Sanidad animal

Salud públicacia veterinaria

La salud pública veterinaria aborda problemas que afectan a la salud pública al mejorar la sanidad animal. La intensificación de la ganadería, los cambios en el uso de la tierra y los sistemas de suministro de alimentos, el aumento de los viajes y el comercio mundial y el cambio climático —a menudo agravados por la pobreza y los sistemas sanitarios deficientes— plantean una serie de desafíos para la salud humana y animal. Dichos desafíos incluyen:

  • Las zoonosis
    Las zoonosis (enfermedades transmitidas entre animales y personas) representan más del 60% de los patógenos infecciosos conocidos en el ser humano. Alrededor del 70% de los nuevos patógenos son de origen animal, como los coronavirus SARS-CoV-2 y SARS-CoV-1, causantes de la COVID-19 y del síndrome respiratorio agudo severo (SARS), la gripe altamente patógena (H5N1 y H7N9) y el virus del Ébola. Estas enfermedades pueden propagarse de un país a otro en cuestión de horas o días, provocando enfermedades humanas y la pérdida de vidas y medios de subsistencia. Al mismo tiempo, las zoonosis que son endémicas en muchos países, como la rabia, el carbunco, la brucelosis y la tuberculosis zoonótica, contribuyen a la persistencia de las enfermedades y a la carga económica a través de su impacto en la salud y los medios de vida, especialmente en las poblaciones pobres y marginadas.
  • Seguridad alimentaria
    Los animales enfermos que producen alimentos o entran directamente en la cadena alimentaria pueden estar infectados con determinados patógenos y suponer una amenaza para la salud pública. La complejidad cada vez mayor de las cadenas alimentarias y de los sistemas de producción de alimentos se está traduciendo en un aumento de la carga que suponen las zoonosis transmitidas por los alimentos, como la salmonela y la E. coli, vinculadas a las prácticas de producción animal y a la contaminación de los alimentos durante su procesamiento.
  • Resistencia a los antimicrobianos (RAM). La resistencia a los antimicrobianos constituye una amenaza mundial cada vez mayor para la salud pública, la seguridad alimentaria, la producción ganadera y los medios de vida. El uso incorrecto y excesivo de los antimicrobianos en la industria ganadera contribuye al aumento de la resistencia a estos en toda la cadena alimentaria. Las infecciones que no pueden tratarse al haber desarrollado una resistencia a los antimicrobianos son un problema urgente de salud humana y animal que puede afectar a la seguridad alimentaria. Una buena atención veterinaria, las normas de bienestar y la higiene reducen la necesidad de utilizar antibióticos.

Para abordar todas estas cuestiones es necesario redoblar los esfuerzos de colaboración e intersectoriales en el marco de un enfoque de Una salud”.

Trabajar con el sector de la sanidad pública

La FAO colabora estrechamente con sus asociados del sector de la salud pública para hacer frente a las amenazas sanitarias en la interfaz entre los seres humanos, los animales ‑y el medio ambiente. Proporcionamos estrategias, herramientas y asesoramiento para reducir el impacto de las enfermedades que afectan directa o indirectamente a la salud humana y animal y a la seguridad alimentaria. Por ejemplo:

  • La rabia mata a 59.000 personas cada año y afecta de forma desproporcionada a los niños y a las familias rurales pobres. Esta enfermedad causa casi 1 millón de dólares en pérdidas económicas directas cada año, y a escala mundial, el costo anual de tratar a personas que han sido mordidas por perros es de casi 2.000 millones de dólares. Además, la rabia perjudica gravemente a la agricultura, pues los trabajadores agrícolas deben evitar las jaurías de perros rabiosos. La FAO colabora con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) para promover el foro “Unidos contra la Rabia”, una red de asociados y partes interesadas comprometidas en alcanzar el objetivo de cero muertes humanas por rabia canina para 2030.
  • La brucelosis representa un importante desafío para la salud pública y una gran carga financiera en aquellos países donde la enfermedad sigue siendo endémica. La brucelosis en el ganado vacuno provoca abortos, fallos reproductivos y una reducción de la producción de leche, lo que a su vez supone cientos de millones de dólares en pérdidas anuales en todo el mundo. La brucelosis humana es una enfermedad crónica y debilitante que suele provocar una discapacidad permanente. La FAO colabora con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos en la elaboración de directrices y herramientas sobre la brucelosis, como parte del enfoque “Una sola salud”, para que los servicios de salud pública y veterinaria trabajen juntos.
  • La tuberculosis zoonótica es una forma de tuberculosis presente en las personas, causada principalmente por el patógeno de la tuberculosis bovina. Resulta imposible aliviar la carga de esta enfermedad en los seres humanos sin mejorar en primer lugar las normas de seguridad alimentaria y controlar la enfermedad en los animales. La FAO colabora con la OMS en la “Estrategia para acabar con la tuberculosis”.
Desarrollar orientaciones internacionales y establecer normas internacionales más estrictas

La FAO colabora con la OMS y la OIE para brindar orientaciones internacionales a los países con el fin de desarrollar y mejorar su capacidad para hacer frente a las enfermedades zoonóticas y las amenazas conexas. Por ejemplo, las tres agencias publicaron conjuntamente el documento Adopción del enfoque multisectorial “Una Salud” - Guía tripartita para hacer frente a las enfermedades zoonóticas en los países, y desarrollan herramientas operacionales que aporten una orientación más detallada para ayudar a los países a aplicar estas directrices con vistas a llevar a cabo una evaluación conjunta de los riesgos, establecer mecanismos de coordinación multisectorial para la iniciativa de “Una sola salud” y establecer o reforzar la vigilancia coordinada de las enfermedades zoonóticas.

La FAO colabora con la OMS para perfeccionar las normas contenidas en el Código de Sanidad Animal y el Manual de Pruebas de Diagnóstico y Vacunas para los Animales Terrestres, así como para desarrollar contenido específico para la misión de la OIE sobre la rabia en el marco de la herramienta para evaluar la eficacia de los Servicios Veterinarios (PVS).