Esta unidad debe asegurar la colecta de nauplii de buena calidad, para lograr con exito su cría larval. Por eso se debe obtener una separación completa entre los huevos malos y los huevos fecundados, sabiendo que solamente estos útimos darán los nauplii. Los nauplii que constituyen la meta final del trabajo de maduración, deben ser manipulados con extremo cuidado por ser muy sensibles a las manipulaciones bruscas y a los cambios de medio ambiente súbito.
En Tunas de Zaza, cada nave de maduración posee una sala de eclosión con 18 tanques. Respecto a los promedios diarios de desove: 24 para la nave 1 y 36 para la nave 2 y también con la finalidad de no mezclar dos desoves faltarán tanques de eclosión: sea, 6 para la nave 1 y 18 para la nave 2 en “full” producción.
Para ambas naves, se necesitará tanto arreglar el piso de las salas de eclosión que presentan drenajes pésimos como colocar 1 ó 2 llaves de agua dulce, para poder realizar las limpiezas diarias.
Los tanques de eclosión son cilindrocónicos, de color negro de 130 litros (volumen de trabajo de 105 l), con drenaje central y tapa de madera, estos tanques presentan para el proceso de eclosión los siguientes inconvenientes:
La ausencia de falso fondo (con malla de 100 μm) para asentar los huevos lo cual ocasiona en caso de aeración baja, que ellos sean amontonados en la parte estrecha del cono y no reciban oxigenación. Por el contrario, una aeración más fuerte necesaria para mantener los huevos en suspensión (fuera de la parte cónica estrecha) implica movimientos bruscos que pueden malograrlos.
La entrada de agua durante las horas de recambio, y que se efectúa a 2 cm debajo del nivel de la superficie del agua (normas en vigor), no permite recambios reales de todo el volumen de agua del tanque.
La llegada de agua en forma directa a la red presión, no permite hacer tratamiento constante del agua de los tanques de eclosión, con EDTA (a razón de 10 ppm), durante todo el proceso de la eclosión.
Los nauplii que son cosechados por el tubo central de drenaje, deben ser sometidos a una caída importante (alrededor de 75 cm) hasta los baldes recolectores puestos debajo de los tanques. Además el control del flujo de agua, que se practica por medio de 2 válvulas (Válvula de entrada de agua de la red de suministro y válvula de salida, en la parte baja del tanque) hace que sea muy dificil calibrarlas de manera estrictamente igual a fin de mantener el tubo de salida completamente lleno de agua.
El caudal de la red presión presentó variaciones importantes en relación con su utilización en otras unidades (desove, artemia y larvicultura). Así muchas veces el tubo de salida se encontró sólo con una tercera parte lleno de agua, provocando la caída brusca y ocasionando golpes a los nauplii (alrededor 50 cm de altura).
- La luz entra al tanque de eclosión por un hueco grande (ø de aproximadamente 6 cm) hecho en la tapa situada a una distancia de 10 cm encima del tubo de salida. Esta entrada larga de luz y alejada de la superficie del agua, ocasiona una importante dispersión de la iluminación en todo el volumen del tanque. Esto no permite una buena atracción por la luz de los nauplii hacia la salida del tanque.
- Los fluorescentes, colocados encima de los tanques de manera fija y sin poder adaptar sus alturas se oxidaron con el agua salada muy rápidamente. Eso implicó contaminaciones del agua de los tanques y un mantenimiento asiduo -con pintura anticorrosi va-. El sistema del circuito eléctrico des provisto de tierra, provocó también choques eléctricos cuando se manipularon los interruptores de estos fluorescentes.
- Por todas estas razones, se insistió la construcción de una caja de eclosión tipo Aquacop, que funciona con un tanque elevado (agua por gravedad) y si es posible con cascos recolectores de nauplii (por las mismas razones que las detalladas para los huevos en el desove). Los planos de este sistema de eclosión, con los materiales que sobraron en Tunas de Zaza (tubos y placas de pvc, tanques de 500 litros de fibra de vidrio) se entregaron al Jefe del Centro de Desove el 15 de Mayo (y se empezó a realizar al final de esta misión).
Las ventajas de este sistema de eclosión son las siguientes:
Volumen de incubación reducido que permite el control más fácil así como el chequeo e intervenciones de los parámetros esenciales (temperaturas, salinidad, flujos de agua y aire) durante todo el proceso de eclosión. En efecto, una caja de eclosión de aproximadamente 300 litros contiene 10 a 12 tanques de eclosión de Tunas de Zaza.
Muy buena oxigenación de todos los huevos sin ser molestados con movimientos intempestivos : los huevos son colocados en una malla (de 100 μm), mientras que el caudal del agua salada fluye a su alrededor de abajo hacia arriba.
El agua que entra por gravedad al tanque elevado, permite:
controlar la temperatura y la salinidad según las variaciones del suministro (red presión).
Muy buena selección de nauplii, por fototactismo positivo, sin difusión, dispersión de la iluminación en los filtros eclosionadores.
Colecta delicada de los buenos nauplii, caida mínima (25 cm) dentro de la manguera de salida siempre llena de agua (flujo de agua bien controlado y constante).
El agua salada que se utiliza en eclosión es bien tratada en cuanto a su tamaño de filtración (8μm, por cartuchos), y su esterilización (por ultravioletas). Pero CUIDADO: no se debe olvidar de prender el U.V. cada vez que se use el agua salada (llenado, circulación, colecta, limpiezas,…).
Temperatura:
Es importante que no haya más de ± 0,3°C de diferencia de temperatura entre los tanques de eclosión y los de desove de donde provienen los huevos. No debe existir ninguna variación de temperatura durante todo el proceso de eclosión. Para los lavados, conteos, vaciados,… etc. de los nauplii, la temperatura del agua usada debe ser estrictamente igual a la de los tanques (o caja) de eclosión de donde provienen los nauplii.
Salinidad:
Es muy importante verificar que no exista ninguna diferencia de salinidad entre tanques de desove y tanques (o cajas) de eclosión. Los huevos no cuentan con sistema de regulación de la presión osmótica. En caso que se practique el desove a baja salinidad 33–35‰, (a ensayar con Penaeus schmitti), la eclosión se realizará a la misma salinidad. Pero, 4 horas antes de recolectar los nauplii, se empezará a subir la salinidad con llegada de agua del mar (37–39‰) dentro del tanque elevado. Asi se realizará una aclimatación en 4 horas (1‰/hora) de los nauplii para llegar al nivel de salinidad de los tanques de larvicultura.
El caudal del agua:
Debe estar en su óptimo para la oxigenación pero no demasiado fuerte, para evitar que los huevos queden suspendidos y que los nauplii débiles salgan por la corriente.
Estos controles estrictos de temperatura, salinidad y flujos de agua y aire necesitarán:
la toma de estos parámetros (temperatura y salinidad) durante la preparación de los tanques (o caja) de eclosión, al momento de colocar los huevos y al momento de la colecta final de los nauplii. Apuntar estos datos en las planillas de desove-eclosión.
control imperativo, cada hora, la temperatura del agua, asi como los flujos de agua y aire que deberán ser muy constantes.
un sistema fiable de abastecimiento (red presión) en agua estable en cuanto a su temperatura y salinidad.
un sistema de suministro de agua por medio de un tanque elevado (reserva de agua por gravedad) para poder:
controlar la salinidad (salinidad de eclosión-desove inferior a la de maduración-larvicultura cuando será superior a 37‰, o ensayos en bajas salinidades) y realizar las aclimataciones correspondientes para los nauplii;
controlar y mantener constante los flujos de agua, independientemente de las variaciones de presión de la red de agua salada;
hacer tratamiento constante, en EDTA, del agua durante todo el proceso de eclosión.
En el caso de Tunas de Zaza, los resultados no satisfactorios que se obtuvieron en eclosión fueron por las siguientes razones:
No se tomaron en cuenta ni se midieron las diferencias de temperatura y salinidad (pues según las normas en vigor no estaba previsto hacerlo) entre los tanques de desove y de eclosión (muchas veces se alcanzó: ± 1,5°C y ± 1,5‰) así como entre tanques de eclosión y agua utilizada para limpiezas, conteos,… (muchas veces se alcanzó: ± 1°C y ± 1‰).
Variaciones de temperatura y de salinidad (alcanzando hasta: ± 3+°C y ± 2‰) en los tanques de eclosión durante las horas (12) en las cuales se trabajó con recambio de agua.
Inconvenientes debidos a la estructura de los tanques utilizados y a las variaciones de flujos de agua de la red presión que ya fueron detallados anteriormente.
Siembra de los huevos cerca al proceso de eclosión (ver el párrafo 4.3 del capítulo desove).
Cosecha de toda clase de nauplii en relación con el tipo de colecta y el tiempo de selección (24 horas según las normas en vigor).
En consecuencia a continuación, se hablará unicamente del del manejo del sistema de eclosión AQUACOP, puesto que los tanques y condiciones de eclosión que se utilizan en Tunas de Zaza, no convienen para asegurar una producción de nauplii de buena calidad. Al final de esta misión, se acabó el montaje de una caja de eclosión, provista de 10 filtros eclosionadores, con capacidad productiva promedio alrededor de 650.000 nauplii (con una tasa de eclosión de 40%) por ciclo (10 horas). Eso significa que se necesitará para cada nave: 2 cajas de este tamaño, para poder respetar las normas de siembra en larvicultura (1,3 millón de nauplii/tanque de 20 m3).
La preparación de la sala y del sistema de eclosión (caja y tanque de gravedad) se empieza unas dos horas antes del inicio de la colecta de los huevos en desove. En lo que concierne el montaje de la caja de eclosión (filtros eclosionadores, mangueras, …) y su manejo, se debe seguir estrictamente los siguientes protocolos que fueron explicados en detalle durante la tercera conferencia.
Las recomendaciones más importantes son:
Deben ser evitadas las burbujas de aire debajo de la malla (100 μm) de los filtros eclosionadores ya que ellas no permitirán un buen contacto entre el agua y los huevos, entonces no habrá buena oxigenación de estos huevos.
Los huevos se vacian lentamente con las mangueras hacia arriba. Enseguida, los huevos se siembran después de ser muestreados en desove (No deben quedarse horas en baldes o cascos).
A fin que la oxigenación sea óptima para todos los huevos, estos deben ser bien extendidos en la malla, sin ser amontonados, respetando el máximo de densidad: 320 huevos/cm2 de malla de filtro eclosionador. En nuestro caso, con un filtro de 24 cm de diámetro: máximo de 145.000 huevos/filtro. Cuando hubiera más desoves que filtros de eclosión se pueden juntar dos desoves en el mismo filtro, pero ambos deberán ser desoves pequeños. Jamás se deben mezclar dos desoves buenos y sobrepasar la densidad máxima.
Sólo cuando los huevos sean bien asentados y repartidos en las mallas se empieza a bajar las mangueras dentro de los recolectores (cascos o baldes) y a colocar los flujos de agua.
Una vez tapada la caja, se debe comprobar que a todos los filtros de eclosión les llegue luz cerca de la salida de agua.
Se deben colocar dentro de los cascos (o baldes) recolectores, junto a la malla, las piedras difusores de aire con flujo moderado.
Controlar imperativamente cada hora, la temperatura del agua así como los flujos de agua y aire que deberán ser constantes.
Añadir el EDTA (100 ppm) cada hora en el tanque elevado, una hora después de haber iniciado la circulación de agua.
Después de la eclosión, los nauplii de buena calidad, atraídos por la luz, nadan hacia la salida y son llevados por la corriente de agua hasta el colector. Los nauplii de mala calidad que no pueden nadar bien y/o que no son atraídos por la luz, no son colectados por este sistema y son automaticamente rechazados.
El punto culminante de la eclosión ocurre cuando la mayoria de los nauplii nacen : aproximadamente 14 horas después del desove con agua alrededor de 30°C y 16 horas con 29°C. Después de la recolecta de estos nauplii, la eclosión se considera terminada. No esperar los últimos nauplii. Aquellos que eclosionan más tarde son generalmente débiles y no pueden servir para la cria.
Nota: las normas en vigor en Cuba son incompatibles con estas exigencias. En efecto se empieza la circulación de agua y la iluminación en los tanques de eclosión aproximadamente 20 horas después del desove. La recolecta de nauplii se acaba 32 horas después del desove. Asi se recolectan los últimos nauplii.
Esta utilización de los tanques de eclosión durante 24 horas por día, implica una larga espera de los huevos en baldes (ver capítulo desove) e impide una limpieza diaria de la sala y de los tanques de eclosión. Esto proviene de las normas en vigor en larvicultura que demandan sembrar los nauplii únicamente en estadios 3 y 4. Por otro lado, ninguna vez se reportó un problema de siembra en tanques de larvicultura, en el estado 2 para los nauplii de camarones. Se podría almacenar los nauplii en una “naupliera”, a fin que muden en los estadios 3 y 4, si se mantiene esta exigencia en larvicultura.
- Después de la recolecta completa de todos estos nauplii, se sacan 5 muestras de cada concentrador (cascos o baldes) y se cuentan de la misma manera que para el conteo de los huevos (ver el párrafo 5 del capítulo desove). Se saca el promedio, se multiplica por 10.000 y se anotan los resultados en las planillas de desove-eclosión.
- Se enjuagan los nauplii, 2 veces (en el mismo casco), para disminuir la contaminación bacteriana y luego se mezclan todas las buenas colectas de una misma caja de eclosión, teniendo cuidado durante las manipulaciones de trasvaso a un recipiente. Eso a fin de efectuar siempre de la misma manera los conteos del total de nauplii del día, junto con una persona de la unidad de larvicultura que se encargará de almacenarlos. Si los nauplii se vacian dentro de un “colector” de 100 litros (provisto de malla de 100 μm), se pueden guardar así hasta un millón de nauplii, con agua corriente y aeración, durante una hora sin problemas (siempre y cuando los nauplii no se atasquen en la malla).
A fin de controlar las contaminaciones posibles, diariamente, se procede a lavar la eclosión de la manera siguiente que hay que respetar estrictamente:
Se vacia la caja de eclosión.
Se sacan los filtros eclosionadores.
Se lavan los recolectores (cascos o baldes) y toda la caja de eclosión (incluyendo paredes, mangueras, fondo y poyo de soporte) asi como piso y paredes de la sala de eclosión: con cloro (50 ppm activo)).
Se lavan con agua dulce a presión los filtros eclosionadores, se les pasa cloro (50 ppm activo) y se le enjuaga muy bien con agua dulce a presión.
Se enjuaga muy bien con agua dulce los recolectores y toda la caja de eclosión.
Las mangueritas y difusores de aire deben ser lavados escrupulosamente con agua dulce.
Oler todos los filtros, caja, mangueras,… para comprobar que no quede cloro antes de colocar nuevamente con cuidado los filtros eclosionadores (chequear el estado de las mallas; igualmente para los cascos).
Redes (agua y aire): todas purgadas con válvulas abiertas.
Cascos: boca abajo (o baldes: fondos hacia arriba).
Sala de eclosión con puertas abiertas.