Establecer asociaciones a nivel mundial, regional y nacional permite a la FAO tener un enfoque más coherente y coordinado para promover el trabajo decente en zonas rurales. Por ello, la FAO se asocia con países miembros y entidades no estatales, como es el caso de otras organizaciones de las Naciones Unidas, organizaciones de producción, instituciones académicas y de investigación y el sector privado. Esto permite a la FAO aprovechar sinergias entre las principales partes interesadas durante la aplicación de programas, proyectos y otras actividades.

Por ejemplo, la FAO colabora de manera estrecha con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), otro organismo de la ONU que ofrece un bagaje único de experiencias y conocimientos sobre el mundo del trabajo. Asimismo, la FAO apoya el espíritu empresarial y el empleo juvenil rural mediante su participación en la Red Interinstitucional de las Naciones Unidas para el Desarrollo de la Juventud y cumple una función principal en la Alianza Internacional de Cooperación sobre el Trabajo Infantil y la Agricultura. La FAO también es un miembro del Grupo Mundial sobre Migración, un grupo interinstitucional que tiene como misión abordar las oportunidades y los desafíos relacionados con los flujos migratorios.

A nivel de país, la FAO realiza grandes esfuerzos por mejorar el diálogo de políticas entre las partes interesadas en agricultura y los interlocutores sociales (como los sindicatos y asociaciones de productores). Por último, colabora con los ministerios sectoriales correspondientes con el objeto de impulsar un entorno propicio para la promoción del empleo rural decente y mejorar la coordinación entre actores nacionales e internacionales.