Género

El camino a Beijing +15: la aplicación del programa de empoderamiento de la mujer como factor fundamental para la seguridad alimentaria

La FAO insta a que se preste atención al empoderamiento de la mujer rural y la igualdad de género para cumplir los compromisos adoptados en la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing

© FAO/G. Napolitano

10/03/2010

10 de marzo de 2010, Roma – La mejora de las condiciones y oportunidades para la mujer rural y la igualdad de género son fundamentales para las iniciativas internacionales destinadas a reducir el hambre y la pobreza extrema, y fomentar el desarrollo social y económico.

Este es uno de los mensajes que la FAO prevé presentar ante la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de las Naciones Unidas, que dirige un importante examen del principal marco internacional para las iniciativas a favor de la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer.

La serie de debates analizará la aplicación de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, quince años después de su adopción en la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer. La Plataforma de Acción se basa en estrategias desarrolladas en anteriores conferencias de las Naciones Unidas sobre la mujer, además del marco creado por la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer.

El programa de Beijing cubre 12 áreas fundamentales relativas a las mujeres, incluyendo la pobreza, la salud, la violencia y las desigualdades entre mujeres y hombres en su acceso a un conjunto amplio de oportunidades sociales y económicas. La mayoría de las áreas están relacionadas directa o indirectamente con la labor de la FAO como principal organismo de las Naciones Unidas dedicado a luchar contra el hambre mediante el desarrollo agrícola y rural.

“Durante los últimos quince años se han producido espectaculares mejoras en las condiciones sociales y económicas para las mujeres en todo el mundo. Sin embargo, la mayoría de las mujeres de las zonas rurales de países en desarrollo todavía se enfrentan a desigualdades escandalosas que les privan de la posibilidad de incrementar tanto su acceso a los medios básicos necesarios para producir alimentos y percibir suficientes ingresos, como su control sobre estos recursos”, afirmó Marcela Villarreal, Directora de la División de Género, Equidad y Empleo Rural de la FAO, mientras se preparaba para participar en la reunión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer.

“Los desafíos a los que se enfrenta la mujer rural están directamente relacionados con el hecho de que nunca antes tantas personas – una de cada seis en todo el mundo – habían sufrido inseguridad alimentaria," añadió Villarreal.

"Los hogares encabezados por una mujer en zonas rurales de países en desarrollo han sufrido de manera especialmente dura las recientes crisis alimentaria y económica, aunque incluso los hogares encabezados por un hombre que sufren inseguridad alimentaria se beneficiarán si se permite a las mujeres un mayor acceso a la tierra y control sobre ella, así como disponer de herramientas, formación, nuevas tecnologías, servicios financieros, transportes y mercados”, manifestó Villarreal.

Compartir éxitos; retos

Entidades de las Naciones Unidas, Estados Miembros y organizaciones no gubernamentales que participan en la reunión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer comparten historias de éxito y desafíos en el fomento de la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer, con el fin de superar los obstáculos aún existentes para la aplicación del programa de Beijing. Asimismo, se prevé abordar nuevos retos, incluyendo los relacionados con los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

La FAO reconoce desde hace tiempo la importancia de promover la plena participación tanto de mujeres como de hombres, en igualdad de condiciones, en las iniciativas para mejorar la seguridad alimentaria, reducir la pobreza e impulsar el desarrollo social y económico. La Organización ayuda a los Estados Miembros en el desarrollo y fortalecimiento de mecanismos nacionales para la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer en muchos ámbitos.

La estadística, factor clave para la investigación

Uno de los principales retos para promover la igualdad de género es reunir información precisa acerca de las condiciones, las responsabilidades y las necesidades de las mujeres. Recientemente, la FAO estrenó una nueva Base de datos sobre género y derechos a la tierra, que ayuda a iniciativas de desarrollo rural ofreciendo información actualizada de 78 países sobre las diferencias existentes entre los hombres y las mujeres en lo que respecta a sus derechos sobre la tierra y el acceso a ella. La Organización también ofrece otros instrumentos para recopilar y analizar datos desglosados por sexo.

Asimismo, la FAO ha encargado consultas presenciales con mujeres rurales de 23 países que han elaborado estrategias de subsistencia para afrontar la inseguridad alimentaria. En la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, la FAO y sus asociados en la investigación intercambiarán ideas sobre la forma en que las políticas y programas nacionales pueden ayudar mejor a las mujeres rurales, mediante una labor orientada a eliminar las desigualdades de género y las prácticas discriminatorias.

Necesidad de una mayor participación de las mujeres

En la Cumbre Mundial sobre la Seguridad Alimentaria de noviembre, la Declaración final de la Cumbre se hizo eco de estas cuestiones exigiendo que se adoptaran medidas para asegurar el pleno acceso físico, social y económico por parte de las mujeres y los niños a suficientes alimentos inocuos y nutritivos.

La Declaración también instó a poner un énfasis especial en fomentar la capacidad y facilitar el acceso a tecnologías, insumos, bienes de capital, créditos y mercados a pequeños agricultores de países en desarrollo, con prioridad a las mujeres agricultoras y los campesinos indígenas.

En noviembre de 2009, durante el 35.º período de sesiones del Comité de Seguridad Alimentaria Mundial de la FAO, los Miembros aceptaron importantes reformas que priorizan la inclusión de organizaciones de la sociedad civil en representación de las mujeres y otros grupos que a menudo luchan por hacerse oír en importantes foros de debate internacionales sobre seguridad alimentaria.