Cuando piensas en la producción de algodón, puede que Sicilia no sea el primer lugar que nos viene a la mente. Y, sin embargo, la isla mediterránea desempeñó durante mucho tiempo un papel importante en la famosa industria de la moda del país, que se remonta al siglo XII. Los agricultores sicilianos solo dejaron de producir algodón en la década de 1950, cuando las fibras sintéticas se adoptaron por parte del público de manera generalizada. Pero a medida que los consumidores se están volviendo más conscientes de los efectos de los plásticos en nuestro medio ambiente, algunos están trabajando para restablecer la antigua industria de las fibras de la isla.
"Ayudamos a promover la restauración de 100 hectáreas de algodón orgánico en Sicilia", dice Valeria Mangani, presidenta de la Sociedad de Innovación de la Moda Sostenible, una organización sin ánimo de lucro que ayuda al Consorcio del Algodón Orgánico de la isla.
Aparte del proyecto de algodón sostenible COS (Cotone Organico Sicilia), la misión de la organización es crear conciencia sobre las repercusiones de la llamada "moda pronta", que a menudo está confeccionada con materiales sintéticos en cadenas de suministro difíciles de rastrear, dando voz a sus más de 2000 miembros productores.
El proyecto, que comenzó en 2018, involucra a agricultores de varias partes de Sicilia para revitalizar tierras agrícolas en desuso e insuflar vida nueva a una industria que hace tiempo estuvo bien desarrollada aquí. Esta no es la última parte, porque el clima de la isla es perfecto para el cultivo del algodón.
La siembra se realiza en marzo y el algodón se cosecha en septiembre. Y todos los procesos son completamente orgánicos, prescindiendo de pesticidas y colorantes químicos. Este control sobre el contenido de la tela es una parte esencial para Valeria, porque es un área de la industria que está poco regulada, dice, y los efectos potenciales de los químicos de las telas en la salud a menudo se pasan por alto.
A lo largo del camino, su organización quiere dar un impulso a la economía local y al medio ambiente. Pero el modelo que construyeron en Sicilia se puede aplicar en regiones distintas y en varias fibras, dice, incluyendo el cáñamo común, el lino y el bambú, dada la diversidad del paisaje y las condiciones agrícolas de Italia.
Por encima de todo, traer de vuelta el algodón a Sicilia ofrece un punto de partida para conversar sobre el origen de nuestra ropa y el efecto de las decisiones que tomamos todos los días.
"La moda es una historia que comienza en la agricultura y termina en la comunicación", afirma.
