa, comercio y ordenación forestal sostenible, los participantes recomendaron: que haya una mayor transparencia en las decisiones sobre comercio y gestión administrativa; que mejore la recopilación de estadísticas comerciales y forestales; que se evalúen los efectos de los acuerdos comerciales que regulan el uso de la tierra; y que la Organización Mundial del Comercio (OMC) esté abierta a observadores de organizaciones de la sociedad civil.
Agricultura, finanzas e inversión, tecnología, demanda comercial e infraestructura se identificaron como influencias intersectoriales que pueden afectar directa o indirectamente al comercio de productos y servicios forestales, así como al conjunto del sector forestal.
La consulta de expertos constituyó una de las actividades en el marco del proyecto global de la FAO «Evaluación del impacto del comercio de productos forestales en la promoción de la ordenación forestal sostenible». Financiado mediante un acuerdo de fondo fiduciario con el Gobierno del Japón, el proyecto aspira a facilitar información, análisis y una plataforma para un debate libre con objeto de ayudar a las instituciones gubernamentales, las organizaciones internacionales, el sector privado y los grupos de la sociedad civil a promover políticas favorables a la ordenación forestal sostenible.
La FAO publicará los resultados de este proceso y convocará una segunda consulta de expertos en la que programadores y especialistas comerciales debatirán sobre un nuevo Convenio Internacional de las Maderas Tropicales (ITTA), la aplicación de la Declaración de Doha de la OMC, los acuerdos comerciales regionales y la programación de políticas comerciales nacionales.
En los últimos veinte años, el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) ha matado a más de 20 millones de personas en todo el mundo. En los 45 países más afectados, otros 68 millones están abocados a una muerte prematura en torno a 2020. En 2000, se sabía que un total de 36,1 millones de personas vivían con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) o con el SIDA. De ellos, 25,3 millones (el 70 por ciento) estaban en África.
El SIDA dificulta incalculablemente el desarrollo para no hablar del progreso. Al arrebatar a las comunidades y a las naciones su mayor riqueza –su gente– el SIDA debilita la capacidad humana e institucional esencial para el desarrollo sostenible. Al mermar los recursos humanos, la epidemia altera los mercados de trabajo, perturba la producción y el consumo, y en último término empobrece a la nación. EL VIH/SIDA reduce la capacidad de hogares, comunidades, instituciones y naciones para luchar contra los efectos socioeconómicos de la epidemia.
El sector de los recursos agrícolas y naturales puede desarrollarse de tal manera que aumente la resistencia de las poblaciones rurales y contribuya significativamente a la prevención del VIH. Además de las actuales estrategias sanitarias para combatir el VIH/SIDA, estrategias de desarrollo multisectoriales, en particular con referencia a la agricultura y a la utilización de los recursos naturales, pueden desempeñar un papel innovador y esencial en la lucha contra la pandemia.
Aunque se dispone de mucha información sobre el VIH/SIDA, poco se ha dicho de los efectos de la pandemia sobre el sector forestal y las formas positivas en que el sector puede ayudar a las comunidades afectadas. Reconociendo este vacío, el Departamento de Montes de la FAO ha creado un sitio Web dedicado a hacer ver las conexiones entre el VIH/SIDA y el sector forestal.
En este sitio Web –www.fao.org/forestry/hiv-aids– se analizan los efectos generales del VIH/SIDA y se esbozan formas en que el sector forestal podría contribuir a mitigarlos. Se ofrece información, por ejemplo, sobre la contribución potencial de la silvicultura para impulsar a corto y a largo plazo la productividad agrícola debilitada por la pandemia. Se subraya también el papel de la educación y la formación forestales. Se indican vínculos con sitios Web, documentos y publicaciones de la FAO relacionados con sitios Web sobre el VIH/SIDA de otras organizaciones y programas de las Naciones Unidas y con otras organizaciones relacionadas.
