El campesinado, en el contexto de cambio climático actual, donde agroecosistemas que antes tenían regímenes pluviométricos casi perfectos, con estaciones de lluvias bien marcadas y pequeñas épocas de sequías que eran predecibles; se han convertido hoy en espacios productivos con retos climáticos difíciles de superar para mantener una producción estable de alimentos sanos y una programación escalonada de siembra y cosecha de rubros diversos, tanto animales como vegetales. En este sentido, los y las campesinas ; se están preparando reflexivamente para hacer innovaciones cada día en sus chacras, daschas, milpas y conucos; en buena medida recuperando técnicas , tácticas y estrategias ancestrales, que aún cuando fueron exitosas , que no han agotado su posibilidad de producir alimentos sanos de manera sustentable, fueron borradas del referente histórico cultural de los pueblos en lucha, por un esquema mundial de producción hegemónico transnacional colonialista de alimentos mercantilizados y en buena parte contaminados con amplísima huella ecológica y cargados de explotación y desplazamiento de comunidades locales.
LA AGROECOLOGÍA COMO NUEVA CIENCIA NO POSITIVISTA, HA VENIDO REALIZANDO LA TAREA DE SISTEMATIZAR, RESCATAR Y REVALORIZAR EL CONOCIMIENTO CAMPESINO, INDÍGENA Y AFRODESCENDIENTE, DONDE ESTÁN PARTE DE LAS CLAVES PARA LA CONSTRUCCIÓN DE UN SISTEMA ALIMENTARIO MUNDIAL SOLIDARIO Y SOBERANO EN FAVOR DE LOS PUEBLOS.
gabriel gil