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El Sáhara: un desafío siempre presente

R. ST. BARBE BAKER

RICHARD ST. BARBE BAKER es el fundador de la Men of the Trees Society. Retirado, vive actualmente en Nueva Zelandia, pero sigue estando tan interesado y activo como siempre en los problemas del Sáhara.

POCO DESPUÉS DE MI NOMBRAMIENTO, en 1920, como conservador auxiliar de bosques en el este de Africa, pude darme cuenta de la importancia de intentar detener el avance del Sáhara en Africa ecuatorial.

Habían llegado informes de lo que estaba ocurriendo en el norte, donde las tribus habían quedado como encerradas en una franja de bosques en extinción, con cientos de millas de desierto de frente y con el desierto cercándoles por la espalda. Los jefes habían prohibido los matrimonios y las mujeres rehusaban tener hijos porque, empujadas por el desierto invasor, podían ya vislumbrar el fin de sus días.

Esto me produjo una profunda impresión y tomé la decisión de hacer cuanto me fuese posible desde mi puesto de evidente responsabilidad, a cargo de miles de kilómetros cuadrados en Kenia, incluyendo una franja próxima al desierto que se extendía hacia el norte de Turkana y más allá, cuando parecía que el avance continuo del Sáhara era inevitable, si no se contenía con una serie de barreras forestales de protección.

Los fondos para plantación eran escasísimos y llegué a la conclusión de que era esencial obtener la cooperación voluntaria de las gentes para detener el curso de la destrucción.

La danza de los arboles

Se me había informado de que, cada vez que había de hacerse un esfuerzo constructivo, se comenzaba con una danza; por ejemplo, existía una danza al plantar los fríjoles y otra al cosechar el maíz. Por este motivo, invité a los que dirigían las danzas a mi estación forestal de Muguga, para discutir la situación y organizar la inauguración en todo el país de una nueva danza (la danza de los árboles) para plantar árboles.

Esto exigió una gran preparación, enviándose mensajeros a las partes más distantes del país. Finalmente, el gran día de la primera danza de los árboles llegó, y 3 000 morans o guerreros jóvenes llegaron a mi estación forestal, cubiertos con sus pinturas de guerra y llevando lanzas y escudos como si fuesen preparados para la batalla; pero en la punta de cada lanza llevaban una bola de plumas de avestruz, en señal de que venían en son de paz. A una señal dada, los guerreros marcharon más allá del bungalow, agrupados por clanes; llegaban en un flujo constante, y se dispusieron en filas ante un mugumu (ficus, estrechamente relacionado con el «banyan» de la India) solitario y sagrado.

Debo mencionar que, siempre que los Kikuyu cortan un bosque para instalar cultivos agrícolas, dejan en pie un único mugumu para recoger los espíritus de los otros árboles con el fin de que éstos, según dicen, no anden vagando y estén intranquilos. Esta previsora consideración hacia los espíritus de los árboles que estaban cortando me convenció de que, en el fondo de su corazón, eran gentes amantes de los árboles, y de que no sería excesivamente difícil enseñarles algo acerca de la contribución biológica que los árboles aportan a la vida y de su esencial función en una comunidad agrícola. Cuando les hablé por primera vez de la importancia de plantar árboles me dijeron: shauri ya mungu (asunto de Dios). Los árboles crecen por sí solos. No habían caído en la cuenta de que, si cortaban todos los árboles portadores de semillas, habría muy pocas posibilidades de regenerar nuevos bosques. Sus métodos nómadas de cultivo significaba que tenían que ir cada vez más lejos a recoger la leña para cocinar sus alimentos. Mientras que antes era suficiente un viaje de una o dos horas, ahora podía darse el caso de que necesitasen dos o tres días para poder abastecer sus necesidades. Eran las mujeres las que iban a los bosques a buscar la leña y las que plantaban y cultivaban las hortalizas tales como fríjoles, guisantes, yams, okra y batatas. Por este motivo, a la primera danza de los árboles vinieron las mujeres a millares, con niños y ancianos.

Todos ellos se reunieron en el calvero situado detrás de la estación forestal, cerca del mugumu sagrado. Nunca hasta entonces, en la historia de su país, había tenido lugar una reunión de este tipo. El espectáculo era maravilloso. Desde una plataforma que había sido especialmente construida para esta ocasión, les hablé a través del Jefe Josiah Njonjo quien, con su oratoria natural e imaginación vívida, amplió la llamada que yo intentaba seriamente hacer a estos cultivadores nómadas que, durante generaciones, habían cortado los montes altos para hacer sus cultivos. Aquel día, 22 de julio de 1922, pedí voluntarios para la plantación de árboles.

Los voluntarios fueron pronto denominados Watu Wa Miti (los hombres de los árboles). Se habían ofrecido voluntariamente y, como los exploradores, habían prometido hacer una buena acción cada día y, además, plantar 10 árboles, plántalas o semillas cada año y proteger los árboles en todas partes. La idea arraigó porque, en el futuro, nadie fue autorizado a asistir a la danza de los árboles si no había cumplido con sus obligaciones de plantación. Cada rama de los Watu Wa Miti estaba bajo la supervisión de un jefe conocido como guía forestal. Los árboles fueron plantados entre sus campos de maíz y de batatas y dejaron un bosque en potencia en sus antiguos campos de cultivo cuando se trasladaron a cultivar una nueva clara del bosque. De esta manera pudimos restablecer y mejorar la cubierta originaria de árboles con especies tan valiosas como el mutarakwa (Juniperus procera), enebro abisinio, el mutamaiyu, olivo de Kenia, y otras especies valiosas. Incidentalmente, fue de interés ecológico observar que las palomas se alimentan del fruto del enebro y que las semillas pueden germinar después de pasar por su intestino. La viabilidad de las semillas era escasa y fue necesario desintegrar la cubierta exterior del pericarpio para que pudieran germinar. Gracias al estudio de los métodos de la naturaleza, tuve la idea de sumergir las semillas en agua caliente con una pequeña cantidad de ácido sulfúrico para conseguir un efecto parecido al de los jugos gástricos de las palomas. Cuando los frutos del enebro eran sembrados sin tratar, la germinación conseguida era menor del 5 por ciento. Imitando a la naturaleza, se aseguraba un 95 por ciento de germinación, y pronto hubo decenas de miles de plántalas en los viveros preparadas para el trasplante. Y esto ocurría en Muguga, que significa lugar sin árboles.

FIGURA 2. - Había dilatados bosques de grandes árboles, de los que se encuentran aún tocones y raíces.

Esta era, en realidad, una de las estaciones más maravillosamente situadas del mundo en que, poco después de amanecer, se podía ver, generalmente, la montaña de Kirinyaga, lugar de la blancura, de 5 200 m, cubierta de nieve, de la que Kenia ha tomado su nombre y hacia el sur de la veranda se extendía la achatada montaña del Kilimanjaro, de 5 800 m de altura, que parecía una gigantesca mesa con la nieve auténtica como mantel.

Cuando no se les ocurría una buena obra mejor, los miembros de los Watu Wa Miti venían a Muguga a plantar pequeños árboles de mutaraksa. Era éste un trabajo realizado con amor y emprendido como si se tratase de un juego, y en este primer vivero cultivaron más de 80 000 plántalas.

He mencionado estos detalles porque creo firmemente más en la cooperación voluntaria de las gentes que en cualquier tipo de coacción, especialmente en repoblaciones a gran escala bajo condiciones climáticas difíciles en que se precisan muchos cuidados premurosos.

En recompensa de los numerosos años de devotos servicios del Jefe Josiah Njonjo, le invité a venir a Londres en 1953, en calidad de huésped, para la Coronación de la Reina Isabel II. Al aterrizar su avión fue entrevistado por la BBC para su programa diario: In Town Tonight.

«¿Es Ud. un Jefe de Africa?», le preguntó el interlocutor. «Sí» dijo Josiah, «tengo la medalla de Oro del Rey Jorge por mis largos servicios y ahora he venido a ver coronar a su hija.» «¿Y cuáles son las obligaciones de un Jefe?» le preguntó el hombre de la BBC. «El Jefe es la voz del gobierno para el pueblo y la voz del pueblo para el gobiernos, «Cuéntenos algo del Mau Mau» dijo el interlocutor. «Esa es una larga historia» respondió el Jefe «y, aunque no soy político, puedo hablarle de ello. En mi región de Kenia no existe este problema.» «¿Cómo lo ha conseguido?» preguntó el interlocutor. «Porque hace 30 años, un forestal nos enseño cómo plantar y proteger nuestros árboles nativos. Hemos mantenido la promesa que le hicimos y, de esta forma, tenemos grandes cantidades de madera, de leña, de agua y de alimentos. Por ello, no tenemos problemas.»

Estudios de restauración de la naturaleza

En 1953 tuvieron lugar dos grandes aventuras; una fue conocida como la conquista de la naturaleza: un grupo de hombres esforzados e intrépidos sufrieron grandes privaciones y arriesgaron sus vidas para conquistar el Monte Everest. La ascensión fue simbolizada como una lucha entre el cerebro, los músculos y la perseverancia del hombre contra lo que se llamó la fuerza ciega de la naturaleza. Así, tan pronto como llegó a la cumbre, el hombre proclamó haber vencido a la naturaleza; pero la vida del mundo de cada día continuó sin ser en absoluto afectada por esta heroica expedición.

En la otra aventura, un grupo de cuatro hombres se dirigió al Sáhara para luchar contra el mal que el hombre había infligido al suelo de Africa y hallar los caminos para devolver a su estado de naturaleza los desiertos creados por la ignorancia del hombre. Estos hombres, como los del equipo del monte Everest, sufrieron grandes penalidades y arriesgaron sus vidas. Uno de ellos falleció. La exploración tuvo éxito, pero el efecto total de su trabajo, que aún prosigue, no será perceptible durante años y continuará a lo largo de las generaciones. La aventura en la montaña sirvió para conquistar la naturaleza; en cambio, la aventura del desierto para restaurarla fue realizada con el fin de devolver a la raza humana miles de kilómetros cuadrados de tierras productoras de alimentos.

Hace 10000 años, el Sáhara estaba, al parecer, pletórico de vida humana, animal y vegetal. Las galerías de arte de las pinturas murales en Tassili-n-Ajjer y en otros sitios parecen indicar que existieron ríos que se secaron y lagos que desaparecieron, ya que los primeros dibujos son de elefantes e hipopótamos. Los geólogos y antropólogos han determinado como fecha aproximada de estos dibujos el año 5000 a. J.C., época que se conoce como Período de los Cazadores. Viene después del Período de los Pastores, hacia el año 3500 a. J.C., seguido de la etapa bien definida del caballo, el perro y la rueda con el carro de cuatro caballos hacia el año 1000 a. J.C.

Es interesante encontrar restos de troncos de árboles y de sistemas radicales. A veces, un curioso montículo es todo lo que queda de lo que en tiempos fue el tocón de un árbol. Pero lo que más nos concierne, como forestales y recuperadores de tierras, es la velocidad con que el Sáhara está avanzando actualmente. Existen indicios de que está avanzando con mayor rapidez que nunca, y no sólo a lo largo de su perímetro sur, sino presentando también una amenaza análoga en el norte, después de las sequías largas.

Los hallazgos de la expedición del Sáhara de 1952-53 fueron recogidos en el libro titulado Sahara challenge (El desafío del Sáhara), cuyo último capítulo presenta un plan general de recuperación del Sáhara. Otra expedición por el Sáhara fue organizada en 1964, después de una conferencia en Rabal, a la que fueron invitados por el Programa de Recuperación del Sáhara de los Hombres de los Arboles todos los jefes de Estado. Se ha informado de ello brevemente en el libro Sahara conquest (La conquista del Sáhara), que invita a la cooperación en escala internacional, no sólo para combatir la erosión y contener al Sáhara, sino también para mejorar el ambiente político de las naciones.

Yendo en coche a lo largo de las laderas de las montañas del Atlas, cuando realizábamos nuestro estudio ecológico, con más de 3000 km de desierto extendiéndose hacia el sur (que tuvimos que atravesar en nuestro viaje a Kano), pensamos en la Nappe Albienne, la extensa fuente subterránea de agua sobre la que rodaban nuestros camiones. Su existencia había sido predicha por exploradores y geólogos, pero sólo en los últimos años, por medio de estudios con magnetómetros, de perforación de pozos pilotos y de medición periódica de las, precipitaciones, se ha conseguido identificar su extensión y formación. Los geólogos explican que está constituida por depósitos formados por las corrientes y los ríos hace quizá 50 millones de años. Al principio del período cretácico, que precedió a esta época continental, estos depósitos fueron sellados por las margas y las arcillas depositadas por el mar. Esta es la explicación geológica del lago subterráneo del Sáhara, la Nappe Albienne, que se extiende 1000 km hacia el sur, desde las estribaciones sur de la cadena del Atlas, y que está limitada al oeste por el valle de Saouva, y al este por el Fezzan de Túnez y Libia.

FIGURA 3. - Cuando se suprime la cubierta arbórea, el desierto ocupa su lugar, Tassili Ajjer.

FIGURA 4. - Trabajos de fijación de dunas y repoblación emprendidos por las autoridades de Libia con ayuda de técnicos forestales de la FAO.

FIGURA 5. - Una hilera de olivos en Sfax, donde se han plantado 36 millones de olivos que están ya produciendo más de 2 millones de toneladas de aceite al año.

La extensión de este enorme depósito subterráneo supera los 650 000 km² - la extensión de Francia. En algunos lugares su profundidad es de 90 m, pero en otros es de 500 a 2 000 m. Justin Savorin la llamó el más espléndido recurso hidráulico del Sáhara como él hizo más que nadie para explorarlo, los habitantes del Sáhara denominan a este depósito Mar de Savorin. Savorin estimó que contiene más de 10 millones de m³ de agua. Un hidrólogo ha calculado que el Rhin necesitaría casi 190 años para llenar un depósito de esta capacidad.

ESTUDIO DE MARRUECOS

Nuestro primer estudio de los países del oeste y del norte del Sáhara empezó en 1952, en Marruecos, cuando tuvimos la oportunidad de estudiar sus prácticas de vivero, sus plantaciones de eucaliptos de varias edades bajo condiciones diferentes y un arboretum de eucaliptos con 30 especies para estudiar su idoneidad. En una ladera excesivamente erosionada, en que la poca cantidad de suelo no permitía la instalación de eucaliptos, fueron plantadas chumberas, que eran cortadas frecuentemente y dejadas descomponer con el fin de formar el humus necesario para el establecimiento de las plantaciones de eucaliptos. Posteriormente, en 1957, Mohamed V inauguró los bosques de la juventud. Sólo tuvo que cabalgar hacia lo alto de una colina, seguido inmediatamente por miles de jóvenes plantadores, abastecidos por camiones cargados de plantas en bolsas de polietileno, y bajo los cascos de su caballo nació un bosque; 36 000 personas se ofrecieron voluntariamente y una media de 10 000 trabajaron plantando árboles durante los fines de semana. Cinco meses después de plantar un bosque de la juventud, muchos de los árboles (Eucalyptus camuldulensis) habían crecido más de 30 cm al mes. Esto ocurrió en Bu Soukra, donde los domingos se plantaron 140 ha con 80 000 árboles. El Gobernador de Casablanca había sido el primero en dar ejemplo, quitándose su abrigo y empuñando la azada como los demás.

Afortunadamente, el Corán predica el respeto a los árboles y promete recompensas especiales a los que los planten, pero la cabra sigue siendo la bête noir de los bosques. No es tarea sencilla educar a un pueblo en el que las manadas y los rebaños se han considerado siempre como riqueza, a pasar de una economía animal a una economía de bosques.

PROTECCIÓN DE BOSQUES Ex ARGELIA

En Argelia, el principal sistema de protección puesto en práctica incluye el de terrazas, con pequeñas terrazas perpendiculares a las líneas de máxima pendiente de las laderas y que descienden escalonadamente por las faldas de éstas. Están protegidas desde la parte más alta por un canal de desviación de agua que recorre toda la ladera en un trazado casi horizontal. Su sección transversal comprende una parte baja, llana o inclinada hacia arriba, y un ribazo que asegure que el caudal aminorado de las lluvias torrenciales corre hacia su salida natural. La parte baja de la terraza, aireada mediante cultivo, absorbe grandes cantidades de agua, mientras que, al aumentar la fricción longitudinal de la corriente, la frena y facilita el depósito de las pequeñas cantidades de material que arrastre, procedente de la terraza superior. Cuando las laderas son demasiado pendientes para cultivar cereales, se plantan árboles ales como el pino carrasco, el algarrobo o el olivo. Cada perímetro, cuenca en declive, terreno a tratar, son objeto de un plan exhaustivo que determina el método a aplicar a cada zona y conduce a una utilización combinada de diferentes métodos de tratamiento.

FIGURA 6 - Vegetación marginal de palmeras cerca de Hun. Las dunas de arena movediza amenazan incluso a la palmera.

En Argelia me impresionó el entusiasmo de los jóvenes plantadores que dedicaron sus fines de semana a reparar los estragos de la guerra, en que se causó tanto daño a los bosques de cedros. En realidad, la plantación de árboles parece estrechamente asociada con el patriotismo y el amor a su país, como debería ocurrir en todas partes. Fue en Argelia donde se llevó a cabo un experimento de transpiración que demostró que un único ejemplar de Eucalyptus algeriensis, de 14 m de altura, llegó a transpirar 370 1 de agua cada 24 horas. Por lo tanto, un bosque de tales eucaliptos podría crear un microclima de apreciable influencia. Los vientos cargados de lluvia procedentes del mar serían, naturalmente, reforzados por esta humedad de transpiración y tenderían a formar nubes y a precipitar rocío o lluvia.

TRASPLANTES EN TÚNEZ

Los forestales de Túnez han demostrado el valor del sistema de plantación en caballones ideado en Argelia. A este sistema de caballones se ha añadido un nuevo método de utilizar bolsas de plástico para cultivar trasplantes jóvenes. Para liberar las raíces de la bolsa, el plástico se raja con un cuchillo afilado o una hoja de afeitar, y, después de plantado el joven árbol, el plástico se extiende sobre el suelo, haciéndole una abertura en el centro que permita pasar a la guía terminal.

Después se dan unos golpes rápidos para afirmar la tierra, dejando pendiente hacia el árbol, antes de cubrir el plástico con 1 cm aproximadamente de tierra. Se ha observado que la lámina de plástico, al mismo tiempo que deja penetrar el agua de lluvia por su abertura central, evita una evaporación excesiva de la humedad y facilita el arraigue del trasplante. El riego se realiza por inyección de agua bajo la superficie del suelo, directamente a la profundidad de las raíces, mediante una enorme aguja hipodérmica. La humedad así inyectada se une a la humedad capilar. Se asegura que esta primera y única inyección de agua permanece alrededor de la planta durante muchas semanas, sin que la superficie del suelo se endurezca.

El instituto de repoblación instalado por el Gobierno de Túnez en Ariana ha sido dirigido por la FAO desde 1965, con ayuda de fondos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Actualmente es una de las más activas organizaciones de investigación del país, con unos 30 arboretos. Otra estación de investigaciones está situada en Zerniza, en la región costera del noroeste.

Una de las plantaciones mas espectaculares de Túnez puede verse en Sfax, donde se han plantado 36 millones de olivos en dunas de arena, cada uno de ellos en un hoyo excavado en el terreno. Estos: árboles producen ya una cosecha de casi 2 millones de toneladas anuales de aceite de oliva.

FIGURA 7. - La eficaz fijación de las dunas ha contenido la invasión de la arena cerca de otro bosquete de palmeras.

«DISSING» Y CAPAS PROTECTORAS DE DERIVADOS DEL PETRÓLEO EN LIBIA

En Libia, igual que en Túnez, las acacias y eucaliptos crecen vigorosamente poco después de ser plantados, estableciendo fuertes sistemas radicales y formando sus propios cortavientos. La acacia comienza a ser comercializable entre los 10 y los 15 años, y E. camuldulensis entre los 15 y los 20 años. El sistema convencional de plantación, denominado «dissing», consiste en formar setos de hierba para protección contra las dunas móviles de arena. Este sistema ha sido ya, en gran parte, desplazado por la aspersión de una capa protectora de derivados del petróleo sobre toda la zona, después de la plantación. Siempre que se desplazan, las dunas amenazan los cultivos e incluso los palmares.

RECUPERACIÓN EN EA REPÚBLICA ARABE UNIDA

Desde 1953 he presenciado el notable programa de recuperación de la R.A.U.; en la provincia de Tahrir, tierras que han sido desierto durante 2 000 años están siendo ahora puestas en plena producción con ayuda de cortinas protectoras de Casuarina, Eucalyptus de diversas variedades, Acacia arabica y Tamarix articulis, que son, al mismo tiempo, resistentes a la sequía y tolerantes a la salinidad del suelo. Más de 400 ha serán tratadas con este programa de recuperación, dando lugar a miles de nuevas granjas y absorbiendo a muchos refugiados árabes. Grandes canales de cemento, que traen el agua del Nilo; y derivan en una red de canales menores? son utilizados para regar las tierras y suministrar peces para la alimentación. Se trajo fango, vegetación acuática y Tilapia nilotica del Nilo, Tilapia galilea del mar de Galilea y Tilapia zilli del lago Victoria Nyanza. El estrato inferior se alimenta de la vegetación acuática; el medio, de la freza de estrato inferior, y el estrato superior de los alevines del estrato medio. Este último es extraído por toneladas para la alimentación humana. He visitado también el proyecto del Valle Nuevo, formado por una serie de depresiones en el Desierto Occidental, con una extensión estimada entre 4 y 5,6 millones de ha, donde he visto 30 de los 150 pozos de Dakhla, en que el agua sale a presión desde una profundidad de 1 100 m, con tal fuerza que los computadores electrónicos han calculado que transcurrirán 200 años antes de que sea preciso recurrir al bombeo para su extracción.

No me entusiasma, por el contrario, la gran presa de Sadd El Aali, ya que la evaporación, en los 500 km de lago que formará, igualará a la cantidad de agua que llegue a las cosechas. Las enormes presiones pueden formar un sumidero en el fondo que permita escapar cantidades crecientes de agua que Irán a parar al curso subterráneo del Nilo, la mayor parte de cuyas aguas se pierden en el Mediterráneo.

FIGURA 8. - Dando forma a los bancales con un tractor de oruga después de haber volteado la tierra con una desenraizadora. Beni-Saf, Argelia.

FIGURA 9. - Algunos de los muchos refugiados árabes que están encontrando nuevas granjas y hogares en la provincia de Liberación de Tahir, a unos 140 kilómetros al noroeste de El Cairo.

PROGRESOS CONSTANTES EH ETIOPÍA, KENIA Y SUDÁN

Cada vez que he vuelto a Etiopía, Kenia y Sudán, he advertido nuevos progresos en la recuperación de tierras y en la plantación de árboles. Quizá la plantación más espectacular se encuentre en Kenia, donde el Presidente Kenyatta patrocina a los Hombres de los Arboles, y ha inaugurado semanas nacionales de plantación. El Departamento Forestal de Kenia sigue una política culta y progresiva de plantación.

En Etiopía, al ser Addis Abeba amenazada por la carencia de madera, Menelik II tuvo la previsión y el buen sentido de instalar en la zona eucaliptos de crecimiento rápido procedentes de Australia, en vez de trasladar su capital a zonas madereras como era costumbre en aquellos tiempos. Regaló árboles jóvenes a sus jefes y dignatarios que, a su vez, cultivaron árboles para obtener semillas, y Addis Abeba se salvó. Su sucesor, el Emperador Hallé Selassié, ha patrocinado los estudios de recuperación del Sáhara y alienta actualmente un progresivo programa de plantaciones en Etiopía, en el que no se descuida la perpetuación de las especies indígenas.

Ayuda de compañías comerciales extranjeras

Es alentador observar que algunas de las compañías petrolíferas han recogido el desafío del Sáhara. Después de varios años de trabajos de laboratorio y de experimentos de campo, la ESSO comenzó en Libia, en 1960, experimentos utilizando derivados del petróleo para estabilizar las dunas móviles y facilitar el crecimiento de los trasplantes. Inicialmente se practicaban aspersiones a mano utilizando depósitos convencionales montados en chasis especialmente diseñados. Actualmente se utiliza un vehículo de tipo tobogán, remolcado o izado sobre las dunas mediante un tractor de oruga. Deslizándose sobre la arena, igual que un trineo sobre la nieve, la unidad arrastra cargas de más de 10 toneladas sobre algunas de las dunas más desafiantes de Libia. Se calcula que solamente en el oeste de Libia, existen más de 250 000 ha adecuadas para la repoblación con Acacia y Eucalyptus.

Otro nuevo método de repoblación en gran escala en zonas de dunas es el desarrollado por una compañía austríaca, la Agrarflug-Glück; en febrero y marzo de 1969 visité Libia para estudiar este reciente intento de estabilizar las dunas móviles y, al mismo tiempo, repoblar con especies de crecimiento rápido, que proporcionarán una protección permanente y una ayuda en la restauración de la vegetación natural. Este método consiste en la siembra directa mediante aeroplanos que vuelan a baja altura, utilizando una sustancia adherente que realiza más o menos la misma función que la cubierta de petróleo, pero con la diferencia de que la mezcla química utilizada, derivada de la lignina, es un producto natural y estimula enormemente el crecimiento y la fisiología de la vegetación natural.

Quizá la noticia más sensacional del Sáhara es el descubrimiento realizado por la Occidental Petroleum Corporation, en Kufrah, de un manto acuífero de varios cientos de kilómetros cuadrados de exrtensión y, por lo menos, 750 m de profundidad. En algunos lugares, este manto está a 90 m por debajo del nivel del suelo. Desde marzo de 1968 se han perforado cinco nuevos pozos; las primeras cosechas fueron plantadas en octubre y recolectadas en enero de 1969. Se calcula que el descubrimiento de Kufrah permitirá a Libia poner en regadío 80 000 ha durante los próximos 200 años. Se espera que los árboles indígenas, ayudados por las casuarinas, que mejoran el suelo, crearán un microclima favorable a la producción de cosechas y suministrarán el combustible necesario a los agricultores de

FIGURA 10. - Trineos para pulverizaciones diseñados por la ESSO, arrstrados por tractores de oruga a través de las dunas más difíciles.

FIGURA 11. - Arbol de 24 meses de edad en Khallet Al Shorrfa, al este de Trípoli, en una zona de dunas, donde se han efectuado trabajos de pulverización y fijación, por cuenta del Departamento Forestal de Libia, por la ESSO.

Libia que se habían visto forzados, por la invasión del desierto, a desplazarse al lago Chad y que están ahora volviendo a Kufrah en grandes multitudes. Las 10 000 ha que han sido ya puestas en regadío producen trigo, alfalfa, cebada, tomates, patatas y fríjoles, demostrando lo que puede conseguirse en superficies cada vez mayores.

Después de 40 años

Durante el Sexto Congreso Forestal Mundial, celebrado en Madrid en 1966, participantes de 92 países apoyaron las propuestas de que todos los Estados Miembros de las Naciones Unidas fuesen alentados a utilizar su mano de obra para plantaciones a gran escala; de que la protección de una adecuada cubierta forestal fuese tratada como primera línea de defensa y de que se declarase una guerra total contra los desiertos invasores del mundo. Los 40 años transcurridos desde la celebración del Primer Congreso Forestal Mundial, en 1926, han cobrado su tributo en las vidas de los congresistas; el último día del Congreso celebrado en Madrid, sólo tres de ellos estaban presentes: un forestal americano, uno español y yo, veterano forestal de Africa.

Al visitar recientemente la FAO, tuve el placer de encontrar a muchos antiguos amigos de pasados safaris y a aquellos que cooperaron estrechamente con nosotros en los estudios e investigaciones de recuperación del Sáhara. Esta visita inspiró estos recuerdos del pasado en el comienzo de lo que espero llegue a ser uno de los sucesos más trascendentales de la historia de Africa. El Sáhara constituye un desafío, no sólo para Africa, sino para el mundo entero. Ofrece una oportunidad gloriosa de ahogar las diferencias políticas y las explotaciones del pasado en nuestro planeta en una nueva economía creadora, en una nueva forma de vida, biológicamente correcta, que dé como resultado la salud y la seguridad. La tarea es gigantesca y no puede conseguirse de la noche a la mañana. Precisará la dedicación de generaciones de forestales y recuperadores de tierras.

Si nuestros conocimientos nos retan a explorar el espacio y a enviar un hombre a la luna, que nuestra sabiduría nos lleve a aceptar el desafío del Sáhara y a ayudar a los nuevos Estados de Africa a convertirla de nuevo en un jardín en que millones de gentes puedan vivir libres del temor y del hambre, en paz y prosperidad: «Cada hombre bajo su propia parra y su propia higuera sin que nadie lo atemorice».


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