4.1 Acuicultura rural en pequeña escala
4.2 La acuicultura como industria a gran escala
Como se ha indicado en las paginas y, la acuicultura puede ser organizada según modelos diversos y a niveles diferentes de simplicidad o intensidad de las operaciones. Se pueden identificar dos categorías principales de organización: (a) acuicultura rural en pequeña escala, y (b) acuicultura en gran escala, por lo general integrada verticalmente. Debe señalarse que esta clasificación es muy elástica y que pueden existir, y de hecho existen, muchos niveles intermedios de organización. Sin embargo, existen varios rasgos generales muy importantes que caracterizan estos dos tipos de organización y vale la pena examinarlos, aceptando el hecho de que en el curso del desarrollo un tipo puede mezclarse gradualmente con el otro.
4.1.1 Servicios auxiliares para granjas en pequeña escala
4.1.2 Mercadeo del producto
A este nivel la acuicultura incluirá un porcentaje elevado de la piscicultura actual, que va del cultivo individual a nivel de subsistencia a las pequeñas unidades de producción explotadas como una ocupación temporal o fuera de estación por granjeros o pescadores. Este nivel de operación se presta muy bien para su integración con la economía rural y puede tener un papel importante en el desarrollo rural general. La acuicultura puede combinarse a menudo muy ventajosamente con la agricultura y la producción ganadera. En algunas partes del mundo se han establecido cultivos de arroz-con-peces o de patos o cerdos-con-peces y ha resultado muy beneficioso; la cosecha aumento la producción total de alimentos y acrecentó también los beneficios económicos del granjero. Los diques y terraplenes de las granjas pesqueras pueden servir para una horticultura intensiva. En zonas densamente pobladas los diques pueden usarse para el cultivo de yuca, boniato, pimientos, judías verdes, melones, bananas, etc. Los diques y terraplenes de los estanques pueden usarse también para cultivar diferentes tipos de arboles frutales y de sombra. Los estanques por su parte pueden utilizarse como depósitos de agua para regar campos y jardines y abrevar el ganado. El exceso de sedimento de los estanques se usa a menudo como un fertilizante para los cultivos. En algunos países los estanques se utilizan también para el cultivo de vegetales acuáticos como castañas de agua (Trapa sp.). De esta manera la acuicultura en pequeña escala se adapta muy bien a una integración con otras actividades rurales y puede contribuir considerablemente a aumentar los ingresos de los granjeros.
La acuicultura en pequeña escala es por lo general más adecuada cuando el objetivo principal es el desarrollo económico de las áreas rurales. Tal desarrollo puede dar mayores posibilidades de beneficios al pequeño campesino. El capital y los costos de operación de esta actividad en pequeña escala pueden entrar dentro de sus posibilidades y el trabajo necesario podrán hacerlo los miembros de su familia, con la ayuda ocasional de algún jornalero. La acuicultura puede ser la única ocupación del granjero, o solo necesitar parte de su tiempo, y los beneficios de la operación quedaran con el, en su mayoría. Si la importancia de la granja acuícola permite asegurar unos ingresos razonables que faciliten un nivel de vida decente, contribuirá así a resolver uno de los problemas sociales más importantes de los países en desarrollo: la migración de los habitantes de las zonas rurales a las ciudades.
En los programas generales de producción de pescado o de alimentos acuáticos, el desarrollo de esta actividad puede tener casi el mismo impacto que cualquier otra. La producción de un gran numero de unidades de pequeña escala puede ser tan importante o más que la de un numero pequeño de unidades más grandes. Sin embargo, el éxito de este modelo de desarrollo dependerá, en gran parte, de los servicios auxiliares que pueden facilitarse.
En la mayoría de los casos los servicios necesarios para las unidades de pequeña escala deberán ser facilitados por los gobiernos y abarcar las fases de producción, distribución y mercadeo. Esta asistencia se puede encaminar por medio de programas de desarrollo de la comunidad o de la aldea, cuando existan. También pueden organizarse por medio de organizaciones de tipo cooperativo que tengan el capital y la capacidad administrativa necessarios. La participación del sector publico deberá ser, obviamente, considerable, pero esta se justifica más por los beneficios socio-económicos derivados por la comunidad en su conjunto que por los beneficios financieros a obtener de las inversiones.
La naturaleza de los servicios requeridos puede variar considerablemente entre países y regiones y también según los sistemas de cultivo adoptados, pero la necesidad de la asistencia técnica y de los servicios de colaboración es común a todos ellos. En realidad el éxito de la acuicultura rural en pequeña escala dependerá en gran parte de la disponibilidad y calidad de los servicios de extensión. Estos deben servir de enlace entre el granjero y las estaciones experimentales o las granjas-piloto, para facilitar la aplicación de la tecnología más apropiada y darle consejos y guía técnica al acuicultor, siempre que lo necesite. La calidad del personal de estos servicios es de importancia especial; su competencia técnica y su capacidad para ganar el respeto y la confianza del acuicultor son esenciales.
En las granjas a nivel de subsistencia la construcción de los estanques y de otras instalaciones de acuicultura serán realizadas por el propio granjero acuicultor y su familia. Es labor que requiere bastante tiempo y cuando se trata de operaciones en gran escala es mucho menos económica. Como el equipo mecánico necesario para la construcción de estanques puede estar fuera del alcance de los pequeños acuicultores, será muy conveniente, y en muchas áreas necesario, formar un deposito mancomunado del equipo, como dragas, palas mecánicas, bombas, etc., con el personal necesario para su operación y mantenimiento. La asistencia necesaria para la inspección del terreno y del diseño de las instalaciones podrá obtenerse por medio de los servicios de colaboración o con la ayuda del personal técnico agregado a los depósitos mancomunados de equipos. En estas unidades centrales se podrán fabricar algunos de los artículos necesarios para las instalaciones como monjes para los estanques de peces, jaulas, colectores para la cría de moluscos, etc., que se distribuirán a los acuicultores a precios razonables.
Una de las exigencias más importantes de la acuicultura es el abastecimiento oportuno de semilla de buena calidad en cantidades adecuadas. En las operaciones en pequeña escala puede ser a menudo difícil e inconveniente para cada granjero producir la semilla en su propia granja. Un servicio muy importante para las empresas acuicultoras será, pues, la producción central de semilla en viveros o criaderos, cuando sea posible, y la distribución de crías de buena calidad.
Junto con la semilla lo más importante a conseguir son los alimentos y/o los fertilizantes. Mientras los acuicultores usen únicamente alimentos complementarios, empleando residuos domésticos y agrícolas, no se necesitara una manufactura especializada de alimentos, pero cuando se trate de la cría intensiva y se adopte la alimentación completa para aumentar la producción y los beneficios económicos, resulta esencial que existan una producción y una distribución eficientes de alimentos apropiados, los que, en la mayoría de los casos, serán piensos compuestos.
Los alimentos compuestos para acuicultura pueden producirse en gran escala en los molinos de pienso, combinándolos con la elaboración de piensos para el ganado, en cuyo caso las necesidades de la acuicultura en pequeña escala quedaran satisfechas organizando simplemente sistemas de deposito y distribución adecuados en las áreas rurales. La producción comercial de alimentos para la acuicultura esta limitada por ahora a pocos países y sirve para el cultivo de un pequeño numero de especies, como salmón, trucha y bagre de canal. La experiencia ha demostrado que es factible la producción en pequeña escala, como industria a base rural, de alimentos compuestos, usando ingredientes disponibles localmente, y se puede iniciar con una limitada inversión de capital. Los acuicultores que operan granjas de una superficie relativamente grande pueden encontrar conveniente y posible el producir los alimentos necesarios para sus exigencias, pero cuando se trata de unidades realmente pequeñas se necesitara la producción centralizada de alimentos.
Otro de los requerimientos esenciales para la acuicultura es la distribución conveniente de productos tales como los químicos y las medicinas necesarias para el control de enfermedades, la desinfección de estanques, el control de depredadores y de las malezas acuáticas. Estas necesidades pueden resolverse organizando los servicios de manera cooperativa o por cuenta del gobierno. El consejo de un experto y la ayuda en la diagnosis de una enfermedad o las causas de mortalidad en el stock en cultivo, así como llevar a cabo las medidas de control necesarias son cosas de gran importancia para el acuicultor y en la mayoría de los casos deben ser organizadas por el gobierno. En realidad el gobierno debe establecer un sistema metódico de inspección sanitaria de los stocks cultivados a cargo de especialistas calificados para garantizar que las instalacciones de cultivo se vean libres de infecciones peligrosas. Estas medidas son de particular importancia cuando deben exportarse los stocks y las autoridades competentes han de certificar que están libres de enfermedades contagiosas.
Tanto para las empresas de acuicultura a pequeña escala como para las gran escala, es esencial que se tomen medidas de mercadeo adecuadas y, como ya se indico, una asistencia gubernamental o de origen similar será de gran valor para las granjas pequeñas. Como paso preliminar en la planificación de los programas de desarrollo se deberá averiguar cuales son la demanda potencial y las exigencias del mercado. Los sistemas de acuicultura tienen gran flexibilidad para adaptarse a las exigencias del mercado y generalmente pueden permitirse ajustes y elecciones alternativas según las necesidades del mercado. Es, sin embargo ventajoso planificar el desarrollo desde este punto de vista.
Cuando se trata de operaciones de subsistencia o de pequeña escala destinadas a satisfacer las necesidades dietéticas de una familia o de una pequeña comunidad no existe generalmente un problema de mercado. Se hace correr la voz y los consumidores o el grupo de pequeños vendedores se presentan en las piscifactorías u otras instalaciones y compran el producto en cuanto se cosecha. La situación puede variar si se trata de especies que atraen poco el consumidor. En tales casos se plantea la necesidad de educar al consumidor con demostraciones de mercado para desarrollar la venta del producto. Cuando se trata de zonas en las que los alimentos acuáticos no son muy populares, se deberán tomar medidas para promover el consumo del pescado y educar a los consumidores sobre su preparación para la mesa. Estas actividades pueden ser consideradas normalmente como parte integrante de los programas de divulgación.
Los problemas del mercadeo se hacen más importantes en la acuicultura a pequeña escala cuando la producción debe ser distribuida sobre un área más amplia para que llegue a los consumidores. Lo mismo succede cuando las unidades de producción están diseminadas en un área extensa o cuando la producción, periódica o continuamente, excede la capacidad de absorción del mercado local. Mientras que la dispersión de las unidades de producción da muchos beneficios sociales en las áreas rurales, la concentración de tales unidades en emplazamientos estratégicamente ventajosos puede dar mayores beneficios económicos, por la mayor accessibilidad a los mercados, la mayor influencia en los precios gracias a la concentración del producto y por la coordinación de la cosecha. Igualmente se consiguen mayores economías en almacenado, elaboración y transporte.
En la elección de canales para el mercadeo de los productos de la acuicultura resulta generalmente muy ventajoso utilizar el sistema general de mercados del pescado si esta suficientamente bien desarrollado. Si bien pueden obtenerse muchos beneficios de un mercado conjunto, se deberá tener cuidado en no sacrificar las ventajas que los productos de la piscicultura tienen sobre las de la pesca de captura, tales como poder vender peces y mariscos vivos, o venderlos al tamaño preferido, que muchas veces puede ser inferior al legal, como ocurre con el salmón, la trucha y algunos moluscos como el adulón. Además de esto, los productos de la piscicultura pueden recogerse durante el periodo de veda de la pesca de las especies en cría natural. El mercado conjunto deberá proporcionar una regularidad de abastecimiento reduciendo cuantas desventajas puedan tener los productos cultivados, tales como los prejuicios del consumador.
El mercadeo de peces y mariscos vivos requerirá medios especiales para su transporte y para mantenerlos en los mercados al por mayor o al menudeo. Cuando deben ser elaborados antes de ir al mercado será indudablemente ventajoso relacionar los centros de producción con los sistemas de transporte, almacenado, conservación o elaboración de los mercados generales de pescado. Esto permitirá tener un mayor control de los precios y salidas del mercado, proporcionando una mayor flexibilidad de mercadeo.
En las operaciones a pequeña escala es esencial considerar que los medios de conservación y almacenado no sean demasiado caros, elevando indebidamente los costos de producción. En muchas circunstancias un numero de centros de producción puede servir para las necesidades de conservación, elaboración y almacenado, los cuales pueden instalarse de modo cooperativo o ser facilitados por organismos gubernamentales. También es posible que una empresa privada tome a su cargo los aspectos de transporte y mercadeo de la operación.
Esta empresa puede encargarse de recoger la cosecha en las unidades de producción, almacenarla, elaborarla si es necesario, y distriburla en los centros de consumo. Cuando funcionan sistemas de este tipo tiene una importancia particular crear las salvaguardias necesarias para la protección de los intereses de los pequeños productores y conseguir que obtengan un precio razonable por sus productos.
La posibilidad de ligar la producción acuícola con los sistemas de mercado agrícola es limitada, por lo general, a causa de los requisitos especiales para la distribución de los productos pesqueros. Pero en los casos en los que el volumen de la producción es demasiado pequeño para permitir organizar mercados separados, debe tratarse de utilizar los servicios y obtener el apoyo de las organizaciones de mercadeo agrícola. Esto resulta más apropiado cuando la acuicultura se integra con el cultivo del arroz, la producción animal, etc.
Cualesquiera que sea el sistema de mercado que se adopte, el éxito dependerá en gran parte de la eficiencia de su gestión. Si las pequeñas empresas no han de caer en manos de intermediarios sin escrúpulos, merece la pena dedicar atención a que exista una gestión inteligente tanto en la producción como en el mercadeo de los productos de la acuicultura. Para los servicios de mercado de la acuicultura a pequeña escala puede ser aconsejable que sean iniciados por un organismo gubernamental y eventualmente reorganizados sobre base cooperativa o empresarial.
4.2.1 Selección del lugar y construcción de instalaciones
4.2.2 Producción de semillas, alimentos y fertilizantes
4.2.3 Gestión de granjas y control de enfermedades
4.2.4 Mercadeo
Según se ha dicho en la pagina 6 existen bastantes rasgos comunes entre los dos niveles principales del desarrollo de la acuicultura, pero se pueden identificar ciertas características propias de las operaciones industriales a gran escala. Mayor desembolso de capital, gestión centralizada y un grado determinado de integración vertical son comunes a todas las empresas a gran escala. Estas suelen pertenecer al sector privado en muchos países pero también pueden desarrollarse como empresas del sector publico. Ya pertenezcan al sector privado o al publico, la consideración dominante en la acuicultura a gran escala será necesariamente conseguir utilidades de la inversión. Los gobiernos pueden influir en este aspecto por medio del apoyo financiero en forma de subvenciones, prestamos sin interés o mantenimiento de los precios por razones socio-económicas, pero en todo caso los resultados financieros determinaran la practicabilidad de las operaciones a largo plazo.
Como la iniciativa para el establecimiento de empresas de producción a gran escala tiene su origen en el inversionista financiero ya sea del sector publico o del privado, deberá darse una gran importancia a la experiencia en gestión de negocios de las personas encargadas de la dirección y las decisiones. La empresa deberá buscar expertos en aquellas disciplinas requeridas para la eficiencia de sus operaciones.
Teniendo en cuenta la dimensión de las operaciones y la necesidad de obtener financiamiento exterior se necesitara un análisis detallado del proyecto que será realizado por expertos financieros y acuicultores. Ya se requiera capital de empresarios privados o del sector publico, será aplicable el criterio normal de cualquier inversión: tasa de beneficio probable, período de reembolso, grado del riesgo e inseguridad, etc. El inversionista comparara los beneficios económicos de la acuicultura con los de otros tipos alternativos de inversión. También puede tomar en cuenta otros beneficios que puedan derivarse como, la ventaja comercial de completar una línea de artículos alimentarios en el mercado al por menor. En los países en que se ofrecen incentivos especiales para impulsar la exportación, un inversionista puede tener razones adicionales para invertir en acuicultura de exportación. Además la necesidad de diversificación puede servir también de incentivo adicional para la inversión, según ejemplos en muchas partes del mundo.
Empresas de grandes dimensions, que operan con una gran capacidad de producción, tendrán en la mayoría de los casos, que ocuparse de los problemas de conservación, elaboración y desarrollo de los productos. En cuanto a lo relacionado con la producción deberán considerarse actividades esenciales la producción de semilla, la manufactura de alimento, etc., lo que da como resultado un cierto grado de integración vertical.
A fin de alcanzar beneficios mayores en relación con los mercados actuales y los futuros, las grandes empresas tenderán a seleccionar especies y sistemas de cultivo, diferentes de aquellos que suelen adoptarse por las unidades en pequeña escala de granjeros individuales y en las de pequeña producción. Como la escala de las operaciones es generalmente elevada resulta económico adoptar nuevas técnicas de producción y mercadeo ya desarrolladas o en desarrollo. Esto tiene una importancia particular en la situación presente del desarrollo de la acuicultura, donde solo existe un numero limitado de especies y de sistemas de cultivo que garantizan beneficios en las operaciones a escala industrial. Tales empresas pueden permitirse sostener sus propios programas de investigación y desarrollo y emprender más fácilmente los experimentos-piloto necesarios para decidir sobre las inversiones.
Junto con las economías posibles gracias a un uso más eficiente del equipo de construcción de los estanques, los sistemas de transporte, los molinos de piensos, etc., las empresas a gran escala, integradas verticalmente, pueden tener la ventaja de compensar los beneficios escasos de la producción primaria con los más altos en el mercado. Los inversionistas privados pueden tener generalmente la posibilidad de una más variada elección de lugares, no solo dentro de su país, sino realizando parte de la producción o toda ella en un país diferente, donde el ambiente y otras condiciones sean más favorables. La disponibilidad de tierras y mano de obra más baratas, temperatura más alta del agua y por consiguiente períodos más largos de crecimiento, han servido de atracción para los acuicultores norte-americanos y de otros países para trasladarse a los trópicos. Los costos del transporte más elevados si el producto se exporta quedan más que compensados por su productividad más alta y los menores costos de producción.
De todo lo que hemos venido diciendo sobre las características y las ventajas de las empresas de acuicultura en gran escala no debe inferirse que todas tendrán recursos ilimitados,' y loa conocimientos necesarios y que podrán ser todas ellas inmediatamente productivas y existosas. Al contrario, a pesar de las muchas ventajas con que cuentan un gran numero de ellas no ha conseguido realizar operaciones económicamente viables. Existen diversos puntos de vista sobre las causas para ello pero no se trata obviamente de la debilidad intrínseca de las empresas en gran escala sino de planificación errónea basada en supuestos inexactos, Las causas principales de estos fracasos suelen ser cálculos demasiado optimistas sobre el tiempo necesario para desarrollar tecnologías y sistemas adecuados para las condiciones locales, capital y experiencia insuficientes para realizar operaciones piloto completas.
En las operaciones de cultivo a gran escala, la elección del lugar es de máxima importancia, se cree que el fracaso de muchas empresas de acuicultura se debe a una ubicación errónea de la empresa. Para la elección del emplazamiento se deben tener en cuenta consideraciones económicas y tecnológicas. En el aspecto tecnológico, la selección debe comenzar con una evaluación de las características de la vida y las costumbres de los organismos que serán cultivados, para poder definir con una cierta confianza cuales son los límites de tolerancia dentro de los que pueden ocurrir variaciones en los parámetros ambientales. Dentro de estos limites biológicos impuestos, la mejor tecnología de cultivo, para obtener un crecimiento óptimo y una producción económica definirá requisitos adicionales sobre el lugar. Como ya se ha dicho, ha de alcanzarse una escala determinada de operaciones para obtener un elevado beneficio de las inversiones, y esto impone un criterio mínimo sobre la elección del lugar. Sin entrar en más detalles sobre la exploración de los lugares, hay que subrayar la necesidad de estudiar los parámetros ecológicos, el clima económico, las realidades políticas, el sistema legal y los parámetros sociales. Los parámetros ecológicos deben incluir los factores hidrológico, meteorológico y edáfico; las características biológicas comprenderán la estima de la producción primaria y secundaria, la eutroficación, si la hubiera, y las poblaciones de adultos, juveniles y larvas de las especies cultivadas que se hallan en las inmediaciones. Los factores económicos abarcan las cuestiones de la propiedad y de las restricciones legales relativas a la tierra, valor del terreno, utilización de agua del trabajo, el transporte, los materiales y los servicios, los costos de la construcción, las comunicaciones, los costos de la energía, las fuentes del financiamiento de las industrias y su naturaleza y los mercados. También son factores importantes sistema político en relación con la naturaleza del apoyo gubernamental para el desarrollo económico, la política sobre la utilización de los recursos naturales, la producción, y las inversiones publicas o privadas. Deben considerarse igualmente las medidas monetarias y fiscales así como los aspectos legales relacionados con las nuevas inversiones. Entre los aspectos legales merecen atención especial los incentivos para las inversiones y el alcance y amplitud de las reglamentaciones vigentes. Los parámetros sociales incluyen los usos competitivos del ambiente, las usanzas sobre la utilización de los recursos y los servicios de la comunidad. Con base en estos criterios y en las relaciones mutuas entre los mismos se debe tomar la decisión más razonable posible desde los puntos de vista biológico y económico.
La dimensión del lugar dependerá, naturalmente, del volumen de la producción deseado y del sistema de cultivo que se adopte, por ejemplo, en estanque, en jaula o en canaletas; extensiva en lugar de intensiva, etc. En ciertos casos hay muchas ventajas en concentrar las actividades en un punto o en un reducido numero de ellos, particularmente en interés de la economía y de la eficiencia de las operaciones. Esto contribuye a la reducción de los costos de construcción y conservación. Las perdidas causadas por el robo furtivo son un problema grave en la acuicultura, y la protección del stock contra robos es menos cara y más fácil cuanto menos dispersas se encuentren las unidades de producción.
Una unidad en gran escala tiene generalmente sus propios viveros y criaderos para poder contar con un suministro adecuado de la semilla de calidad deseada. Un vivero semejante no produce solamente la semilla necesaria para su propia operación sino también para atender, si es necesario, las necesidades de unidades menores cercanas o que estén situadas en áreas accesibles. La producción de semilla puede ser a menudo muy interesante económicamente, creando un beneficio para la inversión más elevado que el de la producción de pescado y marisco para el consumo, especialmente cuando los viveros y criaderos pueden trabajar a rendimiento total durante todo el ano, comprendiendo reproducción y cría larval de cierto numero de especies o de una sola, cuando puede ser criada a lo largo de todo el ano. En realidad puede basarse una industria en gran escala solo en la producción y distribución de semilla.
A menos de que exista un molino de piensos ya establecido y que produzca alimentos 'para peces, o una fabrica de piensos para animales que pueda diversificar la producción para satisfacer la demanda de las unidades de acuicultura a gran escala, se necesitara incluir la producción de alimento para los peces en el plan de operaciones. Excepto en los casos del cultivo de algunas especies muy conocidas como el salmón, la trucha y el bagre de canal, para las que existen formulas dietéticas y producción comercial de alimentos, independiente de las instalaciones de piscicultura, en la gran mayoría de los casos la preparación de alimentos tiene que ser parte del sistema de producción. Esto tiene mayor aplicación cuando implica formulaciones del propietario diseñadas para utilizar materias primas locales baratas acudiendo a demandas particulares de las especies en cultivo o de la tecnología de la producción. Los sistemas de cultivo pueden requerir la producción de alimentos de diversas formas y varias formulas para satisfacer las necesidades nutricionales de los diferentes estadios vitales de las especies. También pueden necesitarse alimentos especialmente medicados para el tratamiento profiláctico o curativo de las especies cultivadas. Esta es una razón más para que la preparación de alimentos se desarrolle dentro de la unidad de producción.
Otro renglón de importancia en la mayoría de las formas de acuicultura son los fertilizantes orgánicos e inorgánicos. Estos tendrán que comprarse a otras empresas, pero las unidades de gran producción tienen la ventaja de contar con descuentos importantes al hacer sus compras. En los países donde la existencia de fertilizantes es limitada o esta reglamentada, las unidades en gran escala tendrán mayor posibilidad de negociar y obtener una cuota adecuada para las necesidades de sus cultivos. Instalacciones adecuadas de almacenaje deben existir dentro de los terrenos de la empresa.
En empresas de alto riesgo como son las de la acuicultura tiene una importancia decisiva la capacidad técnica y de gerencia. Son de especial significación las posibilidades que ofrece la acuicultura a gran escala para emplear personal capacitado en la gerencia de los negocios y la gestión técnica. Esto le da la capacidad de responder a los adelantos más recientes en tecnología, gerencia de negocios y mercadeo. Muchos de los riesgos naturales, tales como las condiciones adversas del tiempo, variaciones en la disponibilidad de agua, calamidades naturales como inundaciones y tifones, pueden escapar al control del personal responsable, pero las medidas de precaución y las necesarias para minimizar las perdidas, cuando ocurren, pueden ser tomadas eficazmente si se dispone de los expertos necesarios.
Las infecciones del stock y la mortandad causada por enfermedades es uno de los riesgos biológicos más importantes. Este problema se presenta con mayor gravedad en los cultivos a gran densidad que muchas de las empresas en gran escala adoptarían. Si la producción de la semilla forma parte de las actividades de la empresa resulta más fácil ejercer el control necesario, pero si por alguna razón se precisa obtenerla de otro origen será más seguro recibirla en la fase de huevo para reducir las posibilidades de infección. Las unidades de acuicultura en gran escala deberán contar con medios propios para el diagnostico y tratamiento de enfermedades, o tener fácil acceso a tales medios. Las instalaciones pueden obtener una gran ventaja si reciben inspecciones sanitarias regulares de calificados especialistas en enfermedades. Como en el caso de las unidades de cultivo en pequeña escala, un programa de inspección sanitaria será esencial si se proyecta la exportación de peces vivos o huevos, ya que los países importadores pueden insistir sobre la certificación en origen de que se han hecho inspecciones periódicas por especialistas calificados.
Una de las características distintivas de las empresas de acuicultura en gran escala es su conocimiento profundo de las leyes del mercado, lo que incluye el conocimiento de las preferencias de los consumidores, la elasticidad de las demandas, previsión de las futuras tendencias de los precios, costos comparativos de los artículos competidores, etc. Serán de gran utilidad para la industria, el desarrollo de un servicio de información sobre mercados de alcance mundial, así como los estudios periódicos de las tendencias del mercado y previsiones sobre la demanda sobre bases regional e internacional. Ya hemos señalado las ventajas de una integración completa de la producción y el mercado en las empresas a gran escala, pero en circunstancias especiales puede ser posible e incluso más provechoso para una empresa corporativa o cooperativa adoptar el concepto de los contratos de compra por los que se consigue que las inversiones sean hechas por intermedio de un organismo central de mercadeo que facilita fondos a los granjeros individuales para que instalen y operen unidades de producción que aplican técnicas aceptables. Estas unidades funcionan como granjas asociadas o afiliadas, que participan en las economías obtenidas por la producción central de semilla y alimentos y se benefician de la ayuda técnica competente que les proporciona la empresa mercantil. Tales convenios permiten que la compañía mercantil se aproveche enteramente de las posibilidades de los mercados ya que esta en condiciones de garantizar un abasto regular, puede hacer contratos de venta por adelantado y planificar una producción y mercadeo coordinados.
La planificación de la producción puede garantizar la calidad del producto incluyendo el tamaño deseado y otras características. La selección de los productos puede ser de principal importancia para un desarrollo favorable de la acuicultura en gran escala, lo que resulta más evidente cuando la industria se concentra en especies menos preferidas que pueden cultivarse a bajo costo (por ejemplo, especies de bajo nivel trófico, como las herbívoras) para aumentar el consumo de alimentos proteínicos animales por las clases más pobres del país. Como se ha mencionado en la pagina 4 él procesamiento de la cosecha para producir alimentos más aceptables puede ampliar su aceptación para alcanzar secciones más amplias de la población. Los progresos más recientes de la tecnología de procesamiento del pescado han permitido la utilización de una gran variedad de especies que no se consumían como pescado escogido. Se han desarrollado métodos por medio de los cuales se producen bloques de pescado de gran calidad con carne molida de una especie de pescado o de una combinación de especies. La experiencia demuestra en ciertos países que tales productos pueden encontrar buena aceptación por parte de los consumidores si los apoya adecuadamente una promoción de mercado.
La manipulación del alimento y la selección genética han sido empleadas para mejorar las calidades culinarias y de mesa del pescado de cultivo, tales como grosor, forma, color de la carne, etc. Se han desarrollado sistemas depuradores para eliminar el exceso de olor del pescado y la contaminación de los moluscos. Los procedimientos de cultivo han llegado a obtener un tamaño-porción del pescado que facilita su aceptación por los consumidores. En tanto que estos métodos abren muchas posibilidades para el abastecimiento de los mercados especiales, la aplicación de la tecnología moderna para la elaboración del pescado puede contribuir a mejorar el aspecto y el rendimiento de las especies más baratas para el alcance de los grupos de población con ingresos bajos y medianos. Para aumentar los consumos domésticos se debe tratar de incluir los productos de la acuicultura en los menús de los hospitales, las escuelas, y otras instituciones publicas. Tales mercados presentan una gran oportunidad para ampliar la demanda domestica y sirven de programa efectivo de promoción con efectos multiplicadores. Sin embargo, los productos serán adaptados a las necesidades particulares del abastecimiento y la clientela institucional.
Los métodos de fomento del mercado para los peces de cultivo serán, en general, los mismos que para otros productos pesqueros, o sea demostraciones culinarias, educación del consumidor, ayuda en los lugares de venta, etc. La conveniencia o no de destacar que el producto procede del cultivo dependerá de sus cualidades relativas y de la actitud que tengan los consumidores al respecto. Cuando el producto cultivado tiene cualidades superiores, el fomento de las ventas deberá ciertamente indicarlo, para impulsar el mercado. Los peces y los camarones de tamaño uniforme, congelados inmediatemente tras su captura, pueden tener mejor sabor y textura, cualidades estas que se utilizan muy ventajosamente en los programas de fomento de algunos países.
Muchas empresas de acuicultura en gran escala tienen tendencia a concentrarse en las especies de alto valor, para el mercado de exportación. Los mercados internacionales están sujetos a fluctuaciones considerables pero se pueden anticipar oportunidades frecuentes a precios favorables para los productos de acuicultura de valor elevado, como son los camarones y las ostras.
La acuicultura que se orienta a la exportación debe tomar especialmente en cuenta las demandas del consumidor y los controles de calidad de los productos alimenticios que existan en los países importadores. Las técnicas de cultivo deben ajustarse, para que el producto tenga el tamaño deseado y para que su elaboración se haga en la forma más aceptable para los consumidores en los mercados extranjeros. La mayoría de los países importadores tienen reglamentaciones muy estrictas sobre la calidad de los productos e incluso sobre la calidad bacteriológica de las aguas en las que (particularmente ostras y moluscos) han sido cultivados. Se si criaran cerca de o en aguas contaminadas, deben ser observadas medidas aceptables de depuración, lo que deberá ser organizado generalmente por un organismo gubernamental y la depuración de los productos se hará siguiendo normas adecuadas.
Los países importadores pueden exigir certificados de origen, hechos por patólogos, reconocidos, y basados en inspecciones regulares de las instalaciones, sobre la ausencia de enfermedades contagiosas del pescado fresco, en hielo o congelado, así como de los huevos de pescado. En estos casos la industria necesitara ayuda gubernamental para llevar a cabo el control de la calidad con servicios de diagnostico de las enfermedades de los peces que sean aceptados por los países importadores. Una observación rigurosa de los estándares de calidad será necesaria por tanto para evitar la devolución de los envíos por parte del país importador, con las perdidas económicas consiguientes.
