Protección social para crear resiliencia en la población dependiente de los bosques
Los bosques representan el 25% del territorio nacional y proporciona los bienes y servicios de apoyo a la producción agropecuaria pues contribuyen a la regulación de los caudales fluviales y minimizan los riesgos con la escases de agua.
Un análisis de la legislación forestal hasta el año 2000, permite afirmar que el Estado Dominicano ha orientado su política básicamente a la protección y control del recurso. En efecto, el servicio forestal de la RD, conducido mayormente por militares desde 1967 hasta agosto del 2000, aplicó unas políticas extremadamente rigurosas con un predominio de mecanismos represivos pocos eficaces. Estas políticas de protección forestal estricta, intensificaron la restricción del uso de los recursos forestales a los propietarios de tierras forestales y habitantes locales, matizando un período de enemistad del hombre con el árbol y actuaron como impedimento del MFS, constituyéndose en incentivo para sustituir los bosques por otros usos no sostenibles, pero legalmente posibles.
Recientemente el Ministro de medio Ambiente declaro que el Estado Dominicano convertido los programas de reforestación y protección forestal en política del Estado, manteniendo la inversión en el sector de manera continua durante las últimas cuatro décadas… En el 2001 se elaboró un perfil ambiental del país, que produjo un diagnóstico general de asuntos medioambientales críticos e identificó acciones estratégicas prioritarias.
En el 2002 se culminó la ejecución del Proyecto de Políticas Nacionales de Medio Ambiente, financiación y la asistencia administrativa de instituciones internacionales, que permitió la identificación de los problemas ambientales prioritarios y propuestas de soluciones a dichos problemas. En el 2004, se estableció los “lineamientos de política forestal” como marco orientador para integrar los esfuerzos institucionales, del sector privado y de la sociedad en general. Esta política forestal pretende contribuir en la búsqueda de soluciones sostenibles, de manera que pueda establecerse un verdadero compromiso nacional de reactivar el sector forestal. En dicho documento se plantea una estrategia constituida por ocho elementos fundamentales en los cuales se basa el cumplimiento de la política forestal: Ordenamiento de las tierras forestales, adecuación del marco legal e institucional, desarrollo de instrumentos eficaces para el financiamiento e incentivos, fomento al manejo sostenible de bosques, adecuado control y fiscalización, educación, capacitación y divulgación, promoción de la competitividad del sector y la coordinación Interinstitucional.
Todo esto esfuerzo así como el plan nacional de desarrollo forestal ha ordenado y conservado, un desarrollo sostenible de los bosques. En este mismo tenor, reconocen que los bosques y la silvicultura pueden contribuir a los ODM de reducir la pobreza y la inseguridad alimentaria y eliminar la pobreza constituye un objectivo humano y social. El gobierno central en su afán de reducir la pobreza establece programas sociales para poner en práctica la Lucha contra la pobreza en especial la pobreza rural. Todo esto se queda solamente en la hoja de papel donde se escribe, si vamos a la realidad en esta política de preservación de los bosque no se toma en cuenta a los verdaderos ejecutores y los que conviven y viven diariamente en el bosque al agricultor.
Al agricultor especialmente al pequeño y mediano en ninguno de lo programa de reforestación y preservación de los bosque se han tomado en cuenta ni siquiera para sembrar un albor no se diga para establecer un programa de desarrollo sostenible de política sociales que redunden en beneficios para los anémicamente agricultores.
Un verdadero programa de desarrollo de política social, toma en cuenta a las practicas que aglutinan a los pequeños y medianos productores los cuales tienen la oportunidad de cosechar en sus tierras rubros como; café, cebolla, plátano, quineo, limones, banano, entre otros productos agropecuarios.
Donde La practica se reúna constantemente con sus miembros y que se tomen las decisiones por conjunto. Que en la misma estén representados todos sus miembros no importando si son analfabetos o profesionales, si son mujeres u hombres, donde todos tengan los mismos derechos y los mismos beneficios.
Estos productores al estar desamparados por las PS, y al estar sin recursos económicos y vulnerable antes las condiciones climáticas fuertes, como la sequia, los ciclones, las inundaciones, los deslizamientos de tierra, así como la pérdida de la cosecha por la invasión de una plaga, la enfermedad o pérdida de un familiar, entre otros riesgos, encuentra en la practica que puede abordar y enfrentar situaciones de riesgos como lo anterior expresado, que si no existiera esta practica los productores no serian capaces de enfrentar estas circunstancia adversa.
Los desastres naturales constituyen un serio obstáculo para el desarrollo humano, la reducción de la pobreza extrema y el cumplimiento de los ODM. Los bosques pueden ayudar a reducir la vulnerabilidad de los productores agrícolas a los desastres naturales. Con política efectiva de gestión de los bosques dentro del ámbito de las practicas demanda un gran esfuerzo de coordinación funcional entre las entidades, primero del sector público y segundo de las asociaciones agrícolas.
Muchas Gracias.
Moises David Rojas
Inspector MIC
Punto Focal FAO
Santo Domingo, R. D.
Moises David Rojas