La FAO participa en el evento Big Data for Social Good organizado por Telefónica
En el marco del reciente acuerdo de colaboración entre ambas instituciones, la FAO ha participado hoy en la II edición de este evento organizado por LUCA, la unidad de Datos de Telefónica y dedicado a debatir y exponer el potencial que el análisis de datos (“Big Data”) ofrece para el bien común.
En esta ocasión el debate ha girado en torno al cambio climático y al potencial de uso de los datos para estar mejor preparados frente a las catástrofes naturales. En línea con esta temática, la FAO ha estado representada por Natalia Winder Rossi, líder del equipo de Protección Social de la FAO, quien ha centrado su intervención en analizar los principales retos que el cambio climático plantea a los habitantes de entornos rurales cuyos medios de vida se ven amenazados por circunstancias climáticas extremas.
"Desde 1980, los desastres naturales han afectado a todos los continentes y regiones del mundo con creciente frecuencia e intensidad", ha dicho Winder Rossi. "La FAO y Telefónica están trabajando para aprovechar el uso de tecnologías digitales de vanguardia para el desarrollo agrícola, la seguridad alimentaria y la nutrición, y específicamente, preparar y fortalecer a los agricultores frente a eventos climáticos extremos relacionados con el cambio climático", ha dicho durante su ponencia.
Además de la experta de FAO, la jornada ha contado con ponentes de organizaciones sectoriales tales como la GSMA, que agrupa a los principales operadores móviles del mundo, empresas como Data-Pop Alliance, DigitalGlobe o la propia Telefónica, con una visión de primera mano de esta problemática, y al mismo tiempo, con un fuerte enfoque de toma de decisiones basadas en datos. También ha contado con representantes del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medioambiente (MAPAMA) y de Unicef. La participación de Telefónica se ha centrado en explicar el trabajo que la organización está desarrollando actualmente para responder a un reto fundamental en muchas partes del planeta: conectar a los no conectados.
Durante el evento se ha podido constatar el papel clave que el Big Data puede jugar en la innovación digital en cuestiones humanitarias. También se ha resaltado la necesidad de generar sistemas de información y datos que se traduzcan en acciones anticipatorias clave que puedan prevenir situaciones de emergencia o, si no es posible, facilitar al máximo la respuesta a las mismas para minimizar sus impactos.
En la actualidad hay unos 6.000 millones de teléfonos móviles en el mundo y el 80% de ellos están en países en desarrollo. Esto proporciona una red interconectada con un potencial inmenso para generar información muy valiosa que permite, gracias a datos anónimos y agregados, optimizar los recursos, reducir las emisiones de CO2, crear indicadores de pobreza que ayuden a entender los retos económicos de los países en desarrollo, gestionar de forma más eficiente desastres naturales o ayudar a abordar los grandes retos a los que se enfrenta la humanidad. Las posibilidades son infinitas. En la nueva era digital, la toma de decisiones basadas en datos es un pilar fundamental para el éxito de las organizaciones.
El Big Data puede ser un verdadero catalizador y contribuir a la consecución de gran parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que buscan garantizar un desarrollo más equitativo y ambientalmente sostenible, con especial atención a reducir los peligros del cambio climático inducido por el hombre y reducir la pobreza extrema.
Los datos pueden ayudar a seguir la evolución de todos y cada uno de los objetivos planteados, permitiendo analizar su cumplimiento y mejorando la toma de decisiones, no solo a nivel empresarial, sino también a nivel de las políticas públicas.
La actual colaboración entre el departamento de Big Data for Social Good de Telefónica y la FAO está permitiendo constatar cómo el análisis profundo de los datos ayuda en la preparación ante desastres naturales y los efectos del cambio climático.
Resulta fundamental que estas iniciativas sean sostenibles en el tiempo, es decir, que incluyan un plan de viabilidad de forma que, una vez superando el alcance que puedan tener pruebas de concepto o pilotos, garanticen la disponibilidad del servicio en el medio y largo plazo.