Apoyo a los grupos vulnerables en la República Centroafricana

La FAO promueve oportunidades de empleo decente para la juventud rural.

Datos clave

Los acontecimientos en la República Centroafricana (CAR) en los últimos dos años han dejado a más de 2,5 millones de personas necesitadas de asistencia humanitaria. Gracias a los fondos recibidos en 2014, la FAO y sus socios lograron contener una grave crisis alimentaria, pero en general, la producción agrícola sigue estando casi un 60 por ciento por debajo del promedio previo a la crisis. Dentro de estos esfuerzos institucionales, el Comité para el Desarrollo Integral de Comunidades de base (Comité pour le Développement Intégré des Communautés de Base, CODICOM) recibió 24 000 USD por parte de la FAO, y más de 200 toneladas de cereales del Ministerio para impulsar la producción y satisfacer la elevada demanda de proteínas de origen animal. “Considerando la alerta de las Naciones Unidas respecto a la situación de seguridad alimentaria en el país, el Gobierno hará todo lo posible para garantizar que proyectos similares al de CODICOM y la FAO reciban la ayuda necesaria para construir la resilencia de las poblaciones en situación de vulnerabilidad”, señaló Mohamed Yacoub Tahib, Ministro de Ganadería de la República Centroafricana.

En el distrito 7 de Bangui equipos consistentes en carretillas, botas y guantes, palas, rastrillos y carretas fueron entregados a unos 430 productores (horticultores, acuicultores y ganaderos) identificados dentro de un proyecto piloto de la FAO, de tres meses.

El alcalde, Joseph Tagbalet, se enorgullece de estar al frente de la iniciativa y ha explicado que “la selección del distrito 7º para tomar la iniciativa en la implementación de este proyecto nos hace sentirnos orgullosos, pero también sabemos que es un reto importante porque el éxito de este proyecto dependerá de nuestro nivel de participación”.

El proyecto, financiado y ejecutado por la FAO y CODICOM, tiene como objetivo hacer frente a la disrupción de la cadena de suministros de carne y vegetales en zonas altamente vulnerables de Bangui, y se puso en marcha en junio de 2014. Como parte de un programa más amplio de resiliencia de la FAO que tiene por objetivo la implementación de respuestas y estrategias de mitigación de los efectos adversos de la crisis actual, el proyecto contribuye a la recapitalización de los productores periurbanos vulnerables y a la reducción de la tasa de desempleo de los jóvenes a través de la integración socioprofesional.

Destacando los desafíos a los que se enfrentan, Raymond Mbadjiré, el responsable del proyecto, explicó:  “Hemos tenido que desafiar el miedo y el desasosiego e ir al encuentro de nuestros compatriotas en las denominadas zonas de alto riesgo, porque para nosotros, lo que realmente cuenta es dar a todos la oportunidad de producir y tener suficiente para comer, incluso a los que están inmersos en la violencia; para ayudar a romper la cadena de la pobreza y participar en la reconciliación y la cohesión nacional”.

Para el Representante de la FAO, Jean-Alexandre Scaglia, “esta visión positiva y optimista es un ejemplo a seguir en la República Centroafricana, y es necesario reconocer que iniciativas como esta son soluciones clave que pueden traer notables beneficios para la economía del país. Hizo hincapié en la importancia del proyecto para la integración socioeconómica de los jóvenes y la necesidad de recuperar “la esperanza de una vida mejor”.

La FAO ha ayudado ya a 1 100 jóvenes a través de iniciativas para aumentar la producción de aves de corral, pescado y cultivos comerciales. Actualmente, 1 000 jóvenes reciben apoyo a través de otras actividades, como trabajos con uso intensivo de mano de obra, escuelas de horticultura, agricultura periurbana, dinero en efectivo a cambio de trabajo y el desarrollo de agronegocios.

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