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Técnicas de trabajo forestal y capacitación de trabajadores

B. STREHLKE

B. STREHLKE es experto forestal en la Organización Internacional del Trabajo, Ginebra.

Colaboración FAO/OIT para organizar cursos y seminarios en países en desarrollo

En diciembre de 1970 se celebró en Bangui, República Centroafricana, el décimo curso regional FAO/01T de capacitación forestal para países en desarrollo, destinado a los forestales de habla francesa del Africa tropical. Este proyecto formaba parte de una serie de seminarios y cursos que se iniciaron en 1962, y a continuación se incluye un breve informe sobre sus objetivos y alcance, los problemas planteados y los resultados obtenidos, así como sobre los trabajos futuros que habrán de emprenderse en esta esfera.

En el cuadro que sigue se indica la distribución de los cursos y seminarios entro las diferentes regiones. El programa, con una participación de 221 becarios procedentes de 44 países, ha cubierto a muchos países en desarrollo de Africa y Asia, que disponen de importantes recursos forestales. América Latina, hasta ahora, ha tenido una parte menos importante en el programa, pero se tiene intención de que el próximo curso forestal FAO/OIT se desarrolle en aquella región.

Finalidades

Los cinco primeros cursos y seminarios, celebrados en Nigeria, Birmania, Gabón, Perú y Filipinas, trataron principalmente de la corta y acarreo de frondosas tropicales. Su finalidad principal era demostrar y practicar técnicas y métodos efectivos de trabajo para aumentar la productividad de la mano de obra, reducir los desperdicios de la corta y los daños causados a los rodales y estaciones restantes, reducir la tensión física y los accidentes, de modo que la silvicultura se convierta en una industria económicamente viable que proporcione empleos a las comunidades rurales en condiciones razonables de trabajo y de vida.

Los cursos y seminarios más recientes, celebrados en Kenia, Túnez, Japón y la República Centroafricana, tuvieron un contenido más variado y comprendían materias tales como trabajos de plantación y establecimiento, poda, claras en los bosques de plantación y confección de carbón vegetal con hornos portátiles. Sin embargo, se siguió dando importancia principal a la demostración de prácticas de corta eficaces.

Región

Año

País hospedante

Países participantes

Becarios

Africa - Occidental de habla inglesa

1962

Nigeria

4

23

Africa - Occidental de habla francesa

1963

Gabón

8

22

1970

Rep. Centroafricana

10

21

Africa - Oriental

1967

Kenia

8

22

Africa - del Norte

1968

Túnez (curso)

3

32

1968

Túnez (seminario)

Asia

1962

Birmania

6

26

1966

Filipinas

9

26

1969

Japón

12

25

América Latina

1965

Perú

6

24

TOTAL



144

221

1 Algunos países estuvieron representados en más de un curso.

En los comienzos se había tenido intención de capacitar a instructores que, a su vez, formaran técnicos y trabajadores forestales en sus propios países. Sin embargo, pronto se puso en evidencia que incluso un período de dos meses, dedicado por completo a ejercicios prácticos, era demasiado breve para dar capacitación a los participantes, quienes muchas veces tenían poca o ninguna experiencia anterior de los trabajos de corta, que les permitiera alcanzar el nivel necesario. Además, en la mayoría de los países, la estructura institucional que incluye los montes e industrias forestales no permitía la organización directa de la capacitación del personal de campo. Por este motivo, los últimos cursos tuvieron que limitarse a demostrar los beneficios de la capacitación en técnicas de trabajo eficaces para abrir así el camino a medidas complementarias más importantes y a la prestación de apoyo en el plano nacional.

Preparación

Los cursos y seminarios fueron preparados conjuntamente por la FAO y la OIT. Se obtuvieron fondos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y de los recursos de los presupuestos ordinarios de las organizaciones. Además, se consiguió repetidas veces apoyo de programas de ayuda bilateral, en especial de Suiza. En varios casos, el gobierno del país hospedante o las industrias locales facilitaron también ayuda financiera, especialmente en el casa de los, cursos celebrados en Japón y Filipinas.

FIGURA 1. - Filipinas, 1966. Descarga de un camión de trozas de frondosas tropicales. Demostración realizada durante un viaje de estudio a la Nasipit Lumber Company, Mindanao. Se dio especial importancia a la corta mecánica con equipo pesado de los bosques altos tropicales. - FOTO: OFICINA DE MONTES DE FILIPINAS

La aprobación de las disposiciones financieras de la mayoría de los proyectos implicaba habitualmente un largo procedimiento, que hacía que sólo se dispusiera de un tiempo sumamente breve para confirmar al país hospedante a adoptar las necesarias medidas en el plano local, preparar el programa, invitar a los países a participar, comprar equipo, contratar instructores y seleccionar a los candidatos y notificarles su elección.

Un miembro del personal de la FAO de la OIT tenía, por lo general, que visitar el país hospedante con la posible antelación para reajustar el programa de capacitación a las instalaciones disponibles en el país, asegurar el apoyo local y adoptar las disposiciones materiales necesarias para los participantes. Había. de ponerse cuidado en encontrar una localidad donde se pudiera disponer de condiciones razonables de alojamiento y comida y en cuyas cercanías se estuvieran realizando trabajos forestales, para poder reducir al mínimo el equipo procedente del exterior. Siempre que fue posible se aprovechó la ocasión para realizar visitas a los países vecinos de la región, con objeto de tener también en cuenta sus necesidades al adaptar el proyecto, entrevistando a los posibles cursillistas y buscando instructores adecuados.

Ha sido motivo de gran satisfacción el hecho de que los servicios forestales nacionales que han de intervenir en esos proyectos hayan colaborado con tan buena disposición para superar los diversos obstáculos que inevitablemente se presentaban, lo que ha permitido que, pese a las restricciones de tiempo y dinero, no se haya tropezado con dificultades importantes para la realización de los proyectos conforme al plan.

Participantes

Algunos cursos se organizaron para participantes de nivel técnico (Kenia). Otros, a nivel de graduados universitarios (Filipinas y Japón), y otros para ambas clases de cursillistas (República Centroafricana).

Sin duda, el técnico es más apto para actuar como instructor, mientras que el graduado universitario, especialmente si ocupa un cargo de cierta importancia, es más idóneo para encargarse de que en su país de origen se adopten algunas medidas complementarias. En Túnez se intentó con éxito obtener ventajas en ambos sentidos mediante la organización de un curso técnico de cuatro semanas que comprendía muchas demostraciones y ejercicios prácticos, y, durante la última semana de ese curso, la celebración simultánea de un seminario para graduados en que se combinaron períodos de demostración y de discusión. De esta forma, los graduados pudieron obtener conocimientos directos del contenido de los cursos y estudiar el medio mejor para sacar partido de la experiencia adquirida por los técnicos.

Se tenía en general la intención de que estuvieran representados por igual los servicios forestales de los gobiernos, las instituciones de capacitación forestal y las industrias de corta de madera. En realidad, el primer grupo disponía por lo general de una representación excesiva y el tercero de una representación demasiado reducida, lo que era una desventaja por el hecho de que en muchos países, como es natural, las operaciones de corta son realizadas por entidades privados y no por servicios forestales.

Se pronunciaron conferencias y se dieron instrucciones en un solo idioma internacional (español, inglés, o francés) según los casos, lo que a veces tuvo el efecto de limitar la participación de cursillistas de nivel técnico.

El grupo de edad preferido para los participantes fue el comprendido entre 25 y 35 años. Con pocas excepciones, todos, habían recibido ya capacitación forestal. Las becas para asistencia a los cursos cubrían los gastos normales de alojamiento, manutención y viajes.

Normalmente los participantes eran nacionales de los países de la región. Durante el seminario celebrado en la República Centroafricana embargo, se incluyó a un pequeño número de forestales expatriados que trabajaban en proyectos de desarrollo en los países a los cuales se destinaba el seminario. Esta inclusión ayudó a ampliar la gama de conocimientos técnicos que podían demostrarse, y a procurar un mayor estímulo a las actividades complementarias en los distintos países.

FIGURA 2. - Kenia, 1967. Los ejercicios prácticos en el mantenimiento y empleo de herramientas manuales para operaciones perfeccionadas de corta con predominio de mano de obra en bosques artificiales han constituido una parte importante de este curso en el que han participado forestales de, ocho países del Africa oriental. - FOTOS: B. STREHLKE

FIGURA 3. - Demostración de diferentes marcas de sierras mecánicas en el centro de mecanización forestal del Organismo Forestal Japonés, cerca de Numata.

Personal

El país hospedante ha proporcionado por lo general un director o codirector v otros funcionarios técnicos y administrativos. En Filipinas y el Japón, los especialistas locales se encargaron de la mayor parte de las conferencias y demostraciones. En otros casos, se ha confiado principalmente en el personal internacional.

Los primeros cursos dependían demasiado de instructores cuya experiencia procedía principalmente de Europa y que tenía conocimientos limitados de la situación en los países en desarrollo. Los cursos posteriores recurrieron cada vez más a instructores que trabajaban en el país hospedante, o al menos en la región. Algunos instructores han sido ya contratados varias veces y por ello han podido acumular un gran volumen de experiencia útil. Un instructor ha prestado servicios en cuatro cursos diferentes.

Las organizaciones patrocinadoras han estado representadas regularmente por personal técnico, que no sólo colabora en la ejecución general de un proyecto, sino que también contribuye activamente a los programas.

Programas

Los cuatro primeros cursos realizados en Birmania, Nigeria, Gabón y Perú siguieron aproximadamente la misma pauta basada en las actividades principales que comporta la corta de trozas de frondosas tropicales: corta y extracción, planificación, construcción de carreteras, apeo y conversión, arrastre y transporte. Tuvieron una duración de dos meses y comprendían ejercicios prácticos a cargo de un pequeño grupo de cursillistas.

Los seminarios en Filipinas y el Japón duraron aproximadamente un mes cada uno. Como ya se ha dicho, los participantes eran casi exclusivamente de nivel universitario, y muchos de ellos desempeñaban cargos superiores. El programa se compuso de conferencias, debates y demostraciones. Se demostró un gran número de operaciones diferentes y se facilitaron documentos sobre diversas materias, tales como el empleo de fotografías aéreas para la planificación de las operaciones de corta, los sistemas de cables aplicados para el arrastre de las trozas, los estudios sobre trabajos forestales, la comparación entre los trabajos forestales mecanizados y los que se apoyan principalmente en la mano de obra, la creación de bosques de plantación para su explotación industrial, los sistemas de pago para los trabajadores forestales y la seguridad y sanidad de las operaciones.

En los cursos de Kenia y Túnez, se otorgó importancia principal a la capacitación de trabajadores forestales durante un período de un mes en las técnicas básicas de corta con herramientas manuales. También se utilizó equipo mecánico y se explicaron los límites de aplicación de cada una de las técnicas. Entro los bosques aprovechados para los ejercicios prácticos figuraban plantaciones de coníferas y bosques naturales de frondosas de tamaño pequeño y mediano, que ofrecían condiciones favorables para la capacitación. En ambos cursos, los cursillistas formaron un grupo bastante homogéneo.

FIGURA 4. - Japón, 1969. El Sr. Spiers, especialista en corta de trozas de Nueva Zelandia, explica detalles técnicos del acarreo por cable, que se discutieron y demostraron durante el seminario forestal realizado en el Japón. - FOTO: B. STREHLKE

En el seminario más reciente, el período de capacitación tuvo que limitarse a sólo 10 jornadas laborales, para un grupo mixto de forestales superiores y auxiliares. La diversificación del programa satisfacía una gran variedad de intereses. Algunos participantes procedían de centros de capacitación forestal y la parte central del programa se dedicó a todos los aspectos de la capacitación: su planeamiento y organización, las técnicas de enseñanza, la utilización de medios auxiliares audiovisuales, la capacitación de los instructores, etc.

En términos generales, la duración de los cursos que se pueden impartir, el nivel de la instrucción, el volumen de trabajos prácticos, las materias de la capacitación etc., dependen considerablemente del dinero disponible, de la situación del país hospedante y de las calificaciones de los participantes, que sólo pueden conocerse totalmente después de haberlos reunido. Ello exige que los proyectos tengan la máxima adaptabilidad y flexibilidad.

Evaluación

La respuesta de los participantes a finales del período de capacitación ha sido por lo general muy favorable. Muchos de ellos han indicado que consideran que la posibilidad de estudiar las técnicas de corta en las condiciones reinantes en su propia región es mucho más beneficiosa que si se les hubiera enviado al extranjero para una capacitación semejante, incluso de más larga duración.

En la mayor parte de los casos, los participantes manifestaron que habrían preferido una estancia más larga, pero admitieron que, en tal caso, les habría sido difícil asistir al curso. La gran mayoría declaró que estarían en condiciones de aplicar total o parcialmente la experiencia que habían adquirido. En efecto, se han establecido contactos con numerosos participantes después del regreso a sus países, y no hay duda de que han conseguido aprovechar los resultados de lo que han aprendido y visto.

Naturalmente es difícil dar alguna medida precisa de la repercusión de los 10 cursos y seminarios realizados hasta ahora dentro de los países que han participado en este programa. No hay duda de que los países hospedantes han obtenido beneficios fáciles de identificar. En algunos casos, los cursos han provocado medidas complementarias concretas en el plano nacional, por ejemplo, en el Africa occidental, el establecimiento de varios proyectos de la FAO sobre capacitación en corta de trozas, con cargo al Fondo Especial del PNUD; en el Perú, un proyecto de capacitación sostenido por la ayuda bilateral suiza; en Uganda y Tanzania, proyectos financiados por el Programa Ordinario de la OIT y por fondos de asistencia técnica del PNUD; al curso realizado en Túnez siguieron cursos nacionales en Marruecos con ayuda de la OIT, y se ha previsto la realización de otro curso en Argelia.

En términos generales, podría hacerse mucho más a este respecto, para lo que se necesitaría un esfuerzo mayor tanto de las organizaciones internacionales patrocinadoras como de los países participantes. El principal problema es encontrar los medios de financiación necesarios.

Una ventaja categórica de los cursos y seminarios ha sido la revelación del valor potencial de la colaboración regional en momentos en que los servicios forestales nacionales, las escuelas forestales y los centros de investigación forestal están adquiriendo nuevo vigor. El Comité FAO/CEPE/OIT sobre técnicas de trabajo silvícola y capacitación de trabajadores forestales, del que forman parte países tanto de Europa occidental como de Europa oriental, representa un modelo de la forma que esa cooperación puede adoptar. Ese comité organiza estudios, seminarios, simposios, cursos y otras actividades semejantes, cuyo valor es reconocido por los países participantes. Se ha establecido otro Comité semejante entre la FAO y la OIT dentro de la Comisión Forestal de Asia y el Pacífico, pero hasta ahora este órgano ha tenido pocas ocasiones de funcionar en forma adecuada debido a las dificultades que supone congregar a los representantes de los países de una región de tan gran extensión y con tan grandes diferencias entre sí en cuanto a la situación forestal y las circunstancias económicas.

FIGURA 5. - República Centroafricana, 1970. Además de las técnicas de corta, un importante tema adicional del programa de este seminario ha sido la fabricación de carbón vegetal en hornos portátiles. El Sr. Chauvin (FAO) y el Sr. Mukasa, especialista en carbón vegetal del Departamento Forestal de Uganda, proceden a encender los primeros hornos montados y cargados para la demostración. - FOTOS: H. RYTER

FIGURA 6. - República Centroafricana, 1970. Extracción del carbón vegetal del horno después de terminada la carbonización. Un instructor, el Sr. Earl (Reino Unido) vigila la operación, que dio buenos resultados tanto en cantidad como en calidad.

Los cursos y seminarios FAO/OIT han puesto de manifiesto la considerable demanda que existe de elementos auxiliares de enseñanza aptos para los países en desarrollo, preparados, a ser posible, sobre una base regional e interregional. Por este motivo, la OIT ha publicado dos manuales de capacitación ilustrados en español, inglés y francés, que tratan de la selección y mantenimiento de las herramientas manuales de corta y de las herramientas manuales y mecánicas para el apeo y troceado de árboles tropicales en bosques naturales. Estas publicaciones representan un subproducto útil de los proyectos.

¿Deben crearse nuevos cursos y seminarios regionales o subregionales de esta especie organizados conjuntamente por la FAO y la OIT? La respuesta de los participantes en anteriores proyectos ha sido un rotundo «sí».

En. el seminario celebrado últimamente en la República Centroafricana, los participantes solicitaron la realización de otro seminario semejante después de un intervalo de dos años, que durara unas tres semanas, y cuyo país hospedante fuera de preferencia la Costa de Marfil.

Trabajos futuros

Los cursos futuros deberán probablemente ser más especializados. El estudio y la eficacia de los trabajos, por ejemplo, son materias que podrían tratarse con mayor profundidad. Además, a los futuros proyectos deben agregarse actividades particulares de complementación que, al propio tiempo, deben prepararse con menos precipitación.

En todo caso, cabe esperar que este programa continúe y se perfeccione, ya que la colaboración entre la FAO y la OIT en esta esfera ha originado una de las indicaciones más esperanzadoras, aun no siendo espectaculares, del progreso de la silvicultura mundial en los últimos años.


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