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2. INFORME SOBRE EL ESTADO DE LA ACUICULTURA EN LA REPUBLICA ARGENTINA

por

Lic. Miguel de Lourdes Baiz
Jefe, Centro de Salmonicultura Bariloche (DNPC)
Prof. de Acuicultura y Piscicultura I (ESB)
Universidad Nacional de Comahue
Casilla 27, 8400 San Carlos de Bariloche, RN

2.1 Historia de la acuicultura en la República Argentina

Las primeras actividades tuvieron lugar en las últimas décadas del siglo pasado y fueron iniciativas privadas. Se introdujo la carpa común en Tucumán, Córdoba y San Luis, extendiéndose luego a otras provincias. También se importaron lotes de ostras y uno de huevos de trucha arco iris desde Francia, que no prosperaron por haber sido destinados a ambientes inapropiados.

En 1903 se inicia la acción oficial en materia de piscicultura con la llegada al país del técnico norteamericano John Titcomb quien recorrió varias regiones, principalmente la cuenca del río Limay, explorando y evaluando la capacidad de los ambientes acuáticos como receptores de salmónidos. En diciembre de dicho año construyó unas precarias instalaciones alimentadas por un manantial de aguas cristalinas, con temperatura constante de 9°C y un flujo de 500 litros por minuto. En este lugar, ubicado en las cercanías del nacimiento del río Limay, en el lago Nahuel Huapi, finalizó su incubación la primer partida de huevos de salmónidos importada desde EE.UU. y Europa, que llegó en abril de 1904.

Hasta 1910 se sucedieron un total de 8 introducciones de diferentes especies de los géneros Salmo, Salvelinus, Oncorhynchus y otros peces como el “white fish”, que no prosperó. Los salmones del Pacífico fueron distribuidos en aguas de las vertientes patagónicas atlánticas y aparentemente no se aclimataron. Para tal fin se construyó una estación de piscicultura en la provincia de Santa Cruz que funcionó hasta 1913. Los demás salmónidos tuvieron como destino instalaciones para incubación y alevinaje, la mayoría precarias y de caracter temporal, ubicadas en La Cumbre y Alta Gracia (Córdoba), Río Cicerone (Tucumán), estación Nahuel Huapi, Bariloche (Río Negro) y otras.

E. Tulian, uno de los técnicos encargado del traslado de las remesas mencionadas desde el hemisferio norte, consiguió en 1906 el primer desove y fecundación artificial de la trucha de arroyo (Salvelinus fontinalis) en Bariloche y del pejerrey (Basilichthys bonariensis) en la laguna de Chascomus (Buenos Aires); manteniéndose desde entonces la producción y distribucción de este importante aterínido autóctono en la mayoría de los ambientes acuáticos templados del país, principalmente en los embalses construidos para riego o producción de energía eléctrica.

La piscicultura del río Cicerone desde 1910 a 1930, año de su cierre definitivo, fue la principal productora de trucha arco iris mientras que la estación Nahuel Huapi se especializó en trucha de arroyo.

Al poco tiempo de introducidas se comprobó la naturalización de las truchas de arroyo, marrón y arco iris en la cuenca del río Limay; manteniéndose permanentes tareas de repoblamiento con Bariloche como centro. En 1922 se comprobó la aclimatación de Salmo salar sebago en el lago y río Traful (Neuquén) y en 1971 la de Salvelinus (Cristivomer) namaycush en lago Argentino (Santa Cruz).

Por otro lado continuaron aisladamente las experiencias de introducción de ostras europeas en el litoral marítimo de Buenos Aires y Río Negro, sin tener en cuenta la existencia de especies argentinas con buenas posibilidades, abandonándose los intentos hacia 1928.

En 1932 y debido a su limitada capacidad de producción, se trasladó la estación Nahuel Huapi a un terreno de 20 ha ubicando a 11 km de la ciudad de San Carlos de Bariloche. A partir de entonces el denominado “Vivero de Salmónidos” comenzó a aumentar paulatinamente su producción de huevos embrionados de Salmo gairdneri, S. salar sebago, S. fario y S. fontinalis, hasta constituirse en el principal centro abastecedor del país, contribuyendo a la expansión y aclimatación de salmónidos en 15 provincias argentinas y países limítrofes.

Hacia 1932 se introdujeron desde Chile S. salar sebago, S. fario y S. gairdneri. Estas introducciones afianzaron a las dos primeras especies en la Patagonia norte, mientras que con arco iris se intentó poblar el recientemente formado embalse del río III en Córdoba.

En 1937 comienza a funcionar el centro de piscicultura “Embalse”, encargado de repoblar con pejerrey el embalse del río III y otros del noroeste argentino. Con este motivo la Dirección Nacional de Pesca transfiere en 1938 la estación hidrobiológica de Chascomus, hasta ese momento única productora de pejerrey, a la provincia de Buenos Aires.

En 1942 se crea el centro de piscicultura “Río Limay” en Plottier, Neuquén, con el fin de obtener la reproducción artificial de la perca: Percichthys sp. y del pejerrey patagónico: Basilichthys microlepidotus, y mantener niveles adecuados de población en el lago Pellegrini y otros ambientes propicios para dichos peces autóctonos. Al igual que Embalse, cuenta con instalaciones para recibir huevos de salmónidos desde Bariloche y atender a las necesidades de la provincia del Neuquén. En 1945 surge la estación de piscicultura “Sierra de la Ventana” en el sur de la provincia de Buenos Aires, como auxiliar del Vivero de salmónidos Bariloche y del Centro de Plottier a efectos de facilitar la siembra de los arroyos serranos de la zona.

La actividad privada se inicia en 1925 con la creación del Vivero de Yala en Jujuy, dejando de funcionar al poco tiempo y siendo reactivado muchos años después por el gobierno provincial, siendo utilizado actualmente para el mantenimiento de los stocks de trucha arco iris en el noroeste argentino con una producción anual cercana a los 400 000 huevos. Hay que esperar más de 40 años para que surja una truchicultura comercial y ello ocurre en Pilar, a 50 km de la capital federal. Esta instalación es alimentada con aguas subterráneas obtenidas por bombeo y con elevados costos de funcionamiento por la necesidad de enfriar y oxigenar el agua, cesando su producción al cabo de 15 años. Este establecimiento se caracterizó por importar ovas desde Dinamarca, Alemania y EE.UU., además de adquirirlas en Bariloche y, por ser el primer exportador a Brasil y Venezuela de pequeñas partidas enfriadas. El 80 por ciento de su producción era consumida en restaurantes de Buenos Aires. Proveyó de huevos y permitió la formación de planteles de reproductores en varios criaderos, incluyendo al de Bariloche. Posteriormente surgieron establecimientos comerciales en Jujuy, Río Negro y Neuquén.

El vivero de salmónidos, que desde 1971 pasó a denominarse “Centro de Salmonicultura Bariloche”, es el más importante centro productor y distribuidor de salmónidos a lo largo y ancho del extenso territorio argentino, principalmente de trucha arco iris que se ha afincado en todas las aguas cordilleranas, serranas y en muchos cuerpos de agua artificiales. Resultan libres de salmónidos la cuenca parano-platense y parte de la mediterránea endorreica. La naturalización se ha verificado en todos los ambientes patagónicos y en algunos de las demás regiones, por lo que es necesario un continuo repoblamiento. Los elevados gastos que esto ocasiona se ve ampliamente compensado por la indudable importancia pesquero-deportiva que han adquirido. En las provincias patagónicas y en los parques nacionales de sur los salmónidos constituyen un gran atractivo turístico, congregando pescadores de otras zonas del país y del extranjero.

El desarrollo de las líneas aereas de cabotaje ha simplificado y facilitado la distribución de huevos y alevines. En los últimos 15 años se construyeron instalaciones estatales en casi todas las provincias con ambientes trucheros, que iniciaron su funcionamiento y la mayoría continúa como auxiliares del centro nacional de Bariloche. Por tal razón, este ha debido incrementar su producción para satisfacer la creciente demanda, alcanzando en 1982 los 7 000 000 de huevos, siendo el 90 por ciento de trucha arco iris.

Desde su creación a principios de siglo hasta mediados de los años setenta, los servicios nacionales de pesca y piscicultura trabajaron en el ámbito de la Secretaría de Agricultura y Ganadería, no logrando un adecuado apoyo y el consiguiente desarrollo. Esto era de esperar en un país que basa su economía productiva en la explotación agrícola-ganadera y su dieta protéica en el ganado vacuno. Pero desde 1976, con la creación de la Secretaría de Intereses Marítimos y de la Subsecretaría de Pesca se han dado condiciones favorables para el desarrollo de las actividades pesqueras y de la acuicultura. La Dirección Nacional de Pesca Continental se ocupa de la promoción de la piscicultura en aguas continentales, contando con 4 centros de piscicultura y 3 de investigación.

El Instituto Nacional de Investigaciones y Desarrollo Pesquero (INIDEP), con sede en Mar del Plata y también dependiente de la Subsecretaría de Pesca, que se ocupa de la investigación integral de los recursos marinos mediante su estudio biológico y evaluación, ha iniciado actividades de acuicultura continental mediante un Centro de Investigaciones creado a orillas del nuevo embalse de Salto Grande, sobre el río Uruguay.

Con referencia a la acuicultura marina, el cultivo de camarones marinos argentinos fue iniciado por el INIDEP en forma experimental mediante cultivos en laboratorio, sin alcanzar aún la etapa de producción masiva. La piscicultura de especies marinas todavía no ha comenzado.

El cultivo de moluscos no ha alcanzado el nivel de explotación comercial. En el Instituto de Biología Marina y Pesquera “Almirante Storni”, que funciona desde 1974 en San Antonio Oeste (Río Negro), mediante convenio entre dicha provincia y la Universidad Nacional de Comahue, se realizan programas de investigación sobre captación y crecimiento de la vieira Chlamys tehuelchus, mejillón Mytilus platensis y ostra Ostrea puelchana, a nivel de cultivos experimentales a pequeña escala para las dos primeras y de cultivo pre-industrial en el caso de las ostras. Interviene en parte, por convenio, el INIDEP. Participan 7 profesionales y 2 técnicos. El Centro Nacional Patagónico, ubicado en Puerto Madryn (Chubut) y dependiente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, lleva a cabo desde 1978 proyectos de investigación básica y aplicada sobre cultivo de M. platensis, M. chilensis (mejillón), Aulacomya ater ater (cholga), Ch. tehuelchus (vieira), O. puelchana (ostra), Pododesmus rudi (falsa ostra) y Ameghinomya antiqua (almeja rayada). Además se investiga sobre Octopus lobensis (pulpito) y cultivo del alga Gracilaria verrucosa. Participan 12 profesionales, 3 becarios y 5 técnicos.

En la actualidad desarrollan actividades acuícolas centros o instituciones que dependen de la Subsecretaría de Pesca de la nación, de la Subsecretaría de Ciencia y Técnica de la nación, de universidades nacionales y de estados provinciales, a saber: Direcciones Generales de Pesca y Recursos Marítimos en las provincias patagónicas y Direcciones o Departamentos de Recursos Naturales Renovables en las demás provincias.

2.2 Instalaciones, superficies en cultivo y producción

Con referencia a la truchicultura se encuentran funcionando 24 establecimientos de los cuales 11 son oficiales y 13 privados. En proyecto o diferentes etapas de construcción: 10 criaderos. La producción anual se estima en 250 t de truchas frescas o ahumadas de 200 a 250 g de peso y 11 millones de huevos embrionados. La superficie destinada a cultivo intensivo se estima en 15 000 m2, mientras que la destinada a cultivo extensivo no se ha calculado. El personal que presta servicios en los diferentes criaderos está constituido por 7 profesionales, 11 técnicos y 100 paratécnicos y peones.

Del cultivo del pejerrey B. bonariensis se ocupan 8 establecimientos oficiales, encontrándose 3 proyectos de construcción en ejecución. La producción anual varía entre 15 y 20 millones de huevos, siendo los alevines resultantes en su totalidad destinados al repoblamiento. Trabajan en esta área 3 profesionales, 3 técnicos y 22 paratécnicos.

Dos centros nacionales cultivan experimentalmente y un tercero a nivel de producción pre-industrial, al bagre negro o de arroyo: Rhamdia sapo. De esta actividad se ocupan 8 profesionales y 8 paratécnicos.

Un centro oficial se ocupa del cultivo de Percichthys sp. (perca) y de B. microlepidotus (pejerrey patagónico).

Una piscicultura privada cultiva comercialmente Carassius auratus, utilizando 400 m2 de estanques, empleando un profesional y 6 paratécnicos y produciendo 80 000 ejemplares por año.

Un centro nacional ha realizado cultivo experimental de la boga (Leporinus obtusidens), y dos establecimientos realizan cultivos experimentales de ranas.

2.3 Disponibilidad de personal para el desarrollo de la acuicultura

Actualmente la disponibilidad de personal capacitado en alguna rama de la acuicultura se dá a nivel de técnicos en piscicultura, en virtud de la existencia de la carrera corta: “Tecnología en Acuicultura (Orientación Piscicultura) y Pesquería”, dictada en la Escuela Superior de Biología de la Universidad Nacional del Comahue.

El personal que actualmente se desempeña en la actividad totaliza 207 agentes. Esa cifra comprende al perteneciente a dependencias o centros de investigación y producción, tanto oficiales como privados, no considerándose los que trabajan en los organismos centralizados nacionales o provinciales. Los cargos jerárquicos en estos son ocupados por ingenieros agrónomos, médicos veterinarios, licenciados en biología o idóneos, secundados por agentes administrativos y de maestranza de diversas categorías. Del total de los 207 mencionados, el 69 por ciento (142) son paratécnicos y peones sin formación técnica. Muchos de ellos acumulan experiencia práctica por los años de labor. Los más idóneos ejercen jefaturas de criaderos, contándose en la actualidad con 12 en esta situación. Poco a poco van siendo remplazados por técnicos universitarios. El 31 por ciento (65) restante se dividen en profesionales (21 por ciento - 44), y técnicos (10 por ciento - 21). De los primeros la mitad son investigadores de los dos centros de acuicultura marina mencionados, que también ocupan en esa área específica el 33 por ciento de los técnicos. Como saldo quedan 36 profesionales y técnicos que se desempeñan en los centros de piscicultura de aguas continentales.

No existen servicios de extensión piscícolas ni personal específicamente formado. Dicha actividad es ejercida por cada departamento o dependencia en particular. Según los casos comprende charlas ilustradas con diapositivas en escuelas o clubes de pesca, visitas guiadas a los criaderos, informaciones de prensa, asesoramiento a los productores o a interesados en iniciarse en la cría de peces, facilitando huevos o alevines, etc.

La carrera universitaria mencionada, cuyo asiento es la ciudad de Bariloche, se originó a partir del convenio suscrito entre la Dirección Nacional de Pesca Continental y la Universidad Nacional del Comahue. Otorga el título de Técnico en Piscicultura y Pesquería tras cumplir cinco cuadrimestres de estudio, en los que se deben cursar y aprobar 16 asignaturas teórico-prácticas, 2 cursos de inglés y 100 horas de tareas de campo, que se realizan en el Centro de Salmonicultura Bariloche en su mayoría. Hasta la fecha han egresado 23 técnicos argentinos y uno de nacionalidad panameña. De los primeros, 9 se incorporaron a la actividad pública, 8 a la privada y 6 no trabajan, cumplen con obligaciones militares o siguen otros estudios. Se encuentran cursando estudios alrededor de 40 estudiantes argentinos, 2 panameños, un ecuatoriano y un chileno. Se espera poner en marcha en el presente año un plan de estudio de 6 cuadrimestres con varias modificaciones en el curriculum. Entre ellas se preve implementar asignaturas como: “Práctica de Piscicultura”, “Extensión Acuícola” y “Principios de Economía en Acuicultura”. Es propósito de la Universidad ampliar y afianzar la integración con otros países latinoamericanos, para contribuir a la formación de recursos humanos técnicos capacitados para manejar cultivos piscícolas intensivos, en especial de salmónidos. Para ellos espera contar con la colaboración de la Oficina Regional de FAO, y de organizaciones como ALA y SELA.

2.4 Estimas de inversión para el desarrollo de la acuicultura

No hay estimaciones de la inversión privada en el sector ni de los montos que destina el erario público para el desarrollo de la acuicultura. Cabe mencionar que existen líneas de crédito que ofrecen los bancos de Neuquén y Río Negro para construir y operar criaderos de truchas en sus respectivas provincias.

2.5 Planes de desarrollo

Existen planes para el desarrollo de la piscicultura en varias provincias. Todos ellos incluyen a corto plazo la construcción de sistemas de cultivo intensivo para salmónidos y algunas instalaciones para Aterinicultura. Por su interés y por los esfuerzos volcados en el fomento de la actividad truchícola, mediante grupos familiares y granjas piscícolas rurales, se debe mencionar a Neuquén. Río Negro es otra provincia que está brindando asesoramiento y facilidades para la instalación de criaderos comerciales.

Otros proyectos se refieren a estudios ecológicos en determinados ambientes acuáticos, con el fin de optimizar su aprovechamiento pesquero. Son escasos los proyectos referentes a metodologías y tecnología de cultivos.

Existen proyectos concretos en desarrollo con cierta garantía de apoyo económico, en el campo de los cultivos marinos, principalmente de moluscos. Salvo un caso, aún no han alcanzado la etapa de cultivo preindustrial. La Dirección Nacional de Pesca Continental ha elaborado un Plan Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero Continental que incluye proyectos en relación a la acuicultura, que se van cumpliendo parcialmente.

2.6 Acuerdos de colaboración con asistencia exterior

Como ejemplo de acuerdos de colaboración y asistencia técnica con otros países cabe mencionar el existente entre la provincia de Neuquén y el Gobierno de Japón, que ha permitido viajes de estudio a profesionales neuquinos a dicho país, y la visita de técnicos japoneses en funciones de asesoramiento. Asimismo, la Comisión Técnica de aprovechamiento del Paraná Medio ha recibido asesoramiento de piscicultores rusos. En otros aspectos la asistencia externa es prácticamente nula. En el futuro próximo debe contemplarse una asistencia técnica más completa en las áreas de formación de recursos humanos, extensión, piscicultura rural, ictiopatología y asistencia económica para la modernización de infraestructura y equipamiento de los criaderos nacionales.

2.7 Resumen de los principales problemas

Los principales problemas que dificultan el desarrollo de la acuicultura serían:


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