Foro Global sobre Seguridad Alimentaria y Nutrición (Foro FSN)

Tal como afirma la FAO, “la educación nutricional, aunada a un entorno que promueva la adopción de prácticas alimentarias saludables, mejora los hábitos alimentarios de las familias, incluyendo la selección, compra, preparación, distribución y uso de los alimentos en el hogar.

Desde Fundación Educacional, una Organización de la Sociedad Civil (OSC), llevamos educación alimentaria a las escuelas de Argentina desde el año 2007. Somos un equipo interdisciplinario de profesionales de la salud, la nutrición, la psicología, la docencia y la comunicación que ve a la escuela  como un lugar clave para hacer promoción de la salud y prevención de enfermedades. Gestionamos nuestros propios recursos y trabajamos de manera articulada con los sectores público y privado para llegar de manera gratuita a escuelas urbanas, suburbanas y rurales con mensajes de salud.

En un clima de apertura y empatía, brindamos información científica en lenguaje sencillo adaptado a cada edad, nivel cognitivo y contexto sociocultural. Al escuchar a alumnos, padres y docentes; debatir juntos y luego trabajar “llevando el saber al hacer” a través de una actividad didáctica, vivencial y lúdica, brindamos la posibilidad de aprender a construir más salud. Sostenemos que cuando una persona cuenta con los conocimientos y con la motivación adecuada es más probable que se produzca el cambio deseado, aquel que lo acerque a una mayor calidad de vida y bienestar.

Como barreras notamos que la escuela aborda la enseñanza del cuidado de la salud de modo parcial e insuficiente. El escaso conocimiento de los maestros y la falta de estrategias y recursos didácticos efectivos se suman a la asimetría en el acceso a la información de muchas familias. Esto puede derivar en la práctica de hábitos inadecuados que conducen a Enfermedades Crónicas. En Argentina, el 60% de los escolares es sedentario y el 40% padece sobrepeso.

A través de nuestros programas de educación alimentaria llegamos a toda la comunidad educativa. Capacitamos a los docentes y entregamos materiales como guías, cuadernillos, pósters y juegos para facilitar el aprendizaje de temas que resultan poco interesantes y abstractos para los alumnos.

Incluimos a los padres, para dar continuidad en los hogares a la tarea que se inicia en la escuela, haciéndoles llegar por medio de los niños, información y recomendaciones accionables según las posibilidades de cada uno. Así, las familias comienzan a hablar y a dar prioridad a temas relacionados a la alimentación y al cuidado de la salud. También invitamos a docentes de todas las aéreas de la educación a participar del proyecto.

Los alumnos preparan ferias y muestras de nutrición, crean recetarios, cocinan, prueban alimentos nuevos, llevan frutas para comer durante los recreos. Se promueve el armado de huertas en las escuelas y en los hogares como una forma de obtener algunas frutas y verduras a bajo costo. En algunas escuelas rurales, los alumnos producen su propio compost a partir de residuos orgánicos, cuidan la huerta y luego consumen en el comedor escolar lo que producen. En este ámbito, hemos capacitado al personal de cocina para el óptimo aprovechamiento de los recursos con los que cuentan.

Con nuestros programas, talleres para alumnos, capacitación docente y conferencias para padres hemos trabajado en 10 provincias argentinas en escuelas públicas, privadas y rurales,  adaptando cada contenido a las costumbres y a la disponibilidad del lugar. Más de 340.000 niños y sus familias han participado de nuestras acciones educativas.  Han sido capacitados 15.000 docentes transformándose en agentes de salud en 1.050 escuelas. Nuestro sueño es “pintar” todo el mapa de Argentina con mensajes saludables para prevenir enfermedades relacionadas a la alimentación y a los estilos de vida.

Trabajar desde edades tempranas en la promoción de la salud y la prevención de enfermedades, favorece la adquisición de conductas que se mantendrán a lo largo de la vida.  Se previenen enfermedades crónicas no transmisibles y se empoderan a las familias para que sean protagonistas del cuidado de su propia salud. Creemos que la educación alimentaria y nutricional ayuda a achicar la brecha existente y a expandir conocimientos de alumnos, docentes y padres, impactando de manera positiva en la comunidad en su conjunto.  Una mejor educación se traduce en más salud y en mejor vida.