Género

©FAO
El género en relación con el cambio climático, la agroecología y la biodiversidad

Para preservar la biodiversidad y garantizar la sostenibilidad, es importante gestionar los recursos naturales de forma que se mantengan las funciones ecosistémicas que mejor puedan satisfacer las necesidades de los seres humanos, salvaguardando al mismo tiempo el medio ambiente. 

La alimentación y la agricultura climáticamente inteligente son dos enfoques sensibles a las cuestiones de género que la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) adoptó para atender la creciente demanda de alimentos y piensos adaptándose a la vez a las presiones de carácter económico, ambiental y social. Estos enfoques reconocen los conocimientos y la contribución de las personas indígenas y del medio rural y ponen sus voces en el centro de las estrategias y prácticas que protegen los recursos naturales y los servicios ecosistémicos que se encuentran amenazados por el cambio climático, la deforestación y las conversiones del uso de la tierra.  

Los hombres y las mujeres desempeñan un papel fundamental en la conservación y utilización sostenible de la diversidad biológica, en la creación de medios de vida resilientes y en la transformación de los sistemas alimentarios. Como guardianas de la seguridad alimentaria de los hogares, las mujeres productoras de alimentos, agricultoras, pastoras, elaboradoras, comerciantes, trabajadoras asalariadas y empresarias tienen conocimientos y habilidades únicos que las hacen más resilientes y fructíferas en la lucha contra la pobreza y el hambre. Las mujeres desempeñan un papel importante en el mantenimiento de la biodiversidad, ya que intervienen en la selección, mejora y adaptación de variedades vegetales locales, ganado menor y alimentos silvestres.  

En comparación con los hombres, las mujeres rurales carecen a menudo de potestad y albedrío, lo que implica tener sus propias aspiraciones y características, un sentido de control y la capacidad de actuar conforme a sus objetivos para beneficiarse de las actividades económicas, participar en las instituciones y organizaciones rurales y aplicar medidas eficaces de adaptación y mitigación climáticas. Su papel crucial en la gestión de la biodiversidad y de los recursos naturales no se reconoce a menudo como se debe, y su voz para expresar sus necesidades y prioridades específicas no se tiene suficientemente en cuenta. Las mujeres se ven afectadas por una tenencia limitada de tierras, cargas de trabajo excesivas y un acceso inadecuado a recursos, servicios, instituciones y educación, lo que influye en su capacidad para contribuir a la producción sostenible y el desarrollo rural. 

Si bien, como se ha comprobado, el cambio climático acentúa las desigualdades de género, también ha traído consigo situaciones en las que las mujeres pueden demostrar su potencial como lideresas y agentes del cambio y creadoras de resiliencia. Esto exige la adopción de enfoques transformadores de género para aumentar la sensibilidad respecto del género de la financiación climática con objeto de mejorar la resiliencia de los hogares, de las comunidades y de los sistemas agroalimentarios. El objetivo último es transformar las relaciones de poder no equitativas, las instituciones formales e informales discriminatorias y la mentalidad de las personas y las organizaciones con el fin de mejorar las vidas de los hombres y mujeres de las comunidades rurales. 

Con la finalidad de abordar las consideraciones de género en la gestión de la biodiversidad y el desarrollo de la agroecología, la FAO apoya la participación de las comunidades; introduce tecnologías de agricultura climáticamente inteligente y economizadoras de mano de obra; promueve especies, variedades y razas localmente adaptadas; y centra su atención en los recursos genéticos que utilizan las mujeres y que requieren menos trabajo. Asimismo, la FAO presta una atención mayor a los cultivos abandonados e infrautilizados con vistas a apoyar la sostenibilidad y diversificación de la producción alimentaria y mejorar la nutrición. La FAO intenta también abordar las desigualdades de género creando más oportunidades para las mujeres como parte de sus esfuerzos por apoyar la transición ecológica. 

Los dos enfoques adoptados por la FAO abordan las cuestiones de género de forma diferente. El enfoque de la agricultura climáticamente inteligente adapta las prácticas de resiliencia climática a un contexto socioeconómico, abordando las limitaciones de las mujeres, involucrándolas en la selección de prácticas agrícolas climáticamente inteligentes localmente adaptadas y elaborando incentivos diseñados a la medida. Mientras que el enfoque agroecológico coloca en el centro de los sistemas alimentarios las necesidades de los hombres y mujeres que producen, distribuyen y consumen alimentos. La FAO ayuda a los países a evaluar las dimensiones de género en la caracterización de la transición agroecológica y a empoderar a las mujeres y a los grupos más vulnerables. Esto lo hace aumentando su liderazgo y habilidades de negociación, fortaleciendo sus grupos y redes, y diversificando las dietas.  

  • Proteger y mejorar los medios de vida rurales y promover la igualdad de género y el bienestar social es fundamental para lograr sistemas alimentarios y agrícolas sostenibles. 
  • Los hombres y mujeres del medio rural deben adaptar sus sistemas de producción al cambio climático, así como a la degradación y el agotamiento de los recursos naturales. 
  • Las mujeres rurales poseen conocimientos y habilidades únicos que las hacen resilientes y fructíferas en la lucha contra la pobreza y el hambre. Es fundamental involucrarlas en la gestión de los recursos naturales, la adaptación al cambio climático y las transiciones agroecológicas.  

  • Abordar las desigualdades de género para promover la gobernanza y la gestión inclusivas de los recursos naturales. 
  • Invertir en el fortalecimiento de los conocimientos y habilidades de la mujer rural (liderazgo, negociación, planificación de negocio, técnicas de mercado y alfabetización) mediante la acción colectiva, así como mediante la creación de nuevas oportunidades económicas para empoderarla y el aumento de su participación en la toma de decisiones. 
  • Recopilar y utilizar datos desglosados por sexo y edad para dar visibilidad a los conocimientos y funciones clave de las mujeres en la gestión de los recursos naturales y en la producción agrícola, con vistas a realizar un mejor seguimiento del impacto de género de las intervenciones. 
  • Aumentar la participación de las mujeres en las organizaciones de productores, así como su acceso a las instituciones rurales y los servicios de asesoramiento agrícola. 
  • Evaluar las repercusiones de género en la actualización de prácticas y tecnologías innovadoras y de agricultura climáticamente inteligente. 
  • Crear nuevas oportunidades para las mujeres y niñas de acceder a los recursos productivos y naturales e insumos, así como tecnologías y prácticas innovadoras, economizadoras de trabajo y climáticamente inteligentes que puedan vencer las dificultades de producción. 
  • Invertir en la creación de oportunidades de empleo digno y estable para las mujeres y los jóvenes. 

La FAO presta apoyo a los gobiernos en el cumplimiento de los compromisos de género establecidos en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, el Convenio sobre la Diversidad Biológica, y la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación. La FAO es también un organismo de ejecución del Fondo para el Medio Ambiente Mundial y el Fondo Verde para el Clima, que promueve la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer al tiempo que lucha por conseguir beneficios ambientales duraderos.  

 

En el marco del Programa de integración de la agricultura en los planes nacionales de adaptación, la FAO está organizando actividades de capacitación y distribuyendo a los países productos del conocimiento y herramientas analíticas con el objetivo de reforzar su capacidad para abordar las dimensiones de género de la adaptación climática en la agricultura. La FAO continúa esta labor en el marco del nuevo programa SCALA (Scaling up Climate Ambition on Land Use and Agriculture [Ampliar las ambiciones climáticas en el uso de la tierra y la agricultura]) a través de las contribuciones previstas determinadas a nivel nacional y los planes nacionales de adaptación. 

En el África subsahariana, los clubes Dimitra de la FAO han movilizado a las comunidades rurales en torno a medidas de adaptación al cambio climático en la agricultura mediante la participación de hombres y mujeres, de diferentes edades, en las decisiones locales encaminadas a mejorar los medios de vida rurales, invertir en el liderazgo de las mujeres, cambiar las normas sociales discriminatorias y garantizar la sostenibilidad socioambiental. 

En el marco del subprograma “Ampliación de la implementación de la Versión mejorada del programa de trabajo de Lima sobre el género y su plan de acción sobre el género en agricultura y la Labor conjunta de Koronivia sobre la agricultura en virtud de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático”, la FAO ayuda a los países a elaborar políticas y acciones climáticas sensibles a las cuestiones de género en los sectores agrícolas y promueve y apoya el equilibrio de género y el liderazgo de las mujeres en diferentes niveles, específicamente en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC). La FAO también imparte capacitación sobre liderazgo a mujeres en siete países (Etiopía, Kiribati, Islas Salomón, Myanmar, Nepal, Senegal y Uganda) para que puedan participar de manera más significativa e influyente en los procesos de negociación de la CMNUCC, especialmente en el plan de acción sobre el género y la Labor conjunta de Koronivia sobre la agricultura.  

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