IVAR SAMSETEl PROFESOR IVAR SAMSET, Jefe del Instituto Noruego de Investigaciones Forestales de Vollebekk (Det Norske Skogforsøksvesen) presentó este artículo como discurso al ser elegido Vicepresidente de la Unión Internacional de Organizaciones de Investigación Forestal, en el 14° Congreso de la IUFRO, celebrado en Munich (República Federal de Alemania), en septiembre de 1967. El Dr. George M. Jemison, Jefe Auxiliar (Investigaciones) del Servicio Forestal de los EE.UU., fue elegido Presidente al terminar el mandato del Prof. Julius Speer, Presidente del Consejo de Investigaciones de Alemania (Deutsche Forschungsgemeinschaft). El próximo Congreso de la IUFRO se celebrará en 1971 en Gainesville, Florida (EE.UU.).
Hoy se han reunido científicos e investigadores del mundo entero para discutir libremente e intercambiar ideas y experiencias. Es una ocasión única para examinar a fondo las tendencias generales del sector forestal, así como la incitación que suponen para las investigaciones forestales. Cúmpleme el honor de exponer algunas ideas sobre esta materia de importancia trascendental para todos nosotros.
Hace un año, más de 2000 técnicos e ingenieros forestales que representaban a la administración, la ciencia y las profesiones aplicadas, se reunieron en Madrid durante el Congreso Forestal Mundial para intercambiar experiencias, y surgió la pregunta de cuál era el papel del bosque en la evolución de la economía mundial. Todos estuvieron de acuerdo en la respuesta optimista de que la demanda mundial de madera y productos derivados va en constante aumento, a pesar de la competencia de otros productos.
Lógicamente la respuesta tenía que ser positiva y optimista. Además de la demanda creciente de productos de los montes, jamás se dispuso de tantos medios e instrumentos como ahora para mantener e incrementar la producción de los montes y las industrias forestales. Todo ello es resultado del desarrollo general de las profesiones en el mundo, por lo cual tiene fundamental importancia el que los forestales modernos aprendan a manejar esos nuevos instrumentos.
Las investigaciones forestales cumplen la importante misión de señalar esa vía de desarrollo que abren las actividades forestales y de demostrar que ocupa un puesto justo en medio de innumerables obstáculos. Desde este punto de vista, la presente reunión de científicos forestales convocada por la IUFRO tiene singular significado. El concepto de esta forma de cooperación internacional consiste en intercambiar experiencias, y en ofrecer y recoger nuevas ideas. No es la primera vez que se presencia una demanda creciente de los productos que nuestros bosques pueden dar. Volvamos por un momento la vista atrás. Sabemos que la sierra de mano corriente se construyó hace más de 3500 años y no deja de impresionarnos aún la relación de las operaciones de explotación maderera que se llevaban a cabo hace 3000 años en los bosques libaneses de cedros y cipreses, en los que 30000 trabajadores forestales apeaban, desemboscaban las trozas y las transportaban en armadías a lo largo de la costa. Esos productos madereros constituyeron la base necesaria que permitió al Rey Salomón construir su famoso templo.
También es un hecho histórico que los atenienses perdieron las guerras del Peloponeso contra los espartanos, 104 años antes de Cristo, debido a la falta de barcos porque no tenían madera para reconstruir su flota. Cuando Platón dio a conocer su opinión sobre la guerra perdida en su diálogo Critias, hizo también algunas observaciones inteligentes sobre la relación que había entre repoblación forestal, cuencas colectaras y problemas de la erosión, siendo así el primero en ocuparse de esta ciencia natural hace más de 2300 años. Pero hasta muchos siglos después, sin embargo, no empezó la ciencia forestal a progresar verdaderamente. Podemos recordar nombres como los de von Beckman (1700-77), que se ocupó de problemas silvícolas, y von Moser (1729-93), quien escribió algunas obras básicas sobre economía forestal. Una publicación de la FAO, La madera: tendencias y perspectivas mundiales, se presentó en 1966 al Congreso Forestal Mundial. Esto reveló que la demanda de productos madereros jamás fue tan grande como ahora y que las necesidades seguirán aumentando en el futuro. En 1961, el consumo mundial de madera se calculó en torno a 2130 millones de m³. El valor total de las exportaciones mundiales de todos los productos forestales representa al año, aproximadamente, 5100 millones de dólares, lo que corresponde casi al 5 por ciento del valor total del comercio mundial al año. Se supone que el mundo necesitará en 1975 casi 2690 millones de m³ de madera, o sea, 560 millones de m³ o 25 por ciento más que en 1961. El 75 por ciento del aumento de la demanda mundial total se producirá en los países desarrollados, donde el consumo de paneles a base de madera, de papel y cartones está aumentando con mayor rapidez que el de madera aserrada. Por consiguiente, para esas cantidades adicionales tendrán menos importancia las dimensiones y la forma que la cantidad y el costo de la madera y de la fibra leñosa.
El informe de la FAO también da algunos datos interesantes acerca del suministro de madera, que sugieren algunas de las tendencias generales de las actividades forestales para el futuro. Europa y los Estados Unidos disponen de pocas masas adicionales de coníferas maduras o decadentes con árboles de tamaño adecuado, para trozas de aserrío. Habrá una mayor proporción de clases más jóvenes de edad y de menores dimensiones. En la U.R.S.S. y el Canadá existen aún extensísimas zonas de bosques maduros y decadentes todavía sin explotar. Se trata de zonas remotas desde las cuales una mayor entrega de productos madereros depende grandemente del sistema y forma del transporte, y del costo del mismo. La extracción anual en la U.R.S.S. es casi de 60 por ciento y en el Canadá, de 45 por ciento de la madera explotable. Podrán cortarse esos recursos si se crean los servicios necesarios.
Existen extensiones bastante vastas de bosque higrofítico tropical donde crece una enorme mezcla de especies. El aprovechamiento de esos bosques depende fundamentalmente del adelanto de los métodos de corta y de que exista una industria integrada usuaria de madera. Por último, también se tienen en cuenta todas las plantaciones que se han efectuado en el mundo de especies de crecimiento rápido, que representan un potencial cada vez mayor de disponibilidades de madera para la industria.
Este cuadro optimista revela que la demanda creciente de madera puede satisfacerse con el aumento de las actividades en nuestros bosques. Hay recursos suficientes, pero, para alcanzar ese objetivo tenemos que superar los siguientes problemas principales, característicos de la moderna explotación forestal: 1. Elaboración de procedimientos que permitan aumentar los programas de plantación. 2. Creación de métodos para las operaciones de aclareo de corta de maderas de pequeñas dimensiones. 3. Medios silvícolas para acrecentar la producción de fibra a un costo aceptable. 4. Creación de métodos económicos de corta, extracción y transporte para zonas remotas y terrenos montañosos de difícil acceso. 5. Creación de industrias transformadoras de la madera que permitan elaborar mayor variedad y una mezcla constante de especies.
El potencial de los bosques del mundo es suficiente para atender la mayor demanda de madera si los profesionales y científicos encargados pueden hallar la forma de resolver los problemas que existen. Se trata fundamentalmente de una empresa que incumbe a las organizaciones mundiales de investigación forestal. Las soluciones felices dependen altamente de las actividades de investigación en materia de montes e industrias forestales.
Desde que se creó la IUFRO en 1890, la investigación en materia de montes e industrias forestales ha dado orientaciones a la política forestal. En este sector, tanto las investigaciones básicas como las aplicadas han sentado los cimientos sobre los que descansa la moderna forestería.
Los estudios sobre procedencias e investigaciones genéticas son buenos ejemplos. Las masas artificiales de Eucalyptus, Pinus radiata y otras creadas al sur de las zonas templadas han dado en distintos lugares rendimientos que a veces son cinco veces mayores a los de los montes septentrionales.
En el último informe anual de la Escuela de Montes de la North Carolina State University, el Profesor Zobel (1) explicaba que el mayor rendimiento, la mejor calidad de la madera y las especies cuyo leño tiene fibra más larga y que son más resistentes a las plagas y enfermedades, pueden ser resultado de las investigaciones genéticas y de los ensayos de procedencia. Se han obtenido resultados análogos en diversos centros de investigación. Hoy día tienen interés, dada la posibilidad de aplicar programas silvícolas menos costosos que implican pocas claras.
Las investigaciones forestales están poco a poco desarrollando métodos para la repoblación forestal económica con plantitas de alto valor genético. Hay esperanzas de lograr una plantación barata y altamente mecanizada, aun en terrenos pedregosos y escarpados, gracias a técnicas de vivero mejoradas y abandonando la plantación a raíz desnuda en favor de la plantación en recipientes y con cepellón. Otros adelantos en este sentido pueden culminar en prácticas forestales que favorezcan una explotación económica y totalmente mecanizada.
Otro ejemplo es el del abonado del abeto rojo en los montes de las zonas templadas septentrionales (Figura 1). Con 150 kg de nitrógeno por ha, aumentó el rendimiento anual casi en 3 m³ por ha. El Profesor Brantseg (2) estimó que en Europa septentrional unos 10 millones de ha se prestan al abonado. Esto posiblemente culminará en un aumento del volumen apeado de casi 30 millones de m³ al año. Los experimentos realizados desde 1963 en el oeste de Canadá para abonar desde el aire masas productoras de madera para pasta dieron resultados análogos. No cabe duda que esos resultados son muy alentadores.
En los últimos años se han logrado progresos en el sector de la tecnología de la madera. Las industrias transformadoras de la madera han aumentado su productividad y disminuido apreciablemente los costos de elaboración, evidentemente como resultado de las investigaciones sobre productos forestales.
Parte de esos adelantos se traducen en rendimiento de la mano de obra. En las serrerías tradicionales de tamaño pequeño o intermedio, el consumo de mano de obra ha variado normalmente de 1 a 3 días-hombre por m³ y existen aserraderos en los países en desarrollo que emplean hasta 13 días-hombre por m³ Esto contrasta con las modernas serrerías altamente productivas en las que el consumo de mano de obra es apenas de 0,3 a 0,4 días-hombre por m³.
Puede observarse idéntico adelanto en la industria de la pasta y el papel. Una fábrica tradicional de pasta al sulfato de tamaño mediano, que produzca 300 toneladas al día, empleará 0,2 a 0,3 días-hombre por m³.
Esa notable mejora es ciertamente el resultado de muchos ensayos y trabajos de investigación. Como ejemplos, cabe mencionar el paso de la tradicional máquina papelera a las máquinas de tipo «inverform», «triverform» o «papriform» Con tales métodos nuevos se obtiene una mejor estructura del papel y un rendimiento más elevado. Se habla de velocidades de 1500 m al minuto en la máquina papelera que fabrica papel de imprenta.
Otro ejemplo es el de las operaciones de blanqueamiento que, para una moderna fábrica de pasta kraft, suelen representar la mitad del costo total de la fábrica. Los trabajos de investigación del Profesor Rapson, de la Universidad de Toronto, acerca de la posibilidad de abrillantar la madera triturada y el papel blanqueado en la máquina, en vez de blanquear la pasta antes de fabricar las hojas, señalan un adelanto interesante.
Algunos de los resultados obtenidos en las investigaciones sobre montes e industrias forestales tienen especial importancia para la futura evolución del sector forestal en todo el mundo. Las tendencias características de la aplicación de esos resultados pueden resumirse de la manera siguiente: 1. La estrecha coordinación entre la producción del bosque y las industrias transformadoras de la madera. 2. La integración de diversos tipos de industrias transformadoras. 3. Nuevos métodos de elaboración que permitan una elevada producción con equipo de menores dimensiones.
Un ejemplo típico es la introducción de desmenuzadoras axiles o en espiral. Estas pueden escuadrar las trozas para madera mientras producen astillas de los costeros, lo que ofrece buenas posibilidades de integrar el aserrío con la fabricación de pasta. Las desmenuzadoras axiles pueden funcionar con menos energía y vibración que las corrientes; esto señala posibilidades interesantes para desmenuzar con equipo portátil en el monte. En combinación con una descortezadora portátil, este método puede ser ventajoso para aprovechar el producto de las claras o las maderas de segunda calidad.
La producción de pasta mecánica a base de partículas de madera es otro adelanto espectacular, sobre todo por las consecuencias coordinadoras entre los problemas forestales y los de elaboración de la madera. La producción de madera triturada de calidad superior con refinadoras se ha difundido rápidamente y representa casi el 7 por ciento de la producción mundial de pasta mecánica. Sería preciso hacer mención a este respecto del hecho que se han introducido, en la producción de pasta kraft de alta calidad, digestores continuos en vez del procedimiento de elaboración convencional discontinuo. Se reduce el ciclo de elaboración en un 30 por ciento respecto de lo que dura el sistema tradicional. Con esto se iniciaría una tendencia al empleo de equipo de dimensiones más reducidas y con costos de producción y de capital más bajos. El Dr. Lincoln R. Thiesmeyer (3) subraya la importancia de los esfuerzos de investigación destinados a establecer una correlación entre las características de la madera y el producto final: esa clase de investigación merece pleno apoyo. Un mayor conocimiento biológico y técnico puede ayudar a nuestra industria transformadora a fabricar productos de buena calidad a precios aceptables, basándose en una variedad de especies madereras. Un resultado positivo ha de tener primordial importancia para aplicar un programa silvícola adecuado.
Un aspecto importante de la producción forestal consiste en el insumo de obra manual y mecanizada junto con la administración y conservación de estos factores de producción; se incluyen las operaciones de corta y extracción, tratamiento silvícola y transportes. El desarrollo de la labor de investigación en el transcurso de los últimos decenios ha culminado en una transformación total de nuestros criterios tradicionales.
Todavía se aplican métodos de corta y extracción que exigen una gran densidad de mano de obra, o consumen mucha mano de obra, que necesita más de 5 días-hombre por m³. Pero hay, a la vez, otros casos en que se emplean métodos adelantados de explotación totalmente mecanizada que exigen menos de 0,1 días-hombre por m³ (Figura 2). Lo que está produciéndose es nada menos que toda una revolución que conduce a la completa industrialización de la explotación forestal. La industria forestal se ha beneficiado mucho del progreso técnico general alcanzado en otras profesiones, como la creación de poderosos motores de poco peso, la hidráulica y la neumática de alta presión, el empleo de la radio y otros medios de mando a distancia, etc. Son accesibles ahora las zonas de grandes nieves o de suelos blandos merced al empleo do vehículos para el tendido de carriles con carriles flexibles y de buena flotación. El invento reciente de tractores de armazón articulada, dotados de enormes neumáticos de caucho, ha facilitado vehículos de transporte nacionales con buena flotación. La fuerza motriz ha llegado al propio bosque.
Un factor típico en el mejoramiento del transporte a larga distancia desde el monte hasta la fábrica consiste en la continuidad de los servicios de transporte. Las redes mejoradas de transporte, así como el mejor equipo de camiones, son evidentes. Especial interés ofrecen los dispositivos adelantados para carga y descarga, que disminuyen los costos terminales al mínimo. Actualmente los árboles que se cortan un día, se elaboran en la fábrica pocos días más tarde.
Algunos de los experimentos no se atienen a la pauta tradicional. Un buen ejemplo son los que se han llevado a cabo en el Canadá para el transporte a larga distancia de partículas por tuberías.
La parte más interesante de esta evolución quizá sea la que corresponde a la nueva maquinaria de corta y extracción. Algunas de esas máquinas cortan y extraen árboles enteros y la transformación de árboles en trozas o en partículas está centralizada. Otras trabajan en el propio bosque, convirtiendo los árboles a distintos tamaños. Esos adelantos no se limitan ya a meras discusiones académicas. En Norteamérica, los países escandinavos y la U.R.S.S. están ya funcionando muchas máquinas de esa índole, de diverso diseño, en operaciones de investigación práctica. Han atravesado ya la primera etapa experimental, por lo que se espera que en los años venideros se asistirá a una rápida aplicación práctica de esos nuevos métodos en las operaciones forestales.
Se han llevado a cabo investigaciones incluso en las zonas inaccesibles de bosques de montaña, donde las operaciones de explotación forestal resultan costosas o antieconómicas. El empleo de cablevías es una mejora bien conocida y los adelantos conseguidos en el desembosque de maderas en regiones montañosas utilizando globos y helicópteros aporta nuevos temas para tratar en nuestros debates (Figura 3). Un adelanto prometedor en este sector quizás sea el de la grúa de cable aéreo manejada por radio, que ha dado buenos resultados en los experimentos en los bosques de montaña noruegos.
Desde que en 1858 se construyó la primera sierra de cadena mecánica, se han atravesado diversas etapas. Desde la labor manual al empleo de herramientas mecánicas se ha llegado ahora a la etapa en que el obrero forestal está siendo sustituido por el mecánico. En el futuro podemos esperar mucho de la automatización, con máquinas de finalidad múltiple que realizan automáticamente toda una serie de operaciones diversas.
Por varias razones económicas acogeríamos con beneplácito ese adelanto técnico en el sector forestal. Exponente de ello es la evolución de los precios de los productos industriales en los últimos 15 años. En muchas industrias, los precios de los productos han bajado. La disminución anual de los precios de la pasta blanqueada al sulfato ha sido del 1,1 por ciento. Esta misma tendencia se registra en el caso del acero laminado (disminución anual de 1,7 por ciento). La disminución anual de los precios del polietileno en la industria de plásticos ha sido de hasta 4,8 por ciento. En esos mismos 15 años se ha registrado un aumento de los costos de mano de obra en la industria. En Noruega ese aumento alcanza un promedio de 11,1 por ciento al año. La industria ha tenido que hacer frente a esa situación de precios más bajos de los productos y de aumento de los costos de mano de obra creando nuevos métodos de elaboración de gran eficacia. Las industrias transformadoras de la madera, sin embargo, se han enfrentado también con un aumento de los costos de la materia prima. El aumento medio de los precios de la madera para pasta en Noruega, en los últimos 15 años, fue de 6,1 por ciento al año.
Estos ejemplos demuestran que no se puede esperar que los precios de los productos forestales suban en el futuro en igual proporción que en los últimos años. Pero no hay motivos para que esto infunda pesimismo. La evolución técnica general brinda toda clase de posibilidades y ahora corresponde a la investigación forestal traducir esas oportunidades en mejoras efectivas.
En la mayoría de los países con práctica forestal se manifiesta la tendencia general a que los costos de mano de obra vayan aumentando rápidamente. En los últimos 15 años, el aumento medio en diversos países de Europa ha sido de 10 a 15 por ciento anual. En el Canadá oriental, ha sido aproximadamente de 9 por ciento al año. En países como la India se ha producido también un ligero aumento de los precios, pero apreciable mente menor que en Europa, a saber de 6 a 7 por ciento al año. Esto hace creer que el aumento de los costos de mano de obra es algo inferior en los países en desarrollo que en los más desarrollados de Europa. Asimismo, es interesante observar que el aumento ha sido también menor en algunos países de renta alta, como los Estados Unidos y el Canadá.
Hay una tendencia común a todos los países, ya sean más o menos desarrollados, a que el aumento de los costos sea marcadamente mayor cuando se emplea mano de obra que con máquinas (Figura 4). El mejoramiento de los métodos manufactureros ha producido una disminución de los gastos de fabricación. El perfeccionamiento de la maquinaria ha permitido el empleo de equipo más ligero, y mucho más potente y útil. Ello se debe principalmente a los costos de operación y de conservación que son más bajos. Esta tendencia característica lleva a la conclusión evidente de que es cada vez más necesario ir abandonando el empleo de mano de obra, que rinde poco, en favor de la mecanización absoluta de todas las operaciones forestales.
FIGURA 4. - Evolución del costo del trabajo manual y mecánico en algunos países.
El nivel de precios varía mucho según las regiones. Calculando en dólares EE.UU., los jornales de los trabajadores forestales en 1965 eran de 0,50 dólar al día en Uganda; 1 en la India; de 2 a 4 en Grecia; 11 en los países escandinavos y 20 en el este del Canadá (Figura 5). No cabe duda de que varios de los países en desarrollo seguirán empleando por algún tiempo métodos que requieren gran densidad de mano de obra para hacer frente al problema del subempleo. Se ha demostrado que el paso de un método de explotación a otro mecanizado más adelantado se produce gradualmente. Es comprensible que se trate de seguir aplicando los métodos tradicionales el mayor tiempo posible hasta que la presión de los precios sobre las operaciones forestales obligue a adoptar métodos más eficaces. Esa evolución es como una ley de conformidad. Llamémosla la ley de la evolución discontinua (Figura 6). En consecuencia, puede suponerse que el paso de un método de explotación a otro comprende cuatro fases. En la fase de presión económica empieza a aumentar excesivamente el costo del método de explotación tradicional. En la fase de desarrollo se prueban nuevos métodos mediante actividades experimentales. En la fase de introducción, se introduce el nuevo método en el mercado. Por último en la fase de estabilización se coordinan los nuevos métodos de explotación con todas las demás actividades y necesidades de la industria forestal.
FIGURA 5. - Incremento de los costos de mano de obra en algunos países.
FIGURA 6. - La ley de la evolución discontinua.
FASE I. Fase de presión económica. Los costos por día-hombre aumentan más que la productividad cuando se utilizan los métodos tradicionales de trabajo.FASE: II. Fase de desarrollo. Los costos por día-hombre son ya demasiado altos en relación con la productividad del método. La presión económica lleva a una actividad experimental intensiva para ensayar y llegar a un nuevo método.
FASE III. Fase de introducción. Cuando se ha ensayado el nuevo método se introduce en el mercado. El precio por día-hombre aumenta porque se utiliza un equipo caro.
FASE: IV. Fase de estabilización. Se aplica ya el nuevo método de trabajo, que está, sin embargo, en un cierto proceso de desarrollo, por ejemplo, en lo que respecta a la organización del trabajo y a su aplicación a las actividades forestales. El aumento de la productividad es poco importante y los trabajadores piden jornales más altos.
Esta clase de evolución discontinua de los sistemas de explotación forestal es el que se describe para Noruega (Figura 7) y para el este del Canadá, pero al parecer forma parte también de la tendencia general de las actividades forestales. Aun en las regiones donde siguen aplicándose métodos que requieran gran densidad de mano de obra, se pronostica que en el futuro ha de producirse un cambio más bien acelerado en favor de la mecanización de las operaciones forestales. Los países menos desarrollados pueden aprender y sacar provecho de las medidas que se han adoptado ya en los países más adelantados (Figura 8).
FIGURA 7. - Aumento relativo en los costos y en la productividad de las operaciones de corta y extracción, en Noruega.
MÉTODO I. Conversión manual en piecerío surtido al pie del tocón.MÉTODO III. Arrastre de árboles enteros mediante estructuras articuladas conducidas por tractores.
MÉTODO IV. Arrastre de árboles enteros y conversión mecánica.
FIGURA 8. - Incluso en las regiones donde se utilizan hoy métodos que exigen mucha mano de obra, cabe esperar un cambio más bien rápido hacia la mecanización de las operaciones forestales. Los países menos desarrollados aprenderán y aprovecharán de las medidas que ya han tomado los países más avanzados.
Es evidente que los métodos adelantados y altamente mecanizados de corta y transporte son útiles si se trata de cortas rasas en condiciones de terreno fáciles. Es mucho más difícil la mecanización de las operaciones de aclareo. Cuando se emplean métodos tradicionales, el costo de las operaciones de aclareo son dos a cuatro veces superiores a los costos de la corta final. Por eso, es importante que, gracias a las investigaciones forestales, se conciban métodos silvícolas que exijan pocos aclareos. A la vez, tiene importancia buscar métodos económicos de troceo y extracción para el producto de esas claras.
Los costos de corta y extracción en bosques de montaña en terrenos difíciles y escarpados, empleando los métodos tradicionales, suelen ser dos a cuatro veces superiores a los mismos costos en terrenos fáciles. En tales terrenos resultan especialmente costosas las operaciones de aclareo y corta por entresaca, y el desarrollo de nuevos métodos representa una importante incitación para la moderna investigación forestal.
Las conclusiones de este estudio han de ser optimistas. La demanda cada vez mayor de productos forestales en el mundo entero es significativa. También disponemos de un acervo de informaciones reunidas a lo largo de muchos años de investigación en materia de montes e industrias forestales cuya aplicación servirá para mejorar las actividades y operaciones forestales. Los científicos y técnicos forestales jamás han dispuesto antes de herramientas e instrumentos mejores para su labor investigadora. La única forma, y la más segura, para superar las dificultades que la moderna forestería tiene que afrontar es la continuidad de actividades de investigación bien concebidas, así como la aplicación de los resultados obtenidos a la práctica forestal.
Se supone que las inversiones en la investigación forestal representan alrededor del 0,5 por ciento del valor del producto. Algunas industrias, tales como la química y la metalífera, están invirtiendo del 3 al 5 por ciento del valor del producto en trabajos de investigación y promoción. Hay que esperar que la investigación forestal pueda disponer de fondos suficientes para llevar a cabo su cometido.
Algunos de los métodos silvícolas y prácticas forestales propuestos se basan en los resultados de las investigaciones forestales llevadas a cabo hace mucho tiempo, cuando las condiciones de explotación eran muy distintas a las actuales, de modo que algunas veces hay que introducir métodos industrializados que a veces obstaculizan y se apartan de la explotación forestal tradicional. Hay que transigir cada vez que haya que tener en cuenta los resultados de la investigación biológica así como técnica y económica. Hoy día, por tanto, es más importante que nunca mantener buenas relaciones entre los investigadores que se ocupan de los diversos sectores de la investigación forestal. También es preciso mantener contacto con los investigadores que trabajan en otros campos fuera del forestal.
La IUFRO es un organismo internacional que permite a los científicos del mundo entero y de los diversos sectores de la investigación forestal reunirse para intercambiar sus experiencias; ofrece una excelente oportunidad para discutir cuestiones pertinentes con científicos de formación diversa. Durante el Congreso ha habido excelentes ejemplos de cooperación directa. Se van a discutir entre científicos los problemas que presenta el aclareo de distintos sectores. Lo mismo puede decirse de la resistencia genética a las enfermedades de los montes, la estructura morfológica de la madera desde un punto de vista genético y tecnológico, y también los problemas de productividad de la mano de obra.
El sector forestal en todo el mundo espera mucho de las investigaciones. Por eso, es evidente que hay que presentar los resultados de esas investigaciones en forma que permita su fácil aplicación a la práctica forestal.
Para un científico es un privilegio tratar de su problema libremente y sin influencias ajenas. Sin embargo, dadas las limitaciones económicas, todas las investigaciones forestales, incluso las básicas, deberían preferentemente tener como objetivo su aplicación práctica.
La tendencia general de la moderna forestería se encamina a la rápida y total mecanización de las operaciones forestales. Se trata de una exigencia absoluta. Para la moderna investigación forestal - biológica, tecnológica, técnica y económica - la necesidad de idear procedimientos que permitan a la industria forestal del mundo entero avanzar hacia un porvenir feliz constituye a la vez un incentivo y un deber.
(1) ZOBEL, B. J. 1967. Eleventh annual report. North Carolina State Industry Cooperative Tree Improvement Program. School of Forestry, North Carolina State University. Raleigh. 42 P.
(2) BRANTSEG, A. 1954. Kan vi øke produksjonen av nyttbart virke gjennom skogbehandlingen? [¿Podemos aumentar la producción de madera utilizable mediante tratamiento forestal?] Norsk Skogindustri 8: 271-281.
(3) THIESMEYER L. R. 1966. Algunas técnicas nuevas en los montes y las industrias forestales. Unasylva, 20 (4): 12-16.
En su 16° periodo de sesiones celebrado en Munich (República Federal de Alemania), del 5 al 6 de septiembre de 1967, el comité acordó incluir la siguiente enmienda en la Clasificación Decimal de Oxford para Bibliografía Forestal.
ENMIENDA N° 6 CDO
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181.2 |
añádase [conviene hacer referencia, cuando sea posible, a los subtítulos de 4; para influencias de la polución del medio ambiente véase 181.45] |
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181.21 |
añádanse las siguientes subdivisiones: |
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.211 |
Exigencias de luz y tolerancia en general |
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.212 |
Exigencias estacionales de luz y tolerancia; comportamiento fotoperiódico |
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.213 |
Efecto sobre la luz en el medio |
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.219 |
Varios |
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181.22 |
añádanse las siguientes subdivisiones: |
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.221 |
Exigencias de temperatura y tele rancia en general |
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.221.1 |
Reacción al frío |
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.221.2 |
Reacción al calor [Para reacción a la sequía véase 181.31; y para reacción al fuego véase 181.43] |
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.221.9 |
Varios |
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.222 |
Exigencias estacionales de temperatura y tolerancia; comporta miento termoperiódico |
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.223 |
Efecto sobre la temperatura del medio |
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.229 |
Varios |
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181.23 |
para la Reacción al viento, léase las relaciones con el viento y otros movimientos del aire |
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181.231 |
sustitúyase el texto por: Tolerancia al viento en general |
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añádase 181.232 |
Reacción a tipos determinados de viento |
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añádase 181.233 |
Efecto sobre el viento y otros movimientos del aire |
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añádase 181.24 |
Reacción a las precipitaciones (nieve, granizo, etc.) [cf. también: Relaciones con el agua 181.31] |
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añádase 181.26 |
Relaciones con fenómenos eléctricos (rayo, etc.) |
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181.4 |
léase... a las influencias bióticas, fuego y polución del ambiente[cuando sea posible conviene hacer referencia a los subtítulos de 4] |
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añádase 181.45 |
Influencias de la polución del ambiente |
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305 |
modifíquese como sigue: Marcha y ejecución de los trabajos. Cálculo de jornales basándose en mediciones de faena realizada (tablas de tiempos y faenas, valoración de trabajos). |
