27. La Secretaría presentó el tema, con una reseña del informe del Grupo de Trabajo sobre Tecnología Pesquera.
28. El informe que las restricciones que limitan el desarrollo de la pesca continental son en esencia análogas a las que experimenta la pesca marina artesanal, puesto que ambas tienen planteados problemas comunes en lo que respecta a las embarcaciones y aparejos de pesca, los servicios de desembarque, almacenamiento y mercadeo, comunidades de pescadores sin organizar y difícil acceso al crédito apropiado.
29. La estrecha interacción de las diferentes fases del proceso pesquero haría resultar vanos los esfuerzos aislados, como ha ocurrido en muchos proyectos de pesca marina artesanal; será pues necesario un enfoque integral que permita a los posibles beneficiarios desempeñar una función central, puesto que es esencialmente mediante una financiación adecuada de los grupos organizados de pescadores en aguas continentales como puede lograrse el desarrollo.
30. Conviene, pues, insistir en que los países miembros preparen y ejecuten por sus propios conductos, programas de desarrollo integrado de la pesca continental (eventualmente con asistencia de la FAO) que sirvan de modelos de demostración a partir de los cuales sea posible definir las características y dimensiones de los proyectos viables, para difundir ulteriormente el esquema del desarrollo.
31. El Presidente hizo observar que las conclusiones del Grupo de Trabajo eran enteramente compatibles con las del Grupo de Trabajo sobre Recursos de la Pesca Continental. Señaló asímismo que en la región se utilizaba una considerable diversidad de tecnologías y pasó revista a los problemas especiales de la tecnología pesquera que necesitaban ser examinados por los delegados. Comprendían estos problemas, además de las cuestiones estrictamente tecnológicas, los problemas planteados por la transferencia de tecnología, la determinación de los objetivos especiales de la pesca en cada país y la adaptación de la tecnología a las necesidades y objetivos así determinados.
32. Después de un prolongado debate sobre la situación de la tecnología pesquera en los países representados se convino en que la Secretaría debería refundir las informaciones de los países miembros en un documento donde se describan la infraestructura de la pesca en aguas continentales y los recursos humanos y financieros disponibles. Se esperaba que ello excluyera la necesidad de diagnosticar de nuevo el problema en la próxima reunión de manera que pudiera dedicar plena atención a las clases específicas de asistencia necesarias para la solución de esos problemas. A ese fin se pidió a la Secretaría que proporcionara información a los gobiernos miembros sobre métodos alternativos de captura, elaboración, conservación y comercialización del pescado apropiados para la pesca en aguas continentales, como base de acción. Se pidió también a la Secretaría que procurara identificar los recursos que podrían utilizarse para colaborar con los gobiernos miembros en la ejecución de programas de acción.
33. Respecto a las recomendaciones del Grupo de Trabajo relativas a las embarcaciones y a los aparejos y métodos, el Presidente señaló que los temas 10 (b), (c) y (f) del documento COPESCAL/81/5 habían sido ya examinados y aceptados por la Comisión en el debate sobre el tema 3 del Programa. También fueron aceptadas las siguientes recomendaciones:
Desarrollar tecnologías relacionadas con el diseño y armado de aparejos a fin de conservar el recurso e incrementar la captura de especies sub-explotadas, teniendo en consideración fundamentalmente, el equilibrio ecológico del medio.
Desarrollar estudios para evaluar y mejorar la eficiencia de las embarcaciones pesqueras, a fin de determinar los requerimientos técnicos principales que deben reunir las mismas, en relación directa al medio de trabajo, aparejos a usarse y especies a explotarse.
Estandardizar la terminología y especificaciones técnicas empleadas en las artes y métodos de pesca, por los países miembros de la COPESCAL con la finalidad de permitir un mejor intercambio de información técnica.
34. Las recomendaciones del Grupo de Trabajo sobre manipulación, elaboración y mercadeo, fueron también consideradas apropiadas y generalmente aceptables. Se acordó, sin embargo, que la recomendación 11 (b) fuera examinada de nuevo en relación con el tema referente a la capacitación.
35. La recomendación de que se estudie la posible utilización de residuos de pescado suscitó un debate considerable entre los delegados. Mientras que algunos describieron las situaciones en que existían buenas oportunidades para la utilización local de residuos pesqueros, otras delegaciones estimaron que, las más de las veces, la dispersión de la pesca en aguas continentales y las pequeñas cantidades de residuos disponibles en cualquier lugar excluían la utilización económica de éstos.
36. También se puso de relieve que la acuicultura proporciona algunos de los medios más prometedores de utilizar desechos de pescado y residuos de la elaboración de pescado; se acordó inscribir de nuevo estas recomendaciones en el tema del Programa referente a la acuicultura.
37. Las siguientes recomendaciones acerca de los estudios socioeconómicos en relación con la organización y desarrollo de la pesca en aguas continentales fueron consideradas como el centro de todas las demás y se convino en que estas recomendaciones particulares deberían llevarse a efecto:
Pedir a la COPESCAL iniciar estudios socio-económicos de aspectos referidos a la relación integracional de los diferentes grupos humanos, con miras a determinar conceptos para el desarrollo de organizaciones cooperativas y/o auto-ayuda para el aprovechamiento pesquero en beneficio mutuo de consumidores y productores.
Estudio de posibilidades de integrar esfuerzos de países vecinos en proyectos multinacionales pesqueros y cooperación técnica efectiva sobre todo en regiones de condominio.
Pedir a la COPESCAL encaminar las recomendaciones necesarias a los países miembros, en la necesidad de centralizar el aprovechamiento racional del recurso en un ente estatal con el debido respaldo económico, autonomía de gestión y capacidad de decisión, con el objeto de coordinar las acciones necesarias con todos los organismos que desarrollan actividades en este campo trazando estrategias apropiadas para una política pesquera coherente.
