Género

Forjando lazos: refugiados sirios encuentran algo más que nuevos medios de vida en Turquía

Tuka es solo una de las decenas de microempresarios que se beneficiaron de las sesiones de capacitación, ofrecidas tanto a sirios como a miembros de las comunidades turcas de acogida en Izmir, Bursa y Şanlıurfa.

Decenas de microempresarios se han beneficiado de las sesiones de capacitación, ofrecidas tanto a sirios como a miembros de las comunidades turcas de acogida. © FAO

17/12/2021

Cuando Tuka llegó al puerto turco de Izmir, en busca de protección temporal tras huir del conflicto en la República Árabe Siria en 2017, sintió que había encontrado un refugio seguro, pero que había perdido casi todo lo demás. Varios de sus seres queridos habían sido víctimas de la violencia. El taller de sastrería que había construido con esmero en su ciudad natal, Alepo, ya no existe.

Intentó seguir con el negocio de la sastrería en Turquía, trabajando desde casa, pero descubrió que solo podía ganar unos míseros 1,50 USD al día. Ella y su marido tuvieron que pedir dinero prestado para mantenerse a flote, sin tener una idea clara de cuándo podrían devolverlo. Ambos se esforzaron por adquirir habilidades lingüísticas en turco, ya que lo necesitaban para sobrevivir.

“Nos llevó algún tiempo comprender que las necesidades del mercado son diferentes en Turquía... y darnos cuenta de que debemos estar abiertos a aprender nuevas habilidades”.

Fue entonces cuando entraron en juego la resiliencia y la resolución de Tuka. Aprovechó la oportunidad de inscribirse en un curso de capacitación en producción de alimentos y emprendimiento, impartido por la FAO y el Ministerio de Agricultura y Actividad Forestal de Turquía y financiado por el Japón. Y, desde entonces, no ha vuelto a mirar atrás.

Tuka aprendió a rellenar mejillones, a preparar salsas y a almacenar, envasar y etiquetar alimentos, utilizando equipos y herramientas de envasado que eran totalmente nuevos para ella.

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