Género

La fuerza de las cifras: Día Internacional de las Cooperativas

Las cooperativas agrícolas pueden constituir un medio eficaz para potenciar a las mujeres de las zonas rurales y ayudarlas a superar los obstáculos que afrontan, se afirma en una declaración publicada por la Organización de las Naciones Unidas para la Agr

© FAO/A.K. Kimoto

02/07/2010

Roma, 2 de julio de 2010 – La educación, la información y los bienes productivos se encuentran entre los recursos que las cooperativas pueden proporcionar a las mujeres de las zonas rurales, dotándolas de la capacidad para convertirse en agentes activos de cambio, afirma la FAO en un mensaje para recordar la conmemoración del 3 de julio como Día Internacional de las Cooperativas.

La FAO afirma que las cooperativas pueden proporcionar “un entorno seguro en el que las mujeres aumenten su autoconfianza, identifiquen sus propios retos, tomen decisiones y gestionen los riesgos”. Pero la Organización también sostiene que se necesita hacer mucho más para fomentar la participación de las mujeres en cooperativas agrícolas, y documentar su implicación en este tipo de organizaciones.

El tema para la conmemoración de este año, “Las empresas cooperativas potencian a las mujeres”, enlaza con el 15.º aniversario de la Plataforma de Acción de Beijing, que establece un programa internacional para el empoderamiento de la mujer. La Plataforma de Acción se sometió a un importante examen este año, con el fin de superar tanto los obstáculos persistentes como los nuevos retos, incluyendo los relacionados con los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

Como principal organismo de las Naciones Unidas en la lucha contra el hambre y la pobreza extrema a través de la agricultura, la FAO colabora con organizaciones de productores y cooperativas para apoyar a pequeños productores agrícolas, tanto mujeres como hombres de las zonas rurales, y que, de lo contrario, no tendrían acceso a los recursos o servicios que necesitan para mejorar sus medios de subsistencia.

“Las cooperativas pueden proporcionar a las mujeres de las zonas rurales una amplia gama de servicios económicos y sociales, como el acceso a mercados de insumos y productos y a servicios financieros como el crédito y los seguros. Actuando de forma colectiva desde una cooperativa, las mujeres aumentan su capacidad negociadora y sus ingresos, a la vez que reducen los costes de transacción. Además, las cooperativas desempeñan una función importante en la creación de empleo, ya que apoyan directamente el trabajo autónomo productivo y generan oportunidades adicionales de empleo”, afirma la FAO.

En todo el mundo, las cooperativas proporcionan más de 100 millones de puestos de trabajo, un 20 % más que las empresas multinacionales, según la Alianza Cooperativa Internacional.

Además de alentar a las mujeres a crear cooperativas exclusivas para ellas, la FAO las anima a asumir funciones directivas en cooperativas “mixtas”, en las que la participación tanto de hombres como de mujeres aglutina conocimientos y puntos de vista complementarios que pueden beneficiar de forma equitativa a todos los miembros.

No obstante, según la FAO la participación activa de las mujeres y su liderazgo en las cooperativas agrícolas continúan siendo “bastante bajos”, aunque la Organización también admite que se necesitan más datos sobre el alcance de esta participación.

“Más allá de los obstáculos sociales, políticos y económicos, las mujeres se enfrentan con barreras culturales que limitan su participación en los foros públicos u otorgan más importancia a sus responsabilidades domésticas que a su participación económica y social en las cooperativas agrícolas. En algunos países esta circunstancia se debe a que sólo los propietarios o arrendatarios de las tierras, en su mayoría hombres, pueden ser miembros de las cooperativas agrícolas, o a que la cuota de inscripción en la cooperativa está fuera del alcance de las mujeres del entorno rural que no tienen independencia económica”, señala la declaración de la Organización.

La FAO insta a que los programas y proyectos de desarrollo consideren la asignación de recursos y el establecimiento de cuotas que se destinen específicamente a mejorar las capacidades de las mujeres, aumentar su participación en cooperativas y organizaciones de productores, y fortalecer la capacidad de estas cooperativas para abordar las necesidades de ambos sexos.

“La participación efectiva de las mujeres en las cooperativas es fundamental para compensar los desequilibrios entre hombres y mujeres dentro de los procesos de toma de decisiones relacionados con la agricultura y el desarrollo rural.”

En el momento de publicar la declaración, la FAO estaba concluyendo un estudio, juntamente con otros organismos de las Naciones Unidas con sede en Roma y sus asociados, sobre la potenciación de instituciones rurales, con estudios de casos de diversos países.