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Sección 1 - Necesidades tendencias y perspectivas de la vivienda

CENTRO DE VIVIENDA, CONSTRUCCIÓN Y PLANIFICACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS

El presente trabajo ha sido preparado por el Centro de Vivienda, Constricción y Planificación de las Naciones Unidas (UNCHBP), en colaboración con EZRA LEVIN, ARIBA, Director Adjunto y arquitecto jefe de la Timber Research and Development Association (TRADA), Reino Unido.

DURANTE EL DECENIO 1958-67 la producción total de viviendas en los países industrializados excedió los 77 millones de unidades y una tasa media anual estimada de aproximadamente 7,5 viviendas terminadas por cada 1000 habitantes (véase Cuadro 1). En general, esto constituye sin duda el nivel máximo de producción comparado con los decenios anteriores, aunque los adelantos no fueron uniformes en todos los países y regiones, que no mostraron por cierto una tasa creciente de producción durante ese período. No se dispone de información completa sobre la construcción de viviendas en los países en desarrollo durante el decenio de 1960. Sin embargo, se calcula que el número medio de viviendas construidas anualmente en el mundo en desarrollo fue de 2 a 3 unidades por cada 1000 habitantes. Debe señalarse que este cálculo tiene en cuenta únicamente aquellas viviendas construidas bajo cierta clase de control municipal y no incluye las viviendas «espontáneas», construidas principalmente en zonas rurales, en donde prácticamente no existe control alguno en muchas naciones. No obstante, durante el último decenio, la producción de viviendas, tanto en los países industrializados como en los países en desarrollo, ha estado muy lejos de la cifra esperada de 10 unidades por cada 1000 habitantes propuesta como objetivo para el decenio.1

1 Para un estudio analítico de la situación de la vivienda en Europa véanse (1) y (2) en las Referencias.

CUADRO 1. - RESUMEN DEL TOTAL DE VIVIENDAS TERMINADAS EN LOS PAÍSES INDUSTRIALIZADOS1 DE 1958 A 1967

 

Total de viviendas terminadas

Millares

Europa2

30077,1

de la cual:



Europa septentrional

(1778,9)

Reino Unido e Irlanda

(3585,3)

Comunidad Económica Europea

(13854,1)

Europa central

(1855,3)

Europa meridional

(3523,5)

Europa oriental

(5480,0)

U.R.S.S.

23791,0

Estados Unidos

14320,2

Canadá

1402,0

Australia

998,0

Nueva Zelandia3

233,0

Japón

6396,0

TOTAL

77217,3

FUENTE: Calculado de los cuadros para las diferentes subregiones y países, en donde se indican las fuentes de información.

1 Excluida Sudáfrica, para la cual no se disponía de información adecuada.
2 Excluida la U.R.S.S.
3 Para Nueva Zelandia el periodo comprende 1960/61-1968/69.

De hecho, solamente algunos países construyeron 10 o más viviendas por cada 1000 habitantes por año entre ellos Japón, Suecia, Suiza, la U.R.S.S. y la República Federal de Alemania. En las zonas más desarrolladas se construyeron aproximadamente 7 millones de viviendas por año en lugar de 9,5 millones, y en las zonas menos desarrolladas se construyeron 8 millones de viviendas en lugar de 27 millones Como porcentaje, los países desarrollados debieran haber construido el 35,7 por ciento más (esto es, 1,35 veces más que la producción real), y los países en desarrollo un 237 por ciento más (o sea, 3,4 veces más que el número real de viviendas construidas) por año. El cálculo bruto mundial indica que, para alcanzar el objetivo propuesto, la producción de todos los países debió haber sido dos veces y media mayor que la producción real (36,5 millones en lugar de 15 millones).

Situación actual de la vivienda

FACTORES QUE AFECTAN A LAS NECESIDADES DE VIVIENDA

La magnitud relativa de los diversos componentes que constituyen la cantidad de viviendas necesarias para un período determinado varían en los diferentes países. Los principales elementos son los siguientes:

1. Crecimiento de la población, cambios en la composición de la familia y en las estructuras económicas.

2. Migración interna.

3. Costo de reposición de los edificios viejos (dilapidación, caducidad, renovación urbana, desastres naturales).

4. Medidas para aliviar la escasez actual (causada por la escasez de viviendas y por el hacinamiento).

5. Creación de una reserva adecuada de viviendas para ocupación temporal y estacional.

Crecimiento de la población

La cantidad de habitantes y la tasa natural de crecimiento probables de la población de un país en un periodo determinado se calcula generalmente por medio de métodos estadísticos reconocidos, que se aplican a datos derivados de censos periódicos, del registro . de nacimientos, defunciones y matrimonios y de los cambios que se observan en factores demográficos importantes, tales como la fertilidad y la longevidad y las tasas de matrimonios y divorcios en diferentes grupos de edades, que, a su vez, se pueden relacionar con los niveles de vida y con diversos factores sociales y económicos, incluidas las condiciones de la vivienda.2 Las tasas de crecimiento natural de la población varían considerablemente entre países y también entre cada período. La industrialización y la urbanización ocasionan generalmente tasas más bajas de crecimiento que las que prevalecen en sociedades predominantemente agrarias.

2 En los cálculos de algunos países, esto se toma en cuenta por separado, debido a la dificultad para pronosticar tasas de migración con cierto grado de exactitud.

En el Cuadro 2 se dan cifras generales de población en el mundo y en las principales zonas desarrolladas y en desarrollo para períodos de 20 años entre 1920 y el año 2000. Dicho cuadro indica una tasa de crecimiento anual estimada en el 0,8 por ciento en la población de los países de las zonas más desarrolladas, desde 1940 hasta 1960; un crecimiento sin precedentes del 1,1 por ciento en esos países para el período l960-80 y una leve disminución al 0,9 por ciento entre 1980 y el año 2000. El rápido crecimiento de la población es la causa más evidente de la escasez de viviendas en los países en desarrollo. En esos países, las tasas de crecimiento natural son de dos a cuatro veces más altas que las que prevalecen en los países más avanzados (3). Fueron del 1,6 por ciento entre 1940 y 1960; se espera que lleguen al 2,2 por ciento durante el período 1960-80 y que declinen al 2 por ciento entre 1980 y el año 2000. Según este cuadro, se espera que la población mundial se duplique entre 1960 y el año 2000, pasando de 3000 millones a alrededor de 6000 millones de personas. Las zonas urbanas crecerán a un ritmo mucho más elevado. Alrededor de 340 millones de personas adicionales se hacinaron en ciudades en el decenio que comenzó en 1960. En el decenio iniciado en 1970, se calcula que otros 450 millones de personas necesitarán alojamiento urbano. Cálculos prudentes indican que la población urbana del mundo se elevará de 1330 millones en 1970 a 3090 millones en el año 2000, aumento que equivale a 1760 nuevas ciudades del tamaño de Bruselas.

Según las proyecciones demográficas de las Naciones Unidas, las zonas rurales de los países de menor desarrollo pasarán de 1915 millones en 1970 a 2765 millones en el año 2000, un aumento de 850 millones de personas. Se espera que la mayor parte de este aumento, 540 millones, ocurra en Asia meridional. Considerando las condiciones de hacinamiento excesivo que disminuyen los niveles de subsistencia de una gran parte de esta región, si se agregan 540 millones de personas a la población rural actual de 860 millones se podría producir, durante ese proceso, un gran trastorno social.

Sin tener en cuenta otros factores que afectan a las necesidades de vivienda, tales como la acumulación del déficit de las viviendas existentes, la migración interna a las ciudades y otras causas, las cifras del crecimiento proyectado de la población indican el extraordinario volumen y la extrema importancia que tiene ahora y que tendrá en los próximos años la construcción de nuevas viviendas.

Migración interna

La migración en gran escala de la fuerza de trabajo de las granjas a las fábricas, del campo a la ciudad, es una característica de todos los países industrializados y de los que se industrializan rápidamente. Esto agrega nuevas dimensiones a los problemas de la vivienda no sólo mediante la división de familias grandes, creando así nuevas unidades familiares, sino también mediante la redistribución geográfica de la población.

El Cuadro 2 y la Figura 1 indican la disminución de la población agrícola en todo el mundo. La población rural predominará probablemente sobre la población urbana hasta fines del siglo, pero para el año 2000 la mitad de la población del mundo vivirá en ciudades.

Además de la migración rural, hay también, particularmente en los países industriales más antiguos, una corriente de población de los centros de industrias antiguas y en disminución a los centros de industrias nuevas y florecientes, a menudo a pesar de la política destinada a favorecer a las zonas retrasadas. Los efectos de este movimiento son similares a los de la emigración agrícola en el sentido de que crean un desequilibrio en la distribución de las viviendas.

CUADRO 2. - CRECIMIENTO DE LA POBLACION, URBANA1 Y RURAL, 1920 A 2000


1920

1940

1960

1970

1980

2000

Millones

ZONAS DESARROLLADAS

Total

605

730

855

945

1050

1265

Urbano

240

350

500

610

735

1010

Rural

365

380

355

335

315

255

Europa

Total

325

360

425

455

480

525

Urbano

150

200

245

280

310

375

Rural

175

180

180

175

170

150

América del Norte

Total

115

145

200

225

265

355

Urbano

60

85

140

175

215

310

Rural

55

60

60

50

50

45

U.R.S.S.

Total

155

195

215

245

280

355

Urbano

25

60

105

140

190

300

Rural

130

135

110

105

90

55

Oceanía

Total

10

10

15

20

25

30

Urbano

5

5

10

15

20

25

Rural

5

5

5

5

5

5

ZONAS EN DESARROLLO

Total

1255

1565

2135

2635

3275

4845

Urbano

120

220

490

720

1045

2080

Rural

1135

1345

1645

1915

2230

2765

Asia oriental

Total

550

635

795

910

1040

1285

Urbano

50

85

180

245

325

520

Rural

500

550

615

665

715

765

Asia meridional

Total

470

610

855

1095

1405

2150

Urbano

40

75

155

235

350

750

Rural

430

535

700

860

1055

1400

América Latina

Total

90

130

215

285

380

640

Urbano

20

40

105

160

245

510

Rural

70

90

110

125

135

130

Africa

Total

145

190

270

345

450

770

Urbano

10

20

50

80

125

300

Rural

135

170

220

265

325

470

TOTAL MUNDIAL1

Total

1860

2295

2990

3580

4325

6110

Urbano

360

570

990

1330

1780

3090

Rural

1500

1725

2000

2250

2545

3020

FUENTE: Oficina de Estadística de las Naciones Unidas (6).

1 Excluidos los países sobre los cuales no se dispone de información acerca de la población urbana definida.

Migración internacional

La migración internacional es un factor que debe agregarse a la tasa de aumento natural. Contrariamente a lo ocurrido en los decenios de 1940 y 1950, en que el gran movimiento de migración se produjo desde Europa hacia muchos países en desarrollo, durante el decenio de 1960 la tendencia migratoria fue desde los países menos desarrollados hacia los más avanzados.

En Europa, la migración internacional fue la causa principal del crecimiento de la población en la República Federal de Alemania, Francia y Suiza. En la República Federal de Alemania, entre 1952-59, la inmigración desde Italia alcanzó al 42 por ciento del aumento natural de la población. Austria y Portugal perdieron porcentajes similares de sus poblaciones y la emigración neta desde Irlanda fue 50 por ciento mayor que el aumento natural (4). Recientemente, en 1969, se informó desde España que alrededor de 850000 trabajadores españoles estaban en el extranjero. Como la mayoría de los emigrantes pertenecen a los grupos más jóvenes de edad, las consecuencias sobre la formación de unidades familiares son más pronunciadas que lo que parecen indicar las meras cifras. Esta corriente produce una disminución insignificante en las necesidades de vivienda de los países de origen, mientras que, al mismo tiempo, crea una demanda de viviendas en los países receptores.

Formación de unidades familiares

La etapa siguiente en la evaluación de las necesidades de vivienda como consecuencia del crecimiento consiste en determinar la distribución de la población en unidades familiares que requieren viviendas separadas. La experiencia de prácticamente todos los países que se industrializan indica que la tasa de formación de unidades familiares es mucho más rápida que la tasa de crecí miento de la población. Japón presenta un ejemplo notable, en donde, según el censo de 1965, la población aumentó en un 10,1 por ciento comparado con el censo anterior de 1955, pero durante el mismo periodo, el número de unidades familiares separadas aumentó en un 34 por ciento (5).

Generalmente, este rápido ritmo de formación de unidades familiares excede mucho al crecimiento de la población y aumenta conforme a las necesidades de vivienda. Varios factores demográficos y sociales parecen ser la causa de ello, con variada intensidad en diferentes países industrializados. Entre los que se citan con más frecuencia y que se cuantifican más fácilmente figuran: mayor longevidad (debido a niveles de vida más elevados, mejoras en la higiene y en los servicios médicos); más matrimonios, y la creciente proporción de solteros, divorciados y viudos, que tienden a formar hogar por su cuenta. La consecuencia más importante para la vivienda es el crecimiento de la demanda de pequeñas viviendas diferentes de las casas de familias, con gran repercusión en las tendencias hacia las casas de viviendas múltiples.

Según un estudio preparado por la Comisión Económica para Europa (1), el cálculo de las necesidades futuras de vivienda resultante del aumento natural de las unidades familiares oscila entre el 40 y el 50 por ciento de las necesidades totales para el periodo 1960-80 en la mayoría de los países europeos. Según los censos de 1960, el tamaño de las unidades familiares privadas (es decir, el número de personas por unidad familiar) para las principales zonas del mundo (6) era el siguiente:

Regiones desarrolladas

Regiones en desarrollo

Europa

3,3

Africa

5,1

América del Norte

3,3

Asia

5,2

Oceanía

4,5

América del Sur

5,0

Promedio

3,3

Promedio

5,1

FIGURA 1. - Proporciones de las poblaciones urbana y rural del mundo y de las regiones principales: 1920, 1960 y 2000. Población total = 100. Para fuentes, fechas y referencias véase Cuadro 2.

En 1960, la tasa viviendas/unidades familiares era del 95 por ciento en las zonas más desarrolladas y se calcula en el 70 por ciento en las zonas en desarrollo (7). Se espera que en los próximos 30 años la unidad familiar media disminuya de 3,3 a 2,7 personas en las zonas más desarrolladas y de 5,1 a 4,5 personas en las principales zonas en desarrollo (8).

Necesidades de reposición

En los países de industrialización más antigua una proporción relativamente alta de las nuevas viviendas sustituyen otras edificaciones imposibles de reparar o inhabitables según los criterios modernos. Por consiguiente, conviene observar que en los países más industrializados, pese a su volumen de edificación sin precedentes en el último decenio, se aumenta solamente en un 1,5 a un 2,5 por ciento la disponibilidad total de viviendas cada año, ritmo en realidad muy lento.

Si las necesidades de reposición se toman como proporción de las necesidades anuales de viviendas, y no en relación con las viviendas de hecho existentes, resulta interesante observar la escasa medida en que estas necesidades de reposición en las zonas industrializadas difieren de aquellas en otras zonas menos industrializadas, aunque en ambos casos son considerables (Cuadro 3).

La eliminación de tugurios y de edificios en malas condiciones ocupa un lugar de importancia en las necesidades y programas de construcción de viviendas de los países más industrializados y en varios de ellos se han ido adoptando medidas especiales de orden legislativo, financiero y administrativo para acelerar este proceso.

CUADRO 3. - REPOSICIÓN ANUAL ESTIMADA COMO PORCENTAJE DEL PROMEDIO ANUAL DE LAS NECESIDADES TOTALES DE VIVIENDAS


Porcentaje

Periodo

Europa

33,0-50,0

1961-80

Estados Unidos

25,0

1967-77

Japón

40,0

1965-85

Africa

36,3

1960-65

Asia

40,0

1960-65

América Latina

33.3

1960-65

FUENTE: Naciones Unidas (9).

Mejoras y mantenimiento

El capítulo de reposiciones en las necesidades nacionales de viviendas es, sin embargo, por su propia naturaleza, menos apremiante y más susceptible de una clasificación arbitraria. Existe un elevado número de casas que, aunque deficientes en sus instalaciones sanitarias y demás equipo moderno, son estructuralmente aceptables y podrían renovarse a un costo menor que la sustitución. Se ha hecho observar que, por lo general, las viviendas exigen rehabilitación después de 20 a 30 años (10). A este respecto, se está tratando de reducir la reposición de casas mejorando las condiciones de las viviendas ya existentes, pero no habitables, de las barriadas de tugurios y de los núcleos de ocupantes ilegales en lugar de recurrir a la reposición. Por supuesto, aunque la economía es la primera consideración, también conducen a esta solución las consideraciones sociales.

Es evidente que la promulgación de normas en cuanto a condiciones de habitabilidad y la decisión de declarar cuándo una vivienda rebasa los límites de una rehabilitación justificada, son subjetivas y con ello más susceptibles de un dictamen por el gobierno y las autoridades que la determinación estadística de las necesidades de viviendas. Las estimaciones de las necesidades de reposición deberán usarse con cautela, teniendo presentes otras soluciones al mejoramiento de las condiciones de habitabilidad. La elección entre rehabilitación y reposición es, por lo tanto y en gran medida, una cuestión vinculada a decisiones económicas y de política. Dependerá en grado determinante del costo de mejorar las viviendas anticuadas, de acuerdo con las normas aceptadas y para un nuevo período estimado de servicio, en comparación con el costo de nuevas edificaciones.

Segundas casas

Los datos numéricos sobre el aumento de las «segundas casas» (o casas de temporada o de vacaciones) en los países desarrollados son escasos. Pero no hay duda de que, con el mejoramiento global en la situación general de la vivienda en el decenio de 1960, el aumento del nivel de vida, el incremento del tiempo libre y vacaciones pagadas, han aumentado considerablemente el alojamiento de vacaciones en general y la adquisición o construcción de segundas casas para vacaciones o de temporada, en particular. Este movimiento es de especial interés para las industrias forestales, ya que las segundas casas generalmente se construyen en zonas rurales y son frecuentemente de madera.

Escasez de viviendas

Un aspecto muy común de la escasez de viviendas, al que en la mayoría de los países se le presta escasa atención, es el del hacinamiento, de ordinario consecuencia de que las viviendas las compartan varias familias. Las estadísticas reflejan con mayor precisión la necesidad primaria de más habitaciones por vivienda, aunque no ilustran todavía las subsiguientes exigencias cualitativas de un mayor espacio vital por individuo, expresado en una mayor superficie del suelo. Muestran que en los países en los que conviven como promedio dos o más personas en cada habitación, suele ser ano más alto el porcentaje con tres o más personas por habitación. Si bien estos altos promedios de densidad han sido resueltos en todos los países desarrollados, de hecho más de la mitad de los países asiáticos, africanos y latinoamericanos entran en la categoría de más de dos personas por habitación. En esos países, la proporción media de viviendas con tres o más ocupantes rebasa el 40 por ciento, cifra que ilustra en modo impresionante su escasez de viviendas.

Demanda efectiva

Aunque los cálculos de necesidades se realicen cuidadosamente y teniendo en cuenta los cambios demográficos y sociales, la escasez reinante y la necesidad de modernización y reemplazo no pueden en sí mismas proporcionar una guía adecuada para probables resultados futuros, si bien pueden subrayar las deficiencias de las realizaciones pasadas. Los planes realistas de vivienda deben basarse en recursos adecuados para la oferta y la demanda. En lo relativo a la oferta, el problema consiste principalmente en la capacidad de las industrias de la construcción y de suministro para satisfacer la demanda existente. Más adelante se trata en este documento ampliamente del cambio de posición de las industrias forestales, teniendo en cuenta los distintos factores que afectan dicha demanda, pero aquí se trata más bien de la capacidad que tiene la economía de un país en conjunto para sostener una demanda efectiva,3 mediante la inversión adecuada en vivienda, relacionada con el crecimiento de la economía y las demandas de otros sectores de inversión.

3 La demanda efectiva «expresa el deseo de una vivienda o de casas más grandes y mejor equipadas, apoyado por la posibilidad económica para sostener ese deseo» (13).

El Cuadro 4, que se ocupa de los países occidentales de Europa y de los Estados Unidos, muestra una tasa por lo general más elevada de inversión en vivienda en el decenio de 1958-67, coherente con una producción mayor de habitaciones. Como era de esperar, la disminución en la producción de viviendas en los Estados Unidos en la década de 1960 se refleja en la reducción del porcentaje de inversión en vivienda (comparado con el total del PNB) de un moderado 4,9 por ciento en 1958 a un bajo 3,3 por ciento en 1967. Italia, Grecia y Suiza fueron los únicos países en los que la inversión en vivienda como porcentaje del PNB superó el 7 por ciento alrededor de 1965 La mayor parte de los países occidentales de Europa muestran poca variación en el porcentaje de la inversión anual.

En el Cuadro 5, se indica la relación de la inversión en vivienda y el producto interno bruto y la formación bruta de capital interno fijo en los períodos de 1960-62 y de 1966-68 para varios países en desarrollo. Aunque la información sobre los países africanos es muy limitada, puede decirse que, con dos o tres excepciones, la relación de inversión en viviendas en los países enumerados disminuyó hacia el fin del último decenio.

CUADRO 4. - FORMACIÓN BRUTA DE CAPITAL FIJO PARA VIVIENDA1 EN PAÍSES OCCIDENTALES DE EUROPA Y LOS ESTADOS UNIDOS DE 1958 A 1967

FUENTE: Naciones Unidas. Comisión Económica para Europa (23).

1 Basado en los precios de mercado de 1967.
2 Formación bruta de capital fijo para la vivienda: A = como porcentaje del producto nacional bruto; B = como porcentaje del total de formación bruta de capital fijo; C = como porcentaje de la formación bruta de capital fijo en la construcción.

Las cifras sobre inversión en vivienda en los países en desarrollo reflejan la baja producción de viviendas y el aumento de la escasez de casas acumulada durante el decenio.

Por último, es necesario examinar los recursos físicos, la capacidad de las industrias de la construcción y de las de suministro de materiales para satisfacer las necesidades de vivienda, particularmente teniendo en cuenta las demandas de otros sectores de la construcción en las economías en expansión. En varios países europeos, la imposibilidad de lograr los objetivos en el decenio de 1960 puede atribuirse a una industria de la construcción excesivamente amplia y a la competencia de otros sectores de la construcción que producen más ganancias.4 Por otra parte, algunos países que han sufrido una disminución relativa en la construcción de casas en los últimos años del decenio de 1960 (como Italia) indican que esto se debió a la falta de capacidad adquisitiva y no a exigencia excesiva de la capacidad de la construcción.

4 Por ejemplo, las restricciones impuestas a la construcción de oficinas en el Reino Unido para orientar la mano de obra y materiales hacia la construcción de viviendas y la mencionada competencia de construcciones industriales en Checoslovaquia. La escasez de mano de obra, especialmente de artesanos calificados, según han informado varios países, ha sido un factor limitativo y a la vez un incentivo para los métodos industrializados de construcción.

CUADRO 5. - PAÍSES EN DESARROLLO: INVERSIÓN EN VIVIENDAS, 1960-68


Relación de la inversión en viviendas como porcentaje de

Producto interno bruto

Formación bruta de capital interno fijo

1960-621

1966-682

1960-621

1966-682

AMÉRICA LATINA





Bolivia

0,7

1,9

4,4

9,4

Chile

2,8

2,7

17,5

17,7

Costa Rica

4,9

3,8

25,7

18,5

El Salvador

2,7

2,1

21,5

13,8

Guatemala

1,6

1,8

15,7

14,6

Honduras

3,8

4,0

31,0

24,7

Jamaica

3,1

3,0

15,5

14,8

Nicaragua

1,9

1,7

10,5

10,5

Panamá

3,2

4,2

20,0

20,8

Venezuela

1,8

3,2

12,2

18,6

AFRICA





Kenia

2,0

2,3

16,0

14,4

Lesotho

-

3,2

-

30,6

Mauricio

7,8

3,7

33,0

23,7

Sierra Leona

-

2,6

-

18,9

Sudán

1,6

-

11,9

-

Swazilandia

-

1,7

-

8,0

Togo

-

1,5

-

12,8

Túnez

2,3

2,1

12,0

9,1

ASIA





Jordania

5,4

3,3

32,0

22,7

República Khmer

6,1

4,4

35,9

28,0

Corea, República de

1,9

2,0

15,4

10,6

Malasia

1,8

1,8

12,3

10,6

Filipinas

2,2

2,2

18,1

13,2

Singapur

1,9

3,0

23,1

22,2

Siria

3,9

2,6

21,5

15,2

Taiwán

1,9

2,3

11,9

11,0

Tailandia

1,8

1,7

11,7

7,3

1 1961-63, Siria; 1962 solamente, República Khmer; 1964 solamente Kenia, 1965 solamente, Nicaragua.
2 1963-64, Togo; 1964-66, Lesotho Malasia, Sierra Leona; 1965-67, Corea (Rep. de), Costa Rica, El Salvador Jamaica, Mauricio, Siria, Tailandia, Túnez; 1966 solamente, República Khmer; 1967 solamente, Swazilandia; 1968 solamente, Kenia, Nicaragua,

La industria de la construcción en regiones menos industrializadas tiene una capacidad muy limitada; al faltar una demanda constante, no se ha desarrollado. La situación respecto de la producción local de materiales de construcción es particularmente importante. Algunos países africanos han utilizado en la construcción hasta un 50 por ciento de materiales importados. Estos y otros factores conexos han producido un grave drenaje de divisas en la economía nacional, han aumentado los costos de la construcción y reducido la capacidad de expansión de la industria.

TIPOS Y NORMAS DE VIVIENDAS

Los cambios sociales y demográficos provocados por la industrialización y urbanización no sólo han producido mayor necesidad y demanda de viviendas en términos cuantitativos, sino que también han influido en la cambiante modalidad de su distribución geográfica y en los tipos y normas de las viviendas que se requieren.

Barrios de tugurios y asentamientos de ocupantes sin titulo

Mientras que la población de los países en desarrollo crece, comúnmente, a razón del 2 al 3 por ciento anual, y la población de muchas ciudades crece a tasas superiores al 6 por ciento, los barrios de tugurios y los asentamientos no controlados de las zonas urbanas crecen comúnmente a razón del 12 por ciento, y a veces superan el 20 por ciento (8).

Las personas que emigran desde las zonas rurales hacia los pueblos y las ciudades de los países en desarrollo se alojan en dos formas principales: instalándose en las zonas centrales de bajos ingresos, lo que causa un rápido aumento de la densidad de habitantes y extiende e intensifica las condiciones propias de los barrios de tugurios; e invadiendo terrenos desocupados en las zonas periféricas. Aun cuando se han obtenido de distintas fuentes y con diferente terminología, las cifras que se proporcionan a continuación respecto de algunas ciudades seleccionadas ilustran el problema de los barrios de tugurios y de los ocupantes sin titulo en términos cuantitativos:

País

Ciudad

Año

Porcentaje de población de la ciudad que vive en barrios de tugurios y asentamientos de ocupantes sin título

Brasil

Río de Janeiro

1961

27

Brasil

Recife

1961

50

Chile

Santiago

1964

25

México

Ciudad de México

1966

46

Colombia

Buenaventura

1964

80

Filipinas

Manila

1968

35

India

Calcula

1961

33

Paquistán

Karachi

1968

27

Senegal

Dakar

1969

30

Tanzania

Dar es Salaam

1968

34

Zambia

Lusaka

1967

27

Construcción viviendas rurales

La información sobre el volumen de la construcción de viviendas en las zonas rurales es especialmente importante desde el aspecto de la utilización de madera. La vivienda rural de muchos países es señaladamente tradicional en los métodos de construcción. Esta difiere de la urbana en que es más probable que las viviendas rurales sean casas para una sola familia; es más probable que las edifiquen constructores menores, con materiales locales y métodos tradicionales; están corrientemente ocupadas por el propietario y, frecuentemente, es él quien las construye.5

5 De esta manera se hace hincapié en la carencia de diseño y materiales muy elaborados. En la página 107 de (2) puede verse una interesante correlación entre el porcentaje de la población rural y de viviendas construidas por particulares en el oriente de Europa y en la U.R.S.S.

Atendiendo al enorme crecimiento demográfico que es de esperar en las zonas tanto rurales como urbanas, la estructura de los asentamientos rurales tendrá que cambiar para poder alojar a esta población adicional y mitigar la presión migratoria que grava sobre las ciudades. Las características de la construcción actual de viviendas tendrán que ser adaptadas a las necesidades de la demanda. En consecuencia, la madera y otros materiales necesitan una mayor industrialización.

Edificios de una o de muchas viviendas

Una consecuencia importante de la urbanización y la industrialización, en cuanto se refiere a las características de los alojamientos residenciales en muchos países desarrollados, ha sido, sin duda, el aumento pronunciado en el número y porcentaje de las unidades que proporcionan los edificios de muchas viviendas. La intensidad de utilización de la madera, por vivienda o por unidad de superficie es, en todas partes, mucho más baja en los bloques de apartamentos que en las casas para una sola familia. Las clasificaciones y definiciones concretas difieren entre los diversos países, y las estadísticas de algunos de ellos incluyen combinaciones intermedias de viviendas (por ejemplo, casas en hilera, pareadas, de dos pisos, etc.). Estas diferencias hacen que sean difíciles las comparaciones directas, pero no encubren las tendencias generales que surgen en cada país.

En Europa, esta tendencia a los edificios de viviendas multifamiliares y su repercusión sobre el consumo de madera en la construcción de viviendas fue puesto de relieve por los estudios FAO/CEPE realizados a fines del decenio iniciado en 1950 y a principios del decenio iniciado en 1960 (14, 15). Pese a ello, no se trató de un hecho constante ni uniforme. Mientras que en 1960 se observó un aumento en la construcción de edificios de muchas viviendas, en 14 de los 16 países europeos seleccionados, y únicamente en Dinamarca y la República Federal de Alemania se notó una inversión de la tendencia, la situación había cambiado en 1967, y en 6 de los países se observó un porcentaje más bajo de ese tipo de construcción que en 1960. La disminución más notable ocurrió en Suecia, Noruega y Yugoslavia; por otro lado, en otros países mediterráneos, así como en Austria, Finlandia y Bélgica, se observaron nuevos aumentos importantes en el porcentaje de unidades de muchas viviendas. En el Reino Unido hubo también un aumento considerable en las construcciones de ese tipo, pero el porcentaje siguió siendo bajo (29 por ciento) en comparación con la mayoría de los países europeos (véase Cuadro 6).

En Europa Oriental, tanto en la República Democrática Alemana como en Hungría se observó la disminución más pronunciada en las unidades para una y dos familias, y a fines del decenio prácticamente se construían sólo unas pocas casas para una o dos familias en dichos países.

Es interesante observar una estrecha correlación entre dichas tendencias y las tasas de la construcción de viviendas rurales en relación a las urbanas. En general, los países cuya preferencia por casas para una o dos familias se mantiene o aumenta tienen también buenas tasas de construcción rural. La mayoría de estas casas fueron construidas en zonas suburbanas situadas bajo el control administrativo de los pueblos y las ciudades, o en nuevas ciudades para alojar a la superpoblación.

Fuera de Europa el desarrollo de las construcciones de muchos pisos ha sido bastante general. En el Canadá, el aumento de casi el 60 por ciento en la construcción de viviendas durante el decenio iniciado en 1960 se atribuyó enteramente al aumento de las viviendas múltiples cuya producción anual se triplicó.

En los Estados Unidos, hacia fines del decenio de 1920, las casas de familias múltiples comprendían alrededor de un tercio de las unidades de viviendas construidas, pero en los decenios de 1930 y 1940 disminuyó alrededor del 12 por ciento del total de casas nuevas construidas. Durante los últimos dos decenios, ha aumentado nuevamente en proporción, alcanzando aproximadamente el 30 por ciento del total de 1962/63 y alrededor del 40 por ciento en 1968. Sin embargo, durante el período 1959-68, el porcentaje medio sobrepasó apenas el 31 por ciento de la construcción total.

En Australia hubo también un aumento pronunciado en el número de apartamentos construidos anualmente, pasando de la cifra insignificante de 2900 (4 por ciento del total de construcciones terminadas) en 1956/57 a 39100 (30 por ciento del total) en 1968/69. No obstante, durante ese mismo período anual, la construcción de casas para una sola familia casi se duplicó, en contraste con lo ocurrido en América del Norte.

En el Japón se produjo también un pronunciado cambio de orientación hacia las casas de muchas viviendas, a pesar de la preferencia reconocida de la mayor parte de la población por la tradicional casa independiente con jardín.6

6 Según un informe de 1965 de Hiraga y Furukawa, la demanda principal continúa siendo por la casa individual construida según las especificaciones del cliente, la mayor parte de las cuales se construyen por el sector privado (que es, con mucho, el sector más grande) de la industria de la construcción (16).

CUADRO 6. - TENDENCIAS EN LA CONSTRUCCION DE CASAS DE UNA Y DOS VIVIENDAS EN EUROPA, 1958 Y 1967


1958

1967

Tendencias

Total de viviendas construidas

Porcentaje de casas de una y dos viviendas

Total de viviendas construidas

Porcentaje de casas de una y dos viviendas

PAÍSES QUE SEÑALAN AUMENTO

Dinamarca

20000

51.0

43800

62.6

Aumento absoluto y relativo

Francia

332000

32.0

466200

34.3

Noruega

26000

66.7

28000

70.8

Suecia

62000

27.9

100200

28.2

Suiza

20600

14.6

55000

15.9

Yugoslavia

61700

55.4

127600

63.0

Bélgica

39600

73.2

63600

60.0

Aumento absoluto, pero no relativo

Alemania, Rep. Fed. de

450000

46.8

524300

45.7

Islandia

1400

60.0

1800

51.6

Irlanda

6700

95.0

10800

81.6

Países Bajos

89000

57.0

127400

55.0

Reino Unido1

303200

78.0

415500

71.1

Bulgaria

39600

73.2

63600

60.0

Aumento absoluto, a pesar de una disminución relativa

Checoslovaquia

53400

31.5

83000

23.9

PAÍSES QUE SEÑALAN DISMINUCIÓN

Austria

39900

45.0

47700

36.2

Absoluta y rápida disminución relativa aumento total de construcción de viviendas


Finlandia

30000

50.3

36500

34.4

Grecia

52200

90.0

64800

39.0

Absoluta y rápida disminución relativa

Turquía

38300

90.4

50200

41.9

España2

119000

12.5

264000

4.8

Rápida disminución relativa, pero peque ña disminución absoluta debido al gran aumento del total de construcción de viviendas

República Democrática Alemana

63300

9.0

76300

0.0

Aumento absoluto y relativo

Hungría

11300

3.5

21600

1.5

Apreciable disminución relativa, pero pequeña disminución absoluta

1 1961.
2 1960.

En los países en desarrollo debe hacerse una clara distinción entre las viviendas económicas y las viviendas para personas con ingresos medios y altos. Aun cuando la vivienda económica ha sido predominantemente para una sola familia, en muchos de dichos países se han construido de manera intensiva en las grandes ciudades edificios de apartamentos para familias de ingresos medios y altos. No obstante, ha habido varias excepciones a esta tendencia general, tales como los bloques de apartamentos para inquilinos de bajos ingresos construidos durante el decenio iniciado en 1960 en Venezuela, India, Singapur y Hong Kong, que han sido objeto de intensos estudios y controversias. En algunos proyectos, los países en desarrollo han experimentado sistemas europeos de prefabricación con hormigón pesado. Pero usualmente las viviendas para muchas familias han sido construidas con hormigón reforzado tradicional, con revestimiento de ladrillo o bloques de hormigón.

Aun cuando no se dispone de información completa de las zonas en desarrollo acerca de la distribución de las unidades de vivienda entre los tipos de una y los de muchas viviendas, no cabe duda que predomina la vivienda para una sola familia.

Tamaño y altura de los edificios

La tendencia en la mayoría de los países industrializados hacia el suministro de unidades de muchas viviendas en una proporción relativamente alta y, en algunos casos, en rápido aumento, ha sido aceptada, en general, como una de las razones principales de la disminución global del uso de productos que se basan en la madera, debido a limitaciones tanto naturales como legislativas en el uso de la madera. No obstante, es importante considerar las tendencias recientes con respecto al tamaño y la altura de los edificios de muchas viviendas, puesto que dichas características tienen una gran influencia no sólo sobre la amplitud con que se utiliza actualmente la madera, sino también sobre sus posibilidades futuras, como lo demuestra la experiencia de algunos países. La perspectiva de elevados bloques de apartamentos que dominan la escena de la vivienda sólo es verdadera en una minoría de países. Aun donde predominan las unidades de muchas viviendas, la mayoría de las viviendas ocupan edificios bajos o de altura mediana, hasta de cuatro pisos, reservándose los bloques elevados en forma de torre o los edificios en forma de lámina para renovar las zonas de alta densidad o como elementos dominantes en nuevas unidades vecinales. Las razones para limitar la «verticalización» de las viviendas son tanto sociales como económicas. En muchos estudios se han observado rendimientos decrecientes cuando se agregan pisos en función de la densidad de personas de las viviendas por unidad de superficie de terreno, si se observan las normas que requieren luz solar, espacio alrededor de los edificios, etc. (17, 18).

Desde el Japón se informó que el costo por unidad de superficie de piso en los edificios de apartamentos de seis o siete pisos era del 30 al 40 por ciento más elevado que en los edificios de tres o cuatro pisos. Aun cuando las cifras reales varían según los métodos de construcción y las condiciones nacionales, otros países han informado también respecto de tendencias similares de costos en aumento cuando crece la altura, y el aumento más pronunciado se observa al nivel en que se necesita instalar ascensores.7

7 Los estudios hechos en cuanto a altura y densidad de los edificios residenciales y su efecto sobre el empleo de la madera para elementos estructurales se examinan con mayor detalle en la Sección 5.

Tamaño de las viviendas

Con la tendencia en muchos países hacia más viviendas en forma de apartamentos, que, en general, son más pequeños que las casas de familia independientes o semi-independientes, es pertinente considerar el efecto de dichas tendencias sobre el tamaño promedio de la vivienda, puesto que ello afectará, como es obvio, a la demanda de materiales de construcción.

Los primeros estudios FAO/CEPE sobre las tendencias a utilizar productos de madera en las viviendas europeas, no indicaron ningún aumento general evidente ni en el tamaño de las viviendas ni en el número de habitaciones durante el decenio iniciado en 1950 (14). De manera similar, un estudio americano de 1954 predijo que la casa típica para una sola familia se estabilizaría en los Estados Unidos en alrededor de 100 m2 desde 1960 en adelante, después de una evolución histórica caracterizada por una disminución, desde el decenio iniciado en 1920 hasta llegar a un nivel bajo en 1950, y por un nuevo y ligero aumento hasta 90 m2 en 1953. Los fundamentos que se sugerían eran tanto demográficos (disminución del tamaño de las familias) como económicos (elevación de los costos de construcción y del equipo para la vivienda) (19). Durante el decenio iniciado en 1960 hubo indicios claros en ambos continentes de que el tamaño medio de la vivienda había aumentado de manera significativa.

Una conclusión general que se puede extraer de este examen de las tendencias en el tamaño de la vivienda es que las normas relativas al espacio tienden a ampliarse y, dada la expansión permanente de las economías nacionales y de los ingresos personales, puede esperarse que se sigan elevando en la mayoría de los países industrializados, si no en todos. La tasa anual de crecimiento de la superficie de piso es probable que esté entre 0,5 y 2 por ciento, y un cierto número de informes nacionales sobre la construcción futura de casas indican que los tamaños de las viviendas aumentan. Por ejemplo, en Checoslovaquia, donde el promedio de superficie útil era de 39,6 m2 en 1967, se esperaba alcanzar una cifra entre 42 y 49 m2 en 1970.

En los países menos industrializados, como la mayoría de las viviendas construidas han sido unidades para una sola familia, y el número de personas por núcleo familiar ha permanecido aproximadamente constante, los cambios en la superficie de las viviendas han sido el resultado de otros factores distintos de los que imperan en los países desarrollados. Los más importantes son las limitaciones económicas, el modelo de vida cultural y las condiciones climáticas.

Las limitaciones económicas han reducido tajantemente el tamaño de las viviendas a alrededor de 10 m2 de superficie total por persona (en casos excepcionales, tales como en Hong Kong, la superficie media por persona en pies cuadrados es de 43, o sea, alrededor de 4 m2) (20). En algunos países en desarrollo, los proyectos gubernamentales de viviendas económicas (por ejemplo, en Chile), han ido aún más allá, proporcionando a las familias una casa núcleo de una o dos habitaciones, como primera etapa, y ayudándoles a agregar nuevas habitaciones en dos etapas posteriores, hasta completar la vivienda.

Construcciones de casas pequeñas y edificios para viviendas de baja altura

Si bien los datos son fragmentarios y sólo se refieren a unos pocos países, puede decirse que las casas pequeñas, dispuestas en hileras de igual o de distinta altura, series, patios u otras agrupaciones, pueden lograr mayor densidad sin sacrificar la entrada privada y el jardín propio de las casas independientes. Tales formas de construcciones contiguas están destinadas a experimentar nuevos cambios en la mayoría de los países, particularmente en los que tienen aglomeraciones de unidades urbanas densamente pobladas. Dichas formas parecen ofrecer la solución intermedia entre las casas de cuatro fachadas unifamiliares y los bloques de apartamentos, aceptable tanto por razones sociales como económicas, por lo menos para los proyectos suburbanos.8

8 En el Reino Unido, los precios máximos establecidos por el Ministerio de Vivienda y Gobierno Local, con el propósito de aprobar préstamos para viviendas de las autoridades locales, se relacionan con la densidad y tienden a favorecer a los proyectos de baja altura, sobre la base de que permiten mayor economía en los costos.

En el Perú se ha iniciado un proyecto experimental de viviendas económicas, como resultado de un concurso internacional realizado entre los principales arquitectos locales y extranjeros. Este proyecto lo está ejecutando el Gobierno del Perú, con la asistencia de las Naciones Unidas. Teniendo en cuenta el propósito del proyecto y el prestigio de los profesionales que participan en él, puede ser considerado como el enfoque más actualizado de la vivienda económica para los países en desarrollo, y puede servir para ilustrar las tendencias corrientes en tipos de vivienda. Las bases del concurso establecen que cada terreno tendrá entre 80 y 150 m2, de los que la vivienda ocupará entre 60 y 120 m2 (incluidos todos los pisos); los edificios, que inicialmente serán de uno o dos pisos, tendrán una estructura capaz de soportar un tercer piso. Los recursos del concurso se «centrarán en la investigación y desarrollo de técnicas de arquitectura y construcción, dentro de la esfera general de las viviendas de baja altura, compactas y de densidad bastante elevada, agrupadas en terraplenes, hileras y otras formaciones. No es viable considerar otras posibilidades, tales como edificios de muchos pisos». Este proyecto sigue la tendencia actual de concentrar las casas de uno, dos y tres pisos en grupos situados sobre pequeñas parcelas, que también puede encontrarse en otros ejemplos europeos y americanos.

Mayores comodidades y equipo

Con total independencia de la creciente preocupación en la mayoría de los países industrializados por mejorar las comodidades vecinales generales de los cooglomerados de viviendas,9 el mejoramiento de las normas, que se refleja por doquier en viviendas mayores, ha afectado también al equipo interior de los hogares. Como es natural, dichas normas varían entre los distintos países, según su tradición pasada y su riqueza actual, pero parece que se van elevando firmemente en todas partes. En muchos países, las normas mínimas relativas a las comodidades de que deben estar provistas las viviendas se establecen en los reglamentos o códigos de construcción, en particular para las casas que gozan de subsidios o algún otro tipo de asistencia oficial.

9 La urbanización de predios y, en particular, el saneamiento y el alcantarillado, aún constituyen un problema, en particular en algunos países de economía en crecimiento rápido y recientemente industrializados. En el Japón, en particular, ello constituye todavía un problema importante, y recientemente se comunicó que sólo el 20 por ciento de las viviendas de las zonas metropolitanas están conectadas a las alcantarillas públicas.

La elevación de las normas en materia de comodidades y equipo tiene efectos generales. En primer lugar, los costos de construcción aumentan considerablemente (con mayor rapidez que las superficies de los alojamientos), lo que afecta al programa total de construcción de casas que es posible con arreglo al presupuesto nacional de viviendas. En segundo lugar, se agrandan las diferencias entre las nuevas y las viejas viviendas existentes, lo que hace que estas últimas gocen de menor aceptación. Por último, en la medida en que las comodidades incluyen armarios y mobiliario empotrados, aumenta la demanda de materiales de carpintería, sobre todo productos a base de madera. El aumento en los productos de esta última categoría ha sido general, tanto en los países desarrollados como en desarrollo, y particularmente en América del Norte y los países escandinavos.

En una escala más modesta, la comparación de las comodidades hogareñas en las viviendas terminadas en Checoslovaquia en 1967, con las de la existencia total de las viviendas (antigüedad media: 53 años), es reveladora (Cuadro 7).

CUADRO 7. - SERVICIOS EN LAS VIVIENDAS TOTALES EXISTENTES Y LAS NUEVAS (1967) EN CHECOSLOVAQUIA

Existencias totales

Terminadas en 19571

Servicios

Viviendas con servicios

Servicios

Viviendas con servicios


Porcentaje


Porcentaje

Calefacción central o por distrito

8,1

Calefacción central

95,8

Cuarto de baño

33,3

Suministro de agua caliente

96,0

Suministro de gas

19,7

Suministro de gas

85,4

Suministro de agua en el apartamento

49,1

Gas, calefacción central y agua caliente

84,6

Electricidad

97,3

Lavadero con equipo moderno

36,4

Retrete en el apartamento

29,0

Mobiliario empotrado (por lo menos en el vestíbulo)

94,7

FUENTE: Instituto de Investigación en Construcción y Arquitectura, Praga, 1969.

1 En viviendas de empresas estatales, tales como las agrícolas, o sea con exclusión del sector privado.

En un examen de la situación mundial reciente con respecto a comodidades y equipo, se observa una gama completa de desarrollo, desde la vivienda constituida sólo por la superficie habitable hasta los perfeccionamientos que hoy se conocen. Así el proceso histórico de mejoramiento y las etapas de este proceso pueden resumirse de la siguiente manera:

a) instalaciones de retrete fuera de la casa (letrina);

b) mejoramiento de las instalaciones de cocina dentro de la casa, mediante el agregado de fregadero y agua corriente;

c) inclusión del cuarto de baño dentro del cuerpo principal de la casa;

d) mesa de trabajo empotrada y espacio de almacenamiento elemental en la cocina;

e) instalación completa de electricidad, agua corriente y sistemas de saneamiento para la cocina y el cuarto de baño;

f) calentador de agua en los climas templados y fríos;

g) gabinetes de cocina;

h) armarios y gabinetes en los dormitorios y otras zonas de estar de la casa.

Con respecto al uso de la madera, las etapas (g) y (h) son las que requieren potencialmente la utilización máxima de este material, ano en los lugares donde la madera no es el material de construcción básica.

La mayor parte de los proyectos de vivienda construidos durante el decenio iniciado en 1960 comprenden, por lo menos, la etapa (e), si bien en algunos ejemplos en Africa el cuarto de baño aún está separado de la casa. La mayoría de los nuevos proyectos de América Latina incluyen la etapa (g) - armarios de cocina - y entre ellos hay una gran proporción que han sido diseñados con algunos armarios en otras partes de las viviendas (h).

Por lo tanto, los trabajos de ebanistería y de mobiliarios empotrados han sido, además de las puertas y ventanas, los artículos hechos de madera que han gozado de mayor demanda incluso en los lugares donde no predomina la construcción de madera. No obstante, en general esto no ha ido acompañado por un desarrollo paralelo de la industria de carpintería de obra.

Tendencias futuras en la demanda, tipos y normas de la vivienda

EFECTO DE LOS FACTORES DEMOGRÁFICOS SOBRE LAS NECESIDADES FUTURAS

No obstante, según estudios anteriores de las tendencias demográficas y sociales resultó evidente que, si bien no se puede hablar de una «explosión demográfica» en cuanto se refiere a los países industrializados, hay indicios concretos de una «explosión de unidades familiares»; la tasa de formación de unidades familiares en muchos países es varias veces mayor que la del crecimiento de la población, y constituye así el elemento principal de las necesidades futuras de vivienda.

Un cálculo muy provisional del Centro de Vivienda, Construcción y Planificación de las Naciones Unidas (UNCHBP) supone que en el año 2000 habrá una vivienda por unidad familiar en las zonas más desarrolladas, y que la tasa será de 95 viviendas por cada 100 unidades familiares en las zonas menos desarrolladas (8). En el Cuadro 8 se observa un cálculo provisional de las existencias de viviendas que se necesitarían para atender al aumento de unidades familiares en el año 2000.

PROYECCIONES DE EA OFERTA DE VIVIENDAS

En el Cuadro 9, relativo a la construcción total proyectada de nuevas viviendas para 1971-80, se indican las necesidades de viviendas ajustadas para tener en cuenta la demanda probable y lo realizado anteriormente en los países industrializados. Conforme a estos cálculos, la producción total de viviendas de los países desarrollados en el decenio iniciado en 1970 será probablemente de alrededor de 110 millones de unidades de vivienda, lo que representa un aumento de más del 40 por ciento con respecto al decenio anterior. La tasa de construcción de viviendas por cada 1000 habitantes fue de 8,6 en 1970 y se estima que esta cifra ascenderá gradualmente hasta 10,9 en 1980.

CUADRO 8. - CÁLCULOS PROVISIONALES DE NECESIDADES MUNDIALES DE VIVIENDAS, 1970-2000

FUENTE: Dirección de Asuntos Sociales de las Naciones Unidas (21).

CUADRO 9. - CONSTRUCCIÓN ANTERIOR Y PROYECTADA DE NUEVAS VIVIENDAS EN LOS PAÍSES DESARROLLADOS, DECENIOS QUE INICIAN EN 1960 Y 1970


Decenio iniciado en 1960

Decenio iniciado en 1970

Aumento aproximado

Millones

Porcentaje

Europa

30,1

40,6

34

de la cual:





Europa septentrional

(1,8)

(2,4)

(33)


Reino Unido e Irlanda

(3,6)

(4,3)

(19)


Comunidad Económica Europea

(13,9)

(16,8)

(20)


Europa central

(1,9)

(2,9)

(52)


Europa meridional

(3,5)

(6,5)

(90)


Europa oriental1

(5,4)

(7,7)

(43)

U.R.S.S.

24,0

31,4

27

Estados Unidos

214,3

319,5

20

Canadá

1,4

2,4

70

Australia

1,0

1,5

50

Nueva Zelandia

0,23

0,3

30

Japón

6,4

14,0

127

TOTAL

477,2

109,7

39

FUENTE: Cuadro preparado por la TRADA a base de diversas fuentes nacionales.

1 Excluida la U.R.S.S.
2 16,3 millones, incluidas las casas móviles.
3 Sobre la base de una proyección (22) del Servicio Forestal de los Estados Unidos, que excluye las conversiones.
4 79,2 millones, incluidas las casas móviles,

Las proyecciones para los países menos industrializados son inciertas. El volumen de la demanda de viviendas dependerá principalmente de las prioridades gubernamentales que se le asignen al sector de la vivienda durante el decenio. Se considera que el desarrollo social y la renta nacional más elevada permitirán a dichos gobiernos asignar mayor importancia a la vivienda como uno de los factores indirectos de la productividad. Los datos limitados disponibles y la índole de las presunciones en que se basan los cálculos impiden calcular con precisión las necesidades futuras de viviendas. El Cuadro 10 da un cálculo provisional del número de viviendas que deberían construirse entre los años 1970 y 2000 a base del aumento natural de las unidades familiares y de las necesidades de reposición.

TENDENCIAS PROYECTADAS DE LOS TIPOS Y NORMAS EN MATERIA DE VIVIENDA

Distribución geográfica - Concentración urbana

En aquellos países donde la migración interna continúa aún rápidamente como consecuencia concomitante de la industrialización, seguirá la concentración urbana, y la construcción de edificios en las principales zonas metropolitanas predominará en el panorama nacional de la vivienda. En Suecia, por ejemplo, se prevé que la demanda de viviendas aumentará sustancialmente en las regiones de Estocolmo, Goteborg y Malmo. En las regiones septentrionales, la demanda de viviendas disminuirá, mientras que en otras regiones habrá aumentos moderados. Igualmente, en Canadá, se espera que, durante el decenio de 1970, el 98 por ciento del total de nuevas unidades de vivienda se construirá en las ciudades. En Japón, se espera que entre 1965 y 1985 la construcción de nuevas unidades de vivienda ocurra principalmente en las zonas urbanas, donde se construirán 22,5 millones de unidades, comparados con 7 millones en las zonas rurales, en este último caso principalmente para reemplazar demoliciones.

Ya se ha puesto de relieve el hecho de que, particularmente en los países industrializados más antiguos que ya están urbanizados en gran medida, la descentralización está ocurriendo bajo la forma de un nuevo desarrollo suburbano y de nuevas ciudades satélites a base de planificación regional. Esto continuará sin duda durante el decenio de 1970, e influirá sobre las tendencias en los tipos de vivienda.

Los cálculos provisionales del Cuadro 8, combinados con el crecimiento de la población estimado del Cuadro 2, llevan a las siguientes conclusiones para el período 1970-80:

1. A medida que la población de las zonas rurales disminuye en los países industrializados, la mayor parte de las viviendas nuevas se construirá en zonas urbanas. En los países menos industrializados, el aumento de la población será, en general, aproximadamente el mismo en las zonas rurales y en las urbanas (230 millones en las zonas urbanas comparados con 270 millones en las rurales). Sin embargo, como se señaló anteriormente, en el Asia oriental y, particularmente, en América Latina, la población urbana aumentará mucho más rápidamente que la rural, mientras que en Asia meridional y en Africa la población rural continuará aumentando a mayor ritmo que la población urbana. Las viviendas nuevas tendrán que distribuirse correspondientemente.

2. Se espera que la existencia mundial de viviendas aumente en alrededor de 170 millones, de los cuales aproximadamente 30 millones se construirán en los países desarrollados y 140 millones en las zonas en desarrollo.10

10 Tomando como base una unidad familiar compuesta de 3,3 personas, una tasa viviendas/unidad familiar de 0,96 y un aumento en el número de unidades familiares de 280 millones a alrededor de 315 millones, para las zonas desarrolladas; una unidad familiar compuesta de 5,1 personas, una tasa viviendas/ unidad familiar de aproximadamente 0,80 y un aumento en el número de unidades familiares de 520 a 645 millones, para las zonas en desarrollo.

CUADRO 10. - CÁLCULO DE NECESIDADES FUTURAS DE VIVIENDAS, 1970-2000


Zonas desarrolladas

Zonas en desarrollo

Total mundial

Millones

Viviendas que se deben construir por:

Aumento natural de las unidades familiares1

min.

110

540

650

máx.

200

670

870

Reposiciones2

min.

144

346

490

máx.

161

382

543

TOTAL

min.

254

886

1140

máx.

361

1052

1413

FUENTE: UNCHBP (8).
1 Véase Cuadro 8.
2 Se ha supuesto que anualmente se repondrá el 1,5 por ciento de la existencia actual de viviendas en las zonas desarrolladas, y el 2 por ciento en las zonas en desarrollo.

Casas de una vivienda y de viviendas múltiples

En aquellos países industrializados en los que se espera una nueva e intensa concentración urbana, las autoridades encargadas de la vivienda prevén, como consecuencia inevitable, un aumento proporcional de las casas de viviendas múltiples. Esto se atribuye principalmente a la creciente escasez y costo de la tierra urbana para construcción y al deseo de impedir el desborde urbano. En algunos casos, se menciona también la necesidad de evitar el estrangulamiento suburbano de las tierras agrícolas.11 En algunos países, es motivo de mayor preocupación el aumento en el costo de la propiedad privada de viviendas comparado con el de los alquileres, lo que ocurre generalmente en las casas de viviendas múltiples.12 La tendencia, en muchos países, hacia familias más pequeñas, incluidas las unidades familiares de una sola persona, producen también una creciente necesidad de disponer de una proporción mayor de unidades de vivienda pequeñas, convencionalmente suministradas en edificios de viviendas múltiples y a menudo de varios pisos (véase Cuadro 11).

11 Departamento de Economía y Estadísticas de la Central Mortgage and Housing Corporation (CMHC), del Canadá.

12 Esta era la situación en Canadá a fines del decenio de 1960, según información de la CMHC.

El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos previó que la tasa de aumento de las unidades de viviendas múltiples alcanzará a alrededor del 35 por ciento para 1980, y que las unidades de dos familias se mantendrán en aproximadamente el 3 por ciento del total. Previendo también las casas móviles y el aumento por conversión, las proyecciones para 1970-80 son las que figuran en el Cuadro 12.

La situación en los países en desarrollo es menos clara y mucho más difícil de predecir. Hay algunos países en desarrollo en los que, debido a una escasez de tierras o a limitaciones topográficas, las casas de familias múltiples han predominado y continuarán predominando durante el decenio de 1970. Sin embargo, se prevé que en la mayoría de las otras zonas menos industrializadas se construirán casas de una sola familia para la mayor parte de la población, como consecuencia de la abundancia de tierras y de la escasa inversión inicial que se requiere para este tipo de estructura, particularmente cuando no se suministra totalmente la infraestructura. Esta estructura de pequeñas unidades de una sola vivienda concuerda también con los hábitos de vivienda de los emigrantes rurales a las ciudades. Es muy probable que durante el decenio de 1970 se hagan algunos intentos, en lo que respecta a materiales de construcción, algunos a base de madera, y en lo relativo a equipo para la unidad familiar, a fin de mejorar la situación en los barrios de tugurios y en las colonias de ocupantes sin titulo de los países menos industrializados, a la vez que los países industrializados mostrarán una mayor demanda de casas móviles o casas de fin de semana.

CUADRO 11. - CÁLCULO DE LA DISTRIBUCIÓN DE VIVIENDAS ENTRE 1 Y 2 CASAS O UNIDADES DE VIVIENDAS Y EDIFICIOS DE VIVIENDAS MULTIPLES EN LOS PAÍSES DESARROLLADOS, 1971-80


Tipo de vivienda

Unidad de 1 ó 2 de viviendas

Unidades de viviendas múltiples

Porcentaje medio

Europa:



Dinamarca, Irlanda, Noruega, Países Bajos, Reino Unido, Rumania,1 Yugoslavia

60-80

20-40


Alemania (Rep. Fed. de), Austria, Bélgica, Bulgaria Checoslovaquia, Finlandia, Francia, Grecia, Islandia, Italia, Polonia1, Suecia, Turquía

20-50

50-80


España, Hungría, República Democrática Alemana, Suiza

menos de 10

más de 90

U.R.S.S.1

25

75

Estados Unidos

265

35

Canadá

40

60

Nueva Zelandia

65

35

Japón

40

60

1 Evaluación basada en las tendencias, en porcentaje, de construcción por personas privadas, granjas colectivas y población rural en general.
2 De las cuales el 30 por ciento son viviendas móviles.

CUADRO 12. - ESTADOS UNIDOS: PROYECCIONES DE VIVIENDAS QUE SE AGREGARÁN A LAS YA EXISTENTES EN 1970 Y 1980, POR TIPO

Año

Todos los tipos

Construcciones nuevas

Casas móviles

Conversiones

Todos los tipos

Una familia

Dos familias

Familias múltiples


Millares

1970

1900

1630

1040

60

530

170

100

1980

2200

1920

1180

70

670

180

100

FUENTE: Servicio Forestal de los Estados Unidos (22).

Normas relativas a espacio y comodidades

Las mejoras relativas a normas de espacio y comodidades, que fueron una característica notable de la vivienda en el decenio de 1960 en los países industrializados, continuará probablemente en el próximo decenio como consecuencia del continuado aumento en el nivel de vida y en los ingresos. Esto se subrayó en varios informes nacionales procedentes de países desarrollados.

1. En el decenio de 1970 se necesita y se prevé mayor diversificación de los tipos de vivienda, en particular para atender a las necesidades de ambos extremos, es decir, las familias grandes y las unidades familiares pequeñas de una sola persona. Muchos planes nacionales incluyen concretamente tipos especiales de viviendas para los ancianos y los impedidos, para los jóvenes, y para las necesidades estacionales y de vacaciones, y algunos están sometidos a estudio y desarrollo experimental. A base de estas consideraciones y como una hipótesis de trabajo para evaluar la demanda futura de productos basados en la madera, los porcentajes estimados de distribución entre casas de una y de dos viviendas y unidades en edificios de viviendas múltiples se dan en el Cuadro 11.

2. Es muy probable que en todas partes haya aumentos en las unidades de vivienda y se prevén en muchos países, en el curso del decenio, independientemente del tipo de vivienda que se construya.

3. Es probable también que se eleven en todas partes las normas de bienestar, comodidades y accesorios incluidos en las casas.

4. Debido a las normas cada vez más estrictas y al costo de la construcción de edificios, es universal la preocupación por el costo cada vez más elevado de las reparaciones y del mantenimiento. Hay también una creciente aceptación de la necesidad de mayor flexibilidad en el diseño y en la construcción para permitir ampliaciones y modificaciones a costo razonable durante la vida útil de los edificios. Esta cuestión se examinará con mayor detalle más adelante en este documento.

El gran número de viviendas que se construirán con los limitados recursos disponibles en los países en desarrollo no permitirá ninguna mejora sustancial en las normas durante el decenio de 1970. Sin embargo, se espera que, durante este periodo, mayor número de viviendas de esos países alcance los niveles mínimos aceptables.

Una distinción importante es la que existe entre las construcciones bajas y las altas de edificios de viviendas múltiples. En la mayoría de los países, los materiales y las técnicas de construcción que se utilizan predominantemente para estos diferentes tipos de viviendas, difiere sustancialmente entre unos y otros y exigen un examen por separado. Los reglamentos y códigos de construcción generalmente establecen muchas más limitaciones sobre la utilización de los productos de madera en la construcción de viviendas múltiples e imponen así una dicotomía en la industria de la construcción de casas. En muchos países, esta limitación sobre el uso de la madera se extiende a las casas de una sola familia en zonas urbanas y, en algunos casos, también en zonas suburbanas. Cuando la utilización de la madera se limita habitualmente a las estructuras de techos, ventanas, puertas y gabinetes empotrados, como ocurre en la mayoría de los países de América Latina, esa dicotomía es menos notable.

En los países en desarrollo, un gran sector de la población urbana vive en tierras ocupadas ilegalmente en barrios de tugurios y zonas de asentamiento de ocupantes sin títulos en viviendas temporales, construidas básicamente de madera y sin ajustarse a los reglamentos locales de construcción. Su número está muy lejos de ser insignificante (véase página 14). Es imposible reemplazar estos asentamientos con viviendas ortodoxas en un periodo corto. Para aliviar la situación, los gobiernos deberán tratar de mejorar las comodidades de las viviendas y de suministrar los servicios esenciales en lugar de facilitar casas nuevas. Deberán disminuirse también los requisitos para la construcción y «legalizarse» el gran mercado de materiales de construcción de bajo costo basados predominantemente en la madera y que son necesarios para realizar estas mejoras, poniéndolos bajo el control técnico de las autoridades municipales.

Construcción de casas pequeñas

Los países industrializados construyen viviendas permanentes a un nivel aceptable, de madera o de otros materiales, conforme a la tradición local. La mayoría de los países menos industrializados utilizan ladrillos o materiales de hormigón para las viviendas permanentes y madera únicamente para las viviendas rurales o temporales.

Los países desarrollados, en los que las casas de entramado de madera quedaron históricamente establecidas debido a sus amplias provisiones de madera, en particular de coníferas, siguen utilizando la madera como principal material de construcción en las casas unifamiliares. Este es el caso de los Estados Unidos, Canadá, Japón, Australia, Nueva Zelandia, Suecia, Noruega y, en menor grado, Finlandia. Los países de la Europa meridional y oriental recurren primordialmente a la construcción de mampostería: ladrillo, bloques de hormigón o rasilla hueca. Los países en desarrollo construyen las casas permanentes principalmente de bloques de hormigón, a veces de ladrillo, pero, como la mayoría de las viviendas son de carácter menos permanente, el porcentaje mayor de las casas está formado por estructuras temporales de materiales ligeros, sobre todo madera o productos de la madera.

Durante el decenio de 1960, la tendencia de la construcción de estructuras de madera varió considerablemente, tanto en los lugares donde esta forma de construcción predominaba para las casas de una sola familia como en las que constituía una minoría. Así, en los Estados Unidos, el 88 por ciento de la totalidad de las casas construidas en 1962 tenían estructuras de madera; en el Canadá el 90 por ciento de las casas de una familia tienen estructura de madera; y el 98 por ciento de las casas construidas en el Japón en 1968 eran también de madera. Como podía esperarse, esta tendencia continuó floreciendo particularmente en los países industrializados con grandes recursos forestales, pero, sorprendentemente, no en todos ellos. Por otra parte, durante los últimos cinco o seis años, se registró un considerable progreso en este tipo de construcción en el Reino Unido, a pesar de que prácticamente no existen reservas de madera locales.

En los países en desarrollo no se pueden basar las tendencias futuras en la producción del decenio de 1960, debido a que la producción de casas fue limitada en relación con las necesidades. Las características de la demanda futura todavía están abiertas a una variedad de nuevos materiales y técnicas de construcción, siempre que la industria ofrezca precios competitivos y calidad aceptable. Los esfuerzos que haga la industria para abrir estos nuevos mercados potenciales deben estar encaminados también a superar la poca aceptación y la falta de prestigio que tienen las de madera en la mayoría de los países en desarrollo, como consecuencia de las connotaciones de construcción barata, temporal y peligrosa. No obstante, pese a que las paredes de las viviendas permanentes se componen de materiales que no son de madera, ésta continúa utilizándose para otros elementos estructurales, particularmente para los techos.

En Africa, Asia y América Latina, las viviendas rurales se construyen con piedras, barro (adobe y argamas), madera, bambú y esteras. Las industrias que suministran esos materiales están integradas básicamente por una suma de artesanos y pequeñas empresas. Aquí también hay amplio campo para mejoras y progreso.

Materiales de construcción que se utilizan en las residencias

Una encuesta sobre los materiales de construcción utilizados para las estructuras de carga de las casas mostró, por un lado, la permanente importancia de los materiales tradicionales y locales, particularmente en la construcción de casas pequeñas y, por otro, el efecto creciente de la industrialización especialmente en la construcción de viviendas múltiples y elevadas.

Las casas pequeñas con muros de carga de madera continuaron predominando en las construcciones bajas de los países ricos en recursos forestales en donde se habían desarrollado tradicionalmente (en América del Norte, Oceanía, Japón y, en Europa septentrional, en Noruega y Suecia, con una disminución acentuada en Finlandia). La industrialización y la racionalización de la producción aseguraron un nuevo crecimiento relativo en algunos países (por ejemplo, en los Estados Unidos) y también facilitaron su introducción en la esfera de la vivienda en algunos países del occidente de Europa, especialmente en el Reino Unido, y en menor medida en Francia y la República Federal de Alemania. Las tradicionales casas de madera de Europa central y oriental y de las zonas forestales de Europa meridional parecen disminuir. En Australia, las tradicionales chozas de madera parecen haber perdido terreno con respecto a las construcciones de ladrillos, particularmente como revestimiento externo.

La construcción de mampostería era todavía el método más importante de construcción de paredes para casas pequeñas en la mayoría de los países europeos, salvo en Escandinavia. En la mayoría de los países en desarrollo, las nuevas viviendas permanentes se construían también con ladrillos y bloques.

En Europa y en las regiones menos industrializadas, el hormigón armado en diversas formas, tanto in situ como prevaciado, se ha convertido rápidamente en el principal material de construcción para la estructura de los edificios de varios pisos y en muchos países para las paredes interiores. En algunos países del oriente de Europa (Checoslovaquia y la República Democrática Alemana) y en la U.R.S.S., la proporción en el total de la construcción de los componentes a medida de hormigón prevaciado para paredes de habitaciones grandes aumentaron rápidamente. En el resto de Europa, se utilizaban en mayor medida los componentes pequeños premoldeados o vaciados in situ en encofrados con relleno de mampostería. En algunos países del occidente de Europa, especialmente en Francia, las estructuras de hormigón facilitaron la utilización de tabiques delgados con marcos de madera, pero todavía en pequeña escala en comparación con el volumen total de la construcción de edificios de varios pisos.

Salvo en Europa, las formas industrializadas de construcción de edificios de varios pisos no se ha desarrollado en una escala sustancial. En todos los otros países continuaron predominando las paredes de ladrillo, a menudo en estructuras de acero o de hormigón reforzado.

En los Estados Unidos y en el Japón, lo corriente era la construcción basada en la madera de casas de viviendas múltiples de baja y mediana altura. En el Japón, pese a la promoción oficial de los materiales no basados en la madera, la mayoría de las unidades de vivienda de familias múltiples construidas en el decenio de 1960 eran de madera resistente al fuego. También en el Reino Unido se inició, a fines del decenio de 1960, la construcción de casas de estructura de madera ligera y competitiva.

En lo que respecta a la utilización de la madera en las estructuras de los tejados, se sacaron las siguientes conclusiones de la información fragmentaria suministrada:

1. En las casas pequeñas (tanto de estructuras de madera como de construcción de mampostería) los tejados con estructura de madera continuaron predominando y en muchos países monopolizaron el mercado. Sin embargo, se registró cierta disminución, por lo menos, en un país del occidente de Europa y en Europa meridional y oriental. En América Central, se utilizaban en gran escala grandes chapas de cemento con amianto que no requerían estructura de madera. En cuanto a los tejados de madera, la tendencia era hacia las estructuras de poca inclinación y más económicas, que empleaban menos material.

2. En los edificios de viviendas múltiples de baja y me diana altura, una proporción variable, pero en algunos casos aún grande, de los tejados estaba construida de madera (por ejemplo, en los Estados Unidos y el Reino Unido). Los tejados planos de hormigón reforzado constituían la principal opción, tanto en los países industrializados como en los países en desarrollo.

3. El hormigón reforzado pareció haber obtenido un monopolio casi total en la construcción de apartamentos en los edificios elevados.

Se observaron también diferencias similares entre los tipos de vivienda en lo que respecta a la utilización de la madera para la construcción de pisos.

1. En las viviendas de una sola familia, se utilizaba todavía la construcción de madera para los entrepisos en los países en que este tipo de piso era habitual.

2. En los Estados Unidos (y posiblemente también en el Japón) la construcción basada en madera continuó predominando en las casas de viviendas múltiples de baja y mediana altura. En Europa, este tipo perdió mucho terreno con respecto al hormigón reforzado en todos los países. Los países en desarrollo han utilizado principalmente pisos de hormigón reforzado.

3. En el decenio de 1950 la sustitución del hormigón por la madera en la construcción de los pisos bajos, aun en las casas de una sola familia, estaba muy avanzada en la mayoría de los países industrializados. En algunos países, esto continuó en el decenio de 1960, pero en otros, especialmente en los Estados Unidos y en menor grado en el Reino Unido, ha cambiado la tendencia hacia el hormigón. Los pisos bajos de hormigón reforzado han predominado en la mayoría de los países en desarrollo.

La construcción de tabiques estaba por lo general estrechamente vinculada a los métodos y materiales utilizados en las paredes externas. Los tabiques de entramado eran comunes en todas partes en las casas de hormigón, pero en las construcciones de mampostería se utilizaba únicamente un pequeño porcentaje de delgados tabiques de madera. Las estructuras de entramado eran también comunes en los apartamentos de mediana altura con jardín de los Estados Unidos, pero en Europa y en todos los países en desarrollo los bloques de hormigón, los ladrillos y los ladrillos huecos se utilizaban en proporción aún mayor que en las casas de una sola familia. En las construcciones elevadas, los tabiques de madera se utilizaban en muy pequeña escala. La disminución en el uso de la madera para estructuras estuvo acompañada por una disminución sustancial en su uso para revestimientos externos y para pisos. En cuanto al revestimiento de paredes, la tendencia en el decenio de 1960 puede resumirse de la siguiente manera:

1. En casas de estructuras de madera, donde predominaron en el pasado los revestimientos de tablas solapadas y las terminaciones de madera similares, los revestimientos de ladrillos y, en menor grado, otros materiales que no eran de madera, desplazaron sustancialmente a la madera. En Australia, particularmente, la disminución ha sido rápida, y la proporción de los revestimientos de tablas solapadas disminuyó a un 10 por ciento del total de las paredes exteriores y en los Estados Unidos disminuyó al 40 por ciento.

2. Por otra parte, en países en donde se ha introducido recientemente la construcción en estructuras, las paredes de madera y los paneles a base de madera han hecho algunos progresos (por ejemplo, en el Reino Unido y Francia), pero el porcentaje del total de madera en las paredes de casas pequeñas es ano muy limitado.

3. Leyes permisivas en materia de construcción permitieron en algunos países de Europa septentrional y occidental el desarrollo de los paneles de madera para paredes exteriores y de los paneles sostenidos por la estructura, a menudo con acabado de madera, para los edificios de mediana altura y aun para los edificios altos de viviendas múltiples.

La preferencia por los pisos de hormigón provocó en la mayoría de los países una disminución de los pisos de madera. El desarrollo de pisos de listones y baldosas de madera dura económicos, fijados sobre contrapisos de madera, ayudaron a preservar en América del Norte un alto porcentaje de los pisos de madera para el mercado. En Checoslovaquia, alrededor de un tercio del total de los pisos de las casas fueron de madera; lo mismo ocurrió, en igual proporción, en las casas de una sola familia en Francia, disminuyendo, sin embargo, hasta el 10 por ciento en los edificios elevados. El desarrollo competitivo de los revestimientos de láminas o baldosas de plástico y de las alfombras de pared a pared fomentó, por otra parte, la utilización de los contrapisos de madera. En algunos países en desarrollo se han utilizado intensivamente los pisos de madera sobre planchas de hormigón.

En contraposición a la disminución de los pisos de madera, ha habido un aumento general hacia el uso decorativo de la madera para paredes interiores y para terminación de techos, particularmente en América del Norte, Escandinavia, Francia y otros países de Europa occidental y central, especialmente en las casas de una sola familia y en las casas bajas de familias múltiples. En la construcción de edificios elevados, las restricciones de las leyes sobre construcción redujeron generalmente la utilización a pequeñas proporciones.

En la mayoría de los países, las juntas de madera continuaron manteniendo, y en muchos casos fortaleciendo, su posición, en comparación con materiales competitivos. En lo que respecta a las puertas internas, los materiales a base de madera tenían un monopolio casi completo en todas partes, pero en muchos países, para puertas externas se utilizaron en proporción significativa puertas metálicas, particularmente en edificios elevados y en garajes. Los marcos de acero para puertas obtuvieron una posición dominante en los edificios de varios pisos en Francia, mientras que en el Reino Unido, las ventanas de metal se utilizaban considerablemente, aunque principalmente en los edificios elevados. En general, parece que la ventanas de madera han soportado la presión de los materiales competitivos en el decenio de 1960, y en muchos países europeos parecieron haber ganado terreno. Sin embargo, su utilización fue significativamente más baja en las construcciones elevadas en todo el mundo, tal vez con la excepción de Escandinavia. Los postigos y persianas de madera fueron desplazados por materiales de plástico y aluminio, pero en casi todas las otras juntas internas, particularmente en armarios, así como en molduras externas, tales como aleros e intradós, los materiales de madera parecieron sufrir muy poco los efectos de la competencia.

Algunas de las pérdidas de la madera para estructuras con relación al hormigón se recuperaron mediante el creciente uso de la madera y de los paneles a base de madera para los encofrados. A esto ayudó el desarrollo de tablas especialmente tratadas o superpuestas designadas para superficies mejoradas y usos múltiples. La utilización de la madera para andamios, encofrados y puntales pareció haberse mantenido a un nivel elevado.

TENDENCIAS EN LA SUSTITUCIÓN Y CAUSAS SUBYACENTES

Del presente examen de tendencias en el uso de materiales de construcción para residencias surgen las siguientes conclusiones principales:

1. Existe una disminución bastante general y continuada en el uso de la madera en la estructura de las viviendas.

2. Aunque la reducción puede atribuirse en parte a un diseño más racional y económico en los materiales de madera, incluido el creciente uso de tableros a base de madera, en su mayor parte la reducción se debe a su sustitución por materiales no compuestos de madera.

3. La sustitución es muy considerable en los edificios de muchas viviendas y, especialmente, de muchos pisos.

4. La utilización de la madera para ensambladura y fines decorativos en general ha mantenido o mejorado su posición y se ha hecho más importante en el uso total.

Muchos factores mutuamente relacionados han contribuido a la tendencia general de sustituir la madera aserrada y reducir el uso de la madera en la construcción de viviendas. Probablemente, entre los factores más importantes se cuentan los siguientes:

1. Los códigos y reglamentos de edificación, en particular con respecto a la lucha contra incendios, por lo general incluyen disposiciones que prohiben o limitan severamente la mayor parte de los usos estructurales de la madera en la construcción de casas de muchas viviendas y, en especial, de muchos pisos. La mayor parte de las reglamentaciones limitan también muchos usos decorativos con severidad cada vez mayor en los edificios más grandes y altos.

2. La falta de duración de las especies más comunes de madera, en especial el sámago, en distintas colocaciones, de considerable exposición o de ventilación inadecuada y el costo de la renovación de las pinturas y barnices externos protectores, así como el uso adecuado de tratamientos convenientes de conservación, han sido la principal causa de la disminución de algunos usos de la madera, especialmente en el revestimiento externo.

3. La escasez de mano de obra calificada, particularmente de carpinteros, ha alentado el uso de materiales de construcción que requieren menos habilidad, como el hormigón fabricado en el lugar de empleo y el hormigón premoldeado. Ha estimulado también el uso de materiales a base de madera en sustitución de las tablas de madera aserrada.

4. El alza más rápida de los precios de la madera aserrada se observó en la mayor parte de los países, en comparación con su primer competidor para estructuras, el cemento. Por motivos económicos, la reducción en los costos de los tableros compitió favorablemente con la madera aserrada.

5. La fácil disponibilidad de los productos de madera fue en el pasado un factor primordial en el estímulo de su considerable uso en la construcción en países con una industria maderera desarrollada y amplios recursos forestales. En los países con poca madera, la escasez de posguerra provocó su sustitución por otros materiales que, para ciertos usos (por ejemplo, pisos bajos), tendieron a reemplazar la madera en forma permanente. Muchos países en desarrollo que poseen recursos forestales han continuado exportando su madera, pero no pudieron desarrollar una industria maderera local para consumo interno.

Situación actual y tendencias de las industrias forestales y de las industrias de elaboración de la madera

INDUSTRIAS FORESTALES

A causa de la historia de su desarrollo, las industrias forestales, con excepción de las industrias más modernas de tableros, en especial la producción de tableros de fibras y tableros de partículas, se caracterizan por una extrema fragmentación y el predominio de unidades pequeñas. Esto conspira contra la eficacia y calidad de la producción, así como la capacidad de investir adecuadamente en la investigación y desarrollo. Sin embargo, se observan en todos los países tendencias recientes hacia una rápida concentración y establecimiento de fábricas mayores y mejor equipadas. La integración' especialmente vertical, de las industrias forestales contribuye a eliminar los desperdicios e introduce las economías de escala.

Las recientes inversiones en las industrias forestales se consideran en la mayor parte de los países industrializados como apropiadas para satisfacer sus necesidades inmediatas. Los aserraderos se dedicaron, en general, a perfeccionar la fabricación a máquina y la mecanización del manejo y transporte para reducir la mano de obra, así como para aumentar el secado al horno y otros medios de mejorar la calidad. La mejor calidad para lograr objetos bien terminados sigue siendo un problema en todos los países productores. La calidad superior y la mayor economía del producto mediante la clasificación realzarían el poder competitivo de la madera aserrada. La extensión y mecanización de los procesos de laminación, ensambladura de extremos y bordes y procesos semejantes de perfeccionamiento deben conducir a mejoras esenciales en la calidad de la madera aserrada para ensambladura y fines estructurales.

Los tableros se han diversificado para satisfacer mejor las necesidades de su uso final, y la calidad ha mejorado al aumentar, a la vez, la economía en la producción. Es probable que en el futuro haya una proporción más elevada de tableros cortados a medida y especialmente tratados o terminados para fines específicos dentro del creciente volumen de producción en todos los países.

La mayor mecanización en el manejo y transporte de la madera, que se introdujo en los últimos años, ha contribuido a contener los costos de distribución mediante los cauces comerciales. El comercio mismo, complejo en su estructura, está pasando por una concentración igual que las industrias forestales, y las modalidades de mercadeo están cambiando. El aumento en el número de consumidores en forma de grandes empresas de contratación y fabricación o consorcios de compra ha tenido como resultado marginar el comercio en un porcentaje de productos forestales - especialmente materiales para tableros de calidad específica y para terminación, con frecuencia a causa de la debilidad o ineficacia del comercio distribuidor normal. En muchos países, el comercio, además de desempeñar una función de reunir y distribuir, realiza una conversión secundaria de materiales para adaptarlos a necesidades específicas de los consumidores. Aumenta también la integración con la industria de la construcción y con los componentes y otras industrias que suministran materiales.

AUMENTO EN EL USO DE LOS TABLEROS A BASE DE MADERA

La disminución de la madera aserrada por la sustitución de materiales que no son de madera se ha compensado hasta cierto punto en lo que se refiere al empleo total de productos forestales, por el enorme crecimiento de tableros a base de madera en el decenio pasado. Aun reemplazando la madera de aserradero por una cantidad menor de material (pero no necesariamente de menor valor añadido), se ha mantenido para los productos forestales un empleo mayor de lo que hubiera sido el caso de otra manera mediante:

utilización más completa de troncos y residuos;

cualidades más constantes y más capacidad de satisfacer las necesidades de terminación adecuada mediante diversificación de productos, tratamientos y terminaciones en combinación con otros materiales;

disminución de los costos de producción debido a las mayores posibilidades de industrializar los procesos;

costos menores de aplicación en el lugar o en las fábricas.

Todas las clases de tableros han aumentado rápidamente en el decenio pasado, pero la expansión de la producción y consumo del tablero de partículas ha sido más rápida. Las aplicaciones de diferentes tableros varían enormemente entre los distintos países tanto en lo que se refiere a los productos terminados como a las cantidades que se consumen por persona en la construcción de casas. El uso de madera terciada estructural ha aumentado en forma notablemente rápida, especialmente en América del Norte, y el tablero de partículas especialmente en Europa.

El aumento en el uso de paneles en general y su empleo en la construcción de casas en particular ha sido más rápido que el previsto en Europa y en los Estados Unidos. Se cree que la expansión continuará en el decenio de 1970, aunque con ritmo más lento, especialmente en el uso del tablero de partículas, que en el decenio de 1960 aumentó 3,5 veces más rápidamente que el PNB. Sin embargo, el perfeccionamiento técnico en la producción y otros factores pueden influir en un crecimiento más rápido del que ahora se prevé.

NECESIDADES PREVISTAS DE MADERA Y TABLEROS A BASE DE MADERA EN EL PRÓXIMO DECENIO

Fuentes autorizadas en muchos países prevén una baja en el consumo de la madera para vivienda como resultado de los siguientes factores: recientes tendencias en el consumo de productos forestales; el cambio de modalidad en las viviendas de la mayor parte de los países con mayor proporción - en algunos casos proporción predominante - de edificios de muchas viviendas y de muchos pisos; y la disminución general de las salidas de madera para la construcción de casas basadas en artesanías tradicionales. Sin embargo, se espera algún aumento por unidad de consumo de tableros. Por lo tanto, las proyecciones de la demanda futura para todos los países y regiones se basan en la continua sustitución de la madera aserrada por tableros y en mayor medida por materiales que no son de madera. No obstante, aunque se espera que decaiga el consumo por persona de la madera aserrada, es probable que el aumento en la construcción de casas en todas partes traiga como consecuencia un incremento general en el volumen del consumo de madera y materiales a base de madera.

Se espera que las características del consumo general de madera y materiales a base de madera en la construcción sean las siguientes:

1. En la mayor parte de los países y regiones, la construcción de edificios y viviendas en particular consumirán mayor cantidad de productos de madera disponibles, con lo que aumentará la interdependencia de las dos industrias.

2. Se espera que en todas partes el consumo de madera aserrada aumente con ritmo lento, en comparación con el crecimiento de la construcción de viviendas en general, en una proporción de 1:5 a 1:3, excepto en el Japón y en varios países en desarrollo, donde es posible que sea mucho mayor.

3. Pero la demanda de tableros, cuyo creciente ritmo de producción disminuirá, aumentará a un ritmo más rápido que la madera aserrada y se calcula que el volumen de consumo aumentará en la mayoría de los países en más del 50 por ciento hacia la última mitad del decenio de 1970.

OPORTUNIDADES Y PERSPECTIVAS DE LA EXPANSIÓN DE LOS USOS DE LA MADERA

Las evaluaciones de las necesidades de madera en el próximo decenio se basan en conjunto en la aceptación de una disminución rápida continuada en las cantidades del total del material a base de madera por unidad de vivienda y en un aumento ano mayor de las necesidades de vivienda, lo que dará por resultado un aumento general del volumen del consumo. La medida en que las necesidades estimadas se realicen dependerá de la capacidad de las industrias de productos forestales de explotar al máximo las oportunidades y posibilidades que ya surgían en el decenio de 1960.

Aunque los productos de madera aplicados en formas tradicionales probablemente perderán más terreno frente a materiales competitivos, es posible que reconquisten el terreno perdido y logren nuevas aplicaciones con una industrialización mayor de la producción. En especial es probable la siguiente expansión, si se aprovecha la oportunidad:

1. Más casas prefabricadas de madera en viviendas para una sola familia de ingresos bajos (independiente, semi-independiente o formando terraplenes o patios), especialmente en los países en los que los costos de la mano de obra en la construcción son elevados y donde está aumentando el mercado de bajos ingresos (por ejemplo, en muchos países del occidente de Europa). El nivel económico del terminado en fábrica cambiará entre los países según la estructura de costos de sus industrias de construcción y la producción variará desde las simples estructuras de tableros a los bloques de edificios terminados.

2. En las viviendas de bajo costo se podrá utilizar más madera mediante el desarrollo de componentes prefabricados, como divisores y tableros externos. Pero se requerirá una combinación juiciosa con otros materiales para lograr mejores resultados.

3. Es probable que se logre mayor uso de madera en casas de muchas viviendas si los países superan las limitaciones impuestas actualmente por las ordenanzas de construcción. La experiencia adquirida en el decenio de 1960 en algunos países ha mostrado que se pueden lograr niveles técnicos muy elevados en cuanto a aislamiento del sonido, difusión del fuego y resistencia contra incendios. En la mayor parte de los países se lograrán más progresos en el sector de ingresos bajos y medios.

4. Con las mejoras en la calidad y el aumento de la industrialización en la producción para ensambladura, es posible mayor utilización de madera en la ensambladura de casas de edificios de muchas viviendas, especialmente respecto de la ensambladura externa.

5. Los pisos de madera pueden recobrar el terreno perdido en muchos países ampliando las prácticas más económicas (por ejemplo, una delgada tira de madera dura en un contrapiso estructural con base de madera) que han mantenido los mercados en algunos países. Los pisos diseñados económicamente pueden también reconquistar las posiciones perdidas frente a las planchas de hormigón, especialmente en las construcciones de pocos pisos.

6. Se espera un aumento en el uso de la madera y productos de madera en los países menos industrializados como consecuencia del desarrollo de sus industrias locales de la madera, especialmente respecto del tratamiento protector de especies secundarias.

Todos estos progresos dependerán, a su vez, del aumento de eficacia de las industrias de la madera, mayor investigación técnica, mejor diseño de productos y promoción eficaz.

INVESTIGACION, DESARROLLO Y PROMOCIÓN

Como la futura capacidad de las industrias forestales para mantener su posición y aun aumentar el uso de sus productos en la construcción de residencias depende del desarrollo tecnológico y de una aplicación mejor en el diseño del producto y en su fabricación, en muchos países existe gran preocupación por el bajo nivel que, al parecer, hay de inversiones en investigación y desarrollo en comparación con materiales competitivos.

De manera análoga, se necesitan mayores esfuerzos de promoción en América del Norte, occidente de Europa y en todos los países en desarrollo. El nivel de enseñanza técnica sobre el uso de la madera y sus productos se considera en la mayor parte de los países como inadecuado, especialmente en las universidades e institutos, técnicos. Es indudable que sólo se logrará una utilización más racional de los productos forestales para mejorar la fabricación de viviendas mediante la promoción integrada, que se base en la investigación del desarrollo tecnológico para preparar a los nuevos diseñadores y constructores.

Referencias

(1) NACIONES UNIDAS COMISIÓN ECONÓMICA PARA EUROPA. 1968 The housing situation and perspectives for long-term housing requirements in European countries. Geneva. E.68.II.E.6.

(2) NACIONES UNIDAS. COMISIÓN ECONÓMICA PARA EUROPA 1968 Major long-term problems of government housing and related policies. Geneva.

(3) NACIONES UNIDAS. DEPARTAMENTO DE ASUNTOS ECONÓMICOS Y SOCIALES. 1970 Estudio económico mundial, 1969. Nueva York. E/4841/Add. 1.

(4) ORGANIZACIÓN EUROPEA DE COOPERACIÓN ECONÓMICA. 1961 Demographic trends 1956-1976 in western Europe and the United States. Paris.

(5) JAPÓN. BUREAU OF STATISTICS. 1969 Statistical handbook of Japan, 1969. Tokyo.

(6) NACIONES UNIDAS. OFICINA DE ESTADISTICA. 1969 Growth of the world's urban and rural population, 1920-2000. New York. E.69.XIII.3.

(7) NACIONES UNIDAS. OFICINA DE ESTADISTICA. 1968 Compendium of social statistics, 1967. New York. E.67.XVII.9.

(8) NACIONES UNIDAS. CENTRO DE VIVIENDA, CONSTRUCCIÓN Y PLANIFICACIÓN. 1970 Human settlements and national development: problems and priorities in housing, building and planning. New York.

(9) NACIONES UNIDAS. 1965 World housing conditions and estimated housing requirements. New York.

(10) NACIONES UNIDAS. COMISIÓN ECONÓMICA PARA EUROPA. 1967 Management, maintenance and modernization of houses. Geneva.

(11) REINO UNIDO MINISTRY OF HOUSING AND LOCAL GOVERNMENT. 1969 Old houses into new homes. London, HMSO.

(12) NEEDLEMAN, L. 1965 The economics of housing. London, London School of Economics.

(13) NACIONES UNIDAS. OFICINA DE ESTADISTICA. 1967 Métodos para calcular las necesidades de habitación. Nueva York.

(14) NACIONES UNIDAS & FAO. 1957 Trends in utilization of wood and its products in housing. Geneva.

(15) NACIONES UNIDAS & FAO. 1964 European timber trends and prospects: a new appraisal 1950-1975. Geneva.

(16) Housing in Japan, by Hiraga and Furukawa. Documento. 1966 Towards Industrialised Building: Proceedings of 3rd CIB Congress, Copenhagen, 1965. Amsterdam, Elsevier.

(17) STONE, P.A. 1959 The economics of housing and urban development. London, HMSO. (Building Research Station, Garston)

(18) REINO UNIDO. MINISTRY OF HOUSING AND LOCAL GOVERNMENT. 1952 The density of residential areas. London, HMSO.

(19) STANFORD RESEARCH INSTITUTE. 1954 America's demand for wood 1929-1975. Stanford, California.

(20) NACIONES UNIDAS. COMITÉ DE VIVIENDA, CONSTRUCCIÓN Y PLANIFICACIÓN. 1970 Social implications of high density housing. New York. ESA/HBP/AC.1/2.

(21) NACIONES UNIDAS. DIRECCIÓN DE ASUNTOS SOCIALES. 1966 World population prospects. New York. E.66.XIII.2.

(22) ESTADOS UNIDOS. FOREST SERVICE. 1965 Timber trends in the United States. Washington, D.C.

(23) NACIONES UNIDAS. COMISIÓN ECONÓMICA PARA EUROPA. 1968 Annual bulletin of housing and building statistics for Europe, 1967. Geneva.

Informe de la Consulta

1. La Consulta reconoció que la situación actual de la vivienda, sobre todo en los países en vías de desarrollo, podría calificarse de seria y urgente, ya que la población mundial aumenta en una proporción anual del 2,2 por ciento. La situación de la vivienda en Africa, Asia y América Latina está caracterizada por la elevada proporción del crecimiento de la población, un crecimiento aún mayor en los sectores de población de bajos ingresos, un número siempre creciente de ocupantes sin título en las grandes ciudades, la carencia de los servicios comunitarios básicos y las familias numerosas apiñadas en pequeñas unidades habitacionales. La situación de la vivienda en la mayor parte de las zonas urbanas del mundo en desarrollo ha llegada a límites críticos.

2. Anteriormente, el déficit de viviendas se había acumulado especialmente en torno a los grupos sociales de escasos ingresos y actualmente tiende a continuar. La inflación de los precios del terreno, la presión creciente sobre los predios urbanos, la carencia de financiación, el elevado costo de la construcción y la continua escasez de materiales de construcción, todos ellos son factores que amplían la distancia entre la demanda y la provisión de casas. No se han tomado plenamente en cuenta las implicaciones de la actual proporción del crecimiento urbano y la gravedad del problema habitacional para una población urbana que, como se cree, casi se duplicará en los próximos 20 años. Basándose en una hipótesis rigurosa respecto del incremento medio anual de la población, la dimensión media de las familias y el número de familias por vivienda, en el transcurso de los 30 años próximos, habrá que construir un promedio anual de 25 millones de viviendas, o 5 unidades habitacionales, por cada 1000 habitantes, simplemente para satisfacer las necesidades de vivienda derivadas del incremento demográfico natural. La tasa actual de construcción en casi todos los países en vías de desarrollo, especialmente en los más populosos, supera con dificultad la cifra de 2 casas por cada 1000 habitantes, y esta desproporción entre la actual actividad de construcción y las exigencias demográficas constituye una indicación muy amplia sobre el grado de empeoramiento de la situación habitacional.

3. Contrariamente al objetivo de producción anual de 10 unidades por 1000 habitantes propuesto por las Naciones Unidas para el Primer Decenio para el Desarrollo de los años sesenta, el logro actual, en el caso de los países en vías de desarrollo, es solamente de 2-3 unidades por 1000 habitantes. Los países desarrollados, como era de esperarse, han progresado mucho más, y algunos de ellos han superado el limite previsto. Pero, aun en el caso de alcanzar esa meta, aparentemente elevada, de 10 unidades por cada 1000 habitantes, el problema de la escasez existente se resolvería solamente en el curso de los próximos 30 años, proveyendo, además, de viviendas a la población creciente.

4. La Consulta convino en que la necesidad de viviendas podría clasificarse bajo las cuatro principales categorías siguientes:

a) la necesidad que resulta del solo incremento de población a causa del crecimiento natural y de la migración;

b) la necesidad que se deriva de tener que reemplazar las viviendas existentes y que se deterioran;

c) la necesidad originada por la demanda de quienes habitan casas inadecuadas o carecen totalmente de ellas en la actualidad;

d) las viviendas para casos de desastre, que tienen en cuenta aquellas en que se da acomodo a las personas desplazadas por inundaciones, terremotos, corrimientos de tierras y otras calamidades naturales.

5. Una de las variables criticas que afectan a los cálculos sobre las necesidades de viviendas, derivadas del aumento de la población, se refiere al número y tamaño de las casas, como puede verse en el caso del Japón. De acuerdo con el censo de 1965, la población aumentó en un 10,17 por ciento durante el periodo 1955-65, al mismo tiempo que creció en un 34 por ciento el número de las casas unifamiliares. Este dato tiene un significado muy importante en el cálculo de las necesidades de vivienda, sobre todo en los países desarrollados.

6. La Consulta puso de relieve el Cuadro 2, que presenta el crecimiento de la población mundial desde 1920. Merecen especial atención las cifras relativas al crecimiento urbano en los países en vías de desarrollo, que tienen graves implicaciones en las exigencias de viviendas urbanas. Se señaló que la población urbana de los países en vías de desarrollo aumentaría desde los 720 hasta los 2080 millones (aumento triplicado), en el periodo 1970-2000, mientras que, en los países desarrollados, se prevé un aumento de 400 millones (o sea del 66 por ciento).

7. Fuera de la creciente escasez de viviendas en los países en vías de desarrollo, debida a la más amplia desproporción entre el aumento de población y el ritmo del número de construcciones, la cantidad actual de viviendas está muy lejos de ser satisfactoria. Se dice que la existencia de viviendas anticuadas en Africa es del 36,3 por ciento, en Asia del 40 por ciento y en América Latina alcanza el 33,3 por ciento del total de viviendas. En el caso de esos países, debido a la escasez de recursos, los esfuerzos necesariamente se dirigen hacia la reparación de las inadecuadas viviendas actuales, antes que a intentar reemplazarlas en forma total. Aun en el caso de los países desarrollados, el problema de reemplazar las casas obsoletas es grave, y las cifras para Europa son del 33-50 por ciento para el periodo 1961-80, en tanto que son del 25 por ciento para el periodo 1967-77, en el caso de los Estados Unidos y del 40 por ciento para el periodo 1965-85, en el del Japón.

8. Dejando a un lado el cálculo de las necesidades de vivienda, y enfrentando el problema mismo, la Consulta quedó plenamente enterada de que el cálculo de las necesidades, aun considerándolo correctamente establecido, no indicó lo que seria posible llevar a cabo en el futuro. Esto dependería de la suficiencia de los recursos y de la capacidad de la industria de la construcción para satisfacer la demanda. Los cuadros 4 y 5 muestran la inversión de viviendas en forma de porcentajes del Producto Nacional Bruto (PNB), tanto en los países desarrollados como en los países en vías de desarrollo. Mientras en la mayoría de los países en vías de desarrollo aquel porcentaje es del orden del 2 al 3 por ciento de su PNB, los países desarrollados dedican del 5 al 6 por ciento de su PNB a la inversión en viviendas, elevándose esta cifra hasta el 7 por ciento en países como Suiza. Considerando el hecho de que la base del PNB es muy pequeña en el caso de los países en vías de desarrollo, la inversión real en viviendas se consideró inadecuada comparada con las necesidades.

9. Las tendencias en cuanto al tipo de casas que probablemente serán construidas en el futuro determinarán, a su vez, los materiales de construcción, inclusive la madera, que habrán de emplearse. La Consulta expresó su opinión de que, mientras que las zonas rurales no han presenciado hasta ahora ningún cambio apreciable en el tipo y métodos de construcción, la tendencia en las viviendas urbanas, tanto en los países en vías de desarrollo como en los desarrollados, evoluciona hacia la construcción de muchos pisos, variando de país en país la proporción entre las unidades en edificios de muchos pisos y las unidades totales. Se observó que la disminución en el empleo de productos a base de madera, particularmente en términos de consumo por unidad, podría atribuirse, en parte, a la influencia del sistema de condominios o propiedad horizontal. Considerando el tamaño de las viviendas, debe esperarse que continuará el constante crecimiento de la demanda de unidades más amplias en los países desarrollados, como resultado del aumento del ingreso personal. Por otra parte, las limitaciones económicas han restringido el tamaño de las viviendas en los países en vías de desarrollo. Se indicó que el promedio de espacio por persona en Hong Kong era solamente de 43 pies2 y podría suponerse que la perspectiva de aumento del área habitable, que es ahora alrededor de 10 m2 (107 pies2 en los países en vías de desarrollo, tomándolos en forma global, no es satisfactoria.

10. La Consulta consideró las repercusiones de esas tendencias en la industria maderera. En el caso de las viviendas unifamiliares, las casas de armazón de madera constituyen el 88 por ciento en los Estados Unidos, el 90 por ciento en el Canadá y el 98 por ciento en el Japón, pero, debido a la creciente tendencia hacia las construcciones de muchos pisos, el uso de la madera para propósitos estructurales declinará probablemente. Contrariamente a lo que podría esperarse, las casas con armazón de madera tienen escasa aceptación en muchos países del mundo en vías de desarrollo, aun en aquellos que tienen grandes recursos forestales. Esto debe atribuirse a la falta de prestigio que la «casa de madera» lleva consigo en esos países. Si no se encuentra solución a este problema, contribuirá aún más a que el uso de la madera disminuya también en los países en que ahora se acepta.

11. La Consulta estuvo de acuerdo en que había dos tendencias distintas en el uso de los materiales de construcción: en primer lugar, continuaría dándose importancia al uso de los materiales de construcción tradicionales y locales, como la madera, en las casas pequeñas; y en segundo lugar, aumentaría el uso de materiales, como el cemento y el acero, en los edificios de muchos pisos y en los condominios. Principalmente en países desarrollados ricos en recursos forestales, una gran proporción de casas pequeñas, con algunas excepciones, tenían paredes de madera estructural, aun en el sector de las casas bajas. En la mayoría de los países europeos, así como en los países en vías de desarrollo, la mampostería es todavía un material importante para paredes. Tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo, en el caso de viviendas de muchos pisos, el hormigón reforzado in situ o precolado era el principal material de construcción. La disminución del empleo de la madera para fines estructurales fue acompañada de una sustancial disminución de su uso para acabados exteriores y pisos y solamente en las ensambladuras continuó la madera manteniendo su posición contra los materiales sustitutos.

12. La Consulta observó que, a pesar de la tendencia general hacia las edificaciones de muchos pisos, se hizo aparente en algunos países de Europa una nueva tendencia hacia las viviendas unifamiliares. Las edificaciones de muchos pisos pueden combinar ventajosamente el uso de estructuras pesadas con elementos livianos. Se sintió la necesidad de introducir un elemento de flexibilidad en el desarrollo urbano. Debían considerarse, por lo tanto, las viviendas provisionales. Fue observado que el reemplazo de las estructuras se debía a menudo a cambios en el uso de la tierra, a los fenómenos económicos y a la exigencia de mejores formas de vida, antes que a la obsolescencia física de la vivienda.

13. Se manifestó preocupación por el hecho de que muchos países en vías de desarrollo, con recursos forestales, han continuado exportando su madera, pero no han sido capaces de desarrollar la industria local para consumo interno. Tales países necesitan ser ayudados a desarrollar una industria local de la madera.

14. La Consulta observó que los países en vías de desarrollo son, en general, deficientes para planear la producción de materiales de construcción. En casi todos los casos, no existe evidencia alguna que muestre que la producción de materiales de construcción ha sido planeada de acuerdo con la demanda para actividades de la construcción. En su mayoría, los planes de desarrollo carecen de proyecciones formales de la oferta y la demanda de materiales de construcción acordes con las proyecciones del crecimiento económico total. Se anotó que los países en vías de desarrollo se han esforzado a menudo por aumentar el suministro de materiales claves, como el cemento y el acero, pero que esta atención, exclusiva y obsesiva, prestada a las industrias claves, ha llevado a la negligencia de los materiales tradicionales locales, como ladrillos, madera de segunda calidad y productos de madera. No sólo deben emprenderse estudios detallados sobre el uso de materiales en la industria de la construcción, sino que, en el caso de materiales que tienen usos alternos, como la madera, se deben sumar las demandas de todos los sectores para calcular las exigencias totales. Se recalcó que éste es un ejercicio que los países en vías de desarrollo tendrán que emprender en sus planes de autosuficiencia en materiales de construcción.

15. Se discutió el hecho que la industria forestal y el comercio de productos de la madera están pasando por un período de profundo cambio estructural como resultado de la existencia de aserraderos más grandes y mejor equipados, que van desplazando una gran variedad de unidades pequeñas. Se acordó que la integración vertical de la industria forestal y el establecimiento, por parte del sector comercial, de un puente directo entre las fábricas y los consumidores en grande escala, tienden positivamente a reducir los costos de distribución.

16. En resumen, se hizo evidente por los cálculos hechos que, aunque el consumo de madera por unidad de vivienda probablemente disminuiría, el volumen total de la demanda continuaría aumentando en vista del veloz crecimiento de la industria de la construcción. que aspira a satisfacer las crecientes exigencias del desarrollo. Sin embargo, este aumento en la demanda dependería de la creciente eficacia de la industria maderera y de su habilidad para afrontar la competencia de los materiales sustitutos; a este respecto, desempeñarían un papel importante la investigación, el desarrollo y el fomento.

17. Se hizo patente la necesidad de más investigación en países en vías de desarrollo sobre el promedio de vida de las casas y las ventajas económicas de edificios permanentes comparadas con las de construcciones provisionales que requieren una mínima inversión de capital.

18. Basada en las consideraciones ya indicadas, la Consulta recomendó que:

a) Los países en vías de desarrollo que posean recursos forestales deben fomentar la instalación de industrias secundarias de la madera para satisfacer el consumo interno, y solicitar toda la ayuda bilateral e internacional que necesiten para ese propósito.

b) Los países en vías de desarrollo que carecen de recursos forestales deben procurar el uso más eficaz y selecto de maderas importadas en sus programas de construcción.

c) En la formulación de sus planes de desarrollo, los gobiernos deben prestar mayor atención a la provisión de materiales de construcción en general y materiales derivados de la madera en particular, como una medida básica en la ejecución de sus programas nacionales de vivienda.

d) En vista de las ventajas que se pueden derivar del uso de la madera en la construcción de viviendas, la industria maderera debe aumentar su eficacia y mejorar la calidad y el rendimiento de los materiales derivados de la madera, con el fin de satisfacer la creciente demanda de viviendas y competir favorablemente con otros materiales de construcción.

e) En el establecimiento de los programas nacionales de vivienda, los gobiernos deben considerar las ventajas económicas de la construcción de viviendas ligeras de madera, tanto temporales como permanentes, que pueden ser reemplazadas fácilmente en forma parcial, o bien total. Esta política añadiría un elemento de flexibilidad al desarrollo urbano y rural y permitiría la adopción oportuna de más elevados niveles de vida para la población.

f) Deben emprenderse estudios sociales y económicos con el propósito de determinar las exigencias más adecuadas de diseño, con miras al uso de viviendas de bajo costo hechas de madera.

g) En vista de la mayor demanda de viviendas urbanas, los gobiernos debieran estudiar la posibilidad de utilizar elementos internos a base de madera en las estructuras de muchas plantas, y materiales a base de madera combinados con otros materiales de construcción en las edificaciones de poca altura y elevada densidad, con las disposiciones técnicas pertinentes en cuanto a seguridad.

h) Los gobiernos deben prestar su máxima atención a los caseríos de ocupantes sin titulo alrededor de las ciudades para resolver este problema.


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