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SE/13
EL CULTIVO DE LA LOBINA NEGRA Micropterus salmoides LACEPEDE EN EL ALTIPLANO MEXICANO

por

F. Arana M.
CIFSA-Consultores, México D.F.

Extracto

Se detallan los experimentos llevados a cabo sobre cultivo intensivo y extensivo de lobina negra, Micropterus salmoides, en México. En cultivo intensivo se utilizaron estanques circulares de cemento. La alimentación de los reproductores comprendió presas vivas capturadas en estanques cercanos y alimento a base de vísceras de ganado. La reproducción natural produjo sólo un 18 por ciento de desoves por lo que se procedió a inducirla con inyecciones de gonadotropina coriónica humana con lo que obtuvo un 33 por ciento. Se experimentó la inducción con extractos de hipófisis de Lepomis cyanellus aunque los resultados fueron inferiores. El cultivo extensivo se realizó en tres pequenas presas en las que se acondicionaron zonas para la reproducción, capturándose posteriormente los cardúmenes de larvas, que eran pasados, junto con los de cultivo intensivo, a estanques de alevinaje preparados con fertilización inorgánica (50 kg/ha). Se dio asimismo alimentación artificial a los alevines pero se presentaron problemas de descomposición del alimento.

Abstract

The intensive and extensive culture experiments conducted with the black bass, Micropterus salmoides, in Mexico, are described. In intensive culture, circular concrete ponds were used. The feeding of the breeders included live aquatic organisms, caught in nearby ponds, and food based on livestock viscera. As spawning through natural reproduction was only 18 percent, induced breeding by injections of human chorionic gonadotropin was tried; spawning of 33 percent was achieved. Induced breeding with pituitary extracts of Lepomis cyanellus was experimented although the results were inferior. The extensive culture was carried out in three little reservoirs provided with areas for reproduction, the larvae being transferred, together with those from intensive culture, to rearing tanks enriched with inorganic fertilizer (50 kg/ha). Artificial feeding was also provided to the fingerlings but problems associated with food decomposition appeared.

1. INTRODUCCION

La lobina negra, huro, o róbalo de agua dulce Micropterus salmoides Lacépède, es originaria de Norteamérica, desde Canadá hasta el noreste de México (Eming, 1966). La propagación de esta especie en diversos embalses de la República Mexicana, se inició aproximadamente en 1910 con importaciones realizadas de Estados Unidos, encontrándose actualmente difundida en casi todo el país debido a introducciones sucesivas.

Uno de los sitios en que fue introducida esta especie en 1945 es la presa “El Peaje”, en el municipio de San Luis Potosí ubicado en el altiplano de México. Posteriormente, cuando en 1968 se construyó una estación piscícola para aprovechar el agua de una filtración de la presa, dado el buen desarrollo que la lobina había mostrado fue concebida la estación para impulsar el cultivo de esta especie. La estación piscícola que presenta características constructivas un tanto especiales, derivadas de la orografía del terreno, se encuentra ubicada a 2 000 m sobre el nivel del mar. El clima es de tipo estepario sometido a bajas presiones. Cuenta con 6 meses de estiaje con vegetación escasa que se restituye en los meses de lluvias. La precipitación es escasa, entre 300 y 500 mm (Gómez, 1971).

Dedas las características de la estación y en función de los requerimientos que plantean, los dos métodos de cultivo de la lobina son:

  1. Método Extensivo: Requiere estanques de grandes dimensiones donde se obtienen desoves naturales

  2. Método Intensivo: Requiere menor espacio de estanquería. Los sementales para el desove se manejan en pequeños estanques especiales logrando un mejor control. Se destinaron tres presas construidas en la parte baja para el cultivo extensivo y se construyó un buen número de piletas en las laderas, para los trabajos intensivos.

2. DESARROLLO DEL CULTIVO

2.1 Captura y confinamiento de reproductores

Para dotar a la estación de los reproductores necesarios para los trabajos de cultivo en estanques controlados, se realizaron capturas periódicas en la presa “El Peaje” por medio de una red de arrastre de 1,50 m hasta completar un lote de 300 ejemplares siendo un 60 por ciento hembras y 40 por ciento machos, con un peso promedio de 1,50 kg Los ejemplares más grandes capturados fueron de 2,50 kg. Se consideró que para las necesidades de la estación, el número de 300 reproductores era adecuado, considerando también la posibilidad de poder alimentarlos.

Para el cultivo extensivo las tres presitas inferiores con una superficie aproximada de ¾ ha fueron sembradas con 100 reproductores (40 machos y 60 hembras) tomando en cuenta que son embalses con agua corriente, de baja producción de alimento natural y sin posibilidad de aumentar ésta por fertilización.

El confinamiento en los reproductores se realizó introduciendo 15 ejemplares por estanque separados por sexo. Los estanques de confinamiento son de forma irregular, con superficie media aproximada de 50 m2 y profundidad promedio de 1 m. Su construcción es de piedra con revestimiento interior de cemento, el piso presenta una inclinación pronunciada hasta una profundidad máxima de 1,50 m, debido a que los estanques fueron construidos sobre las laderas aprovechándose el desnivel existente para levantar muros hasta un nivel de 1,50 m y cerrar los estanques por los lados. Esta peculiaridad facilita las maniobras de extraer los peces ya que sin muro al frente la captura con red de arrastre es muy eficiente (Fig. 1). En este tipo de estanques fue posible concentrar hasta un máximo de 50 ejemplares de 1 kg de peso medio sin aireación adicional, aunque no es recomendable.

2.2 Sexuado

Los trabajos de sexuado presentan algunas dificultades sobre todo en aquellos ejemplares de tamaño pequeño, cuando no existen características marcadas de dimorfismo sexual. En el caso de adultos sexualmente maduros, pueden notarse diferencias sobre todo en la época de la reproducción cuando las hembras presentan el vientre más abultado por efecto de maduración gonádica, así como hinchazón y enrojecimiento del orificio genital. Los machos presentan un cuerpo más delgado y por presión del abdomen liberan una pequeña cantidad de semen blanquecino.

2.3 Alimentación de reproductores

2.3.1 Alimentación natural. Para trabajos controlados de cultivo de lobina negra, el problema de la alimentación de los reproductores es uno de los más graves, ya que es un pez carnívoro y su alimentación es exclusivamente a base de organismos vivos. Desde que se iniciaron los trabajos en la estación, la mayor preocupación se concentró en dar al lote de reproductores la mejor alimentación posible, para lo cual fueron localizados una serie de 10 “bordos” y estanques cercanos a la estación, donde se realizaron capturas periódicas de organismos “forrajeros” en cantidad suficiente. En esta forma se estuvo capturando semanalmente durante la primavera, verano y otoño un promedio de 30 kg de diversas clases de organismos que servían adecuadamente como alimento para las lobinas. Se utilizó un sistema rotativo de capturas en los diversos estanques a fin de no agotarlos y de esta forma asegurar el suministro de alimento.

La proporción de alimento suministrado a los reproductores era de aproximadamente el 1 por ciento de su peso durante todo el año, variando sólo la periodicidad según la época del año.

2.3.2 Alimentación artificial. Debido al problema que representa la obtención de organismos vivos para la alimentación de reproductores, desde los inicios del trabajo en la estación se realizaron experimentos con alimento a base de hígado fresco de vaca, corazón y otras vísceras, a fin de que lo aceptaran. Se obtuvieron resultados positivos principalmente en el caso de peces jóvenes, que aceptaban bien el hígado, aunque nunca se logró sustituir totalmente el alimento vivo.

3. REPRODUCCION

La reproducción en la lobina negra obedece principalmente a estímulos por cambios de temperatura, iniciándose generalmente 5 días aproximadamente después de que la temperatura se ha mantenido por encima de los 15°C (Kramer y Smith, 1960). En el caso de la estación “El Peaje”, esto ocurre aproximadamente el 15 de marzo, en que ya se nota actividad en los peces, principalmente en los machos.

3.1 Reproducción intensiva en estanques

El sistema empleado en 1969 fue el siguiente: el 1 de marzo se introdujeron 12 hembras con signos aparentes de maduración gonádica en un estanque circular especial para reproducción (Fig. 2 y 3).

Al introducir el lote de reproductores que anteriormente habían estado separados por sexos, son estimulados al reunirse y se inicia una respuesta; primero los machos se dirigen hacia los casilleros de la pileta e inician el trabajo de excavación del “nido” en la arena del fondo. Durante varios días los machos se mantienen en estos nidos hasta que las condiciones de temperatura son las más adecuadas para la reproducción, saliendo frecuentemente de sus nidos hacia la parte central donde se encuentran las hembras para inducir a alguna de ellas a entrar en el nido. Al lograrlo, excitan a la hembra por rozamiento de su cuerpo hasta que ésta desova, fecundando los óvulos y quedando al ouidado de la freza.

Al no contar con datos bibliográficos más explícitos sobre este sistema de reproducción de la lobina, se realizaron varias tentativas a fin de definir cuál sería la mejor forma de manejo de estos estanques, ya que en el caso descrito anteriormente la incidencia de desove fue muy escasa, siendo sólo de un 18 por ciento aproximadamente.

Se procedió pues a utilizar métodos de inducción hormonal para lo cual se experimentó con hormonas comerciales a base de gonadotropina coriónica humana, o con macerado de glándula hipófisis. Usando gonadotropina coriónica comercial se obtuvieron mejores resultados, ya que el porcentaje de desoves subió a 33,3 por ciento. Aunque las condiciones de las hembras en muchos casos no eran las más adecuadas para el tratamiento, se puede observar un porcentaje de desoves 4 veces mayor en el caso de lotes tratados con 750 U.I. de gonado-tropina coriónica, dosis que puede estar cerca de la óptima. En todas los tratamientos fue adicionada una dosis de 10 000 U.I. de penicilina cristalina, a fin de evitar cualquier infección.

3.2 Hipofisación

Los trabajos de inducción por medio de material hipofisiario se llevaron a cabo principalmente en acuarios, a fin de determinar la dosis óptima para provocar el desove. Al carecerse de datos sobre trabajos realizados sobre esta especie para realizar desoves inducidos en esta forma, fue indispensable llevar a cabo experimentos para encontrar las dosis adecuadas y obtener éxito en los desoves.

La metodología seguida es la siguiente: Se utilizaron como donadores de hipófisis ejemplares de mojarras de la especie Lepomis cyanellus, para aumentar las posibilidades de éxito al utilizarse una especie de la misma familia que la lobina. Se utilizaron únicamente hipófisis frescas recién extraídas. Las inyecciones se aplican intraperitonealmente en la porción media de la región ventral con introducción de la aguja en forma muy oblicua, a fin de no lesionar ningún órgano.

El siguiente experimento fue realizado utilizando los tres acuarios mencionados, en los que se dispuso de agua corriente. Se introdujo una hembra en cada uno de ellos y una cuarta hembra como “control” fue depositada en una pila de concreto de 4 × 0,50 × 0,60 m. Las hembras fueron tratadas previamente con inyecciones de hipófisis según aparece en el Cuadro I. En esta primera dosis no fueron introducidos los machos para evitar que las hembras fueran lastimadas por éstos antes de que hiciera efecto la inyección de hormonas.

Cuadro I

Número acuarioFecha de dosisHoraPeso de hembra (g)Donadores H: (L. cyanellus) peso (g)Sexo donadores
120/5/7020.25850315H
    285H
    300H
    300H
220/5/7021.25735300H
    235H
    200M
    215M
320/5/7021.40790225M
    275H
    225H
    190 
4
(Pila “control”)
20/5/7021.40810  

Después de 5 días de haberse aplicado la segunda dosis (Cuadro II) a las hembras, en los acuarios 2, 3 y 4 no se notaba una actividad marcada, aunque los machos siempre asediaban a las hembras sin que hubiera una clara respuesta, sobre todo en el acuario número 2. En el acuario número 1 se notó una clara excitación por parte de la hembra, la cual seguía al macho quedando éste indiferente, por lo que se optó por sustituirlo con el macho del acuario número 2, haciéndose este cambio a las 11.00 h del día 26 de mayo. Inmediatamente el macho asedió a la hembra respondiendo ésta positivamente, presentándose el desove a las 2.45 h del día 27. En los acuarios 2, 3 y 4 no se presentó desove alguno, por lo que el día 27 se les inyectó nuevamente una tercera dosis, manteniéndose el experimento durante algunos días más sin que hibiera respuesta.

Es posible que las condiciones de las hembras en estos casos no hayan sido las más adecuadas en cuanto a maduración gonádica, por lo que quizá la segunda y tercera dosis con contenido hormonal bajo no fueron suficientes para inducir los desoves, y en el caso del acuario número 1 donde sí hubo desove, éste se retrasó 5 días a partir de la segunda dosis, lo que indica la baja efectividad de esta última. Para adelantar más en este aspecto es necesario que estos trabajos se continúen, ya que aún quedan muchas de las dudas sin aclarar.

Cuadro II

Número acuarioFecha de dosisHoraPeso de hembra (g)Donadores H:
(L. cyanellus) peso (g)
Sexo donadoresPeso de machos
(g)
Donadores peso-sexo*
(L. cyanellus)
Resultados: fecha y hora desove
121/5/7010.45850275H330345 
    250H Hdesovó 2.45 27/5/72
221/5/7011.00735245H395310 
    225M H 
321/5/7011.10790275H365290 
    250H H 
4
(Pila “control”)
21/5/70 810nono400no 

* Los machos fueron introducidos a los acuarios una hora después de aplicar la segunda dosis a las hembras. Los machos también fueron inyectados con material hipofisiario a fin de asegurar la fecundación total de la freza en caso de un desove.

4. METODO EXTENSIVO

En las 3 presas de la parte baja de la estación, la reproducción se realiza en forma natural, para lo cual dichos estanques fueron dotados de zonas protegidas para los desoves, proporcionándoles cortinas de plantas acuáticas, tales como Tipha sp., lo cual dio buenos resultados. Los trabajos a este nivel consistieron posteriormente en la exclusiva recolección de las crías, que en pequeños cardúmenes nadaban cerca de las orillas, facilitando su captura.

5. INCUBACION Y ALEVINAJE

En la base de los acuarios como también en los casilleros de los estanques de reproducción fueron utilizados bastidores de malla de mosquitero de plástico, para que sirvieran como “nidos” donde después del desove la freza quedara adherida a la malla y pudiera ser trasladada fécilmente a estanques de alevinaje. Este sistema dio muy buenos resultados pues los huevecillos encasillados entre la malla tienen una mejor aireación y se facilita el conteo de la freza.

Después del desove y fecundación, la hembra es sacada del acuario o de las pilas, dejándose al macho a que cuide la freza hasta el momento de la eclosión. En la estación de “El Peaje”, la incubación dura generalmente 3 días aproximadamente y en 4 días más la larva reabsorbe la bolsa vitelina nadando libremente, con un tamaño de 3 a 4 mm. En el momento de la eclosión, con la presión de la aleta caudal que se encuentra enrollada, rompen la cubierta e inmediatamente desenrollan la aleta y con movimientos rápidos se liberan totalmente de la cubierta, que queda como una fina película, transparente, rasgada en su parte media. En algunos casos el alevín queda adherido a la cubierta por algún tiempo por su parte anterior, hasta que puede liberarse. El alevín después de la eclosión permanece acostado lateralmente sobre el nido con movimientos esporádicos y rápidos de la aleta caudal, hasta que la bolsa vitelina es reabsorbida, nadando entonces libremente. En este momento empiezan a agruparse hasta formar un pequeño cardumen.

El sistema seguido en esta estación para el alevinaje es el siguiente:

Quince días antes de los desoves se fertilizan varios de los estanques de 50 m2, utilizando fertilizante inorgánico de fórmula 8.8.4 en proporción de 50 kg/ha, a fin de prepararlos con suficiente alimento natural de tamaño adecuado para los alevines. En el momento de los desoves se mantienen los machos durante dos días al cuidado de la freza a fin de protegerla. Antes del tercer día, ya con los huevecillos embrionados, el nido era trasladado a estos estanques en donde eclosionaban, encontrando alimento abundante.

El estanque se fertilizaba periódicamente, aproximadamente cada 15 días a fin de mantener en buenas condiciones los estanques de alevinaje. Sin embargo, cuando los desoves son muchos, es difícil mantener el sistema rotativo de fertilización de estanques y muchas veces al eclosionar las crías no existe en ese momento un estanque disponible. Para estos casos se resolvió el problema utilizando una red de nylon para capturas masivas de plancton, con una boca de 1 x 1 m y 13 m de largo. La efectividad de esta red fue probada capturándose en los meses de trabajo en la presa “El Peaje” cercana a la estación, un promedio de 5 kg diarios de plancton húmedo, ya desprovisto de agua, lo cual era suficiente para las necesidades de la estación.

También fue probada la alimentación artificial de la cría, por medio de alimento balanceado, con resultados satisfactorios, aunque presentándose problemas de contaminación del agua por su descomposición.

Uno de los problemas más graves en el cultivo de crías de lobina es la disminución de la producción por canibalismo, lo cual puede ser reducido con una buena alimentación y por selección y separación por tallas. La estación cuenta para este caso con dos pilas de selección, con rejillas alternadas de diferente malla en donde son separadas las crías por talla y repartidas en diferentes estanques.

Cuando la cría alcanza una pulgada de longitud, se encuentra apta para la siembra, lo cual se realizaba periódicamente utilizando un transportador de fibra de vidrio con bombas recirculantes para su aireación.

6. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

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Arredondo, F.J.L., 1973 Especies Acuáticas de Valor Alimenticio Introducidas en México. F.I.D.E. F.A., México, D.F. 20 p.

Clemens, H.P. y K.E. Sneed, 1962 Bioassay and use of pituitary materials to spawn warm-water fishes. U.S. Fish and Wildlife Service, Washington p.2, 3, 5, 12, 13, 14, 15

Emig, J.W., 1966 Inland Fisheries Management, Cap. 44 Largemouth Bass. Alex Calhoun Editor p. 332-47

Gómez, L.F., 1971 Aspectos Limnológicos de Algunos Medios Lénticos del Altiplano. Tesis Profesional, México, D.F. UNAM. Facultad de Ciencias. p. 25-9

Kramer, H.R. y L.LL. Smith, Jr., 1960 First year growth of the largemouth bass, Micropterus salmoides (Lacépède) and some related ecological factors. p. 222-33 Reeditado en Transactions of the American Fisheries Society, April, Vol.89, No.2

Fig. 1 
Fig. 1 Captura de reproductores en los estanques de fondo inclinado
Fig. 2 
Fig. 2 Estanques circulares para reproducción de lobina negra
Fig. 3 
Fig. 3 Introducción de reproductores en los estanques

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