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8. PERFIL DE ALIMENTACION. LANGOSTINO.

8.1 Antecedentes y desarrollo del cultivo.

El langostino, Macrobrachium rosembergii, es originario de Asia, abarcando las áreas tropicales y subtropicales de la región Indopacífica, en donde son muy generalizados los trabaios de semicultivo por captura de postlarva y engorda en estanques (New, y Singholka, 1984)

Esta especie se introdujo por primera vez al país en septiembre de 1973, procedentes de la India: los ejemplares fueron enviados a Cacalotán, Sinaloa para su estudio. Posteriormente se hicieron introducciones procedentes de Honduras, Hawai y otros países, ampliando su distribución a localidades como Coyuca de Benítez en Guerrero, los Tuxtlas en Veracruz y otras (Arredondo, 1983).

Los primeros intentos de cultivo de M. rosembergii, corresponden a los trabajos desarrollados en 1977 en el poblado de Altata, Municipio del Rosario, Sinaloa, con postlarvas introducidas con este fin, dichos trabajos fueron auspiciados por la iniciativa privada en una pequeña granja donde se obtuvieron resultados alentadores.

En general, la tecnología aplicada en nuestro país, está basada en los métodos originales de cultivo implementados en 1962 por el Dr. Ling en Malasia y desarrollados a partir de 1972 por el Dr. Fujimura y Okamoto en Hawai, (New, y Singholka, op cit, 1984)

En México se reconocen ll especies autóctonas de Macrobrachium y una exótica (M. rosembergii; Guzmán et al, 1977). Con respecto a las primeras, 5 se distinguen por ser de importancia comercial, localizándose 3 de la vertiente del Golfo de México (M. acanthurus, M. carcinus y M. orfersi) y 2 en la vertiente del Oceáno Pacífico (M. tenellum y M. americanum). Actualmente se tienen algunas experiencias positivas en el semicultivo de éstas, partiendo de la captura de postlarvas silvestres. Para 1988 se tienen proyectos experimentales y pilotos para el cultivo de algunas especies del género Procambarus y del langostino australiano Cherax tenvimarus (Avilés, y Garcia, 1987)

La captura de especies nativas durante 1985 fué de 3,370 ton, no registrándose producción por cultivos controlados; en 1986 la producción de langostino por captura de poblaciones silvestres fué de 3,094 ton y 161 por cultivos, éstas últimas generadas por 22 unidades de producción del sector social y 23 del privado, en una superficie total de 276.3 has, (Avilés y García, op cit). La producción de postlarvas se realiza en 7 centros acuícolas y 6 laboratorios del sector público, además de 7 laboratorios de la iniciativa privada, con una capacidad productiva global de 115 millones de postlarva por año, registrándose una producción de 11.5 millones de organismos durante 1986 (Avilés y García, op cit). Los sistemas de cultivo bajo los cuales se han obtenido las cifras antes mencionadas son: intensivo para la producción de postlarva y semiintensivo para la engorda.

8.2 Perfil de los centros y unidades de producción.

El número de centros acuícolas y unidades de producción encuestados son 6, correspondiendo 2 al sector público, 2 al social y 2 al privado, distribuídos en 4 entidades federativas, destacando el Estado de Morelos donde se registran el mayor número de unidades de operación (fig. 25, anexo 7, tabla 7.1).

El cultivo en los diferentes centros y unidades de producción, no comprende el ciclo completo, así, la producción de postlarvas se contempla en el 67% de los casos, la fase de preengorda en el 83%, la de engorda en el 33% y la de reproductor en el 50%, utilizando en el 100% de los cultivos el M. rosembergii, (anexo 7)

8.2.1 Infraestructura y agua.

El tipo de instalaciones utilizadas depende fundamentalmente de la fase dè cultivo, manejándose en la de larva, estanques de concreto cubiertos con dimensiones de l a 16 m3, con recambios de agua diversos que van del 10 al 100% del volumen por día, proporcionando además aereación durante las 24 hrs; para la de postlarva o preengorda, se emplean estanques de concreto y rústicos; en el caso de los primeros las superficies son de 2.43 a 700 m2 y recambios del volumen de agua del 10 al 50% al día contando con aereación las 24 hrs en algunos casos; en lo que concierne a los rústicos, las dimensiones van de 415 a 800 m2 con recambios de agua desde 1 al 100% del volumen por día; la engorda se lleva a cabo en estanques rústicos con áreas promedio de 2 800 m2, con recambios de agua del 50% del volumen por día y un gasto mínimo para la reposición de niveles; y en reproductor se manejan estanques de concreto y estanques rústicos con dimensiones que oscilan entre 120 y 700 m2, el recambio del volumen de agua en éstos es del 10% en algunos y reposición de niveles en otros (anexo 7, tabla 7.2).

Con respecto a la calidad del agua, se registran temperaturas extremas de 26 a 31°C, con un promedio de 28.5°C; la concentración de oxígeno fluctúa de 5 a 9 mg/lt para las cuatro fases del cultivo, y los valores de salinidad que sólo se registran en la fase de larva, son de 12 a 14 (anexo 7, tabla 7.3).

8.2.2 Patrón de alimentación.

La alimentación es muy variada, en relación a la fase de cultivo y disponibilidad de alimentos en la región. En larva es común el empleo de pescado fresco (molido y tamizado), registrándose una unidad en donde además de éste, se suministra un alimento elaborado ahí mismo. En postlarva o preengorda se suministran en general los alimentos balanceados en su presentación original, siendo éstos: los de Albamex en las líneas de engorda para pollo y engorda para trucha; los de Purina en las líneas de pollo iniciador; y una dieta de elaboración propia; los tamaños de partícula de éstos van de 1 a 10 mm. En engorda se emplean dos tipos de alimentos, el de Albamex de la línea bagre reproductor y el de la Conasupo de la línea de engorda para pollo, moliendo este último antes de administrarlo; los tamaños de partícula van de 1 a 10 mm. El alimento que se proporciona a los reproductores es el de Purina (engorda para pollo), con un tamaño de partícula de 5 mm (fig. 26).

El suministro de los alimentos difiere para una misma fase de cultivo; en la de larva sólo se registran las tasas de alimentación en un centro del sector público y en una unidad, manejándose de 300% y de 10%, respectivamente. La frecuencia de distribución en los diferentes casos es de 2 a 5 veces/día; en la postlarva o preengorda la tasa de alimentación oscila entre el 3 y el 12%, con una frecuencia de 1 a 2 veces/día; en la de engorda el porciento de alimentación diario va del 3 al 17% proporcionándola en general dos veces/día; y en los reproductores la tasa fluctúa entre el 1 y el 5% administrándola con una frecuencia de 1 a 2 veces/día (anexo 7, tabla 7.5).

Los registros de la conversión alimenticia no se tienen evaluados en la mayoría de los casos, reportándose solamente en 2 centros acuícolas para la fase de reproductor y son de 3 y 4.8 (fig. 27; anexo 7, tabla 7.8).

La composición proximal de los alimentos balanceados es muy variada, siendo ésto más evidente en el contenido promedio de proteínas entre los alimentos elaborados en las propias instalaciones de producción de langostino (42.5% prot.) y los obtenidos comercialmente de las líneas para peces (32% prot.) y para aves, (20% prot.; anexo 7, tabla 7.4).

De igual manera los costos de los alimentos difieren, registrándose valores extremos de 300,000 y l'390,000 pesos/ton, ($151.96 y $704.08 U.S. dlls/ton) correspondiendo respectivamente a las líneas para aves y langostinos (elaborada en las propias granjas).

8.2.3 Alimentación suplementaria.

En la fase larval del langostino se utiliza la larva nauplio de la Artemia salina como alimento vivo, proporcionándose en raciones de 1 a 5 nauplios/ml 1 vez/día, manualmente, para lo cual se dedican de 20 a 90 min; ocupando para la instalación del cultivo de la Artemia de 90 a 120 min.

Los principales problemas implicados en la producción de Artemia registrados son: mala calidad de los quistes, desconocimiento de las técnicas de cultivo, y costo elevado del nauplio como tal: de 20 000 hasta 130 000 pesos/lb ($10.13 hasta $65.84 U.S. dlls/lb; anexo 7, tabla 7.6).

8.2.4 Fertilizantes y estrategias de aplicación.

Los fertilizantes se usan más frecuentemente en las fase de larva y preengorda, sobre todo en los casos donde se realiza el cultivo en “agua verde” 2. En los estanques de larva se adiciona una vez por semana una solución de 2 fertilizantes (una parte de triple 17 + una parte de sulfato de amonio + agua), que se aplica a razón 0.1 kg/m3 de agua aproximadamente (anexo 7, tabla 7.7); en la postlarva o preengorda se emplean tanto mezclas de fertilizantes inorgánicos (1/4 parte de triple 17 + 3/4 partes de sulfato de amonio), como de inorgánicos y orgánicos (500 kg/ha de estiércol + 13 kg/ha de superfosfato triple), suministrándolo cada quince días; en la engorda se aprovechan los fertilizantes orgánicos, frescos (desechos fecales de ganado vacuno y de aves), a razón de 115 kg/ha; y en la de reproductores se utilizan los fertilizantes inorgánicos, adicionándo los semanalmente a los estanques en una relación de 0.05 kg/m2 (tanto de triple 17 como de sulfato de amonio; anexo 7, tabla 7.7).

En general no se registran problemas derivados del efecto de la fertilización, pero sí en la obtención de los abonos orgánicos.

Los costos de los fertilizantes se reportan sólo en dos casos y son: sulfato de amonio 60,000.00 pesos/ton ($30.39 U.S. dlls/ton) y superfosfato triple 150,000.00 pesos/ton ($75.98 U.S. dlls/ton; anexo 7, tabla 7.7).

2 Cultivo en agua verde: cultivo mixto de fitoplancton, en el que predomina Chlorella sp, alcanzando densidades de 750,000 a 1'000,000 de celulas/ml (New, y Singholka, op cit, 1984)

8.2.5 Problemática del patrón de alimentación.

El principal problema que afrontan los productores es la falta de un alimento balanceado específico para la especie, teniendo que elaborar éstos sus propios alimentos o en su defecto utilizar las líneas para otras especies como son las de peces o las de aves, derivándose de ello limitaciones en cuanto al contenido de nutrientes, estabilidad, tamaño de partícula y costo; realizando en algunos casos, tratamientos previos al uso del alimento como son el molido, tamizado y adición de otros ingredientes a nivel regional para mejorar las características del alimento. Por otro lado, en el caso de los que elaboran su propio alimento, se reporta poca disponibilidad y costo elevado de los ingredientes.

En las instalaciones dedicadas al cultivo, se carece de almacenes suficientes y adecuadas para el buen mantenimiento del alimento, no contando además con laboratorios ni equipo básico para el análisis y registro de los diferentes parámetros de ésta actividad.

8.2.6 Bases de cultivo.

Las densidades, pesos iniciales de siembra, tasas de sobrevivencia y períodos de duración de cada fase registrados, difieren marcadamente sobre todo en las dos primeras fases del cultivo en los diferentes centros y unidades de producción. En la de larva se maneja una densidad de 30,000 a 100,000 orgs/m3, desconociéndose el peso de los organismos; la sobrevivencia varía de 50 a 75% y el tiempo reportado para esta fase va de 21 a 42 días; en la preengorda las densidades extremas son de 60 org/m2 y 4000/m2, porque el peso de siembra de los organismos varía de 0.01 a 0.65 grs y las tasas de crecimiento de 1.7 a 6.3; la sobrevivencia registrada oscila entre 45 y 85%. En la engorda la densidad promedio es de 13.5 org/m2, y el peso de éstos para la siembra es de 0.16 a 2 grs, durando esta fase de 140 a 224 días, y registrándose una sobrevivencia promedio de 73%. En la de reproductor la densidad promedio es de 5.5 org/m2, el peso inicial de los organismos de 40 grs, y la sobrevivencia de 50 y 90% (fig. 28, anexo 7, tabla 7.8).

8.3 Discusión y recomendaciones.

Se pueden apreciar una serie de aspectos que limitan el desarrollo del cultivo como son: la carencia de una metodología definida y un sistema de seguimiento y control del cultivo, disponibilidad de alimentos balanceados específicos para la especie y su costo elevado al fabricarse en pequeña escala.

El empleo de alimentos para aves y otros animales, que contienen promotores de crecimiento y otros productos químicos, cuyos efectos se desconocen en el langostino, deben aplicarse con cautela o evitarlos en lo posible.

La capacitación permanente tanto de los técnicos como de los productores, juega un papel importante, que incidirá en la optimización de los procesos productivos, lo que redundará finalmente en la eficacia y rentabilidad de los centros y unidades de producción. Por otra parte los técnicos y productores capacitados, estarán en posibilidad de proporcionar los datos necesarios a los fabricantes de alimentos balanceados para que los elaboren con la calidad adecuada.

Una alternativa para resolver el problema de distribución, es la de establecer convenios con las fábricas de alimento para que surtan a sus respectivos distribuidores el alimento que demandan los centros y unidades de producción; para tal fin los productores deberán elaborar sus programas de alimentación de acuerdo a sus objetivos de producción.

El empleo de la Artemia, indispensable para el cultivo larvario, representa un serio problema dado que la tecnología para la obtención y procesamiento de los quistes no es satisfactoria, por otro lado la importación que resulta demasiado onerosa, implica que el costo de producción de la postlarva de langostino sea muy elevado para el mercado nacional. Por lo tanto, se recomienda la implementación de programas de investigación para desarrollar la tecnología requerida que resuelva los problemas antes seña lados.


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