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PLANIFICACION NACIONAL DE LA ACUICULTURA

La sesión dedicada a la planificación nacional de la acuicultura comenzó con una presentación del Dr Ackefors (Suecia).

Se describió el estado actual de la acuicultura en Suecia y se dió una explicación precisa acerca de los planes para promover el desarrollo de esta actividad con el fin de lograr producir pescado y mariscos con objeto de reducir las importaciones. Suecia es el mayor importador por habitante de productos pesqueros.

El método multidisciplinario incluye estudios relativos a factores y temas de economía, tecnología y biología que son importantes para la aplicación de la acuicultura, así como las repercusiones sociales y económicas de la industria. Se está tratando de poner al descubierto las restricciones a la producción y al mercadeo así como las de carácter jurídico y ambiental.

La promoción de la acuicultura requiere apoyo administrativo, préstamos financiados por el Estado, estaciones de cría, investigaciones, capacitación, etc. Los informes incluyen un gran número de propuestas que se pueden agrupar en las cuatro categorías siguientes:

  1. Técnicas de cría y especies
  2. Mercadeo y aspectos económicos
  3. Medidas administrativas y de organización
  4. Investigaciones y capacitación

El Dr Fujiya (Japón) habló a continuación acerca de la planificación nacional en el Japón para el desarrollo de la pesca de litoral, incluida la acuicultura. El orador indicó que los japoneses cuentan con una larga tradición de acuicultura intensiva y que, debido a ello, actualmente se está haciendo hincapié en el desarrollo de sistemas extensivos.

Se explicaron diversos sistemas o técnicas de cría destacándose en especial el desarrollo de la explotación piscícola y de las granjas oceánicas con el apoyo de proyectos de investigación. La meta final del Gobierno japonés es poner en aplicación un plan global de desarrollo del litoral para obtener una producción estable, y para ese fin en 1982 se asignaron casi Yen 42 000 millones (US$ 200 millones).

La tercera presentación corrió a cargo del Sr Wijkstrom, del ADCP. El orador explicó cómo se había llevado a cabo en Jamaica un proyecto del ADCP de formulación de principios en el sector de la acuicultura. Para ese proyecto se estableció un censo de acuicultores, así como de las instalaciones de acuicultura disponibles. Se analizó el potencial de cría de especies y se efectuó un estudio de mercado. Se constituyeron grupos de trabajo específicos para ocuparse de la disponibilidad de fertilizantes, alimentos, etc. Como parte de la formulación de los principios generales, se definieron las unidades típicas de producción y se hizo una descripción de cada una de ellas con inclusión de un análisis microeconómico. Se calcularon los costos públicos de desarrollo y el volumen posible de la producción acuícola futura y se evaluaron los efectos probables de las unidades típicas de producción acuícola sobre el empleo, la disponibilidad de divisas y el suministro de alimentos.

Se analizaron y definieron las políticas que debería adoptar el Gobierno para incrementar la acuicultura. Con respecto a la aplicación de esa política, se definieron las funciones de diferentes instituciones como las universidades, las oficinas de pesca y las oficinas de planificación nacional.

Después de las presentaciones, el debate puso en evidencia una falta de apoyo a los planes de desarrollo de la acuicultura por parte de los niveles superiores de las administraciones públicas. En algunos casos los planes de desarrollo de la acuicultura ni siquiera se incluyen en los planes generales de desarrollo. En realidad, en muchos países no existe plan alguno nacional de acuicultura. En otros casos, como en Hawai, se cuenta con un respaldo político al más alto nivel para la formulación de una política y el establecimiento de un plan de acuicultura.

Se mencionaron otros problemas, como los cambios constantes de personal en las etapas de planificación y ejecución en los países en desarrollo. La opinión general era que en la próxima Conferencia Mundial de Pesca se debería informar a los ministros acerca de estos problemas.

Se insistió en la diferencia fundamental entre la formulación de una política y la planificación. La planificación es más concreta, señala las actividades que se han de realizar y plazos para realizarlas. En el caso de Jamaica, se establecieron unas medidas generales junto con unos planes a corto plazo en los que se especificaban diversas actividades concretas. El caso de Suecia, que se describió ante el Grupo de Trabajo como otro ejemplo, debería considerarse preparatorio de la actividad de elaboración de una política.

Se convino en que sería útil disponer de un manual de formulación de políticas y planificación. Muchos países carecen de políticas bien concebidas. El manual debería tratar de todas las fases de formulación de una política y de la planificación.

Un problema crucial es a menudo el de pasar de una política general a la determinación y selección de actividades específicas. La acuicultura, en este caso, debería aprender de actividades mejor establecidas como la pesca de captura y la agricultura.

La aplicación ulterior del plan suele constituir otro problema. Es necesario comprender plenamente el marco para la adopción de decisiones. Los especialistas en acuicultura y las administraciones deberían proceder al acopio y análisis de datos, y a poner los resultados en conocimiento de los órganos de decisión. Se debe recabar el apoyo público. Si se obtiene, se debe señalar a la atención de los órganos de decisión, con inclusión de las autoridades de planificación competentes.

Se insistió en que los expertos extranjeros no debían tratar de hacer una selección entre las prioridades de un país determinado. Sin embargo, los gobiernos necesitan orientación para saber si han de emprender o no el desarrollo de la acuicultura. Se explicó el caso de Filipinas en el que el desarrollo de la acuicultura había perjudicado, en algunos casos, la pesca de captura, como resultado de la destrucción de manglares para crear estanques y la construcción extensiva de jaulas en los lagos. Por consiguiente, conviene tomar en consideración los aspectos ecológicos. Se requieren equipos multidisciplinarios que incluyan sociólogos y ambientalistas para evitar resultados como los producidos en Filipinas. Muy a menudo los consultores no conocen los aspectos sociales, económicos y políticos de un país determinado. Se citaron casos en que los planes elaborados para un país se utilizaron para otros sin tomar en consideración las diferencias entre ellos.

Se identificaron tres niveles diferentes de planificación y desarrollo de la política: el de los políticos, los encargados de la planificación y los técnicos. Con el fin de obtener un desarrollo armonioso, es necesario que haya un intercambio de información en ambos sentidos entre todos los niveles. La función de la FAO debería consistir en ayudar a los países a dilucidar los procesos por medio de los cuales se mantiene esa corriente de información, ayudarles a formular los planes y prestarles asistencia en la determinación de las actividades de inversión. Estas últimas se suelen llevar a cabo con demasiada precipitación sin una investigación suficiente de la situación local. Se señaló también que se presta muy poca asistencia para la capacitación de los planificadores técnicos de acuicultura, con excepción de la impartida en los centros regionales. Se advirtió que, hasta ahora, los gobiernos a que ha prestado ayuda el ADCP para establecer su política son los que ya habían asumido un compromiso de desarrollar la acuicultura. Un equipo de las Naciones Unidas, como el del ADCP, tiene cierta ventaja para mantener la objetividad. Más conviene que esos equipos trabajen con equipos homólogos nacionales de nivel técnico a tiempo completo y de la Oficina de Planificación que estén al corriente de los problemas locales y puedan seguir así el proceso una vez que se haya marchado el equipo.

Dentro de un mismo país las diferencias regionales pueden ser considerables. En Brasil el pescado de mar es muy caro debido al elevado costo de la energía. En algunas zonas la acuicultura contribuiría a reducir el precio del pescado, pero las posibilidades de desarrollo de la acuicultura varían considerablemente entre las tres regiones principales del país.

Recomendaciones

  1. La asistencia técnica que se preste para la formulación de una política en el sector de la acuicultura debe ser multidisciplinaria e incluir los aspectos sociales y ambientales además de los técnicos y económicos. Esa asistencia debería ir acompañada de una participación nacional y ser de tal magnitud y duración que permita examinar las políticas propuestas con planificadores y responsables de las decisiones del sector público, así como con el sector privado. Conviene asegurarse de que existen unos arreglos institucionales que facilitarán la actualización oportuna y la aplicación de los principios adoptados.

  2. La FAO debería preparar un manual sobre formulación de medidas políticas y planificación en el sector de la acuicultura para que sirviera de orientación a los gobiernos deseosos de desarrolloar o mejorar el sector acuícola. En el manual se deberían dar pautas a los planificadores en lo que se refiere a los factores ambientales y sociales, así como ejemplos de los arreglos institucionales necesarios para lograr la actualización y aplicación de las medidas adotadas.

  3. En la Conferencia Mundial sobre Ordenación de la Pesca (fase de establecimiento de principios) se debería destacar la necesidad de una formulación y planificación de la acuicultura al más alto nivel, especialmente en países en los que la acuicultura no está todavía bien asentada.

  4. Además de organizar cursos técnicos de acuicultura, se deberían dar cursillos a acuicultores sobre el establecimiento de los principios generales y la planificación, y a planificadores sobre acuicultura y su importancia como una actividad económica para el suministro de proteínas.


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