Página precedente Indice Página siguiente


RECOMENDACIONES


La Consulta reconoció la función de los juicios de valor para provocar la decisión de realizar un análisis de riesgos y reconoció también que la adopción de una decisión de esa índole es una de las dimensiones más cargadas de valor de la gestión de riesgos.

La Consulta reconoció la importancia de la ciencia como base para las normas de inocuidad alimentaria. Sin embargo, es evidente que las decisiones sobre inocuidad de los alimentos no pueden basarse solo en la ciencia. El análisis científico objetivo debe insertarse en un proceso decisorio más amplio y no puede responder todas las preguntas necesarias. La Consulta convino en que la ciencia no está separada ni divorciada de la ética, al basarse en una serie de decisiones e interpretaciones, cada una de ellas coloreada por valores.

La interacción entre ciencia y ética funciona casi siempre sin dificultades, pero los componentes de valor y éticos del análisis de riesgos para la inocuidad de los alimentos no tienen con frecuencia nada de transparentes. La falta de transparencia y la incapacidad resultante para escudriñar y examinar las decisiones de valores implícitos puede socavar la fiabilidad del sistema de inocuidad alimentaria. Por ello, la Consulta subraya la necesidad de ser más explícitos sobre los amplios valores sociales, culturales y de otra índole ineludiblemente incorporados en las decisiones de base científica sobre inocuidad de los alimentos, a fin de aumentar y mantener la fiabilidad y la integridad de esas decisiones.

La Consulta de Expertos recomendó:

I. Que se traten específicamente las dimensiones éticas y de valores de las normas de inocuidad alimentaria, a fin de disponer de un examen informado y equilibrado de esas dimensiones. Esto implica:

II. Que el examen y la adopción de decisiones sobre esas dimensiones éticas y de valores sean transparentes para las partes interesadas y de diseño participatorio, y se caractericen por una buena comunicación entre todas las partes interesadas. Esto implica:

III. Que, a fin de participar equitativamente en los debates éticos y científicos del sistema de inocuidad alimentaria, debe crearse la capacidad de las partes participantes o afectadas. Esto implica:

IV. El derecho a una alimentación adecuada es el derecho a alimentos que sean inocuos, nutritivos y culturalmente aceptables. Esto implica:


Página precedente Inicìo de página Página siguiente