La abundancia de bosques se ha concentrado en la Región Oriental. Este hecho originó el aprovechamiento de la madera, especialmente durante los años 1945 a 1976. La tala intensiva y continuada, la expansión de la frontera agrícola y los asentamientos humanos ha producido una considerable deforestación en los departamentos de Concepción, Alto Paraná, Caaguazú, Amambay, San Pedro e Itapúa.
Este proceso fue intensificado, a partir de la década del 50, como consecuencia de los programas de colonización y la incorporación de extensos terrenos boscosos a la producción agropecuaria.
En la Región Occidental se produjo un proceso similar, en el Chaco Central, donde se asentaron Colonias mennonitas y en el Norte de la Región principalmente por la explotación de las empresas tanineras.
Según datos oficiales en la Región Oriental, en un período de 40 años, entre 1.945 y 1085, se han eliminado casi 5 millones de hectáreas, calculándose un promedio de 123.000 hectáreas por año. En el período comprendido entre los años 1.968 y 1.976, la tasa de deforestación para la región se elevó a 212.000 hectáreas por año (SFN, 1.995).
Datos aportados por otros estudios (CIF, 1994), señalan tasas de deforestación aún más altas, en el período comprendido entre 1985 y 1.991, en el que se desmontó a un ritmo de casi 300.000 hectáreas por año, registrándose la eliminación de un total de 2 millones de hectáreas aproximadamente.
1.1.1 Bosques Húmedos Orientales
Toda la Región tiene una superficie de 159.827 km2, lo que representa el 40% del territorio nacional, alberga la mayor parte de la población nacional (97%) y es donde se ha producido el mayor desarrollo.
Como se ha mencionado anteriormente, esta Región es la más afectada por los procesos de deforestación.
Se estima que antiguamente más del 60% del la Región estaba cubierta por bosques, superficie actualmente reducida a aproximadamente 10 % (cerca de 1.500.000 ha.) (ALTER VIDA, 1996).
Según CIF (1994) existen aproximadamente 2 millones de hectáreas de bosques continuos y unas 500.000 hectáreas de bosques residuales. La extensión de los bosques productivos probablemente asciende a casi 1.500.000 hectáreas.
Aunque no existen estudios detallados, se sabe que gran parte de los bosques remanentes de la Región Oriental son masas degradadas, en algunos casos fuertemente alteradas por actividades humanas.
1.1.2 Bosques de la Región Occidental
La Región Occidental, llamada también Chaco posee una extensión de 246.925 km2, lo que representa el 60% de la superficie del país; en ella se encuentra asentada casi el 3% de la población nacional. Esta población está asentada principalmente en la zona central del Chaco.
La degradación de los recursos forestales de la Región está relacionada en gran medida a la distribución poblacional. Las principales áreas deforestadas se registran en las zonas de las colonias mennonitas. Ultimamente el proceso de degradación de los recursos forestales de la Región se ha extendido a otras zonas. En el Norte del Chaco (Departamento de Alto Paraguay) se ha venido registrando la ocupación de extensas zonas por parte de colonos brasileños, estimulados por las facilidades ofrecidas desde los estamentos oficiales nacionales
Las cifras presentadas se refieren a datos del año 1987, por lo tanto, demuestran que la mayor parte del Chaco mantiene aún una importante cobertura boscosa. Los valores de superficies deforestadas deben haber aumentado mucho, principalmente porque últimamente se han registrado el desmonte de extensas áreas, para la formación de establecimientos agropecuarios y de colonias en el Norte de la región, con colonos provenientes del Brasil.
1.1.3 Superficie reforestada
La superficie reforestada para el año 1.983 alcanzaba la cifra de 7.000 hectáreas, en su mayoría con especies de Pinus spp y Eucalyptus spp
Con los incentivos de la Ley 536/95 se ha producido un aumento de la superficie reforestada.
Cuadro 1: Superficies reforestadas (hectáreas)
Grupos |
Años | |||
1995 |
1996 |
1997 |
1998 | |
Pequeños productores |
365,00 |
2.918.000 |
11.310,80 | |
Grandes productores |
532,50 |
3.008,80 |
6.296,50 |
18.581,40 |
Fuente: MAG/SSERNMA/GTZ 1999
El total de superficie reforestada, hasta el año 1998, por aplicación de la Ley 536 alcanzó 43.013 hectáreas.
Existen dos formas de tenencia de la tierra en el Paraguay: la propiedad privada y las tierras bajo dominio público.
El Paraguay mantiene cuatro tipos de administración para las diferentes áreas protegidas: 1) Areas administradas por el Estado o áreas públicas; 2) las administradas por entes autárquicos; 3) las administradas por la parte privada. Existen también áreas potenciales para áreas silvestres protegidas pero que aún no se han conseguido los recursos para su protección bajo cualquiera de los tres sistemas de administración mencionados.
Según el Mapa de cobertura boscosa del Ministerio de Agricultura y Ganadería, para el año 1997 se han registrado 2.837.718 hectáreas de bosque.
Según la Carrera de Ingeniería Forestal (1994) la tasa de deforestación anual en el período comprendido entre 1985 y 1991 fue de 300.000 hectáreas/año.
Con los datos anteriores se estima que en la actualidad existen aproximadamente 1.837.718 hectáreas de bosques,
Las Areas Silvestres Protegidas de la Región Oriental con cobertura de bosques totalizan 249.814 hectáreas (1,56% de la superficie de la Región Oriental).de las cuales 149.349 hectáreas pertenecen Areas Silvestres Protegidas bajo el dominio del estado. Las Areas Silvestres Protegidas bajo la administración de entes autárquicos totalizan 100.465 hectáreas. La superficie restante de bosque es en su totalidad de propiedad privada (aproximadamente 1.088.904 hectáreas).
Los bosques secos de la Región Occidental totalizan 7-442.565 hectáreas (CIF, 1991) Las Areas Silvestres Protegidas del chaco con cobertura de bosques totalizan 920.953 hectáreas. (DPNVS, Julio, 1998). El resto de superficie boscosa corresponde a bosques privados.
Actualmente el 97% del territorio paraguayo se encuentra bajo propiedad privada. Según FOGEL (1989) la distribución de la riqueza es extremadamente desigual: mientras que el 80% de los propietarios sólo explotan un 5% de la superficie total en campos de menos de 20 hectáreas, un 80% de la superficie se encuentra en menos del 1% de los propietarios de tierra con áreas superiores a las 1000 hectáreas.
1.3.1 Superficie boscosa en los diferentes Departamentos de la Región Oriental
El siguiente cuadro muestra la superficie boscosa existente según datos de la CIF (1994)
Cuadro 2. Superficie boscosa de los Departamentos de la Región Oriental y tasa anual de deforestación período 1984 – 1991
Departamento |
Bosques existentes en 1991 (ha) |
Tasa anual de deforestación ha/año |
% |
Alto Paraná |
390.226 |
66.245 |
7,7 |
Itapúa |
265.776 |
44.116 |
7,7 |
Caaguazú |
234.461 |
25.782 |
6,3 |
Central |
5.431 |
579 |
6,1 |
San Pedro |
460.317 |
47.583 |
6 |
Caazapá |
211.476 |
18.439 |
5,4 |
Canindeyú |
669.964 |
43.077 |
4,4 |
Paraguarí |
33.402 |
1.968 |
4,1 |
Guairá |
53.868 |
3.209 |
4,1 |
Cordillera |
25.999 |
1.505 |
4,1 |
Amambay |
442.390 |
20.771 |
3,6 |
Misiones |
16.831 |
742 |
3,4 |
Concepción |
524.507 |
14.382 |
2,3 |
Ñeembucú |
7.680 |
152 |
1,7 |
Fuente: Carrera de Ingeniería Forestal, 1994
En el siguiente cuadro se presentan datos de las diferentes categorías de vegetación y el uso del suelo (CIF, 1991)
Cuadro 3: Superficie según categoría de vegetación y uso de la tierra. Región Occidental
Categoría de vegetación y uso de la tierra |
Superficie (hectáreas) |
Quebracho blanco y samu’u |
4.015.220 |
Quebracho blanco |
5.946.855 |
Quebracho colorado |
2.695.700 |
Quebracho colorado en isletas |
836.400 |
Palo Santo c/ Tabebuia nodosa |
3.705.500 |
Bosque en galería |
232.890 |
Matorral de médanos, salinar y áreas de inundación |
2.307.393 |
Esteros, embalsados y espartillar |
73.480 |
Palmares de karanda’y |
3.781.271 |
Uso agropecuario |
1.097.791 |
Fuente: Carrera de Ingeniería Forestal, 1991.
Según Yanosky, A (1998) la distribución de la tierra no es muy equitativa. Existen, por ejemplo, unos 351 establecimientos rurales que cuentan con 10.000 o más hectáreas en superficie, los que en su conjunto involucran 9.730.950 hectáreas. Sólo estos 351 propietarios poseen casi el 24% de la República del Paraguay. Por otro lado, existen más de 120.000 establecimientos que cuentan con menos de cinco hectáreas y que sólo abarcan una superficie de algo más de 230.000 hectáreas.
1.3.1 Garantías a la Propiedad Privada
Se garantiza la propiedad privada cuyo contenido y límites serán establecidos por la ley, atendiendo a su función económica y social, a fin de hacerla accesible para todos. Nadie puede ser privado de su propiedad sino en virtud de sentencia judicial, admitiéndose la expropiación por causa de utilidad pública o de interés social, que será determinada en cada caso por ley. Está garantizado el pago previo de una justa indemnización, establecida convencionalmente o por sentencia judicial, salvo los latifundios improductivos destinados a la reforma agraria (IDEA, 1996)
Con el objeto de eliminar progresivamente los latifundios improductivos, a saber, grandes extensiones de tierras que no se encuentran racionalmente explotadas, la ley atenderá a la aptitud natural de las tierras, las necesidades del sector de población vinculado con la agricultura y las previsiones aconsejables para el desarrollo equilibrado de las actividades agrícolas agropecuarias, forestales e industriales, así como el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales y la preservación del equilibrio ecológico.
Se consideran latifundios las extensiones de tierra superiores a cinco mil hectáreas en la Región Oriental del país, y a diez mil hectáreas en la Región Occidental o Chaco.
En cuanto a las restricciones de dominio, la Ley Forestal 422/73 somete el ejercicio de derecho sobre los bosques, tierras forestales y los recursos naturales renovables de propiedad pública o privada, a las limitaciones establecidas en esta ley y sus reglamentos .
La cobertura boscosa total del país (Región Oriental y Occidental) es de alrededor de 21%. De esta superficie boscosa cabe determinar cuánta puede tener aptitud forestal con respuesta económica (MAG/SSERNMA/GTZ, 1999).
El mapa de cobertura boscosa de la Región Oriental publicado por el Ministerio de Agricultura y Ganadería, año 1997, señala que los departamentos de Concepción, San Pedro, Caaguazu, Caazapa, Alto Paraná, Amambay y Canindeyu son los de mayor cobertura boscosa.
Cuadro 4: Cobertura boscosa por Departamentos en la región Oriental por ha.
Departamento |
Cobertura boscosa (ha) |
Concepción |
542.848 |
San Pedro |
438.139 |
Cordillera |
19.254 |
Guaira |
70.107 |
Caaguazu |
194.388 |
Caazapa |
198.334 |
Itapua |
165.237 |
Misiones |
15.526 |
Paraguari |
73.832 |
Alto Paraná |
205.438 |
Central |
3.802 |
Ñeembucu |
6.647 |
Amambay |
356.348 |
Canindeyu |
547.818 |
TOTAL |
2.837.718 |
Fuente: MAG/SSERNMA (1998)
La mayor parte de las industrias forestales están centradas en los Departamentos de Alto Paraná, Caaguazu, Canindeyu, San Pedro, e Itapua. Estas industrias comprenden aserraderos, laminadoras, machimbradoras, parqueteras, fábricas de mango para herramientas.
2.1.1 Problemas de tenencia y acceso
Después del cambio de gobierno en 1989, el nuevo gobierno propagó la frase “tierra para todos” e inició la ocupación de tierras “irracionalmente aprovechadas” a gran escala. Los años siguientes se caracterizan por una frenética carrera entre la ocupación de zonas boscosas por campesinos sin tierra, la subsiguiente expulsión de los mismos por el Instituto de Bienestar Rural y el desmonte consecuente del propietario por temor a una invasión. No sólo campesinos sin tierra ocupan montes sino también existen campesinos que invaden con el mero propósito de extraer los rollos valiosos para posteriormente venderlos. Estos últimos – denominados “campesinos sin rollos” – inducidos por industrias nacionales comerciantes ilegales de madera fomentando el contrabando de rollos (BASE – ECTA 1994).
El alto porcentaje de latifundios ha favorecido a la masiva transformación de superficies. Las deforestaciones en los mismos aumentaron en los últimos años con el objetivo de evitar la invasión y ocupación por parte de los campesinos sin tierra
La expropiación fue y sigue siendo un instrumento escasamente aplicado para dotar de tierras al campesinado. La opción más utilizada para afectar tierras es la de la compra. La expropiación resulta engorrosa por las trabas judiciales especialmente porque cada una debe ser dispuesta por ley del Congreso. Además, en cada caso el propietario tiene derecho a apelación, por inconstitucionalidad de dicha ley, ante la Corte Suprema de Justicia.
Paradójicamente todo este rígido sistema elaborado con el designio de proteger la propiedad privada de la tierra, no hace más que volver ese derecho extremadamente vulnerable, ya que el camino de la ocupación lisa y llana parece mucho más sencillo que cualquiera de los procedimientos legales vigentes. Las presiones sociales llevan a la quiebra de normas jurídicas poco realistas y así se debilita lo que se quiso proteger.
HENNINGER, J. (1992) señala que en los bosques nativos se puede encontrar alrededor de 700 especies leñosas, desde arbustos hasta árboles y palmas, además de una cantidad numerable de plantas herbáceas. La población rural – indígenas como también colonos – desarrollaron una multitud de usos aprovechando muchas de las especies para diferentes aplicaciones: maderas especiales para la construcción casera, mangos de herramientas, cajones, la construcción de carretas y útiles caseros; carne, frutos y forrajes para la alimentación humana y animal; aplicaciones medicinales; fibras para usos artesanales; e incluso elementos para ritos culturales. Muchos de los recursos aprovechados requieren de un tratamiento o de una tecnología apropiada, desarrollada y difundida a través de siglos de convivencia entre la población rural y el medio ambiente. Las tecnologías se transmiten de generación en generación de los pobladores formando parte de la riqueza cultural de cada región y brindando en gran medida un apoyo esencial a la economía familiar.
En cuanto a especies comestibles se estima que en los bosques nativos del Paraguay existen cerca de 50 frutales autóctonos y unas cuantas plantas comestibles, aprovechadas por la población silvestre, y los cuales muchos se encuentran en vías de extinción por la alteración de su hábitat (HENNINGER, J. 1992).
En cuanto a la fauna silvestre, los nativos e indígenas se alimentan mayormente de los animales silvestres, pero también los colonos y otros sectores de la población rural complementan su dieta con proteínas derivadas de la fauna silvestre. Además hay que mencionar la caza deportiva como fuente de ingreso atractivo y lucrativo, pero en muchos casos también como causa de una depredación irracional de recursos naturales importantes en el equilibrio del bosque nativo y del ecosistema en general.
Con referencia a la utilización de plantas medicinales y aromáticas BRACK & WEIK, (1994) (b), mencionan que actualmente la medicina empírica heredada de los conocimientos ancestrales de la región sigue siendo importante para los paraguayos. Las plantas medicinales siguen usándose como primera terapia, tanto en los hogares rurales como en las zonas urbanas, ya sea en el mate o tereré cotidiano.
Con respecto a la cantidad de especies medicinales de nuestro país, no se poseen cifras exactas, Según varios autores como M.S. Bertoni, 1925, serían unas 200 a 260 especies; M. Michalowki, 1955, serán 279 especies y Rodríguez Barboza en González Torres, 1992, unas 300 especies. De las especies arbóreas, Brack y Weik, 1994, cita 19 especies, en tanto que J.A. López, 1994, menciona unas 47 especies. Estas cifras no incluyen especies introducidas.
Uno de los trabajos más actualizados sobre plantas medicinales en los mercados del país fue realizada por la Facultad de Ciencias Químicas – Universidad Nacional de Asunción y la Universidad Médica y Farmacéutica de Toyama (Japón), en donde se registró 280 especies, tanto nativas como introducidas. (MAG/SSRNMA/GTZ b, 1995)
2.2.1. Utilización de los recursos naturales en la Región Occidental
Grupos rurales |
Utilización de los recursos naturales |
Inmigrantes (Mennonitas) |
Utilizan la madera para construcción de viviendas o muebles para el hogar. Ornamentación por medio de plantas como la totora Typha domingensis y la fabricación artesanal de juguetes con la madera de samu’u Chorisia insignis. Cosecha de frutos de algarrobo blanco Prosopis alba para ser utilizado como forraje en la alimentación del ganado. La alimentación de especies silvestres con fines alimenticios es una práctica poco frecuente. Las personas quizás con mayor conocimiento e información ecológica cultivan alrededor de sus casas para paliar los efectos de la erosión eólica. Especies tales como: Grevillea robusta (grevilea), Tecoma stans (lapachillo), Melia azedarach (paraíso). |
Indígenas |
Utilizan el recurso flora para variados destinos. Uno de esos fines es la alimentación. Las especies utilizadas son Bromelia balansae (karaguata), Prosopis alba y Prosopis nigra (algarrobo), Trithrinax biflabellata (karandilla), Zisiphus mistol (mistol). |
La práctica de la medicina empírica y el control de la natalidad con los recursos florísticos es muy frecuente; para el efecto son empleadas las siguientes especies: Boheravia decumbens (Ka’a rurupe), Tabebuia caraiba (paratodo), Xantium spinosum (cepa caballo), Bauhinia spp (pata de buey). Algunos grupos utilizan ciertos vegetales para la fabricación de elementos para el trabajo doméstico como ser la fabricación de escobas, para lo cual utilizan Malvatrum spp (typycha hu) y Cyperus giganteus (piri), alternativas foráneas a sus culturas que les permite una opción más dentro del ámbito doméstico. Los trabajos de artesanía dependen en gran parte de los recursos vegetales disponibles en esta zona. Generalmente utilizan el karaguata, la karandilla, quebracho colorado y el urunde’ y. La fauna silvestre es utilizada como alimento. Para algunos grupos indígenas la pesca es la principal actividad. | |
Criollo |
Los recursos florísticos son utilizados para la construcción y fabricación de muebles. Las especies utilizadas son: Copernicia alba (karanda’y), Schinopsis balansae (quebracho colorado), Astronium urundeuva (urunde’y). Otro destino frecuente esl el energético o uso de leñas con las cuales se realiza la cocción de los alimentos además de otras finalidades en el hogar. Las especies utilizadas para este fin son: Mimosa spp (jukeri), Aspidosperma quebracho blanco (quebracho blanco), Caesalpinia paraguariensis (guajacan), Phyllostylon rhamnoides (poro), entre otros. Este grupo utiliza también algunas especies nativas en la alimentación, principalmente en forma de frutos. Algunas especies utilizadas son: Prosopis spp (algarrobo), Psidium guajava (guayaba), Passiflora spp (mburucuja), Melicocus lepidopetalus (yva povo), Vitex cymosa (taruma). La utilización de recursos faunísticos en este grupo se reduce más bien a la recreación. |
Fuente: MASULLI, B. et al. 1999
2.2.2 Utilización de recursos naturales en la Región Oriental
Grupo |
Utilización de recursos naturales |
Inmigrantes (alemanes, mennonitas, belgas, brasileños) |
Utilizan la madera proveniente de los bosques para construcciones de viviendas y muebles. El recurso flora es utilizado también con fines medicinales, energético y alimenticios. El consumo o utilización de fauna de esta zona no son intensivos, debido principalmente a la constante deforestación que los grupos poblacionales realizan en su entorno, reemplazando los bosques nativos por grandes extensiones de cultivos de especies exóticas. El consumo de peces y miel de abeja es más común que el de mamíferos, aves y reptiles. Es importante destacar que tanto la caza como la pesca que se realiza revisten más bien un carácter deportivo, en donde los hombres se reúnen y parten a zonas aledañas a sus colonias con este fin. |
Indígenas |
Según la fuente consultada, este grupo ha demostrado poseer el mayor grado de conocimiento acerca de especies de plantas útiles. También es el grupo que utiliza con más variados destinos este recurso: construcción, energético, alimenticio, medicinal, elaboración de artesanía y para uso ritual. La mayoría de los grupos indígenas se encuentran asentados zonas boscosas y por ende rico en fauna. El alimentarse básicamente de carne los convierte en cazadores y pescadores por excelencia. Entre los grupos de vertebrados utilizan una gran variedad de especies, exceptuando a los anfibios. Los más usados son los vertebrados terrestres pertenecientes a los grupos de mamíferos y aves. Se utilizan estos animales con fines de alimentación, medicinales, como vigía, mascotas, como parte de rituales o con fines utilitarios. En cuanto a peces, son consumidas aquellas especies de tamaño más bien pequeño. Algunos invertebrados tales como larvas de coleópteros, forman parte muy importante de la dieta de estos grupos. Las larvas son extraídas de troncos de palma en estado de putrefacción. La miel también forma parte importante del consumo alimenticio. |
Criollo |
La utilización del recurso flora es con fines diversos: construcción, medicinal, alimentación, ornamental, etc. El uso medicinal de la flora tiene un papel muy importante ya que muchas veces resulta difícil acceder a medicamentos o drogas elaborados industrialmente, especialmente para quienes viven en lugares aislados. Utilizan Copernicia alba (karanda’y), para la fabricación de artesanías como sombreros, bolsones, carteras, pantallas; Acrocomia totai (mbocaya) para la fabricación de hamacas y bolsones y la raíz de Enterolobium contortisiliquum (timbo) para la fabricación de figuras de animales, máscaras y flores. Cabe destacar usos tales como la recolección y el consumo de frutas silvestres (para consumo natural y en forma de dulces) y la leña. Las frutas silvestres en esta zona son muy apreciadas porque hacen parte importante de la dieta. Entre las más utilizadas se encuentram Psidium guajava (guayabo), Chrysophyllum gonocarpum (aguai), Rheedia brasiliensis (pakuri), Rollinia emarginata (aratiku). En las zonas de alta biodiversidad, los criollos utilizan diversas especies de fauna silvestre, tanto terrestres como acuáticas. Generalmente los grupos criollos no cazan solamente para consumo, sino también para obtener ingresos económicos a través de la venta de carne, mascotas o pieles. La pesca es también una actividad importante no solamente como fuente proteica sino como fuente de ingreso económico. |
Fuente: MASULLI, B. et al. 1999
En la Región Oriental del país los recursos boscosos más importantes de acuerdo a su extensión y estado de conservación se encuentran en los Departamentos de San Pedro, Canindeyú y parte de Caazapá. Por lo cual en estos departamentos la actividad forestal más importante lo constituye la extracción de madera que será destinada para aserrío.
Los demás departamentos cuentan con masas de bosques marginales, dispersas, pequeñas y en su mayor parte con alto grado de degradación. La actividad forestal se basa en la extracción de madera para leña, carbón y para construcciones rurales.
En la Región Occidental los recursos forestales para explotación maderera son más limitados, por lo que la extracción de madera se concentra en unas pocas especies que son destinadas para construcciones rurales. Ultimamente se ha producido importantes cambios de uso de la tierra, en el Norte de la región, para dar lugar a explotaciones agropecuarias, la madera extraída en el desmonte es generalmente destinada para leña y carbón.
Los bosques naturales ofrecen primero una fuente de ingreso a los colectores (frutos, plantas medicinales, extractos, leña, etc.), cazadores, artesanos de productos provenientes de maderas nativas y carboneros, pero también (y hoy en mayor cantidad que los anteriores) a obreros en el proceso de explotación forestal (rollos) y en la conversión de los bosques a otros usos (rozado).
En segundo lugar surgen empleos en el sector de transporte y procesamiento de maderas, valiosas (de exportación), como aserraderos, fábricas de muebles, etc. Hasta hoy el mayor número de empleos depende de este sector, basada en la explotación no-sostenible del recurso bosque nativo. Finalmente hay que mencionar el sector de los acopiadores y negociadores de los productos que se ocupan mayormente de la comercialización y exportación de materia prima o poco procesada.
La participación del sector forestal, en el PIB, desde el año 1990 hasta 1997 se presenta a continuación.
Cuadro 5: Participación sectorial (forestal, caza y pesca) en el PIB
Años |
1990 |
1991 |
1992 |
1993 |
1994 |
1995 |
1996 |
1997 |
% del PIB |
5,9 |
6,8 |
7,7 |
6 |
5,9 |
5,9 |
3,9 |
3,1 |
Fuente: VERA, V. 2000
Se ha incluido la caza y pesca, debido a que los rubros son directamente extraídos de los bosques o cuya producción depende del mantenimiento de los mismos.
La explotación forestal incluye los productos primarios del sector, en los rubros: rollos, postes, durmientes, leña y palmas. Su evolución desde 1993 se presenta en el siguiente cuadro.
Cuadro 6: Volumen anual de la explotación forestal (miles de toneladas métricas)
Rubros/años:Ton.mé-tricas (x 1.000) |
1991 |
1992 |
1993 |
1994 |
1995 |
1996 |
1997 |
Rollos |
2.338,90 |
2.342,90 |
2.425,00 |
2.491,00 |
2.563,00 |
2.509,00 |
2.566,00 |
Postes |
346,30 |
350,80 |
361,00 |
371,50 |
381,50 |
391.65 |
401,90 |
Durmientes |
0 |
1,50 |
1,10 |
0,00 |
3,40 |
2,90 |
0,00 |
Leña |
3.010,00 |
3.034,10 |
3.435,00 |
3.557,00 |
3.621,00 |
3.630,00 |
3.71,00 |
Palmas |
3,00 |
3,10 |
3,20 |
3,10 |
3,20 |
3,30 |
3,40 |
Fuentes: Boletines de Cuentas Nacionales Nº 30 y 34 BCP, citados por MAG/SSRNMA/GTZ 1995 y MAG/SSRNMA/GTZ .1999.
Con relación a las exportaciones e importaciones forestales en el siguiente cuadro se puede apreciar el comportamiento en el período 1991 – 1997.
Cuadro 7: Exportaciones forestales (en miles de toneladas)
Productos /año |
1991 |
1992 |
1993 |
1994 |
1995 |
1996 |
1997 |
Maderas aserradas |
240,66 |
288,86 |
199,50 |
186,70 |
244,60 |
316,70 |
320,80 |
Maderas manufacturadas |
63,73 |
76,88 |
93,00 |
110,50 |
109,70 |
112,40 |
122,30 |
FUENTES: BCP, Boletín Estadístico Nº 412. Boletín de Estadísticas Económicas Nº 427 – BCP, citados por MAG/SSRNMA/GTZ (1995) y MAG/SSRNMA/GTZ (1999)
En cuanto al destino de los productos forestales, en el siguiente cuadro se especifica el país y los productos en los años 1993 y 1997.
Cuadro 8: Destino de las exportaciones forestales en 1993 y 1997 (en toneladas)
Años | ||||
1993 |
1997 | |||
Tipos de rubros/ Países |
Maderas aserradas |
Maderas manufacturadas |
Maderas aserradas |
Maderas manufacturadas |
Alemania |
89 |
116 |
1.844 |
607 |
Argentina |
45.835 |
27.670 |
68.821 |
32.288 |
Brasil |
131.057 |
17.840 |
224.068 |
19.885 |
Estados Unidos |
5.745 |
0 |
946 |
24.335 |
Holanda |
0 |
856 |
0 |
573 |
Italia |
1.724 |
13.536 |
2.459 |
7.472 |
Otros |
9.991 |
32.986 |
22.635 |
37.141 |
Total |
199.567 |
93.004 |
320.773 |
122.301 |
FUENTES: BCP, Boletín Estadístico Nº 412. Boletín de Estadísticas Económicas Nº 427 – BCP, citados por MAG/SSRNMA/GTZ (1995) y MAG/SSRNMA/GTZ (1999)
Pocas familias se dedican a la recolección y procesado en bruto y posterior comercialización de plantas medicinales y aromáticas (PLAMAS) en algunos mercados cercanos a las capitales departamentales. La forma de comercialización generalmente es ambulatoria. La mayoría de plantas comercializadas son extraídas del bosque, son pocas las especies que son cultivadas.
Algunas empresas procesadoras así como comerciantes de mercados urbanos son compradores de PLAMAS. Cuantitativamente estas empresas procesadoras no representan grandes compradores, siendo más bien pequeñas empresas familiares con pocos empleados y reducidas maquinarias. Los productos elaborados son esencialmente tés y cápsulas rellenas con PLAMAS. Los precios que pagan las empresas son comparables a los precios por kilo de los mercados urbanos. La mercancía que ya viene empaquetada en bolsitas alcanza precios más altos por kilo. (LUNSER, K, 1996).
Con respecto a la fauna se debe mencionar lo siguiente, desde 1991 se otorgan cupos para exportación de un promedio de 300.000 cueros de teju guasu (Tupinambis merianae) y teju guasu pyta (Tupinambis rufescens), en 1996 se autorizó una cacería de 5.000 ejemplares de jacare (Caiman yacare), con relación a la pesca no se pudieron acceder a las cifras relacionadas.(VERA V. 2000)
Desde 1998 se realizaron exportaciones de ejemplares vivos de las siguientes clases, citados en el próximo cuadro.
Cuadro 9: Exportación de especies de fauna.
Clase/especie, totales |
Invertebrados |
Anfibios |
Reptiles |
Aves |
Mamíferos |
Nº de especies |
14 |
14 |
20 |
47 |
19 |
Total |
+ 6.500 |
33.400 |
13.510 |
40.900 |
2.930 |
Fuente: MORALES, C. citado por VERA, V. 2000
Se estima que en el Paraguay, la biodiversidad está representada por unas 7.000 a 13.000 especies de plantas vasculares, 153 especies de mamíferos, 645 de aves, 97 de reptiles, 65 de anfibios, 230 de peces y unas 100.000 especies de invertebrados.
Una gran cantidad de especies se ven afectadas en gran medida en su estructura y ciclos biológicos y amenazadas de extinción por la expansión de la frontera agropecuaria a expensas de los bosques, la pérdida de hábitats, la caza y la pesca indiscriminada y el uso indiscriminado de pesticidas. Se estima que existen en el Paraguay alrededor de 20 a 30 especies de vertebrados y unas 279 especies de la flora con algún tipo de amenaza para su supervivencia. (MAG/SSERNMA/GTZ, 1996).
La destrucción de los hábitats, también ha repercutido en el equilibrio de las especies de fauna silvestre especialmente en la Región Oriental y más recientemente en la Región Occidental o Chaco.
La superficie cubierta por las Areas Silvestres Protegidas (ASPs) bajo administración estatal en la Región Oriental es de 1,8% del total. Si a estas se le suman las administradas por organismos no gubernamentales esta cobertura llega a 2,3% del total de la Región. En la Región Occidental, la superficie abarcada por ASPs llega al 4,5% del total de esa Región. La distribución de las ASPs en las distintas eco-regiones es sumamente variable y no existe una estricta correspondencia entre el porcentaje de cobertura geográfica y la real representatividad de rasgos naturales característicos de cada una de ellas. (MAG/SSRNMA/GTZ, 1996).
En términos generales, si bien la conservación de la biodiversidad y sus hábitats es atribución del estado, el 97% del territorio paraguayo se encuentra bajo propiedad privada.
Paraguay dispone de un sistema de Areas Silvestres Bajo Dominio Público y Areas Silvestres Protegidas Bajo Dominio Privado, recientemente validado y en proceso de consolidación, con conocimiento esparcido de qué especies silvestres (botánicas o zoológicas) y hábitats se encuentran allí representados. Sin embargo se desconoce qué aspectos de la diversidad biológica y sus hábitats se conservan en ambos sistemas y cuál es la importancia del aporte del sector privado al cumplimiento de una atribución y responsabilidad del estado (FAO/PNUMA, 1985 citado por YANOSKY, A y ESCALANTE, A., 2000.)
Las áreas silvestres protegidas bajo dominio privado del Paraguay albergan muestras de diversidad biológica más numerosas en cuanto a riqueza específica que las áreas protegidas bajo dominio público. El conjunto de Reservas Naturales Privadas alberga 819 especies de vertebrados, 83 especies más que el sistema público.(YANOSKY, A. 1998)
Para desarrollar este tema será necesario referirnos en forma independiente para las dos grandes regiones del país, la Región Oriental y la Occidental o Chaco.
3.3.1 Región Oriental
Importantes esfuerzos internacionales se han encaminado hacia la protección de ecosistemas que presentan, por un lado, alto grado de biodiversidad y, por el otro, riesgos y amenazas. El Bosque Atlántico Interior (BAI) ha sido incluida en esta categoría, y su protección ha sido declarada en diversos foros como de la más alta prioridad internacional (BIODIVERSITY SUPPORT PROGRAM, 1995 citado por PINAZZO, J.2001)
Se llama Bosque Atlántico Interior (BAI) a la región comprendida entre el sureste brasileño, el noreste argentino y el este de la Región Oriental del Paraguay. Esta gran bio-región es comúnmente conocida también con nombres locales como “Selva Misionera” o también “Bosque o Selva Paranaense”. (PINAZZO, J. 2001)
Según el mapa de cobertura forestal del Bosque Atlántico Interior, al año 1997, las masas de bosque nativo más importantes, en términos de superficie y estado de conservación, están concentradas en algunos departamentos bien definidos: San Pedro, Canindeyú y parte de Caazapá. Los demás departamentos cuentan con masas de bosques marginales, dispersas, pequeñas y, en su mayor parte con alto grado de degradación. PINAZZO, J (2001)
Cuadro 10: Cobertura forestal del BAI – Año 1997
Cobertura Forestal |
Superficie (ha) |
% |
Bosque no degradado |
1.161.820 |
55,59% |
Bosque degradado |
926.761 |
44,34% |
Reforestación |
1.171 |
0,056 |
Total |
2.089.752 |
100 |
Fuente : PINAZZO, J. 2001
Las masas de bosque nativo remanentes, en su mayoría, se encuentran en las áreas silvestres protegidas del SINASIP. Estas masas en general están con escaso grado de alteración.
La superficie de cobertura forestal del BAI, año 1997, demuestra que el 55,59 % corresponde a bosque no degradado, lo cual equivale a 1.161.820 hectáreas. El bosque degradado cubre 44,34 % del total, lo que significa 926.761 hectáreas.
Estas cifras demuestran que de la superficie de bosque restante en el área del BAI, prácticamente la mitad se encuentra en relativamente buen estado de conservación, mientras que la otra mitad corresponde a masas degradadas.
En el siguiente cuadro se presenta el listado de áreas silvestres protegidas que se encuentran en el área de influencia del BAI y la superficie de bosque por cada una de dichas áreas.
Cuadro 11: Superficie boscosa de Areas Protegidas en el área de influencia del BAI
Areas protegidas |
Superficie total de bosque (ha) |
Bosque no degradado |
Bosque degradado |
Parque Nacional Ybycuí |
3.804 |
2.580 |
224 |
Parque Nacional Cerro Corá |
6.005 |
4.446 |
1.559 |
Parque Nacional Caaguazú |
12.738 |
12.610 |
128 |
Parque Nacional Ybytyruzú |
16.220 |
12.671 |
3.549 |
Parque Nacional San Rafael |
58.490 |
34.041 |
24.449 |
Parque Nacional Ñacunday |
1.688 |
1.671 |
13 |
Reserva Naconal Kuri`y |
187 |
0 |
187 |
Monumento Científico Moisés Bertoni |
153 |
0 |
153 |
Refugio Biológico Tatí Yupí |
1.128 |
238 |
890 |
Reserva Biológica Limoy |
11.866 |
11.295 |
571 |
Reserva Biológica Itabó |
9.885 |
9.644 |
241 |
Reserva Natural del Bosque Mbaracayú |
59.056 |
58.202 |
854 |
TOTAL |
181.220 |
147.402 |
32.818 |
Fuente. PINAZZO, J. 2001
• Especies en peligro.
La deforestación, la transformación de áreas naturales para otros usos sin criterios adecuados y sin los controles pertinentes, ocasionan daños importantes a la biodiversidad, pérdidas irreversibles del capital genético y comprometen las posibilidades de aprovechamiento de las especies.
Se estima que aproximadamente 90 especies forestales de la Región Oriental del país se encuentran en alguna categoría de amenaza.
A continuación se presenta la lista de especies forestales amenazadas.
Cuadro 12: Lista de especies forestales amenazadas de la Región Oriental
Nombre científico |
Nombre vulgar |
Categorías
|
Albizia hassleri (Chodat) Burk. |
Yvyra ju |
N3N4 (CDC) |
Amburana cearensis (Allemao) A.C. Smith |
Trébol, yvyra piriri guasu |
N3N4 (CDC) |
Anacardium humile A. St. Hil. |
Kajura |
N3N4 (CDC) |
Annona amambayensis Hassler ex R E. Fries |
Aratiku guasu |
N3N4 (CDC) |
Annona crassiflora C. Martius |
Aratiku'i |
N3N4 (CDC) |
Annona paraguayensis R. E. Fries |
N3N4 (CDC) | |
Apuleia leiocarpa (Vogel) Macbr. |
Yvyra pere, grapia |
N3N4 (CDC) |
Aspidosperma australe Muell. Arg. |
Kirandy, marelinho, |
N3N4
(CDC) |
Aspidosperma polyneuron Muell. Arg. |
Peroba, yvyra ro'mi, palo rosa |
N3N4
(CDC) |
Aspidosperma tomentosum C. Martius |
Kira'y |
N3N4 (CDC) |
Astronium fraxinifolium Schott |
Urunde'y para, yvyra kuati'a, yvyra ita |
N3N4 (CDC) |
Astronium urundeuva (Allemao) Engl. |
Urunde'y mi, urunde'y yva |
N3N4 (CDC) |
Astronium urundeuva var. candollei. Engl.) Mattick |
Urunde'y mi |
N3N4 (CDC) |
Balfourodendron riedelianum (Engl.) Engl. |
Guatambu, yvyra ñeti |
N3N4
(CDC) |
Brunfelsia uniflora (Polh.) D. Don. |
Manaka |
I(DPNVS) |
Bumelia obtusifolia Roem. & Schultes |
N3N4 (CDC) | |
Cabralea canjerana ssp canjerana (Vellozo) Martius |
cancharana |
N3N4 (CDC) |
Calliandra foliolosa Benth. |
Niño azote |
N3N4 (CDC) |
Calophyllum brasiliense Camb. |
Arary |
N3N4 (CDC) |
Campomanesia campestris Berg in Mart. |
Guavira |
N3N4 (CDC) |
Campomanesia guazumifolia (Cambessdes) Berg |
Ñandu apysa |
N3N4 (CDC) |
Carica quercifolia (A. St. Hil.) Hieron |
Jacaratia |
N3N4 (CDC) |
Cariniana estrellensis (Raddi) Kuntze |
Ka'i kay gua |
N3N4 (CDC) |
Casearia gossypiosperma Briquet |
Mbavy guasu |
N3N4 (CDC) |
Cedrela fissilis Vell. |
Cedro, ygary |
N3N4 (CDC) |
Cedrela odorata L. |
Cedro |
V(DPNVS) |
Cestrum calycinum Willd. |
N3N4 (CDC) | |
Cestrum guaraniticum Chodat & Hassl. |
N3N4 (CDC) | |
Copaifera chodatiana Hassler |
Kupa'y |
V(UICN) |
Copaifera langsdorffii var glabra Benth. |
V(UICN) | |
Copaifera langsdorffii var langsdorffii Desf. |
R(UICN) | |
Cordia trichotoma (Vell.) Arrb. ex Steud |
Peterevy |
N3N4 (CDC) |
Diatenopteryx sorbifolia Radlk. |
Yvyra pi'u, maria preta |
N3N4 (CDC) |
Enneatypus tenuiflorus Roberty & Vaut. |
Yvyra pi'u guasu |
R(DPNVS) |
Enterolobium contortisiliquum (Vell.) Morong |
Timbo, oreja de negro |
N3N4 (CDC) |
Erythrina falcata Benth. |
Ceibo, syi yva pyta |
N3N4
(CDC) |
Eugenia speciosa Cambess. |
Yvapuru |
N3N4 (CDC) |
Faramea cyanea Muell.-Arg. |
Mborevi rembi'u |
N3N4
(CDC) |
Ficus gamelleira Kunth & Bouche |
Guapo'y |
N3N4 (CDC) |
Ficus obtusiuscula (Miq.) Miq. |
Guapo'y |
N3N4 (CDC) |
Galactia burkartii Fortunato |
N3N4 (CDC) | |
Guibourtia chodaiana (Hassler) J. Leonard. |
Kupay – kuruñai. |
N3N4 (CDC) |
Hexachlamys edulis (Berg) Kausel & Legrand |
Yba hai, teju rembi'u |
N3N4 (CDC) |
Holocalyx balansae Micheli |
Yvyra pepe |
N3N4 (CDC) |
Hymenaea courbaril var. stilbocarpa (Hayne) Lee & Lang. |
Jata'yva, timbary avati |
N3N4 (CDC) |
Hymenaea martiana Hayne |
Jata yva, timbary avati |
N3N4 (CDC) |
Ilex brevicuspis |
Ka'a chiri |
N3N4 (CDC) |
Ilex paraguariensis St. Hil. |
Ka'a, yerba mate |
N3N4
(CDC) |
Ilex theezans C. Mart. ex Reiss. |
R(DPNVS) | |
Jacaranda micrantha Chamisso |
Karova guazu, karova'i |
N3N4 (CDC) |
Lafoensia pacari St.-Hil. |
Morosyvo |
R(UICN) |
Lonchocarpus muehlbergianus Hassler |
Ka'a vusu |
R(DPNVS) |
Myrocarpus frondosus Allemao |
Incienso, yvyra paje, carbreuva |
N3N4 (CDC) |
Nectandra angustifolia (Schrader) Nees |
NT(UICN) | |
Ocotea porosa |
N3N4 (CDC) | |
Peltophorum dubium (Sprengel Taubert) |
Yvyra pyta |
N3N4 (CDC) |
Picrasma crenata (Vell.)Engl. |
Pirero |
V(DPNVS) |
Pilocarpus pennatifolius Lemaire |
Yvyra tai |
N3N4 (CDC) |
Piptadenia hassleriana Chodat |
Kurupa'y ita |
N3N4
(CDC) |
Pithecellobium saman (Jacq)Benth |
Manduvira |
N1(CDC) |
Plathymenia foliolosa Benth. |
Morosyvo |
N3 (CDC) |
Pouteria subcaerulea Pierre ex Dubard |
Mangui |
N3(CDC) |
Pouteria torta (Martius) Radlkofer |
Aguai ñu |
N3(CDC) |
Protium heptaphyllum (Aublet) Marchand |
Yvyra ysy ; ysy |
N2(CDC) |
Prunus subcoriacea (Chodat & Hassler) Koehne |
Yvaro |
V(DPNVS |
Psidium cinereum var Paraguariae. Legr. |
Arasa i | |
Psidium incanescens Mart. ex DC. |
Arasa i |
N3(CDC) |
Psidium nutans Berg. |
Arasa i |
N3(CDC) |
Psidium ooideum Berg in Mart. |
Arasa i |
NR(CDC) |
Pterogyne nitens Tul. |
Yvyraro |
N5(CDC) |
Rapanea umbellata (Mart.) Mez. |
Kanelon |
R (UICN) |
Rauvolfia sellowii Muell. Arg. |
Kirandy ro, kino |
N1(CDC) |
Rheedia brasiliensis (Mart.) Planch. & Triana |
Pakuri |
N4(CDC) V(DPNVS) |
Roupala brasiliensis Sleumer |
V(DPNVS) | |
Roupala meisneri Sleumer |
Ka'ati ka'e |
V(DPNVS) |
Sapium klotzschianum (Müll. Arg.) Huber |
Kurupika'y guasu, kurupika'y ka'aguy |
R(UICN) |
Schinus longifolia (Lindley) Speg. |
Molle |
N3(CDC) |
Schinus longifolia var. paraguariensis. (Hassler) F. Barkley |
N3(CDC) | |
Solanum deltaicum |
N2N3(CDC) | |
Solanum erianthus |
Hu'i moneha |
N2(CDC) |
Sorocea saxicola Hassler |
Maria molle, yvyra |
N3N2(CDC) |
Styrax leprosus Hook & Arn. |
Yvyra kuati'y |
V(DPNVS) |
Sweetia fruticosa Sprengel |
Taperyva guasu |
V(DPNVS) |
Tabebuia alba Sandwith (Chamisso) |
Tajy sa'y ju |
N3(CDC) |
Tabebuia heptaphylla (Vellozo) Toledo |
Tajy hu |
N3(CDC) |
Tabebuia pulcherrima Sandwith |
Tajy say'ju |
N3(CDC) |
Terminalia triflora (Griseb.) Lillo |
Yvyra say'ju |
R(DPNVS) |
Trichilia claussenii C. de Candolle |
Katigua guasu |
N3(CDC) |
Trichilia pallens C. de Candolle |
Katigua moroti |
N3(CDC) |
Trichilia stellato-tomentosa Kuntze |
Katigua |
N3N4(CDC) |
Xylopia brasiliensis Sprengel. |
Yvyra katu,ka'a katu |
N3(CDC) |
3.1.2. Región Occidental o Chaco
El Chaco Sudamericano, cuya extensión es aún un tema de controversia y de amplia discusión en los ámbitos científicos, presenta en Paraguay dos grandes regiones con características claramente identificables: el Chaco Húmedo y el Chaco Semiárido o Seco. Estas unidades reflejan un gradiente hídrico que aumenta en humedad desde el Noroeste hacia el Sureste.
DINERSTEIN et al. , citados por VERA, V et al. (2000), realizan una clasificación similar de las eco-regiones del Chaco: Sabanas (Bosques ralos) del Chaco (semiárida) y Chaco Húmedo. Estos autores califican a las sabanas Chaqueñas como "Sobresaliente a Nivel Regional en Estado Vulnerable" y al Chaco Húmedo como "Sobresaliente a Nivel Local en Estado Vulnerable". El análisis mencionado, de vulnerabilidad de las eco-regiones, refleja las prioridades de conservación a un nivel continental.
Partiendo desde el punto de vista de la fitogeografía, toda la región del Chaco Paraguayo se enmarca dentro de la Provincia Fitogeográfica Chaqueña que abarca porciones de los países de Bolivia, Paraguay y Argentina (algunos autores incluyen una pequeña parte en el Brasil). El Gran Chaco Americano tiene una extensión aproximada de 1.200.000 a Km2. Comprende una gran planicie de reciente formación y cuya fauna, en su mayor parte, ha derivado de otras regiones. Forma parte de un gran "diagonal de formaciones xéricas" que une el Nordeste brasileño (Caatinga), el centro brasileño (Cerrado) y el Chaco boliviano-paraguayo-argentino con el Monte del centro de la Argentina (VANZOLINI, 1974; BUCHER, 1980 citados por VERA, V. et al. 2000).
El Chaco Paraguayo posee una superficie de 246.945 km2 lo que representa casi el 25% del Gran Chaco Americano y el 61% de la superficie del Paraguay; albergando tan sólo el 2,5% de la población total.
• Sitios vulnerables que necesitan medidas de conservación
En el Chaco existen áreas críticas que necesitan esfuerzos de protección y conservación; especialmente aquellas donde se desarrollan los siguientes tipos de vegetación: bosques inundables, saladares, matorrales xerófitos, sabanas arboladas, cerrados, entre otras, donde ocurren numerosas especies, poco coleccionadas y algunas probablemente no conocidas por la ciencia. Estas áreas deben ser conservadas urgentemente, por lo menos hasta que los estudios científicos necesarios ofrezcan parámetros fidedignos, para realizar comparaciones y cuantificaciones, que permitan reconocer los reales atributos para la conservación de la diversidad biológica. (VERA, V. et al., 2000)
El Chaco constituye un ecosistema frágil donde se vienen registrando cambios climáticos, que aun no son conocidos totalmente y ejercen mucha influencia en los distintos ambientes, cambios ecológicos y la influencia antrópica, que hacen que se pierdan los hábitats donde ocurren las especies y en consecuencia la disminución de las mismas, muchas de ellas aún sin ser conocidas.
• Especies típicamente chaqueñas
Según DEGEN, citado por VERA, V. (2000) se cuenta con el registro de las siguientes especies que pueden considerarse endémicas del Chaco.
Aspidosperma quebracho blanco; Atamisque emarginata; Ayenia eliae; Bouganvillea infesta; Bounganvillea campanulata; Bounganvillea praecox; Bulnesia sarmientoi; Capparis salicifolia; Capparis tweediana; Capsicum chacoense; Castela coccinea; Cereus stenogonus; Cissus palmata var. Balansana; Cissus verticillata subsp. Laciniata; Coccoloba guaranitica; Cordia bordasii; Cyclolepis genistoides; Chorisia insignis; Geoffroea decorticans; Helietta mollisHyalis lancifolia; Ruprechtiatriflora; Schinopsis balansae; Schinopsis quebracho colorado; Urvillea chacoensis Ziziphus mistol, entre otras.
• Especies con alta presión de uso
Según VERA, V et al. (2000), por ser especies con alta presión por uso, se deben profundizar los estudios para definir con criterios científicos de actualidad, el estado poblacional y el estado de las siguientes especies.
Bulnesia sarmientoi: esta especie está frecuentemente mal utilizada, por ejemplo para postes y leña, en especial las plantas jóvenes, se la utiliza para extraer esencias, como medicinal (polvo de la madera) y para repuesto de bujes de embarcaciones.
Shinopsis balansae: de la cual se extrae el tanino, postes y también es utilizada para construcciones rurales.
Copernicia alba: especie utilizada para la obtención del cogollo y varios otros usos.
Cyclolepis genistiodes: especie típica del Chaco, crece exclusivamente en los saladares y actualmente se la utiliza masivamente como medicinal.
• Especies de flora amenazada de la Región Occidental.
Se presenta a continuación la lista de la flora amenazada la Región Occidental.
Cuadro 13: Especies de flora amenazada de la Región Occidental.
Especie |
Familia |
Categorías (ver en anexo) |
Acacia caven Molina |
Fabaceae |
N3N4 (CDC) |
Amburana cearensis (Fr. Allem.) A.C. Smih |
Leguminosae |
P (DPNVS) |
Astronium fraxinifolium Schott. |
Anacardiaceae |
N3 (CDC) |
Astronium urundeuva (Allemao) Eng. |
Anacardiaceae |
N3(CDC) I (UICN) |
Bulnesia sarmientoi Lorentz ex Griseb |
Zygophyllaceae |
N3N2 (CDC) |
Cathormion polyanthum (A. Sprengel) Burkart |
Leguminosae |
V (DPNVS) |
Copernicia alba |
Arecaceae |
N4N3 |
Cordia trichotoma (Vell.) Arráb. ex Steud |
Boraginaceae |
V (DPNVS) |
Enterolobium contortisiliquum (Vell.) Morong |
Leguminosae |
I (DPNVS) |
Jacaratia corumbensis O. |
Caricaceae |
N2 (CDC) |
Jatropha chacoana Fern. Casas |
Euphorbiaceae |
N2 (CDC) |
Pithecellobium chacoense Burkart |
Fabaceae |
N3N4 (CDC) |
Pithecocthenion cynanchoides A. DC |
Bignoniaceae |
N3(CDC) |
Prosopis hassleri Harms |
Fabaceae |
N3N4 (CDC) |
Prosopis rojasiana Burkart |
Fabaceae |
N3N4 (CDC) |
Pterogyne nitens Tul |
Fabaceae |
N5(CDC) |
Sapindus Saponaria L. |
Sapindaceae |
N4N3 (CDC) |
Schinopsis balansae Engl |
Anacardiaceae |
N3 (CDC) |
Ziziphus mistol Griseb |
Rhamnaceae |
N4(CDC) |
Actualmente en Paraguay se valoran unos pocos bienes y servicios que contienen, producen o protegen los bosques, entre ellos se cita: la tierra, los productos madereros (madera y leña) y no madereros (cueros, pieles, miel, etc.)
En términos de servicios ambientales integrales:
No se reconoce a los bosques como hábitat que provee medios de subsistencia y de vida a sus habitantes, que debiera ser mantenido como tal. Se lo trata como una “mina o cantera” de la cual son extraídos todos los recursos, mientras se lo transforma en paisajes agropecuarios.
Con relación a los hábitats para la diversidad biológica, las áreas silvestres protegidas no constituyen prioridad en el proceso de desarrollo, cada año se les asignan menores presupuestos, no generan actualmente recursos económicos, una parte de la población paraguaya utiliza algunos recursos para recreación, las comunidades vecinas recién están empezando a valorarlas, otras extraen recursos naturales por desconocimiento o por furtivismo.
La protección de cuencas, de fuentes de agua o la estabilización de los suelos no es reconocida en su total dimensión. En el caso de las entidades hidroeléctricas, teniendo en cuenta la capacidad instalada, en el Paraguay, en la generación de energía hidroeléctrica, se destinan escasos recursos para la protección de los bosques que afectan directamente al área.
El agua que paga la población, que tiene acceso a los servicios, es por el costo de administración, instalación, mantenimiento y potabilización, no se asigna valor al recurso, hasta ahora. (VERA, V. 2000)
Es importante mencionar la creación de la Oficina Paraguaya de Implementación Conjunta , instancia creada por el Poder Ejecutivo paraguayo en diciembre de 1999, con la misión de otorgar el marco técnico, jurídico e institucional a las actividades implementadas conjuntamente y al mecanismo de desarrollo limpio.
La Oficina Paraguaya de Implementación conjunta cuenta con una Directriz oficial, para la presentación de Proyectos de Captación-Reducción de Carbono. Los criterios que se encuentran contenidos en la Directriz Oficial para la presentación de Proyectos de Captación-Reducción de Carbono, toman en consideración la realidad ambiental y de desarrollo del Paraguay, como asimismo, los criterios de la Secretaría de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), ratificada en el Paraguay por la Ley Nº 251/994 y su Protocolo de Kyoto, también ratificado, por Ley 1447/99.
Al igual que otros países, el Paraguay ha adoptado un estilo de desarrollo basado en el aprovechamiento intensivo y, en general, no sostenible de sus recursos naturales.
Las políticas oficiales han favorecido el mantenimiento de estos modelos de desarrollo. En muchos casos, las orientaciones, especialmente las provenientes del sector agrícola y pecuario, francamente han avasallado a las escasas y débiles políticas propiciadas por los sectores forestal y ambiental del país.
Las evidencias saltan a la vista al observar los numerosos problemas en el uso de los recursos, en particular el suelo, como consecuencia de la expansión de la ganadería extensiva en áreas boscosas (zona Este de la Región Oriental, Chaco Central, etc), los latifundios para la producción masiva de granos (trigo y soja, fundamentalmente), los modelos productivos intensivos al estilo mennonita y los constantes eventos de ocupación e invasión de terrenos boscosos, en algunos casos instigados por sectores políticos populistas, personas especializadas que se dedican a esta actividad y otros actores ávidos de recursos forestales (madereros, acopiadores, comerciantes, etc.).
La falta de una verdadera reforma agraria, con un enfoque integral, participativo y con distribución no sólo de tierras, sino de todos los recursos que hacen posible una producción con criterios de sostenibilidad, se constituye en uno de los principales factores que contribuyen a la depredación de los recursos naturales, proceso que prácticamente en todos los casos se inicia con el bosque.
Por otro lado, en 1994, en el marco de un convenio entre los gobiernos de Paraguay y Alemania, representados por la Sub-Secretaría de Estado de Recursos Naturales y Medio Ambiente y la Cooperación Técnica Alemana (GTZ) respectivamente, se inició el “Proyecto Estrategia Nacional para la Protección de los Recursos Naturales “ENAPRENA2.
Mediante esta instancia, numerosas jornadas de consulta y talleres, de carácter multidisciplinario, interinstitucional y transectorial, de organismos oficiales y no gubernamentales, resultaron en voluminosos informes. En tales documentos se han definido no sólo el diagnóstico de los diferentes actores relacionados con los recursos naturales y el ambiente, entre los cuales se encuentra el sector forestal, sino algunos planteamientos y probables líneas de acción. Uno de los resultados de este foro son los “Lineamientos sectoriales para una Política Nacional de los Recursos Naturales y el Medio Ambiente”.
En relación con la conservación de recursos boscosos, un “Plan Estratégico del Sistema Nacional de Areas Silvestres Protegidas” fue diseñado en 1.993 (DPNVS, 1994). Este plan establece el marco conceptual para el manejo y administración de las áreas protegidas en el país, definiendo los objetivos de conservación, los subsistemas componentes y los lineamientos a seguir en un horizonte de 10 años para la protección, el fortalecimiento y la consolidación de las áreas silvestres en el país. El plan tiene también como propósito la creación de nuevas unidades de conservación, de tal manera a cubrir una superficie aproximada de 10% del territorio nacional, distribuidas en todas las regiones ecológicas identificadas. La mayoría de estas unidades son áreas boscosas, con alto valor desde el punto de la biodiversidad, como bancos genéticos y como proveedores de servicios ambientales.
En materia de información podría decirse que no existen bases de datos integradas en recursos forestales que puedan ser accesibles en forma cotidiana por planificadores y tomadores de decisión.
Existe significativa información referente a los recursos forestales, la debilidad radica en que frecuentemente la misma no está disponible. Otro de los problemas que debe ser mencionado es la excesiva centralización o en su defecto regionalización de la información, creando dificultades a los interesados del interior o zonas alejadas del país.
En términos de capacidad institucional, se debe mencionar que existen pocas bases de datos equipadas para una monitoría de procesos dinámicos. No obstante, se debe resaltar que prácticamente no se cuentan con bases de datos integradas sobre recursos naturales que puedan ser accesibles a planificadores, tomadores de decisiones.
Instituciones |
Tipo de información acopiada y procesada |
Almacenamiento de las informaciones |
Capacidad analítica de las informaciones |
ALTER VIDA (ONG) |
Ecológica, agricultura, medio ambiental, hábitat, desarrollo rural, plaguicidas |
Centro de Documentación, audiovisuales |
Centro de Documentación |
CENTRO DE ESTUDIOS DEL MEDIO AMBIENTE DEL PARAGUAY (CEMAPAR) |
Medio ambiente, desarrollo urbano, educación, ecología, medio ambiente rural y sus relaciones con el individuo |
Centro de documentación, mapas, fotos aéreas, base de datos. Base o estándar, de suelos, topográficos, de tipo de bosque, de uso de la tierra, hidrológicos y demográficos |
Base de datos (la base de datos no está abierta al público) |
FUNDACIÓN MOISES BERTONI PARA LA CONSERVACIÓN DE LA NATURALEZA (FMB) |
Ecología, medio ambiente, recursos naturales, reforestación, tecnología, agricultura, desarrollo sostenible, energía, mujer, procesos productivos |
Científica, uso de la tierra, demográfica, cultural, social, legal |
Centro de Documentación, base de datos, audiovisuales (serie), slides, mapas, fotos aéreas, imágenes de satélite, sistema de información geográfica |
FUNDACIÓN VIDA SILVESTRE PARAGUAYA (FVSP) |
Ecología, recursos naturales, medio ambiente, legislación |
Centro de documentación, base de datos |
Informatización del centro de documentación, base de datos |
MINISTERIO DE AGRICULTURA Y GANADERÍA, DIRECCIÓN DE ORDENAMIENTO AMBIENTAL (DOA/MAG) |
Uso de la tierra, catastral, botánica, ecológica, geológica, suelo, hidrológica |
Biblioteca, base de datos, mapas, fotografías, diapositivas |
Procesamiento de imágenes de sensores remotos. Sistema de información geográfica, base de datos electrónicas |
MINISTERIO DE AGRICULTURA Y GANADERÍA DIRECCIÓN DE PARQUES NACIONALES Y VIDA SILVESTTRE, DEPARTAMENTO DE AREAS PROTEGIDAS |
Científica, fauna, flora y áreas protegidas, legislación ambiental, reglamento de uso de Areas Protegidas y ubicación de las mismas |
Mapas, fotografías, archivos, folletos, afiches. |
Sin datos de registros |
MINISTERIO DE AGRICULTURA Y GANADERIA, DPNVS, CENTRO DE DATOS PARA LA CONSERVACIÓN |
Areas silvestres protegidas, vida silvestre, especies amenazadas |
Científica, fauna, flora y áreas protegidas, conservación, ecosistemas, educación ambiental, organizaciones ambientalistas |
Bases de datos, centro de documentación informatizado. |
MINISTERIO DE AGRICULTURA Y GANADERIA, INVENTARIO BIOLÓGICO NACIONAL/ MUSEO NACIONAL DE HISTORIA NATURAL DEL PARAGUAY |
Fauna y Flora |
Biológica, botánica, ecológica |
Base de datos, textos, revistas, slides, colecciones, científicas |
SOBREVIVENCIA (ONG) |
Ecología, medio ambiente, comunidades indígenas, recursos naturales, |
Centro de documentación (4000), base de datos, audiovisuales |
Bases de datos |
MINISTERIO DE AGRICULTURA Y GANADERÍA. SERVICIO FORESTAL NACIONAL |
Silvicultura, Manejo de bosques, Industrias forestales |
Bibliotecas en los Centros de Desarrollo Forestal (Alto Paraná, Itapua) |
Bibliotecas |
FACULTAD DE CIENCIAS AGRARIAS. Carrera de Ingeniería Forestal |
Información sobre los recursos forestales, especies, usos, cobertura boscosa, deforestación, uso de tierras, resultados de investigación con especies nativas e introducidas |
Centro de Documentación, imágenes satelitarias. |
Centro de Documentación, |
Fuente: CENTRO DE DATOS PARA LA CONSERVACIÓN. 1998. Perfil de Entidades Ambientalistas.
Los usuarios de las informaciones son investigadores calificados, público en general, oficinas gubernamentales.
Una de las deficiencias fundamentales es la difusión de los resultados de investigaciones y la casi nula relación entre los investigadores y los usuarios de la investigación.
La investigación forestal en el país, aún cuando ha tenido algunos logros dentro de las limitaciones, es din duda deficitaria
La causa principal de estas deficiencias radica en la falta de políticas claras y explícitas, que reconozcan la importancia de los bosques y de la investigación forestal, no solo como un importante factor de desarrollo, sino que también como un elemento fundamental para la supervivencia y el bienestar de la comunidad en general.
También existen inconvenientes para la divulgación de experiencias y resultados de investigación, en este punto se tropieza con el problema presupuestario. En general los centros de investigación estatal no cuentan con rubro para publicar los trabajos.
En cuanto a la capacidad profesional existente, para generar y recolectar información tecnológica y científica, la misma se encuentra en franco aumento. Esto se debe al creciente número de profesionales con formación superior, cursos de post-grado, cursos de especialización o maestrías a nivel nacional, o aquellos que se realizan en el exterior que cuenta el país en la actualidad.
Hasta el año 1995 los profesionales nacionales con formación forestal constituían más de 60, limitándose a 20 con grado o post-grado en el exterior, a los que se agregan 28 Ingenieros Agrónomos con Orientación en producción Forestal y alrededor de 15 profesionales que han recibido adiestramientos breves.
A nivel de personal calificado no universitario (Técnicos Forestales, Guardaparques, capataces) el país dispone de una oferta también sensiblemente escasa.
Entre los años 1995 y 2000, se estima que un promedio de 3 profesionales por año se ha incorporado a la actividad profesional forestal. (VERA, M. 2001 Comunicación personal).
5.1.1 Formación de profesionales forestales
La educación forestal universitaria en el país se inició en 1973, con la creación de la Orientación Producción Forestal, como una especialización. Las evaluaciones periódicas de la Orientación Forestal indicaron la necesidad de expandir el curriculum forestal a fin de mejorar el perfil del profesional formado y satisfacer las necesidades del sector forestal nacional en recursos humanos calificados.
La Carrera de Ingeniería Forestal inició sus actividades en el año 1981, en el marco de la Facultad de Ciencias Agrarias.
La Carrera se propone como objetivos básicos procurar el ordenamiento ambiental a través de acciones que propicien el equilibrio dinámico entre el bosque, el suelo, el agua, la fauna y el hombre y preparar profesionales que habrán de desempeñarse en los sectores públicos, privados y en las actividades de producción, conservación, asistencia técnica, investigación, extensión, docencia, gestión y servicios en el área ambiental.
Podría decirse que el desarrollo de la investigación científica y tecnológica en ciencias ambientales es aún incipiente en el Paraguay.
A nivel nacional se ofrecen cursos de Post-grado en áreas relacionadas a los recursos naturales.
Cursos |
Instituciones |
Maestría en Ciencias Ambientales y Políticas Públicas |
Universidad Nacional de Asunción. Dirección de Post-grado |
Especialización en Evaluación del Impacto Ambiental |
Universidad Nacional de Asunción. Dirección Post-grado |
Maestría en Gestión Ambiental* |
Facultad de Ciencias Agrarias (Universidad Nacional de Asunción) Carrera de Ingeniería Forestal |
* A iniciarse a partir del 2001
No se cuenta con datos estadísticos sobre la ocupación de los recursos humanos en el sector público y privado. Se estima que existe un total de 220 profesionales forestales, (Ingenieros Forestales, Ingenieros Agrónomos con orientación forestal, Técnicos Forestales).
El sector público absorbe la mayor parte de los recursos humanos, del total de profesionales forestales se estima que aproximadamente 70% de los mismos están en este sector. Una menor proporción de profesionales están cumpliendo funciones en empresas privadas y Organismos No Gubernamentales (ONGs).
ALTER VIDA et al. 1996. Diagnostico sobre el estado actual de los ecosistemas forestales del Paraguay. Estrategia Suramericana de Conservación de Bosques Consulta Regional del CONO SUR. Basado en la labor de Jorge Pinazzo. 76 p.
BASE –ECTA (1994): Recortes de la prensa nacional en el Paraguay de los periódicos ABC Color, Noticias , Ultima Hora, período 1993 – 1994. Asunción.
BRACK, W, y WEIK, J. 1994. (a). El bosque nativo del Paraguay; riqueza subestimada. 2 ed. Asunción, MAG/DGP – GTZ. 327 p. (Serie Nº 15).
--------------------- (b). Experiencias agroforestales en el Paraguay. 2 ed. Asuncion, MAG/DGP – GTZ. 294 p. (Serie Nº 8).
CENTRO DE DATOS PARA LA CONSERVACIÓN. DIRECCIÓN DE PARQUES NACIONALES Y VIDA SILVESTRE. 2000. Lista preliminar de Plantas amenazadas. Dicotiledóneas.
CENTRO DE DATOS PARA LA CONSERVACIÓN. DIRECCIÓN DE PARQUES NACIONALES Y VIDA SILVESTRE. 1999 Lista preliminar de Plantas amenazadas. Monocotyledonae.
CENTRO DE DATOS PARA LA CONSERVACIÓN. DIRECCIÓN DE PARQUES NACIONALES Y VIDA SILVESTRE. Lista preliminar de Plantas amenazadas.Pteridophyta y Gimnospermae. 1999
CIF. 1991. Vegetación y Uso de la Tierra de la Región Occidental (Chaco): años 1986 – 1987. San Lorenzo: Carrera de Ingeniería Forestal. 22 p.
CIF. 1994. Uso de la Tierra y deforestación en la Región Oriental del Paraguay: Período 1986 – 1987. San Lorenzo: Carrera de Ingeniería Forestal. 32 p.
DIRECCIÓN DE PARQUES NACIONALES Y VIDA SILVESTRE. MAG. Flora amenazada del Paraguay. Asunción. 1994.
DPNVS. 1994. Flora amenazada del Paraguay. Asunción: Dirección de Parques Nacionales y Vida Silvestre. 201 p.
DPNVS. 1994. Plan estratégico del Sistema Nacional de Areas Silvestres Protegidas. Asunción: Dirección de Parques Nacionales y Vida Silvestre. 314 p.
DPNVS. 1998. Informe Nacional de Areas Silvestres Protegidas del Paraguay. Grafic. Asunción, Paraguay. 57 p.
FOGEL, R. (1989). La actual distribución de tierras en el Paraguay y el conflicto agrario: Documento de Estudios Nº 4.
GTZ. 1994. Perfil del país con informaciones y comentarios relacionados al desarrollo económico y social. 229 p.
HENNINGER, J. 1992. Valores no monetarios del bosque paraguayo: bosque nativo vs. Bosque implantado. Carrera de Ingeniería Forestal. San Lorenzo, Paraguay. Cuadernos Forestales Nº 5. 37 p.
IDEA. 1996. Guía de Derecho Ambiental del Paraguay. Alianza Regional para Políticas de Conservación en América Latina y el Caribe. Asunción, Paraguay. 201 p.
LEY 422/73 Forestal.
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Categorias de amenaza
1. Categorías según Centro de Datos para la Conservación (CDC)
N1: El elemento está en peligro crítico en el país debido a su rareza (5 o menos localizaciones, muy pocos individuos o hectáreas), o por algún factor de su biología particular que lo haga especialmente propenso a desaparecer del país o de la región.
N2: El elemento está en peligro en el país debido a su rareza (6 – 20 localizaciones, pocos individuos o hectáreas), u otros factores que lo hagan muy propensos a desaparecer del país o región.
N3: El elemento es raro en el país (20 o más localizaciones)
2. Categorías según UICN
Extintas (Ex): esta categoría se utiliza únicamente para las especies que, tras repetidas búsquedas en las localidades tipo u otros lugares conocidos o probables, ya no existen en su ambiente natural.
En peligro (E): las especies en peligro de extinción y aquellas cuya supervivencia es poco probable si siguen operando los factores causales.
En estas especies están incluidas aquellas reducidas numéricamente hasta un nivel crítico o cuyos hábitats han experimentado una reducción tan drástica que se les considera en peligro inmediato de extinción.
Ello se refiere a especies cuyas poblaciones han quedado tan limitadas que un colapso en la procreación debido a la falta de diversidad genética se convierte en una posibilidad de extinción, independientemente de si están o no amenazadas por el hombre.
Vulnerable (V): aquellas especies que se consideran probable que pasen a la categoría “En peligro” en un futuro próximo si siguen operando los factores causales.
Están incluidas en esta categoría aquellas especies de las cuales la mayoría o todas las poblaciones experimentan una disminución debido a una explotación masiva, a una extensa destrucción de su hábitat o a otras perturbaciones ambientales. Las especies cuyas poblaciones han sido objeto de una grave reducción y cuya seguridad última no se ha garantizado todavía y las especies cuyas poblaciones son todavía abundantes, pero están en peligro debido a factores adversos graves en todo su hábitat.
Rara (R): especies con pequeñas poblaciones mundiales que no están actualmente “En peligro” o que no son “Vulnerables”, pero que están sujetas a riesgo.
Estas especies se encuentran generalmente dentro de zonas geográficas o hábitats limitados, o están distribuidas a través de una zona más amplia, pero en números muy reducidos.
Indeterminada (I): Las especies que se sabe que están incluidas en las categorías: “Extinta”, “En peligro”, “Vulnerable” o “Rara”, pero sobre las cuales no se dispone de información suficiente para determinar cuál de las cuatro categorías es la correcta.
Insuficientemente conocida (k): Las especies que se sospecha, sin saberlo a ciencia cierta , que pertenecen a cualquiera de las cinco categorías precedentes, pero sobre las cuales se carece de información.
Fuera de peligro (O): Las especies incluidas anteriormente en una de las cinco categorías precedentes, pero que ahora se consideran relativamente seguras debido a que se han adoptado medidas eficaces de conservación o que se ha eliminado la amenaza anterior que ponía en peligro la sobrevivencia.
En la práctica, las categorías, “En Peligro” y “Vulnerable” pueden incluir, temporalmente, especies cuyas poblaciones están comenzando a recuperarse como resultado de medidas correctivas, pero cuya recuperación es insuficiente para justificar su trasferencia a otra categoría.
3. Categoría según DPNVS
Extintas: especies que en su distribución natural no han sido localizadas tras repetidas búsquedas en un período de tiempo no menos a 50 (cincuenta) años.
En Peligro (P): especies con escaso número de ejemplares en la naturaleza y cuya existencia está seriamente amenazada si los factores causales de amenaza continúan operando.
Se incluyen especies cuyas poblaciones se han reducido a un nivel crítico o cuyo hábitat se ha reducido tan drásticamente que se hallan en riesgo inminente de extinción.
Vulnerables (V): especies que podrían pasar a la categoría “EN PELIGRO” en el futuro próximo, si las causales de la disminución de sus poblaciones continúan operando.
Se incluyen especies cuyas poblaciones están decreciendo por sobreexplotación, destrucción intensiva del hábitat u otros disturbios del medio ambiente.
Raras (R): Especies con pequeñas poblaciones. No se consideran dentro de las categorías “EN PELIGRO” ni “VULNERABLE” pero están en riesgo. Se encuentran generalmente localizadas dentro de áreas geográficas muy restringidas o en hábitats raros dispersos en áreas muy extensas.
Indeterminadas (I): Especies que no son consideradas dentro de ninguna de las categorías anteriormente mencionadas, pero cuyo estatus de conservación deberá ser determinada de acuerdo a futuras investigaciones, debido a que no existe suficiente información sobre las mismas actualmente.
3. Ley 716 /96 Que Sanciona Delitos contra el Medio Ambiente
Artículo 5°.- Serán sancionados con penitenciaría de uno a cinco años y multa de 500 (quinientos) a 1.500 (mil quinientos) jornales mínimos legales para actividades diversas no especificadas:
Los que destruyan las especies de animales silvestres en vías de extinción y los que trafiquen o comercialicen ilegalmente con los mismos, sus partes o productos;
Los que practiquen manipulaciones genéticas sin la autorización expresa de la autoridad competente o difundan epidemias, epizootias o plagas;
Los que introduzcan al país o comercialicen en él con especies o plagas bajo restricción fitosanitaria o facilitan los medios, transporte o depósitos;
Los que emplean datos falsos o adulteren los verdaderos en estudios y evaluaciones de impacto ambiental o en los procesos destinados a la fiscalización de estándares oficiales; y
Los que eludan las obligaciones legales referentes a medidas de mitigación de impacto ambiental o ejecuten deficientemente las mismas.
Artículo 6°.- Los que infrinjan las normas y reglamentos que regulan la caza, la pesca, la recolección o preservación del hábitat de especies declaradas endémicas o en peligro de extinción serán sancionados con pena de uno a cinco años de penitenciaría, el comiso de los elementos utilizados para el efecto y multa de 500 (quinientos) a 1.000 (mil) jornales mínimos legales para actividades diversas no especificadas.
Artículo 10°.- Serán sancionados con penitenciaría de seis a dieciocho meses y multa de 100 (cien) a 500 (quinientos) jornales mínimos legales para actividades diversas no especificadas:
Los que violen las vedas, pausas ecológicas o cuarentenas sanitarias; y,
Los que injustificadamente se nieguen a cooperar en impedir o prevenir las violaciones de las regulaciones ambientales, o los atentados, accidentes, fenómenos naturales peligrosos, catástrofes o siniestros.