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La labor de la FAO


Comisión Forestal Norteamericana
Comisión Forestal para el Cercano Oriente
Comisión Forestal Latinoamericana
Noticias del personal
Plan numismatico de la FAO

Comisión Forestal Norteamericana

México actuó de país hospedante de la Cuarta Reunión de la Comisión Forestal Norteamericana, celebrada del 2 al 7 de octubre de 1967, bajo la presidencia de Noé Palomares, Subsecretario de Montes y Vida Silvestre. Más de 50 delegados de los Estados Miembros, Canadá, México y los Estados Unidos, y observadores de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y de la Unión Internacional de Organizaciones de Investigación Forestal (IUFRO), asistieron a las sesiones que tuvieron lugar en la Universidad de Asuntos Exteriores de Ciudad de México.

Jack C. Westoby, Director Adjunto de la Dirección de Montes e Industrias Forestales, representó a la FAO en la reunión. A. L. Best, Oficial Regional de Montes de la FAO, fue nombrado Secretario. Esta actuación puede decirse que fue su «canto del cisne» antes de su jubilación, y le ha sustituido en el cargo G. H. Behrendt, ex asesor forestal de la FAO V, más tarde, Representante de la FAO en Nicaragua.

Los jefes de las tres delegaciones pusieron de relieve los progresos conseguidos en sus países respectivos en el campo forestal desde la última reunión celebrada en Wáshington en 1966. En Canadá, los gastos de capital, que superaron en 1966 los 500 millones de dólares EE.UU., son indicio evidente del resurgir de la industria de la pasta y el papel. Prosigue la tendencia hacia la formación de empresas cada vez mayores. Se pronostica que la corta anual en el país para el año 2000 será un 300 por ciento superior a las cifras actuales. El Servicio Federal está ampliando mucho las actividades de investigación forestal y se han nombrado comités consultivos para decidir el orden de prioridades y facilitar la cooperación con las provincias. En virtud del Programa de Inventariación Territorial, se han clasificado unos 250 millones de ha, según la aptitud de la tierra para la agricultura, los montes, las actividades recreativas y la conservación de la fauna. Como consecuencia, se ha ganado para la producción forestal una gran extensión de tierras marginales para la agricultura.

En lo que respecta a México, en 1966 se celebró la Tercera Convención Forestal Nacional, en la cual se deliberaron a fondo los problemas más importantes del día en cuanto a protección de bosques y utilización, comercio de productos forestales, forestería en el desarrollo rural, conservación de la fauna y actividades recreativas al aire libre. La mayor parte de la población ignora en absoluto la importancia que tienen los bosques para el desarrollo económico del país, lo cual indudablemente constituye un obstáculo importante para someter los bosques a una ordenación racional. Con vistas a mejorar este estado de cosas, se lanzó una campaña de relaciones públicas patrocinada por el Servicio Forestal en la cual se emplearon todos los medios modernos de información; el tema forestal se ha convertido en un tópico habitual en la prensa, la radio y la televisión. Las operaciones del Inventario Nacional Forestal prosiguen de acuerdo con el plan establecido y la información resultante se ha puesto en conocimiento de los industriales, inversionistas y organismos interesados en el desarrollo económico. La investigación se orienta principalmente al estudio de las principales plagas forestales de las zonas tropicales y templadas y a las posibilidades de repoblación forestal. La labor en el campo de la ordenación de la fauna se centraba principalmente en la conservación de las aves acuáticas migratorias de Norteamérica, cuyos cuarteles de invierno se hallan en México.

El Jefe del Servicio Forestal de los Estados Unidos, Edward P. Cliff, dio cuenta del gran auge del interés público por el aprovechamiento y ordenación de los bosques de la nación. En un amplio programa agrícola y forestal titulado «Agricultura 2000», se analizan las tendencias y se determinan los problemas que habrá que resolver antes de que termine el siglo. En la parte occidental del país y en Alaska se ha puesto en marcha un programa de vasto alcance de clasificación de tierras que abarca unos 200 millones de ha de bosques y pastizales. Gracias a la legislación vigente, se han mejorado las posibilidades de reducir la contaminación atmosférica y de las aguas, realzar las bellezas naturales y someter a mejor ordenación las tierras forestales.

La comisión cuenta con cuatro grupos de trabajo cuyas actividades fueron examinadas durante la reunión. El Grupo de Trabajo sobre Plagas y Enfermedades Forestales ha ordenado la edición en inglés de un informe sobre los insectos y enfermedades forestales importantes que afectan mutuamente al Canadá, los Estados Unidos y México. Se tiene intención de publicar una versión española de este informe. Entre las publicaciones que ya han salido figuran un informe sobre los métodos de cuarentena vegetal y un directorio de los especialistas en Patología Forestal de Norteamérica. La comisión recomendó que se organizase un seminario y viaje de estudios con vistas a la capacitación especializada en identificación y combate de los principales insectos y enfermedades forestales y en la administración de los reglamentos de cuarentena fitosanitaria para reducir al mínimo la propagación de insectos y patógenos forestales a través del comercio interior e internacional. Recomendó también que expertos canadienses presten su ayuda en los estudios sobre la taxonomía y características ecológicas de las moscas de sierra del pino de México y la determinación de las posibilidades de emplear contra ellas métodos de lucha biológica.

El Grupo de Trabajo sobre Defensa contra Incendios Forestales publica un noticiero periódico sobre equipo y técnicas de lucha contra el fuego. Se ha ideado un sistema de clasificación preliminar para la bibliografía sobre incendios forestales y se está preparando la terminología bilingüe inglés-español sobre terminología de la lucha contra incendios. La comisión recomendó que se iniciara una campaña para generalizar el empleo en toda Norteamérica de señales uniformes de prevención contra incendios. Propuso que se organizase un concurso de carteles y un festival cinematográfico sobre el tema de la defensa contra incendios. Recomendó asimismo que la FAO organizara otro seminario regional y viaje de estudios sobre la defensa y la lucha contra los incendios; se proyecta, por el momento, que el próximo seminario de esta serie se celebre en Australia.

El Grupo de Trabajo sobre Vida Silvestre y Actividades Recreativas ha distribuido un repertorio de los investigadores estadounidenses y preparado varios informes de los estudios sobre las funciones recreativas del bosque, así como sobre el desarrollo futuro de la conservación de la fauna en México. Se llegó a un acuerdo acerca de los temas esenciales de un plan de estudios para la formación profesional en ordenación e investigación relacionadas con la vida silvestre y las actividades recreativas.

El Grupo de Trabajo para la Mejora de los Arboles Forestales ha preparado un programa que permitirá a becarios canadienses que visiten el Canadá y los Estados Unidos. Ha publicado documentos técnicos sobre las ventajas que ofrecen las técnicas de mejora de los árboles forestales, una descripción de las medidas y métodos de cuarentena que se aplican para el intercambio internacional de materiales vegetales; también ha dispuesto el intercambio de información sobre semillas de las que en otros países haya disponibles existencias sobrantes. La comisión formuló diversas recomendaciones sobre este campo de actividades.

Se llamó la atención acerca de diversas novedades importantes en cuanto a prácticas e industrias forestales en América del Norte. Por ejemplo, máquinas multi-transformadoras; mejoramiento de los sistemas de corta de madera; empleo del radar en los altímetros forestales; empleo de helicópteros para la lucha nocturna contra incendios; utilización de sistemas electrónicos en los reconocimientos contra incendios; detección de incendios propagados por el aire; bombarderos de agua; sistema de detección de rayos; unidades químicas portátiles para el servicio de las aereocisternas; estaciones automáticas anti-incendios, y las modernas autocisternas. Se tiene el proyecto de celebrar la próxima reunión de la comisión en el otoño de 1969 en el Canadá, y se eligió Presidente de la comisión al Ministro Adjunto del Departamento de Bosques y Desarrollo Rural del Canadá, J. L. E. Couillard.

Comisión Forestal para el Cercano Oriente

La quinta reunión de la Comisión Forestal de la FAO para el Cercano Oriente se celebró en el Agricultural Research Department Building en Jubaiha, Aman (Jordania) del 25 al 30 de septiembre de 1967. Las sesiones se celebraron bajo la presidencia de Sala Jum'ah, Director General del Departamento de Montes, Pastizales y Conservación de Suelos de Jordania. Los participantes representaban nueve países¹ y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. Nils Osara Director de Montes e Industrias Forestales, representaba a la FAO y Khalid Hamad, de la Oficina Forestal Regional de la FAO, actuó de Secretario. Antes de la reunión, los grupos de trabajo de la Comisión sobre enseñanza e investigaciones forestales y sobre ordenación de cuencas hidrográficas y pastizales forestales se reunieron bajo la presidencia de Hassan Kittani, Director General de Montes del Irak, y de Mahmoud Juneidi (Jordania), respectivamente.

¹ Chipre, Francia, Irak, Jordania, Líbano, Libia, República Arabe Siria y Sudán, un observador del Reino Unido y representantes del PNUD.

Los temas principales tratados en el seno de la Comisión fueron el estado de la silvicultura en el Cercano Oriente y las perspectivas para el establecimiento de plantaciones arbóreas en tierras de cultivo. Con pocas excepciones, por ejemplo Irán (montes del Caspio), Sudán (sur) y Turquía, no hay extensas zonas boscosas en la región, por lo que la política forestal en el Cercano Oriente es en general sinónima de política de forestación.

Casi todos los países tienen todavía que efectuar muchas investigaciones antes de que su política se plasme en planes de forestación a largo plazo. Muchas de las decisiones pertinentes tienen que adoptarse fuera del sector forestal, pero, al mismo tiempo, corresponde a los servicios forestales hacer propuestas y proporcionar datos que sirvan a los gobiernos de base para adoptar las decisiones. No obstante el Proyecto de Desarrollo del Mediterráneo, son pocas las evaluaciones efectuadas hasta ahora de las relaciones insumo/producción y los índices de beneficio que deben esperarse de las plantaciones. Todavía no se han escogido las áreas que han de poblarse, así como tampoco se ha pensado cuáles son los medios que se necesitan para cumplimentar los planes de forestación y, en particular, de dónde y cómo han de obtenerse los medios financieros. Por consiguiente, la cuestión de los programas de plantación no se ha planteado en general con suficiente convencimiento para que den forma a las políticas forestales nacionales que ya se han adoptado.

No obstante, el ritmo de forestación ciertamente va en aumento, aunque es todavía inadecuado para las necesidades de la región. Aun cuando es concebible que parte de las necesidades podrían satisfacerse desde Africa oriental y central, la repoblación con especies de crecimiento rápido sigue siendo una tarea de importancia primordial. La superficie que actualmente ocupan las plantaciones arbóreas de la región se estima en 152000 ha, a las que se pueden sumar otras 120000 ha de plantaciones lineares en terrenos agrícolas. La comisión estimó que, para 1985, debería haber establecidas en la región 450000 ha de plantaciones explotables comercialmente. Alrededor del 50 por ciento convendría dispersarlo en las partes más húmedas de las tierras agrícolas de secano y al menos 10 por ciento en las áreas de regadío. El otro 40 por ciento podría reemplazar masas naturales. Esto significaría más que duplicar el actual esfuerzo total.

La comisión examinó también algunas de las dificultades sociales y políticas que entraña la plantación de árboles. Por muy correctos que sean los procedimientos técnicos que se sigan, no se alcanzará el éxito, a no ser que lo que tiene que hacerse se ajuste a las tradiciones, actitudes y costumbres de la gente del país. Las objeciones corrientes al cultivo de árboles son que las plantaciones arbóreas disputan la humedad y los nutrientes del suelo a los cultivos agrícolas, albergan insectos y plagas nocivos o impiden la limpieza de los canales de riego. Los argumentos contra estas objeciones deben basarse en demostraciones científicas. Las administraciones forestales nacionales tienen que presentar datos reales relativos a las plantaciones arbóreas en tierras agrícolas si realmente quieren demostrar sus ventajas. En el caso de Turquía, por ejemplo, podrían darse cifras que revelan que, en suelos buenos y medianos, los chopos han dado beneficios anuales dobles de los proporcionados por el trigo y el maíz.

La actual labor de muchos servicios forestales se refiere principalmente a la conservación de los recursos de suelos y aguas, sobre todo en relación con los proyectos de riego y colonización agraria. La agricultura sigue siendo la espina dorsal de la mayoría de las economías nacionales y es la forma primordial de aprovechamiento de la tierra. Una cooperación mayor de los forestales con las autoridades responsables del desarrollo del sector agrícola se considera de importancia capital para que la forestería contribuya adecuadamente al desarrollo general. El pastoreo reglamentado y las formas mejoradas de ordenación de los pastizales son aspectos de la introducción de la ordenación y el aprovechamiento apropiados en las zonas de arbolado natural.

La comisión observó con interés la labor regional efectuada por la FAO dentro del Plan Indicativo Mundial para el Desarrollo Agrícola 1965/85, cuyos resultados se han publicado en un estudio provisional relativo al Cercano Oriente. La comisión notó que, según este estudio provisional, podría esperarse que las importaciones netas de productos forestales subiesen desde su actual cuantía de 180 millones de dólares hasta 500 millones de dólares en 1985; sin embargo, sin un aumento considerable de las inversiones en los montes y las industrias forestales la última cifra podría llegar a ser de 875 millones de dólares. La comisión estimó que la metodología empleada por la FAO en su contribución forestal al Plan Indicativo Mundial es valiosa para los gobiernos en la adopción de decisiones relativas a la financiación del desarrollo forestal.

Considerando el carácter del sector forestal en el Cercano Oriente, la comisión asignó una función importante a las actividades de relaciones públicas en el fomento forestal en la región; subrayó también que sólo los esfuerzos continuos pueden tener repercusiones duraderas en el campo de las relaciones públicas.

La comisión examinó la labor de sus órganos auxiliares, sus propias actividades futuras y todo el programa de trabajo de la FAO en el sector de los montes y las industrias forestales y decidió disolver sus propios grupos de trabajo y designar relatores o grupos especiales de trabajo para el estudio de problemas concretos en las esferas pertinentes a medida de las necesidades.

El 29 de septiembre, el Gobierno hachemita de Jordania, país hospedante, organizó una excursión para mostrar a los delegados la cubierta natural de roble sempervirente en las tierras altas septentrionales del este de Jordania, las obras de conservación de suelos y aguas en el Wadi Ziglab, las principales masas naturales de pino y roble del país y un vivero forestal característico en Ain Jamea.

Comisión Forestal Latinoamericana

El Gobierno de Trinidad y Tabago actuó de huésped del décimo período de sesiones de la Comisión Forestal Latinoamericana que se celebró en Port-of-Spain del 4 al 9 de diciembre de 1967. Fue Presidente de las reuniones C. H. Murray, Conservador de montes de Trinidad y Tabago, y asistieron 60 participantes en representación de 13 Estados Miembros y de diversas organizaciones internacionales.¹

¹ Colombia, Costa Rica, Cuba, Chile, Ecuador, Estados Unidos de América, Francia, Guyana, Jamaica, Países Bajos, (Surinam), Reino Unido (Belice), Trinidad y Tabago y Venezuela; observadores del Banco Interamericano de Desarrollo, Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, Unión Internacional de Organizaciones de Investigación Forestal, Instituto Latinoamericano de Investigaciones y Enseñanza Forestales y Organización de los Estados Americanos, así como representantes de las Naciones Unidas, PNUD y Programa Mundial de Alimentos.

La comisión, al analizar la situación forestal de la región, hizo constar los considerables progresos obtenidos desde su último período de sesiones, que se celebró en 1964 en el Brasil. Es mucho lo que queda todavía por hacer para incorporar en los planes gubernamentales de desarrollo socioeconómico el sector forestal, en un grado proporcionado a sus posibilidades. En América Latina, la planificación está a la orden del día y, dados los esfuerzos en pro de la integración económica, es de extrema importancia que los gobiernos dispongan de planes forestales a plazo largo e intermedio, y definan claramente su política forestal. En los países de gran densidad de población e ingresos bajos, las ventajas que, desde el punto de vista social, ofrece el desarrollo forestal merecen prioridad.

El nivel insuficiente de los servicios forestales gubernamentales sigue siendo el factor principal que limita el progreso en el sector forestal; donde esta insuficiencia ha podido superarse, se ha observado una neta correlación con los progresos forestales. En cambio, la comisión convino en que la estructura institucional y la importancia concedida a los servicios forestales oficiales han de permitir una estrecha asociación entre el sector forestal y los sectores agrícolas y facilitar la coordinación del desarrollo de los recursos con la planificación de las industrias conexas.

Los gobiernos, a juzgar por sus informes, están esforzándose cada vez más en eliminar las causas de destrucción de los bosques, pero, en general, sus esfuerzos siguen siendo insuficientes dada la gravedad del problema. Se estima que alrededor de 10 millones de ha de bosque se talan anualmente en América Latina sin una clara justificación. Aunque se promulgan nuevas leyes forestales o se revisan las vigentes, resultan con harta frecuencia ineficaces porque no pueden aplicarse. La comisión instó a los gobiernos de los Estados Miembros a que adopten medidas más rigurosas para crear reservas forestales definiendo claramente las zonas abarcadas. Se hizo hincapié en la necesidad de obtener para el sector forestal el apoyo de la opinión pública y se convino en que la mejor manera de conseguirlo era hacer que los bosques resultaran rentables. La comisión mostró su beneplácito por el creciente número de encuestas de preinversión complementadas por estudios de viabilidad industrial que estaba emprendiendo la FAO. En la enseñanza forestal, se observó que los progresos eran considerables, tanto al nivel profesional como al subprofesional, pero que, no obstante la falta de futuro en la carrera, sigue siendo un obstáculo para atraer a ella a estudiantes calificados.

Al tratar de las perspectivas de desarrollo de industrias forestales en América Latina, los delegados insistieron una vez más en las dificultades con que se tropieza y que ya han sido reiteradamente expuestas: el tamaño insuficiente de las fábricas, imperfecta utilización de la capacidad instalada, maquinaria anticuada, falta de reglamentos de clasificación para los productos, los costos de elaboración relativamente elevados y la escasez de técnicos calificados. A pesar de las vastas extensiones de bosque con que se cuenta, el balance del comercio de productos forestales sigue siendo desfavorable en América Latina: el déficit anual de pasta y papel gira en torno a los 200 millones de dólares EE.UU. Se pronostica que la demanda de productos forestales en el próximo futuro exigirá esfuerzos extraordinarios si se quiere aminorar la actual dependencia de las importaciones de pasta y papel. Ello entrañará, además de mejoras industriales, más plantaciones de especies coníferas y un creciente esfuerzo por parte de los países latinoamericanos para persuadir a los países importadores industrializados a que faciliten la entrada de productos forestales ya elaborados.

En lo que respecta a las plantaciones forestales, la comisión tomó nota del informe de la Secretaría de que se han establecido en países de la región 1 millón de ha de plantaciones de frondosas y 500000 ha de plantaciones de coníferas. El ritmo de plantación ha aumentado al parecer a 90000 ha aproximadamente por año y los programas nacionales de repoblación prometen un nuevo aumento, llegándose en el próximo futuro a unas 200000 ha por año. La comisión opinó que este ritmo de plantación no significa que se hayan agotado las posibilidades que presentan las vastas zonas disponibles para la repoblación, ni tampoco que cubra la mayor demanda de productos forestales prevista; efectivamente, se consideró que la meta de los programas de plantación debe elevarse hasta unas 300000 ha por año hacia 1985, lo que, a los precios actuales, exige una inversión anual equivalente a 50 ó 60 millones de dólares EE.UU. Es difícil obtener tales sumas en condiciones razonables de pago y, por ello, es necesario no sólo adoptar medidas nacionales, tales como exenciones tributarias y otros incentivos, sino también habilitar facilidades de crédito, quizás con el apoyo de instituciones internacionales de financiación. La comisión tomó nota del resultado favorable obtenido en algunos países que emplean los programas de repoblación para fomentar el desarrollo social; en especial, en zonas económicamente deprimidas en las cuales, de lo contrario, no habría oportunidades de empleo. Además, el sistema «taungya» de establecer nuevos cultivos arbóreos puede resolver algunos de los problemas que plantea la agricultura nómada y permite un mejor aprovechamiento de la tierra en zonas de gran densidad demográfica y escasez de tierras labrantías.

La comisión analizó también la situación en lo que se refiere a las actividades de investigación forestal en la región. Quedó enterada de las actividades del Instituto Latinoamericano de Investigaciones y Enseñanza Forestal de Mérida (Venezuela); discutió la contribución del sector forestal al Plan Indicativo Mundial de la FAO para el Desarrollo Agrícola, y formuló varias propuestas con respecto a los futuros programas de labores de la Organización. Además, al objeto de promover la colaboración internacional en el campo de la investigación forestal, la comisión resolvió restablecer el Comité de Investigaciones Forestales y eligió como Presidente del mismo a Frank Wadsworth, Director del Instituto Tropical de Investigaciones Forestales de Río Piedras (Puerto Rico).

El Comité de Parques Nacionales y Vida Silvestre celebró también una reunión de dos días en Port-of-Spain bajo la presidencia de I. Constantino, Director Adjunto de Bosques de la Argentina. Una vez que se comunicaron los resultados de esta reunión al pleno de la comisión, los delegados recomendaron la adopción de las medidas siguientes:

1. Elaborar criterios básicos para una declaración de los principios en que debe apoyarse la creación y ordenación de parques nacionales en América Latina.

2. Exponer las directrices para la ordenación de los parques nacionales de América Latina.

3. Emprender la preparación de una bibliografía ser lacta sobre los parques nacionales de la región.

Durante el período de sesiones se organizaron varias excursiones que ofrecieron a los delegados la oportunidad de conocer las actividades del Departamento de Bosques relativas a las plantaciones de teca y de pino, la utilización de las maderas y la creación de un santuario para proteger especialmente al ibis escarlata, ave nacional.

Leslie J. Vernell, de la Dirección de Montes e Industrias Forestales, representó a la FAO en el período de sesiones, y F. Barrientos Fernández, Oficial Forestal Regional de la FAO, actuó de Secretario.

Noticias del personal

Lamentamos comunicar el fallecimiento prematuro de los Sres. K. K. LUND y R. D. SCHULTZ ambos directores de proyectos forestales del Fondo Especial de las Naciones Unidas que ejecuta la FAO.

Knut Lund (Finlandia), que murió el 29 de octubre de 1967, se incorporó a la FAO en 1964 como Director de proyecto, para realizar un estudio de preinversión en el desarrollo de industrias forestales en Ceilán.

Robert Shultz (Canadá) falleció el 3 de febrero de 1968. Procedía de Vancouver, y en 1965 fue nombrado Director de un proyecto de desarrollo forestal y de industrias forestales en Taiwán.

René GACHOT (Francia) ha sido nombrado Representante Residente del PNUD en Etiopía. De 1951 a 1956 desempeñó el cargo de asesor forestal de la FAO en el Brasil, y en los últimos cinco años el de Representante Residente del PNUD en Perú. También actuó de Representante Adjunto de la FAO en América Latina (195662).

Lucas A. TORTORELLI (Argentina) ha sido nombrado por el PNUD asesor superior agronómico en Perú. Antes de actuar de asesor forestal de la FAO en el Brasil, desempeñó por cuenta de la FAO misiones forestales en Paraguay, Colombia y varios otros países y fue también varios años asesor regional de la FAO sobre enseñanza e investigación forestal, con sede en México.

Plan numismatico de la FAO

La emisión mundial de sellos de correos hecha en 1963 en apoyo de los objetivos de la FAO cumplió la doble función de recaudar fondos para los programas nacionales de la Campaña Mundial contra el Hambre y llamar la pública atención sobre los problemas del hambre. El Plan Numismático de la FAO, recientemente instituido, se propone lograr un éxito semejante estimulando a los Estados Miembros a acuñar monedas especiales. Esta selección, con un motivo forestal, indica que en parte del actual monedaje mundial la adaptación necesaria sería muy poca.

Plan numismatico de la FAO


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