Programa conjunto sobre enfoques de género transformadores para lograr la seguridad alimentaria y la nutrición

card alt card alt wfp-logo card alt

Cuando los espectadores actúan: uso de técnicas teatrales para abordar la discriminación de género

13 de Diciembre de 2021

Puede ser tenue, inconsciente, incluso imperceptible, pero a menudo se produce precisamente por estas circunstancias. La discriminación por motivo de género puede adoptar múltiples formas y perpetuar las relaciones de poder desiguales. Inmersas en su condición, las personas que sufren la discriminación por motivo de género pueden no darse cuenta plenamente de lo que les ocurre. Es entonces cuando los observadores pueden intervenir.

Cuando desarrolló su metodología del Teatro del Oprimido en la década de 1970, Augusto Boal, dramaturgo teórico brasileño, quiso implicar al público en la resolución de los problemas. Entre sus técnicas puede mencionarse el teatro-foro: al observar la miseria e inequidad de las personas oprimidas, los espectadores alzarían la voz para identificar las irregularidades y presentarían ideas y posibles soluciones. La obra se convierte en un debate; en otras palabras, el teatro se convierte en un foro de discusión.

Como parte de la campaña “16 días de activismo contra la violencia de género”, el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) organizó, el 2 de diciembre de 2021, un evento de aprendizaje en línea en el que se adoptó la técnica de teatro-foro para poner de relieve las acciones opresivas que pueden dar lugar a violencia de género. La sesión se organizó en el marco del Programa conjunto sobre enfoques transformadores de género para lograr la seguridad alimentaria y la nutrición, financiado por la Unión Europea, y cuya implementación está a cargo de los organismos de las Naciones Unidas con sede en Roma (OSR): la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA).

Sesgo de género inconsciente en el lugar de trabajo y en el hogar

El facilitador Olivier Malcor presenta la sesión, seguido de su colega Claudia Signoretti. Pero cada vez que Claudia intenta articular una idea, Olivier la interrumpe para presentar su propia perspectiva. Claudia se molesta y empieza a vacilar. “Te estás poniendo muy sensible”, dice Olivier. Intrigado, el público reacciona en su contra: “Deja de interrumpirla. Déjala hablar”. Para defenderse, Olivier responde que solo está tratando de apoyar el razonamiento de Claudia. “¿Qué habrías hecho si se tratara de un colega hombre? ¿Te habrías comportado del mismo modo?”, preguntan algunos asistentes, que ven que hay una clara discriminación por motivo de género.

Lo que inicialmente parecía ser una introducción formal de un taller era en realidad un llamamiento a la acción. Claudia y Oliver estaban actuando para provocar al público mediante la técnica del teatro invisible, que no se reconoce de inmediato. El acalorado debate en defensa de Claudia demostró de qué manera actitudes comunes y sutiles de hombres y mujeres pueden mostrar, de hecho, un sesgo de género inconsciente.

Tras el segmento inicial del debate, los facilitadores, Claudia y Oliver, representaron los papeles de los personajes Anna y Jo’, respectivamente; esta vez, en una representación teatral anunciada.

Anna se ve continuamente dominada por Jo’, su marido, en asuntos cotidianos, como cuando está en la oficina. “¡Te he llamado varias veces! ¿Por qué no has contestado el teléfono? ¿Con quién estás? Enciende la cámara y enséñame quién está por ahí”, dice Jo’ en tono agresivo. “Pasaré a buscarte por tu trabajo. Será mejor que bajes a las seis de la tarde en punto, si no subiré a tu oficina para sacarte”.

El comportamiento hostil de Jo’ perturba a Anna, que se turba y pierde la concentración. ¡Alto! El escenario queda ahora abierto al público. Se invita a un grupo de 40 asistentes a debatir sobre lo sucedido, comentar acerca del personaje que consideran que está oprimido, tiene dificultades o carece de poder, y proponer soluciones alternativas participando en la representación. Cuando se reanuda la acción teatral, un espectador se une a la escena en la oficina para representar el papel de un colega de Anna: “Anna, ¿te encuentras bien? No pude evitar notar tu incomodidad. ¿Cómo te sientes?”.

El público aplaude la empatía demostrada por el colega de Anna. “Hizo que Anna se sintiera cómoda, sin juzgar”, comentó un espectador. “Cuando el actor que representa el papel de su colega le pregunta acerca de sus sentimientos, Anna se da cuenta de que el comportamiento de Jo’ no es normal. El cambio en el statu quo debe provenir de Anna”, dijo otro asistente. La misma Anna lo agradece: “Mi colega me ayudó a tomar conciencia de lo que me estaba sucediendo”.

Una forma segura y creativa de probar soluciones.

Este fue uno de los primeros intentos de aplicar el Teatro del Oprimido en una sesión en línea. Esta iniciativa del Programa dirigida por el FIDA tuvo la finalidad de sensibilizar acerca del sesgo de género inconsciente en el lugar de trabajo, las operaciones sobre el terreno y la vida cotidiana.

“De manera dinámica e interactiva, la sesión ofreció la posibilidad de reconocer las dinámicas de poder en las que podría existir o se podría reforzar la violencia de género”, dice la Sra. Ndaya Beltchika, Especialista técnica principal de Género, focalización e inclusión social. “El teatro-foro contribuye a identificar formas posibles y concretas de intervenciones dirigidas a la prevención y mitigación de la violencia de género y la respuesta ante ella, y ayuda a probar soluciones para situaciones problemáticas en un entorno seguro y creativo, antes de ponerlas en práctica en la vida cotidiana”.

Este innovador acto de teatro-debate fue enormemente elogiado por los participantes. El Teatro del Oprimido de Augusto Boal se inspiró en la “Pedagogía del oprimido”, del pedagogo brasileño Paulo Freire, un libro publicado en 1968 que se considera una de las bases de la pedagogía crítica.

“Solo cuando los oprimidos descubren nítidamente al opresor, y se comprometen en la lucha organizada por su liberación, empiezan a creer en sí mismos. Este descubrimiento, sin embargo, no puede ser hecho a un nivel meramente intelectual o limitarse al mero activismo sino que debe estar asociado a un intento serio de reflexión, a fin de que sea praxis”, dijo Paulo Freire en su obra maestra.

Unidos para hacer frente a las causas subyacentes de la violencia de género

El uso del debate teatral forma parte de las iniciativas del Programa para ayudar a los OSR a abordar las normas discriminatorias y promover una cultura institucional sin sesgos de género negativos e inconscientes, fomentando de ese modo un cambio transformador en materia de género en los niveles tanto de programación como organizacionales en todos los OSR.

“Nuestra lucha contra el hambre debe abarcar una profunda transformación de las maneras en que las personas y las sociedades tratan las cuestiones de género, incluida la violencia de género”, dice la Sra. Hajnalka Petrics, Coordinadora mundial del Programa conjunto sobre enfoques de género transformadores para lograr la seguridad alimentaria y la nutrición. “A fin de poder desafiar y cambiar las normas discriminatorias y otras causas subyacentes de las desigualdades de género, la transformación debe empezar por nosotros mismos, por los empleados de los OSR y sus socios. Mediante el programa conjunto, los OSR están trabajando a la par para sistematizar y potenciar los enfoques que nos ayudan a comprender nuestros propios sesgos de género y las causas más elementales de las desigualdades de género, incluidas aquellas que impulsan la violencia de género”.




Para obtener más información:

Contactos: