Cuando se trata de probar cosas nuevas, los agricultores del delta del Nilo pueden ser un poco reacios y Atef Swelam lo sabe muy bien. Después de todo, se crió entre ellos. Entonces, cuando este ingeniero de riego egipcio tuvo una idea para una técnica nueva que ahorraría agua, pensó que sería prudente comenzar el proyecto en su pueblo natal de Sharkia, "donde los agricultores me conocen y confían en mí".
Desafortunadamente no contó con que su propio padre liderara la resistencia al principio. "No creía que esto fuera a funcionar e incluso intentó convencer a los vecinos de que no siguieran mi enfoque", recuerda.
Fue la primera vez que se recomendó a los agricultores locales que cultivaran trigo en camas de siembra elevadas en lugar de en superficies planas e inundadas, que es la forma tradicional. Esta última necesita mucha agua y dinero para el bombeo y la mano de obra. Además, algunas variedades de trigo son sensibles al riego excesivo.
Cuando era niño, Atef vio lo que el uso ineficiente del agua afectaba a las comunidades más grandes del delta del Nilo, especialmente a los agricultores situados aguas abajo, como su padre. Recuerda levantarse a las 2 de la madrugada, antes de ir a la escuela, para ayudar a su padre a regar los campos, porque era el único momento del día en el que el agua tenía la calidad suficiente.
En cambio, con la tecnología de riego mecanizado de terrenos elevados (MRB, por sus siglas en inglés) que desarrolló, los agricultores río arriba usan menos agua para regar, dejando más agua para los demás que se encuentran río abajo. Esto se debe a las zanjas perfectamente espaciadas entre los lechos, que retienen exactamente la cantidad de agua necesaria para alimentar los cultivos adyacentes.
La siembra mecanizada de terrenos elevados ha demostrado ser tan eficaz que ahora se promueve en todo Egipto y alrededor de 1,2 millones de agricultores en el país la están utilizando, dice Atef, que dirigió varios proyectos de MRB en el Centro internacional de investigación agrícola en las zonas secas (ICARDA, por sus siglas en inglés), y que trabajó recientemente en la Oficina para la Innovación de la FAO.
Debido a que construir a mano estos lechos es costoso y complicado, Atef construyó una máquina que las realiza con el espacio adecuado. Es importante destacar que la tecnología fabricada en Egipto es “asequible y conveniente para los pequeños agricultores de escasos recursos en el delta del Nilo”.
"La máquina ha permitido a los agricultores alcanzar resultados notables", dice, "incluido un ahorro de alrededor del 25 % en el agua suministrada y un aumento promedio del 30 % en el rendimiento de los cultivos".
Su investigación ganó el 'Premio Internacional de Japón para Jóvenes Investigadores Agrícolas' de 2015, y varios organismos y países de la región están utilizando esa tecnología ahora.
Pero quizás lo más importante es que le granjeó la admiración de su difunto padre, que defendió con orgullo esta técnica en la radio y la televisión.
Para la agricultura, afirma Atef, "la sostenibilidad de los recursos hídricos, ahora y en el futuro, se puede alcanzar mediante un uso eficiente del agua".
