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2. RECOMENDACIONES

A fin de hacer las recomendaciones, se han tomado en cuenta las siguientes consideraciones.

Parece, entonces, sumamente aconsejable, llevar a cabo los pasos que se enumeran a continuación.

  1. Empezar con estudios cualitativos para precisar el papel del manglar, particularmente con respecto a la protección y a la alimentación de la fauna acuática, desde el fito y el zoo-plancton hasta los animales más organizados.

  2. En caso de demostrarse que el papel del manglar, en ese sentido, es importante, medir las poblaciones a todos los niveles taxonómicos, sus variaciones estacionales y de crecimiento, sin modificar el medio.

  3. Medir el aporte anual de hojarasca del manglar y analizar sus procesos de desintegración, sin modificar el medio.

  4. Proceder a realizar experimentos, con fines de modificar el medio para incrementar las poblaciones faunísticas así como la cantidad de materia orgánica y, si es posible, optimizar el rendimiento financiero del ecosistema manejado para usos múltiples.

  5. Prever los estudios fundamentales de los manglares de México.

  6. Estudiar la utilización múltiple del manglar con una cuádruple objetivo:

  7. Hacer estudios económicos para la evaluación de costos y tiempo de los estudios preliminares (puntos 1,2,3 y 4) y de las obras hidráulicas, en función del incremento de producción que se espera, así como estudios de mercado para los productos disponibles.

  8. Armonizar el desarrollo de los estudios reuniendo un grupo de investigadores y técnicos, según la fórmula más adaptada a la situación del país.

Cada uno de los puntos se comentan a continuación:

2.1 Estudios cualitativos sobre el papel del manglar

La importancia del papel que juega el manglar es el punto base para todo el resto del estudio, pues si el manglar no tiene un papel como protector de la fauna acuática y su alimentación, la única alternativa sería colocarlo bajo manejo forestal y, en caso de no resultar provechoso aún introduciendo modificaciones en el ambiente, reemplazarlo por cultivos (arrozales, cocales) o cavar estanques artificiales (“Tambak”).

El estudio debe ser primero taxonómico. Debe describir las especies encontradas sin preocuparse por la abundancia absoluta. A pesar de las facilidades brindadas por los varios Institutos de Biología del país, es muy probable que sea necesario enviar muestras al extranjero, ya que las identificaciones requieren mucho tiempo. Sin embargo, no es imprescindible esperarlas para emprender estudios de hábitos alimenticios, en los grupos o especies que evidentemente abundan más. Tales estudios pueden inspirarse en la tesis de Odum W. E. (1971) sobre las cadenas alimenticias en el manglar de Florida (ver resumen en el Apéndice 1). Este autor demuestra que la principal fuente de alimento para la fauna acuática es la hojarasca del manglar de Rhizophora mangle. Pueden incluirse también estudios etológicos (hábitos de vida diurna, nocturna, ciclos, migraciones). El Instituto de las Ciencias del Mar (UNAM) posee un especialista en fitoplancton; la Dra. M. A. Sánchez R. Probablemente, ella podría ayudar en las determinaciones de algas y plancton (Instituto Politécnico).

2.2 Evaluación de las poblaciones.

Una vez demostrada la importancia del manglar en los aspectos señalados antes, se estudiará el aspecto cuantitativo: evaluación de las poblaciones, en número de individuos y peso, de cada especie importante o de grupos de especies menores; crecimiento; variaciones estacionales; migración hacia la laguna (gradiente a lo largo de transectos); predadores y papel protector del manglar. Las técnicas de muestreo en las lagunas y en el mar (Informe Bedford, UNDP. México)tienen que ser adaptadas al ambiente del manglar, pues lo tupido de los rodales, así como la existencia de raíces aéreas y neumatóforos, prohiben el uso de redes. Será preciso entonces idear métodos originales de captura, manteniendo igual el tratamiento estadístico de los datos, el diseño de muestreo y la regla imperativa de evitar errores sistemáticos debidos tanto al sistema usado como a particularidades de hábitos, (muestreo de día, por ejemplo, mientras que la población es activa de noche). Es imprescindible la asesoría a este nivel de un experto en estadística o la colaboración de un especialista en poblaciones. El Instituto Nacional de Pesca posee una división especializada, y varios expertos han trabajado o están todavía trabajando en esta rama.

2.3 Medición de hojarasca.

La hojarasca* es la mayor fuente de las cadenas alimenticias, pero su medición presenta un problema de muestreaje. Heald E.J. (1971) analizó esta producción en su tesis sobre el manglar de Florida. (Ver resumen en Apéndice 2); propuso un método de muestreo, usado por otros autores en la evaluación de la producción de frutales (no aparece en el resumen), que parece difícil de aplicar en rodales altos. El Consultor prefiere un método más directo, recolectando la hojarasca en redes, de 1 a 2m de sección, tendidas entre estacas situadas de tal manera que no sean bañadas por las mareas. Dado que hay una variación estacional fuerte, se recomienda colectar por lo menos una vez al mes y, por medio de experimentos, estudiar la variabilidad mensual de un rodal dado, a fin de calcular el número de redes que es necesario colocar en cada estrato (o tipo de manglar) para conseguir un error de muestreo menos de 10% P = 0.05). Las redes deberían ubicarse en forma sistemática, o sea con equidistancia fija, con el objeto de evitar sesgos y cubrir igualmente toda la zona. El material seco, hojas y ramitas separadas se pesará. Los procesos de desintegración serán analizados según el trabajo ya mencionado de Heald, siguiendo el enriquecimiento en proteínas con análisis periódico.

* En México hay que investigar la contribución de las praderas lagunares llamadas zacatales.

Se sugiere hacer inventarios forestales y de biomasa, así como estudios de crecimiento de los rodales, puesto que el gasto mayor del estudio de hojarasca lo constituye la ubicación de las redes (apertura de brechas) y los viajes para realizar cada recolección (12 veces al año). El estudio se valorizará aprovechando tal inversión en infraestructura y costos de recolección (gastos de accesibilidad) haciendo inventarios de pequeñas parcelas o fajas, y mediciones de crecimiento alrededor de cada red. Usando regresiones entre área basal o volumen y producción de hojarasca se puede preveer la producción anual de hojarasca. Sin embargo, se tendrán que tomar en cuenta otros posibles factores de la producción, como son pluviometría, tiempo y altura de la inundación, salinidad, condiciones del suelo (ver punto 2.5.3 Inventarios forestales, Ecología y manejo).

Resulta imprescindible hacer esos inventarios si se piensa aprovechar los manglares como bosques, ya que éstos son la base para establecer un manejo forestal.

2.4 Incremento de las poblaciones

Hasta ahora todos los estudios propuestos se harían en el ambiente natural. Las visitas a varios manglares, de tres distintas zonas de la República, nos lan convencido de que se encuentran muy lejos de su desarrollo óptimo, debido sin duda a la baja salinidad y a la influencia muy reducida de las mareas, pues los manglares más potentes del mundo están sometidos a mareas amplias (diurnas o semidiurnas) y a la salinidad del mar.

En México la mayoría de los manglares son achaparrados y sólo excepcionalmente constan de manchas altas en cada sistema lagunar. Por otra parte, hay que aclarar cuál es la salinidad óptima requerida por el camarón, cuya abundancia se refleja con la cantidad de agua disponible: la producción es mayor en época lluviosa siempre y cuando haya una pluviometría más abundante, pese al descenso de salinidad. Dado que la producción camaronera por Ha potencialmente ofrece un mayor ingreso que la producción forestal del manglar — aunque ésta última no sea negligible y resulte preciso llevar a cabo estudios económicos para llegar a una conclusión definitiva—, es probable que, en la situación actual, el producto del manglar sea considerado secundario comparado con el camarón.

Considerando el precio muy alto de la construcción de los canales y su mantenimiento, no debería permitirse que tal construcción se haga sobre bases empíricas, sino que se funde en el conocimiento exacto del ambiente óptimo para los productos principales de la fauna acuática y, en particular para el camarón. Tal vez fuera más provechoso experimentar primero en escala pequeña, multiplicando después esos estudios, casi inexistentes en la actualidad. Hay que mencionar, sin embargo, la intención mostrada por el Instituto Nacional de Pesca, en cuanto a iniciar un experimento de este tipo en el sistema de Caimanero-Huizache. En un pasado reciente, se han construído canales para aumentar la salinidad en las lagunas y hacer más corto el recorrido de las postlarvas de camarón por los esteros hacia las lagunas.

Es posible que los requisitos de la producción del camarón y del manglar no coincidan y que, en la mayoría de los casos, la primera tenga prioridad sobre la segunda, pero antes de decidir es conveniente hacer muchos experimentos a fin de conocer cuáles son las mejores condiciones de producción en ambos casos. Con respecto al manglar, valdría la pena intentar un experimento con objeto de constatar si el aumento de salinidad puede acompañarse de un mayor crecimiento y altura a largo plazo. Sin embargo, tal posibilidad parece dudosa.

Indirectamente, se realizó un experimento de este tipo (la meta era el incremento del camarón), al abrir un canal de 3,3 Km de largo al fondo de la laguna Occidental (canal de la “Quinta” Ixhuatán, Edo. de Oaxaca, Sept. 71 - Enero 72), que conecta nueve lagunas, antes cerradas con agua salina y rodeadas de matorrales tupidos de Conocarpus erectus (n.v.: botoncillo). Esta especie es muy plástica con respecto a su ecología, y sobrevive incluso estando muy alejada de la influencia del mar, tierra adentro y en dunas. Además puede ser considerada como perteneciente al manglar pues se encuentra en mezcla con las otras tres especies, especialmente con Avicennia y Laguncunaria (mangle chino). No hubo tiempo para hacer estudios en el terreno, fuera de la mera fotointerpretación, pero podría resultar interesante hacer las observaciones y mediciones anotadas enseguida.

  1. Investigar la fauna de las lagunas que, en esta región, no son atravesadas por el canal; inventariar algunos rodales de Conocarpus, y medir tanto su crecimiento - con numeración de los árboles y medición periódica -, como la cantidad de tanino en la corteza.

  2. Realizar el mismo trabajo en las nueve lagunas mayores atravesadas por el canal; seguir los cambios.

  3. Referir esos estudios, en cada oportunidad de apertura de canal, cuando estén implicadas las otras tres especies del manglar: Rhizophora, Laguncunaria (en sus dos formas, mangle blanco y mangle chino) y Avicennia. Comparar con otros manglares vecinos no tocados.

2.5 Estudios fundamentales de los manglares de México.

Mientras que la distribución y el área por estado de las lagunas litorales son conocidas, el área del manglar es completamente desconocida y lo es aún más el área de los varios tipos.

2.5.1 Reconocimiento de los tipos de manglar

Una de las más importantes metas perseguidas durante los trabajos de campo ha sido el reconocimiento de los tipos de manglares en el terreno y en las fotos aéreas equiparadas al mismo tiempo. En la sección 3 - trabajo de campo-, se propone en el Apéndice 3 un programa complementario de comparación de fotos aéreas, en las Lagunas de Agua Brava y de Iérminos. Para los puntos controlados con fotografías del terreno se establecerá una colección de esterogramas y se trabajará más en el campo mismo realizando transectos escogidos en zonas dudosas y de fácil acceso.

2.5.2 Mapeo de los tipos de manglares. Areas

En base a la colección de esterogramas establecida puede intentarse la identificación y mapeo de todos los manglares de la República, dejando los puntos dudosos aparte para constatarlos ulteriormente en el campo. Las escalas disponibles son al 1/20'000, al 1/30'000 y, a veces, al 1/10'000. A partir del 1/20'000 se pueden preparar mapas buenos, al 1/50'000, usando fondos ya en existencia (CETENAL) o construyendo fondos planimétricos con el sistema del “slotted templet”, posiblemente con la ayuda del Inventario Forestal de México. Se insiste sobre la necesidad de realizar mapas exactos. Los mapas al 1/100'000, disponibles en la S.R.H., son un poco esquemáticos y su escala es menos adecuada para el manglar que la de 1/50'000, porque generaliza demasiado y pierde muchos detalles; también se requieren mosaicos controlados exactos, por lo que deberá rechazarse el trabajo contratado si se notan diferencias de escala de un mosaico a otro.

Es aconsejable trabajar por sistema lagunar. Hay varios mapas disponibles para los manglares de México: al 1/10'000 de las lagunas Inferior, Oriental y Occidental (cuatro hojas realizadas por la Dirección de Estudios, S.R.H.); al 1/20'000 de la Laguna La Joya id. y, a la misma escala, un mapa del estero de Sabancuy hecho por el Instituto de Geología de la UNAM; una interpretación de la vegetación alrededor de las lagunas de Pom y Atasta parece haber confundido la selva pantanosa con el manglar. Las coberturas aéreas y los mosaicos en existencia (S.R.H., Cía. Mexicana Aerofoto, Aerofotogrametría, S.A., CETENAL), darán trabajo a un técnico en interpretación y mapeo durante más de un año.

Los ensayos en infrarrojo color y en color de la Dirección de estudios (S.R.H., Subdirección de Percepción Remota) son muy prometedores para el manglar (ver sección 3). Se propone cubrir al 1/10'000 con esas dos emulsiones, cinco zonas: la parte que falta de la laguna Inferior; el sistema lagunar de Agua Brava -Agua Grande; el sistema lagunar de Términos, incluyendo las lagunas de Pom, Atasta, Términos (periferia) y el Estero de Sabancuy; la zona litoral al Norte de Campeche; las lagunas de Tabasco entre Tonalá y Frontera (laguna del Carmen-La Machona, Laguna Redonda, de Cocal, de Flores de Mecoacán, etc.). Los costos han sido estimados - utilizando cinco rollos de 100 pies y 70 mm, Ektakrome Infra red No. 2443-, en $10 000.00 ó $ 32 000.00 si se incluye la toma a color.

Con grilla de puntos (9 ó 16 puntos) se hará la evaluación de las áreas correspondientes a los distintos tipos de manglar sobre las mismas fotos aéreas, calculándose también el error de muestreo.

2.5.3 Inventarios forestales, ecología y manejo.

En base a los mapas establecidos, se hará la evaluación de masas forestales de los manglares por tipos. Después de conformar un inventario experimental, para prever las variabilidades de los parámetros estudiados y los costos, se establecerá un diseño de muestreo por cada tipo. Serán estimados los volúmenes y número de árboles por clases diamétricas, de 5 en 5 cm, a partir de 5 cm, llamado para cada árbol el DAP al centímetro*; la especie; la altura del fuste aprovechable, medida en metros; la calidad, a base de un sistema de defectos; la altura de las raíces aéreas, o de los contrafuertes en el caso de Laguncularia, (mangle blanco). Se aconseja usar subparcelas de 10 × 10 m, en fajas de 100 m, con una intensidad de muestreo no mayor de 1 % ó, en forma sistemática, con un código para los tipos de manglar y cada subparcela; para subparcelas con mezcla de varios tipos se usará un código especial. Las evidencias de talas anteriores serán anotadas y se establecerán las distribuciones de frecuencia de los diámetros. En submuestreo - una subparcela cada 10m -, se harán inventarios de regeneración (1 × 10 m) en 10 sitios de 1 × 1 m, y medición con vara de 5 cm y dendrometro Blume - Leiss de altura total sobre todos los árboles que tengan de alto más de 4 cm. En cada tipo se establecerán perfiles de 5 × 20 m ó de 5 × 50 m según la altura de los rodales.

* Se usarán cintas diamétricas directamente graduadas en diámetros y el centímetro se redondeará de la manera siguiente: los diámetros entre por ejemplo 23.0 y 23.9cm se llamarán 23 cm.

Secando lo más pronto posible las cortezas serán muestreados sus volúmenes y el contenido en tanino; para determinar los volúmenes a base de diámetro, o de diámetro y altura, habrá que tumbar árboles y cubicarlos, estableciendo tablas de cubicación por especie, tipos de mezcla y de condiciones ambientales.

Es necesario estimar la biomasa total, establecer sitios de medición de crecimiento y de hojarasca (ver punto 3) y realizar experimentos de crecimiento con varias intensidades de tala.

Debe estudiarse la regeneración natural y los distintos sistemas de regeneración artificial, incluyendo plantaciones y la introducción de especies de manglar no nativas de México. Para modificar el ambiente e incrementar la producción, se harán experimentos.

Fauna *.- En los estudios puede incluírse la biología de los mosquitos y jejenes - que interesan al Departamento de Entomología (Dr. C. Márquez M., y Dr. R. McGregor), del Instituto de Biología, UNAM- , taxonomía, alimentación - aparentemente poco conocida- , reproducción, enfermedades que producen, cómo combatirlos y protegerse de ellos. Se insistirá sobre los dos últimos aspectos, pues el trabajo es muy penoso y fastidioso debido a esas plagas; puesto que los productos químicos son poco eficaces, se aconseja red de cabeza y, eventualmente, doble camisa y guantes.

* Ver punto 1.

Flora.- Bejucos, Hierbas, epifitos, fitoplancton, algas.

Geomorfología de los manglares. Estudios de Curray y Moores, Morre y Curray, Thom., resaltan la geomorfología a muy pequeña escala, como el 1/100'000. La historia de las orillas del mar ayuda a entender la distribución actual de los tipos de manglar.

Suelos y uso de las tierras. La colecta de suelos debe llevarse a cabo en cada tipo de manglar durante la estación seca, o sea entre diciembre y abril, a más tardar en mayo (Edo. de Nayarit), y éstos se estudiarán en colaboración con el Departamento de Suelos y la Sección de Mineralogía y Rayos X de la ENA de Chapingo (Escuela Nacional de Agricultura); la pedogenesis, el ciclo del azufre, suelos sulfatados, transformación en terrenos agrícolas y cultivos adecuados, son algunos temas que presentan sumo interés.

Dinámica de las lagunas y de los manglares. Resulta necesario estudiar: velocidad del azolvamiento, acarreo, erosión por las corrientes; sucesión de la vegetación; estudios palinológicos; historia del manglar; leyes que rigen la coexistencia de los dos ecosistemas interdependientes. También será imprescindible la construcción de un modelo físico, y de un modelo económico optimizado.

2.6 La utilización del manglar.

Se puede pensar en la utilización del manglar en cuatro campos diferentes: en acuacultura; como bosque; en aprovechamiento agrícola; para recreación. A continuación se examinan estas posibilidades.

2.6.1 En acuacultura

El uso del manglar económicamente más provechoso, en México, parece darse en relación a la acuacultura, utilizándolo como medio de protección y cría de las fases juveniles y por el abastecimiento en materia orgánica. En el lejano oriente existe, desde hace mucho tiempo, la constumbre de cavar estanques en el manglar, donde se crían varias especies de peces (Tilapa, Chanos chanos). Esto se hace especialmente en la costa norte de Java, Tailandia, Filipinas y Formosa, con un alto rendimiento (600 Kg/Ha./año y más). cf. Schuster Hofstede et al, Hora y Pillay, Huet. Esos estanques, o “tambak” como les llaman los malayos, se comunican con el mar por las mareas y aprovechan la materia orgánica del manglar.

2.6.2 Como bosque

El uso actual del manglar como bosque es muy reducido y su potencial resulta bajo. Las talas afectan generalmente a árboles individuales, en forma anárquica, y excepcionalmente a rodales enteros. El mangle colorado se utiliza en la construcción de casas, o como leña y tanino, para hacer carbón. El mangle blanco, Laguncularia, se aprovecha para pilotes en la construcción de casas y tapos. El botoncillo, Conocarpus, que es usado como leña y para hacer postes o carbón, al parecer resiste más que las otras tres especies la humedad y el agua del mar. El mangle negro, Avicennia, se usa poco porque frecuentemente resulta hueco y tiene mínima durabilidad; sin embargo, el corazón del mismo en un medio seco es bastante durable y, además, sus flores producen una miel de alta calidad. Salvo pocas excepciones, los manglares de México resultan achaparrados y de crecimiento probablemente muy lento debido a la baja salinidad, a la casi ausencia de marea y la inundación permanente de los rodales en la estación lluviosa. No se puede aconsejar una modificación drástica del ambiente por medio de obras hidráulicas sin realizar experimentos antes. Es inútil colocar bajo manejo esos matorrales en las condiciones naturales que actualmente privan, pero valdría la pena estudiar el efecto de un aumento de salinidad. Parece muy difícil evitar la submersión en estación lluviosa y aumentar las fluctuaciones de la marea con objeto de reproducir las condiciones ambientales de los manglares verdaderos (no lagunares) en islas, bocas de ríos y deltas, pero es bueno recordar, al llegar a este punto, que existen lugares donde el manglar, sujeto a un manejo adecuado, tiene un rendimiento muy alto en madera para la construcción, leña, carbón, tanino y últimamente, celulosa en el lejano oriente, por ejemplo en Malaya y Sabah (ex British North Borneo).

2.6.3 Aprovechamiento agrícola

Tras muchos ensayos de cultivos, especialmente arrozales y cocales, se sabe que los manglares de Avicennia son los más aprovechables, cf. los trabajos de la estación agronómica de Rokupr en Sierra Leone: Hart et al (1965), Hesse 1961–1963, Jeffrey 1961–1963, Jordan 1959–1963, Tomlinson 1957; Glanville R.R. (1938) en Nigeria; Glanville E.B. 1943, 1947 (Nueva Zelandia), Durand en Senegal. La acidez desarrollada se saca lavando con agua de mar durante tres o cuatro años y, mientras tanto, se puede criar peces. Los manglares de Rhizophora presentan demasiada materia orgánica en el suelo para ser aprovechados en arrozales.

2.6.4 Recreación

Este aspecto podría desarrollarse en ciertas partes de manglares con muchos esteros e islas y donde los peces y la avifauna abundan. Se podría pensar en establecer parques nacionales para complementar centros turísticos desarrollados, como Mazatlán y Campeche donde hay manglares cercanos, o para crear nuevos. Los manglares más pintorescos y ricos tanto en cacería como en pesca - Agua Brava y los dos extremos del Mar Muerto- , se encuentran bastante lejos de centros turísticos organizados.

También se debería pensar en establecer reservas integrales de fauna en cada uno de los sistemas lagunares más importantes.

2.7 Perspectivas para los estudios sobre el manglar.

Hasta la fecha el manglar no ha sido objeto de estudios organizados en México; se han tratado varios temas, tocando generalmente un aspecto de un sistema lagunar particular. Por otra parte, recapitulando los estudios sobre las lagunas de México, es posible darse cuenta que son desiguales en cuanto importancia y que, prácticamente, no hubo estudios que abarcaran todos los aspectos - geomorfológicos, suelos, azolvamiento, batimetría, física de las aguas, plancton y fauna acuática (especies, etología, alimentación, crecimiento, reproducción - , sino temas tratados en forma aislada.

Se puede continuar igual, o sea contratando como en el pasado a varios institutos o compañías privadas para hacer estudios, limitados en el tiempo, sobre aspectos muy particulares y que carecen por lo general de consideraciones económicas tan importantes como las de evaluación de costos para la aplicación de los resultados. Sin embargo, se podría pensar también en la creación de un grupo permanente de investigadores.

La solución empleada hasta ahora no parece adecuada, por las dificultades que presenta hacer la evaluación de los distintos trabajos - que a menudo no tienen un patrón común y fueron desarrollados durante tiempos muy variables - , controlar la calidad de los trabajos; no es factible que atacando el problema en temas aislados y en varias lagunas resulte algo concreto.

Crear un grupo permanente de investigadores implica hacer un estudio serio de los objetivos, crear un plan de operaciones, obtener presupuestos y responsabilizar en cada rama a un investigador, al que se dote de flexibilidad suficiente para contratar ciertos aspectos de obras e investigaciones. Todo ello supone un grupo de investigadores y técnicos, encabezado por un jefe de programa y único responsable ante el organismo que fomenta el estudio.

En México hay muchas instituciones, compañías, laboratorios y personal calificados que permitirían hacer los estudios con recursos del país, casi en su totalidad. Es, sobre todo, un asunto de organización y agilización en el trabajo. Las posibilidades de México son considerables al compararlas con las de otros países que tienen menor desarrollo tecnológico y científico. Por ello, con algunos leves cambios en las constumbres administrativas, podría aprovecharse el potencial inmenso de ciertas organizaciones federales para lanzar un programa a mediano plazo.

En particular, la Dirección de Acuacultura de la S.R.H., aunque de creación reciente, ya dispone de una infraestructura y recursos presupuestales importantes. Además existe la voluntad de desarrollar la producción pesquera, lo que permite un cierto optimismo en cuanto a las posibilidades de estudio en el futuro.

La política de la Dirección de Acuacultura respecto al personal y al trabajo científico y técnico es bastante delicada. Desde su creación, el núcleo del personal de dirección ha sido formado por ingenieros civiles y se hacen esfuerzos para reclutar biólogos de diversas especialidades, (bioquímica, oceanología, etc.) a fin de adaptar el arte de la ingeniería hidráulica a las realidades biológicas. Puesto que la organización tiene apenas dos años de creada y los biólogos reclutados, que son bastante jóvenes, tienen aún poca experiencia, no hay otra salida que contratar a otros investigadores en una fase de transición.

Sin embargo, en poco tiempo se planteará el problema de definir claramente una política de investigación para solucionar el dilemá: organizar un núcleo de investigadores permanente dentro de la Dirección, con capacidad para llevar a cabo sus estudios propios, o mantener un personal de biólogos cuyo papel será, sobre todo, vigilar los estudios contratados afuera, hacer la evaluación posterior de los contratos y la planificación de los estudios. Evidentemente, un personal joven tendrá dificultad para moverse en los dos últimos aspectos y no es muy alentador un trabajo para los técnicos jóvenes ser sólo observadores.

Por esas razones tal vez sería provechoso encargar a esos jóvenes biólogos de trabajos dirigidos y supervisados por investigadores de mayor experiencia. En caso que dichos investigadores no se pudieran reclutar en el país, no debería titubearse para hacerlo en el extranjero y pedir asesoría a ayudas bilaterales o internacionales por un periodo limitado de adiestramiento. De ser esta solución aceptable, debería colocarse, al lado de los científicos mexicanos o extranjeros, personal mexicano suficiente, de nivel post-universitario y pensar en capacitar sistemáticamente a quienes sean susceptibles de adquirir aún un mayor nivel.

El contacto con investigadores de mayor edad y experiencia es siempre provechoso, debido al intercambio de ideas y nuevas maneras de trabajar. En los viajes al interior, se ha observado que ciertos biólogos jóvenes carecen de motivación; si la tienen, se sienten aislados y un poco desorientados al trabajar con técnicas que no dominan, por falta de guía o de medios, o porque debe. ocuparse de trabajos múltiples.

Por tanto, tratándose de los trabajos de acuacultura, debería pensarse en términos de especialidad y continuidad, más bien que de generalidades y discontinuidad reservando los papeles de generalización a los biólogos nacionales de nivel superior.

En otras palabras, la Direccióu de acuacultura en su fase de crecimiento debería considerar una política de reclutamiento a largo plazo, concentrar sus esfuerzos en ciertas especialidades y puntos del país, hasta conocer el éxito que pudiera permitir extrapolar los resultados a otras zonas y, luego, diversificar sus actividades.

Tomando en cuenta lo que se conoce de la estructura de los recursos y objetivos de la Dirección de Acuacultura, se piensa que existe una base sólida y un buen futuro para la organización de los estudios del manglar en el país.

A continuación viene un esbozo de tal organización.

2.8 Organización de los estudios sobre el manglar.

1.- No deben planificarse estudios por un tiempo menor de un año. Hay muchas razones que justifican este tiempo mínimo: los ciclos biológicos son de aproximadamente nueve meses para el camarón y, según las especies, se colocan en varias épocas del año. Hay que estudiar, por lo menos durante una estación seca y una estación lluviosa completas el ritmo de los fenómenos a que están sometidos los manglares y las lagunas en México (la salinidad disminuye a medida que la inundación crece, de mayo a noviembre, y aumenta en el resto del año). No pueden estudiarse los suelos durante la estación lluviosa, ni la fauna del manglar en la estación seca. Por tanto, el lapso de un año es un tiempo mínimo. Más bien se debería pensar en un plan a cuatro o cinco años.

2.- Los estudios del manglar y los de las lagunas no deben hacerse por separado. Por esta razón, debería pensarse en un programa integrado de estudios del ecosistema manglar-lagunas-marismas; en la mayoría de los casos, el manglar rodea, abastece y alberga las larvas de la laguna. Sería útil redactar una bibliografía lo más completa posible sobre lagunas tropicales antes de empezar los estudios, usando como base el excelente conjunto de artículos editados por Ayala Castañares y Phleger: Lagunas costeras. Un simposio. UNAM UNESCO, editado por la UNAM.

3.- Se nombrará un coordinador de los estudios de nacionalidad mexicana y no una comisión. Tal coordinador debe tener experiencia larga en ecología y zoología o en ecología y taxonomía. Dedicará todo su tiempo al programa y deberá renunciar a cualquiera otro cargo. Será responsable económica y científicamente del plan de operaciones, ante el organismo que someta el estudio. Dispondrá de un director administrativo, de asesores mexicanos o extranjeros y de comisiones ad hoc según las necesidades. Podrá contratar sin demora excesiva y según el plan de operaciones, a compañías privadas o institutos de investigaciones.

4.- A la cabeza de cada una de las cuatro actividades principales del programa se nombrará un experto, quien de acuerdo con el coordinador y las comisiones nacionales ad hoc reclutará un contraparte, así como varios asistentes y técnicos, según el plan de operaciones.

5.- Las actividades principales del programa serán las siguientes:

Al final del programa se preveen estudios económicos para las inversiones deseables, especialmente en obras hidráulicas, la estimación del valor de la producción, el mercadeo.

6.- Se redactará un plan de operaciones detallado, con una calendario por tipo de trabajo/meses, de expertos, contrapartes, técnicos, personal de oficina, mano de obra y dos listas: una de materiales, lanchas, carros, motores, lucrabordo, etc.; otra provisional, de obras experimentales y de contratos (toma de fotos aéreas, mapeo, análisis de suelos y aguas, etc.).

7.- Cada experto en su rama dedicará parte de su tiempo a estudios fundamentales, en condiciones naturales y en experimentos de cambios ambientales, cuyas finalidades sean comprobar el papel del manglar en la producción pesquera, el desarrollo de esa producción y la búsqueda de una optimización técnica y financiera en el uso múltiple de los manglares. Cada experto preparará un curso breve en su especialidad. Se intentará introducir conferencias sobre el manglar en las enseñanzas de los Institutos pesqueros y de biología marina.

8.- Se fomentará el interés en los manglares mexicanos, proponiendo o pidiendo estudios a institutos de investigación y especialistas sobre varios temas, con el objeto de presentarlos dentro de tres o cuatro años en un simposio nacional.

En caso de que se encontraran las mismas facilidades que para el simposio sobre lagunas costeras (México 28–30/II/1967 - ver Ayala Castañares y Phleger en la bibliografía) se podría pensar en transformar este proyecto de Simposio Nacional en Simposio Internacional sobre los manglares, patrocinados por la FAO, la UNESCO, la UNAM, la S.R.H., y el Instituto Nacional de Pesca, con tema “El manglar como ecosistema”. Este simposio sería también una contribución al programa de la UNESCO “El Hombre y la Bioesfera”*, y serviría a los programas nacionales de desarrollo y de protección del ambiente. Debería preverse la preparación de películas, de una documentación sobre el manglar de México, mapas y viajes.

* Man and the Biosphere (MAB). N.B. La India organizó con mucho éxito (16-10 de octubre de 1957) un simposio interno sobre los manglares.


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