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Introducción

R. Z. CALLAHAM

R. Z. CALLAHAM es ayudante del Jefe Adjunto de Investigación del Servicio Forestal de los Estados Unidos, Wáshington, D.C., Jefe de la Sección 22 de la Unión Internacional de Organizaciones de Investigación Forestal, y Presidente del Grupo de Expertos en Recursos Genéticos Forestales de la FAO. Ha actuado como relator general de la consulta.

Del 7 al 16 de agosto de 1969 se ha celebrado en Wáshington, D.C., la Segunda Consulta Mundial sobre Genética Forestal y Mejora del Arbol, en respuesta a una recomendación de la consulta anterior organizada en Estocolmo, Suecia, en 1963. Esta consulta ha sido patrocinada conjuntamente por la FAO y la Unión Internacional de Organizaciones de Investigación Forestal (IUFRO). El Gobierno de los Estados Unidos de América actuó como hospedarte de la reunión y organizó los viajes de estudio complementarios. El Gobierno del Canadá cooperó en la organización de uno de esos viajes.

Asistieron a la consulta más de 200 participantes procedentes de 40 países y, además de la FAO y la (IUFRO), estuvieron representados los siguientes organismos internacionales: Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Programa Biológico Internacional, Consejo Internacional de Uniones Científicas, Comunidad Económica Europea (CEE), Organización de los Estados Americanos (OEA) y Comisión del Pacífico Meridional.

En la sesión de apertura los participantes fueron recibidos por el Representante Regional de la FAO para América del Norte, Howard R. Cottam; por T. K. Cowden, Secretario Adjunto de la Secretaría de Agricultura, en nombre del Gobierno de los Estados Unidos; por Edward P. Cliff, Jefe del Servicio Forestal de los Estados Unidos; por John Gray, Decano de la Escuela Forestal de la Universidad de Florida, en nombre de la IUFRO, y por R. G. Fontaine, Director designado de la Dirección de Recursos Forestales de la FAO.

Dirigiéndose a la reunión, el Sr. Fontaine expresó la opinión de que la mejora de la composición genética de los bosques mundiales debe ir acompañada por un conocimiento más completo de las condiciones de estación y el tratamiento cultural, ya que todas ellas ejercen una interacción mutua y contribuyen a la productividad última del bosque. Una constante dificultad que ha obstaculizado el progreso en materia de mejora de los árboles forestales ha sido la falta de una serie completa de material genético adecuadamente identificado sobre el cual se pueda trabajar. Ello se aplica especialmente a las especies exóticas. El esfuerzo de la FAO en el sentido de fortalecer y coordinar la excelente labor iniciada en materia de adquisición de semillas por diversas instituciones y universidades nacionales, se ha encauzado ahora por conducto del Grupo de expertos en recursos genéticos forestales de la FAO, que, en su primer período de sesiones celebrado en 1968, redactó una propuesta de acción para la adquisición de semillas que cubre todo el decenio próximo.

En su alocución en nombre de la IUFRO, el Dr. John L. Gray puso de relieve los efectos de la actual explosión demográfica, como resultado de la cual se ha reducido a unos 40 años aproximadamente el período que la población presente del mundo necesita para duplicarse. En los países que se encuentran superpoblados con relación al suministro de alimentos, que no disponen de los medios de financiación que permitan importar los alimentos suficientes para compensar el déficit, y que están experimentando un crecimiento demográfico rápido, se están intensificando las presiones para dedicar las tierras forestales a usos agrícolas o de otra índole.

En el otro extremo, las actividades recreativas al aire libre en las zonas forestales se están empezando a aceptar como una necesidad más que un lujo, y como medio de que las poblaciones puedan aliviar una parte de la tensión propia de las sociedades urbanas competitivas y ahogadas. El aumento de estas nuevas demandas planteadas a la silvicultura, a la vez que el de la demanda mundial de madera, tienen dos consecuencias. Tienden a restringir la superficie dedicada únicamente a la producción de madera y a la vez dan una mayor urgencia a la necesidad de aumentar la productividad en la superficie restante. También han creado una mayor demanda de las especies y variedades que ofrecen características tales como la resistencia a la sequía, los bajos índices de evapotranspiración y la aptitud para resistir un apelmazamiento excesivo del suelo en las zonas recreativas de gran uso.

A su vez, se reconoce cada vez más la necesidad de una silvicultura urbana en relación con las ciudades superpobladas. Se están ejerciendo ya presiones para la realización de programas de mejora genética del árbol financiados con fondos públicos, con objeto de procurar un material aceptable para la plantación de árboles en las calles que sirvan de barreras contra el ruido y el polvo y permitan ocultar ciertas funciones municipales necesarias pero antiestéticas, así como para plantaciones en parques, cinturones verdes y otros espacios abiertos. Para responder a esos fines, los árboles tienen que ofrecer características tales como la resistencia a los daños causados por el humo y la contaminación atmosférica, tolerancia al calor, conformación de copa adecuada para la función y el emplazamiento de que se trate, resistencia a los insectos y enfermedades y aptitud para resistir la compacidad del suelo.

En resumen, son muchos los factores que están imponiendo más que nunca la necesidad de aplicar en gran escala la tecnología de la mejora genética de los árboles con muy diversos objetivos. Puede decirse que, primero, las necesidades mundiales de madera van en aumento; segundo, aumenta continuamente la presión en favor de que las tierras actualmente dedicadas a bosques se destinen a la producción de alimentos y otros usos; tercero, parece existir una demanda cada vez mayor que reclama la utilización de los bosques existentes y de los de nueva creación para la protección del ambiente y las actividades recreativas al aire libre, más bien que, principalmente, para la producción de madera; cuarto, está adquiriendo cada vez más importancia la producción de árboles y la puesta a punto de prácticas de gestión para la lucha contra la contaminación y procurar medios de esparcimiento en los ambientes urbanos. En realidad, la ordenación de los árboles y de los espacios abiertos para facilitar medios de esparcimiento social ha representado otro problema para los técnicos y genetistas forestales. Cabe esperar que la consulta de Wáshington contribuya a la solución de ese problema.

Organización las reuniones

El Sr. T. K. Cowden, Secretario Adjunto de la Secretaría de Agricultura de los Estados Unidos, fue elegido Presidente Honorario de la consulta, y para el puesto de Presidente Ejecutivo se eligió a John W. Duffield, Profesor de Recursos Forestales de la Universidad Estatal de Carolina del Norte. Como Vicepresidentes fueron elegidos: K. E. Andersson (Suecia), W. H. Barrett (Argentina), A. G. Brown (Australia), S. K. Hyun (República de Corea) y D. E. Iyamabo (Nigeria). En el Apéndice 1 figura la lista completa de la mesa y de los demás asistentes a la reunión.

Ventajas prácticas de la genética forestal y mejora del árbol

Este tema general de la consulta se desarrolló dentro de dos capítulos principales. En primer - término, se debatieron los recientes adelantos científicos y prácticos de la genética forestal para caracteres específicos de alto rendimiento. A continuación, se discutió la planificación y ejecución de programas de genética forestal - a partir de la investigación, y a través del desarrollo, hasta la realización de programas de acción para producir variedades superiores de árboles forestales.

Los primeros debates se dedicaron a la mejora en favor de los grupos de caracteres que afectan al rendimiento y a la calidad. De ello se trata en los capítulos 1-6 del presente número de Unasylva, en que se da un resumen de los conocimientos científicos sobre la herencia, heredabilidad, aptitud combinativa y otros aspectos genéticos, acumulados desde la primera consulta. Se examinan los resultados y la utilidad de las diversas técnicas de genética forestal, incluida la introducción de especies, los ensayos sobre procedencias, la selección y la hibridación, para mejorar todos los caracteres que afectan al rendimiento.

Después de ocuparse en primer término de los factores que afectan a la producción volumétrica, tales como la fonología y el porcentaje de crecimiento, las reuniones posteriores se dedicaron al estudio de los caracteres que afectan a la calidad del fuste y de la madera y a los que afectan a la resistencia contra insectos, enfermedades, frío, calor, sequía e incluso agentes contaminantes del aire. Una sesión especial se dedicó a tratar de la mejora genética de árboles para la obtención de otros valores aparte de la madera, es decir, árboles para adorno y abrigo y árboles para la obtención de productos como materias resinosas, miel y cultivos hortícolas. Por último, se trató del concepto más difícil: el de la genética forestal aplicada a varios caracteres simultáneamente.

A continuación se examinaron de modo global los programas destinados a la producción y empleo de variedades de alto rendimiento. Se trataba de comprender la relación mutua existente entre los programas de investigación, los de desarrollo y los de acción, todos los cuales son partes del sistema destinado a producción, distribución y empleo de variedades de alto rendimiento.

Todo intento de crear una variedad superior de árbol forestal presenta tres fases relacionadas entre sí. Los programas de investigación producen los conocimientos y métodos necesarios. Los programas de desarrollo colocan los resultados de la investigación dentro de un marco operacional y económico para la producción de la variedad. Los programas de acción sirven para producir en masa y utilizar la variedad mejorada para obtener los beneficios potenciales de la genética forestal.

Estos tres programas están vinculados en cuanto al tiempo y a los costos de inversión. La investigación en materia de genética forestal tiene la característica de ser una labor a largo plazo en comparación con el tiempo que se necesita para los programas de desarrollo y de acción destinados a producir y distribuir una variedad mejorada. Un factor crítico de todo programa de genética forestal es el lapso de tiempo que transcurre entre la investigación y la aplicación. En la consulta se ha examinado la manera de abreviar ese lapso. Se puso de relieve el hecho de que las pequeñas inversiones con fines de investigación conducen por lo general a inversiones importantes en programas de acción. Se exploraron las oportunidades para reducir los costos en todo el sistema. Se examinaron modelos para analizar los beneficios potenciales totales de la genética forestal y mejora del árbol en relación con todos los gastos de los programas de investigación, desarrollo y acción.

Viajes de estudio

Durante el período de la consulta, se destinó un día a efectuar visitas a las instalaciones de investigación de la Secretaría de Agricultura de los Estados Unidos, para estudiar el programa de mejora de árboles del Arboretum Nacional de los Estados Unidos y los proyectos de investigación del Centro Nacional de Investigaciones Agronómicas sobre contaminación del aire fotoperiodicidad y fisiología del árbol. Se celebraron sesiones nocturnas oficiosas sobre mejora por inducción de mutaciones (organizada por W. R. Singleton), ensayos internacionales de procedencias (Presidente del Grupo de Trabajo de la Sección 22 de la IUFRO, P. Bouvarel), resistencia del pino a Melampsora pinitorque (Presidente del Grupo de Trabajo de las secciones 22 y 24 de la IUFRO, G. Illy), adquisición de semillas para investigación de procedencias (Presidente del Grupo de Trabajo de la Sección 22 de la IUFRO, H. Barner) y pinos tropicales (G. Nikles).

Una característica muy apreciada de la consulta fue la variedad y el interés de los viajes de estudios. Se efectuaron tres viajes antes de la consulta. El viaje por las regiones del sur, se inició en Nueva Orleáns y concluyó en Jacksonville, cubriendo el sur de Louisiana, sur de Misisipí, Alabama y norte y norte-centro de Florida. Este viaje se dedicó principalmente al estudio del pino cubano (Pinus elliottii), prestando también alguna atención al pino longifolio (P. palustris) y al pino americano (P. taeda). El viaje efectuado por la región meridional del Atlántico, se inició en Macon, Georgia, y concluyó en Wáshington, D.C., cubriendo el noreste de Georgia, el oeste de Carolina del Sur, Carolina del Norte y el sureste de Virginia. Se ocupó principalmente del pino americano (P. taeda) y también en cierta medida del pino cubano (P. elliottii) y otras coníferas y frondosas, en las zonas de la llanura costera, de las estribaciones y de las cadenas montañosas. El viaje por el nordeste, se inició en New Haven y concluyó en Wáshington, D.C., cubriendo Connecticut, el noreste de Nueva York, el centro de Pensilvania y Maryland. Se ocupó de las plantaciones de frondosas septentrionales, coníferas híbridas y álamos, así como del trabajo de mejora y selección de árboles de Navidad.

FIGURA 2. - Un grupo internacional de mejoradores que asistieron a la Consulta, visita los centros de investigación de la Secretaria de Agricultura de los Estados Unidos.

FOTO: SERVICIO FORESTAL DE LOS EE.UU.

Se organizaron tres viajes de estudio posteriores a la consulta. El viaje por la región de los Lagos cubrió parte de Míchigan, Wisconsin y Minnesota. Estudió los trabajos de mejora de árboles que están en marcha sobre especies de Pinus, Populus y Betula. El viaje por la región Pacífico-noroeste se organizó en colaboración con el Gobierno de Canadá. Se ocupó sobre todo de los trabajos de mejora del abeto de Douglas. El último viaje fue por California, Nevada y Oregón, cubriendo los trabajos de mejora del abeto de Douglas, de varias especies de pinos y del cedro de California.

RECOMENDACIONES DE LA CONSULTA

Generales

1. La mejora del árbol ocupa un lugar de primer plano en los países en que está aumentando la importancia de la repoblación forestal. En los trópicos y subtrópicos, cuyos índices de crecimiento son frecuentemente elevados, pueden ser rápidas y sustanciales las ganancias obtenidas con la mejora del árbol. La consulta tomó nota con satisfacción del desarrollo de programas de genética forestal y mejora del árbol en los países tropicales después de la primera consulta mundial sobre genética forestal, celebrada en 1963 en Estocolmo. Se reiteró el valor de esos programas planificados para las economías de los países tropicales y se recomendó su continuación y ampliación.

2. Como reconocimiento de la importancia de los programas de mejora del árbol en los países en desarrollo, los organismos de ayuda multilateral y bilateral debe rían proseguir y ampliar su asistencia en esta esfera. De un modo especial, se necesita aumentar la asistencia prestada en forma de asesoramiento especializado, centros de capacitación y becas.

3. La consulta estimó que existen ya pruebas suficientes para justificar la aplicación en gran escala de los resultados de la investigación genética a las prácticas forestales. Por ello, instó a los servicios gubernamentales a que sostengan o amplíen los programas para la producción en masa de árboles genéticamente superiores que se adapten a su utilización en los ambientes forestales y urbanos.

4. Debería prestarse mayor atención a la mejora de los árboles forestales para otros productos además de la madera (por ejemplo, tanino, semillas y frutos, miel y cera) y para beneficios ambientales, tales como la estabilización del suelo, las cortinas protectoras y los valores estéticos. Debe prestarse especial atención al cultivo de árboles destinados a procurar beneficios sociales y valores de recreo en las zonas urbanas.

5. La consulta recomendó a la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), a la Unión Internacional de Organizaciones de Investigación Forestal (IUFRO), a la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y sus Recursos y al Programa Biológico Internacional que: (a) insten a los gobiernos e instituciones a que adopten medidas inmediatas para proteger y conservar el plasma germinal de las especies y procedencias de árboles forestales que están en peligro de extinción y, (b) colaboren en la confección de catálogos de las especies y procedencias de los árboles forestales en peligro de extinción y de las reservas naturales, parques, etc. en que se conservan árboles forestales indígenas.

6. Los grupos de trabajo de la IUFRO ofrecen un medio valioso para fomentar la cooperación internacional, pero la consulta estimó que los grupos de trabajo actualmente existentes no atienden a determinadas necesidades. Se pidió a la IUFRO que cree nuevos grupos de trabajo que se ocupen de los pinos y frondosas tropicales, de la hibridación entre especies y procedencias, y de los daños causados a los árboles por el frío, la sequía y otros rigores ambientales.

7. Se expresó gran satisfacción por la creación de varios centros regionales de recolección y distribución de semillas, como los que funcionan en Canberra, Oxford (Inglaterra) y Humlebaek, o han sido propuestos en Macon (EE.UU.) y México. Tales centros regionales son necesarios para la introducción de nuevas variaciones, para el estudio de las variaciones heredadas y para la conservación de los recursos genéticos. Debe prestarse pronta atención a la posibilidad de establecer nuevos centros regionales de semillas, especialmente en Africa occidental y Sudamérica.

8. La consulta aprobó el esfuerzo de la FAO para dar coordinación y apoyo a programas regionales de recolección de semillas, labor que comprende también la creación de un Grupo asesor de expertos en recursos genéticos forestales. Debería dársele una representación geográfica más amplia incluyendo en el Grupo a especialistas de Asia, Africa occidental, Sudamérica y Europa oriental. La consulta refrendó también el programa de acción propuesto por el Grupo de expertos, pero señaló que se necesitaría un mayor apoyo financiero, tanto nacional como internacional, para su realización. Sería útil que la FAO publicara periódicamente en Unasylva las últimas informaciones sobre las disponibilidades de colecciones de semillas de procedencias y sobre las propuestas expediciones de recolección de semillas.

9. Se pidió a la IUFRO que, en colaboración con la FAO, publique un documento sobre los aspectos prácticos, administrativos y económicos de las expediciones de recolección de semillas.

10. Se pidió a las sociedades forestales profesionales que incorporen a sus códigos de conducta disposiciones en que se recalque la responsabilidad personal de los técnicos forestales dedicados a la plantación o a la siembra en cuanto a: (a) obtener y registrar informaciones exactas sobre la procedencia, primaria o secundaria, del material de plantación y las semillas utilizadas, y (b) hacer todo lo posible por procurar y utilizar únicamente semillas o plantas de las procedencias que mejor se adapten al ambiente local. Todos los técnicos forestales en ejercicio deben considerar como obligación moral el atender a esa responsabilidad.

11. La consulta recomendó que el plan de certificación de semillas de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) se amplíe a todos los países, como medio de proporcionar un sistema uniforme para la identificación y control de la identidad genética de todo el material reproductivo forestal.

12. Se pidió a la IUFRO que investigue las posibilidades de desarrollar y utilizar un sistema internacional para la obtención rápida de información sobre los trabajos científicos y experimentos de genética forestal, y para la uniformación, integración y mecanización de la evaluación de caracteres con destino a la investigación en materia de genética forestal, al igual que se hace en la investigación sobre cultivos.

13. Se encareció a los administradores de los organismos de investigación forestal y de los programas de genética forestal y mejora del árbol que estudien las relaciones de trabajo entre los genetistas y los científicos de otras disciplinas, con objeto de facilitar oportunidades de conseguir la cooperación multidisciplinaria necesaria para alcanzar los objetivos de mejoramiento genético forestal en busca de resistencia a las plagas y las condiciones ambientales extremas, la calidad de la madera y otras características. Además, deberían aplicarse a los programas de mejora del árbol análisis sistemáticos generales para definir los criterios, valores y métodos de operación.

14. Se pidió a las organizaciones internacionales como la FAO, la IUFRO y la Comunidad Económica Europea (CEE) que amplíen sus actividades destinadas a coordinar la labor de los genetistas forestales en el plano regional, especialmente con respecto a las especies comunes.

15. Con objeto de asegurar el uso más eficaz de los escasos científicos y profesionales dotados de experiencia en genética forestal, se instó a los gobiernos y a las organizaciones a que colaboren contratando a técnicos que puedan ocuparse de una gran parte de la carga de trabajo rutinaria de los programas de genética forestal.

16. Los resultados importantes de la investigación deben publicarse en periódicos de amplia circulación. Los documentos que sólo cuentan con una distribución local deben enviarse a la Oficina Forestal de la Commonwealth para ser incluidos en sus Forestry abstracts. Se instó a los autores y directores de revistas profesionales a que incluyan en los resultados publicados datos de importancia fundamental como las variancias genéticas, la intensidad de selección, las correlaciones genotípicas y fenotípicas entre las características, el diseño experimental y el error de las estimaciones, datos que en el pasado se han omitido con frecuencia.

17. La consulta pidió a la IUFRO que estimule y acelere la publicación de monografías sobre las características genéticas de las especies forestales importantes, siguiendo el modelo de las publicadas por la Sociedad de Forestales Americanos y por el Instituto Forestal de la Commonwealth, de Oxford (Inglaterra).

18. La consulta tomó nota de la inclusión en el Programa de Labores y Presupuesto de la FAO para 1970-71 de ediciones revisadas del Catálogo de Semillas Forestales y del Repertorio Mundial de Institutos de Investigación Forestal, de la FAO. Recomendó que tales revisiones se concluyan rápidamente. En el nuevo Catálogo de Semillas Forestales deberán incluirse datos sobre los planes de certificación de semillas que están en marcha y sobre los proveedores de semillas de cada país que aplican esos planes.

19. Reconociendo los grandes beneficios obtenidos gracias a esta consulta y a la anterior, la consulta recomendó que se celebre una tercera reunión alrededor de 1975. Se expresó agradecimiento por la invitación extraoficial de que la próxima reunión se celebre en Australia, pero, al propio tiempo, se apoyó enérgicamente la idea de que tal reunión se celebre en una región en desarrollo que cuente con un programa de genética forestal en los trópicos o subtrópicos. El programa de la consulta debería reducirse a un número limitado de temas que puedan ser examinados a fondo.

Técnicas

FIGURA 3. - Ejemplo de la etapa del arboreto en los ensayos de especies, tomado en Mlynany, Academia de Ciencias, Checoslovaquia.

FOTO: STEINHUBEL

1. En la planificación y evaluación de los trabajos silvícolas, debería prestarse mayor atención a la composición genética de los árboles que se utilizan y a las repercusiones genéticas de los resultados obtenidos.

2. Habiéndose recalcado la necesidad de la mejora de los árboles de los bosques tropicales, se recomendaron las medidas siguientes como susceptibles de procurar un progreso más rápido por lo que respecta a las especies indígenas: realización de ensayos de procedencias, acumulación de existencias de recursos genéticos accesibles, selección y obtención de árboles «plus» e investigación de las posibilidades existentes para la propagación vegetativa.

3. Como las especies de amplia distribución son muchas veces genéticamente variables, deberían incluirse en los ensayos de introducción de tales especies muestras de diversas localidades dentro del área de distribución de la especie. A falta de estudios genecológicos completos, el concepto del ajuste ambiental puede tener valor en la selección inicial de las procedencias para los ensayos, pero no debería aplicarse con excesiva rigidez, dado el éxito registrado con las transferencias de árboles entre diversos ambientes.

4. Sólo se puede obtener una base sólida para la elección de las procedencias con un estudio a fondo de la genecología de las especies, que comprenda la determinación de sus modalidades de variación genética en relación con el ambiente. Por ello, se recomendó la realización de investigaciones genecológicas completas de todas las especies comerciales importantes, con objeto de poder hacer una predicción exacta de las transferencias de semillas que presenten ventajas. Debe prestarse especial atención a las mezclas complejas de especies tropicales, que hasta ahora se han desdeñado.

5. En la primera fase de la introducción de una especie exótica, es poco lo que se sabe sobre la adecuación de las procedencias. Por tanto, se recomendó que se recolecten semillas de árboles de calidad no peor a los de las especies dominantes y codominantes de calidad media. Hasta una fase ulterior, cuando se hayan ya identificado las procedencias mejor adaptadas a la localidad de plantación, no debe hacerse un esfuerzo especial para recoger semillas de los árboles «plus».

6. Las razas locales, obtenidas como resultado del cultivo en un ambiente particular, son por lo general superiores o iguales a las mejores procedencias del habitat indígena. Por ello, se recomendó que las semillas de las razas locales se utilicen para repoblación forestal y se incluyan en los ensayos de todas las introducciones de nuevas procedencias.

7. Una vez reconocido el significado de las interacciones entre las prácticas genéticas y la estación, los cuidados culturales, la gestión, la recolección y la utilización, la consulta recomendó la realización de nuevos estudios sobre esas interacciones y sus consecuencias económicas. Las interacciones genotipo-estación deben tenerse en cuenta mediante la repetición de ensayos de especies, procedencias y progenies en una diversidad de estaciones durante varios años. Las estaciones ensayadas deben ser típicamente representativas de las estaciones disponibles para la plantación en gran escala.

8. Reconociendo que las distintas especies y procedencias tienen diferentes requisitos para su establecimiento satisfactorio, la consulta puso de relieve la necesidad de efectuar estudios sobre las técnicas adecuadas para las fases de establecimiento en vivero y en el campo, como parte integrante del proceso de los ensayos. Algunas veces, deficiencias fáciles de corregir son causa del éxito o el fracaso de tales ensayos.

9. Los genetistas forestales deben escoger diseños eficientes de apareamiento y de pruebas de campo para los ensayos de progenies en relación con los planes genéticos y los recursos disponibles. A veces, puede dar buenos resultados un procedimiento sencillo, como es el de los ensayos de progenies de polinización por el viento.

10. Debe insistirse cada vez más en la necesidad de efectuar estimaciones de la ganancia genética obtenida en los ensayos de procedencias y de progenies, y de la variancia genética aditiva y no aditiva. Contando con esas estimaciones, es posible pronosticar las ganancias genéticas que se pueden lograr con diferentes sistemas de mejora.

11. Casi todos los programas de mejoramiento genético se han concentrado en el mejoramiento de caracteres complejos tales como el porcentaje de crecimiento y la calidad del fuste y de la madera; sin embargo, debe prestarse una mayor atención a caracteres simples. Entre ellos, habrá que atender especialmente a los que son más heredables y tienen mayor influencia con respecto a los usos económicos y técnicos de la madera.

12. Las correlaciones entre los caracteres de importancia económica varían enormemente según la especie y la estación. Si la estimación de la correlación genotípica presenta dificultades, es posible apoyarse en las estimaciones de la correlación fenotípica. Cuando las correlaciones son negativas, la mejor solución puede ser establecer un índice de selección que dé por resultado la ganancia económica óptima. A veces, esta solución es imposible en la práctica debido a la falta de una información económica exacta. Por ello, debe prestarse mayor atención a la preparación de coeficientes de ponderación económica mediante la cooperación entre los genetistas forestales, los analistas económicos y los usuarios de los productos forestales.

13. Dado el hecho de que las autoridades forestales, especialmente en los países en desarrollo, se ven frecuentemente sometidas a presiones para la realización de proyectos de repoblación forestal en gran escala, antes de poder obtener datos adecuados sobre el valor de las especies implicadas, debe prestarse una atención particular al establecimiento de correlaciones entre las expresiones juveniles y adultas de las propiedades importantes, incluidas las relativas a la calidad de la madera y a la resistencia a los factores limitativos del ambiente.

14. Se necesitan con urgencia estudios sobre los factores que regulan el alto rendimiento de los árboles aislados y de los rodales, con objeto de mejorar la eficiencia de los programas de selección. El alto rendimiento en volumen debe considerarse siempre en relación con la calidad. Las investigaciones sobre los factores fisiológicos y los efectos competitivos son medios que probablemente pueden ayudar a obtener una mejor comprensión de los componentes del rendimiento. Es preciso dar una mayor importancia a la correlación existente entre la fonología y la tasa de crecimiento.

15. Debido a la necesidad de una mayor normalización en los métodos de evaluar las características del fuste, la rama, la copa, la madera y la resistencia, al menos dentro de una especie o de un grupo de especies similares, se pidió a la IUFRO que preste atención a la elaboración y adopción de instrucciones internacionalmente aceptables para esta evaluación.

16. La evaluación de la rectitud del fuste debe guardar relación con el uso final que se proponga para la madera y con la edad del árbol. La selección fenotípica de primer ciclo para la rectitud del fuste ha demostrado ser sumamente eficaz en numerosas especies y no implica necesariamente ninguna pérdida en la producción volumétrica. Como la mejora por lo que respecta a la rectitud del fuste es relativamente fácil, se pidió a los genetistas que no rechacen prematuramente especies, procedencias o árboles «plus» que ofrezcan cualidades sobresalientes, pero tengan algún defecto en cuanto a rectitud del fuste.

17. Para las especies de crecimiento natural recto, los genetistas deben escoger árboles que tengan una superior capacidad para el rápido restablecimiento de una nueva guía después de su marchitez o ruptura.

18. Debe tomarse en consideración la calidad de la madera cuando se proceda a la elección de genotipos y de estaciones para la repoblación forestal y las técnicas de cultivo que hayan de aplicarse. Debe especialmente insistirse en la determinación de las necesidades en materia de calidad de la madera, que puedan servir de orientación al genetista forestal. Conviene prestar especial atención a las especies frondosas y tropicales sobre las cuales se tienen pocos datos.

19. Se pidió a la IUFRO que otorgue especial atención a la recopilación, por especies, de los datos disponibles sobre el método más eficiente y el tamaño de la muestra para la evaluación de la calidad de la madera en las masas forestales.

20. Se señaló la importancia de los beneficios potenciales que pueden derivarse del mejoramiento genético para fijar caracteres de resistencia a las plagas y enfermedades, y sobre la necesidad de efectuar comparaciones detenidas con métodos diferentes tales como la lucha biológica, silvícola o química. En algunos casos, el éxito de una especie puede depender totalmente del mejoramiento genético en favor de la resistencia, o restablecerse gracias a él. Además, puede conseguirse muchas veces una mayor resistencia dentro del marco de un programa general de mejora genética.

21. Se puso de relieve la necesidad de ampliar los conocimientos sobre fonología y fisiología en relación con los daños causados por el frío, las sequías y otros factores limitativos del clima y del suelo.

22. Debería acelerarse la labor de investigación relativa a la producción en masa de variedades de alto rendimiento con objeto de: (a) determinar los factores que regulan la producción de flores y semillas, incluidos los métodos de polinización en masa controlada y la producción de semillas apomícticas; (b) determinar el grado de mejoramiento genético de las progenies procedentes de las zonas de producción de semillas, y (c) elaborar métodos de propagación vegetativa en masa. Debería prestarse especial atención a las evaluaciones sistemáticas del poder de enraizamiento de las variedades de alto rendimiento.

23. Dado el hecho de que los monocultivos coetáneos representan a menudo la forma más rentable de inversión forestal, la consulta pidió a los genetistas forestales que presten atención a la necesidad de reducir al mínimo los riesgos potenciales de tales cultivos.


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