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La labor de la FAO


Comisión forestal para Asia y el Pacífico
Comisión forestal Latinoamericana
Comisión forestal para el Cercano Oriente

Comisión forestal para Asia y el Pacífico

El tema central que escogió la Comisión Forestal para Asia y el Pacífico, como centro de los debates de su sexta reunión, fue el desarrollo de las industrias forestales y la importancia de las coníferas de crecimiento rápido para satisfacer las necesidades madereras. Por esta razón, Nueva Zelandia, que presenta un interés particular a este respecto, brindó hospitalidad a la reunión e invitó también a enviar representantes a varios Estados Miembros de la FAO de fuera de la región que estaban llevando a cabo grandes programas de plantación. Solamente Sudán pudo aprovechar esta oportunidad, pero por lo que se refiere a los países de la región, la asistencia fue nutrida y las delegaciones del Japón y las Filipinas fueron excepcionalmente importantes. Los otros países representados fueron Australia (incluyendo Papua y Nueva Guinea), Corea, Francia (Nueva Caledonia), Estados Unidos de América (Territorios de Fideicomiso), India, Indonesia, Malasia, Nepal, Reino Unido (Hong Kong), Tailandia y Viet-Nam.

El Hon. R. G. Gerard, Ministro neozelandés de Tierras y Bosques, inauguró la reunión a la cual asistió varios días. Fue también digno de atención el hecho de que el jefe del partido político de oposición estuviese representado en la persona de Sir Eruera Tirikatene, un ex-Ministro de Montes. N. A. Osara, Director de Montes y Productos Forestales, representó al Director General de la FAO, y fue quien hizo hincapié en la excesiva modestia de Nueva Zelandia, al tratar de sus logros en el sector forestal. «Todos nosotros estamos sumamente interesados en conocer sus industrias forestales de las que tenemos mucho que aprender», dijo al Ministro en nombre de los delegados.

La comisión dedicó algún tiempo al debate general sobre las tendencias en materia de recursos y necesidades madereras regionales. Un delegado describió la «sorprendente rapidez» con que está cambiando la situación maderera mundial, y dijo que la demanda de productos forestales está aumentando de manera fulminante. Los países de la región de Asia y el Pacífico, por su gran población y rápido desarrollo, tienen que ser inevitablemente el centro principal de la demanda futura, uno de cuyos aspectos se trata en el artículo sobre China publicado en este mismo número.

Muchos países de la región cuentan con importantes riquezas forestales y, por lo tanto, tienen excedentes de madera,1 pero siguen tropezando con dificultades por lo que se refiere a la obtención del capital necesario para la explotación y elaboración de los recursos, a fin de acumular excedentes para la exportación en forma tal que reporten el beneficio máximo al país exportador.

1 Véase: FAO. Timber trends and prospects in the Asia-Pacific region, Ginebra, 1961. Dicha región incluye Birmania, Tailandia, Camboya, Filipinas, Malasia, Papua y Nueva Guinea.

La comisión no abordó totalmente el problema, pero convino en ciertas medidas prácticas que los países deberían adaptar en el futuro inmediato:

a) Proporcionar a la FAO una evaluación al día de los recursos nacionales madereros y de las necesidades futuras, a fin de que el estudio actual sobre las tendencias y perspectivas nacionales pueda modificarse y precisarse más. Dicha información es básica para una planificación realista. Aunque la situación maderera en el mundo entero será uno de los temas que habrán de estudiarse en el Sexto Congreso Forestal Mundial en 1966, la situación mundial será de nuevo objeto de estudio de la comisión en su próxima reunión. La comisión aceptó con gratitud la invitación del Gobierno de Corea para celebrar en dicho país la reunión.

b) Fomentar la demanda de las muchas maderas de los países bien poblados de bosques, que actualmente no se utilizan; es decir, de los países tropicales cuyos bosques contienen cientos de especies de las cuales sólo algunas docenas son actualmente comercializables, lo que representa un pequeño porcentaje de las existencias en formación. Los intereses comerciales de los países productores deberán estar representados en las futuras deliberaciones de la comisión a este respecto.

c) Asegurar que en todos los niveles de la capacitación forestal se tengan debidamente en cuenta los temas de la corta, extracción y transporte de trozas, y de la comercialización. Es posible reducir considerablemente los costos, lo cual se reflejará en el precio del producto final. Deberá animarse a los forestales profesionales para que se especialicen en estos aspectos importantes de la explotación forestal, y deberá haber, además, otras oportunidades de capacitación en el nivel vocacional.

d) El economista, más que el silvicultor, es quien dirige hoy el establecimiento, ordenación y aprovechamiento de los montes. Esto significa, en efecto, que la planificación industrial debe ser una de las primeras medidas, si no la primera, al estudiar la reserva y administración de los montes existentes o el establecimiento de plantaciones.

La comisión reconoció que habían de vencerse muchas dificultades en la región de Asia y el Pacífico antes de que los bosques pudieran aportar su plena contribución al desarrollo económico y social. Sus perspectivas sin embargo, son brillantes y hasta estimulantes, y la comisión expresó la opinión de que un programa racional de desarrollo forestal podía ser todavía un factor importante para promover el bienestar humano en toda la región.

Volviendo a las cuestiones prácticas, la comisión pidió que la Subcomisión de la Teca, de la FAO, celebrase otra reunión en el futuro próximo, a la cual se invitase a los Estados Miembros de Asia y Africa. El presidente ex-oficio de dicha Subcomisión es Shri Hari Singh, Inspector General de Montes de la India, quien es también presidente del comité regional de silvicultura e investigaciones sobre ordenación forestal, de cuyas actividades informa a la comisión. H. E. Dadswell, de Australia, presidente del comité regional de investigaciones sobre productos forestales, informó también a la comisión, previendo una actividad mucho mayor del comité en los años próximos. La prematura muerte del Dr. Dadswell a finales de diciembre frustró muchas esperanzas y ha sido también un golpe para el programa más amplio de la FAO relativo a la tecnología de la madera.

Se eligió la siguiente mesa de la comisión: presidente: A. L. Poole (Director General, Servicio Forestal de Nueva Zelandia), vicepresidentes: Chong Supp Shim (Director de la Oficina Forestal, Corea), Inche Abdul Majid b. Haji Mohammed Shahid (Conservador Jefe Adjunto de Montes, Malasia), Apolonio F. Rivera (Director Interino de Montes, Filipinas). A. G. Hanson (Australia), D. Kennedy (Nueva Zelandia) e Inche Abdul Rahman bin Ali (Malasia) fueron nombrados relatores. U Aung Din, oficial forestal regional de la FAO, actuó como secretario de la reunión.

Comisión forestal Latinoamericana

Hace 20 años la silvicultura y las industrias forestales estaban prácticamente en su infancia en América Latina. Desde entonces ha habido un adelanto considerable y la Comisión Forestal Latinoamericana, durante su noveno período de sesiones celebrado en Curitiba, Brasil, en noviembre de 1964, consideró que los Estados Miembros podían sentirse orgullosos de los progresos hechos durante los últimos años, tal como se describían en los informes nacionales presentados a la reunión y ampliados por las exposiciones de los delegados.

Sin embargo, hay todavía mucho que hacer para que los montes de la región se exploten con el mayor provecho. Hay que preparar cuidadosamente el desarrollo futuro. La ayuda a este respecto es una de las funciones del grupo consultivo regional FAO/CEPAD sobre el desarrollo de las industrias forestales, y la asistencia que se presta a través de los proyectos del Fondo Especial es considerable. Al discutir las perspectivas que hay para el futuro, la comisión mostró interés particular por las actividades del nuevo programa mixto FAO/BIRD que debe facilitar la identificación y preparación de proyectos para el establecimiento de plantaciones y el desarrollo de la industria, que sean aceptables para el Banco Internacional y sus filiales, el Organismo Internacional de Desarrollo y la Corporación Financiera Internacional.

El Gobierno del Brasil eligió Curitiba, capital del Estado de Paraná, para la reunión, por ser la zona del pino Paraná y de un conjunto de industrias forestales, así como la sede de la nueva Escuela Nacional de Montes establecida en la Universidad Federal con la ayuda del Fondo Especial de las Naciones Unidas y la FAO. Por esta última razón, el Ministro de Educación brasileño fue el que inauguró el período de sesiones.

Muchos forestales sostienen que la cabra es el principal responsable de los eriales que se extienden desde Marruecos a Afganistán. Otros, en cambio, afirman que jamás dichas zonas estarcieron cubiertas de auténtico bosque y que la cabra es el único animal productivo que puede vivir en las colinas cubiertas de matorral. En lugar de tratar de eliminarla, hay que procurar mejorar su utilidad para el hombre. Estas opiniones contradictorias fueron discutidas en un seminario regional sobre política en cuanto a la cría de cabras, seminario que la FAO organizó en septiembre y octubre de 1964. En esa ocasión, forestales, agrónomos y zootécnicos visitaron zonas de demostración de Yugoslavia, Turquía y Grecia.

Los países que enviaron delegaciones fueron la Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Estados Unidos de América, Francia (Guayana y Antillas), Guatemala México, Países Bajos (Surinam), Paraguay, Perú, Reino Unido (Honduras británico y Guayana), República Dominicana, Trinidad y Tabago, Uruguay y Venezuela.

V. A. Farah (Presidente del Consejo Federal de Montes, Brasil) fue elegido presidente del período de sesiones, y vicepresidentes, F. Bazán (Director del Servicio Forestal del Perú), E. Dabas (Director de la Administración Nacional de Bosques de la Argentina) y J. M. González (ayudante especial del Subsecretario de Bosques de México). A. de Miranda Bastos (Brasil) y E. Izquierdo (Perú) fueron nombrados relatores, en tanto que H. Reichardt, oficial regional de montes de la FAO, actuó como secretario. El Director General de la FAO estuvo representado por P. Accioly Borges, representante regional adjunto, y R. G. Fontaine, jefe de la Subdirección de Política Forestal de la FAO, representó a la Dirección de Montes y Productos Forestales.

Uno de los trabajos de la comisión era considerar y recomendar las medidas pertinentes con respecto a los informes de sus órganos filiales. Con referencia al informe del comité regional sobre investigaciones forestales (presidente adjunto: F. H. Wadsworth, Instituto de Silvicultura Tropical, Puerto Rico), la comisión pidió con urgencia que la FAO organizase un centro de capacitación regional en materia de inventariación forestal, al cual ya se había concedido prioridad en un período anterior de sesiones. En el caso de que no fuera posible obtener fondos del Programa Ampliado de Asistencia Técnica (PAAT), podría prepararse un programa de asistencia técnica bilateral para contribuir a su creación. México ofreció de nuevo actuar como país huésped del mismo. La comisión solicitó asimismo a los países miembros que prestasen un apoyo continuo y más fuerte al Instituto Latinoamericano de Investigaciones Forestales de Mérida, Venezuela (presidente: R. Viloria Díaz).

Se aprobaron los informes de los grupos de trabajo sobre productos forestales (presidente: F. Leniz, Chile); parques nacionales y vida silvestre (presidente: I. N. Constantino, Argentina), y ordenación de cuencas hidrográficas (presidente: J. Castellano, Argentina).

Uno de los temás más importantes que se discutieron durante el período de sesiones fue el de la forestería en relación con la reforma agraria en América Latina. Los documentos de referencia que se utilizaron para el debate fueron preparados por Cesto Petrin, asesor regional de la FAO sobre aspectos forestales de la colonización y el asentamiento, Y por la Subdirección de Investigaciones Legislativas de la FAO. El resultado fue la decisión de dar a conocer las opiniones de la comisión en la próxima conferencia regional de la FAO para América Latina (Chile, marzo de 1965) y organizar un seminario regional sobre política de aprovechamiento de la tierra tan pronto como fuera posible.

Es interesante a este respecto investigar la evolución de la base legal de la política de montes en la región. El primer período data de los años que siguieron al descubrimiento de América. El Real Decreto de 1496 sobre «la conservación de los bosques y plantaciones para el bien común de las gentes», se basaba en la teoría de que el Estado era el propietario supremo de todas las tierras, independientemente de los derechos individuales al aprovechamiento de las mismas. El Estado podía imponer, por ejemplo, restricciones sobre la tala de ciertas especies arbóreas, que eran universalmente aplicables.

A mediados del siglo XIX la idea del papel protector de los recursos forestales comenzó a reflejarse en la legislación. Pero, mientras tanto, el individualismo jurídico de la Revolución Francesa, sumado al liberalismo económico, había provocado el regreso al concepto romano de la propiedad, es decir, al derecho absoluto que tiene el propietario sobre el aprovechamiento y la disposición exclusivos de sus posesiones. Este concepto, sancionado en Francia por el Código napoleónico, fue introducido durante la segunda mitad del siglo en las leyes básicas de los países latinoamericanos. No existía regulación alguna para la explotación de los montes privados, y en Brasil, por ejemplo, un decreto de 1876 eximía de previa licencia las cortas en los montes privados de maderas de leí (maderas valiosas comercialmente cuya corta estaba anteriormente regulada por ley).

Durante el siglo actual, el concepto de propiedad, concebida como derecho, implica ya ciertas obligaciones y su limitación por razones de utilidad pública o necesidad social se considera legítima. Así, pues, ha aumentado la atención del Estado a los montes privados y se han promulgado leyes estableciendo y regulando la intervención oficial y creando los órganos administrativos responsables de su aplicación. Uno de los primeros ejemplos es la Ley de Cuba de 1923, que definía los reglamentos relativos a los bosques privados que tenían una función protectora. La ley más reciente, la del Perú de 1963, hace de la administración forestal un organismo que no solamente se ocupa de los montes estatales, sino que está encargada también de las actividades de interés público en todas las tierras forestales, cualquiera que sea su régimen de propiedad.

Comisión forestal para el Cercano Oriente

El Líbano era el país más apropiado para acoger la cuarta reunión de la Comisión Forestal de la FAO para el Cercano Oriente, celebrada en junio de 1964, porque el principal interés de esta comisión es el restablecimiento de los bosques en toda la región, y el Líbano se ha puesto rápidamente a la cabeza en este terreno con la restauración de sus primitivos y grandes bosques de cedros.

Uno de los motivos de este repentino interés en conservar los famosos cedros es la importancia que tienen como atracción para el turismo, ya que ésta es una de las principales industrias del país. Otro de los motivos es que el Líbano cuenta, como muchos otros países en curso de desarrollo, con su plan... en este caso un plan verde, llamado Plan vert. Este programa decenal tiene dos objetivos primordiales: uno es la rehabilitación y repoblación forestal del Monte Líbano, que no es un pico aislado, sino el nombre con que se conoce toda la cordillera que forma el espinazo del país, y del Anti-Líbano, cadena paralela que se extiende a lo largo de la frontera con Siria, unos 80 Km. tierra adentro el otro, es mejorar la suerte de los pequeños agricultores que han quedado rezagados en la carrera del país hacia la prosperidad. Ambos objetivos se están logrando con la ayuda de la asistencia técnica internacional, especialmente aportada por el Fondo Especial de las Naciones Unidas y la FAO.

A la reunión de la CFCO asistieron representantes de Chipre, Francia, Irak, Jordania, Líbano, Libia, Siria, Sudán y Turquía. Asistieron también observadores de Irán y del Reino Unido, así como de los organismos especializados de las Naciones Unidas. El oficial forestal regional de la FAO, K. Oedekoven, actuó de secretario. Por ausencia ineludible del Director de Bosques y Recursos Naturales del Líbano, la comisión eligió como nuevo presidente a Hassan Kittani (Director General de Bosques de Irak). Abdul Hakim Siba'i (Director de Montes de Siria) y Zübeyir Akylidiz (de la Dirección General de Montes de Turquía) fueron elegidos vicepresidentes, y Andreas Polycarpou (Director del Departamento de Bosques de Chipre) fue designado relator. El Ministro de Agricultura del Líbano inauguró la reunión dando la bienvenida a los delegados en nombre de su gobierno, y el representante regional de la FAO, A. R. Sidky, pronunció unas palabras en nombre del Director General de la FAO.

Las deliberaciones, sumamente animadas, se centraron en torno a la función múltiple del bosque y a las relaciones existentes entre la explotación forestal y las otras formas de aprovechamiento de la tierra. En esta región, la integración de una dasonomía productiva con la economía agraria es un concepto fundamental para los forestales. Los montes, en la mayoría de los casos, siguen estando relegados a las tierras más pobres, e incluso allí las autoridades forestales tienen que esforzarse en evitar que estas tierras sean dedicadas a otros usos, lo que traería su irremediable degradación. La comisión insistió en que los forestales deben hallarse fuertemente representados en las entidades encargadas de planificar el aprovechamiento de la tierra y en las correspondientes juntas.

Al analizar los informes nacionales sobre los progresos conseguidos que le han sido presentados, la comisión subrayó especialmente los adelantos que se están logrando en la región en el campo de la enseñanza forestal. Estos progresos deberían ir acompañados por un esfuerzo paralelo en el sector administrativo.

En CHIPRE, la Escuela de Montes completó su 12° año académico en julio de 1963. Existe el propósito de dictar un curso de tercer año de capacitación forestal para enseñar las últimas novedades en la materia y especializar a los cursillistas en determinados campos. Ya se han iniciado los trabajos para la ampliación de la escuela y, además, se han organizado cursillos de capacitación para alumnos elegidos directamente entre el personal del Servicio Forestal. En 1962 se preparó una película titulada «Los bosques de Chipre». En IRÁN fue creado el Instituto de Montes y Pastizales de la Escuela de Agronomía, Universidad de Teherán, sita en Karadj, con ayuda de un proyecto del Fondo Especial de las Naciones Unidas que contribuye también al mantenimiento de la Escuela de Ayudantes Forestales de Gorgan. En IRAK se ha creado una Facultad de Montes en la Escuela de Agronomía en cooperación con la República Federal de Alemania, que provee el personal docente, el equipo, el instrumental y los servicios de laboratorio. Desde la última reunión de la CFCO, 12 alumnos se han graduado en la Escuela de Ayudantes Forestales para el Cercano Oriente de Lattakia, SIRIA; 38 estudiantes lo harán en el Instituto Superior de Montes de Abu-Graib, pero después de esta graduación el Instituto quedará clausurado y los estudios se limitarán al nivel universitario. En JORDANIA, se proyecta de aquí a 1970 contratar a 9 graduados universitarios y 31 ayudantes forestales con destino al Departamento Forestal.

En KUWAIT se piensa solicitar a la FAO dos bocas en silvicultura y ordenación de pastizales: cuatro estudiantes recibirán capacitación como ayudantes forestales en Lattakia. En el LÍBANO y SUDÁN se dispone de fondos, gracias a proyectos del Fondo Especial, para la concesión de becas. En la REPÚBLICA ARABE UNIDA se ha organizado un curso de ciencias forestales para los estudiantes de agronomía de la Universidad de Alejandría. En TURQUÍA existen planes para crear una nueva Facultad de Montes en la Universidad Ege, de Izmir. Merece también señalarse que, además de la actual Escuela de Técnicos Forestales de Duzce, se van a inaugurar en Turquía otras dos escuelas de este tipo en Trabzon y Antalya. Teniendo asimismo en cuenta la Escuela Nacional de Montes del PAKISTÁN, en Peshawar, puede afirmarse, sin temor a exagerar, que el mejoramiento de la enseñanza forestal en todo el Cercano Oriente ha de repercutir poderosamente en el futuro progreso del sector forestal en general.

Los delegados celebraron un debate especialmente útil acerca de las cortinas de protección (elementos de infraestructura) y de los rompevientos (al nivel de las explotaciones agrícolas). Conviene evaluar los beneficios de estos últimos en conjunto más bien que independientemente y como parte integral de la economía de la explotación agrícola. Sobre este tema se va a tratar de organizar otro centro de capacitación y gira de estudios.

La comisión decidió fusionar su comité de investigaciones forestales y su grupo de trabajo sobre enseñanza forestal en un nuevo grupo de trabajo sobre ordenación de pastizales forestales, de modo que cubra todos los aspectos pertinentes de las políticas de desarrollo de los montes y cuencas hidrográficas. Se aprobaron los programas de trabajo de ambos organismos auxiliares.

Jordania, Irak y Siria, por medio de sus delegados, se ofrecieron como países huéspedes para la próxima reunión de la comisión. Se dejó la decisión al Director General de la FAO, pero es poco probable que pueda celebrarse una reunión en 1966, por ser el año en que tiene lugar el Sexto Congreso Forestal Mundial. Por razones que quedan fuera del alcance de la FAO, hasta ahora ha habido grandes intervalos entre las reuniones de la Comisión Forestal para el Cercano Oriente. Esto es de lamentar porque todo el mundo está cada vez más convencido de la utilidad de estas reuniones para el fomento forestal en las zonas en desarrollo, ya que ofrecen a los forestales una oportunidad única para intercambiar pareceres sobre los diferentes problemas de interés común y para beneficiarse mutuamente de sus conocimientos y experiencia.

B. A. ANDERSON, Jefe de Personal de la FAO, jubilado en enero de 1965. Alto, cordial, voz dulce, procedente de la carrera forestal y originario de Minnesota, Anderson se graduó por la Universidad de Wáshington (Seattle). Ingresó en la FAO (Roma) en 1957, después de haber trabajado 22 años para el Servicio Forestal de los Estados Unidos, últimamente como Jefe de Personal en la Jefatura de Wáshington, D.C. En la FAO ha llevado todos los asuntos de personal por espacio de siete años, habiendo sido altamente considerado. Esperamos encontrarnos con él en el Sexto Congreso Forestal Mundial, en 1966.

B. A. ANDERSON


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