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Especies arbóreas de crecimiento rápido para las plantaciones industriales en los países en vías de desarrollo


PERSONAL DE LA FAO

Versión resumida de un documento preparado por la FAO para una reunión del Comité Asesor sobre la Aplicación de la Ciencia y la Tecnología al Desarrollo, de las Naciones Unidas (París, marzo de 1965), órgano creado por el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas (ECOSOC).

ESTE ARTÍCULO trata en primer término de las perspectivas de las plantaciones de especies arbóreas de crecimiento rápido en los países en vías de desarrollo destinadas a satisfacer sus necesidades futuras de madera rolliza para la industria, tanto para consumo interno como para exportación; se refiere a continuación a lo realizado hasta ahora en esa esfera y, por último, a los principales problemas que continúan planteando el establecimiento y ordenación de dichas plantaciones.

Son consideradas especies arbóreas de crecimiento rápido las que pueden tener un incremento mínimo anual de, por lo menos, 10 m³ por ha en condiciones ambientales favorables y siempre que se apliquen técnicas adecuadas para la preparación previa del terreno y para el establecimiento y cuidado de las plantaciones. Se llaman países en vías de desarrollo a los que así han quedado clasificados por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo.

CUADRO 1. - RESUMEN DE LA SUPERFICIE ACTUAL DE PLANTACIONES DE CRECIMIENTO RÁPIDO EN LOS PAÍSES EN VÍAS DE DESARROLLO POR REGIONES, CON ÍNDICE APROXIMATIVO DE RITMO ACTUAL DE PLANTACIÓN



 

Superficie de las plantaciones

Por ciento

Ritmo actual de plantación

Coníferas

Frondosas

Total

Miles de hectáreas/año

Miles de hectáreas

América Latina

500

1 100

1 600

37

150

Asia-Pacífico

150

1 500

1 650

38

120

Cercano Oriente

15

135

150

3

15

Africa

240

735

975

22

50

TOTAL

905

3 470

4 375

100

335

En este artículo se trata únicamente del conjunto de las plantaciones, señalándose la situación general de los países en desarrollo en el cuadro de la economía mundial. Habrá de admitirse, no obstante, que con este punto de vista se omiten muchos detalles, y que será indispensable realizar estudios más localizados.

A pesar de la escasez de datos concretos disponibles, se dan ciertas indicaciones del porcentaje interno de rendimiento que cabe prever con las plantaciones de especies de crecimiento rápido. Sin embargo, esto debe interpretarse sólo como justificación parcial e inexacta, ya que es imposible expresar en términos cuantitativos los grandes beneficios indirectos y los valores sociales de los trabajos de repoblación forestal. Muchos países en desarrollo han adoptado la política de incluir obras de repoblación forestal en gran escala con especies de crecimiento rápido en sus planes de desarrollo (Cuadro 1). El establecimiento de dichas plantaciones puede ser un proyecto factible desde el punto de vista económico y social, a condición de que se prepare y lleve a la práctica como parte integrante de un plan general de desarrollo, local o nacional, de preferencia dentro de una subregión, y por último, en un contexto regional.

Futuras necesidades de madera

NECESIDADES INTERNAS DE LOS PAÍSES EN DESARROLLO

En años recientes,1 los países en desarrollo han consumido unos 110 millones de m³ de madera industrial por año, además de otros 600 millones de m³ de leña.

1 Salvo indicación en contrario, las cifras utilizadas en el presente estudio se refieren al promedio anual correspondiente a los años 1959-61.

La medida en que esa madera se utiliza para uno u otro de dichos fines en cada región se indica en el Cuadro 2, que también contiene estimaciones del desarrollo probable de dicho consumo desde ahora hasta 1975. Las cantidades previstas se refieren a determinados niveles de población y de actividad económica, que son los que se consideran más probables para 1975. Los niveles efectivos de consumo corresponderán a las estimaciones sólo en la medida en que las hipótesis relativas a esas variables resulten exactas. Se ha supuesto que las poblaciones crecerán a razón del 1,5 al 2,5 por ciento anual en las diferentes regiones, y que el aumento real de ingresos por persona será, por término medio, del 2 al 2,5 por ciento anual. Incluso fundándose en hipótesis tan prudentes acerca de la actividad económica, se espera que el consumo anual de madera aumentará en dos terceras partes entre 1959-61 y 1975, incremento equivalente a un consumo adicional de 75 millones de m³ de madera rolliza por año en 1975, o, calculado sobre la base de los precios de 1959-61, 3.000 millones de dólares más de productos madereros por año de ahora a 1975. Estos cálculos se basan en el supuesto de que la madera no llegará a ser más costosa que otros materiales, y, antes de considerar la cuestión principal de que se ocupa el presente estudio - la posibilidad de suministrar la cantidad adicional de madera - cabe examinar más detalladamente el problema del costo relativo.

CUADRO 2. - CONSUMO DE MADERA EN NOS PAÍSES EN VÍAS DE DESARROLLO EN 1959-611 Y NECESIDADES PREVISTAS PARA 1975

FUENTE: FAO/Naciones Unidas, estudios regionales sobre tendencias y perspectivas de los productos forestales (con inclusión de datos inéditos y revisados).

1 Consumo medio anual.

La diversidad de usos de los productos madereros indica cómo y hasta qué punto la madera constituye un material básico para poblaciones más numerosas, mejor alojadas y más instruidas cuyos ingresos están aumentando. Si su precio de costo aumenta, no sólo las viviendas serán más caras, sino que será necesario recurrir a otros materiales que habrá que importar. En el caso del papel de imprenta y del papel de escribir, casi no es posible recurrir a otros materiales, aunque en 1959-61 los países en desarrollo ya estaban importando productos madereros, sobre todo papel y cartón, por valor de más de 600 millones de dólares al año.

También es importante determinar los usos a que se puede destinar la madera obtenido de plantaciones de especies de crecimiento rápido. Por ejemplo, no podrán obtenerse en dichas plantaciones las trozas de mayores dimensiones y especiales calidades que sirven para fabricar el contrachapado, las láminas y la madera aserrada y que proceden de los bosques higrofíticos tropicales y de las mejores masas de coníferas del norte. Pero ya están suministrando cierta cantidad de madera aserrada y de contrachapado, si bien en una gama limitada desde el punto de vista de la calidad y de las dimensiones. Sin embargo, la variedad de especies de crecimiento rápido disponible puede proporcionar materia prima adecuada para todos los tipos necesarios de productos de la pasta y para la fabricación de tableros de fibra y de partículas, productos madereros cuyo consumo está aumentando más rápidamente. Como se indica en el

Cuadro 2, el consumo de papel y de cartón debería aumentar en un promedio del 7 por ciento anual y el de los tableros de fibra y de partículas en un 12 por ciento entre 1959-61 y 1975. En cambio, el consumo de madera aserrada sólo debería aumentar en 3 por ciento y el contrachapado en 5,5 por ciento. Si nos limitamos a estudiar estos productos, es decir, pasta, algunos paneles y madera rolliza (para postes, pértigas, etc.), se advierte que de aquí a 1975 las necesidades anuales aumentarán en total a razón de unos 35 millones de m³. Pero, como la pasta y los paneles son productos elaborados de alto precio, corresponderán en 1975 a 2.000 millones de dólares sobre los 3.000 millones de dólares de aumento del valor total de las necesidades adicionales de todos los productos madereros de los países en vías de desarrollo.

El que los países en desarrollo puedan atender a sus necesidades internas, cada vez mayores, no depende sólo de la disponibilidad de un suministro adecuado de madera. En efecto, las industrias de elaboración, sobre todo las del papel y la pasta, están sujetas a importantes economías escalares. Por consiguiente, la producción en el plano nacional sólo es posible cuando existe un mercado interno de cierta magnitud. Es decir que, para dar a las evaluaciones globales preliminares presentadas en este documento un carácter más concreto, es preciso examinar, entre otras cosas, la importancia y la situación de cada país y grupo de países, así como sus necesidades y posibilidades.

POSIBILIDADES DEL MERCADO EXTERIOR

Para completar tal evaluación, habrán de considerarse las necesidades posibles fuera de los países en desarrollo a las que éstos podrán atender. En una serie de estudios recientemente realizados, se señala un déficit probable de la madera en Europa occidental y Japón, que siempre han importado de América del Norte y la U.R.S.S. Para los países en desarrollo que atiendan a esta posible demanda, las perspectivas son buenas, y si los países adelantados les ofrecen la ayuda necesaria (prestación de capitales, formación técnica, etc.) y los países en desarrollo toman las medidas necesarias (desarrollo de la infraestructura, instalaciones, mano de obra calificada, etc.), podrán llegar a exportar hasta 600.000 tm de pasta y productos de la pasta por año en 1975 (equivalente a unos 2 millones de m³ de madera rolliza), cuyo valor llegaría a ser al menos de 175 millones de dólares con los precios de 1959-61.2

2 En estas estimaciones no se incluye China continental. Las proyecciones publicadas en ese país indican que se ha previsto un consumo de 118,5 millones do m³ para 1972, de los cuales sólo 80 millones de m³ procederían de los montos del país. A posar de un intenso programa de plantaciones, China continental se verá obligada a importar para atender a una parte de sus necesidades.

NECESIDADES GLOBALES

Como es natural, las consideraciones expuestas son, en parte, hipotéticas. Gran número de mercados seguirán siendo demasiado reducidos y muchos productos especializados podrán ser proporcionados a menor precio por otras regiones del mundo. Pero no está excluida la posibilidad de que los países en desarrollo lleguen a producir una parte de los 600 millones de dólares de productos madereros que importan actualmente cada año del resto del mundo (de este comercio, la pasta y el papel constituyen unas ¾ partes del valor total y equivalen a 6 millones de m³ de madera rolliza por año).

En 1975, los países en desarrollo podrán producir, además de lo que han producido en 1959-61, una gran parte de los 24 millones de m³ de madera anuales, que son necesarios para obtener la parte adicional de pasta y de paneles requeridos por sus mercados internos; parte de los 6 millones de m³ que reemplazarían las actuales importaciones de productos derivados de la pasta, y quizás 2 millones de m³ de madera para las exportaciones de productos de la pasta; y la totalidad de los 11,5 millones de m³ suplementarios de madera en rollo que se utilizan anualmente. Para saber cómo se podrá hacer frente a esta demanda, es preciso considerar ahora las potencialidades físicas y económicas de los recursos forestales existentes.

Montes naturales: Potencialidad y limitaciones

Los principales montes naturales de donde se extrae la madera rolliza de tipo industrial en los países en desarrollo, son el monte higrofítico tropical, el monte tropófito de clima húmedo y el monte de coníferas tropicales (monte alto tropical productivo); los otros tipos de monte sólo contribuyen en forma marginal.

Mientras no se conozcan los resultados del estudio realizado en 1963 por la FAO, las cifras más fidedignas para el total de superficie, material en crecimiento e incremento del monte alto tropical productivo, podrán consultarse en el Inventario Forestal Mundial de 1958, de la FAO, en el que se calcula que la superficie total de tierras forestales en los países en desarrollo es de unos 2,25 millones de ha, de las cuales quizá 1.000 millones sean monte alto tropical productivo, aunque sólo 320 millones de ha de esa superficie están clasificados como monte permanente reservado para el cultivo sobre una base de rendimiento sostenido.

Según los datos más fidedignos disponibles, la producción anual es de unos 700 millones de m³ de madera rolliza por año, que en los países en desarrollo se extraen en su mayor parte para combustible. En la práctica, gran parte de esa cantidad procede del apeo incontrolado y destructivo de montes de libre utilización y es poco probable que la zona de montes permanentes resista durante mucho tiempo a tales extracciones.

En la mayoría de los países en desarrollo, el emplazamiento y naturaleza del monte natural son tales que, como fuente de suministros de madera industrial, su función es sumamente limitada. Aunque se deje un amplio margen de error en las estimaciones de su volumen físico, estas cifras pueden verse disminuidas por la magnitud de las cantidades que son técnicamente inaprovechables o cuyo aprovechamiento resultaría de costo prohibitivo. Las principales limitaciones del monte natural pueden resumirse del modo siguiente:

1. Generalmente, el vuelo se compone de muchas especies de diferentes características. Esa variedad plantea problemas en la elaboración con fines industriales. Así, la cosecha global resulta sumamente difícil, si no imposible, e incluso cuando la utilización prevista no impide esa forma de extracción, la heterogeneidad de las especies puede entrañar una costosa selección previa de las trozas antes de la elaboración industrial.

2. En las condiciones técnicas y económicas actuales, sólo puede utilizarse con fines industriales un número relativamente bajo de especies, generalmente entre una cuarta y una décima parte de la cosecha. Por consiguiente, la corta está muy lejos de ser intensiva y, en muchos casos, por razones económicas, es preferible no hacerla en absoluto.

3. Muchas especies que no son utilizadas tienen características indeseables difíciles de superar y, aunque se termine por eliminarlas mediante tratamiento silvícola, estas operaciones llevarían demasiado tiempo.

4. Además, constituye un problema fundamental el hecho de que el área principal del monte alto productivo sea inaccesible. No se puede descartar la posibilidad de desarrollar sistemas mucho más económicos para el transporte de la madera (mediante lignoductos, por ejemplo), pero es probable que, si esto ocurre durante el período que abarca este estudio, sea sobre todo en los países más adelantados.

5. Por último, en la mayoría de los casos, el monte alto tropical tiene un bajo porcentaje de incremento volumétrico. Los datos disponibles son escasos, pero parece que, cuando no se realiza un tratamiento silvícola intensivo, el incremento medio anual de la mayoría de los montes higrofíticos tropicales de frondosas raramente excede de 1-2 m³ por ha. La experiencia adquirida hasta ahora indica que, cuando se aplica un tratamiento silvícola adecuado, el porcentaje de crecimiento puede aumentar considerablemente, pero todavía no se sabe hasta qué punto y para ello hará falta tiempo. Aun en el caso de que se quintuplícase el crecimiento, éste sería mucho menor del que se puede lograr con la mayoría de las especies arbóreas de crecimiento rápido.

Ventajas de las plantaciones de crecimiento rápido

Las especies de crecimiento rápido ofrecen importantes ventajas cuando se trata del suministro de madera rolliza de tipo industrial, a saber:

1. Una adecuada elección de especies permite obtener una producción homogénea de madera perfectamente adaptada, dentro de los límites que impone el medio estacional, para formar la materia prima de los productos finales requeridos. Estas plantaciones permiten un riguroso control de la naturaleza y calidad de la materia prima, obteniéndose así una producción en la que todos los elementos son extraíbles. Estas ventajas son importantes, la primera por lo que se refiere a los complejos procesos de elaboración, y contrastan con las dificultades y subsiguientes gastos que suele imponer la naturaleza variada del producto de los montes higrofíticos naturales tropicales.

2. Comparados con los porcentajes de crecimiento que se han indicado para el monte alto tropical, algunas plantaciones africanas de eucaliptos para leña en turnos cortos (6-8 años) pueden tener un incremento medio de más de 50 m³ anuales por ha. Pero esto se puede lograr únicamente cuando imperan las más favorables condiciones ambientales y la mayor parte de las cifras es más baja. Por lo que atañe a las plantaciones de eucaliptos destinadas a la obtención de madera para pasta y postes, las cantidades más representativas serían de 20 a 30 m³ por ha y año en Sudamérica y de 15 a 25 m³ en Africa tropical; en los lugares más secos, estas cifras serán aún más bajas y podrán disminuir a 10 m³ por ha y año. En cuanto a los pinos y Cupressus de crecimiento más rápido, que se cultivan para obtener madera de construcción, el promedio sería de 12 a 17 m³ por ha y año, en tanto que las especies frondosas madereras, como la teca, raras veces llegarán a más de 10 m³ por ha y año, excepto en las mejores estaciones. Con tales porcentajes de incremento, las plantaciones de especies de crecimiento rápido pueden producir trozas para aserrío de dimensiones aceptables en cantidades considerables de la edad de 20 años en adelante y madera para pasta a partir de los 10 ó 12 años.

3. La naturaleza homogénea de la producción y el alto porcentaje de crecimiento hacen que el rendimiento por hectárea de madera extraíble sea muy elevado. Esto puede ser muy útil en los países que no poseen tierras para la producción alimentaria o la colonización, o son escasas las buenas tierras cultivables; también reduce los costos de protección y supervisión. Así, en lo que se refiere a la corta, el elevado rendimiento por hectárea y el carácter uniforme del producto hacen que sea más bajo el costo por unidad de madera extraída.

4. A condición de disponer de tierras convenientes, las plantaciones ofrecen, desde el punto de vista de la ordenación, la posibilidad de hacer que la fuente de materia prima y las instalaciones de elaboración estén emplazadas lo más ventajosamente, desde el punto de vista económico, tanto con relación a los mercados como entre sí.

5. Por último, las plantaciones de especies de crecimiento rápido pueden constituir empresas financieras lucrativas. Los datos publicados hasta ahora no son muy abundantes, pero las cifras disponibles indican que se puede obtener un porcentaje interno de rendimiento del 12 y 15 por ciento en los primeros dos turnos, lo cual, dejando aparte todos los beneficios indirectos imponderables, puede ser considerado interesante desde un punto de vista estrictamente financiero. Además, también el Estado sale ganando, ya que el suplemento procedente de impuestos sobre sueldos más elevados y sobre los beneficios de las industrias que dependen de las plantaciones podría representar el 2 ó 3 por ciento más del dinero invertido.

Aunque la principal justificación para el establecimiento de plantaciones puede ser su interés económico, otra ventaja es que en los países en desarrollo, al emplearse la mano de obra desocupada, bastante común en esos países, puede diversificarse la economía rural y mejorarse las condiciones sociales mediante el subsiguiente establecimiento de cooperativas y pequeñas industrias. Por lo general, las comunidades rurales conocen ya las técnicas que han de emplearse para el establecimiento de plantaciones, y el bajo índica de salarios que prevalece en muchos países en desarrollo permite producir madera rolliza a un costo mucho más bajo que en la mayoría de los países desarrollados. Además, las plantaciones de árboles ofrecen la posibilidad de combinar el reasentamiento con la producción alimentaria (taungya), lo que es bastante importante en muchos países.

Por todas estas razones, es probable que se atribuya cada vez más importancia a la tendencia, ya arraigada en muchos países en desarrollo, de plantar especies de crecimiento rápido. Sin embargo, estas plantaciones están más expuestas que el monte natural a ciertos peligros: enfermedades, ataques de insectos, incendios y otras calamidades. Donde existen montes naturales habrá que desarrollarlos dentro de los límites impuestos por los factores económicos y la utilidad de la producción, a fin de protegerse contra los peligros inherentes a las plantaciones.

Progresos en la creación de plantaciones de crecimiento rápido

Antes de 1920 eran pocos los países que habían plantado superficies de cierta extensión; y en gran número de países la plantación en gran escala sólo se ha realizado en los últimos 20 años. En consecuencia, entre las plantaciones destinadas a la producción de madera sólo una pequeña proporción está produciendo trozas de aserrío extraíbles en cantidades importantes.

Al principio, gran parte de los árboles plantados se destinaba al suministro de postes y leña, pero en años recientes se ha concedido mayor atención a las plantaciones destinadas a obtener maderas para construcción y usos industriales, por ejemplo para pasta. Hoy son raros los países en vías de desarrollo que no inician un programa de plantaciones con esos fines o que no estudian la posibilidad de hacerlo.

A continuación se examinan las principales realiza clones en materia de plantaciones desde el punto de vista de la superficie, distribución y especies, y se reseñan los progresos efectuados en relación con las necesidades futuras.

SUPERFICIE Y DISTRIBUCIÓN

Los datos disponibles indican que a fines de 1964 la superficie de las plantaciones de crecimiento rápido en los países en desarrollo era de 4,4 millones de ha. En el Cuadro 1 figuran más detalles.

COMPOSICIÓN

Una cuarta parte de esas plantaciones se compone de especies coníferas (unas 900.000 ha) y tres cuartas partes (unos 3.500.000 ha) de especies frondosas.

Por orden de importancia (las cifras son aproximadas) las principales especies coníferas son: Pinus radiata (300.000 ha), Pinus patula (200.000 ha), Pinus merkusii (100.000 ha), Araucaria angustifolia (100.000 ha), Cupressus spp. (40.000 ha). Muchas otras especies coníferas son objeto de plantaciones en escala bastante importante y en casi todas las regiones se realizan ensayos con una gran variedad de especies.

Por orden de importancia, las principales especies frondosas son: Eucalyptus spp. (1.300.000 ha), teca (1.000.000 de ha), álamos y sauces (150.000 ha), y acacias (150.000 ha).

Como se ha hecho con las especies coníferas, se han plantado en cantidades más pequeñas muchas otras especies frondosas y hay un gran número en ensayo.

RENDIMIENTO ANUAL ESTIMADO

Dadas las diferencias en cuanto a condiciones de estación, porcentaje de crecimiento, etc., es difícil que las estimaciones de lo que podría ser el rendimiento total anual de estas plantaciones pasen de aproximativas. Sin embargo, basándose en las cifras citadas en la sección precedente, el total del incremento medio anual hasta la edad de corta sería de unos 45 millones de m³. En otras palabras, las plantaciones actuales deberían mantener un rendimiento de unos 45 millones de m³ por año. Esto equivale a casi la mitad de la madera en rollo para la industria que se extrae anualmente de los montes (108 millones de m³), pero una gran parte - quizá dos tercios - de la superficie de las plantaciones para madera todavía es cortable y no contribuye al suministro actual.

PROGRESOS EN RELACIÓN CON LAS NECESIDADES FUTURAS

El Cuadro 2 indica que en 1975 será necesario el equivalente de unos 85 millones de m³ de madera rolliza para tableros de partículas y de fibras, papel y cartón y madera empleada en rollo (como los postes). Teóricamente las plantaciones son las que tienen más posibilidades de suministrar estos productos, pero todo análisis significativo de la fuente de materia prima - masas naturales o plantaciones - depende del cálculo regional o subregional del costo neto que implica el suministro adicional de madera.

Sin embargo, ya se ha mencionado el contraste entre las ventajas de las plantaciones y las limitaciones del monte natural. Así, el Cuadro 3 se ha elaborado con el fin de comparar las necesidades futuras y el rendimiento estimado de las plantaciones existentes para 1975; además, también se consideran las necesidades y el rendimiento para el año 2000 partiendo del supuesto de que se mantendrá el ritmo actual de plantación.

A primera vista, las cifras que aparecen en las columnas 4 y 6 son alentadoras. Sin embargo, un examen más atento muestra que, en primer lugar, el 10,2 de la cantidad 16,5 en la columna 6 para la región Asia-Pacífico está constituido por el rendimiento de las plantaciones de teca, que se convertirá seguramente en contrachapado y madera aserrada. En segundo lugar, un importante porcentaje - quizá una tercera parte - de las plantaciones existentes ya contribuye al consumo, mientras que otra gran parte ha sido establecida sin prestar la debida atención al emplazamiento en relación con los mercados y las instalaciones de elaboración, quiere esto decir que el acceso económico a estas plantaciones es dudoso. En tercer lugar, las especies elegidos no siempre se adaptan a las características del ambiente, lo que entraña una reducción de su porcentaje de crecimiento; tampoco se han tenido en cuenta en todos los casos las propiedades de la madera, disminuyéndose así sus posibilidades de utilización. En cuarto lugar, al calcular las necesidades no se han tenido en cuenta ni la posibilidad de reemplazar en parte al menos los 6 millones de m³ de madera para pasta que actualmente importan los países en vías de desarrollo, ni los 2 millones de m³ de madera para posibles exportaciones de productos de la pasta, ni la posibilidad de que la China continental tenga que cubrir mediante importaciones una parte de sus necesidades. Por otra parte, como ya se ha mencionado, no todas las necesidades suplementarias de productos más especializados - y sobre todo los que están sujetos a importantes economías escalares - pueden ser producidas en los países en vías de desarrollo y tampoco se fabrica a partir de la madera todo el papel y el cartón. Por tanto, se puede llegar a la conclusión de que las plantaciones existentes en los países en desarrollo serán, en el mejor de los casos, apenas suficientes para satisfacer en 1975 las necesidades internas previstas de papel y cartón, madera en rollo y tableros de fibras y de partículas. Es más probable que no se llegue a satisfacer las necesidades, sobre todo si se tienen en cuenta las oportunidades que se abren para la exportación y la necesidad de economizar divisas.

Si se piensa cómo será la situación a finales del presente siglo, bastará comparar los totales de las columnas 8 y 9 del Cuadro 3 para ver que, si se mantiene el ritmo actual de establecimiento de plantaciones, éstas no bastarán siquiera para satisfacer las necesidades suplementarias internas que se han previsto de papel y cartón solamente. Estos cálculos se basan en el supuesto de que, en los países en vías de desarrollo, todo el papel y el cartón requeridos se fabricarán a partir de la madera, aunque es poco probable que así ocurra. Pero no habrá de olvidarse que, si bien es imposible calcular ahora las necesidades suplementarias para el año 2000 en lo que respecta a los otros productos que tienen las mayores posibilidades de ser obtenidos en plantaciones de especies de crecimiento rápido (por ejemplo, madera en rollo y madera destinada a la fabricación de tableros de fibras y de partículas), esos productos constituyen, como se indica en el Cuadro 3, un 40 por ciento de las necesidades suplementarias para 1975. Suponiendo que de aquí al año 2000 todo nuevo aumento de las necesidades de madera en rollo y de madera para tableros de fibras y de partículas será compensado por un crecimiento de la producción de los montes naturales y por la utilización de otras materias primas, no bastará, aparentemente, a que el conjunto de los países en desarrollo mantenga el ritmo actual de plantación durante los próximos 25 años. Sólo para mantener el ritmo actual de plantación en los próximos 25 años, será preciso que los países en desarrollo ejecuten un programa de plantaciones del orden de más de 8 millones de ha, de los cuales unos 7 millones se distribuirían, en partes más o menos iguales, entre América Latina y la región Asia-Pacífico con más de 1 millón de ha en Africa. Para alcanzar tales objetivos, será necesario utilizar muchas tierras que hasta ahora no se han considerado aptas para la plantación, utilizar especies nuevas o mejoradas, elaborar técnicas nuevas o mejorar las antiguas, profundizar enormemente los conocimientos sobre el costo y los beneficios de la producción maderera y disponer de importantes recursos económicos y de personal técnico. En las secciones que siguen se examinan algunos problemas que pueden plantearse y la manera en que se puede contribuir a su solución.

CUADRO 3. - Necesidades de madera rolliza1 previstas para 1975 en los países en vías de desarrollo para la fabricación de papel y cartón (también para el año 2000), madera utilizada en rollo, tableros de fibra y de partículas; área de las plantaciones de crecimiento rápido existentes (1964), rendimiento previsto para 1975 y ritmo actual de plantación y rendimiento previsto para el año 2000.



 

Necesidades suplementarias previstas para 1975

Area de las plantaciones existentes

Rendimiento anual previsto 1975 para

Ritmo actual de plantación

Necesidades suplementarias previstas1 para el año 2000 de papel y cartón2

Rendimiento anual previsto para el año 2000 si se mantiene el ritmo actual de plantación

Papel y cartón

Madera utilizada en rollo

Tableros de fibra de partículas

TOTAL

1

2

3

4

5

6

7

8

9

Millones de m³ (rolliza)

Millones ha

Millones m³

Millones ha/año

Millones m³ ®

Millones m³

América Latina

11,3

2,1

1,5

14,9

1,600

16,00

0,150

70

53

Cercano Oriente

0,7

1,0

0,2

1,9

0,150

1,50

0,015

5

5

Asia-Pacífico

7,2

4,7

0,5

12,4

1,650

16,50

0,120

45

46

Africa

2,4

3,8

0,3

6,5

0,975

9,75

0,050

20

22

TOTAL

21,6

11,6

2,5

35,7

4,375

43,75

0,335

140

126

1 Con relación al consumo medio anual de 1959-61. - 2 Habrá de observarse que estas previsiones se limitan al papel y al cartón, es decir, al único grupo de productos respecto del cual pueden hacerse hasta ahora cálculos significativos para el futuro. Estos cálculos parten del supuesto de que el crecimiento medio demográfico será del 2,5 por ciento anual, y del 2 por ciento anual en ingresos por habitante, para cada región. Se supone, además, que la necesidad media de madera rolliza por tonelada de papel y de cartón en cada región será de 2,75 m³.

Ultimos adelantos importantes en conocimientos y técnicas

A continuación figuran los principales progresos registrados en años recientes en lo que respecta al conocimiento de las especies arbóreas de crecimiento rápido y las técnicas de su establecimiento y ordenación.

Gracias a los inventarios realizados, a los estudios sobre las tendencias de la madera, etc., se conocen mejor las necesidades y muchas autoridades forestales de los países en desarrollo ven hoy con mayor claridad el alcance y los objetivos de las operaciones de plantación que serán necesarias.

Como se trata de evitar los riesgos que entrañan los monocultivos, y dado que es necesario extender la plantación a nuevas estaciones, se ha aumentado la variedad de especies utilizadas y sometidas a ensayo. Esto ha dado por resultado un mejoramiento de las técnicas utilizadas para los ensayos de especies, una mejor elección de las especies y una mayor atención a su procedencia. Se ha hecho más evidente la importancia de utilizar semillas de procedencia identificada, tomadas de árboles madre seleccionados, así como las posibilidades de mejorar el rendimiento y las propiedades de la madera mediante la fitogenética.

Con la mayor experiencia adquirida en las plantaciones y al acumularse las pruebas de la influencia de los distintos tipos de estación sobre el comportamiento, se ha comprendido la importancia de elegir cuidadosamente el medio estacional antes de efectuar la plantación. Por consiguiente, en los años últimos se ha concedido gran atención a la evolución de los métodos de evaluación y clasificación de la productividad de las estaciones y también se ha llegado a conocer mejor el tipo de estación que las diferentes especies requieren, aunque cabe admitir que, en general, no se han realizado en este campo tantos progresos como en otros aspectos de la elección del medio estacional.

En los años últimos se han comprendido mejor las ventajas que ofrece una labor preparatoria completa para la plantación, que comprende las aradas profundas y el volteo del subsuelo, especialmente en las estaciones más áridas; cuando el sistema taungya es impracticable, se ha visto también la conveniencia de recurrir cada vez más a métodos mecánicos para desmontes y roturación. También se han hecho progresos con respecto a las técnicas de vivero, lo que ha permitido obtener plantas más resistentes y vigorosas para la plantación de asiento.

Las investigaciones sobre cuidados culturales - deshierbe, aclareo y poda - y las labores posteriores a la plantación han hecho que se comprendan mejor los efectos benéficos de tales operaciones.

Se han hecho notables progresos en el conocimiento y control de plagas, enfermedades e incendios, que ponen en peligro muchas plantaciones.

También se han hecho adelantos en el conocimiento de las propiedades de utilización de varias especies, sobre todo en lo que respecta a sus aptitudes para la conversión a pasta y a sus propiedades mecánicas, especialmente su resistencia con relación a los índices de crecimiento y a la edad. Han mejorado las técnicas de conversión para las trozas de especies de crecimiento rápido, pero queda mucho por aprender.

Aunque ha mejorado el conocimiento de la relación costo-beneficio de varias operaciones, es poco lo que se sabe, y es particularmente lamentable cuando se tiene en cuenta la magnitud de las inversiones de capital en las plantaciones existentes y en las que están en proyecto.

Principales necesidades y problemas

Como se ha explicado, se han hecho ciertos progresos de tipo teórico, pero las aplicaciones prácticas de dichos conocimientos han sido muy irregulares. Además, en muchos sectores importantes es poco lo que se ha adelantado y queda gran número de problemas por resolver. Estos pueden agruparse en ocho sectores principales, a saber: planificación, fomento de las plantaciones mediante medidas institucionales, extensión de la plantación a nuevas regiones, selección de nuevas especies y mejora de las que se utilizan actualmente, mejora de las técnicas de cuidado, protección, utilización y, por último, aunque no menos importante, la economía.

PLANIFICACIÓN

La primera condición de la planificación es establecer una definición clara y concreta de los objetivos de producción tanto cualitativa como cuantitativamente, y las zonas en que se propone alcanzarlos. Por consiguiente, estos planes deberán basarse en una evaluación lo más exacta posible de:

a) las necesidades futuras de madera en rollo y las posibilidades de crear industrias;
b) recursos forestales actuales y sus potencialidades;
c) terrenos aptos para la plantación;
d) recursos profesionales y técnicos.

En cierto número de países, sólo estos últimos son bien conocidos y, mientras tanto, las operaciones de plantación se efectúan de manera fragmentaria, sin plan de conjunto ni objetivos bien definidos. Por tanto, una de las necesidades más urgentes en los países en desarrollo será determinar sus necesidades futuras de madera rolliza, incluyendo las posibilidades de desarrollar nuevas industrias forestales y de inventariar los recursos forestales existentes. Un obstáculo que podrá presentarse en muchos casos será la falta de personal profesional competente para recoger y evaluar los datos básicos necesarios. Con frecuencia, será preciso recurrir a la asistencia de organismos exteriores.

MEDIDAS INSTITUCIONALES

Incluso cuando existen las condiciones económicas previas y las soluciones técnicas, puede ocurrir que se presenten obstáculos institucionales y estructurales inherentes al régimen de propiedad de la tierra o al derecho consuetudinario en vigor. Por ejemplo, con frecuencia las plantaciones madereras destinadas a la construcción son establecidas por empresas privadas y, en esos casos, es preciso abordar con medios institucionales dos problemas principales: por una parte, procurar que el plantador tenga los conocimientos indispensables de tipo económico y técnico, y por otra, darle el incentivo adecuado. Entre los medios institucionales destinados a estimular el interés de los particulares, cabe citar la creación de cooperativas de plantación y los contratos de participación en el costo y en los beneficios, la exención de impuestos y las facilidades de crédito. El éxito de los programas de plantación realizados en varios países (Argentina, Chile y Ecuador) se debe en gran parte a medidas institucionales de ese orden.

EXTENSIÓN A NUEVAS REGIONES

A medida que las zonas más favorables se van cubriendo de plantaciones y aumenta la competencia entre los diversos aprovechamientos de la tierra - producción alimentaria y otras utilizaciones -, se hace necesario extender las plantaciones a regiones hasta ahora ignoradas. Sin embargo, la extensión a nuevas zonas puede entrañar mayores riesgos, inversiones de capital más elevadas y menores rendimientos, a menos que se establezcan nuevas técnicas para resolver los problemas que plantea el nuevo ambiente. Por ello, es esencial ampliar las investigaciones sobre los problemas inherentes a las plantaciones en las zonas más secas y generalmente más bajas (incluyendo las de monte higrofítico de tierras bajas) y, en los casos en que la creación de presas con fines múltiples lo hace posible, el estudio de los problemas de plantaciones de árboles con riego. Habrá de concederse especial atención al empleo de fertilizantes y al establecimiento de plantaciones en tierras agrícolas que hasta ahora se han abandonado a causa de una creciente salinidad. Como estas investigaciones son lentas, habrá que iniciarlas lo antes posible.

ELECCIÓN DE ESPECIES ADECUADAS

Dos de los principales grupos de especies que habrán de suscitar mucho interés para las nuevas plantaciones son los eucaliptos de zonas más secas y las coníferas de las tierras bajas de América Central y México. Muchas de esas especies se hallan en regiones poco accesibles y no se utilizan comercialmente. Por ello, en muchos casos planteará dificultades recoger pequeñas cantidades de semillas para hacer ensayos. Una de las formas de resolver el problema sería el establecimiento de equipos regionales de recolección de semillas, financiados en forma cooperativa o por un organismo exterior; otra sería el establecimiento de una sección encargada de recoger y distribuir semillas en los centros regionales o nacionales de investigación silvícola. En última instancia, se podrá resolver el problema si los países interesados crean huertos semilleros para la cría de semillas de las especies y procedencias seleccionadas. Hasta ahora, son pocos los países en desarrollo que lo han hecho, pero algunos están comenzando. En este campo será preciso actuar con mucho más dinamismo.

Otro aspecto de la elección de especies que necesita ser desarrollado es el de la fitogenética y sus métodos para mejorar el comportamiento y las propiedades de especies seleccionadas. En los años últimos, los países en desarrollo han mostrado gran interés por la fitogenética, pero hasta ahora no se ha concretado y sólo un reducido número de países está efectuando investigaciones. Sería sumamente conveniente que se hicieran más estudios de esa índole aunque, con gran frecuencia será preciso recurrir al personal especializado de organismos exteriores.

MEJORA DE LAS TÉCNICAS DE CUIDADOS CULTURALES

En general, las operaciones de cuidados culturales en las plantaciones requiere mucha mano de obra. En las regiones más secas, los trabajos de deshierbe y cultivo deben concentrarse en el período de las lluvias, que es relativamente corto y, salvo en unos pocos países, la creación y el cuidado de las plantaciones en la escala que se haya previsto suscitará probablemente graves problemas de mano de obra, sobre todo en las regiones más secas que no están muy densamente pobladas. Para hacer frente a esos problemas, será preciso mecanizar el mayor número posible de operaciones, en particular para la preparación del terreno, las binas y el deshierbe. Pero en los países en desarrollo la elaboración de métodos mecánicos para la plantación de bosques está en sus comienzos y, dado que los métodos útiles en un país o en determinadas circunstancias no siempre son útiles en otro, todo país que tenga la intención de efectuar plantaciones y que no posea experiencia alguna de los métodos mecanizados deberá iniciar las investigaciones lo más pronto posible. Desgraciadamente, muchas operaciones requieren material costoso y pesado como tractores, arrancarraíces y arados de desfonde, y no será fácil encontrar el modo de resolver las dificultades de tipo económico.

Son muchas las investigaciones que exigen aún las técnicas que se emplean para otras operaciones de cuidados culturales, como deshierbe, aclareo, poda, aplicación de fertilizantes y riego, y sobre todo estudios de la relación costo-beneficio.

PROTECCIÓN DE LAS PLANTACIONES

Es preciso proseguir e intensificar las investigaciones destinadas a mejorar la protección de las plantaciones contra insectos, enfermedades, incendios y otros enemigos. Se trata, sobre todo, de coordinar las investigaciones y planes para las operaciones de supervisión conjunta y, en particular, difundir información sobre procedimientos de lucha y procurar que sean aplicados.

MEJORA DE LA UTILIZACIÓN

Es cada vez más aguda la necesidad de ampliar nuestros conocimientos de las propiedades de utilización de muchas especies de crecimiento rápido y de mejorar el aprovechamiento de las mismas, ya sea buscando otros usos posibles, o mejorando los métodos de utilización.

Con respecto al primer problema, se dispone ya de considerable información para ciertas especies que se utilizan ampliamente, pero los conocimientos son muy limitados en lo que concierne a otras que podrían plantarse. Asimismo, es indispensable continuar las investigaciones sobre la influencia del medio estacional, la edad, índices de crecimiento y cuidados culturales sobre las propiedades de la madera.

En cuanto a la necesidad de mejorar la utilización de la madera de plantaciones (y quizás sea éste el mayor problema), dado el elevado porcentaje de la superficie total plantada con eucaliptos y la importancia de la demanda futura de madera serradiza, la solución será encontrar un método que permita convertir en madera aserrada las trozas de eucaliptos jóvenes de crecimiento rápido, sin pérdidas excesivas debidas al alabeo, astillado, pandeo, etc. Teniendo en cuenta la gran cantidad de eucaliptos de que se dispondrá para satisfacer las futuras necesidades de madera, sería sumamente útil encontrar una solución a este problema.

Un problema diferente, que algunos países no han resuelto aún, es el de encontrar otras utilizaciones para ciertas especies de crecimiento rápido que se han plantado para leña o postes, o de acacias para obtener corteza, productos cuya demanda ha disminuido sin que haya indicaciones de que vaya a volver a aumentar.

Los países de las regiones tropicales deben solucionar la cuestión del tratamiento contra agentes destructivos de la madera, como los termes, que abundan en dichos países.

Para resolver estos problemas, será necesario establecer centros de investigaciones sobre la utilización en el plano nacional o, en algunos casos, regional.

ECONOMÍA

El aspecto económico de las plantaciones de especies de crecimiento rápido es, aunque parezca sorprendente, el menos conocido. Poco es lo que se sabe tanto del costo de la plantación como de los efectos que ejercen sobre el rendimiento las diversas operaciones y modificaciones que se introducen en ella. Por lo general, las plantaciones de crecimiento rápido entrañan muchos gastos durante los primeros años para la preparación del terreno, deshierbes y cuidados culturales; por ello, cuando llega el momento de proceder al apeo, el costo cumulativo de esos gastos, incluyendo los intereses compuestos, puede ser considerable, en particular para la extracción de madera de construcción cuyos turnos son más largos. Sólo en algunos países desarrollados se han hecho intensas investigaciones en esa esfera.

Otra cuestión sobre la que se necesita más información es el rendimiento de las plantaciones de crecimiento rápido, tanto en lo que se refiere a los beneficios que reporta el capital invertido como en lo que atañe a la economía del país en su conjunto. Para persuadir a los gobiernos o a otras organizaciones a que inviertan dinero en plantaciones de crecimiento rápido habrá que demostrarles que dichas plantaciones ofrecen ventajas y, en muchos casos, que son más lucrativas que otros aprovechamientos posibles de la tierra. En lo que atañe a la economía del país en su conjunto, las plantaciones también pueden ofrecer importantes ventajas, ya que permiten realizar economías sobre las importaciones y el flete, obtener ganancias en divisas y dan nuevas posibilidades de empleo.

La falta de conocimientos en esta esfera se explica por dos razones: en la mayoría de los países en desarrollo casi todas las plantaciones madereras no tienen antigüedad para que se puedan conocer cifras definitivas sobre la producción y los beneficios. Además, raros son los países en desarrollo que disponen de especialistas en economía forestal para emprender las investigaciones necesarias. Sin embargo, muchos países realizan o se proponen realizar, inversiones de capital en las plantaciones tan importantes, que es absolutamente necesario y urgente obtener más informaciones sobre los problemas generales mencionados.

Asistencia técnica

Para terminar, cabe examinar brevemente lo que está haciendo la FAO, por conducto de su Dirección de Montes y Productos Forestales, para ayudar a resolver los problemas y colmar las lagunas que se han indicado y para sugerir los medios de acrecentar esta ayuda mediante programas de ayuda multilateral y bilateral.

ASISTENCIA ACTUAL

No es posible incluir en este documento una lista completa de todos los proyectos de campo que se han llevado a cabo, se están ejecutando o están en vías de preparación, con la ayuda de la Dirección de Montes y Productos Forestales de la FAO, con cargo al Programa Ampliado de Asistencia Técnica, al Fondo Especial y otras fuentes de recursos. Sin embargo, el Cuadro 4 ha sido preparado para dar una idea del alcance e importancia de las actividades en curso.

CUADRO 4. - CLASIFICACIÓN DE ALGUNOS PROYECTOS A FINES DE 1964 Y DE MISIONES DE ASISTENCIA TÉCNICA DE LA FAO EN 1965/66 QUE SE REFIEREN A LAS CUESTIONES EXAMINADAS EN ESTE ARTÍCULO


 

Planificación1

Ordenación2

Utilización e industrias

Proyectos de enseñanza, capacitación e instituciones

TOTAL

Porcentaje

Interregional

1

1

-

-

2

Africa

10

7

6, 5

4

27, 5

Asia-Pacífico

8

4

1


17

América Latina

317

311

9

34

41

Cercano Oriente

6, 5

4

-

32

12, 5

TOTAL

42,5

27

19,5

11

100

1 Incluye posibilidad de inventariación y estudios de comercialización. - 2 Incluye repoblación, tratamiento silvícola, ordenación de cuencas hidrográficas y pastizales, protección de la fauna y proyectos de explotación maderera. - 3 Incluye un estudio intrarregional.

Este cuadro muestra que actualmente la mayor parte de la asistencia se consagra a la planificación, lo que es natural, ya que los países en desarrollo están probablemente menos capacitados para realizar este tipo de trabajo dada la falta de personal competente.

Desde el punto de vista geográfico, la mayor parte de la asistencia corresponde a América Latina, y es justo que así sea porque, al parecer, la futura demanda excederá de las disponibilidades en mucho mayor grado en América Latina que en las demás regiones en desarrollo (Cuadro 3). Sin embargo, teniendo en cuenta la extensión y la complejidad de la región Asia-Pacífico y de Africa, es sorprendente que los países de esas dos regiones no hayan pedido más ayuda. Aunque en el Cuadro 4 se indique la situación general en el momento presente, habrá de observarse que la falta de proyectos puede deberse a que ciertos problemas no se plantean en algunos países, o que ya se esté tratando de resolverlos en el país mismo o mediante arreglos bilaterales.

Además de los proyectos de campo, la FAO también presta asistencia en virtud de su programa ordinario, recogiendo y difundiendo información, dando asesoramiento sobre investigaciones y problemas que guardan relación con los objetivos de la Organización y ayudando en la adquisición de semillas. Como ejemplo de la primera actividad mencionada, existen varias monografías sobre especies y métodos para el establecimiento de plantaciones de crecimiento rápido y sobre la organización de consultas, conferencias, simposios y viajes de estudio.

Post scriptum

Este artículo ha indicado la demanda y las disponibilidades previstas en los países en desarrollo, puesto de relieve las ventajas del monte artificial con respecto al natural para la producción económica de suministros homogéneos de madera rolliza, y formulado ciertas sugerencias sobre la mejor manera de atender a la necesidad de ampliar las actividades de plantación.

Lamentablemente, la frase «plantaciones de especies de crecimiento rápido» ha inducido a error a muchas personas que creen que algunas especies plantadas en ciertas condiciones ambientales resolverán rápidamente las dificultades internas de un país y contribuirán a sus programas de exportación. Esto está muy lejos de ser cierto. La plantación forestal se viene practicando desde hace centenares de años, pero las técnicas y progresos científicos recientes han creado una nueva esfera de actividades forestales. Los posibles beneficios que pueden obtenerse con estas plantaciones son muy importantes, pero para ello será preciso hacer considerables inversiones de capital y en servicios de expertos y hace falta una buena planificación, ejecución y administración, como en cualquier empresa comercial moderna.


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