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Queridos colegas,
Para empezar me gustaría agradecerles los interesantes aportes que han ido surgiendo en este foro de debate.
Creo que para poder debatir sobre agroecología y seguridad nutricional es importante definir qué es lo que entendemos por dichos términos, es decir ¿de qué hablamos cuando hablamos de Agroecología? Mi enfoque se realiza bajo la comprensión de la agroecología como teoría y como práctica, cuyo objetivo es incrementar la sostenibilidad de los sistemas agrarios. Según Altieri (1999) “la agroecología es una disciplina que provee los principios ecológicos básicos para estudiar, diseñar y gestionar agrosistemas que sean productivos y conservadores de los recursos naturales, y que también sean culturalmente sensibles, socialmente justos y económicamente viables”. Para ello se fundamenta en tres pilares básicos que son el aspecto ecológico, el social y el económico (Francis et al., 2003), combinando disciplinas que abarcan desde las ciencias sociales y económicas, a la ecología y la agronomía.
La crisis ambiental y socioeconómica de la agricultura industrializada a escala global ha llevado a la aparición de la Agroecología como enfoque teórico y metodológico que tiene como objetivo aumentar la sustentabilidad agraria desde una perspectiva ecológica, social y económica (Francis et al., 2003).
Actualmente, la Agroecología tiene dos unidades básicas de análisis e intervención: el agroecosistema y el sistema agroalimentario. No obstante, el agroecosistema como unidad de análisis y transformación es insuficiente para encarar los fuertes problemas de insustentabilidad de la agricultura actual, ya que ésta se desarrolla en un contexto socioeconómico, normativo y político determinado que condiciona en gran medida las posibilidades reales de transformación de los agroecosistemas a niveles de mayor sustentabilidad. Por ello, a la hora de abordar esta cuestión desde el punto de vista de la Agroecología se considera no sólo el “agroecosistema” como unidad de análisis, sino también al “sistema agroalimentario” como un todo (Gliessman, 2013).
La propuesta agroecológica sin embargo, pasa por analizar no sólo lo que ocurre a nivel productivo o ecológico en una finca, sino ha hacer un análisis más complejo (y completo) del sistema agroalimentario, cuya regulación y control ha pasado en los últimos 20 años a estar cada vez más en manos de grandes multinacionales en detrimento de los estados-naciones (Sevilla Guzmán et al., 2012). Consideramos además que para poder entender y analizar el sistema agroalimentario es necesario tener en cuenta la historia y las relaciones de poder (a todos los niveles, ya sea a escala global, local o individual) que operan, situando el análisis en el contexto histórico-político y cultural al que pertenece.
Unos de los aspectos vinculados a la agroecología y que tienen especial relevancia en este call, es la lucha por la soberanía alimentaria. Este término fue introducido en 1996 por la Vía Campesina (en la Cúpula Mundial sobre la Alimentación de la FAO, en Roma) y consiste en “el derecho de todos al acceso regular y permanente de alimentos de calidad y en cantidad suficiente, sin que se comprometa el acceso a otras necesidades, teniendo como base las prácticas alimentarias fomentadoras de la salud que respeten la diversidad cultural y que sean social, económica y ambientalmente sostenibles” (Vía Campesina, 1996).
Así, la soberanía alimentaria defiende un modelo de producción y consumo ligado a la proximidad y a la temporalidad de los productos. Reconoce derechos por parte del campesinado sobre sus medios de producción, y de los países respecto a sus políticas agrícolas y alimentarías, en especial el derecho a defenderse de las importaciones alimentarias subvencionadas.
La soberanía alimentaria se basa en 4 ejes fundamentales:
1) Derecho a la alimentación: Promover la adopción de políticas de alimentación y agricultura con un enfoque basado en derechos. Para implementar completamente el derecho a la alimentación adecuada, todas las personas necesitan tener acceso físico y económico a cantidades suficientes de alimentación inocua, nutritiva y culturalmente aceptable y a recursos para la producción de alimentos, incluidos acceso a tierra, agua y semillas.
2) Acceso a recursos productivos: Promover el acceso continuo de los productores/as de pequeña escala, pastores/as, pescadores/as artesanales y pueblos indígenas al uso sostenible de sus tierras, aguas, recursos genéticos y otros recursos naturales utilizados para la alimentación y producción agrícola, y a compartir equitativamente los beneficios derivados de su uso.
3) Enfoque agroecológico de la producción: Promover modelos agroecológicos familiares y comunitarios de producción de alimentos, en la práctica y a través de políticas, investigación y desarrollo, a fin de ayudar a garantizar la seguridad alimentaria de los pueblos por medio de la gestión sostenible de agroecosistemas locales para la producción de alimentos predominantemente para mercados locales. Desde diferentes organizaciones se promueve cada vez más el enfoque
agroecológico de la producción como una respuesta eficaz a la inseguridad alimentaria y de medios de vida, principalmente pero sin carácter exclusivo, de productores/as familiares y comunitarios de todo el mundo.
4) Comercio y mercados locales: Prioridad de la producción agrícola local para alimentar a los pueblos localmente. Promover políticas de comercio equitativas que permitan a las comunidades y a los países la producción de cantidades suficientes de alimentos inocuos y seguros. Políticas de precios para que éstos estén vinculados a los costos de producción, así como derecho de los países a protegerse de importaciones agrícolas y de alimentos tasados por debajo de su valor (dumping).
Creo que los programas de desarrollo basados únicamente en la productividad han demostrado ampliamente su ineficacia y muchas veces han sido contraproducentes. Integrar una visión social en ellos es fundamental. Los programas han de estar basados en un enfoque multidisciplinar donde se tengan en cuenta el aspecto económico, el ecológico y el social. En este aspecto, la agroecología encaja perfectamente, pues tiene en cuenta estos tres pilares. Pero creo que hay que ir aún mas lejos, ya que no se trata de hacer un cambio de modelo, sino de valores.
¡Seguimos debatiendo!
Referencias:
Altieri, M. A., 1999. Agroecología. Bases científicas para una agricultura sustentable. Montevideo: Nordan-Comunida.
Francis, C., et al., 2003. Agroecology: The Ecology of Food Systems. Journal of Sustainable Agriculture, 22(3): 99-118.
Gliessman, S.R. 2013. Agroecology and Food System Transformation. Agroecology and Sustainable Food Systems, 37: 1-2.
Sevilla Guzmán, E. et al., 2012 Canales cortos de comercialización alimentaria en Andalucía. Centro de Estudios Andaluces. Sevilla
Vía Campesina www.viacampesina.org
Samper Erice Adriana