La agroecología como enfoque de trabajo en la producción de alimentos tiene fundamentos válidos que ya desde la FAO se han considerado, y hace necesario tener en cuenta retos que están planteados en esta consulta, y estos son:
- La tecnología como aliada y no como una competencia: Pues requiere un proceso de uso eficiente de todo el marco tecnológico que en el planeta se usan, para poder participar de la aldea global. No es solo la tecnología para producir, que también tiene un alto valor (por lo que puede representar tecnologías de muy bajo costo para poder hacer más eficiente la producción agroecológica frente a los modelos convencionales); también por lo que esta puede representar en términos de comunicación, apoyo, discurso y confianza.
- Los precios del mercado agroecológico frente a los precios de los mercados convencionales (acceso): entendido que no se puede pretender hablar de seguridad, suficiencia y soberanía alimentaria cuando los mismos que promulgan la producción de alimentos sanos y de forma local, los ponen en mercados de élite en donde la mayoría de los consumidores no tienen acceso a estos, pues representan mercados para poblaciones económicamente selectas por su capacidad adquisitiva.
- El uso de productos de base local con reconocimiento: El uso de insumos o instrumentos de base local (abonos, bio-insumos, etc.), suelen ser vistos por los estamentos de control de los gobiernos, como agentes de riesgos biológicos o sanitarios, razón por la que subvaloran su posible aporte a una agricultura libre de insumos de síntesis química, con agentes nocivos reales para la salud del consumidos y del mismo plantea. Se requiere que estos tengan validación institucional (con el apoyo de investigaciones en las universidad, que permitan validar estas herramientas como tecnologías viables y de riesgos), para poder responder a los tres puntos anteriores.
- La masificación de mercados agroecológicos: Es necesario que desde instituciones globales se apalanquen proyectos que permitan ampliar la red de ofertas de mercados agroecológicos en centros urbanos, que los esfuerzos estén encaminados a que se desarrollen modelos itinerantes inicialmente, y luego se conviertan en mercados permanentes, y que permitan crear redes de confianza que sean los garantes de que los productos que lleguen a ellos sean realmente de procesos de producción agroecológica, desde la responsabilidad ciudadana.
- Las certificaciones sociales como sellos reconocidos: que los gobiernos sean quienes respalden los procesos participativos de garantías agroecológicos, como sellos válidos en los países para certificar productos agroecológicos; y que los modelos locales tenga un proceso claro en donde los actores que participan sean quienes también validen dicha certificación (consumidores, productores, universidades, etc.).
JHON JAIRO MONJE CARVAJAL