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La FAO y la recuperación del Sáhara

SECRETARÍA DE FAO

DESDE SU CREACIÓN, la Dirección de Montes e Industrias Forestales de la FAO se ha ocupado de los problemas de las zonas áridas, habiéndose emprendido varios proyectos en regiones áridas o semiáridas.

En 1954, el Cuarto Congreso Forestal Mundial prestó especial atención a la recuperación de suelos degradados y desiertos y, después de reconocer que la función exacta de los bosques en la recuperación de desiertos está aún por determinar, recomendó varios tipos de investigación a emprender y propuso que se crease un organismo regional para promover y coordinar tales investigaciones. Como resultado de ello, en parte, se creó un Comité de la FAO para la coordinación de investigaciones en el Mediterráneo. Con ocasión del Congreso Forestal Mundial de 1966, una comisión técnica requirió la atención del Director General de la FALO sobre la necesidad de que esta Organización continuara sus estudios sobre la utilización de tierras desérticas y semidesérticas y sobre las posibilidades de detener el avance del desierto, especialmente en las tierras situadas al sur del Sáhara, en que el problema parece particularmente urgente.

De acuerdo con estas manifestaciones, la FAO continuó estudiando las medidas adecuadas para la recuperación del Sáhara. Como consecuencia de la naturaleza política de algunos de los problemas, la FAO se puso en contacto, como primer paso, con la Organización para la Unidad de Africa (OAU), para explorar el interés de los países, y se habló de la posibilidad de que la OAU estudiase la cuestión en su Comisión Científica y Técnicas El asunto sigue en estudio.

Mientras tanto, se sigue pidiendo, de vez en cuando, a la FAO que comente, apoye o tome la dirección activa de proyectos de recuperación del Sáhara; estas peticiones se basan generalmente en la idea de la plantación de árboles en el desierto como solución simplificadísima de todo el problema del Sáhara.

Con ocasión de la Conferencia de la FAO en 1967, un grupo de forestales de 10 países limítrofes del Sáhara se reunieron oficiosamente para discutir la cuestión y recomendar la acción de la Dirección de Montes e Industrias Forestales. Este grupo recomendó especialmente que los resultados de sus discusiones fuesen sometidos a la consideración de la próxima reunión de la Comisión Africana de Silvicultura. Esta reunión de 1967 estaba destinada a obtener el consejo y las opiniones de determinados expertos sobre la mejor manera en que la FAO podría tratar el problema de estabilización o recuperación de tierras o, en último extremo, de desarrollo de formas nuevas y más aceptables de utilización de la tierra en el Sáhara.

El problema del Sáhara

Las zonas marginales que bordean el Sáhara pueden contarse entre los mejores ejemplos existentes en el mundo de la necesidad de desarrollar y perfeccionar el concepto de uso múltiple de 1& tierra, ideado por los forestales en otras zonas del mundo. En estas zonas marginales, en que destaca el aspecto de conservación para estabilizar la limitada capacidad de la tierra, debe seguirse la norma de desarrollar una combinación de usos que mantenga el valor económico de la tierra lo más elevado posible.

En la reunión de 1967 se reconoció que el problema del Sáhara es infinitamente complejo y que, desde luego, su solución no radica únicamente en plantar árboles. Algunos factores importantes del problema son los siguientes:

1. Se reconoce que los límites del Sáhara se están extendiendo; que el Sáhara está aumentando de tamaño, quedando permanentemente improductivas extensiones de tierra cada vez mayores.

2. Se reconoce que se pueden tomar muchas medidas para resolver los problemas del Sáhara; es decir, que está dentro de la capacidad técnica del hombre el estabilizar, por lo menos, sus límites. y detener el avance del desierto.

3. El problema no es tan sencillo como para que la plantación de árboles resuelva los principales problemas del Sáhara, incluso suponiendo que los árboles creciesen en todos los lugares en que fuesen plantados.

4. El problema es de mucha mayor magnitud y complejidad que lo sería la simple estabilización y desarrollo de algunas formas duraderas de productividad: deben atenderse las necesidades locales, sociales y económicas, así como los requisitos ecológicos (es decir, las limitaciones biológicas impuestas por el clima y el medio ambiente físico).

5. Técnicamente, una gran parte del problema es debida al pastoreo excesivo y a la utilización demasiado frecuente del fuego, y, por lo general, a la combinación de ambas causas.

6. En algunos países, los limites del Sáhara están mejorando en los últimos años, en: vez de empeorar, lo cual es importante de estudiar y comprender.

7. El Sáhara tiene un potencial de desarrollo según diversas direcciones, entre las que se encuentran los árboles (madera, carbón, goma arábiga); carne (animales domésticos o fauna silvestre); potencial turístico (paisajes desérticos, fauna silvestre, safaris, ciudades o mercados antiguos, artesanía); minerales y, quizá, otros recursos naturales.

8. Finalmente, deben tenerse en cuenta los ensayos de restablecimiento de pueblos nómadas en varias zonas, algunos con éxito y otros sin él.

FIGURA 1 - Construcción de una presa de escollera, de cerca de 1000 metros en su base, en Sadd el Aali. Esta importante obra, mejor conocida como la Gran Presa de Asuán, ha obligado a sacrificar tierras fértiles del valle y a incautarse de los campos de 50 000 campesinos nubienses con el fin de crear un lago de 430 kilómetros de longitud.

En marzo de 1968 tuvo lugar en Hammanet, Túnez, una reunión técnica de la Sección de Conservación del Programa Biológico Internacional, que discutió problemas de formación y recuperación del desierto; un estudio de las diversas ideas presentadas a esta reunión sirvió para mejorar la comprensión del problema básico del Sáhara.

Se han realizado recientemente intentos para fijar normas que determinen los límites del desierto del Sáhara y las diversas subdivisiones climáticas dentro de él (Dubief, 1968), pero hasta ahora, y dentro de sus límites, no se ha definido claramente el desierto, país por país y región por región. Esto parece una necesidad urgente. «Existen razones en apoyo de la idea de que la vegetación actual se encuentra en mal estado como consecuencia de la disminución de las precipitaciones y de la mala utilización de la vegetación natural a causa de un pastoreo excesivo y de la corta de leña.» (Tadros, 1968.)

«Los cambios estacionales en las tierras áridas son la causa del nomadismo: el hombre y sus animales viajan cientos de kilómetros para aprovecharse del período de crecimiento de la vegetación.» (Kassas, 1968.)

Es fácil imaginar cómo pudo empezar y ser mantenida durante cientos de años esta tradición, comprender hasta qué punto la reducción o destrucción de la vegetación en una zona de viajes nómadas anuales puede tener efectos desastrosos sobre otras zonas de pastoreo, los animales, y la existencia misma del nomadismo.

Uno de los aspectos del medio ambiente que dificulta la planificación anticipada de tipos normales de utilización estable de la tierra es la extremada variabilidad de las precipitaciones, lo que hace difícil el depender de la vegetación resultante. Se ha aceptado generalmente como evidente que este tipo de régimen de lluvias es inadecuado incluso para los tipos de cosechas más resistentes a la sequía. Debería ser igualmente aceptado el hecho de que una buena parte de la tierra es inadecuada para el tipo normal de pastoreo.

Es obvio que, si se pudiese disponer de nuevas fuentes de agua, tanto para las plantas de las que dependen los animales como para los animales mismos, se podría imaginar una forma de desarrollo a largo plazo de la utilización de la tierra, basada en animales domésticos de varias clases.

Es cierto que, perforando pozos, haciendo presas o conservando el agua por cualquier otro medio, se podría proporcionar agua a una ganadería que sobreviviría, sin duda, durante algún tiempo, si el agua fuese de hecho el único factor limitante. Sin embargo, como los países africanos limítrofes del Sáhara muy bien saben, el proporcionar agua a sus animales sólo les permite existir el tiempo suficiente para destruir el resto de la vegetación, que depende de la lluvia. Esta condición artificial de sobrecarga de ganado no puede durar durante mucho tiempo y los animales pierden inevitablemente calidad y, en algunos casos, tienen que ser trasladados de las llamadas «zonas secas», una vez que la vegetación básica ha sido agotada.

Así pues, siendo insatisfactorios los sistemas actuales, nos vamos obligados a buscar otras formas de utilización de la tierra.

Soluciones posibles

Las formas actuales de pastoreo y de agricultura dejan mucho que desear. La solución de los problemas y regionales requerirá imaginación, normalmente, en el enfoque del uso múltiple, y exigirá ser estudiada muy cuidadosa y exactamente dentro de los límites impuestos por los recursos humanos y biológicos existentes.

En estas circunstancias, y dado que el Sáhara es una de las mayores áreas de tierras marginales y sin utilización del mundo, es importante decidirse a encontrar una solución al problema. Para la FAO, esto significaría definir el problema del Sáhara; dónde está; cuáles son sus límites o zonas marginales; en qué dirección se mueven y por qué. Pero, desde el punto de vista de un país, esto puede no parecer tan práctico, ya que, aunque algunos países reconozcan que el movimiento del Sáhara es importante desde el punto de vista político y ecológico, deben enfrentarse con la realidad de que, económicamente, sólo repercutirá en muy pequeña proporción sobre la economía nacional y, por lo tanto, difícilmente puede recibir prioridad en cuanto a su desarrollo. Esto es particularmente cierto en diversos países que pueden, incluso, advertir que las prácticas actuales están destruyendo la tierra de forma permanente por lo que, en el futuro, su disponibilidad de tierras utilizables se verá reducida.

Existen, naturalmente, ciertas diferencias de interés, en las cuestiones del Sáhara, entre los países que bordean el Mediterráneo y los del sur del Sáhara.

Un aspecto importante del problema es el del desarrollo de estructuras administrativas apropiadas, dentro del país, que traten adecuadamente el problema en su conjunto.

Lo importante es empezar, y como los servicios forestales tienen, de hecho, jurisdicción sobre una buena parte de estas tierras, es conveniente imaginar tipos de programas que puedan ser de valor para la silvicultura de la región y a los que podrían contribuir los servicios forestales.

La FAO ha ayudado ya a diversos países, iniciando, dirigiendo o participando, proyectos de desarrollo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (Fondo Especial) en zonas semiáridas limítrofes del Sáhara; un ejemplo es la Estación de Investigaciones de Silvicultura do Sabana en el norte de Nigeria. En Argelia y Marruecos se llevan a cabo trabajos de repoblación y de control de la erosión ayudados por proyectos del Programa Mundial de Alimentos.

La reunión de' la FAO de 1967 llegó a la conclusión de que la mayor parte de los países que contienen una zona del Sáhara dentro de sus fronteras nacionales conocen perfectamente la gravedad de sus propios problemas nacionales relativos al Sáhara, en toda su compleja naturaleza. Estos países ven como una auténtica necesidad el disponer de toda información sobre los trabajos realizados en cualquier zona de la región del Sáhara que pueda ser valiosa para sus propios especialistas. Reconocen la necesidad de conceder prioridad a la estabilización de los límites y zonas limítrofes antes que a los proyectos puros de recuperación.

FIGURA 2. - Oasis de Kufrah, en Libia, donde la Occidental Petroleum Corporation ha encontrado agua a una profundidad de 760 metros en algunos lugares, pero en otros a sólo 90 metros debajo de la superficie.

La cuestión fue también considerada por la Comisión Africana de Silvicultura de la FAO en su reunión en Togo, en enero de 1969, como se indicaba en la última edición de Unasylva. En aquella reunión se consideraron diversas medidas a realizar:

1. Los diversos países deberían estudiar la formación de un pequeño equipo de especialistas de diversas disciplinas para proponer, fase por fase, un plan de desarrollo, teniendo particularmente en cuenta los factores locales, humanos, biológicos y económicos.

2. Mayor intercambio regional de ideas; por ejemplo, dentro del marco de las Comisiones Forestales Africana y del Cercano Oriente.

3. Coordinación de esfuerzos e intercambio de ideas entre los actuales y futuros proyectos de ayuda multilateral o bilateral.

4. Aunque sería en definitiva de desear, es prematuro pensar en que todos los países que bordean el Sáhara coordinen sus esfuerzos en un frente único. La FAO no dispondría de los recursos para conseguirlo, si fuese requerida para ello. Se precisaría una financiación muy considerable para formar un equipo de hombres destinado a estudiar los países que limitan con el Sáhara, o a poner en práctica planes de detención de la expansión del Sáhara, país por país; a iniciar proyectos de demostración y a desarrollar algunos sistemas ecológicamente aceptables de utilización de la tierra dentro del especial marco sociopolítico y económico de cada uno de los países.

5. Alentar a los países a asociar la estabilización y recuperación del Sáhara con otros proyectos; el Programa Mundial de Alimentos está ya implicado en esta cuestión y puede ser utilizado de forma creciente para reforzar los proyectos actualmente en marcha, u otros proyectos que se desarrollen en estas zonas semiáridas.

Se decidió, como solución más práctica, empezar con proyectos e escala nacional; realizar todos los esfuerzos posibles para unir y coordinar el trabajo de varios proyectos, organizados por las Naciones Unidas o sus organismos especializados, y aumentar la comprensión de los problemas del Sáhara intercambiando ideas y experiencias entre tales provectos.

Bibliografía

DUBIEF, J. 1968 Essais sur la détermination des limites climatiques du Sahara et essais sur les subdivisions
climatiques du Sahara. International Biological Programme, Conservation Section, Technical Meeting, Hammamet, Túnez, Marzo 24-31 Documento N° 9: 17 p

KASSAS, M. 1968 Dynamics of desert vegetation. International Biological Programme, Conservation Section, Technical Meeting, Hammamet, Túnez, Marzo 24-31, Documento N° 15: 26 p.

TADROS, T. M. 1968 Vegetation studies accomplished and problems conceived in the coastal strip of the north-western desert of Egypt. International Biological Programme, Conservation Section, Technical Meeting, Hammamet, Túnez, Marzo 24-31, Documento N° 14: 24 p.


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