GUATEMALA

Excmo. Sr. Luis Alberto Flores Asturias, Vicepresidente de la República de Guatemala


Me sumo a los agradecimientos de quienes me han antecedido en el uso de la palabra y por la calidad y hospitalidad que se nos ha dispensado. Deseo también ofrecer nuestras felicitaciones a los responsables de la organización de esta Cumbre, en especial al Sr. Jacques Diouf, Director General de la FAO, y a los equipos de trabajo que han contribuido a la preparación de la Declaración de Roma sobre la Seguridad Alimentaria Mundial y el Plan de Acción de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación.

Me parece importante compartir con esta asamblea el enorme entusiasmo del pueblo guatemalteco en anunciar que se ha establecido el 29 de diciembre de este año como la fecha para firmar la paz firme y duradera, dando así fin a 36 años de conflicto armado interno. La guerra más larga de Latinoamérica llega a su final dentro de seis semanas, por la voluntad política de nuestro pueblo y gobierno. Es importante, en este Foro, agradecerle a todas las naciones el apoyo, la solidaridad y fraternal amistad que nos dieron en el transcurso del proceso de paz.

Nuestro Guatemala avanza con firmeza y claridad para establecer las bases de una nueva nación, con una sociedad reconciliada y esforzándose por reducir el problema más grande y agudo como lo es la pobreza. Buscamos un modelo de desarrollo que permita elevar el nivel de vida de la familia guatemalteca, única forma de satisfacer la necesidad básica más importante del ser humano que es la alimentación.

El año de 1996 marca para Guatemala el final de la lucha armada y el inicio de la lucha contra el hambre y la desnutrición. Estamos conscientes de que esta lucha será difícil, debido a las dimensiones del problema de inseguridad alimentaria y nutricional que afecta a la población guatemalteca que vive en pobreza, especialmente a los grupos más vulnerables como lo son las mujeres y los niños.

En medio del conflicto armado, los índices de seguridad alimentaria se hicieron cada vez más críticos. En el contexto de los compromisos del proceso de paz, el gobierno y la sociedad civil guatemalteca estamos comprometidos a combatir el hambre y la desnutrición, implementando estrategias que permitan al estado guatemalteco garantizar a la población una oferta de alimentos básicos, esto a través de la reactivación y modernización de los sectores agropecuarios y agroindustrial y de un proceso de comercialización más eficiente, en armonía con los principios del desarrollo sostenible. Para lograr este propósito, el gobierno está promoviendo procesos participativos y equitativos de hombres y mujeres orientados al desarrollo de acciones entre los cuales destacan:

a) El fomento de la producción local de alimentos, a través del aumento de la productividad de los sistemas, introduciendo variedades mejoradas, conservación de suelos y el desarrollo de la infraestructura de riego;

b) El acceso eficiente y efectivo al crédito para la producción, procesamiento y comercialización de granos básicos con la participación de organizaciones campesinas, que se responsabilizan de canalizarlo a los productores. Esto proporcionará un desarrollo rural sostenible que permitirá un suministro de alimentos suficientes y fiables para todos;

c) El desarrollo y la transferencia de tecnologías para la producción de alimentos de alto valor nutritivo mediante el fomento de la agroindustria rural;

d) La dotación de tecnologías e infraestructura a nivel del pequeño agricultor para el almacenamiento familiar de granos básicos;

e) La conservación y promoción del uso de recursos fitogenéticos nativos, incluyendo el desarrollo de tecnologías para la producción, métodos de procesamiento y programas educativos;

f) El desarrollo de programas que garanticen alimentos básicos para la población escolar, a través de alianzas estratégicas del gobierno con la empresa privada y la sociedad civil. Dentro de este programa destaca el "Proyecto Desayunos Escolares, Corazón Contento" que fue presentado durante esta Cumbre en sesión especial. Este proyecto innovador ha tenido un impacto significativo en la asistencia y el rendimiento escolar y ha proporcionado la participación activa de la población local en la solución de sus problemas alimentarios y nutricionales;

g) La aplicación de regulaciones para la fortificación de alimentos de consumo diario con micronutrientes para reducir deficiencias nutricionales en la población. Hemos logrado ya que el 95% del azúcar producido sea fortificado con vitamina A; el 92% de la sal para consumo humano sea yodada, y las harinas estén enriquecidas con hierro, con ácido fólico y vitaminas del complejo B. Estamos iniciando los procesos de fluorización de la sal. Queremos poner a disposición de todos los países interesados nuestra experiencia en este campo;

h) El desarrollo de procesos de educación alimentaria nutricional para facilitar a la población la toma de decisiones sobre el uso adecuado de los recursos alimentarios disponibles.

Nuestra capacidad para enfrentar el problema del hambre y la desnutrición como país depende en gran medida del desarrollo de nuestra economía, la cual descansa en el aprovechamiento de ventajas comparativas que podrán expresarse únicamente en el contexto de un comercio internacional justo y equitativo.

Por ello, queremos resaltar nuestra adhesión a la Declaración de Roma y al Plan de Acción de la Cumbre, en la cual se destaca la necesidad de un nuevo marco de comercio internacional que posibilite a los países beneficiarse de políticas comerciales adecuadas y de estrategias que fomenten la capacidad de valerse por sí mismos. Esto será únicamente una retórica, si los términos de intercambio comercial de nuestros productos agropecuarios siguen deteriorándose frente a los productos de los países industrializados, impidiendo así el desarrollo de nuestras economías y el avance de nuestra lucha contra la pobreza. En adición a ello, las barreras que aún persisten para el comercio de nuestros productos no tradicionales le restan a nuestro país una de sus más significativas posibilidades de competir en el mercado internacional. Esta situación pone en franca desventaja a los países de pequeñas economías.

Nuestra tesis es que debemos propiciar con la mejor voluntad práctica posible un comercio exterior justo, que a la larga es el apoyo más valioso para nuestro desarrollo, enfocando las donaciones en su justa dimensión, como un recurso extraordinario y complementario a nuestras propias estrategias de desarrollo. Para que la paz en Guatemala y en el mundo entero sea firme y duradera, tenemos que vencer a la pobreza, al hambre y a la desnutrición, es por ello que pedimos al concierto internacional de naciones que nos acompañen en nuestra estrategia de desarrollo y apoyen de manera decidida el cumplimiento de esta histórica Declaración de Roma y su Plan de Acción.

Existe una inmensidad de seres humanos que están esperando la ruta de una nueva peregrinación, en donde habremos de reducir a polvo las frustraciones de ayer y de hoy, y en donde haremos realidad las más bellas esperanzas y aspiraciones de una humanidad sin hambre.


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