Página precedente Indice Página siguiente


La labor de la FAO


Conferencia intergubernamental sobre las tendencias y perspectivas de la madera en Africa
Silva Mediterranea

Conferencia intergubernamental sobre las tendencias y perspectivas de la madera en Africa

Por invitación del Gobierno de Kenia se convocó una Conferencia intergubernamental sobre las tendencias y perspectivas de la madera en Africa, que se celebró en Nairobi, del 27 de septiembre al 2 de octubre de 1965. La reunión se organizó en sustitución del segundo período de sesiones de la Comisión Forestal para Africa que, debido a dificultades de orden político, no pudo tener lugar.

Participaron delegados y asesores de 16 países miembros: Burundi, Congo (Leopoldville), Dahomey, España, Etiopía, Francia, Ghana, Kenia, Madagascar, Malawi Nigeria, Reino Unido, Sudán, Tanzania, Uganda y Zambia. También asistieron representantes de las Naciones Unidas y de su Comisión Económica para Africa (ECA), la Organización Internacional del Trabajo, la Organización de Servicios Comunes del Africa Oriental y la Organización de Investigaciones Forestales y Agrícolas de Africa Oriental. El Jefe Akin Deko, Representante regional de la FAO para Africa, representó al Director General, y Jack C. Westoby a la Dirección de Montes y Productos Forestales.

Se eligió la siguiente mesa: presidente, Jan Mohamed (Kenia); vicepresidentes, C. F. A. Onochie (Nigeria), M. D. Yandjou (Dahomey), G. J. Kileo (Tanzania). K. F. S. King (Asesor técnico de la FAO ante la delegación de Nigeria) y R. Catinot (Francia) fueron nombrados relatores.

Estudio de las tendencias regionales de la madera

El principal tema de trabajo de la Conferencia fue examinar el estudio Timber trends and prospects in Africa, preparado conjuntamente por las secretarías de la FAO y de la ECA. Destinado a ser publicado en su día, en este estudio se trata, por primera vez para la región africana, de reunir información detallada, país por país, del consumo interno actual de determinados productos madereros, y de proyectar hasta el año 1975 la probable demanda de dichos productos por grupos de países, subregiones y para Africa en conjunto. El estudio examina también la posición en cada subregión de los recursos forestales, las principales industrias usuarias de la madera y el comercio de productos madereros, y discute las perspectivas y problemas del desarrollo.

Los delegados hicieron hincapié en la incierta acción recíproca de los varios factores de la oferta y la demanda en la región, y de su posible influencia sobre las necesidades internas futuras de productos madereros. Los cambios en el precio de los productos madereros, con relación a otros precios, afectarían al nivel del consumo, en parte por estipular la sustitución de un producto maderero por otro, la de productos madereros por productos no madereros y viceversa. La producción de madera en plantaciones geográficamente bien situadas podría permitir una importante reducción de los precios de la madera aserrada, pero, en cambio, el precio de las maderas de especies indígenas podría aumentar al escasear tales especies en las localidades más accesibles y de los crecientes costos de transporte desde las zonas más remotas. Los cambios en el precio de los productos madereros en los diversos países y localidades quizás no sigan un módulo uniforme. Toda desviación del supuesto de precios constantes hubiera resultado impracticable dados los fines del presente análisis regional. La conferencia consideró, sin embargo, que en cualquier estudio posterior de alcance geográfico más limitado se debería intentar correlacionar los cambios posibles de precios con las tendencias futuras del consumo.

Los adelantos tecnológicos imprevistos pueden también aportar cambios en la estructura de la demanda, y dichos cambios seguramente afectarán en cierto grado a las proyecciones que se dan en el estudio.

Consideraciones sobre el desarrollo forestal

La conferencia discutió la conveniencia de desglosar las estadísticas de la FAO sobre superficie forestal en forma que indiquen el tamaño de las zonas explotables. Una considerable proporción del área clasificada en Africa como bosque está ya degradada hasta el punto de que tiene poco valor económico, si es que tiene alguno, mientras que otras grandes porciones del bosque africano no podrán explotarse dentro del próximo o de los dos próximos decenios, por falta de facilidades de acceso o por carencia de especies comerciables. Se reconoció, sin embargo, que el concepto de áreas explotables era en sí mismo variable.

Por lo que se refiere a la naturaleza de la demanda, que probablemente ha pesado sobre los países de la región como consecuencia del creciente consumo interno de productos madereros y de las oportunidades cada día mayores del comercio de exportación, se consideró que, en los países ricos en madera, la expansión de la producción dependería de la inversión en el desarrollo infraestructuras, en tanto que en los países peor dotados en inversiones sobre bosques se necesitará invertir en plantaciones. Por lo que se refiere al comercio de exportación, debiera haber un cambio paulatino hacia el comercio de madera elaborada con preferencia al de trozas, un mejor ajuste de la producción y del comercio a la tecnología de la carga, y una promoción más intensiva de mercados para las especies hoy día insuficientemente aprovechadas.

Varios delegados señalaron que los materiales sustitutivos de la madera de que disponen los países (por ejemplo, durmientes de acero) se importaban frecuentemente de fuera de la región, lo cual repercutía en forma perjudicial en la balanza de pagos. Los gobiernos deben fomentar más activamente el empleo de productos forestales locales en los casos en que ello pueda contribuir a limitar los costos de importación. Gracias a los perfeccionamientos introducidos en el secado y conservación de la madera se podrán vencer muchos de los prejuicios que hoy día se oponen a un uso más generalizado de la madera aserrada local.

La expansión de la fabricación de pasta y papel para hacer frente a las crecientes necesidades dentro de la región y, en algunos casos, para el abastecimiento de los mercados de ultramar, exigiría importantes inversiones - considerablemente mayores que en el caso de otras industrias basadas en la madera. El desarrollo de la fabricación de pasta y papel dependería por tanto, en gran medida, de la existencia de un clima favorable para las inversiones, de una evaluación adecuada de cada proyecto, y de lograr el financiamiento a largo plazo por parte de las instituciones bancarias internacionales y regionales, así como de otras fuentes.

Estas opiniones ya habían sido formuladas por la Conferencia FAO/ECA sobre Desarrollo de la Pasta y Papel en Africa y el Lejano Oriente, celebrada en El Cairo a principios de 1965, y la presente conferencia, si bien reconocía que las perspectivas a largo plazo para la exportación de productos derivados de la pasta parecían prometedoras, advertía que era arriesgado que cualquier país que pensara entrar en el campo de la exportación en un próximo futuro no llevara a cabo una evaluación muy cuidadosa de las perspectivas del mercado antes de lanzarse en un programa que exigiera grandes inversiones.

Algunos puntos particulares

Los delegados de los países miembros de Africa oriental y central consideraron que, a la luz de los informes nacionales y de la documentación presentada a esta conferencia, debería dárseles la oportunidad de poder intercambiar regularmente información sobre temas de interés común, incluyendo planes para el desarrollo forestal y de las industrias forestales, tendencias de producción y comercialización, e investigación. Se invitó al Director General de la FAO a explorar más profundamente dicha cuestión.

El papel que el bosque, o más precisamente su potencial de fauna silvestre, puede desempeñar en el turismo y el recreo está haciéndose cada vez más importante para Africa. Los países desean ampliar el turismo de ultramar, y proporcionar facilidades de recreo que resalten sobre un fondo de urbanización e industrialización crecientes.

La conferencia consideró varios problemas institucionales en el contexto del desarrollo forestal, por ejemplo, la legislación forestal, la tenencia de tierras y los derechos consuetudinarios, factores que condicionan las posibilidades de acción. Examinó los métodos de acción que los departamentos forestales pueden adoptar para alentar los reajustes y los cambios institucionales necesarios para llevar a cabo las políticas de desarrollo.

También examinó cuestiones de estructuras administrativas, tributación, cooperativas, concesiones, permisos de explotación, facilidades de crédito, y normalización de productos.

Se expresó preocupación por la falta de personal subprofesional capacitado en los países de la región. A este respecto, la conferencia recomendó a la FAO que organizara un seminario en Abidjan (Costa de Marfil) en octubre de 1965 para los directores de escuelas forestales de nivel intermedio.

La conferencia tomó nota de que la Organización Internacional del Trabajo había iniciado ya un estudio sobre la influencia de los cambios en el tipo de explotación forestal sobre la mano de obra, y manifestó que estaba vivamente interesada en los factores del empleo forestal. Asimismo recomendó que los gobiernos se dirigieran a la OIT para conseguir asistencia en la organización de estudios laborales y de formación profesional.

Los países africanos representados en la conferencia de Nairobi se encontraban en diferentes fases de desarrollo, y un programa de acción uniforme para el sector forestal no resultaría apropiado para todos. Los delegados reconocieron plenamente la necesidad de formular y mantener bajo constante examen programas forestales nacionales, tomando en cuenta la esperada evolución de la oferta y demanda de productos forestales. Sin embargo, estos programas deben tomar también claramente en cuenta la función social y ambiental del monte, así como las necesidades de los demás sectores de las economías nacionales.

Silva Mediterranea

Delegaciones de Chipre, España, Francia, Grecia, Israel, Italia, Portugal, Túnez y Yugoslavia asistieron al noveno período de sesiones de la Subcomisión Mixta de la FAO de Problemas Forestales del Mediterráneo, que se celebró en Atenas, del 23 al 26 de junio de 1965, bajo la presidencia de J. de Vaissière (Francia). También estuvieron representados la Unión Internacional de Organizaciones de Investigación Forestal (IUFRO) y la Junta de Asistencia Técnica de las Naciones Unidas. A. Metro, Jefe de la Subdirección de Producción Forestal, de la Dirección de Montes y Productos Forestales, representó al Director General de la FAO.

En la reunión, las principales deliberaciones giraron en torno al lugar que, en los países mediterráneos, corresponde al monte en el aprovechamiento de la tierra. Todas las ponencias que sobre este tema presentaron los estados miembros revelan más o menos las mismas tendencias generales: aceleración del éxodo rural; rápido desarrollo de la industria turística y de las necesidades de recreo al aire libre; ampliación del área disponible para montes como resultado del abandono de las tierras marginales para la agricultura y el mejoramiento de los pastos permanentes; incremento en la plantación de árboles fuera del bosque, particularmente de álamos, por iniciativa privada.

En el curso de los debates, se hizo evidente el considerable progreso realizado en cuanto a la coordinación de las investigaciones forestales en los países mediterráneos. Varios de los proyectos anteriormente recomendados por la subcomisión a través de su Comité de Investigaciones, se estaban ya ejecutando por los institutos participantes, bien en un país determinado, o por grupos de países. La subcomisión expresó su apreciación por el esfuerzo realizado por el Gobierno de Túnez para recoger semillas de eucaliptos, en cooperación con el Gobierno de Australia, y a través de la ayuda de la FAO y del Fondo Especial de las Naciones Unidas. También expresó su satisfacción por la labor sobre la influencia de los eucaliptos en los suelos, llevada a cabo por institutos miembros de la IUFRO.

La subcomisión tomó nota del establecimiento de una Confederación Europea del Corcho (CEDULI), pero consideró que las atribuciones de esta asociación no justificaban la cesación de actividades de su propio Grupo de Trabajo sobre el Alcornoque.

El Sr. de Vaissière presentó a la subcomisión su estudio sobre elementos de política forestal (Eléments de politique forestière), que trata principalmente de los métodos para financiar el desarrollo forestal en el contexto del desarrollo económico general. Al señalar una vez más la urgente necesidad de establecer una metodología para la evaluación cuantitativa de los «beneficios indirectos» del monte, la subcomisión recomendó el estudio a la ulterior atención de la Comisión Forestal Europea.

Esta ha sido la última reunión de Silva Merditerranea bajo la presidencia del Sr. de Vaissière, quien en los cinco últimos años ha dirigido las actividades de la subcomisión con entusiasmo e ingenio. La subcomisión convino con pesar en que, dadas las nuevas responsa bilidades que asume en la administración de su país, no pueda atender ya tan de cerca a los asuntos forestales mediterráneos.

Se eligió la siguiente mesa, que actuará hasta final del 10° período de sesiones: presidente, P. Margaropoulos (Grecia), vicepresidentes S. Sánchez-Herrera (España), A. Polycarpou (Chipre) y M. Badra (Túnez). La subcomisión expresó su conformidad con el futuro programa de labores, se expresó firmemente contra la creación de cualquier nuevo organismo auxiliar, pero, en cambio, se mostró partidaria de que en las futuras reuniones se haga mayor hincapié en los problemas técnicos. Las posibilidades y limitaciones de las coníferas de crecimiento rápido en los programas de repoblación forestal fue elegido como tema principal del próximo período de sesiones.


Página precedente Inicìo de página Página siguiente