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La labor de la FAO


Comisión forestal para el cercano oriente
Desarrollo de las industrias forestales en América Latina
Comisión Forestal Europea

Comisión forestal para el cercano oriente

El Gobierno del Irán adoptó disposiciones amplias y muy bien acogidas para la celebración de la sexta reunión de la Comisión Forestal para el Cercano Oriente, celebrada del 25 al 30 de abril de 1970 en Teherán con la asistencia de 24 participantes, que representaban a Francia, Irán, Jordania, República Arabe Libia, Arabia Saudita, Turquía y el Reino Unido.

La Comisión eligió Presidente al Subsecretario de Recursos Naturales del Irán, M.H. Djazirei, y vicepresidentes a A.K.O. Faden (Arabia Saudita), M. Houiran (Jordania) y M.B. El Messaudi (Libia). Actuó como Secretario el Oficial Regional de Montes de la FAO, Khalid Hamad.

En su examen del estado de la silvicultura en la región del Cercano Oriente, los delegados dedicaron principalmente su atención a las actividades de plantación forestal, el desarrollo de las industrias forestales y la lucha contra el pastoreo en los montes.

Aunque los informes procedentes de los gobiernos señalan que la tasa de repoblación forestal con fines industriales ha aumentado en los años últimos, la Comisión convino en que la repoblación protectiva en grandes zonas de la región es aún de alta prioridad y debería recibir, por tanto, una proporción mucho más elevada de las inversiones. En este contexto, los países acogerían favorablemente una nueva ayuda del Programa Mundial de Alimentos. La considerable ampliación de las operaciones para la fijación de dunas arenosas, en la que tanto Irán como Libia han realizado considerables progresos técnicos, justifica la organización de un centro de capacitación que podrá ser útil para todos los Estados Miembros.

La Comisión estimó que el desarrollo de las industrias forestales en esta región dista aún de ser satisfactorio, lo que no se debe a la falta de recursos forestales adecuados. Las importaciones netas de productos forestales se aproximan a un valor anual de 200 millones de dólares EE.UU., y se espera que la demanda crezca considerablemente. Parece probable que la demanda de madera aserrada se duplique durante los dos decenios próximos, se quintuplique la de productos de paneles a base de madera y la de papel aumente en no menos de siete veces. Todo apunta a favor de que se desarrollen las industrias forestales dentro dé la región, y, en este sentido, se han orientado diversos proyectos nacionales del Fondo Especial ejecutados por la FAO.

Es necesario conseguir nuevos aumentos de las tasas anuales de repoblación forestal, del aprovechamiento más completo de los residuos y la leña con fines industriales, de la integración vertical, del empleo de variedades de crecimiento rápido en las plantaciones y de técnicas de plantación mecanizadas, así como de la aplicación de los resultados conocidos de las investigaciones. Debe colmarse el actual déficit en materia de información sobre la economía de la creación y mantenimiento de plantaciones industriales, con y sin riegos. La Comisión recomendó también la creación de un centro de suministro de semillas para especies escogidas - en especial de coníferas - que tengan interés para los países de la región.

La regulación y el control del pastoreo forestal sigue siendo un problema vital para el desarrollo del sector forestal. La Comisión tomó nota de los progresos conseguidos en diversos países, pero se vio obligada a reconocer que, en otros puntos, es preciso aún modernizar los reglamentos que rigen los derechos de pastoreo. Entre las medidas encaminadas a atenuar o eliminar las prácticas dañinas de pastoreo forestal se cuentan la adquisición por el Estado de los derechos de que disfrutan las comunidades pastorales; el traslado de poblaciones a otras zonas adecuadas; la oferta de otros medios de existencia; la asistencia técnica, financiera y material para racionalizar la cría de ganado mediante el desarrollo de los montes; la habilitación de abrevaderos controlados; el desarrollo de especies forrajeras; la limitación del número y tipo de cabezas de ganado cuyo pastoreo se autoriza, y el cierre permanente o temporal de determinadas zonas. Las dificultades con que tropiezan la mayoría de los servicios forestales para realizar el control del pastoreo se deben a que no están equipados para imponer la observancia de los reglamentos de pastoreo ya vigentes.

La Comisión examinó también otras materias, entre ellas el valor potencial de la fauna silvestre y los parques nacionales del Cercano Oriente, la coordinación de la investigación forestal en la región, y las actividades de la Subcomisión de Problemas Forestales Mediterráneos, de la FAO, que sigue siendo por ahora un órgano auxiliar de la Comisión, pero, probablemente, se convertirá más tarde en una entidad separada.

La Comisión tomó nota con satisfacción de que la ayuda técnica a la silvicultura del Cercano Oriente, encauzada por conducto de la FAO, ha aumentado últimamente en grandes proporciones, y de que existen síntomas de que los programas de ayude multilaterales y bilaterales están siendo mejor coordinados. Se formularon diversas recomendaciones sobre el futuro programa de trabajo del Departamento de Montes de la FAO, y la Comisión pidió que las administraciones forestales de Irán, Jordania, Paquistán y Sudán colaboren con la FAO para preparar una edición moderna del estudio Política, derecho y administración forestales, que deberá estar concluido para su presentación como contribución de la FAO al Séptimo Congreso Forestal Mundial.

Desarrollo de las industrias forestales en América Latina

Se puede afirmar que la Reunión Regional sobre el Desarrollo de las Industrias Forestales, de la Celulosa y del Papel, en América Latina, celebrada en México del 19 al 26 de mayo de 1970, es la primera organizada, en conjunto, por la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) de las Naciones Unidas, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI). Patrocinada por la Asociación Mexicana de Técnicos de las Industrias de la Celulosa y del Papel (ATCP), en ocasión de su décima reunión anual, contó con la participación del Banco Interamericano de Desarrollo, que contribuyó a sufragar los gastos.

Participaron 85 delegados de 27 países, 2 organismos internacionales y 5 intergubernamentales, así como 180 observadores de varias industrias forestales de México. Plácido García Reynoso, Subsecretario de Industria y Comercio de México, fue elegido presidente de la reunión; Octavio Campos Salas, Ministro de Industria y Comercio de México, presidente honorario; Jorge Catepillán (Chile) y Joseph Tyndall (Asociación de Libre Comercio del Caribe), vicepresidentes y Salvador Carrasco (México), relator.

Carlos Quintana, Secretario Ejecutivo de la CEPAL y B. K. Steenberg, Director General Adjunto de la FAO, dirigieron la Secretaría, integrada, además, por R. Aguilar Bolaños, Oficial para el Desarrollo Industrial de la ONUDI y Jaime Reyes, Presidente de la ATCP, desempeñándose como ayudantes E. J. Vakomies, Director de la Dirección de Comercio e Industrias Forestales de la FAO y S. Raisanen, Jefe del grupo asesor CEPAL/FAO/ONUDI en industrias forestales para América Latina. La reunión tuvo por objeto congregar representantes de los Estados, industriales, investigadores, ingenieros forestales y planificadores económicos, para que concentraran su atención en:

a) los problemas que todavía presenta el aprovechamiento de las materias primas en las industrias forestales de la América Latina;

b) las innegables oportunidades que se presentan para desarrollarlas elevando, en gran medida, la producción de pasta, papel, madera aserrada y tableros a base de madera.

Estos mismos temas fueron objeto de la primera conferencia forestal de la FAO, celebrada en Brasil en 1948, seguida de la Conferencia Naciones Unidas/FAO sobre la industria de la pasta y el papel, celebrada en Argentina en 1954, fecha desde la cual ha funcionado, en Santiago de Chile, un grupo asesor regional CEPAL/FAO en industrias forestales para América Latina y ha celebrado muchas reuniones técnicas y períodos de sesiones la Comisión Forestal Latinoamericana de la FAO.

La Secretaría proporcionó documentos y antecedentes para la reunión de México, basándose en los estudios hechos por los consultores y por la ATCP, los representantes de la industria y los ingenieros forestales de cada país. Los principales temas que se debatieron son los que se enumeran a continuación:

1. Materias primas

Una de las causas por las cuales no se aprovechan los recursos forestales de la América Latina, abundantes en apariencia, es su composición. Prácticamente, todas las especies son frondosas, no representando las coníferas nada más que 20 millones de ha, en una superficie total de 900 millones. Las plantaciones artificiales de la región, según se estima, cubren 2,2 millones de ha, de las cuales 1,3 millones corresponden a frondosas (Eucalyptus principalmente) y 865 000 ha a coníferas (en su mayoría pino).

Sin lugar a dudas, se podrían llegar a satisfacer las necesidades de madera de frondosas de la región, hacia 1985, si se tomaran las medidas necesarias para utilizar las grandes reservas con que se cuenta e, incluso, podrían producirse excedentes de determinados productos, que tendrían colocación en el mercado, fuera de la región.

Por el contrario, los actuales bosques naturales de coníferas se están agotando rápidamente. A pesar de los esfuerzos realizados para poner en producción las mejores reservas de México, Guatemala, Honduras y Nicaragua, se estima que, para que la región logre autoabastecerse, hacia 1985, habrá que hacer plantaciones capaces de producir alrededor de 22 millones de m³ de madera en pie, para la industria de elaboración mecánica de la madera, pudiendo aportar las actuales plantaciones de coníferas alrededor de 7 millones de m³ solamente. Para la fabricación de pasta, se necesitarían aproximadamente 24 millones de m³ de madera de coníferas, pero todos los recursos con que se cuenta actualmente, probablemente, producirían sólo 15 millones de m³, de manera que el déficit regional de esta materia prima ascendería a 15 millones de m³ de madera, para elaboración mecánica, y 9 millones, para la fabricación de pasta. En la reunión se estuvo de acuerdo en que, en lo que a materias primas se refiere, cada país debería esforzarse por ampliar sus plantaciones de coníferas, tratando al mismo tiempo de aprovechar las grandes existencias de frondosas. Los gobiernos deberían formular una política forestal, con el fin de que se tomen las medidas necesarias para asegurar el suministro de materias primas, en el futuro, y ampliar suficientemente los actuales servicios forestales, para que puedan ocuparse del manejo de los bosques respectivos.

2. Aserraderos

El escaso aumento de capacidad de los aserraderos de la región debería remediarse, reorganizándolos y modernizándolos, mejorando los métodos de abastecimiento de materias primas y formando cuadros. También se debería mejorar la colaboración entre el Estado y la industria privada, difundir la aplicación de las normas de clasificación y hacer más investigaciones sobre las propiedades de las diversas especies madereras y su tratamiento con sustancias preservativas, siendo necesario recopilar, analizar y difundir una cantidad mucho mayor de información con el fin de promover y ampliar los mercados.

3. Tableros a base de madera

De acuerdo con lo previsto por la Secretaría, el consumo regional de estos productos, según se espera, se duplicará, en 1975 y, hacia 1985, ascenderá a 5 veces más que en 1967. Las necesidades nacionales de viviendas y muebles están aumentando con rapidez. En 1969, había todavía un excedente, para la exportación, de alrededor de 1 millón de dólares, lo cual no es mucho, si se tienen en consideración los recursos madereros de la región.

En la reunión, se recomendó que, bajo los auspicios de los gobiernos y la industria y con la cooperación de los organismos internacionales y de las asociaciones comerciales y nacionales, se explore la posibilidad de establecer un centro latinoamericano de coordinación de las industrias de tableros de madera, con el fin de proporcionar información técnica de comercialización y de promoción de venta a los países miembros.

4. Pasta y papel

En un documento, que sirvió de antecedente, se señala que la demanda de papel aumentará, según se espera, a razón de 6,9 por ciento al año, llegando a unos 7 millones de toneladas hacia 1975, en comparación con una producción que se estima en 5¼ millones de toneladas, y sería suficiente para satisfacer el 75 por ciento de la demanda. El déficit regional (de 1 700 000 toneladas, aproximadamente) corresponde a alrededor de 300 millones de dólares. Más del 60 por ciento de dicho déficit corresponde al papel para periódicos y el resto a otros papeles, principalmente los de embalaje. El déficit de papel para periódicos se debe, en gran parte, a que no se han construido nuevas fábricas en América Latina desde 1965, ni tampoco las hay en proyecto.

Durante la reunión, se informó sobre los aspectos técnicos de la utilización de la madera de eucaliptus joven, en la fabricación de papel para periódicos, cuyos resultados pueden constituir una verdadera brecha en el aprovechamiento de las plantaciones y podría reemplazar a la clásica pasta mecánica de coníferas en la composición del papel para periódicos.

El aumento del consumo de sacos de papel resistente y de cajas de cartón acanalado, en vez de las de madera, para el transporte de los plátanos, ha hecho que aumente su producción. Sin embargo, alrededor del 20 por ciento del papel necesario para embalaje se seguía importando, por lo cual es preciso fomentar el uso de las materias primas locales, especialmente del bagazo. La demanda de papeles de embalaje es probable que se duplique en los próximos 10 años, llegando a unos 4 millones de toneladas en 1975, y a alrededor de 8 millones hacia 1985.

5. Posibilidades de exportación

Las recomendaciones, en el sentido de fomentar las exportaciones, giraron en torno a la necesidad de establecer normas de calidad y medidas, claramente definidas, que cumplan con los requisitos del mercado internacional, y de hacer una evaluación de los problemas existentes en los puertos latinoamericanos. El grupo asesor en industrias forestales para América Latina, en Santiago, debería crear un centro latinoamericano de estadística para recopilar y publicar la información y realizar estudios sobre los mercados de exportación.

6. Integración

Durante toda la reunión, se insistió en la necesidad de integrar las industrias, formando complejos de instalaciones industriales, que elaboren, en forma coordinada, las materias primas procedentes de un mismo bosque.

Para solicitar un ejemplar del informe de la reunión, diríjase a:

Grupo Asesor CEPAL/FAO/ONUDI en Industrias Forestales para América Latina
Casilla 10095, Santiago, Chile.

Comisión Forestal Europea

En su 15° período de sesiones, celebrado en la sede de la FAO en Roma, del 8 al 11 de septiembre de 1970, la Comisión Forestal Europea (CFE) despachó un programa completo, que incluía una reunión conjunta con la Comisión Europea de Agricultura, (ECA), de un día de duración. Precedieron a la reunión dos días de discusiones mantenidas por un grupo de trabajo especial sobre la repercusión de las necesidades de medios recreativos en la planificación de la ordenación forestal.

El número de representantes que asistieron a la reunión 1 ha constituido una indicación alentadora de la importancia que los Estados Miembros atribuyen a la Comisión y a sus actividades, en momentos en que algunos consideran que las comisiones forestales regionales de la FAO han cumplido ya su misión y que, en su forma presente, ya no son útiles.

1 Asistieron delegados de los 22 países siguientes: República Federal de Alemania, Austria, Bélgica, Bulgaria, Checoslovaquia, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Grecia, Irlanda, Israel, Italia, Noruega, Países Bajos, Polonia, Reino Unido, Rumania, Suecia, Suiza, Turquía y Yugoslavia; representantes do las Naciones Unidas y de la Organización Internacional del Trabajo (OIT); y observadores de la Unión Internacional de Organizaciones de Investigación Forestal (IUFRO), la Comunidad Económica Europea (CEE), y la Comisión Europea de Agricultura (ECA).

La Comisión reeligió para el cargo de Presidente a F. Tomulescu (Rumania) y, como vicepresidentes, a F. Ortuño (España) y F. Ebeling (Suecia). M. de Coulon (Suiza) fue elegido Vicepresidente en sustitución de M. Velay (Francia) que no ha podido seguir prestando sus servicios. Actuó como Secretario Eero Kalkkinen, Director de la División de la Madera CEPE/FAO.

Los delegados examinaron la labor realizada por los órganos auxiliares de la Comisión desde la última reunión de la CFE, celebrada en Ginebra en 1968, y la cooperación con el Comité de la Madera de la CEPE. Se decidió modificar las funciones de un grupo de trabajo para que se ocupe en el futuro de la ordenación de las cuencas hidrográficas de montaña, y organice con la Comisión Económica de las Naciones para Europa, a principios de 1972, un simposio sobre la coordinación entre la silvicultura y las industrias de elaboración de la madera. Se aprobó un esquema de programa para ese simposio.

La Comisión propuso que, en sus futuras reuniones, se adopten disposiciones para invitar a expertos forestal les de reputación internacional a que pronuncien conferencias sobre materias de especial interés para los formuladores de la política, celebrándose después un debate general sobre la materia. La preocupación de todos los países miembros con los problemas del medio ambiente y las funciones sociales cada vez más importantes de los montes deben tenerse presentes como posibles temas de discusión. También deberán examinarse a fondo algunos problemas técnicos actuales.

En su reunión anterior, la Comisión había recomendado la organización de cursos de enseñanza post-graduación o de «repaso» para técnicos forestales superiores. Se congratuló en señalar que, en la primavera de 1970, se ha celebrado en la República Federal de Alemania uno de estos cursos de gestión o ejecutivos, con participación de Austria y Suiza.

Por lo que respecta al aprovechamiento recreativo de los montes, la Comisión expresó la opinión de que la administración forestal, el propietario del bosque o su administrador sienten a menudo dudas acerca de la medida en que deben tratar de atender a las demandas de medios recreativos, o solicitarlas. Ello sugiere la necesidad de una cuantificación y evaluación de las demandas y servicios, en la cual entra también la evaluación de la capacidad física del bosque para absorber las necesidades de medios de recreo, que son a veces muy fuertes y pueden alterar totalmente el ambiente forestal.

Los métodos de evaluación de esa demanda de medios de recreo están siendo estudiados en varios países; su mayor desarrollo corresponde a América del Norte, pero también es notable en algunos países europeos, por ejemplo, en los Países Bajos, y Rumania. Las muchas diferentes formas de actividades recreativas, así como sus variaciones estacionales, han hecho necesaria la introducción de definiciones y clasificaciones, tanto de esas actividades como de las zonas más adecuadas para su realización.

Durante el debate salieron a la superficie dos características particulares: es cada vez mayor el número de personas que poseen una residencia secundaria, una casa de campo. Esta tendencia ha adquirido su máxima popularidad en Escandinavia y en Francia. En Suecia, por ejemplo, cerca de medio millón de familias poseen una segunda residencia. Esas residencias están generalmente situadas en zonas forestales y afectan claramente a la planificación regional del aprovechamiento de la tierra. Otro aspecto digno de consideración es la motorización. En Suecia, los Países Bajos y el Reino Unido, dos terceras partes de la población realizan actividades familiares espontáneas, tales como «picnics» y excursiones recreativas. Ello ha planteado el problema de cuáles sean las carreteras forestales que deban dejarse abiertas al tráfico motorizado. Se convino en que los caminos forestales secundarios no pueden abrirse al tráfico sin reducir el valor del medio forestal para otros grupos de excursionistas (además de dificultar las operaciones de extracción de maderas). Se recordó que muchos de los habitantes de una ciudad de primera importancia realizan visitas a bosques situados a más de 200 km en los fines de semana normales. La distancia no constituye hoy día un problema.

El ambiente forestal ofrece muchas clases diferentes de atractivos, y es muy necesario ampliar la investigación relativa a estas materias. Es esencial contar con alguna clase de investigación de mercados, con estadísticas de apoyo, y se propuso que la Unión Internacional de Organizaciones de Investigación Forestal emprenda los proyectos necesarios, en cooperación con otros organismos.

A este respecto, cabe citar un informe relativo a una conferencia sobre temas forestales, pronunciada en el mes de septiembre ante la Asociación Británica para el Adelanto de las Ciencias. Un diario ha dicho lo siguiente: «no es muy frecuente que un documento sobre temas forestales haya dejado al público con la boca abierta y haya indignado a una parte del mismo». El tenor del referido discurso era el siguiente: primero, que en un futuro no muy alejado los bosques de producción comercial en el Reino Unido se limitarán a unas cinco unidades industriales en gran escala (cerca de 100 000 hectáreas); segundo, que la mayor parte de los montes británicos deben ser ordenados como bosques ambientales, con guardas forestales que desempeñen el papel de gestores de medios de esparcimiento y no de gestores de recursos; y, por último, que los bosques dentro del desarrollo del paisaje podrían contribuir a conciliar las necesidades de una población cada vez mayor en una estructura industrial y social sometida a continuos cambios, con la conservación de los medios de recreo y de la calidad del ambiente. En aplicación del punto segundo, sería necesario proporcionar bosques para el recreo de la población predominantemente urbana. Las instalaciones deberían de ser mucho más importantes que los actuales estacionamientos de automóviles, pistas y campamentos, para comprender también hoteles, restaurantes, museos, zonas acuáticas interiores, pistas de esquí, pistas de carreras, parques zoológicos y parques de diversiones.

En su debate, la Comisión convino en que los técnicos forestales deben estimular las actividades recreativas basadas en el bosque, pero oponerse a los tipos de esparcimiento que pueden practicarse en cualquier otro lugar. El administrador de un bosque debe también procurar que su empresa sea sólida, no sólo biológica y físicamente, sino también en el aspecto financiero. Hay momentos en que por diversas razones no se ha otorgado prioridad en el campo de la silvicultura a las consideraciones financieras. En los decenios últimos, los precios de los productos forestales han tendido a ser más bien estáticos mientras los gastos aumentaban, y los beneficios disminuían o llegaban a ser negativos. La empresa forestal de hoy debe obtener sus ingresos en todas las fuentes disponibles. No deben ya seguirse dando por supuestos, a título gratuito, los servicios y los medios recreativos que se facilitan.

Por otro lado, los propietarios de montes y los técnicos forestales han tendido muchas veces a dejarse influir por tradiciones antiguas, y aislarse así de otros sectores de la sociedad. El sector forestal debe comprender que tiene que integrarse plenamente en la sociedad, con el fin de encontrarse en condiciones de justificar sus peticiones financieras.


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